Sí a las identidades masculinas


Tesis, 2012

116 Páginas


Extracto


Inhaltsverzeichnis

Introducción

Capítulo I: De la cultura a la cultura de los géneros
I.1: Sociología Clásica vs Género. De los géneros a las masculinidades
I.2- La socialización genérica: su efecto en las masculinidades
I.2.1-El sexismo y homofobia como efectos de la socialización genérica
I.2.2- ¿Quién es el hombre aquí? Modos de exteriorizar la masculinidad
I.3-¿Géneros culturales o cultura de género? El arte como sistematización de la cultura
I.3.1- ¿Somos libres o somos cultos? Hombres por el consumo cultural

Capítulo II: Definiciones metodológicas y análisis de resultados
II.1- ¿Quién tiene la razón? ¿Cuali o cuanti?
II.2- Técnicas necesarias
II.3-Diseño metodológico
II.4- Principales Conceptos
II.5- Operacionalización de variables
II.6- Selección de la muestra:
II.7- Análisis de los resultados
II.7.1-Las manifestaciones artísticas: formas de entender el arte
II.7.2- La voz del sentimiento. Hegemonía del hombre cantante
II.7.3- Danzar para contarlo. Los hombres con los pies sobre el viento

Conclusiones

Recomendaciones

Lo que se haga sin esfuerzo y con pereza, Durar no puede, ni tener belleza.

-Plutarco-

DEDICATORIA

A mis padres por ser la luz que me guía,

por estar cuando los necesito,

por darme siempre un pedacito

y el beso al final del día.

A mis abuelos por ser mi alegría,

por ser ternura y comprensión.

A mi hermanito burlón.

A mi tía por ser la esperanza.

Y a mis primitos que en sus andanzas,

serán siempre mi razón.

AGRADECIMIENTOS

A mis padres ¿qué puedo decir?, ustedes son los autores de mi vida.

A mis abuelos por ser el alma vieja de los buenos consejos.

A tía Ibis por sus conversaciones, por ser yo su primera niña.

A tío Enel por ser El Rey Midas.

A Dariel por ser el mejor de los hermanos

A Eliany y Enelito por tener siempre una sonrisa.

A mi familia, toda todita, por estar siempre juntos y ser cómplices de mis locuras.

A Yary, Natali, Maidelis, Yanela, por ser la mejores amigas, por las noches de fechorías, los papelitos amarillos y las fiestas de chicas.

A 5to Sociología por la convivencia durante 5 años, las caldosas y el mejor arroz amarillo. A las niñas del 209 por ser parte de esta familia, por los traguitos y las pelis, las risas y las fiestas de fin de curso. A las de Santa Clara por ser las Mikis más lindas de la escuela al campo. A Yalina por ser tan integra y a Ernesto, Yusmany,

Minh y Seba, por ser los varoncitos del aula y estar siempre ahí.

A Hafdala por ser el psicólogo de las almas perdidas, por el besito de buenas noches y por ser: the best friend.

A Zain y Kori por incondicionales.

A Kevin Yalul Charlie Yeans, por ser único, por las noches de té y de insomnio.

A los que usurparon mi cuarto: Daylí, Mary y Jorgito, por las horas de tertulias.

A mis tutoras por enseñarme a amar la Sociología, por buscar siempre la mejor solución

A mi oponente por las horas de debate en el aula y el pasillo

A mis buenos profesores por sus grandes ideas

A Lázaro por ser él y estar siempre en los criollos como el mejor manager

A los muchachos del coro por hacerse portavoces de esta locura.

Al DEU por apoyarme en todo, especialmente la titi Lesbia y el mejor jefe: Hinley

A los chicos del 5: Diú, por ser mami y papi a la vez, a You por demostrarme que no solo son hermanos los de sangre; A Karell, Luis, Yusniel, Yander, Rafa, Jose, por ser excelentes parejas de baile; A las chicas más guapas: Merly, Clarita, Rosmery, Jeisy, Mariannis, Isis Mary, Merlyn por ser excelentes bailarinas; A Ale,

Maikelito, el Gali, Daikenis y el Yonki, porque sin ellos Panamá no sería lo mismo

A Rosario por ser original y porque si no está sola se pone celosa

A Lishi por ser siempre ella, por sus trabajos profilácticos y por las conversaciones mudas

A Javier por ser tan alegre y buscar el mejor apodo de todos mis tiempos, jajajajaja

A Ivan por ser el mejor, el talento, la madurez; por ser tan paciente con esta caprichosa

A Gerardo por ser la escuela, la tradición y el gran premio

A 5 de diciembre por permitirnos danzar “Con los pies sobre el viento”.

RESUMEN

El sacrificio del artista en muchas ocasiones se oculta tras los estereotipos que discriminan el campo artístico, fundamentados bajo la identidad sexual de los hombres que intervienen en él. La presente investigación se erige sobre las manifestaciones artísticas de danza y música que promueve el Departamento de Extensión Universitaria de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. Pretende analizar las formas de masculinidad que coexisten en el Movimiento de Artistas Aficionados, así como los estereotipos sexistas y prejuicios homofóbicos que actúan sobre ellas. La investigación se fundamenta en la integración de métodos de las perspectivas metodológicas cualitativa y cuantitativa, utilizando la Triangulación Metodológica como método principal, acompañado de técnicas como la observación, encuesta, entrevista semiestandarizada y en profundidad. Teóricamente la investigación se mueve dentro de los principales conceptos brindados por la Sociología de la Cultura y de Género, especialmente las teorías de las masculinidades. Se evidenciaron distintas formas de exteriorizar la masculinidad por parte de los aficionados, donde prima la identidad homosexual y metrosexual, además se corrobora la hipótesis, ya que estas formas identitarias están atravesadas por estereotipos que laceran la integridad de los aficionados a la música y la danza, aun cuando éstas no determinan la identidad sexual de los sujetos. También se ha constatado que no solo se enfrentan a comportamientos despectivos sino que gozan de cierta popularidad y reconocimiento por parte de sus profesores y compañeros.

RESUMEN

Summary

More often than nots, the artist’s sacrifice is hidden behind the stereotypes that discriminate the artistic field, based on the sexual identity of men that belong to it. The current research was made on the artistic fields of dance and music, promoted by the Departamento de Extensión Universitaria (DEU) (sp) of the UCLV “Marta Abreu”. It seeks for the analysis of the ways of masculinity that coexist in the non-professional Artists Movement, as well as the sexist stereotypes and homophobic stereotypes that influence upon them. The investigation is bosed on the integration of methods of quantitative & qualitative methodological perspectives, using the Methodological Triangulation as the main method, along with some techniques such as: observation, survey, and semistandarized and deep interview. Theorically speaking, the investigation moves through the main concepts of Gender and Culture Sociology, especially the theories of masculinity. Several forms of showing manliness were evidenced among the non-professional artists, where homosexuality and metrosexuality are the most common; it is also assured the hypothesis, due these identatiry forms are affected by the stereotypes that lacerate the integrity of those artists, even when these don’t determine the artist’s identity. It’s been also proved that they not face hateful behaviors but also have popularity and recognition by their professors and mates

Introducción

El primer elemento identitario que se asume es el género. Se entiende como una construcción simbólica, sistemas de creencias, prácticas y valores que aluden a un conjunto de atributos socioculturales, asignados a las personas a partir de su sexo, siendo uno de los tantos aspectos sociales que determinan la identidad de los mismos. En la configuración de esta identidad intervienen diversos factores que encuentran su génesis en el proceso de socialización, donde inciden: la familia, escuela y otras instituciones sociales; de modo que ser hombre o mujer implica adaptarse a características histórico culturales del medio en que se desarrollan. Así mismo el género es el resultado de esa dicotomía dialéctica entre lo subjetivo y lo objetivo, lo igual y lo diferente, lo individual y lo social.

Mediante la socialización el individuo tiende a diferenciar los patrones de conducta, así como los roles y la identidad de género. Este proceso es mediado por la violencia simbólica, por lo que las niñas no son las únicas víctimas, sino también el niño, ya que se ve obligado a construir su propia imagen a partir del patrón hegemónico de la sociedad. Así se verá influenciado por un ideal masculino que impone cualidades como la fuerza, el hecho de no ser sensible, no llorar, entre otras.

La diferencia sexual no es un hecho anatómico, la interpretación de esta diferencia es un proceso histórico y social; que el macho y la hembra de la especie humana difieren en su anatomía, es un hecho, pero también es un hecho construido socialmente. (Irazoski 2010) La identidad sexual es un aspecto de la identidad de género, pero el sexo y el género no se relacionan entre sí como lo hacen la naturaleza y la cultura, ya que la sexualidad misma es una diferencia que se construye socialmente.

Existe una tendencia equívoca y generalizada al pensar en el género como mujeres. De ahí que se piense que cualquier estudio o investigación de género se centrará en ellas, siempre tan subordinadas y víctimas del sistema patriarcal. Los estudios sobre la mujer destacan la posición femenina como víctima de la agresión masculina, mientras que los estudios de las masculinidades destacan que el hombre es también un producto de lo que socialmente se espera. No obstante los estudios de género pueden referirse también a la exclusión de hombres y mujeres que no están en completa consonancia con la norma que la sociedad maneja. Esto tiene que ver con la nacionalidad, la preferencia sexual, clase y la discriminación que se manifiesta a través de la homofobia, transfobia, el racismo, el heterosexismo, los estereotipos y los prejuicios.

Los autores clásicos de la Sociología no realizaron profundos análisis en cuanto al género, sus planteamientos hacían énfasis en el papel de la mujer en la sociedad; no solo se opusieron al feminismo, sino que sus obras están marcadas por un profundo contenido que tiende a invisibilizar la problemática de la mujer o justificar la subordinación de las mismas hacia los hombres; lo que evidencia en no pocas ocasiones, el carácter androcéntrico de la Sociología Clásica en discriminaciones de un sexo para con otro.

Producto de las luchas feministas por la igualdad de los sexos, surgen cambios que afectan no solo la vida cotidiana de la mujer, sino también el hecho de ser y sentirse hombre. Aunque el lastre de la masculinidad tradicional sigue siendo muy fuerte, existen otras maneras de ser hombres que buscan la convivencia en igualdad y desde la diferencia con las mujeres.

Las últimas décadas han sido reflejo de diversas formas de ser hombre. Se está viendo que existen jóvenes y otros no tan jóvenes que se atreven a desafiar las reglas morales que en algún momento cobraron fuerza; de modo que se atreven a ser diferentes o se niegan a ser como fueron sus padres -ya fuese por elección propia o porque no quedase más opción- por ello existen tantos hombres reinventando sus roles. Así mismo se cuestiona lo difícil que es ser hombre y al respecto, dice la periodista Cristine Coyange en su libro No es f á cil ser hombre: ‘…cuando solo hay un modelo en el escaparate, la elección es muy sencilla, ni siquiera había más’. (Coyange 1986, pág. 43)

En muchos países han surgido grupos de investigación sobre la condición masculina; estudios que ponen en cuestión el modelo masculino predominante y que ha sido el eje fundamental de los hallazgos sobre el tema. Actualmente ese modelo se considera represivo y nocivo, no solo para las mujeres sino también para los propios hombres. La crisis del modelo hegemónico de masculinidad ha traído consigo el surgimiento de nuevas masculinidades que además emergen más ricas, libres y populares.

El hombre ha sido siempre el término neutro de la humanidad, se habla de hombre para referirse a la especie humana, pero los estudios de género demuestran que no se nace hombre, sino que el sujeto se convierte en hombre, es decir, que el patrón masculino se conforma según la construcción cultural.

La sociedad está profundamente marcada por estereotipos sexistas que en no pocas ocasiones discriminan lo diferente. En legitimación de esa masculinidad, el sexismo, la violencia y la homofobia, se convierten en prácticas cotidianas que se reconozcan o no, se han normalizado. Las artes constituyen uno de los escenarios que muestra el reflejo de esa cotidianeidad que lacera la integridad física y moral del individuo, incluso en sus relaciones más personales.

El hombre como creador del arte, ha sido históricamente subestimado desde este mundo donde prima el lenguaje por señas e imágenes de la realidad. El arte habla de la vida, la cultura también lo hace, pero de manera diferente. El arte no es más que una manifestación, por ello no existe obra artística que no se interne en busca de una respuesta o que produzca sin más, alguna modificación interna. (Arte vs cultura 2001)

El arte y la cultura no son polos antagónicos, sino que están estrechamente relacionados con la expresión de un lenguaje compuesto que brinda sentido a la obra. Como espacio de intercambio, el arte también se encuentra marcado por la presencia de estereotipos que pautan la diferencia sexual en determinada manifestación artística.

La Universidad Central “Marta Abreu” de las Villas (UCLV) es una institución intelectual, pero a su vez se trabaja en la promoción de diferentes manifestaciones artísticas. Cuenta con un amplio Movimiento de Artistas Aficionados, pertenecientes a distintas facultades y a distintas prácticas. Este espacio se convierte en escenario propicio para las diferencias sexuales, así como para la interacción de distintas formas de masculinidades.

Las tendencias machistas latentes en la sociedad se reflejan fácilmente en dicha institución. La convivencia de personas que no han tenido la misma socialización, hacen que éstas, cada día se fortalezcan; lo que se refleja en cuestiones de estereotipos, prejuicios y tabúes; que no solo entorpecen el desarrollo cultural y artístico, sino también proliferan conductas inadecuadas por parte de los estudiantes.

La investigación que se presenta puede demostrar que en la Universidad Central “Marta Abreu” de las Villas se manejan un conjunto de estereotipos sexistas y prejuicios homofóbicos que influyen sobre el grupo de artistas aficionados, así como en las formas de masculinidades que existen al interior del mismo. Además se profundiza en la interrelación entre el género y el mundo artístico, lo que ha sido poco trabajado por la comunidad científica, a fin de demostrar que el mundo del arte, así como las manifestaciones que intervienen en él, está transversalizado por el género como categoría relacional.

Teniendo en cuenta lo anteriormente planteado se propone el siguiente problema de investigación: ¿Cómo se reflejan las formas de masculinidades en las manifestaciones artísticas de música y danza en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas?

La investigación se divide en las siguientes partes: en el Capítulo 1 se trabaja teórica y conceptualmente las cuestiones relativas al género y el arte. Se realiza un estudio detallado desde la mirada de los clásicos de la Sociología hasta el surgimiento de las teorías de las masculinidades; el efecto que la socialización produce en la distribución de actividades por sexo y la visión de los géneros en el campo de la cultura y el arte. En el Capítulo 2 se expone la concepción metodológica, el diseño de investigación, las principales variables y la muestra que se utiliza para el desarrollo de la investigación; y posteriormente el correspondiente análisis de los resultados, lo que permitirá arribar a conclusiones.

Las fuentes bibliográficas utilizadas respecto a la Sociología de Género y Sociología de la Cultura abordan perspectivas interesantes para el estudio de esta problemática. Se estudian autores clásicos, contemporáneos, nacionales e internacionales y exponentes de diversas corrientes de pensamiento. La principal limitación bibliográfica radica en que los libros que trabajan el tema de la cultura no se adentran en las cuestiones artísticas como rama de ésta, sino que trabajan la cultura como proceso en constante interrelación con el espacio social donde se desarrolla el sujeto. Los libros que tratan la cuestión del arte, y sus correspondientes manifestaciones, lo hacen desde la técnica de cada práctica y metodologías para enseñarlas, o se centran en un análisis profundo de lo que significa cada manifestación artística, pero en muy pocos momentos reflejan la cuestión de las diferencias sexuales.

En tanto los libros de género, han sido muy importantes para entender el proceso de socialización así como las consecuencias que trae consigo, pero la principal limitación que presentan, es que la cuestión de los géneros se evidencia desde los estudios fundamentalmente femeninos, aun cuando actualmente se aboga por trabajar la categoría de forma relacional. Aunque el tema de las masculinidades ha sido tratado en algunos textos, no se ha encontrado transversalizado en el campo artístico. Se han consultado algunas revistas electrónicas donde los artículos reflejan parte de la problemática, pero aún se carece de estudios sólidos en el tema.

La investigación se realiza bajo la construcción de supuestos metodológicos que integran las perspectivas de la metodología cualitativa, que supone un procedimiento holístico y subjetivo; y la perspectiva cuantitativa que supone una representatividad de elementos, las vías cuantificables y contrastables de la realidad del objeto estudiado; por lo que se ejecuta como método principal: la Triangulación Metodológica, también requiere de técnicas como la observación, la entrevista semiestandarizada, la entrevista en profundidad y la encuesta.

La novedad científica de este estudio se presenta desde dos grandes perspectivas: primero la transversalización de género en el campo artístico y sus correspondientes manifestaciones, teniendo en cuenta la ausencia de investigaciones sociológicas que impliquen la relación de las masculinidades en las manifestaciones del arte, específicamente en términos de conceptos contemporáneos como: estereotipos, tabúes, prejuicios, homofobia; y la segunda tendencia implica el análisis de las masculinidades desde el proceso de socialización, que crea la identidad personal del sujeto y las formas de expresión de la masculinidad, lo que se evidencia al interior de las manifestaciones artísticas trabajadas.

El aporte práctico de la presente investigación consiste en ofrecer a las organizaciones culturales de la UCLV, el conocimiento actual sobre el estado de las relaciones de género en las principales manifestaciones (danza y música) que promueve el Departamento de Extensión Universitaria (DEU), así como comprender las expresiones de la masculinidad que convergen entre sí y los prejuicios sociales que las rodean y que de alguna forma entorpecen la llegada de nuevos integrantes al Movimiento de Artistas Aficionados; a la vez que supera los estereotipos y aumenta el protagonismo del sexo masculino en esta esfera.

El alcance de la investigación radica en fortalecer la importancia de la presencia masculina en la escena cultural, así como las formas de expresión de la masculinidad que se muestran en las manifestaciones artísticas fundamentalmente las del hombre bailarín y las del hombre cantante, ambos intérpretes de la cotidianeidad. Además está destinada a beneficiar nuevas investigaciones que contemplen la problemática con vistas a superar los tabúes existentes que limitan a los artistas en su desempeño profesional, cultural, social y personal; como los estereotipos que enfrentan desde la expresión libre de sus identidades “masculinas”.

En Cuba las reflexiones científicas en cuanto a los hombres no han sido masivas, pero han contribuido a eliminar la invulnerabilidad de ese modelo de súper masculinidad heredado de la sociedad patriarcal. Los estudios de esta índole casi siempre centran su atención en la paternidad, violencia, identidad y homosexualidad. Exponentes de ello son: el Centro de Educación Sexual (CENESEX) dirigido por Mariela Castro Espín; el Dr. Ramón Rivero Pino, el Dr. Julio César González Pagés, el Centro de Estudios de la Mujer; pero generalmente el hombre se encuentra ubicado como actor en el entorno de la familia, la salud, el deporte y la comunidad.

Capítulo I: De la cultura a la cultura de los géneros.

I.1: Sociología Clásica vs Género. De los géneros a las masculinidades.

La cuestión de los géneros en la comunidad científica generalmente ha tenido un carácter androcéntrico, permeado por la constante subordinación femenina hacia los hombres -lo que tiende a justificarse como hecho natural- para mantener el orden y la cohesión dentro y fuera de la familia y las funciones de la misma.

Los autores clásicos de la Sociología ignoraron los estudios de género como construcción social. Este término no era aceptado, sino que asumían de forma conservadora el rol social de la mujer, atribuyendo un papel fundamental al ámbito privado. De modo que la sociología clásica tiende a invisibilizar el papel de las mujeres y sus problemáticas correspondientes.

El discurso sociológico clásico daba prioridad al sexo masculino, contribuyendo a la construcción de éste como un universo social. Auguste Comte, padre fundador de la Sociología, señala la discriminación hacia las mujeres solo como medio para llegar a su teoría. Sentó las bases para el posterior pensamiento positivista; en el que la mujer se encontraba confinada a los bienes del hogar y con imposibilidad de establecer vínculos intelectuales, atribuyendo el papel de ama de casa con esencia educativa en el seno familiar. Otros autores como Herbert Spencer; Talcott Parsons; Emile Durkheim, mantienen la preocupación por el orden y progreso en la sociedad, donde la familia juega un papel fundamental. (Ritzer 2007). El autor expresa que: ‘Las mentes de las mujeres son indudablemente menos capaces…que nosotros para realizar esfuerzo intelectual abstracto’ (Comte 1968, pág. 250).

Enraizar la igualdad sexual para mantener la vida familiar en armonía no significaba la igualdad entre los sexos, sino que presupone una forma de equilibrio social. Por eso, ninguno de los autores antes mencionados supera en la tendencia el pensamiento de Comte, ya que confieren a la mujer las tareas domésticas, siendo completamente invisibles en la red de entramados sociales; pero estos autores establecen rasgos distintivos en sus planteamientos teóricos. Spencer justificaba que el desarrollo intelectual de la mujer impedía la fertilidad, y con ello su principal responsabilidad: la reproducción, (Kon 1989) y en este sentido, Parsons señala:

Para que la familia funcione con eficiencia, debe darse en ella una división sexual del trabajo… si hombres y mujeres se sitúan en un plano de igualdad, la competencia entre ellos debilitará el papel vital de la familia para el mantenimiento de la estabilidad social . (Parsons 1988, pág. 184)

El autor le confiere un papel importante a la diferencia entre los sexos, ya que esto traería consigo el posterior desempeño de los roles familiares, lo que coincide en la teoría durkheimiana, que vincula lo anteriormente dicho con la división social del trabajo, en su afán de demostrar que los distintos roles de los sexos están determinados por una teoría biológica.

En un segundo momento de la teoría sociológica, los autores contribuyeron a un nuevo enfoque desde la perspectiva de género; no fue más que las relaciones entre hombres y mujeres centradas fundamentalmente en las diferencias sexuales. Esto pone en evidencia las discriminaciones de un sexo para con otro; de modo que los hombres y mujeres serían vistos como polos opuestos que figuran en diferentes entornos, ambos con roles distintos en el quehacer social; la mujer sería la encargada de intervenir en el ámbito privado, mientras que los hombres irrumpían en el ámbito público; sin obviar que ambos sexos fueran víctimas de las esferas de la vida social.

El discurso sociológico avanza y con ello se superan las contradicciones de las anteriores teorías; aunque la línea de trabajo continúa siendo la guerra entre los mundos femenino y masculino. Tal es el caso de George Simmel, que manteniendo el discurso androcéntrico, miró la inferioridad de la mujer desde otra perspectiva.

El progreso del autor se debe al análisis de la institución matrimonial, siendo la principal exponente de la subordinación femenina. En su obra Sociolog í a, Simmel explica que el matrimonio no es más que un contrato que trae beneficios para ambos sexos, pues si bien la mujer está cargada de prohibiciones; en los hombres esto representa la sustracción de capacidades. (Simmel 1939)

Al separar la cultura objetiva de la subjetiva, el autor entiende el papel del hombre como creador del arte, industria, comercio; y a las mujeres las reconoce como portadoras de la cultura subjetiva.1 El autor reflexiona sobre el conflicto entre los sexos y asume que la problemática gira en torno a la cultura, ya que el hombre se ha creado un único modelo y se alza como universo en la sociedad. Por ello la mujer “es” y nada más, mientras que el hombre, producto de los condicionamientos sociales, está obligado a “hacer”.

En este sentido se puede atribuir un papel importante a los condicionamientos sociales y contexto concreto en que se desarrollan los individuos. El hombre, como la mujer, es preso de un pensamiento que se ha anclado en la sociedad como lo correcto; que lo obliga a comportarse de una forma determinada para con la mujer, el trabajo, la vida social, por ello le es expropiado el ámbito privado y sus capacidades morales solo deben ser reconocidas en el ámbito público. De este modo, la igualdad que puede alcanzar una mujer teniendo en cuenta el grado de libertad del hombre en el espacio público, la obligaría a dejar de lado el cuidado doméstico y de tal forma desarrollaría esa cualidad que Simmel llamaría masculinidad de las mujeres.(Simmel 1939)

Así mismo se mostraron autores como Herbert Mead y Max Weber. Mead asume que la cuestión de los géneros se da en la construcción de la personalidad, mediado por el proceso de socialización en el que se adquiere paulatinamente la identidad de género. (Citado en Ritzer 2007) Esta identidad estará fundamentada en las relaciones sociales que rodean al sujeto en el dicho proceso. Por su parte Weber se refiere a las disímiles relaciones existentes en la sociedad, ya sean las económicas, políticas y culturales; éstas representan la exterioridad del mundo público y son los ámbitos del desempeño de los hombres; el ámbito doméstico es el que reserva para el desempeño de la mujer. (Citado en Ritzer 2007)

Aquí se ve el fenómeno a partir de lo socialmente estructurado, pero no hacen un análisis a partir de los factores que puedan influir en que se tenga un rol determinado para cada sexo. El discurso sociológico clásico no deja de ver a la mujer como atributo para el ennoblecimiento del papel de los hombres; análisis basado en la familia como institución social y vital para el desarrollo de la sociedad.

El género como categoría conceptual surge a raíz de la manifestación del pensamiento feminista, que cobra auge a inicios del siglo XX, coincidente con la institucionalización de la Sociología como ciencia. Este pensamiento favorece a la mujer centrando su papel y lugar en la sociedad, ya que el poder del conservadurismo daba respuesta a las manifestaciones feministas. (Proveyer 2005)

Carlos Marx y Federico Engels no son defensores del feminismo, pero sentaron las bases para el pensamiento socialista en cuanto a la cuestión de la mujer, asumiendo posturas revolucionarias. (Toledo n.d). El marxismo, desde sus inicios, hace más de 150 años, siempre se preocupó por encontrar la política más justa en el marco de la división de la sociedad en clases, justamente esto lo diferencia de las corrientes reformistas y burguesas, de modo que sobre la base de un estudio de los tipos familiares a través de la historia defienden la idea de convertir a la mujer como trabajadora del sistema socioeconómico y como ser autónomo en la vida privada. (Toledo n.d)

Carlos Marx equipara la dominación de clases con la dominación del hombre hacia la mujer; mientras Engels muestra sus basamentos en la obra El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, aclarando las raíces históricas que traen consigo la subordinación de las mujeres; que no tiene fuertes bases biológicas, sino en el orden social. Argumenta que el primer antagonismo entre el hombre y la mujer en la monogamia coincide con el desarrollo del primer antagonismo de clases; la primera opresión de clases es la del sexo femenino por el masculino que se da en la familia como primera institución social. (Requena & Ledesma n.d). Esto se entiende teniendo en cuenta la dependencia de la mujer hacia el hombre en el plano económico, pasando a ser propiedad del esposo, comportamiento legitimado según el nivel de jerarquía de la familia.

Esta forma de pensamiento en la que los papeles de hombres y mujeres se reflejaban de acuerdo a sus diferencias sexuales, dio paso a lo que sería un tercer enfoque de pensamiento sociológico; encontrado no más que en las discriminaciones que iban más allá de un sexo por el otro, sino en el análisis discriminatorio que existía al interior de grupos sociales del mismo sexo. Este tercer enfoque se refiere a la exclusión social que reciben hombres y mujeres que no se encuentran en concordancia con los patrones previamente establecidos por la sociedad; o sea, la imagen femenina o masculina que es manejada en la sociedad como correcta y consecuente.

Uno de los pensadores clásicos que no se opone a la teoría feminista tiene su lugar en John Stuart Mill. En su obra La esclavitud femenina, hace un análisis entre las relaciones sociales entre ambos sexos, asumiendo una postura de corte feminista cuando entiende que debe darse la plena igualdad, de modo que no existan ni privilegios, ni poderes, ni incapacidad alguna para ningún sexo. El autor explica que la subordinación de la mujer hacia el hombre es una condición a priori, ya que no existe ningún dato experimental contradictorio. (Stuart 1984 ).

El siglo XX fue una muestra de lucha por la emancipación de la mujer, su esencia radica en el feminismo que se erige como corriente transformadora de los roles de género y enfrentándose a una nueva realidad.2 El movimiento feminista continúa expandiéndose en los años 80 del siglo XX, pero en este mismo siglo comienza a darse la inserción de las teorías de las masculinidades, que ubican al hombre como objeto de estudio en la sociedad y no como el sujeto modelo al que se exponía.

El sociólogo francés Pierre Bourdieu en su obra La dominaci ó n masculina expone que la dominación es una forma que resulta natural entre los géneros. Bourdieu plantea que el dominio masculino no requiere de justificación porque puede limitarse a manifestarse en costumbres y prácticas, o bien se expresa en la estructuración del espacio o la oposición entre el trabajo doméstico y público (Bourdieu n.d, pág. 5). Esta es la forma de reconocimiento de la legitimidad; la que el mundo social asume como naturales y evidentes, comenzando por la división socialmente construida entre los sexos.

Así, el hombre queda esquematizado en todo un monopolio de facultades que lo hacen portar la forma completa de la condición humana. El autor reflexiona sobre la prisión a la que se someten lo hombres, que irónicamente se muestran como víctimas de la representación dominante. (Bourdieu n.d, pág. 26)

Sus reflexiones marcaron un hito en los estudios genéricos para las Ciencias Sociales, ya que se muestra por vez primera la figura masculina como un grupo social vulnerable a las prácticas genéricas de los sistemas culturales imperantes, y con ello aparecen investigaciones que centran su atención en las problemáticas de los hombres.

Las Ciencias Sociales convirtieron el género en un campo especializado, que primero aparece restringido al estudio de la mujer, y a partir de los años 80 del pasado siglo se amplía con la problemática de las masculinidades, desarrollada fundamentalmente en países ingleses como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia. Después de un primer momento en que la mujer era considerada como un ser desconocido por la sociedad y se decide investigar sobre ella en ámbitos como la economía, la política, las relaciones domésticas, desigualdad y relaciones de dominación; se pasa a considerar al hombre en contra de lo que se creía, siendo otro desconocido, sobre todo porque se habla de él, sobre-identificado, a partir de un modelo de hombre que acudía explícita o implícitamente a una sola concepción del mismo: la del hombre patriarcal.

Los estudios de hombres plantean que no existe masculinidad en singular sino múltiples masculinidades. Las concepciones y prácticas sociales en torno a la masculinidad varían según los tiempos y lugares. Así mismo lo demuestra Michael Kimmel cuando dice:

… la virilidad no es estática ni atemporal, es histórica…no sube a la conciencia desde nuestros componentes biológicos, es creada en la cultura. La virilidad significa cosas diferentes en diferentes épocas para diferentes personas. (Kimmel 1997, pág. 49)

En la actualidad no se habla de una masculinidad en singular sino de múltiples masculinidades, tomando como referencia las diferencias entre los hombres, presos de un modelo único de ser, por lo que los estudios sobre el tema han centrado su atención a la violencia masculina, la exclusión social, la paternidad, o la homosexualidad.

La cuestión de los géneros es muy controversial. El papel que juegan hombres y mujeres en la sociedad está fuertemente vinculado con el contexto social histórico que marca el paso de las sociedades por la historia. El papel de la mujer en la actualidad no es el que existía en el siglo XIX, lo mismo pasa con los hombres; solo que aquí es fundamental el proceso de socialización que va etiquetando al individuo según sus características, siempre atribuyendo normas manejadas por la sociedad.

I.2- La socialización genérica: su efecto en las masculinidades.

El género es una forma de ordenamiento de la práctica social. La vida está organizada en torno al escenario reproductivo, definido por las estructuras corporales y los procesos de reproducción humana, por lo que constantemente se refiere a los cuerpos y a lo que éstos hacen; pero no reducida a los mismos, de modo que el género existe precisamente en el marco en que la biología no determina lo social.

El género es una condición que se impone en la sociedad desde que el niño nace. En dependencia del sexo que éste posee se le asigna el género femenino o masculino, acompañado de una serie de comportamientos, creencias o representaciones que dan sentido a las personas sexuadas. Así, de acuerdo a los genitales, se da la asignación del sexo y con ello la modelación de esquemas que propician el desarrollo del sentido de pertenencia con el mismo, a través de modelos sexuales culturales que guiarán a la niña o el niño. Por ello se pone en evidencia un conjunto de cualidades y diferencias para ambos.

Así mismo la práctica social responde a situaciones particulares dentro de estructuras definidas de relaciones sociales, organizada fundamentalmente en el escenario reproductivo, formando una de las estructuras más importantes de las sociedades; por lo que masculinidad y feminidad se convierten en proyectos de género. Dado que el género es una manera de estructurar la práctica social y no un tipo especial de práctica, está inevitablemente involucrado con otras estructuras sociales, interactuando directamente con la raza, la clase, la nacionalidad, o la posición en el orden mundial.

Trabajos como los de John Money y Anke Ehrhardt demostraron que del mismo sustrato biológico pueden producirse diferencias en lo que respecta a la masculinidad y la feminidad a partir de lo que significa la etiqueta de la educación del niño como chico o chica y que encuentran sus raíces en la socialización, proceso mediante el cual se crean la identidad y roles de género, y se fomentarán o reprimirán las actitudes que se consideran adecuadas para cada sexo. (Citado en Rivero 2009)

Lo acostumbrado de asignar a la mujer como “lo débil” y el hombre como “lo fuerte” es una representación que deviene de las diferencias naturales entre los sexos, éstas son reforzadas en el proceso de constitución del rol de género y guardan estrecha relación con las visiones realizadas históricamente, donde se asume que el hombre está destinado a asuntos públicos y la mujer al ámbito doméstico.

Emile Durkheim es uno de los teóricos del positivismo que concuerda con esta idea, sitúa a la mujer como empleada doméstica con características ligadas al sentimentalismo y la susceptibilidad; mientras que el hombre se expone como un modelo único de poderes -se puede decir- sobrehumanos con características de fortaleza, dirección, rudeza, temperamento; que lo convierten en sujeto de la vida pública. (Durkheim 1967)

En este sentido expresa: ‘Se diría que las dos grandes funciones de la vida psíquica se han divorciado, uno de los sexos acaparó las funciones afectivas y el otro las funciones intelectuales’ (Durkheim 1967, pág. 23).

Durkheim defiende el punto de vista de las diferencias anatómicas en el sexo como determinantes de las diferentes funcionalidades, operando en la familia moderna y en la sociedad que concebía como solidaridad orgánica. (Ritzer, 2007). Este punto de la teoría del autor solo muestra la acentuación y reproducción de la masculinidad hegemónica.

Diversas investigaciones sobre la construcción de la masculinidad3 plantean la existencia de un elemento estructurador de las identidades individuales y colectivas. Dicho modelo contiene una serie de mandatos que operan a nivel subjetivo; entregando pautas identitarias, afectivas o comportamentales que son difíciles de soslayar por lo sujetos involucrados si quieren evitar la marginación o el estigma; y a su vez entrega materiales simbólicos que permiten la conformación de esta masculinidad, por lo que prescribe ciertos límites y pruebas confirmatorias que la determinan.

En La organizaci ó n social de la masculinidad Connell se refiere a la masculinidad hegemónica no como un tipo de carácter, sino como una posición en un modelo dado y siempre disputable. De este modo, la marginación es siempre relativa a una autorización de la masculinidad hegemónica del grupo dominante. (Connell 1995, pág. 10-14)

Aunque Kaufman atribuye al “poder” el elemento esencial de la masculinidad, teniendo en cuenta que la relación hombre-poder ha evolucionado a través de los siglos y justificado la dominación de los hombres sobre las mujeres; la heterosexualidad es el atributo central de la masculinidad, ya que determinará ciertos rasgos de la subjetividad masculina, así como la autenticidad del ser hombre. Esto afecta directamente a hombres con orientación homosexual, siendo expulsados simbólica y empíricamente de la identidad masculina. Así, estos hombres se convierten en “el otro” contra quienes los heterosexuales proyectan sus identidades y al suprimirlos, proclaman su virilidad.

Por ello la masculinidad gay es la más subordinada, pero no la única. Existen hombres heterosexuales que también son expulsados del círculo de legitimidad. Esta discriminación aparece como resultado de la relación entre las masculinidades de la clase dominante con la clase subordinada o en los grupos étnicos; por lo que individuos negros pueden ser ejemplares para la masculinidad hegemónica, pero no llegarán a conformar el paradigma social de masculinidad. (Connell 1995, pág. 5).

La identidad masculina se ha configurado en términos de competitividad y poder: rasgos como el miedo o cualquier manifestación extrema de sentimientos no tenían cabida en el estereotipo del hombre. El desarrollo de la identidad se forja mediante la interacción de la persona con su entorno social y cultural. Existen diferencias físicas y psicológicas entre hombres y mujeres, que se manifiestan como tales en la relación con otras personas, costumbres, normas o reglas vigentes de la sociedad en la que viven.

Este proceso varía según la cultura, pero generalmente la masculinidad se evidencia de acuerdo a tres ejes: el hogar, el trabajo y las asociaciones masculinas; estrechamente vinculados entre sí. La autoridad del hombre en el hogar es un determinante clave en la condición masculina. Este poder se asegura cuando el padre controla el trabajo de los miembros de la familia. A través de su aprendizaje en la familia, escuela, grupo de amigos y medios de comunicación, el individuo alcanza el significado del comportamiento masculino y descubre que un hombre “de verdad” es quien se comporta siguiendo los patrones que diferencia de los que no debe presentar por ser propios del mundo femenino.

La masculinidad como estereotipo va siempre ligada a determinadas cualidades sobre todo asociada con la fuerza, la violencia, la agresividad y a la idea de que es necesario estar probando o probándose hombre.(Connell 1995) Estas cualidades en no pocas ocasiones estarán determinando los roles del individuo. La aceptación de los roles de género es un proceso en la formación y confirmación de una identidad, ésta revela un individuo activo que asume compromisos e interactúa en la sociedad, tanto en los espacios públicos como privados.

En cada uno de estos espacios: familia, escuela y sociedad, se incorporan las señas identitarias. El lenguaje, las normas, los valores, los comportamientos preestablecidos, las costumbres o las experiencias, se constituyen en elementos para la construcción de su identidad. (Fernández n.d)

Características como el vestir, caminar, hablar, gesticular, así como aspectos más asociados con la subjetividad: la autoestima, la autonomía, la capacidad de comunicarse o el ejercicio del poder, pasan por la prescripciones del rol de género; de manera que se diferencia lo que resulta valioso para definir lo que sería masculinidad o feminidad. Estos valores hacia lo masculino y femenino según dice Lourdes Fernández en Roles de g é nero y v í nculo amoroso, se transmiten de una generación a otra a través de los diversos espacios de interacción existentes; éstos se interiorizan y forman parte de la subjetividad individual y el encuentro de su sexualidad. (Fernández n.d, pág. 4)

La transmisión de estos roles es un elemento esencial que significa la conformación de la identidad genérica. Este proceso se realiza en la medida en que las personas tratan de adecuar su comportamiento a lo exigido socialmente a su género. Los hombres, a quienes se les asigna de modo predominante la masculinidad, están obligados a la perfección; no deben pedir ayuda aunque estén experimentando soledad. Por eso generalmente se les prescribe el distanciamiento emocional y están expuestos a la inseguridad y el estrés; aunque estos sepan que pueden ser vulnerables ante la exigencia económica, social y sexual.

En ellos la sexualidad está muy vinculada a su rol social. Deben desplegar la carrera por excelencia y estar siempre listos sexualmente, tener buen desempeño y rendimiento, variadas relaciones, ser activos en el coito y responsables del orgasmo femenino. Requieren de la constante admiración femenina como nutrimento de su autoestima, esforzándose más por la demostración de su masculinidad que por su propio crecimiento. A decir de Lourdes Fernández:

La masculinidad para los hombres se convierte finalmente en algo que hay que demostrar, de lo que hay que convencer y viven perennemente esta compulsión a reafirmarse día a día como varones. (Fernández n.d, pág. 4)

La representación social de la masculinidad impone a los hombres limitaciones en el crecimiento personal, diseña subjetividades contrapuestas, excluyentes, ante lo cual los hombres se enfrentan desde la rivalidad y se complementan de modo rígido, aunque incapaces para actuar de modo independiente. Estos estereotipos inciden en el condicionamiento del vínculo entre los sujetos de un mismo sexo y entre los de sexo diferente.

Los estereotipos que pretenden definir la “masculinidad” o la “feminidad” se integran a la personalidad como un conjunto de rasgos adquiridos por aprendizaje desde la época más temprana de la vida. (González 2005). Estos funcionan como códigos que rigen la conducta, el pensamiento y la autoimagen forzando la oposición entre los hombres y las mujeres. La incorporación de esos modelos se produce a través de la socialización de la vida cotidiana que supone el aprendizaje de actitudes, valores, gustos, metas y propósitos, de modo que emerge una personalidad única. (González 2005).

La socialización como proceso dinámico y cambiante no se debe analizar de manera descontextualizada porque ella depende de un proceso histórico, una cultura, un lugar y un tiempo determinado, donde el género y la clase no se pueden excluir. Aunque la sociedad actúa como agente socializador, este proceso se materializa mediante un conjunto de instituciones sociales que las personas tienen como referencia. Tal es el caso de la familia, la escuela, la comunidad, el centro de trabajo, las asociaciones formales (partidos políticos, clubes) o asociaciones informales (culturales, recreativas, deportivas, otras).

Sin embargo, ese proceso que se inicia desde el nacimiento y transcurre durante toda la vida del individuo no se da de manera homogénea ni uniforme. Se prepara distinta para hombres y mujeres; los valores y normas que se transmiten marcan espacios y roles diferentes, así como los pilares fundamentales para ambos géneros, de modo que desobedecerlos sería actuar en contra de lo socialmente establecido.

Por ello los hombres se encuentran en muchas ocasiones presos de sus propios prejuicios e intentan demostrar su condición de hombría a través de comportamientos asociados con los pilares tradicionales de la masculinidad, donde el sexismo y la homofobia se convierten en su condición más importante; esta última junto a la misoginia, constituyen pilares ideológicos fundamentales del sistema patriarcal.

I.2.1-El sexismo y homofobia como efectos de la socialización genérica.

La distinción entre sexo y género tiene como objetivo: diferenciar conceptualmente las características sexuales, limitaciones y capacidades que estos alcanzan; y las características sociales, psíquicas e históricas de las personas para aquellas sociedades o momentos en la historia de una sociedad dada; cuando los patrones de identidad, los modelos, las posiciones y los estereotipos de lo que es y debe ser una persona de un sexo o de otro, responden a una bimodalidad en función del sexo al que pertenecen.

Los estereotipos constituyen una imagen social matizada acerca de los individuos o de hechos de la realidad. Se caracterizan por la simplificación y esquematismo, fijando sin fundamentos determinados rasgos y cualidades que son generalizados socialmente. La estereotipación conduce a la atribución de ciertas particularidades a las personas o grupos; sobre esta base se les prejuzga y valora subjetivamente y casi siempre de forma tergiversada.

La incorporación de estos estereotipos en el proceso de vida del individuo puede provocar un fuerte impacto psicológico, social y sexual; de modo que el sujeto trata de cumplir sus requerimientos para obtener el reconocimiento social, aun al precio de grandes sacrificios, cuando tales estereotipos contradicen sus necesidades y aspiraciones más profundas.

Todo lo que la sociedad denomina género en tanto clasifica como masculino y femenino, pasa a formar parte de los estereotipos sexuales, pero no siempre se encierra la esencia de la sexualidad inherente a cada sexo, esencia que si bien los distingue no los contrapone antagónicamente, ni justifica la elevación de uno con respecto al otro.

La incorporación de la perspectiva de género a los estudios de la identidad, permite contar con una herramienta conceptual y metodológica que reconoce las diferencias biológicas que existen entre sexos, pero además establece que la valoración social que de los mismos hay, es sexista, así como que la división social del trabajo en los ámbitos privados y públicos trasciende las divergencias determinadas por los elementos anatómicos. (Proveyer 2005)

El imaginario del ser hombre es tan amplio que se expresa en la manifestación de mitos relacionados con la virilidad, donde la heterosexualidad es considerada el elemento rector de la vida masculina, lo cual justifica la promiscuidad de los hombres.

Las masculinidades marginadas por los jóvenes estarán influenciadas por criterios homofóbicos donde homosexuales y travestis son los más rechazados. (Rivero 2009) De manera general los hombres temen a los arquetipos masculinos desfavorables sobre todo si están relacionados con la diversidad sexual y el feminismo. Aunque estos temas comienzan a tener alguna presencia estable en los eventos organizados por las diferentes instituciones académicas que abordan los estudios de género en el país, todavía son pocos los espacios de debate4.

La producción de nuevos conceptos brindados por la sexología se puede apreciar claramente en el análisis histórico de la homosexualidad. Los homosexuales fueron vistos en un principio como un tercer sexo, portadores de anomalías congénitas por lo que se consideran invertidos.

Tanto en el plano popular como en el plano científico y académico, existe una tendencia a identificar la diversidad sexual con la orientación sexual, aun cuando se sabe que la rebasa o existe independientemente de ésta. Así se expresa Oscar Enrique Avalos5 en su artículo Homosexualidad masculina en el juego del poder. Dicha situación opera como parte de esa necesidad de toda cultura o sociedad que intenta limpiar la imagen de una práctica sexual hetero hegemónica, alejándola de aquellas conductas diversas y alternativas que tienden a sofocar el orden moral establecido.(Avalos n.d)

Ante esta situación, la cultura patriarcal no se erige con algo nuevo, sino que hace ya un tiempo ha estado en posición de alarma y permanente resistencia a los desafíos que las nuevas tendencias presentan. Por otra parte, la teoría de género que nace con el feminismo anota que no se nace hombre ni mujer, la personalidad se construye culturalmente con una base en la diferencia sexual y su inherente jerarquización de los sexos.

En la actualidad existen muchas maneras de ser hombre o mujer, pero no todas son igualmente valoradas por la ideología. Entre estos modos de convivir se encuentran los relacionados con la identidad y orientación homosexual.

El término homosexual ha sido condenado injustamente y con fuertes raíces homofóbicas. El odio irracional, el miedo al prejuicio o la discriminación contra hombres, definen el fuerte carácter homofóbico imperante en la sociedad. Según Ulloa, Pérez, y Meste, (2009) estas actitudes se manifiestan con persistencia ante la posible duda sobre la virilidad que con orgullo exhiben. Se expresan en forma de burla o tonos despectivos permeados de un discurso prejuicioso, que ridiculiza la homosexualidad. (Ulloa, Pérez & Meste 2009)

Siendo la masculinidad una aprobación homosocial, su emoción más acertada es el miedo. El miedo de verse afeminado puede dominar las definiciones culturales. La homofobia es la materialización de ese miedo y está intrínsecamente ligada al sexismo, ya que éste consciente o no de que otras personas puedan verse homosexuales contribuye a ejecutar todo tipo de conductas exigiblemente masculinas. (Kimmel n.d)

La homofobia es la aversión, el odio irracional o la discriminación contra homosexuales, aunque se incluye también en otras personas de la diversidad sexual, como bisexuales, transexuales o las personas que mantienen hábitos comúnmente asociados al “otro sexo” como los metrosexuales. Por ello, lejos de la homofobia o heterofobia, se habla actualmente de la tolerancia, que no solo significa tolerar, sino la consideración profunda a través de la reflexión y de las diferencias humanas.

La homofobia y el sexismo, siendo causas de la socialización y la conformación de la identidad de género, se presentan en el comportamiento humano, que varía según el patrón hegemónico que domina en la sociedad. De esta forma los individuos se comportan como se les impone, con dogmas sexistas y estereotipos homofóbicos que reflejan la dureza de la masculinidad. Si bien ésta indica el comportamiento del puro macho, estos patrones se materializan en la acción del individuo por demostrar o demostrarse hombre.

El conformismo con las asignaciones que le son impuestas al rol masculino, tiene lugar a partir del no cuestionamiento de estas exigencias. Esto limita a los hombres a un espacio nulo en el que es imposible reconocer los costos de tales asignaciones, desde no reconocer sus emociones hasta las propias expropiaciones que sufren en las distintas esferas de la vida social. No conformes con las reglas que la sociedad impone, existen grupos de hombres que se atreven a desafiar los modelos dictaminados de la masculinidad hegemónica, por lo que la confrontación entre diversos modos de ser hombres, han aflorado nuevas tendencias que la comunidad científica ha bautizado como nuevas masculinidades.

I.2.2- ¿Quién es el hombre aquí? Modos de exteriorizar la masculinidad.

Al hablar de masculinidad en sentido absoluto se está forjando el género en una forma culturalmente específica, ya que ninguna masculinidad surge, excepto en un sistema de relaciones de género. La masculinidad no debe ser definida como un objeto, sino que es mejor centrarse en los procesos y relaciones por medio de las cuales los hombres llevan vidas imbuidas en el género; las prácticas por las que los hombres se comprometen con esa posición y los efectos de las mismas en la experiencia corporal, personal y cultural, ya que la masculinidad, siempre estará asociada a contradicciones internas y rupturas históricas.

El discurso de la masculinidad se ha modernizado a tal punto que actualmente se habla de nuevas masculinidades, lo que tiene su base en la crisis del sistema patriarcal que ha provocado fisuras en el modelo de masculinidad hegemónica, siendo ésta, aquella que puede definirse como legítima del patriarcado; esa que garantiza la posición dominante de los hombres y la constante subordinación de las mujeres.

Pero no son las mujeres las únicas excluidas socialmente, los hombres que no mantienen las normas de conducta y comportamientos que exhibe la sociedad patriarcal son menospreciados en el sexo masculino, de modo que todo patrón masculino que no se ajuste a la masculinidad dominante será objeto de exclusión y subordinación.

De ahí que el hombre se encuentre atrapado en un laberinto de roles, exigencias y mandatos que paralizan su capacidad de sentir y exteriorizar sus emociones. Ante esto bien puede seguir bajo el peso de la norma social con la pérdida de sí mismo o acentuarse en un proceso de aceptación y comprensión personal. No se trata de asumir lo denominado femenino e invisivilizar el modelo tradicional de masculinidad; la masculinidad no se completa con esos rasgos; ni se trata de alcanzar un prototipo de hombre afeminado, o encausar a cada hombre en modelos rígidos y particulares, sino que se hace necesario el aporte de nuevas estrategias para el estudio de nuevas tendencias.

Ensayos que parten de la psicología, la filosofía, los estudios culturales y el análisis fílmico pueden dar una visión global y constructiva de este debate. La comunidad científica ha guiado sus estudios a las diferentes formas de ser hombre que existen hoy día. La aceptación de la raza o la clase, así como su posible combinación con el género, ha traído consigo la posibilidad de reconocer múltiples masculinidades, como negros y blancos, clase trabajadora y clase media. Por ello se debe reconocer más de un tipo de masculinidad, teniendo en cuenta las relaciones entre ellas. De modo que existen hombres gay de raza negra y obreros de fábricas que son afeminados, así como violadores de clase media y travestis burgueses. (Connell 1995, pág. 16). Así la hegemonía, la subordinación y la marginación se convertirían en el elemento integrador de las masculinidades.6

En este mundo cambiante, se dice que el hombre se está transformando, lo que no se puede ver solo como proceso transitorio, ya que la resistencia al modelo patriarcal no parte solo de las mujeres, sino también de los propios hombres; al ver que no es posible asumir ese modelo en esta época, donde la situación socioeconómica y política ha obligado a una transición en los roles de género asignados.

La respuesta a este momento que en la comunidad científica llaman crisis de la masculinidad, la tiene K. Thompson cuando dice: ‘…la masculinidad no está en crisis, sino que la masculinidad podría no existir’. (Thompson 1993, pág. 11) El autor hace referencia a que la masculinidad no se da como algo monolítico, la hombría pura no existe, solo hay muchos modos de ser hombre que pueden demostrar que además del modelo predominante; como dijera Thompson en su libro Ser hombre: ‘…hay tantas formas masculinas de fracasar, como formas masculinas de tener éxito’. (Thompson 1993, pág. 12)

A decir de Alfonso Hernández7 en su artículo, ¿ Masculinidad o masculinidades? dentro de estas formas de ser hombre se incluyen los grupos minoritarios, como por ejemplo los profeministas8, también los llamados guerreros del fin de semana, los hombres gay y por supuesto, aquellos que prefieren mantener las cualidades del modelo tradicional. (Hernández n.d)

Parafraseando a Alfonso Hernández, el hecho de considerar que existe solo masculinidad en singular, impide tener una visión global de la gran riqueza y experiencia de la masculinidad, ya que al asumir esta consideración se puede caer en el riesgo de llegar a ser fundamentalista y caer en la intolerancia.

El autor explica que viendo solo una masculinidad como correcta, dejaría una gran cantidad de hombres fuera de lo correcto, ya que juzgar al hombre o a la mujer desde una forma rígida, presupone formas de discriminación que bien pueden ser agresivas o silenciadas; pero que a la vez atentan contra los derechos humanos. Juzgar al hombre guiados por reglas que determinan “lo absoluto”, supone establecer jerarquías para diferentes grupos, colocando unos por encima de otros. Esto genera acciones de rechazo, cayendo en el campo del racismo y la intolerancia hacia lo diferente, dígase, afeminados, gay, morenos, negros, pobres, en fin, grupos minoritarios y no tan minoritarios.

Caer en este tipo de absolutismo ha llevado a replantear que en efecto, si hay muchas masculinidades, solo que han sido tratadas desde un punto de vista axiológico, desde lo correcto, lo que es bueno o lo que es malo. Aquí aparece la socialización como eje rector de todo proceso; si hay grupos que han sido socializados como predominantes, para esos, solo hay un tipo correcto de la masculinidad, mientras que otros serían incorrectos.

Muchos autores han planteado la diversidad de masculinidades y hasta han establecido diferentes clasificaciones para ella, tal es el caso de Robert Connell (1995), éste atribuye clasificaciones como: la hegemónica, la subordinada, la cómplice, la marginada. El investigador cubano, Julio César González Pagés (2010) plantea también distintas tendencias a las que se refiere en su libro, Macho var ó n masculino, y que bautizó como: profeminista, mitopoética, conservadora y de los derechos del hombre. (González 2010)

Otra clasificación para estos tiempos la brinda Rafael Montesinos. En su artículo Ensayos sobre nuevas tipolog í as de la masculinidad define las masculinidades como: rey benévolo, mandilón, macho, varón pos antiguo, varón en crisis, varón domesticado, varón moderno, varón campante y máquina de placer.9 (Montesinos, n.d)

En opinión del mismo autor, estas y otras clasificaciones con que han denominado los diferentes modelos de masculinidad, encasillan al ser humano, además de reproducir inequidades. Montesinos solo refiere que todas estas clasificaciones asumen caracteres que las hacen particulares y que deberán seguir los hombres que pertenecen a cada una de ellas. Aun cuando el debate científico avanza en cuanto al tema, la clasificación de grupos de hombres solo presupone una rigidez y más pautas a seguir, lo que es completamente desfavorable para la integración social.

La diversidad es tan rica que se hace imposible clasificar toda la masa de hombres existentes, así como todas las formas de masculinidad que pueden manifestarse de acuerdo a la cultura, contexto, raza, entre otros indicadores. Esta clasificación genera inequidades, exclusión, marginación, rechazo. La sociedad maneja diversas formas de asumir la masculinidad situándolas al margen de cualquier tipología que pueda realizarse, mientras otras formas de masculinidad pueden ubicarse en más de una clasificación dependiendo de quien las ubique.

El período actual trae consigo una serie de cambios en el que se acaba el dominio establecido por el arquetipo del hombre rey, por lo tanto irrumpe como momento propicio para la aparición de movimientos reivindicadores de lo masculino, sin perder de vista que se puede llegar a los excesos; a la formación de movimientos dogmáticos e ideológicos. Estos movimientos no pretenden luchar contra el feminismo sino defender sus puntos en común, el de ampliar los conceptos de igualdad y democracia y el de tratar de construir una explicación teórica que les permita transformar sus vidas desde la práctica de lo cotidiano para forjarse una nueva identidad.

Para entender este proceso histórico en su profundidad, se requiere de una gama de estudio que pueda esclarecer el tema, por lo que no se puede teorizar a priori. Es un hecho que existen tantas formas de ser hombre como hombres en la tierra; pero la diversidad de masculinidades no puede ser ubicada dogmáticamente en pequeños grupos de hombres. La masculinidad plural no necesita ser clasificada en distintos subgrupos, o modelos, ya que encierran al hombre en un patrón que rige cada clasificación y que exige cualidades que cumplir para pertenecer a un tipo u otro de masculinidad.

Encasillar al hombre en un modelo de masculinidad presupone frenar la libertad para escoger ser un hombre de una u otra forma; si bien la masculinidad hegemónica ha dejado de ejercer su autoridad por el avance de nuevas formas de ser y sentirse hombres, también estas maneras de asumir las masculinidades caen en el absolutismo que alguna vez presentó el sistema patriarcal. Por ello estudiosos sobre el tema proponen una nueva visión para enfrentar teóricamente el fenómeno.

A decir del Dr. Ramón Rivero Pino, sería conveniente hablar de Formas hist ó ricas de masculinidad, sin la intención de ubicar a los hombres en grupos hegemónicos o marginados, sino de entender las distintas maneras que han coexistido a lo largo del tiempo, por lo que el autor habla de formas de masculinidad tradicional, de tránsito y el ideal posible.10 De este modo, el universo de las masculinidades no solo queda reducido a la conformación de grupos con características similares, sino que la masculinidad plural sería tratada en sus diversas formas a su paso por la sociedad. (Delgado 2010)

I.3-¿Géneros culturales o cultura de género? El arte como sistematización de la cultura.

La cultura como fenómeno ha sido objeto de estudio de disímiles teóricos de la comunidad científica, así, antropólogos, sociólogos, psicólogos e historiadores se han preocupado por el tema en muchas de sus esferas, aplicadas en la vida social. Existen muchas definiciones de lo que puede ser entendido por cultura. El concepto de cultura es muy amplio, está estrechamente vinculado con el desarrollo de la antropología, por lo que no resulta extraño que el primer concepto lo diera Taylor, quien asume que:

Cultura se puede considerar como el conjunto interrelacionado de creencias, costumbres, leyes, formas de conocimientos y arte…que adquieren los individuos como miembros de una sociedad particular.

(citado Thompson n.d, pág. 6)

Filósofos e historiadores alemanes (finales del siglo XVIII y comienzos del XIX) señalan que la cultura es el proceso de desarrollar y ennoblecer las facultades humanas, proceso que se facilita por la asimilación de obras eruditas y artísticas relacionadas con el carácter progresista de la era moderna. (Thompson, n.d) y así mismo, Pablo Guadarrama11 en su estudio sobre lo universal en la cultura, asume que ésta expresa el grado de control que posee la humanidad en forma histórica y determinada sobre sus condiciones de existencia y desarrollo. (Guadarrama n.d)

Históricamente determinada, la cultura se muestra como elemento funcional de las condiciones de existencia y desarrollo de la sociedad, dígase los aspectos económicos, políticos y sociales, así como elemento concientizador de las masas. Se presenta como el producto de la interacción entre los hombres y las acciones creadas sobre la base de las creencias, valores, normas. La cultura puede ser entendida como producto de la mente humana con fines productivos. Manifestada en todo momento de la vida social, actúa como elemento condicionante del quehacer humano.

La cultura no se resume en la literatura, la plástica, la danza, la arquitectura, la música, el teatro o el cine, esas son formas de hacer el arte; manifestaciones artísticas y por supuesto culturales. Aunque la diversidad de la cultura es tan amplia que abarca distintas manifestaciones; no se debe obviar que el arte, como parte inherente a la cultura, es uno de los escenarios en que se expone parte de la vida social de los artistas.

Teóricos de la cultura como Pierre Bourdieu, atribuyen cierta importancia al campo artístico, así como la estructura estética de las opciones artísticas, asegurando además que el universo del arte, es un universo de creencias en un don, en la unicidad del creador increado. (Bourdieu 1984) El autor asevera que el desarrollo capitalista hizo posible una fuerte autonomización del campo artístico, aunque sin desconocer que en las culturas populares, existen manifestaciones simbólicas, cuyo sentido desborda pragmatismo cotidiano.

Independientemente de que estas prácticas simbólicas son relativamente autónomas y reflejadas en la vida social, no se debe obviar que se vinculan en forma mediata eufemizada -como dijera Bourdieu- en sus condiciones materiales de vida, (Bourdieu 1984) teniendo en cuenta que la sociedad al mismo tiempo que impone la distribución de los bienes materiales, organiza en los grupos e individuos la relación subjetiva, las aspiraciones y la conciencia de lo que cada uno puede apropiarse.

Esta estructuración de la vida cotidiana tiene arraigada la hegemonía no tanto como un conjunto de ideas, sino como una interiorización muda, bajo la forma de disposiciones inconscientes, que se inscriben en el propio cuerpo o en la conciencia de lo posible e inalcanzable.

En su obra Sociolog í a y cultura, Bourdieu se refiere al “habitus”12, explicando que las prácticas culturales, no son meras ejecuciones del mismo, producidas por la educación familiar o escolar, o por la interiorización de reglas sociales; sino que en las prácticas se actualizan, se vuelven acto las disposiciones del habitus, que han encontrado condiciones propicias para ejercerse. (Bourdieu 1984, pág. 23). Por tanto, las artes constituyen un fuerte escenario donde la imitación de lo empíricamente vivido, se convierte en un elemento esencial para la obra.

Esto tiene que ver con la importancia que se le confiere al arte, ya que esta práctica en no pocas ocasiones es reflejo de lo social. La cultura de los individuos se comporta de acuerdo a las diferencias de clases, razas, etnias, diferencias sexuales, así como otros patrones que se manifiestan en la sociedad.

El arte ha sido valorado como el pensamiento por medio de imágenes. A decir de Potebnia: ‘No hay arte…sin imagen’, así lo expresa en Notas sobre la teor í a de la literatura. (Citado en Shklovski n.d, pág. 2). En nombre de estas definiciones se quiso entender cualquier rama artística. Después de un cuarto de siglo, se entendió que existen ramas del arte que se dirigen por las emociones y que sin embargo muestran la misma percepción que las imágenes.

Las artes son manifestaciones sensibles por medio de las cuales el hombre expresa el sí mismo, lo que no puede formular de otra manera. Cada manifestación artística es la expresión de un aspecto auténtico del problema general y responde a un aspecto radical de lo más íntimo que encierra en sí el hombre. (Ortega 1947, pág. 4-5)

En el proceso artístico no solo se ilustra la ideología, también se crea; siendo este aspecto creador del arte el que permite explicar el modo específico en que se incorpora y expresa lo ideológico. En cualquier manifestación artística lo que se expone en primer plano no es la significación objetiva de la realidad, sino su sentido para el hombre. Jorge de la Fuente señala que cuando el arte enriquece la experiencia perceptiva y emocional de los hombres, entrena su sensibilidad para una mejor comprensión del mundo y una inserción más plena en la vida social. (De la Fuente 1992, pág. 6)

La presencia de cualidades que permitan reflejar el estado emocional de las personas mediante una obra de arte -cualquiera que sea ésta- está estrechamente vinculado con los patrones culturales existentes en el proceso de socialización del sujeto.

La filosofía del siglo XIX y la estética hegeliana afirmaron en el conocimiento, una concepción de arte como reflejo de la realidad. En principio el arte crea un nuevo nivel de realidad que se diferencia de la realidad misma por el grado de libertad que alcanza, lo que supone que el arte quede fuera de la moral. De modo que no solo se hace posible lo prohibido, sino lo que se considera imposible.

El arte como sistematización de la cultura ha alcanzado considerable importancia social. Cada una de las artes como técnica particular de concreción de la experiencia estética a través de obras, constituye una formación en la que se organizan determinados grupos de hombres, en todo caso aglutinados por el especial interés, enseñanza y aprendizaje de una manifestación artística. La práctica de éstas se extiende desde la pura manualidad y adiestramiento mecánico hasta la educación de la sensibilidad y afinación del grupo, pasando por el núcleo que forman las reglas del arte. (Ayala 1968)

Así mismo, el espacio artístico ha sido capaz de crearse su propio mundo, construido a través de la transformación de la realidad no artística según la ley, en tanto el artista concentra sus fuerzas en las esferas de la vida; esferas que no encuentran diferencia entre ellas cuando el objeto de atención ofrece la posibilidad de transgredir las leyes de la filosofía, la sociedad, la costumbre y la tradición. En todo caso, las leyes que organizan el mundo se dividen en dos grandes grupos, los cambios posibles, pero categóricamente prohibidos, y los cambios imposibles. (Lotman n.d)

El carácter genial del arte consiste en el experimento mental que permite verificar la intangibilidad de ciertas estructuras del mundo, determinando la relación arte-realidad. Así mismo se entiende como medio de conocimiento del hombre, por lo que toda creación artística se concibe como experimento intelectual. (Lotman n.d)

La unicidad de una obra de arte se identifica con su ensamblamiento en el contexto de la tradición. Sin distinción del sexo, todos los individuos se deben someter a valores culturales incorporados a su vida dejando que estos penetren en su existencia. Las manifestaciones artísticas, surgidas a lo largo del siglo XX, no pueden entenderse sin una perspectiva transversal que tenga en cuenta los símbolos, signos y significaciones que la sociedad imprime a las representaciones de la sexualidad; de modo que el género como condición humana atraviesa todos los campos de la vida social.

Estas cuestiones son cambiantes, sometidas a discurrir por los avances sociales, políticos, científicos y culturales; que han ido modificando los roles que se adscriben al sujeto moderno y contemporáneo. En este campo se han destacado aportes a los estudios de la temática gay y lésbica, así como el impacto de la denominada teoría “queer”13, que cuestiona la existencia de las identidades fijas en relación con los comportamientos y orientaciones sexuales. Estas reflexiones expresan el perfil nómada de los sexos y la resistencia de quienes prefieren mantener la línea divisoria de la feminidad y la masculinidad como polos opuestos e irreconciliables basados en la supuesta verdad de la naturaleza. (Aliaga 2004, pág. 3). El arte se muestra entonces como espacio sugerente para representar la continuidad de tales conflictos.

La manera en que se produce la creación artística -entiéndase como manifestación- a lo largo del tiempo y encarnado en el marco de una técnica, ha producido un nuevo orden de socializaciones. (Ayala 1968). En este marco, las diferencias entre mujeres y hombres ha generado la imposición sistemática de estereotipos y prejuicios que contraponen al hombre con la masculinidad hegemónica.

I.3.1- ¿Somos libres o somos cultos? Hombres por el consumo cultural

La cultura ofrece las posibilidades para lograr las transformaciones necesarias en la sociedad, el proyecto HSH14 es un ejemplo de ello. Esto otorga especial relevancia al consumo cultural que efectúan los hombres homosexuales a partir de los bienes culturales que se disfrutan en cada actividad del proyecto.

Se habla de este segmento de la población para evadir la exclusión social a que es sometido este grupo; pero es apreciable como en nuestro contexto social, las instituciones culturales se erigen como medios de distinción entre estos sujetos al propiciar lugares simbólicos para visualizar sus identidades y diferencias. Ejemplo de ello es el contraste entre prácticas históricamente asociadas a sectores de élites, dígase ballet, teatro, conciertos de música culta, así como prácticas de claro origen popular, como religiones populares, fiestas y concierto de música popular bailable. (Avalos n.d, pág. 7)

Las bellas artes o la denominada cultura de élite o clásica, forman parte de las realizaciones culturales de los hombres homosexuales, o del conjunto de sus aspiraciones. La preferencia por la literatura, el teatro, el cine, funciones de danza, conciertos o exposiciones integran el conjunto de atributos identitarios que de cierto modo los distinguen del resto de la población. Por ello se mantiene el estereotipo sobre el elevado nivel cultural de los homosexuales. (Avalos n.d, pág.7)

Este estereotipo construye la realidad o la readapta a su conveniencia, de modo que esta idea subyace detrás del vínculo del hombre homosexual con determinadas manifestaciones artísticas y sus prácticas relacionadas. (Avalos n.d) Esto es solo otra percepción prejuiciada de la masculinidad, ya que en su distorsión relaciona a una práctica cultural concreta con el género y la condición sexual de aquellos que la ejercen o consumen, aun cuando se trata de ofertas pensadas para un público amplio.

El legado patriarcal, así como su indiscutible herencia cultural prevalece aún en las políticas públicas, por lo que limita las posibilidades del hombre de tener una participación más amplia en el ámbito de la cultura, fundamentalmente la cultura de élite, siendo ésta permeada de la hegemonía heterosexista. Esto justifica de alguna forma el divorcio entre la cultura clásica y la cultura popular, ésta última, mayormente del agrado de los hombres heterosexuales, y comúnmente rechazada por los hombres homosexuales. (Ávalos n.d)

La idea de esta distinción entre lo culto y lo popular data desde finales del siglo XVIII y principios del XIX, donde lo culto formaba parte de la hegemonía dominate y se ilustraba en sectores de élites, mientras lo popular ocupaba el lugar de lo común, lo masivo y a veces hasta excluido. Pero esta idea fue superada con nuevas teorías que apuntan que la cultura popular es un producto social fuertemente vinculado con las tradiciones de un pueblo o sociedad; de modo que en la actualidad la cultura popular no atiende a distinciones ni preferencias sexuales.

No sería coincidencia que los bienes consumidos por homosexuales se asemejen a los de mayor preponderancia en las mujeres; también en la era de la Ilustración, el sexo femenino era fundamentalmente asociado a la cultura clásica, lo que ha sido superado en la actualidad debido a la multiplicidad de formas de ser; aunque la teoría de las masculinidades apunta que el hombre que no sigue los patrones de la masculinidad hegemónica tiende a buscar similitudes con las características femeninas.

Se puede considerar un engreimiento de la comunidad homosexual pensar que solo están asociados a la cultura clásica, si bien a muchos les gusta la buena música, el ballet o el teatro; otros se identifican con la fiestas populares.

Las últimas décadas han sido decisivas en el tratamiento del tema gay en el ámbito cultural, ejemplificado a través de producciones cinematográficas15, teatrales o musicales y de factura nacional. Pero aún se perpetúan los rasgos del heterosexismo normativo en las políticas implementadas para la cultura. Se carece de un enfoque de género en su sentido más amplio, por lo que todavía existe el discurso legitimador del canon de masculinidad hegemónico que no toma en cuenta las diferencias y los diversos modos de ser hombre.

El mundo del arte también apunta a otros modos de masculinidad que en la actualidad han cobrado fuerza y que tienden a ser también, minoritarios o marginados. Este fenómeno que actualmente inquieta y que ocupa tanto el espacio de debate en la sociedad como en el terreno intelectual es el relacionado con la metrosexualidad16, definición que apunta a una nueva corriente estética producida por la sociedad de consumo.

La metrosexualidad resalta el culto al cuerpo, a sentirse bello, sobre todo en el hombre joven que gusta de una vida sofisticada, cuida su cuerpo y aparentemente está despojado de prejuicios. (Stusser, et al 2007) Con solo una mirada aguda a nuestra realidad social bastaría para percatarse de que la práctica de la metrosexualidad en Cuba se ha convertido en un fenómeno extendido.

Lourdes Stusser y otros colaboradores en su artículo Cuba no escapa a la llamada metrosexualidad (2007) plantean que el metrosexual puede ser desde el punto de vista de su orientación sexual, homo, hetero o bisexual, lo que considera un punto de relevada importancia, ya que la mayor parte de las características del metrosexual pueden ser contestables en el discurso de los géneros, pero no en materia de expresiones sexuales. (Stusser, et al 2007) De modo que las apropiaciones simbólicas de este grupo no se deben entender desde el punto de vista de su orientación sexual.

A partir de la toma del espacio público por parte de estas identidades cobra gran importancia la idea del reconocimiento social hacia estos sujetos, para lo que se hace necesario una transformación de los valores que regulan la interacción social e impiden una participación igualitaria en todos los ámbitos institucionales. (Fraser 2000, pág. 63)

Esto conduce a pensar que falta aún una política de derechos que tenga en cuenta la multiplicidad de modos de ser con respecto al género y la sexualidad. Según Isaac Cabral el humanismo convencional del que habla la teoría social debe ser reformado, sin dejar la cuestión en el plano de decisiones tomadas verticalmente donde impere la lógica heteronormativa, ya que de ser así, la inclusión y reconocimiento de estos grupos nunca serán verdaderos.(Cabral 2004, pág. 1)

Los estudios de género constituyen un campo de acción en todas las esferas de la vida social. Si bien las mujeres han sido estudiadas desde múltiples perspectivas, la presencia de nuevas configuraciones sociales y sexuales ha constituido el núcleo de nuevas expresiones de la masculinidad, formas que se erigen a partir de necesidades insatisfechas y que a duras penas escapan del destierro al que históricamente han sido confinadas. La multiplicidad de formas de masculinidades impide clasificar cada una de ellas en subgrupos determinados por características particulares; las expresiones libres de estas identidades se configuran en rasgos alejados de la hegemonía masculina heredada de la sociedad patriarcal, y aunque la sociedad ha sido modificada en su paso por la historia, éstas aún constituyen el blanco atacado por los estereotipos, prejuicios y reglas sociales.

Capítulo II: Definiciones metodológicas y análisis de resultados.

II.1- ¿Quién tiene la razón? ¿Cuali o cuanti?

La dicotomía entre lo cualitativo y cuantitativo representado en las ciencias sociales; heredado del positivismo y la fenomenología, el empirismo norteamericano y el interaccionismo simbólico; ha sido polémica durante mucho tiempo en la comunidad científica. El problema de la veracidad, la representatividad o la aproximación más justa, exacta y viable en la sociedad se convirtió en un enfrentamiento entre posiciones paradigmáticas en la que se luchaba por llegar a resultados más concretos en su modo de comprender la realidad social.

Cuando de métodos cuantitativos se trata, no se debe obviar que estos producen datos descriptivos, comportamientos observables y verificación precisa de la realidad; además son asociados con corrientes como el positivismo y el post-positivismo. Por otra parte, la metodología cualitativa tiene sus representantes en el constructivismo naturalista e interpretativo, además de encontrar fuertes raíces en los estudios de la Escuela de Chicago. Este paradigma se caracteriza por ser humanista, holístico e inductivo, por lo que muestra cierta flexibilidad en el diseño. Por tanto el investigador ve el escenario y el actor social no reducido a indicadores medibles, sino en todo su accionar, desde su contexto hasta las situaciones en que se encuentra.

Los paradigmas teóricos, a pesar de demostrar cierto criterio de defensa en cada perspectiva, presentan limitaciones y ventajas en el proceso investigativo. Si bien el paradigma cuantitativo se muestra reduccionista en el sentido en que intenta explicar la investigación principalmente con variables contables, puramente observables y contrastables para demostrar la veracidad de los hechos; entonces puede el paradigma cualitativo caer en el punto de saturación teórica, por lo que en su búsqueda hacia la comprensión de la subjetividad o irracionalidad, las observaciones adicionales no conducen a nuevos juicios de valor y los datos pueden ser repetidos y carentes de seriedad.

Teniendo en cuenta la discursiva polémica de la confiabilidad y representatividad, es que en la actualidad, la búsqueda metodológica se fundamenta en la integración de métodos de ambas partes, para lograr un equilibrio investigativo, que se ha denominado Triangulación Metodológica. (Brewer y Hunter, 1990: citado en Rodríguez, n.d). Se asume convencionalmente que la triangulación es el uso de múltiples métodos en el estudio de un mismo objeto. Lo racional en esta estrategia es que las flaquezas de un método constituyen las fortalezas de otro; y con combinación de métodos, los observadores alcanzan lo mejor de cada cual y superan su debilidad. Teniendo en cuenta la naturaleza de la investigación que se presenta, esta estrategia de investigación será aportativa en la medida en que se combinarán métodos cuantitativos y cualitativos, ya que ésta sirve para identificar patrones similares y así verificar los hallazgos. Además de contemplar el análisis comparando los resultados con el uso de pruebas estadísticas y diferentes técnicas de análisis cualitativos para evaluar de forma similar los resultados disponibles.

II.2- Técnicas necesarias.

Observación participante: se obtiene información orientada y enfocada hacia un objetivo concreto que ha sido formulado de antemano. Esta técnica se planifica sistemáticamente y se mide de la misma forma en fases, aspectos, lugares, comportamientos, personas; es sometida a controles de veracidad, fiabilidad, objetividad y precisión. (Ibarra 2001, pág. 68-72). Esta técnica será importante en la investigación planteada ya que se efectuará en el Conjunto Danzario “5 de diciembre”, estrechamente vinculado con el Movimiento de Artistas Aficionados en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. Pueden emerger diversos resultados tales como los juicios a que han sido sometidos durante un determinado período por pertenecer a este grupo, lo que es de vital importancia para el estudio que se presenta.

Observación no participante: se obtiene información, pero el investigador queda fuera del sistema que se observa, por lo que no está incluido en sus actividades, se comporta como espectador o testigo de aquello que estudia. (Ibarra 2001, pág. 68-72).En este tipo de observación son muy importantes las notas de campo del investigador, ya que éste queda fuera del objeto investigado, pero a su vez el investigador no corre el peligro de sensibilizarse con el tema. Para ello se utilizará la Coral Universitaria “All Vento”, por lo que se tomarán desde fuera las experiencias de un grupo en estudio para llegar a percepciones actitudes y hechos concretos que sirven de referencia para la investigación.

Entrevista en profundidad: consiste en una conversación estructurada, por una guía, que se realiza entre el entrevistador y entrevistado. Ayuda a la comprensión de la subjetividad del individuo, así como a la profundización de la explicación de los sentimientos, emociones y las propias construcciones sociales del sujeto investigado. En esta entrevista se combinan preguntas previamente elaboradas con la forma de abordar un tema de interés, por lo que también se hacen preguntas que el entrevistador entienda sean necesarias, para buscar y ahondar en la información. Este tipo de entrevista se caracteriza por buscar la reflexión mediante la cual se pueda conocer el marco de referencia a partir del cual las personas organizan su entorno. (González 2007, pág. 39). Ayudará a entender mejor la percepción del entrevistado sobre el tema de la diversidad de las masculinidades, que encierra un entramado social complejo por los tabúes que han sido heredados de una sociedad patriarcal y que ahora experimenta un proceso de cambio. Se realizará a los integrantes del Movimiento de Artistas Aficionados que se mantiene activo todo el año (manifestaciones de danza y música)

Entrevista semiestandarizada: posibilita un nivel de información profundo a partir de criterios especializados y de la vivencia del entrevistado. Por tanto las preguntas se ejecutan de forma semiestandarizada permitiendo que el entrevistado introduzca sus nociones, pero también proporciona la presencia de indicadores objetivos que facilitan la veracidad y confiabilidad de la investigación.(González 2007, pág.39) En este caso, se realizará a líderes por lo que facilitará criterios especializados en el tema, así como nociones y percepciones que han sido adquiridas y modificadas según la experiencia de los mismos, teniendo en cuenta que se rige por patrones, pero el investigador no está en la obligación de seguirlos tal y como han sido planteados. En la presente investigación dependerá de las particularidades que adopte la situación comunicativa.

Encuesta: es una técnica que recoge información a grupos de personas sobre hechos y fenómenos que son objeto de investigación, por medio de un cuestionario previamente elaborado. (González 2007, pág. 40) En este caso es recomendable porque el interés de la investigación es recoger actitudes y estados de opinión en grandes núcleos de población, por lo que será muy productiva porque ayudará a recoger información sobre el tema en estudio.

II.3-Diseño metodológico

Problema de investigación:

¿Cómo se reflejan las formas de masculinidades en las manifestaciones artísticas de danza y música en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas?

Objetivo general:

Analizar cómo se reflejan las formas de masculinidades en las manifestaciones artísticas de danza y música en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas.

Objetivos específicos:

1- Analizar teórica y conceptualmente las categorías relativas al género y el arte.
2- Caracterizar el estado actual de las relaciones de género en las manifestaciones artísticas de danza y música en la UCLV.
3- Identificar las formas de masculinidades que operan en las manifestaciones artísticas de danza y música en la UCLV.
4- Explicar las expresiones de las formas de masculinidades que operan en las manifestaciones artísticas de danza y música en la UCLV.

Hipótesis: Las formas de masculinidades que coexisten en las manifestaciones artísticas de danza y música, están atravesadas por estereotipos sexistas y prejuicios homofóbicos.

II.4- Principales Conceptos

Sexismo: es una ideología que está perpetuando constantemente la diferencia entre sexos, así como las relaciones de poder que se establecen entre los mismos.

Estereotipos: etiquetas que se asignan en dependencia de lo que está normado. Se evidencia en discursos, hechos, gestos que fijan una actitud determinada. Son esquemas de pensamiento que se mantienen y se trasmiten a lo largo del tiempo.

Prejuicios: juicio de valor acerca de algo, que pre-juzga. Se manifiesta en juicios irracionales, sin total conocimiento del asunto, que están condicionando un determinado comportamiento social ante un fenómeno dado.

Prejuicios homofóbicos: acto de juzgar un comportamiento determinado por hechos, palabras, gestos o estereotipos afianzados en la norma de la sociedad y que tienen que ver precisamente con la relación con homosexuales o con personas que por determinada razón cumplan las cualidades que se asocian con un homosexual.

Tabúes machistas: comportamientos que se muestran en forma de obstáculo en la sociedad y que tienen que ver con una cultura patriarcal que perpetúa el machismo, como tendencia en la que el hombre debe ser fuerte vigoroso, macho puro y no se mezcla con actividades propiamente del mundo femenino. Por tanto este comportamiento ubica al hombre en un rango superior de estatus social. Se expresa en gestos, palabras, acciones de rudeza, prejuicios, perjuicios y comportamientos estereotipados heredados de la ideología sexista.

Reglas sociales: lo normado e institucionalizado en la sociedad, que rige la vida social. Son leyes que no deben ser incumplidas, de lo contrario se asumen castigos, precios o penas, que pueden ser expresadas en la marginación o exclusión del grupo social e incluso acuñado como “anormal”.

Participación: hecho de ser partícipe de alguna acción por determinadas condiciones, como las cualidades físicas, responsabilidad y talento para realizar alguna actividad. En la participación es importante la actitud que se tenga ante el evento o fenómeno en el que se está participando, así como el tiempo en que se practica la actividad. Es la implicación en una actividad determinada que puede ser física o no, en dependencia de las cualidades que presenta el actor social.

Vocación: inclinación hacia un estado o hecho que puede ser evidenciada en el sentido de pertenencia hacia el mismo. Herencia que se identifica tanto en el plano familiar como educacional, siempre desde la subjetividad del individuo.

Movimiento de Artistas Aficionados Activo: es el Movimiento de Artistas Aficionados que se mantiene en práctica durante todo el curso, participando en diversas actividades que no solo se enmarcan en los festivales universitarios.

II.5- Operacionalización de variables

- Modelos de masculinidades

- Masculinidad hegemónica

- Hombre viril

- Hombre homofóbico

- Hombre con carácter fuerte

- Hombre heterosexual

- Masculinidad metro sexual

- hombre con atributos femeninos

- piernas afeitadas
- cejas sacadas
- axilas depiladas
- cabello teñido

- masculinidad gay

- hombres que tienen sexo con hombres

- bisexuales

- homosexuales

- travestis

- transexual

- Sexismo

- Reglas sociales
- Tabúes machistas
- Prejuicios homofóbicos
- Estereotipos machitas
- Actitudes machistas
- Actitud hembrista

- Participación

- Aptitudes

- Forma física
- Talento artístico (en dependencia de la manifestación)
- Responsabilidad
- Sacrificio

- Actitudes

- Actitud ante el estudio
- Actitud ante el arte
- Actitud ante los que practican la manifestación
- Actitud ante los hombres
- Representación de la masculinidad. (¿qué es ser hombre?)

- Tiempo

- Horario de práctica (en dependencia de la manifestación)
- Horario de estudio
- Tiempo libre
- Distribución de horarios en los quehaceres universitarios

- Carrera

- Ciencias sociales y humanísticas
- Ciencias exactas

- Vocación

- Herencia familiar
- Herencia educativa
- Tiempo que lleva practicando el arte
- Gusto personal

II.6- Selección de la muestra:

El muestreo intencional, o como también se conoce; muestra no probabilística o dirigida (Hernández 2006) supone un procedimiento de selección informal y un poco arbitrario, dicha selección estará determinada por la amplitud, variedad e integración de las diversas realidades que convergen en el objeto estudiado. La ventaja de este tipo de muestra radica en su utilidad para un diseño de estudio que no requiere tanto de una representatividad de elementos de una población, sino de la cuidadosa elección de sujetos con características específicas previamente en el planteamiento del problema. De modo que la elección de estos elementos no dependerá de la probabilidad, sino de las causas relacionadas con las características de la investigación, por lo que no es un proceso mecánico, sino que depende de un proceso de toma de decisiones de una o varias personas.

La Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, es un universo, integrado por hombres y mujeres jóvenes, que traen consigo ciertas reglas sociales manejadas por la sociedad, la comunidad o el grupo. Las diferencias regionales, el credo religioso, la familia, entre otros, constituyen grupos que ayudan a reforzar los estereotipos machistas latentes en la misma. De modo que la división de actividades y especialidades por sexo, así como la homofobia y el sexismo, son fenómenos que afectan de un modo u otro, las actividades extracurriculares que devienen del proyecto de Extensión Universitaria, específicamente el Movimiento de Artistas Aficionados, así como la práctica de las diversas manifestaciones artísticas.

Para este estudio se tomará como referencia el Movimiento de Artistas Aficionados activo, dígase, Conjunto Danzario “5 de diciembre” y Coro Universitario “All Vento”. También es importante aclarar que no solo se trabajará con el sexo masculino, sino que también del sexo femenino, ya que es necesario conocer sus criterios sobre el problema en cuestión, así como los prejuicios y estereotipos que presentan.

Se trabajará con la totalidad de ambos grupos (danza y música) teniendo en cuenta que ambos grupos cuentan con un elevado número de integrantes, entre 20 y 23 integrantes respectivamente; lo que supone un mayor por ciento de integrantes masculinos. Ambos grupos se mantienen activos durante todo el curso, por lo que su función no es representativa solo en festivales universitarios sino también en distintas galas de la provincia, además de llevar la vanguardia del Movimiento de Artistas Aficionados de la UCLV, teniendo en cuenta los años de trayectoria, los premios y reconocimientos obtenidos.

II.7- Análisis de los resultados

II.7.1-Las manifestaciones artísticas: formas de entender el arte.

Las manifestaciones artísticas constituyen distintas ramas del arte que definen una capacidad diferente de creación del ser humano, por lo que comprende todas las actividades de la estructura artística en que las personas pueden desarrollarse. Son distintas variaciones utilizadas para la transmisión de sentimientos y sensaciones, y para el disfrute estético del público, con un fin emotivo y no comercial.

Son una forma convencional que tienen las personas para expresar sus emociones, mediante el uso de determinadas técnicas que corresponden a cada manifestación. A su vez, son una forma de particularizar el arte y cada uno de sus saberes, que están estrechamente relacionados. Los sentimientos y emociones que vive el artista se expresan a través del arte en cualquiera de sus ramas, lo que es de vital importancia, de lo contrario el objetivo del arte no estaría cumplido.

Estas emociones que vive el artista no se dan de manera homogénea, ni se evidencia de igual forma para hombres y mujeres, teniendo en cuenta que el arte es reflejo de la vida social del individuo. No existen manifestaciones artísticas propias para mujeres o para hombres, pero aun cuando un grupo de artistas estará dirigido especialmente por alguien de experiencia en la técnica que se practica; el modo de exteriorizar lo que se siente y la emoción de la obra puesta en escena se evidencia desde distintas aristas para ambos sexos. Esto se manifiesta en los momentos en que el director considere más importantes para el protagonismo femenino o masculino, y aunque estas expresiones generalmente se justifican por una cuestión de estética y de sentido de la obra, ésta es la excusa del por qué el arte ha alcanzado una incalculable importancia social.

La forma en que se producen las manifestaciones artísticas ha creado un nuevo orden de socializaciones, en el marco en que los géneros, así como su condición manejada socialmente juegan un importante papel. Y dice Francisco Ayala que cada manifestación artística constituye la formación de un grupo de hombres unidos por el interés de una técnica particular. (Ayala 1968) El espacio artístico se crea su propio mundo a partir de la transformación de la realidad no artística, motivado por las esferas de la vida que no encuentran diferencias entre ellas porque tiene la posibilidad de transgredir las leyes de la sociedad, la costumbre y la tradición. Iuri Lotman expone que estas leyes se dividen en dos grandes grupos, los cambios posibles pero categóricamente prohibidos y los cambios imposibles. (Lotman n.d)

Ejemplo de las manifestaciones artísticas que promueve el Departamento de Extensión Universitaria en la UCLV son: la danza, que cuenta con el Conjunto Danzario “5 de diciembre”, de gran prestigio nacional, gran premio en el pasado Festival Nacional de Artistas Aficionados; y la música, que cuenta con la Coral “All Vento”, premio de oro en el pasado Festival Nacional de Artistas Aficionados. Aunque la manifestación de danza cuenta con un número más elevado de integrantes, ambos grupos se erigen como vanguardias del Movimiento de Artistas Aficionados (MAA) de la institución haciendo uso de gran prestigio cultural. (Ver anexo 4)

Las manifestaciones de danza y música del movimiento activo de artistas aficionados están integradas por estudiantes de distintos años en las diferentes especialidades de la universidad. (Ver anexo 5) El rango de edades que oscila entre ambos se ubica entre los 18 y 29 años de edad, para un total de 19 mujeres y 24 hombres. (Ver anexo 6 y 7)

Dada la naturaleza del ingreso a la UCLV cada año de nuevos estudiantes y el egreso de otros que culminan su vida en la casa de altos estudios, las manifestaciones artísticas se encuentran en constante fluctuación, de modo que algunos integrantes se retiran y otros comienzan a formar parte de alguna agrupación. Actualmente el Movimiento de Artistas Aficionados ha crecido en tamaño, solo que no todos los integrantes cuentan con el mismo tiempo recorrido en las manifestaciones artísticas; (Ver anexo 8) así como no tienen la misma trayectoria en el Movimiento de Artistas Aficionados. (Ver anexo11)

La práctica de alguna manifestación artística en la UCLV lleva implícito el comportamiento que debe asumir el artista tras la mirada de sus compañeros, ya que estas manifestaciones están atravesadas por estereotipos, aunque unas más prejuiciadas que otras. La danza es la más estereotipada, dado por la delicadeza, la postura y la finura. Sin embargo se le atribuye especial interés a la literatura y la plástica argumentando que es por la capacidad de abstracción para escribir y pintar. También existen estereotipos que pautan los diferentes géneros musicales, fundamentalmente por la colocación de la voz más dulce; no valoran igual el cantante de rap, o reggaetón, que el cantante de música clásica o baladas; o también por características que tienen que ver con la técnica del canto, que en este último caso es menos violenta y más sentimental, por lo que la interpretación de la obra puede desencadenar la presencia de prejuicios manejados con frecuencia en el público. (Ver anexo 12)

II.7.2- La voz del sentimiento. Hegemonía del hombre cantante Todos los músicos somos preexistenciales G. Simmel

La Coral Universitaria All Vento cuenta con 20 integrantes, de los cuales 11 son hombres y 9 mujeres. El horario de ensayo es martes y jueves de 5pm a 7pm. Participan en el 90% de las galas que se realizan en la universidad, aunque también tienen participación en eventos en la ciudad de Santa Clara, así como en distintos festivales.

El ingreso al grupo depende de una prueba de actitud que no está balanceada en cuotas por sexo, edad o carrera: entra quien cumpla con los requisitos pertinentes. La diferenciación por sexo solo es observable en las presentaciones, ya que ubican las mujeres delante en forma de herradura y los hombres detrás en la misma posición. Aunque este comportamiento tiene como justificación la cuestión estética, en la que tiene protagonismo el vestuario, la estatura y las principales voces, no se debe obviar la connotación social que representa la ubicación de voces por sexo.

Por ello Lotman habla de la intangibilidad de estructuras sociales que determinan la relación arte-realidad, ya que las manifestaciones artísticas permiten la verificación de estas estructuras del mundo a través de sus obras, producto de la creación artística del hombre que se concibe como experimento intelectual. (Lotman n.d)

La participación en esta manifestación requiere de requisitos como la actitud y la aptitud de sus integrantes. El 50% de los integrantes coincide en que el tema de las actitudes y aptitudes depende de la manifestación que se practique, teniendo en cuenta que en la UCLV, no todas indican el mismo nivel de rigurosidad en los ensayos, ni se mantienen activas todo el curso, de modo que el grado de compromiso de los participantes difiere en tanto; horario de ensayo, obras a realizar y eventos a participar.

En el caso de las actitudes, el otro 50% de los entrevistados expresa que pueden variar en dependencia de la persona, asegurando que existen quienes prefieren mantenerse al margen de la vida cultural, por el miedo a enfrentar prejuicios manejados por la sociedad. Aunque parece contradictorio, también existen las personas con capacidad y talento para ejercer alguna rama del arte y sin embargo no tiene actitudes para ello, por no mostrar ideas de responsabilidad, sacrificio o sentido de pertenencia, de modo que no están capacitados para comprometerse artísticamente, lo que supone un derroche de talento.

El 75% del grupo declara que las aptitudes que debe tener un integrante del Movimiento de Artistas Aficionados constan de dos variantes: las subjetivas, que están relacionadas con el sentimiento, el compromiso, la dedicación, las ganas de crear, la motivación; y las condiciones objetivas que son las cualidades que desarrolla el individuo en dependencia de la manifestación; en este caso, la música depende del buen oído musical, la colocación correcta de la voz y la proyección de la misma.

La cuestión del arte se ha disciplinado en cuanto a la participación en alguna manifestación artística. En el caso particular de la UCLV, se observa que indicadores como la edad; el sexo, aunque predomina el masculino; o el color de la piel, aunque predomina el blanco; no influye en la participación o no en el Movimiento de Artistas Aficionados. Sin embargo, el 75% de los entrevistados coincide en que la carrera de estudio es un indicador que puede estar influenciando la inclusión de los integrantes por cuestiones de estereotipos o del plan de estudio.

La coral universitaria está compuesta por estudiantes de distintas facultades, pero las que más abundan son: la facultad de Psicología, específicamente de la carrera de Comunicación Social; la facultad de Humanidades, destacándose las carreras de Lengua Extranjera y Periodismo, ésta última es la que más integrantes posee en el coro; pero además cuenta con integrantes que ya han sido graduados de las facultades de Ciencias Sociales, Facultad de Ingeniería Industrial y Turismo (FIIT) y Matemática, Física y Computación (MFC).

La profesión es muy importante para los estudiantes universitarios, alrededor de ésta, se encuentran distintos estereotipos que se han creado según las carreras que intervienen en la UCLV. Se piensa que las Ciencias Sociales o Humanísticas, llegan a educar el gusto y la estética de sus estudiantes, por lo que éstos tienen una mayor participación en actividades culturales. No obstante, no se debe dar cabida a estereotipos que limiten la condición intelectual de los estudiantes, porque el saber natural del arte, así como el talento que portan muchos integrantes del Movimiento de Artistas Aficionados, no está determinado por el plan de estudio de una carrera en específico, ya que la UCLV no es una institución artística.

La cuestión de los estereotipos que manejan los estudiantes universitarios no solo se reduce a pensar en la diferencia del plan de estudio de las diferentes carreras en términos de cultura general integral; sino que se adentran en el rigor de éste, atribuyendo especial interés a las carreras Técnicas contra las Ciencias Sociales y Humanísticas.

La guerra entre los mundos femenino y masculino, trasciende las barreras del hogar y se muestra en distintos escenarios de la vida social. Las carreras Técnicas o Ciencias Exactas están compuestas por mayor número de estudiantes del sexo masculino, mientras que las carreras de Ciencias Sociales y Humanísticas están permeadas por la presencia del sexo femenino. De este modo no sería coincidencia pensar que las carreras Técnicas presenten mayor dificultad en su plan de estudio, si en la teoría social de los géneros, el crecimiento intelectual de las mujeres ha sido subvalorado a través de la historia.

El impacto del patriarcado en el sistema educativo ha sido objeto de estudios que centran su atención en el currículo oficial, parten de la existencia de paradigmas consolidados en las teorías de los sociólogos de la educación, preocupados por demostrar las formas en que la institución escolar reproduce las relaciones sociales entre hombres y mujeres. (Bonal n.d)

Aunque la transmisión del sexismo en la educación se puede analizar desde los materiales escritos, los libros de texto o el discurso científico, el currículo oficial17 imprime el carácter femenino o masculino de los conocimientos que se transmiten en las distintas carreras y profesiones. (Rivero & Proveyer 2005) Pero el hecho de que unas carreras tengan un plan de estudio más riguroso que otras, no debe ser un estereotipo que afecte la diferenciación por sexo para formar parte de las actividades extra curriculares, ya que el estudiante debe establecer la jerarquización de prioridades.

Por ello la vocación se convierte en una de las principales cualidades que debe tener el artista, es importante para desarrollar la actitud hacia el arte y el estudio en la UCLV. De los integrantes actuales del coro “All Vento”, el 100% ha practicado la habilidad del canto en otras ocasiones, participando en talleres que promueven las casas de cultura de los diferentes municipios o en enseñanzas escolares anteriores.

Así mismo el 75% de sus integrantes plantea que donde existe mucha diversidad, la vocación juega un papel significativo, ya sea desde tiempos anteriores al ingreso en la UCLV o quienes se materializan en la universidad. En ambos casos, es esencial porque determina el interés por la manifestación artística, la responsabilidad y la visión sobre el mundo artístico y sus alrededores.

La diversidad es un factor importante en la existencia de un grupo, sobre todo en el orden de las socializaciones. Al interior del grupo de integrantes de la Coral “All Vento” coexisten diversas formas de ser hombre, lo que depende en gran medida de la concepción que cada ser masculino se crea, en consonancia con el manejo de hombría que presenta la comunidad en que se desarrollan.

En este mundo cambiante, el fenómeno de la masculinidad ha crecido a tal punto que actualmente se habla de nuevas masculinidades, porque es casi imposible clasificar la gran masa de hombres que existen, y las diversas formas de masculinidades que son exteriorizadas a través de la cultura, la raza o el contexto. Clasificar las formas de masculinidades genera que afloren estereotipos y prejuicios que traen consigo la exclusión, marginación y el rechazo.

Las formas de asumir la masculinidad deben ser situadas al margen de cualquier tipología que pueda realizarse, teniendo en cuenta que existen formas de masculinidades que pueden ser ubicadas en más de una tipología en dependencia de quien las ubique. Así lo explica el Dr. Ramón Rivero Pino al emplear por vez primera el término Formas Históricas de Masculinidad. (Delgado, 2010)

Existen tantas formas de ser hombre, como tantos hombres existen, depende de las preferencias de cada cual, pueden existir los agresivos, los fuertes, los vulgares, los machistas, incluso los monstruos. La comunidad gay es una forma de expresión de masculinidad, solo se diferencia por su orientación sexual, sin embargo el 55% de los integrantes del grupo plantea que la comunidad gay no siempre puede ser situada en el mundo masculino, ya que tiene distintas variantes. Afirman que cuando se habla de la comunidad gay, ésta casi siempre desemboca en el travestismo y los parecidos con el modelo femenino, y esta forma de comportamiento gay no entra dentro del ideal de hombre, porque realmente no quieren ser hombres, demostrándolo en su forma de caminar, gesticular, hablar, vestir. Pero si se habla de los llamados HSH, que son gay solo por su orientación sexual y poseen un comportamiento eminentemente masculino, este grupo puede incluirse en el ideal de hombre que se maneja actualmente.

Afirman además que esta distinción se realiza ya que el ser homosexual no es sinónimo de ser afeminado, y el hombre tiene mucho que ver con la actitud ante la vida, ya que existen parámetros que deben respetarse. Ésta es la aclaración de un 10% que se mantuvo al margen de los criterios expuestos anteriormente, así mismo considerando que existen muchos gays más hombres que muchos hombres heterosexuales, en tanto a la discreción, al respeto por sus parejas y al tacto a la hora de tratar con diferentes personas.

La sociedad maneja un arquetipo de lo masculino que desencadena en una discriminación hacia lo artístico. (Ver anexo 13) En esa misma dirección, el 50% de los integrantes del coro coincide en que la hombría no tiene que ver con la práctica de alguna manifestación artística, únicamente si se mira desde el punto de vista de la responsabilidad y madurez que ésta genera, en tal caso, por el contrario de lo que está estereotipado en la sociedad, esta cualidad los hace más hombres.

La homosexualidad continúa siendo un tema que ruboriza a la mayoría de las personas. Cuando es abordada, casi siempre se analiza desde la base de los prejuicios; desde la perspectiva de las relaciones de género y sexo, este tipo de orientación sexual es condenado mediante el rechazo y la segregación.

El lastre de la concepción del hombre que prima hoy día es la de portar características físicas masculinas, aunque alejados del fisiculturismo y la orientación sexual, ya que esto no determina el nivel de masculinidad. No obstante, no se define al hombre únicamente por portar características biológicas masculinas, sino también por su comportamiento ante determinadas situaciones, y sin el encasillamiento en compartir la vida sexual con una mujer, esto sería una visión muy sexista y pragmática de lo que es la masculinidad. Las características esenciales que los integrantes del grupo atribuyen a la masculinidad están estrechamente relacionadas con la heterosexualidad, alejadas de la homosexualidad como condición masculina. (Ver anexo 14)

El sexismo es la segregación por razones del sexo. Si se analiza que el ideal histórico de la masculinidad es la del hombre blanco heterosexual, habría que tomar en cuenta el término homofobia como una actitud sexista que ha marcado las relaciones de género y sexo, y que condiciona las categorías de la masculinidad a un deber ser que según Abel Sierra Madero se ha manifestado desde los momentos de conformación de la nación y que trasciende a la actualidad. (Sierra 2004)

La integración de masculinidades permite entender la masculinidad no como un campo de acción rígido, sino que puede ser modificable, por ello el Dr. Ramón Rivero Pino habla de las formas históricas de masculinidad sin la intensión de ubicar a los hombres en grupos hegemónicos o marginados, sino analizados a través de su paso por la historia. (Delgado 2010)

El 30% de los participantes expresa que el ser hombre tiene relación con ser original, único, sin arquetipos ni representaciones, sin seguir patrones hegemónicos, aun cuando deben presentar ciertos rasgos de virilidad, como el tono de la voz, la postura al caminar, o sea, rasgos que están alejados de la imitación femenina.

La coral “All Vento” cuenta con 20 integrantes. En el grupo existe una homogeneidad en cuanto a la representación masculina, aunque difieren en su criterio en algunas ocasiones, las características personológicas de los integrantes son muy parecidas. En el grupo coexisten distintas formas de ser y sentirse hombres. Un 15% es heterosexual eminentemente masculino, otro 15% es homosexual y el 70% restante es lo que teóricamente se llama los hombres en transición (afeminados).

La coexistencia en el grupo de sus integrantes ha permitido el desarrollo de estas formas de enfrentar la masculinidad, aunque unas más estereotipadas que otras. Los hombres en transición portan ciertas características femeninas, vinculadas además con el modelo de la metrosexualidad, aun cuando no se ejerce este último en su forma más pura. Las gestualidades, el tono de la voz, la manera de caminar, indican el vínculo con la actitud de las féminas, además de su constante interacción con las mismas en la convivencia del grupo. La homosexualidad se practica sin manifestaciones de promiscuidad, y con mucho respeto y silencio sobre el tema, lo que lleva a pensar en los tabúes que existen al respecto.

Los vínculos personales son mayormente perceptibles en horario de ensayo o presentaciones y aunque no existe un divorcio entre los integrantes del grupo fuera de sus entrenamientos, la relación interpersonal se manifiesta a distancia; valorando la posibilidad de que el factor tiempo no permita esta interrelación individual, ya sea por horario de clase, trabajo u otras cuestiones.

Los argumentos a esta situación no solo se encuentran en estereotipar al hombre homosexual a partir de su refinamiento. La hegemonía heterosexista limita las posibilidades del hombre de tener una participación más amplia en el mundo de la cultura. La herencia cultural del patriarcado prevalece aún en las concepciones de las políticas públicas, por lo que limitan el despliegue de los homosexuales en el este ámbito.

La sociedad maneja estereotipos en cuanto a los hombres que practican el arte. El 50% de los entrevistados argumenta que los tabúes más comunes que se manejan en la universidad son: la representación social de que todos los artistas son homosexuales, como que los que no lo son, terminan siéndolo; que tiene una mente liberal que les permite llegar a la promiscuidad y por tanto desencadenar en la homosexualidad. Por ello han tenido que enfrentar actitudes que van desde la burla hasta la admiración por parte de los estudiantes y compañeros. (Ver anexo 15)

No obstante, la UCLV presenta códigos que ayudan a los integrantes del Movimiento de Artistas Aficionados a lidiar con la expresión de estos prejuicios que en no pocas ocasiones presentan un fuerte carácter homofóbico. Estos códigos se fundamentan en cuestiones de reconocimiento y popularidad de que gozan los integrantes del Movimiento de Artistas Aficionados, por lo que no siempre se ven afectados moral y socialmente sino que el reconocimiento de su talento se convierte en respeto y admiración. Aunque para llegar a este punto, el artista debe transgredir las normas que soslayan su integridad y demostrar profesionalidad y amor hacia la manifestación artística bajo la presión social.

La igualdad y la perfección no existen, pero en los seres humanos las diferencias se hacen comunes. Los homosexuales no deben ser rechazados por ser “diferentes”. El 75% de los entrevistados coincide en que si los alcohólicos, drogadictos, machistas, violentos, fumadores, no son rechazados por la sociedad; los homosexuales no deben excluirse, ya que cada cual atiende a sus preferencias. En este sentido atribuyen especial interés a la tolerancia y el respeto a la diversidad.

La sociedad ha sido educada, por tanto está preparada para la expresión formal de los homosexuales, de modo que este grupo de la población no debe ser marginado y en cuestiones de arte habría que tener en cuenta el interés de muchos por la cultura, pero sin hacer un estereotipo de ello, ya que los homosexuales no tienen por qué adueñarse del ámbito cultural; la lucha contra la homofobia ha sido guiada a la inserción plena de estas personas en todas las esferas de la vida social.

Para algunos, la música es entretenimiento o despeje, por ello en la mayoría de las ocasiones se consume de manera acrítica, obviando que como expresión cultural, la música también es reflejo de realidades y características de una sociedad que no siempre son positivas. De esta forma, el espacio social se visualiza como escenario que conserva o transforma el comportamiento de los sujetos en la actividad social asociada a la música.

Las dinámicas musicales constituyen un campo generador de espacios para las relaciones sociales, lo que ha traído consigo el fortalecimiento de las viejas relaciones y la emergencia de nuevas identidades. Esto proporciona a los artistas, herramientas para crear sentimientos que configuran las representaciones y referentes simbólicos que se expresan en rasgos de igualdad o diferencias.

George Simmel plantea: ‘todos los músicos somos preexistenciales’. (Simmel 1882, pág. 24) Esto quiere decir que la música se interpreta desde las sensaciones y se manifiesta en el espacio social. La música constituye un entramado complejo de sentidos, en los que operan las prácticas culturales de los agentes como elementos socializadores, sin obviar la herencia familiar y educacional, que en algunos casos autoconstruye procesos de apropiación de identidades. Por ello las relaciones de género están marcadas en el ámbito musical, ya que la música contiene formas de relacionarse, aun cuando el género y el estilo musical varían en dependencia de la interpretación, generando diferentes concepciones estéticas y formas de visualizar la realidad.

II.7.3- Danzar para contarlo. Los hombres con los pies sobre el viento. Esa locura lasciva llamada danza…hija del diablo San Agustín

El Conjunto Danzario “5 de diciembre” consta de 23 integrantes, de los cuales 12 son hombres y 11 mujeres. El horario de ensayo es lunes, miércoles y jueves de 6:30pm a 9:00 pm, aunque este es el horario oficial de los ensayos, puede verse afectado por distintos motivos y en consenso con los integrantes se cambia el ensayo para otra ocasión. No obstante, de forma extraoficial el grupo ensaya mensualmente un fin de semana, que generalmente coincide con el último fin de cada mes, previendo presentaciones y la diversidad de espectáculos.

Los integrantes pertenecen a distintas facultades, dígase, Psicología, Ciencias Sociales, Economía, Facultad de Ingeniería Industrial y Turismo (FIIT), Eléctrica, Construcciones; y la variedad de edades oscila entre los 18 y 24 años, de modo que comprende estudiantes de distintos cursos en las diferentes carreras. (Ver anexo 16)

El ingreso de los aficionados a la danza en este conjunto, depende de una prueba de actitud en la que se mide la técnica danzaria, alejados completamente de la distinción por cuotas de sexo, edad, carrera u otro indicador. Así mismo se explica al nuevo integrante en caso de aprobar, las reglas a seguir para participar del grupo: horario y tiempo de ensayo formal e informal, sacrificios que debe realizar, como el estudio hasta altas horas de la noche y todos los elementos que debe tener en cuenta para mantenerse en el grupo y no suspender exámenes, lo que es casi obligatorio, de modo que lo más importante en este caso son las actitudes y las aptitudes del sujeto.

Para el artista, ya sea aficionado o profesional, es muy importante la actitud, de ésta dependerá su éxito. Lo primero que debe tener en cuenta es el lado invisible e intocable que tienen las situaciones en que se desarrolla la manifestación artística. En el caso de los estudiantes de la UCLV, la actitud que asumen ante el estudio y la manifestación artística, tiene mucho que ver con la entrega, el sacrificio, la disposición, la voluntad y la vocación, además del sentido de pertenencia que les hace respetar su incondicionalidad.

A su vez el artista debe presentar cualidades que le son inherentes a su persona, en este sentido se habla del talento para desarrollarse en cualquiera de las ramas artísticas. No se puede concebir a un bailarín sin las condiciones físicas pertinentes, las principales aptitudes son: la buena percepción del escenario, la resistencia física, la coordinación de movimientos y el buen oído musical, por lo que la participación de los estudiantes en el Conjunto Danzario no está determinada por la carrera, el sexo, la edad o el color de la piel.

La vocación juega un papel muy importante si se tiene en cuenta que el practicar alguna técnica artística en la UCLV reduce el tiempo de estudio. Por tanto atribuyen a la vocación, la cualidad esencial del artista. Los integrantes del Movimiento de Artistas Aficionados se dan la oportunidad de vivir una vida en segunda dimensión, por lo que el sacrificio gira en torno a dos grandes perspectivas: el de sacar la carrera con buenos resultados y el dedicar tiempo para actividades extracurriculares.

Si desde niño se educa el interés por una manifestación artística particular, esto supone comportamientos que guiarán al individuo. Por ello existe notable diferencia entre los que alguna vez han practicado una manifestación artística y los que no cuando interactúan en el mismo grupo, lo que se observa en la responsabilidad y madurez con que asumen los retos y tareas a la hora de las prácticas, los ensayos o la obra propiamente dicha. Pero en el tema de la vocación es sustancial la enseñanza precedente de la familia, por muchos factores que inciden directamente en la práctica o no de la manifestación; sin perder de vista que existen personas con vocación para alguna manifestación particular y sin embargo no han tenido una enseñanza elemental o técnica de la misma, igualmente es importante, porque el grado de seriedad y compromiso, sería mayor en la lucha por alcanzar lo que se quiere, o la perfección para el caso de la danza.

Quien es preparado desde temprana edad presenta cualidades específicas. Por lo general son personas de buen gusto, organizadas en todas las esferas de la vida, sobre todo en la distribución del tiempo, son hasta diferentes a la hora de vestir. En el caso específico de la danza, son personas más desprejuiciadas, con menos tabúes sociales, lo que se evidencia en la elegancia del comportamiento con personas del mismo sexo e incluso homosexuales; se tiene mejor aceptación del grupo. Esto funciona igual para los que han cursado estudios en una escuela de arte o para quienes se mantienen como aficionados pero lo practican por vocación y gusto personal, quizás estos últimos por imitación hacia sus ídolos dentro del área o a quienes cursan estudios en escuelas de arte.

La cuestión del tiempo es casi inexplicable. Realmente no existe un modelo a seguir para distribuirse el tiempo, depende de la capacidad personal para comprometerse con las cosas y organizarse por un orden lógico de prioridades. Se parte de la máxima “ no dejes para ma ñ ana lo que puedes hacer hoy ”. Se propone al estudiante bailarín faltar a clases únicamente cuando se tiene presentación, organizarse para estudiar y aprender, no solo para aprobar las pruebas.

Los tabúes que giran alrededor de la carrera de estudio son muy fuertes y son evidentes desde dos aristas: el que un hombre se dedique a la práctica de una manifestación artística fundamentalmente la danza en la UCLV, además de forma activa durante mucho tiempo, suele malinterpretarse en las carreras de ingeniería o como científicamente llamarían las Ciencias Exactas; además de estos tabúes que rodean al bailarín, -entiéndase los que se mantienen activos durante el curso-, se puede encontrar el estereotipo creado alrededor de las diferencias entre profesiones y la dificultad que implican las mismas, prejuicio que influye directamente en la no participación en las manifestaciones artísticas.

Esto está estrechamente vinculado con la transmisión del sexismo en el sistema educativo. Se trata de un tipo de discriminación completamente invisible que se erige sobre el currículo oculto18. Esto supone que la escuela cuenta con herramientas y mecanismos de discriminación sexual, tales como: las expectativas del profesorado, la interacción con el alumnado o los modelos de lo masculino y lo femenino, que son aspectos ocultos en la vida escolar y tienen fuerza en la definición de los comportamientos para chicos y chicas.

A su vez, la familia juega un papel primordial, ya que niños y niñas llegan a la escuela socializados en términos de géneros, y con estereotipos impuestos que están mediados por el patrón familiar en correspondencia con el contexto social y las normas de conductas establecidas en la sociedad. La escuela no acoge a individuos como “páginas en blanco”, lo que hace es reforzar los estereotipos ya existentes, aunque esto no quiere decir que no pueda ir en contra de la discriminación sexista. (Bonal n.d)

Aun cuando en algunas carreras se imparte “Apreciación del Arte”, la profesión no determina la percepción sobre lo que está bien o mal dentro de este campo, pero influye en la implicación con los que practiquen alguna manifestación. La transmisión del sexismo no solamente afecta a un grupo sexual determinado, sino que perjudica a todo el alumnado. A las chicas las perjudica en la medida en que la socialización femenina les conduce a realizar elecciones menos valoradas económica y socialmente, esto, respecto a los estudios profesionales. Los chicos se ven afectados porque se les socializa en valores específicos de masculinidad: la independencia, el control de los sentimientos y el triunfo profesional, impidiendo el acceso a los valores tradicionalmente femeninos. (Bonal n.d)

El hombre debe ser considerado como tal por sus principios y condiciones, así que la manera de expresar sus sentimientos a través del arte, hacen de él una persona comprometida con la sociedad, de modo que la preferencia sexual de los integrantes del Movimiento de Artistas Aficionados no está vinculada a la manifestación artística. Pero el grado de desinhibición que se experimenta tras la práctica de una técnica particular fundamentalmente la danza, puede traer consigo que el hombre muestre su verdadera identidad sexual (silenciada), libre de prejuicios y estereotipos homofóbicos.

La danza, como cualquier ejercicio físico, fortalece el cuerpo, por lo que el hombre que la practique no tiene por qué poseer características femeninas. En la década del 30 en Estados Unidos, Ted Shwan intentó asumir la defensa de la masculinidad danzaria y para ello enfatizaba en la virilidad atlética de los bailarines. Con ello pretendía atenuar el rechazo existente en contra del hombre bailarín. (Guerra 2000)

No obstante el 60% de los integrantes coincide en que la forma en que se proyectan los hombres que practican la danza es diferente. La minoría de los entrevistados, que supone el 20% del total, argumenta que regularmente los hombres que practican la danza tienen una apariencia diferente, pero existen condiciones objetivas como la postura al caminar, la forma de vestir; y condiciones subjetivas, como las representaciones que existen alrededor de la preferencia sexual de muchos artistas, que ayudan a reforzar los arquetipos con que son mal juzgados lo bailarines.

La problemática de la profesión del bailarín solo aparece en los estratos de la llamada cultura hegemónica o alta cultura; en la subalterna, la masculinidad ejerce el discurso del poder y se hace dueña total de la manifestación danzaria, ya sea por razones religiosas o sectarias. Existen dos aristas de la actitud danzaria ligadas a la masculinidad: la del bailarín profesional con un cuerpo bien entrenado, que se mueve dentro del difícil campo de la profesionalidad de la cultura hegemónica; y por otra parte la del bailarín que por razones socioculturales guarda la hegemonía masculina en la interpretación danzaria.

Judith Lynne Hanna ha sabido resumir con certeza los acontecimientos determinantes en la proyección del bailarín masculino en las últimas décadas. Las razones propulsoras de la danza masculina incluyen tanto impulsos estéticos como el resentimiento varonil hacia el ballet. Estas razones estimulan distintas tendencias en el mundo de la danza moderna del siglo XX; aparece la relación gay con otras desviaciones de las normas tradicionales. (Guerra 2000)

En la UCLV existen dos tendencias a la hora de juzgar a los artistas. La gran mayoría de ellos aporta cualidades que indican feminidad, pero éstas no son determinantes ni absolutas. Una tendencia es la del refinamiento; gusto estético; la calidad personal, en cuanto a apartar del modo de ser la fuerza ruda; el pensar las cosas con mayor madurez; la inteligencia para obrar; el gusto por la buena música, el teatro, el ballet, el cine, lo que no quiere decir que estas personas se encuentren alejadas del mundo popular; y la otra es lo que se conoce como amaneramiento, imitación al mundo femenino o artistas de su preferencia y la metrosexualidad.

Estos estereotipos constituyen una imagen matizada acerca de los individuos y su realidad; se fundan bajo el esquematismo sin fundamentos de los rasgos y cualidades que se han generalizado socialmente. (Ver anexo 17) La estereotipación conduce a la atribución de particularidades casi siempre valoradas de forma tergiversada. La incorporación de estos estereotipos puede provocar un fuerte impacto social, psicológico y sexual en el individuo; que trata de cumplir con los requerimientos pertinentes para alcanzar el reconocimiento social.

Lo que la sociedad determina como género y clasifica como femenino y masculino, pasa a formar parte de los estereotipos sexuales. Y dice Clotilde Proveyer que la incorporación de esta perspectiva a los estudios de identidad, permite contar con una herramienta conceptual y metodológica que reconoce las diferencias biológicas entre los sexos, además establece que la valoración social que de los mismos hay, es sexista. (Proveyer 2005)

El imaginario de ser hombre es tan amplio que se expresa en mitos relacionados con la heterosexualidad. (Ver anexo 18) La cultura no solo es un espacio que refuerza las diferencias entre homosexuales y heterosexuales, sino que en los últimos tiempos apunta a una nueva corriente estética producida en la sociedad de consumo: la metrosexualidad; que a decir de Lourdes Stusser, resalta la belleza al cuerpo, sobre todo en el hombre joven que gusta de una vida sofisticada. (Stusser, et al 2007)

Los metrosexuales presentan rasgos que enaltecen estéticamente su figura. La metrosexualidad es un fenómeno que ataca el grupo de danza, imitando acciones propias para el mundo femenino. Pero en cuestiones de danza es común tener las piernas afeitadas, por una cuestión higiénica y de comodidad para el bailarín que ensaya alrededor de 3 horas diarias, así como las axilas afeitadas para comodidad del bailarín y la pareja de baile.

No obstante, la metrosexualidad que abunda en el grupo de baile incluye a homosexuales y heterosexuales, pero no solo se observa en acciones típicas del bailarín, sino que desencadenan otras maneras de imitación femenina, como las cejas depiladas, el maquillaje en los labios (brillo liso), la pintura en las uñas y el mantenimiento de las mismas hasta lograr el largo deseado, de modo que se convierte en una metrosexualidad desmedida, tanto para homosexuales como para heterosexuales.

Lourdes Stusser aclara que el metrosexual puede ser homo, hetero o bisexual. La mayor parte de las características de la metrosexualidad pueden ser contestables en el discurso de los géneros pero no en materia de expresiones sexuales. (Stusser, et al 2007)

Desde la producción teórica, las identidades de género no deben ser consecuencias del sexo, por ello el prototipo de género asignado a esta nueva forma de ser hombre desde la lógica del comportamiento metrosexual, muy poco tiene que ver con la orientación sexual de los practicantes.

De este modo puede quedar sujetada la diversidad de matices que se producen en torno a su identidad sexual y de género; un estilo propio de vestir, el uso de prendas, olores y marcas, así como un sistema gestual y lexicológico que designa y autodesigna la red de significados que emanan del cuerpo del hombre metrosexual.

Aun así, el 70 % de los integrantes del grupo asume que existe un tipo de hombre ideal, que no tiene por qué desencadenar en el machismo imperante del sistema patriarcal. El principal atributo que tienen en cuenta es la heterosexualidad, lo que no quiere decir que rechacen otras formas de ser hombre, es simplemente lo que se considera el patrón ideal, aunque cada regla tiene su excepción y pueden existir desviaciones.

El hombre debe estar preparado para accionar en todas las esferas de la vida, debe ser responsable, honesto y capaz de entender a las personas por sus cualidades y principios, no por sus preferencias sexuales. El 20% de los entrevistados entiende que el hombre debe aceptarse tal como es, con sus defectos y virtudes, aunque no existe una fórmula exacta para un hombre ejemplar, ni para sus correspondientes tipificaciones.

Teniendo en cuenta la diversidad de criterios sobre el tema, el 100% de los entrevistados coinciden en que el hombre debe presentar características masculinas biológicas, falocéntricas, a la vez que lo diferencian de la feminidad, como por ejemplo, la forma de caminar, de comportarse, sin llegar a la agresividad, por ello, el 50% expresa que solo existe un modo de ser hombre, el biológico, pero existen diferentes tipos de personas masculinas.

Encasillar al hombre en un modelo único de masculinidad presupone frenar la libertad para escoger la forma de hombre que éste quiera optar, de modo que las masculinidades emergentes no deben caer en el absolutismo del sistema patriarcal, legado que ha trascendido hasta nuestros días y que es evidente en los tabúes y estereotipos que manejan los hombres.

Existen muchas formas de representar la masculinidad: los machistas, los heterosexuales, los homosexuales, los bisexuales, los metrosexuales, a su vez, todas estas tipificaciones pueden conjugarse, de modo que bien puede existir un hombre que porte más de una clasificación, y a pesar de estar interrelacionadas, también pueden verse de modo independiente.

Se entiende que la principal característica de ser hombre es la heterosexualidad, de modo que los homosexuales quedan fuera de esta tipificación; aunque pueden existir variaciones de la misma. El 40% del total alude a la diferencia de status, argumentando que existen notables diferencias entre los homosexuales universitarios y los que se sitúan fuera de este contexto. Igualmente se refieren a aquellos que no tienen miedo demostrar su apariencia ni su preferencia sexual, considerando éstos como valientes, aunque con características personológicas diferentes, marginando más a aquellos que prefieren ocultar su identidad bajo la custodia de una vida falsa.

En el Conjunto Danzario coexiste más del 50% de hombres gay, esto supone una mejor aceptación por parte de los integrantes del grupo. A su vez, el 60 % de los integrantes coincide en que los gay pueden entrar o no dentro de la concepción de hombre, eso depende de su preferencia y su apariencia, ya que cada cual adopta su propia forma de ser masculino.

La interacción diaria de los integrantes del grupo ha proporcionado la convivencia de diferentes formas de ser y la aceptación de cada individuo con sus cualidades y rasgos identitarios. Se ha visto que la comunidad gay es una forma de mezclar lo masculino con lo femenino, por lo que no se deben ubicar en una u otra clasificación, sino que ellos mismos se ubican donde prefieran en dependencia de su comportamiento social.

Los artistas aficionados a la danza presentan rasgos en su personalidad alejados de todo modelo hegemónico, aunque todavía quedan algunos vestigios del mismo. Por ello tienen que sobrellevar algunas acciones que están determinadas por estereotipos, encargándose también de educarlas en la medida de lo posible. Existen muchos tabúes alrededor de las diferentes formas de manifestar la masculinidad, prejuicios que están asociados con las cualidades femeninas y la preferencia sexual de los integrantes del grupo, (ver anexo 19) perfectamente cuestionada por el público universitario, lo que afecta directamente el ingreso de nuevos integrantes.

El lastre del machismo tradicional aún vigente en la sociedad cubana puede llegar a limitar a muchos de los integrantes del grupo, aunque afirman que pasado más de 1 año logran tolerar y educar sus resentimientos hacia personas menos desinhibidas socialmente. Generalmente los hombres temen a los arquetipos masculinos desfavorables, sobre todo relacionados con la diversidad sexual y la feminidad.

Todas las formas de ser hombre no son igualmente valoradas por la ideología. El término homosexual ha sido enjuiciado con fuertes argumentos homofóbicos. El odio y el miedo a los prejuicios o la discriminación hacia los hombres se manifiestan frecuentemente ante la posible duda sobre la virilidad que exhiben; se expresan fundamentalmente en acciones de rechazo o en un discurso permeado por estereotipos y prejuicios.

Aunque en la UCLV existe una visión más contemporánea sobre el tema de las masculinidades, aún se encuentran comentarios despectivos que generalizan a los integrantes del grupo, como: los hombres que bailan en la compañía son gay, y el que no lo es, está por convertirse; además existen estereotipos vinculados con la metrosexualidad, asumiendo que este grupo de personas desencadena en la homosexualidad.

Aunque el profesionalismo danzario masculino en la cultura occidental ha dejado de estar asociado al bajo status social de la homosexualidad y su carácter marginal dentro de la heterodoxia masculina; la danza sigue atravesada por estereotipos machistas y prejuicios homofóbicos, aun cuando no representa lo mismo un bailarín de danza clásica a un bailarín de danza popular y folklórica. El problema de la danza y los tabúes que la rodean tiene que ver con la postura que adopta el bailarín, la forma de gesticular, caminar, hablar, lo que no tiene necesariamente que desencadenar en el gusto sexual por personas del mismo sexo, solo que el público tiende a confundir estos elementos.

El 20% de los entrevistados, correspondiente además al sexo femenino, afirma que existen reglas sociales y morales que deben ser respetadas tanto por mujeres como por hombres, aunque no se considera que los homosexuales deban ser rechazados ni marginados, tampoco deben ser adulados, ni se les debe prestar la importancia que actualmente les ha llevado a cobrar vida, eso generaría malestar entre el grupo de los “desiguales”, que para este caso serían los heterosexuales.

No obstante el 40% de los integrantes del grupo opinan que el Conjunto Danzario es un espacio para dar reconocimiento a personas con diferentes identidades sexuales, y aunque existe una línea divisoria, la interrelación misma de todos como grupo ha propiciado la admisión y tolerancia de estas nuevas realidades, situación que ha sido mediada por sentimientos de respeto y admiración. De modo que el trato entre personas no se manifiesta de acuerdo a las preferencias sexuales, aun cuando coexisten pequeños subgrupos determinados por el nivel de afinidad entre los mismos.

Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente se coincide en que los tabúes que afectan a los hombres que integran el movimiento, son contrarrestados con acciones de respeto. No siempre están destinados a sentimientos de rechazo o marginación sino que también el grupo es aportativo en cuanto a popularidad, integralidad y admiración por el talento que presentan.

La danza es una manifestación artística de mucha entrega, se necesita amarla mucho para comprender el sacrificio de sus integrantes. De este modo ayuda a desinhibir a las personas, a reducir no solo el miedo escénico sino también el miedo a enfrentar determinadas situaciones, por lo que los bailarines adoptan la postura más cómoda para enfrentar su vida social, sin que las preferencias sexuales tengan que ver con la manifestación artística. La danza educa la madurez y la responsabilidad con que tienen que entender la vida, y la jerarquización de prioridades para distribuir el tiempo de los bailarines, pero no educa las preferencias sexuales de cada quien.

En el proceso artístico se expone en primer plano la significación objetiva de la realidad y su importancia para el hombre. Jorge de la Fuente expresa que el arte enriquece la experiencia perceptiva y emocional de los hombres, entrena su sensibilidad para una mejor comprensión del mundo y una inserción más plena en la vida social. (De la Fuente 1992)

Actualmente la danza en la UCLV tiene un papel protagónico dentro del Movimiento de Artistas Aficionados, existiendo notables diferencias entre los hombres que la practican de forma sistémica. El 37% del total de sus integrantes es homosexual, un 35% es metrosexual, y el 28% restante es lo que ellos llamarían el hombre neutro que no es prejuiciado ni estereotipado, que es fuerte ante las situaciones de la vida, que no es machista y que también presenta rasgos de delicadeza a la hora de compartir con su pareja o amigos.

Es fácil de observar cómo en el episodio histórico se yuxtaponen dos fenómenos: el de la homosexualidad y el artístico. La cultura occidental se ha debatido en estos temas al negarle un nivel de respetabilidad al bailarín por hacerse sospechoso de homosexualidad. Entre la caída de los viejos valores y la construcción de los nuevos, la llamada revolución sexual no ha sido menos conmocionante. El campo de la danza ha sido uno de los baluartes más propicios para la lucha, dada la presencia de una elevada porción de homosexuales, quienes por su parte han dado prestigio cultural a este arte.

Conclusiones

- Los pioneros en Sociología trataron la cuestión de los géneros desde el punto de vista institucional, tomando la familia como principal institución; pero autores como los marxistas, a pesar de no pertenecer a la corriente feminista, evidenciaron en sus obras las diferencias entre los sexos. No obstante, es importante señalar que Bourdieu muestra por primera vez el lado oculto de los hombres, irónicamente marginados en ese modelo que se imponía en la sociedad, haciendo especial distinción a la violencia simbólica, de modo que puede considerarse un antecedente en el estudio de las masculinidades.
- El proceso de socialización es de vital importancia para entender teóricamente la problemática de las masculinidades y sus formas de exteriorizarlas; en tanto determina los pilares fundamentales de la masculinidad, donde el sexismo y la homofobia se convierten en prácticas cotidianas que tiene mucho que ver con el patrón de la masculinidad hegemónica.
- Las manifestaciones artísticas que promueve el Departamento de Extensión Universitaria están integradas por estudiantes de distintas carreras, edades y sexo, pero lo más importante para entrar a formar parte de alguno de los grupos del Movimiento de Artistas Aficionados, es la prueba de actitud a que se someten los integrantes para demostrar sus habilidades.
- La participación en manifestaciones artísticas en la UCLV no está determinada por la carrera, ni por el plan de estudio, pero actualmente en la Coral Universitaria no existe ningún integrante de las facultades de ingenierías. Sin embargo en la manifestación de danza existe una homogeneidad entre los integrantes de distintas facultades.
- Las manifestaciones artísticas de danza y música están atravesadas por prejuicios y estereotipos homofóbicos y machistas que tienen que ver con la orientación homosexual, las características femeninas y la metrosexualidad desmedida que portan algunos de los integrantes del grupo.
- Las manifestaciones artísticas no determinan la preferencia sexual de sus integrantes, pero desarrolla un grado de desinhibición que posibilita al hombre mostrar su verdadera identidad sin tabúes, miedos o prejuicios; en caso de no haber sido encontrada con anterioridad.
- Los integrantes del Movimiento de Artistas Aficionados aunque conviven en el mismo grupo ostentan características personológicas diferentes. Existen hombres en transición, homosexuales, metrosexuales, y heterosexuales; y aunque han transgredido barreras sociales, aún prima en sus formas de pensar los estereotipos y prejuicios que califican el patrón de la identidad masculina, permeados de comportamientos sexistas y en muchas ocasiones homofóbicos.
- Aunque las manifestaciones artísticas están atravesadas por estereotipos homofóbicos y sexistas, los integrantes no solo han enfrentado comportamientos despectivos, sino que gozan de cierta popularidad y oportunidades que brinda el pertenecer al movimiento de artistas aficionados, por lo que en las facultades se consideran las ausencias a clases y pruebas por licencias culturales y también son admirados por muchos estudiantes y profesores por su talento.

Recomendaciones

La presente investigación arribó a interesantes resultados que demostraron la existencia de variadas formas de expresar la masculinidad en las manifestaciones artísticas y los estereotipos que las rodean. Teniendo en cuenta lo anteriormente planteado se recomienda:

- Continuar el estudio extendiendo la problemática hacia otras manifestaciones del Movimiento de Artistas Aficionados con el fin de conocer las formas de masculinidad que se presentan en las mismas y llegar a un estudio generalizado sobre el tema.
- Proponer una investigación sobre las masculinidades fundamentalmente en centros de enseñanza, ya que la enseñanza artística en Cuba abarca tres niveles: elemental, medio y superior, integrándose en una amplia red de centros educacionales que además se vinculan con el Sistema Nacional de Enseñanza; teniendo en cuenta que los centros de este tipo visitados en busca de bibliografía no cuentan con investigaciones al respecto.
- Realizar investigaciones sociológicas en el mundo artístico donde se trabaje el enfoque de género desde una perspectiva relacional y de equidad para hombres y mujeres.
- Insertar estrategias que ayuden a sofocar los estereotipos todavía vigentes sobre el tema de las masculinidades en las manifestaciones artísticas, no solo dentro del Movimiento de Artistas Aficionados sino también fuera de éste con vistas a lograr una mejor interacción entre los integrantes y la mejor inserción de los hombres en estas actividades.
- Incorporar los resultados de la investigación en instituciones artísticas con el objetivo de favorecer el desarrollo de programas culturales que ayuden a sobrellevar los estereotipos que soslayan la integridad masculina.
- Respetar la libertad de expresión de las identidades masculinas a través de su proyección escénica o social.

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ANEXOS

Anexo 1: Tipos de masculinidades seg ú n Julio C Gonz á lez Pag é s

1. Perspectiva conservadora o fundamentalismo machista: sostiene que el rol masculino y sus funciones tienen su fundamentación en la naturaleza biológica y en el dictamen religioso. Entrando en oposición con las nuevas corrientes que se han ido formando. Constituye la perspectiva del fundamentalismo masculino que defiende los roles tradicionales para ambos sexos.
2. La perspectiva de los derechos masculinos (Men’s right):la integraron los hombres que defendían los derechos patriarcales y también los que defendían los derechos igualitarios, de modo que sostienen una posición de reclamo sobre los derechos usurpados a los hombres.
3. La perspectiva mitopoética: encontró sus seguidores en Estados Unidos de la mano del poeta Robert Bly, a partir de la búsqueda de la energía masculina en tiempos de feminización de los hombres.
4. La perspectiva pro feminista: está asociada a los movimientos por los derechos civiles, constituidos en general por varones de sectores medios que toman una postura positiva ante el cambio de las mujeres. En el ámbito académico tiene su inserción a través de los Men’s Studies que incorporaron a sus análisis a la categoría de género.

Anexo 2: Tipos de masculinidades seg ú n Rafael Montesinos

1. Rey Benévolo: el que garantiza el mayor ingreso pero mantiene una actitud consciente con el rol que juega su pareja
2. Mandilón. Cuando cumple con su papel de proveedor y no ejerce control sobre la mujer ( se hace lo que la mujer quiere)
3. Macho: el machista clásico
4. Varón pos antiguo: el que tiene todas las condiciones para desempeñar el papel de proveedor pero espera que en su relación de pareja se reproduzca el ritual de las diferencias entre hombre y mujer, sin incidir a través de conductas machistas
5. Varón en crisis: los que por las circunstancias que impuso la crisis económica, se ven confrontados por sus parejas.
6. Varón domesticado: el que al encontrarse en desventaja económica con su pareja, reproducen las diferencias entre los géneros pero colocando a la figura masculina en situación de inferioridad.
7. Varón moderno: cuando tienen la idea de la igualdad de género, valoran a su pareja por el simple hecho de serlo y están felizmente dispuestos a participar en todas las actividades de la familia.
8. Varón campante: los que se ven beneficiados por la presencia de las mujeres con poder quedando en situación de despreocupación respecto del papel económico.
9. Máquina de placer: lo importante para ellos es que las mujeres accedan a sus deseos sexuales. No aceptan pasar del sexo al amor y de este al matrimonio.

Anexo 3: Formas hist ó ricas de masculinidad seg ú n Ram ó n Rivero Pino.

1. Tradicional: las que reproducen y perpetúan las inequidades entre los géneros.
2. De tránsito: las que llevan implícito la democratización de las relaciones, sin total conocimiento de causas. En este caso convergen modos de actuar revolucionarios con prejuicios tradicionalistas, sin embargo es posible apreciar la tendencia al cambio.
3. Ideal posible: es aquel que asume lo que el de Tránsito, pero con total conocimiento de causa, lo que supone la superación de las expropiaciones con enfoque simétrico de relaciones sociales.

Anexo 4: Integrantes del MAA en las manifestaciones de danza y m ú sica

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Anexo 5: Tabla de frecuencia. Integrantes del MAA de las diferentes carreras

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Nota aclarativa: El guión (-) significa que es trabajador de la UCLV

Anexo 6: Sexo * a ñ o en cada manifestaci ó n

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Nota: el guión representa los graduados que aún siguen en el movimiento

Anexo 7: Tabla de contingencia sexo * a ñ o

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Anexo 8: Tiempo en el Movimiento de Artistas Aficionados (TMAA)

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Anexo 9: Gr á fico (% de tiempo transcurrido en el MAA)

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Anexo 10: Grafico % representativo del tiempo practicando la manifestaci ó n artistica

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Anexo 11: Tiempo practicando la manifestaci ó n art í stica (TMOA)

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Anexo 12: Gr á fico que representa el % de las manifestaciones art í sticas atravesadas por prejuicios y estereotipos y su correspondiente tabla con los % aclaratorios

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Anexo 13: Acciones fundamentalmente discrimitatorias que enfrentan los artistas aficionados a la m ú sica

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Anexo 14: Principales caracter í sticas que los m ú sicos atribuyen a la masculinidad

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Anexo 15: Actitudes que han enfrentado los artistas aficionados a la m ú sica.

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Anexo 16: Frecuencia de edades del MAA

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Nota: la tabla comprende ambas manifestaciones artísticas (música y danza)

Anexo 17: Acciones fundamentalmente estereotipadas que han sufrido los artistas aficionados a la danza

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Anexo 18: Rasgos de la masculinidad atribuidos por los aficionados a la danza

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Anexo 19: Acciones desencadenadas a trav é s de los estereotipos sexistas en el grupo de danza

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Anexo 20: Caracter í sticas que presentan los hombres aficionados a la m ú sica

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Anexo 21: Caracter í sticas masculinas que presentan los hombres aficionados a la danza

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Anexo 22: Frecuencia del color de la piel que predomina en el MAA y su correspondiente grafico

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Anexo 23: Frecuencia del total de integrantes por manifestaci ó n art í stica

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Anexo 24: Fotograf í as de figuras masculinas dedicadas a la danza

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Clase impartida por el bailarín y maestro francés Cyril Atanassoff como profesor invitado en la Escuela Nacional de Ballet. (Tomado de Cuba en el Ballet, 2008 vol. 117, pág. 39)

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Jorge Torres como el Torero Espada (Cuba en el Ballet, 2009, pág. 43)

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Danza Espiral en: Otelo (pág. 59)

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Tamara Rojas y Carlos Acosta en El Corsario (32)

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Oscar Sánchez, Gustavo Pérez y Elieser Pérez en la Danza Rusa de Cascanueces (pág. 13)

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Joel Carreño como Céfiro en El Despertar de Flora. Cuba en el Ballet (2008) pág. 56

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Léonide Massine en Parade, su propia coreografía. Cuba en el Ballet (2009) pág. 49

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Danza Contemporánea de Cuba en Casi Casa. Pág. 61.

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Guerra 2000 pág. 65

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Pág. 150

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Pág. 143

Anexo 25: Fotograf í as de figuras masculinas dedicadas a la m ú sica

Guitarrista de Guns and Roses

visto en http://www.metalraw.com.

Guitarrista y vocalista de Guns and

Roses visto en http://www.metalraw.com.

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Visto en http://www.musicoguitarra.com

Anexo 26: Fotograf í as del Movimiento de Artistas Aficionados de la UCLV

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Ensayo general para una gala en el teatro La Caridad. Conjunto 5 de diciembre 2011

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Bailando La Burra en el desfile de la

fiesta de la Danza. Conjunto 5 de diciembre 2011

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Espectáculo venezolano

Parranda de los diablos danzantes. Festival Nacional 2010. Conjunto 5 de diciembre.

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Traje típico del baile nacional

(danzón). 5 de diciembre. En espera de una presentación. 2011

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Variedades panameñas

Fiesta de Calle Arriba. Conjunto 5 de diciembre. Teatro universitario 2012

Fotografías de 5 de diciembre posando para trabajo investigativo sobre los Diablos danzantes. Traje Típico. 2010

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Presentación de la Coral All Vento en el Festival Nacional. 2010

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Presentación en el colegio CUFBAS. Coral All Vento. 2011

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Presentación en Universidad 2012. Coral All Vento

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Presentación para Zoila Lapique en la feria del libro 2012. Coral All Vento

Anexo 27: T é cnicas empleadas

Guía de entrevista semiestandarizada a líderes

1. ¿Deben tener los hombres actitudes y aptitudes específicas para la práctica de alguna manifestación artística en la UCLV?
2. ¿Qué papel juega la vocación en la práctica de las manifestaciones artísticas en la UCLV?
3. ¿Crees que la vocación temprana por este tipo de actividad trae consigo una serie de comportamientos que debe asumir el hombre con inclinación hacia las artes? Ejemplos.
4. ¿El horario de ensayo tiene que ver con la actitud hacia el arte o con un reglamento o compromiso?
5. ¿Cómo debe distribuirse el tiempo el hombre que practique alguna manifestación artística en la UCLV?
6. ¿La carrera de estudio en la UCLV influye en la participación o no de los hombres en manifestaciones artísticas?
7. ¿Influye la carrera en la percepción que se tiene de los hombres que se dedican a alguna manifestación artística?
8. ¿Crees que el hombre que se dedica a alguna manifestación artística cambia sus preferencias sexuales?
9. ¿Crees en la posibilidad de ser hombre de muchas maneras?
10. ¿Presenta características femeninas el hombre que practica alguna manifestación artística? ¿Cuáles?
11. ¿Existen manifestaciones artísticas propias para mujeres o para hombres? ¿Cuáles? ¿Por qué?
12. ¿Indicadores como el color de la piel, la edad, la preferencia sexual influyen en la participación en las manifestaciones artísticas?
13. ¿Existen reglas, tabúes, estereotipos, prejuicios, que afectan la moral de los hombres que practiquen alguna manifestación artística en la UCLV? ¿Cuáles?

Entrevista semiestandarizada a Iván. Actual director del Conjunto Danzario “5 de diciembre”

¿Deben tener los hombres actitudes y aptitudes específicas para la práctica de alguna manifestación artística en la UCLV?

Para todo en esta vida se debe tener actitud y aptitud. En el caso de la danza que es donde mayor dominio tengo del tema, las aptitudes son muy importantes, porque no podemos concebir a un bailarín sin las condiciones físicas pertinentes, lo primero que debemos tener en cuenta es el ritmo, el oído musical, el no tener miedo escénico, lo que es de vital importancia, porque además esto los prepara para otras situaciones ante la vida, el hecho de ser desinhibido, pudiéramos hablar de fuerza física, la resistencia y la elasticidad en dependencia de las características del grupo, porque hay bailes que no exigen rígidamente estas condiciones.

En el caso de las actitudes, no podemos perder de vista nuestros objetivos, esto tiene que ver con el sacrificio, el tiempo de ensayo, la mayoría de las veces sin estímulo, y me refiero mejor a estímulos morales y de reconocimiento social, lo que suele suceder muy a menudo en la UCLV.

¿Qué papel juega la vocación en la práctica de las manifestaciones artísticas en la UCLV?

La vocación es muy importante, si desde niños nos interesamos por una manifestación artística particular, esto supone una serie de comportamientos que guiarán al individuo. Por ello existe notable diferencia entre los que alguna vez han practicado una manifestación artística y los que no, cuando interactúan en el mismo grupo. Me refiero a la responsabilidad y madurez con que asumen las cosas a la hora de las prácticas, los ensayos, o la obra propiamente dicha. No obstante en el tema de la vocación es muy importante la enseñanza precedente de la familia, por muchos factores que inciden directamente en la práctica o no de la manifestación. Si perder de vista que existen personas con vocación para alguna manifestación particular y sin embargo no han tenido una enseñanza elemental o técnica de la misma, igualmente es importante, porque el grado de seriedad y compromiso, sería mayor en la lucha por alcanzar lo que se quiere, o la perfección en el caso de la danza.

¿Crees que la vocación temprana por este tipo de actividad trae consigo una serie de comportamientos que debe asumir el hombre con inclinación hacia las artes? Ejemplos.

Quien es preparado desde temprana edad presenta cualidades específicas, por lo general son personas de buen gusto, organizadas en todas las esferas de la vida, sobre todo en la distribución del tiempo, son un poco diferentes sobre todo en la hora de vestir. En el caso específico de la danza, son personas más desprejuiciadas, con menos tabúes sociales, lo que se evidencia en la elegancia del comportamiento con personas del mismo sexo o incluso homosexuales, se tienen mejor aceptación del grupo. Esto funciona igual para los que han cursado estudios en una escuela de arte o para quienes se mantienen como aficionados pero lo practican por vocación y gusto personal, quizás estos últimos por imitación hacia sus ídolos dentro del área o a quienes cursan estudios en escuelas de arte o solo por elegancia buen gusto y buen comportamiento social, donde influye mucho la educación familiar.

¿El horario de ensayo tiene que ver con la actitud hacia el arte o con un reglamento o compromiso?

Ahora mismo, 5 de diciembre cuenta con un horario de ensayo regular: lunes, miércoles y jueves de 6:30pm a 9:00pm. Pero esto no es invariable. Existe consenso entre los integrantes del grupo, lo que está determinado por el grado de sacrificio y compromiso entre los mismos. Informalmente ensayamos un fin de semana mensual a tiempo completo, así como ensayamos en otros teatros o lugares cuando tenemos presentaciones, lo que es sometido a criterio de los integrantes porque muchos de ellos suponen ausencias a clases. Así mismo el horario de ensayo regular no fue impuesto, fue sometido a valoración del grupo con sus posibles ventajas y desventajas, teniendo en cuenta el horario de clases y el horario en que el local esté disponible. Moralmente este horario supone compromiso y sacrificio para con los integrantes del grupo, para con los profesores instructores y para con la UCLV, el fruto se evidencia tras una excelente presentación cuando salen los muchachos a escena dentro y fuera de la UCLV

¿Cómo debe distribuirse el tiempo el hombre que practique alguna manifestación artística en la UCLV?

La cuestión del tiempo es muy difícil, casi inexplicable. Realmente no sé si existe un modelo a seguir para distribuirse el tiempo, creo que depende de la capacidad personal para comprometerse con las cosas y organizarse por un orden lógico de prioridades. Siempre he partido de la máxima “ no dejes para ma ñ ana lo que puedes hacer hoy ”. En mis tiempos de estudiantes, cuando era bailarín de la compañía junto con otros compañeros nos propusimos, no faltar a clases únicamente cuando teníamos presentación, organizarnos para estudiar y aprender, no solo para aprobar las pruebas. Una anécdota que recuerdo es que todos en mi aula suspendieron excepto lo que bailábamos en 5 de diciembre. Igual tenía una relación amorosa, prácticamente casados, porque tenía que buscar comida y responsabilizarme como tal. El estar ensayando constantemente no me afectó en nada y con más horario de ensayo que el que tenemos hoy. Ahora de profesor, te digo que las nuevas generaciones no hacen sacrificios, por ello no tienen muchas responsabilidades, pero aun así, estoy contento con el desempeño del grupo.

¿La carrera de estudio en la UCLV influye en la participación o no de los hombres en manifestaciones artísticas?

La carrera de estudio influye mucho, al principio creía que no, pero los tabúes son muy grandes y por lo que parece más fuerte. El que un hombre se dedique a la práctica de una manifestación artística fundamentalmente la danza en la UCLV, demás de forma activa durante mucho tiempo, suele malinterpretarse en las carreras de ingeniería. En este sentido no hablo de los que bailan en un festival de artistas aficionados, sino de quienes se mantienen practicando de modo estable como el caso de 5 de diciembre. Además de los tabúes, podemos encontrar el tema de las carreras, por lo general, se dice que las ingenierías son más difíciles que las licenciaturas, por lo que también este prejuicio influye mucho en la cuestión del tiempo y la participación o no en las manifestaciones artísticas. Te hablo de prejuicio porque acepto que las carreras de la facultad de eléctrica por ejemplo son muy difíciles, pero si yo tuviera que estudiar filología me volvería loco y creo que suspendería, sin embargo la automática la llevo bien. Ahora sí creo que influye por las dos razones que te di antes, para mí ya vez no es determinante, pero para los estudiantes sí.

¿Influye la carrera en la percepción que se tiene de los hombres que se dedican a alguna manifestación artística?

No creo que tanto en la percepción como en la implicación con los que practiquen alguna manifestación artística. En ninguna carrera creo que enseñen a percibir lo que está bien o mal dentro de las manifestaciones artísticas, aun cuando en algunas se imparte Apreciación del Arte, no es de esto de lo que estamos hablando, creo que el problema radica más bien en la cuestión que tratamos en la pregunta anterior, o sea, lo complicado de la profesión en curso, y los tabúes que se manejan alrededor de las manifestaciones artísticas, pero igual pueden existir letrados con tabúes, aunque no sea lo más común.

¿Crees que el hombre que se dedica a alguna manifestación artística cambia sus preferencias sexuales?

No creo en eso, la persona que cambia su orientación sexual, es porque ya la tenía cambiada pero silenciada. Lo que sí creo y entiendo es que quien cambia su orientación sexual cuando se hace partícipe de alguna manifestación artística, tiene que ver con el grado de desinhibición que se experimenta en la misma, algunas más que otras. Este proceso está marcado por la relación entre los mismos integrantes del grupo, así como la libertad con que asumen algunos rasgos de la vida, dado a su vez por pertenecer a un mundo algo más libre si se puede llamar de algún modo. Pero realmente la práctica de alguna manifestación artística no cambia la orientación sexual de ninguno de sus integrantes.

¿Crees en la posibilidad de ser hombre de muchas maneras?

Creo que esa es una justificación que buscan los homosexuales para definir su comportamiento, aunque si fuéramos un poco profundos, sí creo que existen muchas formas de ser hombre. El error radica en el concepto de hombre que atribuye cada uno para sí mismo. Sin hacer distinción entre las diferencias entre homo y heterosexuales, te puedo decir que entre los heterosexuales existen notables diferencias. Para algunos ser hombre indica ser agresivos y para otros indica ser mujeriegos etc… o sea, existen muchas diferencias en los conceptos que nos atribuimos. Aunque no debes obviar que lo primero que te dije lo mantengo, hay personas que se escudan tras este concepto de muchos hombres, precisamente para ocultar su identidad.

¿Presenta características femeninas el hombre que practica alguna manifestación artística? ¿Cuáles?

Yo lo veo desde dos puntos, ahora mismo en el grupo existe el tipo duro, el que por miedo a verse afeminado, hace sus movimientos de forma rígida, lo que puede ser perjudicial, y está el que se deja llevar por el ritmo y a su vez es desprejuiciado. Realmente no creo que los hombres que practiquen una manifestación artística sean afeminados, el término que yo utilizaría sería estilizado. En el caso de la danza, esta puede transformar por ejemplo, la parada, por lo general muy erguidos, o la posición de la piernas, o un cierto refinamiento, pero es propio de quienes lo practican, para nada tiene que ver con la orientación sexual o el comportamiento. Es el mismo caso del deporte, que va creando un estilo propio.

¿Existen manifestaciones artísticas propias para mujeres o para hombres? ¿Cuáles? ¿Por qué?

No, para nada, eso creo que se pudiera evidenciar mejor en el deporte, no por las diferencias sexuales, sino por la forma que adopta el cuerpo, me refiero por ejemplo a las pesas, por citar alguno, pero igual no creo que tenga que ser diferenciado.

¿Indicadores como el color de la piel, la edad, la preferencia sexual influyen en la participación en las manifestaciones artísticas?

Desde el punto de vista del bailarín, creo que no. Ahora desde el punto de vista del instructor, te digo con conocimiento de causa que si influye mucho. Por ejemplo, la cuestión del color de la piel, existen coreógrafos que no quieren bailarines negros, de hecho, debe ser muy bueno el negro para estar a la altura de los blancos, así mismo pasa viceversa en una compañía folclórica, los coreógrafos no quieren blancos, y pasa lo mismo.

En el caso de la edad, es un tema polémico. Por lo general se empieza desde niño, pero por ejemplo, los mejores bailarines del mundo han sido antes gimnastas, de modo que comienzan a bailar tarde, lo que supone un mejor dominio del cuerpo, pero no creo que sea muy determinante en este sentido. Ahora en la UCLV, es importante, porque por lo general se integran al grupo los estudiantes de 3er año en adelante. Por tanto el nivel de madurez es mayor, después de haber evaluado las ventajas y desventajas que trae consigo entrar a un grupo como el nuestro. Y vuelvo a lo que dije antes, las nuevas generaciones no tienen voluntad ni sacrificio, en buen cubano, están para otras cosas.

En cuanto a las preferencias sexuales, pudiera decirse que es un engreimiento de los homosexuales, porque igualmente existen con muy mal gusto en cuestiones de arte. No es extraño que por lo general en Cuba, se les asemeje con la cultura de élite, pero esto no es muy determinante en este sentido, porque creo que esto tienen que ver con el afán de muchos homosexuales por resaltar en el tiempo, creo que también depende de la educación de los padres, la escuela, el gusto personal, y el aprendizaje de algún área específica.

¿Existen reglas, tabúes, estereotipos, prejuicios, que afectan la moral de los hombres que practiquen alguna manifestación artística en la UCLV? ¿Cuáles?

Si existen. En estos momentos se recrudecen los tabúes. El grupo en estos momentos tiene un índice elevado de homosexuales, lo que supone también que menos hombres entren al grupo. También creo que tiene que ver con el nivel de aceptación que tienen los gay para con los integrantes del grupo, dígase fundamentalmente mujeres, eso hace que su comportamiento sea demasiado extrovertida. Esto que debería ser una fortaleza se nos convierte hoy en una debilidad; lo que supone que casi los que han entrado han sido homosexuales, además de los que son heterosexuales pueden ser vistos como gay también.

Guía de Entrevista en profundidad

1. ¿Qué son las manifestaciones artísticas?
2. ¿Qué actitudes y aptitudes debe presentar el artista?
3. ¿La participación en las manifestaciones artísticas tiene que ver con la carrera de estudio, el color de la piel, la edad y el sexo?
4. ¿Qué papel juega la vocación en la participación de una manifestación artística en la UCLV?
5. ¿Es menos hombre quien dedica la mayoría de su tiempo a la práctica de alguna manifestación artística?
6. ¿Presenta cualidades femeninas el hombre que practique alguna manifestación artística? ¿Cuáles?
7. ¿Qué es ser hombre?
8. ¿Crees que existen muchas formas de ser hombre?
9. ¿Es la comunidad gay una forma de ser hombre?
10. ¿Existen reglas, tabúes, estereotipos, prejuicios, que afectan la moral de los hombres que practiquen alguna manifestación artística en la UCLV? ¿Cuáles?
11. ¿Existen manifestaciones artísticas atravesadas por estereotipos machistas o prejuicios homofóbicos? ¿Cuáles?
12. ¿Los homosexuales debieran ser rechazados por los heterosexuales por tener una apariencia diferente?
13. ¿Existen manifestaciones artísticas propias para mujeres o para hombres? ¿Por qué?
14. ¿Crees que los hombres que pertenecen al movimiento de artistas aficionados son mal valorados o vistos en la UCLV? ¿Por qué?

Entrevista en profundidad a integrante del coro

¿Qué son las manifestaciones artísticas?

Todas las actividades de la estructura artística en que las personas pueden desarrollarse.

¿Qué actitudes y aptitudes debe presentar el artista?

Pienso que las dos cosas son muy importantes, ya que están muy ligas e interrelacionadas entre sí.

¿La participación en las manifestaciones artísticas tiene que ver con la carrera de estudio, el color de la piel, la edad y el sexo?

No lo creo, pienso que tiene más que ver con la formación de la persona.

¿Qué papel juega la vocación en la participación de una manifestación artística en la UCLV?

Importantísima por lo que dije antes, si el estudiante viene con una formación antecedente, pues es mejor, de hecho, la cualidad de la persona es mejor si tiene vocación, y más aún la responsabilidad y el sacrificio, así como su visión sobre el mundo artístico, no sería igual una persona que no le interesan estos temas.

¿Es menos hombre quien dedica la mayoría de su tiempo a la práctica de alguna manifestación artística?

Todo tiene que ver con el arquetipo de lo masculino y de la discriminación hacia lo artístico.

¿Presenta cualidades femeninas el hombre que practique alguna manifestación artística? ¿Cuáles?

No necesariamente, aunque en ocasiones se necesita de cualidades como la delicadeza para la interpretación de alguna obra, estoy pensando ahora mismo en el ballet, pero sucede igual que con una canción romántica o algo así.

¿Qué es ser hombre?

Ser uno mismo, sin arquetipos, representaciones, presentando ciertos rasgos de virilidad, pero sin seguir patrones hegemónicos ni mucho menos machistas.

- ¿Qué entiendes por ciertos rasgos de virilidad?

No sé, supongo que la postura al caminar, el tono en la voz, no tiene que ser ni grave, ni melódica como un cantante, solo no ser una voz aparentemente femenina.

- ¿Y cuál es la voz aparentemente femenina?

No sé, una voz grave, ronca se pudiera decir, que la diferencia del mundo fuerte en el que viven los hombres, y por ello lo considero un rasgo de virilidad, porque aunque existen mujeres con tonos de voz grave, son las menos y la virilidad es un rasgo del mundo masculino.

- ¿Entonces un hombre con la voz suave que parezca amanerada o femenina, no es hombre?

No es eso, quizás no me supe explicar, no tiene nada que ver con la orientación sexual ni con un posible amaneramiento, de hecho, los hay con estas características y son hombres, igual a los demás, me refiero al esfuerzo que hacen algunos por imitar las voces femeninas y la forma de caminar femenina.

¿Crees que existen muchas formas de ser hombre?

Esto tiene mucho que ver con lo que hablábamos ahorita, sí creo que existen muchas formas de ser hombre, depende de la apropiación de cada uno, sin tener que ser machista o vulgar como supuestamente deberíamos ser, fuertes, agresivos, y quien sea así pues bien, es su forma, solo que para mí, eso sería un monstruo, por eso creo que tiene que ver con las cualidades personales.

¿Es la comunidad gay una forma de ser hombre?

Considero que existen muchos gays más hombres que muchos hombres heterosexuales, me refiero por ejemplo a la discreción, al respeto por sus parejas, al tacto a la hora de tratar con diferentes personas.

¿Existen reglas, tabúes, estereotipos, prejuicios, que afectan la moral de los hombres que practiquen alguna manifestación artística en la UCLV? ¿Cuáles?

Claro que sí, sobre todo a la hora del desempeño en el escenario, creo que esto será hasta que la sociedad se eduque. Tabúes como la representación social de que todos los artistas son homosexuales, como que los que no lo son terminan siéndolo, como que se abren tanto la mente y son tan liberales que llegan a ser promiscuos, que presentan relaciones entre ellos, en grupo, que se aburren de la promiscuidad y por eso desencadenan en la homosexualidad buscando nuevos placeres, por ejemplo en el cine se comenta mucho que quienes hacen desnudos e imitan una escena haciendo el amor, pues terminan como pareja, porque la tentación es muy fuerte, así atribuyen parejas a todos los artistas, pasa lo mismo con las parejas de baile, con el teatro y hasta con la música, así mismo los prejuicios se extienden hacia otras manifestaciones, solo que estas son más palpables que la plástica y la literatura por ejemplo.

- ¿A qué te refieres con palpables?

A que la visión es distinta, es más difícil cuestionar un escrito y un pintor. A los hombres que se dedican a escribirle a las mujeres pueden cuestionarlos de feministas y hasta de homosexuales, pero el público lector lo manifiesta de diferente forma, ya que ese escritor no está en contacto directo con el público y lo mismo pasa con el pintor que retrata mujeres y hombres desnudos, o le pinta a la homosexualidad.

¿Existen manifestaciones artísticas atravesadas por estereotipos machistas o prejuicios homofóbicos? ¿Cuáles?

Si como no. La danza creo que es la más prejuiciada, porque todas las manifestaciones que de ella se derivan tienen todas características como la postura, la delicadeza en los movimientos entre otras. Aunque el teatro, la música y las artes plásticas no se quedan atrás, creo que es un prejuicio que tiene que ver con la capacidad de abstraerse, la sensibilidad con que tomamos la vida, y me incluyo porque me considero artista.

¿Los homosexuales debieran ser rechazados por los heterosexuales por tener una apariencia diferente?

No para nada. La diversidad es importante, no todos somos iguales no presentamos las mismas costumbres y hay otros grupos que no son rechazados, así que los homosexuales tampoco deben serlo.

¿Existen manifestaciones artísticas propias para mujeres o para hombres? ¿Por qué?

Eso es otro tabú que existe en la sociedad pero que ahora mismo ha cambiado mucho, aunque todavía le falta mejoría

¿Crees que los hombres que pertenecen al movimiento de artistas aficionados son mal valorados o vistos en la UCLV? ¿Por qué?

Debido al nivel cultural que presenta la UCLV, pues en algunos casos son venerados por el talento, pero creo que en algunos casos, si han existido juicios peyorativos sobre eso.

Gu í a de observaci ó n no participante

Objetivo: analizar la percepción de masculinidad que manejan los integrantes del grupo así como las distintas formas de masculinidad que se dan al interior del mismo y los juicios a que han sido sometidos socialmente.

Unidad de análisis: Coro Universitario.

Sistema de categorías:

- Atributos que presentan los hombres
- Preferencia sexual
- Carrera, facultad
- Año en curso
- Color de la piel
- Forma física
- Talento artístico
- Actitud ante el estudio
- Actitud ante los hombres que practican
- Horario de ensayo
- Distribución del tiempo libre
- Orden de prioridades
- Actitud machista
- Prejuicios homofóbicos
- Estereotipos sexistas

Gu í a de observaci ó n participante

Objetivo: analizar la representación de la masculinidad que presentan los integrantes del grupo, así como las diferentes formas de masculinidad que se dan al interior del mismo y los juicios peyorativos a que han sido sometidos por dedicarse a la danza.

Unidad de análisis: Conjunto Danzario 5 de Diciembre

Sistema de categorías:

- Atributos que presentan los hombres
- Preferencia sexual
- Carrera, facultad
- Año en curso
- Color de la piel
- Tiempo que lleva practicando la danza
- Forma física
- Talento artístico
- Actitud ante el estudio
- Actitud ante los hombres que practican
- Horario de ensayo
- Distribución del tiempo libre
- Orden de prioridades
- Actitud machista
- Prejuicios homofóbicos
- Estereotipos sexistas

[...]


1 La cultura objetiva se refiere a manifestaciones que las personas producen, mientras que la cultura subjetiva es la capacidad del actor para crear y absorber los elementos de la cultura objetiva. El problema entre ambas radica en que la cultura objetiva llega a alcanzar vida propia, identidades fijas, una lógica y una razón.

2 Entre sus exponentes s e encuentra: Simone de Beauvoir, quien en su obra El segundo sexo (1949) se refiere al patriarcado como resultado de la opresión del hombre hacia la mujer. Otro ejemplo es Gayle Rubin, quien reflexiona de forma similar en su obra El tr á fico de mujeres: notas para una econom í a pol í tica del sexo (1975).

3 Los primeros estudios de masculinidades se inician a partir de los años 70 en el mundo anglosajón.

4 Las primeras incursiones científicas sobre el tema de las masculinidades en Cuba fueron difundidas en la última década del siglo XX, a cargo de la Dra. Patricia Arés, Dra. Mayda Álvarez, Dr. Ramón Rivero Pino y el Dr. Julio C González Pagés.

5 Licenciado en Sociología por la Universidad de La Habana. Maestrante en Estudios de Género. Investigador y Vicedirector-Coordinador de Ciencia e Innovación en el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello

6 Los estudios de masculinidades son una profundización de la categoría de género y se pueden metaforizar como réplicas del terremoto cultural que ha significado el feminismo en el ordenamiento de nuestras sociedades.

7 Psicólogo, profesor de la Escuela Normal Superior de Especialidades e investigador del Centro de Estudios de Género (CEG) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

8 Según el profesor Alfonso Hernández, las feministas prefieren llamar masculinistas.

9 Todas estas clasificaciones, de acuerdo con su significado serán anexadas al final del trabajo.

10 Serán anexadas las características que el autor imprime a cada una de la formas de masculinidad al final del trabajo.

11 Pablo Guadarrama Dr. en ciencias filosóficas. Profesor consultante de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, ha incursionado en diversos temas en las ciencias sociales, con varias publicaciones a disposición de los estudiantes en las bibliotecas universitarias. Para mayor profundidad en el tema de la cultura, revisar, Lo universal y lo espec í fico en la cultura. Unidad editorial UNINCCA.

12 Trata de reconstruir en torno al concepto de “habitus” el proceso por el que lo social se interioriza, de modo que las acciones de los sujetos se insertan más que en la conciencia, en un sistema de hábitos, construidos desde la infancia. El habitus, sistematiza el conjunto de prácticas de cada persona y programa el consumo de los individuos y las clases, aquello que van a sentir como necesario.

13 Es una teoría que surge para dar explicación a los fenómenos artísticos, teniendo en cuenta las cuestiones en torno a las preferencias sexuales. Lo que propone dicha teoría es deslegitimar los juicios de valor que favorecen la estigmatización de los cuerpos y legitimar los deseos de los mismos para devolverles su dignidad y liberarlos. Romper con las amarras físicas y morales que represalian al cuerpo.

14 El término HSH es una categoría utilizada por epidemiólogos y otros especialistas en el marco de la lucha contra el VIH/SIDA. Es una categoría exclusivamente comportamental, referida a los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH). Describe prácticas, pero no se refiere a una identidad sexual o la categorización de la orientación sexual; alude exclusivamente a personas con una actividad sexual, eventual o frecuente, homosexual. El Proyecto tiene alcance nacional, con multiplicadores y promotores en todas las provincias y en la mayoría de los municipios del país y tiene una importante incidencia en la labor sociocultural. (Avalos, S/A)

15 Que tiene en su ápice el estreno de “Fresa y Chocolate”, exitoso filme cubano que causaría un profundo impacto en la sociedad cubana por el tema abordado.

16 El término metrosexual fue creado en Inglaterra por Mark Simpson en 1994 y tiene como principal exponente al muy publicitado futbolista inglés David Beckham, protagonista de muchas de las portadas de la prensa rosa e ícono gay a pesar de su heterosexualidad. (Avalos n.d)

17 Término utilizado por los sociólogos de la educación. Ilustra las formas de discriminación sexista en la escuela transmitido de forma directa, como en los textos escolares, la división de especialidades y profesiones por sexo, tasas de participación de niñas y niños en diferentes asignaturas optativas.(Bonal n.d)

18 Término que utilizan los sociólogos de la educación para explicar la transmisión cultural de los estereotipos de género y la definición de los roles sexuales masculinos y femeninos. (Bonal n.d)

Final del extracto de 116 páginas

Detalles

Título
Sí a las identidades masculinas
Curso
Facultad de Ciencias Sociales, Departemento de Sociología
Autor
Año
2012
Páginas
116
No. de catálogo
V342246
ISBN (Ebook)
9783668324596
ISBN (Libro)
9783668324602
Tamaño de fichero
6037 KB
Idioma
Español
Citar trabajo
Daimé Cebrián Suárez (Autor), 2012, Sí a las identidades masculinas, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/342246

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