Extracto
ÍNDICE
Introducción
Parte I
1. Memoria y recuerdo
2. Tipos de memoria: individual y colectiva
2.1 Memoria individual
2.2 Memoria colectiva
2.2.1 Memoria comunicativa y memoria cultural
3. El soporte de la memoria y su articulación
3.1 La fotografía como objeto de la memoria
Parte II
1. La escritura como búsqueda y crítica de la figura del hermano
2. Tipos de memoria en Am Beispiel meines Bruders
2.1 Memoria individual
2.2 Memoria colectiva
2.2.1 Memoria familiar
2.2.2 Memoria cultural
2.3 Memoria no comprometida
3. La articulación de la memoria en Am Biespiel meines Bruders a través de las imágenes
4. Figura del hermano
4.1 Figura del hermano desde la perspectiva de los padres
4.2 Conflicto generacional
5. Identidad: la sombra del hermano
6. Conclusiones
7. Bibliografía
Introducción
A finales del siglo XX, la polémica sobre el Holocausto llega a un punto álgido. En ese tiempo, aparecen diversas biografías y novelas escritas desde un punto de vista muy específico sobre el Holocausto en la memoria cultural alemana, lo que demuestra que la literatura se ha convertido en un medio de la memoria. En el presente trabajo no solo quiero presentar como ejemplo de ello la obra de Uwe Timm Am Beispiel am meines Bruder sino también presentarla como un ejemplo de reconstrucción del pasado, concretamente una reconstrucción crítica del pasado.
El concepto de memoria y recuerdo está cobrando importancia desde finales del siglo pasado. La reconstrucción del pasado ya sea a un nivel individual como colectivo, busca respuestas no solo identitarias sino para confrontar un presente conflictivo. El conflicto en el presente se torna en una búsqueda. En este trabajo se explican estos conceptos fundamentales que están dentro del panorama narrativo actual, también se exponen los conceptos que subyacen a estos conceptos y posteriormente se aplicarán a la obra Am Beispiel meines Bruders de Uwe Timm.
Al proceso de reconstrucción del pasado viene ligado no sólo una búsqueda de respuestas para confrontar el presente, sino también una revisión crítica, esto es de gran importancia desde la posguerra alemana donde el silencio de la primera generación fue denunciado por la segunda generación tras el Holocausto, hijos de padres, verdugos, víctimas que no quisieron heredar un silencio, un silencio que parecía querer ignorar la historia.
El objetivo de mi estudio es averiguar de qué manera Uwe Timm reconstruye a través de las distintas memorias el pasado, un pasado biográfico familiar. En el caso de Am Beispiel meines Bruders, la reconstrucción se centra en la figura del hermano quien en 1943 se ofreció como voluntario en la unidad de las Waffen-SS y murió en combate pocos meses después. Su memoria queda marcada en el entorno familiar, pues a pesar de las atrocidades de las SS y el conocimiento sobre ello de sus padres, la figura del hermano le es impuesta al autor, lo que le lleva años después a realizar la búsqueda de la verdad, una peculiar búsqueda, pues el autor tiene la ardua tarea de reconstruir un pasado del cual apenas tiene recuerdos propios ya que su hermano murió cuanto él tenía sólo tres años. Esto hará que use recursos y distintas memorias para la búsqueda de dicha verdad. Otra singularidad del estudio es el acercamiento sin resentimientos que el autor hace respecto a su pasado y a la figura de su hermano. Para el estudio me baso en las teorías de Jan y Aleida Assmann y las aplico a la obra de Uwe Timm. Pero no solo hago un análisis de las distintas memorias sino que las matizo y analizo hasta qué punto llega la búsqueda y en qué punto la memoria puede ayudar en el proceso de reconstrucción.
La revisión del pasado, el cuestionamiento de la historia, la reconstrucción crítica del pasado desde distintos puntos de vista, la relectura desde una misma perspectiva de la historia o la introducción de una nueva perspectiva de un hecho pasado cuya memoria estaba silenciada u olvidada resurge actualmente aportando nuevas formas y matices a la historia. Todo invita a esa reconstrucción, el presente invita a ser reinterpretado tras cada conflicto, reflexión y experiencia para aprender desde el pasado a comprender a reinterpretar lo que se ha dicho, escrito y vivido para completar y ampliar las nuevas formas del presente.
Parte I
1. Memoria y recuerdo
Para hablar de la memoria y el recuerdo, es fundamental la distinción de ambos términos. Por una parte el término recordar se entiende como la capacidad de traer a la memoria sucesos pasados, por otra parte, la memoria es la capacidad psíquica del cerebro, es la facultad de codificar, almacenar y recuperar acontecimientos o informaciones pasadas. De modo que la memoria necesita una base biológica que se encuentra en el cerebro y el recuerdo sería la evocación concreta del pasado. “Pese a que las circunstancias rememoradas pertenecen al pasado, la actividad misma de recordar tiene lugar exclusivamente en el presente” (Maldonado 2009: 28). El hecho de recordar se asocia a lo subjetivo, pues lo que se trae del pasado al presente no es una reproducción del pasado sino una (re)construcción del mismo. Los recuerdos no son parciales ni objetivos, no reflejan de manera fidedigna el pasado[1], no son registros memorísticos objetivos del pasado, sino que son reconstrucciones subjetivas que dependen de circunstancias externas que nos hagan recordar lo que ya ha ocurrido. Además de ser un acto subjetivo también es selectivo, ya que podemos escoger un determinado recuerdo entre el amplio horizonte de recuerdos.
Speichern war auf ein objektives Wissen bezogen, das man sich durch Lernen aneignen kann, Erinnern dagegen auf eine subjektive Erfahrung, die immer schon ein Teil des Selbst ist. Auf dieser Stufe trennt sich der mögliche Inhalt des Gedächtnisses also in die beiden Felder des Sachwissens und des Erfahrungswissens. (Assmann 2001b: 1).
El hecho de recordar queda vinculado a una sucesión de acciones inconexas, discontinuas. Estas acciones discontinuas junto al alejamiento temporal de los propios recuerdos, hacen que los recuerdos, sobre todos los autobiográficos, no sean fiables en gran medida, pues cabe la posibilidad de caer en los llamados vacíos memorísticos que son aquellos espacios en blanco dentro del recuerdo y que la mente no es capaz de rellenar ya sea por falta de información, de detalles específicos e incluso factores o circunstancias temporales. No por ello todos los recuerdos tienen que ser inseguros, ya que existen los recuerdos tempranos que son aquellos que se acaban de recordar.
Dentro de la memoria se distinguen dos niveles: la memoria individual y la memoria colectiva, que a su vez se dividen en diversos subniveles, de los cuales se habla en el siguiente punto. Pues un individuo tiene la capacidad de recordar sus propios recuerdos basados en sus experiencias vividas, los llamados recuerdos autobiográficos, los recuerdos ajenos que son todos aquellos que provienen de los recuerdos de otros que le son contados y los recuerdos que son propios del espacio común social.
2. Tipos de memoria: individual y colectiva
Dentro del abanico de la tipología de la memoria diferenciamos primero dos grandes niveles: por un lado el individuo como ser único, la llamada memoria individual, es decir, la que gira en torno al individuo de manera independiente; y por otro lado tenemos la memoria colectiva que es la que gira en torno a un grupo de individuos. Sus características así como sus semejanzas y diferencias establecen según el contexto en el que se encuentren, por ejemplo, desde un punto de vista de la cultura, la sociedad, la familia, la generación, etc.
Aunque la memoria necesite una base biológica, no es una capacidad meramente individual. Por una parte está la memoria individual que incumbe al individuo y por otra la memoria colectiva que repercute a un grupo de individuos. Dependiendo de la perspectiva del grupo compartirán unos recuerdos, símbolos, entre otros, que dará identidad y homogeneidad a un determinado grupo. Ambas memorias se interrelacionan y se complementan. Toda memoria está vinculada a un grupo o marco social[2]. Como seres sociales que somos, el individuo depende de otros, el individuo en solitario no es capaz de recordar ya que depende del grupo, de un colectivo que influye en su memoria y la modifica a través del tiempo y de los cambios sociales que se dan a lo largo de la historia, como bien recoge Maurice Halbwachs en su teoría del marco social. Para entender de manera más profunda ambos conceptos, se expondrán de manera teórica en los siguientes puntos del presente trabajo.
2.1 Memoria individual
La memoria es lo que hace persona a las personas. Según Aleida Assmann, la memoria no es algo exclusivo del individuo, sino que se lleva a cabo bajo marcos sociales y culturales. De estas formas de memorias que están dentro de la memoria colectiva hablaremos en el punto memoria colectiva. Si somos nuestra memoria ¿cómo se constituye? En el campo de la memoria individual, se constituye a través de las relaciones con los demás, dentro de un entorno social. Este entorno social varía de una generación a otra, y dadas las experiencias personales subjetivas, confrontaciones con el otro, etc. Dentro de la memoria individual, la relación intrafamiliar es de vital importancia. Suele trascender de manera personal al individuo en cuanto a una dimensión temporal de tres generaciones: abuelos, padres e hijos, quienes comparten recuerdos vividos conjuntamente o transmitidos de unos a otros.
Las características principales que expone Aleida Assmann[3] sobre la memoria individual son las siguientes:
Los recuerdos obedecen siempre a una perspectiva, de este modo, son intransferibles ya que pertenecen a un punto de vista muy concreto. En segundo lugar, los recuerdos no están de manera aislada, sino que están entrelazados e interconectados con los recuerdos de los demás, por lo que su combinación y un vínculo de conexión dan cohesión a los distintos grupos colectivos que conforman las memorias colectivas. En tercer lugar, los recuerdos son fragmentarios, es decir, incompletos e inconexos, es sólo a través de una estructura narrativa como adquieren cohesión y estabilización. Finalmente, en cuarto lugar, los recuerdos son inestables, es decir, determinados recuerdos con el tiempo pasan a ser parte del olvido, se transforman. En algunos casos, dependiendo del tiempo y las circunstancias, los recuerdos pueden adquirir o perder cierto valor o importancia. En otras ocasiones, los recuerdos se bloquean en la memoria debido a algún tipo de trauma. Por dichas razones, tanto la característica temporal y la memoria intrafamiliar cobran importancia en cuanto a la conformación de los recuerdos y por ende de la identidad del individuo.
Finalmente la característica temporal es la que contextualiza, relativiza, difumina incluso la posibilidad de la desaparición casi total del recuerdo. El tiempo modifica los recuerdos, cambian las circunstancias, se viven nuevas experiencias que cambian a la persona y dependiendo del momento en el que se encuentre el individuo, unos recuerdos adquieren una relevancia mayor que en otras ocasiones; Otros que parecían difuminados o desaparecidos, parecen de repente cobrar una gran importancia y lo que un día parece trascendente el otro ya no lo es. Esto se conoce como actualización del pasado. “En el proceso de actualización del pasado a través de la memoria individual, es de destacar la función esencial que desempeña la estructuración narrativa del recuerdo.” (Maldonado 2009: 33).
Se dice que la rememoración o la reconstrucción del pasado tiene carácter narrativo porque cómo se recuerda, qué forma adquieren los recuerdos, cómo se organizan y se estructuran es lo que les da un valor de sentido y significado, de manera que no solo son comprendidos por uno mismo, sino que son tangibles también para los demás. Se recuerda de la misma forma en la que se construyen narrativamente las historias.
2.2 Memoria colectiva
La memoria colectiva, a diferencia de la individual se caracteriza por no tener una base neuronal o fisiológica ligada o relacionado al cuerpo en un sentido biológico. Como en el caso de la memoria individual, no es tangible ni corpórea. Tampoco tiene la capacidad de recordar el pasado, simplemente es una memoria que comparte un determinado grupo de individuos. No puede analizarse ni recopilarse, lo que no implica que no exista. La conforman signos y símbolos, imágenes, fiestas, textos, una nación, una religión, etc.[4]
Como característica fundamental, la memoria colectiva, al contrario de la individual, surge de la intencionalidad, del sentimiento social de pertenencia a un grupo, en el que una serie de símbolos y elementos dan sentido y significado al grupo. Como consecuencia de todo ello se va forjando el concepto de identidad y cada individuo puede compartir recuerdos de varios grupos simultáneamente. Otra característica fundamental es la condición cambiante. Este tipo de memoria siempre se encuentra en un estado de constante cambio. Los recuerdos de este tipo de memoria tienden a la generalidad y la homogeneidad para que puedan transmitirse más fácilmente y perduren en el tiempo. Respecto a algunas similitudes que la memoria colectiva comparte con la memoria individual, sus recuerdos parten de un punto de vista específico que condiciona la interpretación o perspectiva de los recuerdos. Ambas memorias se complementan y se interrelacionan de manera que una necesita de la otra. De modo que la memoria colectiva no se puede desvincular de la individual. “Wenn wir über das soziale und kollektive Gedächtnis sprechen, kommen wir dabei nicht ohne das individuelle Gedächtnis aus. Wie hängen diese Gedächtnisformen zusammenhängen? (…) Jedes ‚Ich’ ist verknüpft mit einem ‚Wir’” (Assmann 2006b: 21).
La memoria colectiva surge de manera espontánea, es decir, se crea voluntariamente a partir de símbolos, memorias individuales, etc. Es un acto calculado que crea identidad de grupo. “La memoria colectiva es la construcción colectiva del recuerdo que realiza un determinado grupo y que otorga identidad social y sentido de pertenencia a sus integrantes” (Maldonado 2009: 34). La pertenencia a diferentes grupos es una característica propia. Ello hace que se dé la multiplicidad, es decir, un individuo puede pertenecer a diferentes grupos, en algunos casos es el individuo quien escoge pertenecer a uno u otro, en otros no tiene opción y nace perteneciendo ya a determinados colectivos, como es el caso de la familia, la nación, etc. Cada uno de dichos grupos, tanto los que se escogen como los que no tienen su propia memoria. Como ya hemos dicho, la memoria colectiva es de carácter voluntario, los grupos conservan los recuerdos a través de símbolos y prácticas sociales[5]. Dichas prácticas se ponen de manifiesto a través de desfiles, fiestas, mitos y leyendas, etc. “Se trata de recordar el pasado, pero porque tiene alguna utilidad para el presente y el futuro” (Rivero, Bellelli, Backhurst 2000: 68). Como bien aparece en el mismo capítulo del libro de la cita anterior, también se acompañan otras formas de recuerdo, como es la visita de familiares a cementerios, historias compartidas dentro del seno de la familia, etc. En entornos como el de la familia, se evocan historias que con el tiempo son transmitidas y reinterpretadas en forma de narraciones. Sobre esta problemática de la pluralidad, Halbwachs expone la teoría del marco social “Los marcos sociales son los instrumentos que la memoria colectiva utiliza para reconstruir una imagen del pasado acorde con cada época y en sintonía con los pensamientos dominantes de la sociedad” (Halwachs, 2004: 10). Surge también la cuestión del individuo que pertenece a varios grupos; cómo afecta esto a la memoria es simple: “Otros me inducen a recordar, que su memoria viene en ayuda de la mía, que la mía se apoya en la de ellos” (Halbwachs, 2004: 10)[6]
Volviendo a las características fundamentales que diferencian la memoria colectiva de la memoria individual, al contrario que la memoria individual, la memoria colectiva no se entrelaza ni comparte vínculos, sino que tiende a aislarse. Es autónoma, tampoco es fragmentaria; es concisa, pues se sustenta en relatos y mensajes que están bien definidos, tales como mitos y leyendas, en los que he indicado anteriormente. Todo ello permite que la memoria colectiva sea eficaz en cuanto a su transmisión a lo largo del tiempo. Ambas memorias no solo se diferencian sino que también comparten similitudes. De hecho ambas se construyen bajo una intención o conjunto de intereses, en ambas puede haber transformación con el paso del tiempo. Una característica importante de la memoria es que no sólo es recuerdo sino también olvido. El olvido es una característica clave en ambas memorias, el olvido puede ser voluntario e involuntario.[7]
[...]
[1] De ahí a que se haga distinción entre reproducción y reconstrucción. Se define el concepto (re)construir como proceso de evocar recuerdos y ordenarlos de manera que se pueda completar un concepto o conocimiento de un hecho. Otras definiciones, como ocurre en el caso de la psicología donde el concepto de (re)construcción es considerado como elemento de apoyo para ayudar a los pacientes a superar traumas del pasado. Fuente: definicion.de (Consulta 25/4/2015)
[2] Teoría del marco social del sociólogo francés Maurice Halbwachs recogida en Los marcos sociales de la memoria publicada en 1927, donde lleva el concepto de la memoria a un nivel social y donde se vinculan en el ámbito social ambos conceptos.
[3] Aleida Assmann distingue cuatro características fundamentales de la memoria individual en su obra Vier Formen von Gedächtnis von Individuellen zu Kulturellen Konstruktionen der Vergangenheit.
[4] Así lo explica Aleida Assmann en Individuelles und Kollektives Gedächtnis- Formen (2000: 22).
[5] Como explican Alberto Rosa Rivero, Gugliemo Bellelli y David Bakhurst en Memoria colectiva e identidad, donde se exponen los procedimientos por los que los colectivos conservan los recuerdos.
[6] De modo que los marcos son propios de cada grupo,cada grupo está bajo un marco social diferente y por ende bajo distintos recuerdos. Así, cada grupo de personas podrá ayudar a la recuperación específica de alguna parte del pasado.
[7] Rosa, Rivero, A. / Bellelli, G. / Backhurst, D. analizan los conceptos sobre el olvido y la distorsión del recuerdo en la obra Memoria colectiva e identidad nacional.