La reforma económica de la perestroika


Ensayo, 1998

29 Páginas, Calificación: Aprobado


Extracto


I Introducción

Pocos fenómenos han revolucionado al mundo tan sustancialmente, sin tratarse de una guerra, como la introducción de la perestroika y el glasnost en la otrora Unión Socialista de Repúblicas Soviéticas. La cadena de sucesos que ocasionaron estos hechos es posible que todavía no haya finalizado.

Para algunos pensadores sociales, la aparición de Mijail Gorbachov en la esfera de la política internacional es el límite donde empieza a gestarse el nuevo orden mundial. La globalización trata un proceso que ha sido posible distinguirlo hasta después que ha arrancado; ahora, cuando ha avanzado considerablemente vemos los cambios a todo nivel que ha significado. Sin embargo, fijar el momento en que concluirá o interpretar los efectos de cada paso, requiere lanzarse a un análisis minucioso y al examen de probabilidades y riesgos.

Una de las innegables cualidades del anterior mandatario soviético es el orden y el propósito de comunicar con claridad sus movimientos. En su obra La perestroika reserva un apartado del libro para La reforma económica.

Aunque el enfoque económico es vital para comprender todo el fenómeno Gorbachov-URSS-perestroika-glasnost, no es el único. En estos momentos en que la ciencia rechaza enfoques monocausales, no es dable el restringir la explicación de un suceso histórico de tal naturaleza al discurso económico. Ni siquiera se puede desglosar el plan económico sin recurrir a herramientas de otras ramas del saber humano.

Por el contrario, es indispensable adoptar una visión holística, integral. Holística en el sentido de recoger los aportes de las diferentes disciplinas sociales para la comprensión y dilucidación de los acontecimientos. Aunque el tema es económico, gran parte de la explicación es de carácter político y sociológico. Sin estos complementos, poca luz se arrojaría, muchas preguntas quedarían sin responder.

Para estructurar el análisis de la reforma económica de la perestroika se introduce esta monografía con una presentación de los detalles relevantes que incluye.

En forma breve, en la próxima sección se apuntan los factores sociales y políticos determinantes, así como características del líder de la transformación, Mijaíl Gorbachov.

De inmediato se procede al análisis de los problemas de la economía del gran imperio, con el fin de conocer cuáles eran los retos que enfrentaría la reforma.

En seguida se revisa el planteamiento, en las palabras mismas de Gorbachov. Se incluyen todos los puntos torales del programa, contrastados con las apreciaciones de expertos.

Se consultaron obras de Iuri Afanásiev y de Pilar Bonet para contar con el punto de vista de autores que conocieran el campo, el país; con un contacto concreto con la realidad. De Gorbachov se emplearon La Perestroika y Memoria de los años decisivos por contener el plan sujeto de escrutinio y relatos interesantes de los sucesos. El material de Paul Sweezy y Charles Bettelheim contiene apreciaciones reveladoras sobre el bloque soviético y argumentos concienzudos sobre los problemas económicos. Friedrich Von Hayek y Ludwig Von Mises se incorporan con dos clásicos de la crítica al socialismo y a la planificación estatal de la economía.

Para finalizar, se presentan las conclusiones sobre el área económica de la perestroika. Al representar un campo de conocimiento obligado para quien estudie la sociedad contemporánea y sus tendencias vanguardistas, es vital despejar el panorama y proyectar – aún intentar - los efectos para el mundo de hoy y del futuro.

II Contexto de la reforma económica de la perestroika

Iuri Afánasiev nos proporciona una descripción de los valores conservadores soviéticos y cómo son encarnados en las instituciones sociales. Nos presenta una Rusia de alto contenido familiar y rural. Hila todo el tejido social a base de granjas y familias extensas.

Esta construcción comunitaria y campesina de lo cotidiano conlleva a una realidad llena de relaciones directas y personales entre sus miembros. El clima que se crea es conservador, se pretende mantener el modelo funcionando sin mayores variaciones. Al momento de presentarse el cambio y la innovación se reacciona en forma defensiva, con un rechazo automático.

Para Afanásiev, el diseño de la modernización del imperio soviético debió haber partido de esta realidad. La perestroika y el glasnost debieron haber tomado en cuenta esta condición para plantear modificaciones graduales a la estructura del imperio soviético.

Incluso en las palabras de Afanásiev se desprende un sentimiento nostálgico y el reconocimiento de un poder imbatible que brota de este sistema de organización social.

“Los caseríos compuestos de dos o tres granjas pasaron a ser la forma típica del hábitat eslavo. Ese hábitat constituye el embrión del microcosmos, de la microsociedad rusa... La familia extensa constituye el eslabón básico de su organización... Aquellas microsociedades aisladas estaban basadas en relaciones emocionales, cada cual sabía todo de todos; todas las actividades -trabajo o distracciones- adoptaban la forma de contactos personales e inmediatos. El mundo rural se convirtió, para ellos mismos, no sólo en un espacio cerrado, sino también en una comunidad específica, diferenciada del resto del mundo...”

“La inmovilidad se sintió como un bienestar, y todo alejamiento fuera de las leyes intangibles se consideraba una característica enfermiza y anormal. Esa idea de un bienestar vinculado a la inmovilidad abarcó todas las facetas de la vida del microcosmos: su concepción del bien y del mal, de la justicia y la injusticia, su relación con los antepasados, con los protectores de la granja, su constitución económica,etc.

“En condiciones en que la experiencia acumulada es totalmente determinante, es decir, cuando el pasado dicta el futuro y la inmovilidad oprime la dinámica, el microcosmos se convirtió en la base del conservadurismo social. El microcosmos siguió siendo un elemento inerte, pasivo, somnoliento a lo largo de los siglos. Pero, en los momentos de ruptura histórica, vuelve de súbito a la vida, se agita, se vuelve inventivo y frenético. Ese microcosmos, portador de una potente carga negativa para con todo lo que es nuevo, todo lo que se sale de los límites de las representaciones ya formuladas en el pasado, todo lo que se aparta de los valores y las normas, reacciona violentamente ante lo inesperado e intenta enseguida rechazar la novedad y restablecer su bienestar, es decir, rematar la construcción del conjunto social perdido basándose en los valores tradicionales[1].”

Pilar Bonet está de acuerdo en señalar el microcosmos en la provincia, en el orden de la comunidad rural. Sin embargo, percibe una homogenización de las costumbres y de los hábitos en favor de la gran república. Se deduce que esta adecuación ha sido en algún grado forzado. De tal forma que en un futuro se podrían generar corrientes a la expresión y manifestación de su verdadera identidad.

“El sistema soviético homogeneizó la administración, el aspecto externo de las ciudades, de las viviendas y las personas, introdujo rituales sociales y unificó formas de pensar y de comportarse. Este proceso unificador fue tan intenso que, en los primeros años del poscomunismo, el margen de error es limitado si abordamos una provincia rusa como un micromodelo, donde se contienen todos los elementos del conjunto de la sociedad. Las resultantes individuales, basadas en las riquezas naturales de una zona u otra, en el mayor o menor desarrollo de la industria o en las tradiciones locales, son variaciones de un esquema común que pretendía conformar un hombre nuevo al servicio de una superpotencia[2].”

Para Bonet se plasma una corriente definitiva en toda la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas; la provincia renovadora. Los años en que empieza a gestarse el cambio son los del período de 1986 a 1991. En este lapso puede palparse ‘’el despertar de la vida social, la toma de conciencia de la identidad de Rusia a partir de las provincias y la victoria de esta Rusia de provincias, simbolizada por Yeltsin, sobre la URSS, representada por su presidente Mijaíl Gorbachov’’.

Recibimos aquí la máxima expresión sociológica del fenómeno desintegrador de la potencia soviética. Encontramos dos fuerzas opuestas encarnadas en dos rivales políticos. La balanza se inclina de parte del Yeltsin popular, en abierta lucha por el poder contra un Gorbachov imperialista.

Esta explicación sociológica implica que el triunfo final de Boris Yeltsin se debió a que reflejó las aspiraciones de identidad nacional de las repúblicas. Mientras que el promotor de la perestroika pretendía seguir sujetando la voluntad del pueblo hacia un modelo de estado gigante y poderoso.

Gorbachov proponía un sistema de gobierno en el que la sociedad rusa iba a seguir depndiendo del aparato estatal. La sociedad civil que había surgido con fuerzas propias, no deseaba continuar sujeta al mismo régimen. Esperaban un movimiento político que se basara en sus condiciones sociales. No una nueva supeditación del pueblo, al poder de un partido y una burocracia renovadas.

Así lo explica Afanásiev al afirmar que ‘’la sumisión de la sociedad civil rusa al Estado es el balance de una historia secular’’. Para el autor ‘’en las diferentes etapas de la historia, la configuración de las relaciones mutuas entre la sociedad y el Estado no estuvo condicionada por una sola fuerza. A veces la economía ha tomado el relevo del factor social, otras veces ha sido el factor militar el que ha llegado a ser preponderante.’’

Posiblemente el descontento popular hacia las autoridades se centra por el fracaso económico. La escasez de bienes y servicios, la interminable postergación de la satisfacción de las necesidades, la concesión de privilegios a miembros del partido, gobernantes y ciertos grupúsculos como atletas, artistas y científicos.

El ataque a la figura de Gorbachov – por momentos – se torna excesiva. Pareciera que en la Rusia actual su imagen sólo evoca rasgos negativos, la personificación del mal en esta tierra. Muchos le responsabilizan de la desintegración de la Unión Soviética, le ven como un gobernante fracasado y como responsible único de los males de estas naciones.

Al punto que un comercial de la cadena de pizzerías global Pizza Hut en el que aparece Gorbachov, es transmitido en todo el mundo, menos en su patria;

[...]


[1].Afanásiev, Iuri. Mi Rusia fatal. Página 248.

[2] Bonet, Pilar. La Rusia imposible. Página 12

Final del extracto de 29 páginas

Detalles

Título
La reforma económica de la perestroika
Universidad
University of Salamanca  (Programa Guatemala)
Curso
Sociedad Civil y Transición Política en la Europa Central
Calificación
Aprobado
Autor
Año
1998
Páginas
29
No. de catálogo
V207852
ISBN (Ebook)
9783656353836
ISBN (Libro)
9783656354277
Tamaño de fichero
536 KB
Idioma
Español
Citar trabajo
Rodolfo Morales (Autor), 1998, La reforma económica de la perestroika, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/207852

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