Extracto
Contents
1 Introdución
2 Desarollo
2.1 El nacimiento de El Chavo del Ocho
2.2 El Chavo del Ocho hoy
2.3 Ejemplos de violencia
3 Conclusión
4 Bibliografía
1 Introdución
“El Chavo del Ocho, más violento que Chuck Norris”[1]
Así se llama el artículo publicado en la página web de uno de los más importantes periódicos españoles, El Mundo, en agosto de 2008. Casi todo el mundo hispano sabe de qué se está hablando cuando se menciona al Chavo del Ocho. La famosa serie de televisión mexicana, que empezó en el año 1971 y ha sido doblada a cincuenta idiomas[2], no sólo es conocida en países latinoamericanos sino también en Europa y en Asia. Aunque el programa se canceló siete años más tarde, en 1978, siguió retransmitiéndose con una gran respuesta social durante los años 80 y 90.[3] Incluso hoy día se pueden ver los episodios en varios canales sudamericanos e incluso estadounidenses. Así, muchas generaciones han crecido con sus personajes y expresiones como sin querer queriendo, que es la frase típica del Chavo y le es familiar a la mayoría de los hispanohablantes.
¿Cómo puede ser que un artículo sobre esta serie aparezca en un periódico de tal envergadura? Todo se debe a “un estudio efectuado por la organización Participación Ciudadana (PC) y el Instituto Nacional de la Niñez y la Familia, (Innfa)”[4] que reveló que El Chavo del Ocho es el programa más violento de la televisión ecuatoriana. En el estudio se entrevistó a 1480 personas en Ecuador que llegaron a la conclusión de que el programa es más violento que una serie de Chuck Norris, un actor americano que normalmente aparece en películas de acción.[5] Lo que tenía la intención de ser una comedia inocente tanto para niños como para adultos resultó ser de todo menos educativa. Tanto en los comienzos del Chavo del Ocho como incluso hoy día los especatadores siempre han disfrutado de la parte cómica de la serie. Muchos han apreciado la buena representación de la situación social crítica de la Ciudad de México en la que se desarrolla el programa. Pero con el paso de los años también ha cambiado la opinión de los espectadores respecto a la serie, lo que se refleja, entre otras cosas, en el estudio de Ecuador. En un país como México que “tiene uno de los índices más altos [...] de violencia contra menores”[6] es muy discutible si un programa así podría seguir teniendo tanto éxito ya que El Chavo del Ocho está lleno de violencia entre adultos y, lo que es peor, contra niños. Para llegar a esta conclusión, he analizado los comienzos del programa en relación con la situación de México de los años setenta y cómo ha evolucionado la opinión de los telespectadores. Asimismo, he empleado distintos episodios con el fin de ejemplificar mis ideas.
2 Desarollo
2.1 El nacimiento de El Chavo del Ocho
El primer episodio del Chavo del Ocho lleva el título de “El Ropavejero” y en él sólo aparecen el Chavo, la Chilindrina y Don Ramón. Se trata de un sketch muy corto en el que Don Ramón quiere que su hija se tome una medicina que no sabe nada bien. Tan sólo a los tres minutos del comienzo de la serie, Don Ramón pega al Chavo por primera vez con una cuchara. Así empieza el primer capítulo del programa, rodado en 1971. Hace treinta años la sociedad era diferente, eso es lo que dicen. Los profesores de casi todos los países del mundo podían pegar a los niños en las escuelas; también la educación de los niños en casa era diferente, ni siquiera se había oído la concepción de una educación antiautoritaria. Las relaciones en general, tanto en el ámbito cotidiano como en el ámbito político, estaban mucho más dominadas por la violencia. Después de la segunda guerra mundial, México experimentó un boom económico bajo el regimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante el que la sociedad vivió una relativa mejora de su situación económica. Sin embargo, la economía no llegó a estabilizarse a lo que la sociedad respondió con revueltas que culminaron en la Matanza de Tlatelolco, un genocidio contra estudiantes llevado a cabo por el gobierno mexicano. A partir de este incidente al país le urgía llegar a una estabilidad tanto política como social.[7] Los problemas del estado también se reflejaban en la televisión. Por un lado los mexicanos necesitaban evadirse de todo lo malo que estaba sucediendo en la calle. Una comedia como El Chavo del Ocho justamente podía lograr eso. Como diversas fuentes manifiestan, y según el creador de la serie, Chispirito, el programa “nació dirigido al público adulto, no al infantil”[8]. Es decir, la serie nació con la intención de divertir a los adultos y distraerles de los problemas nacionales. Todo el mundo podía verse reflejado en la serie y entender la comedia que se desprendía de ella porque plasmaba el día a día de la sociedad mexicana. Lo que sólo pocos se esperaban era que El Chavo del Ocho también se hiciera muy popular entre los niños. Una gran parte de su éxito se debe al tratamiento humorístico de los problemas mencionados, como la pobreza, la vida de niños de la calle, la de los huérfanos y las dificultades familiares.
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[1] "El Chavo del Ocho, más violento que Chuck Norris."Elmundo. 20.08.2008. http://www.elmundo.es/elmundo/2008/08/19/television/1219138028.html (14.10.2008).
[2] Bracci, Luigino. "El Chavo del Ocho es terrorismo mediático, asegura Fernando Buen Abad."Radio Mundial. 28.03.2008. http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?4502 (14.10.2008).
[3] El Chavo del ocho en Internet. http://www.chavodel8.com (14.10.2008).
[4] "El Chavo del Ocho, más violento que Chuck Norris."Elmundo. 20.08.2008. http://www.elmundo.es/elmundo/2008/08/19/television/1219138028.html (14.10.2008).
[5] Ibid.
[6] Resendez, Gabriela. "México tiene altos índices de violencia contra niños: ONU."Esmas. 19.04.2007. http://www.esmas.com/noticierostelevisa/mexico/620355.html (14.10.2008).
[7] Kirkwood, Burlton. The history of Mexico. Westport: Greenwood Press, 2000, pp. 187-198.
[8] Durand, Miguel. "Historia del Chavo del Ocho."Chavo del 8. http://www.chavodel8.com/historia.php (15.10.2008).