Extracto
Indice
1. Introducción
2. La historia de Chile entre 1970 y 1990
3. La vision sobre el régimen militar
4. La base de la educación chilena
4.1. El sistema educativo escolar chileno Hoy
4.2. El caso específico del ramo Historia, Geografía y Ciencias Sociales
5. Estudio de Magendzo y Toledo
6. Experiencias de docentes
6.1. Marina Donoso Rivas
6.2. Manuel Calcagni Rojas
7. Expertos y la enseñanza extracurricular
7.1. Alegría, Rojas y el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos
7.2. Cristian Gutiérrez y el Parque por la Paz Villa Grimaldi
8. Análisis de textos escolares
8.1. En primaria
8.1.1. Análisis
8.1.2. Observaciones
8.2. En secundaria
8.2.1. Análisis de subunidad 1
8.2.2. Análisis de subunidad 2
8.2.3. Análisis de subunidad 3 y fuentes hi stori ográficas
8.2.4. Observaciones
9. Encuestas a individuos entre 18 y 35 años
9.1. Metodología
9.2. Resultados y análisis
9.3. Observaciones
10. Conclusión
Apéndice
Bibliografía
1. Introducción
En esta tesis se investiga la memoria existente en la sociedad chilena en tomo a la dictadura cívico-militar que existió durante los años 1973 y 1990 en el país, poniendo como caso de estudio su enseñanza en los establecimientos escolares, tanto en la educación primaria como en la secundaria. Se ha tomado este caso porque se cree que la educación escolar representa la base fundamental del conocimiento en una población.
El término memoria, según la Real Academia Española, tiene diferentes definiciones. Para una mejor comprensión de a qué se refiere este trabajo en específico con esta palabra clave, se escogieron tres de ellas, las cuales son definidas por la misma organización en el Diccionario de la Lengua Española - Edición del Tricentenario (2014), expuestas en su sitio web dle.rae.es, de la siguiente manera:
1. f. Facultad psíquica por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado.
2. f. Recuerdo que se hace o aviso que se da de algo pasado.
3. f. Exposición de hechos, datos o motivos referentes a determinado asunto.
La primera definición es tomada en cuenta en este caso como una de carácter social y no necesariamente individual.
Se centra el trabajo en responder a las siguientes interrogantes: ¿Cómo se enseñan períodos históricos polémicos en los colegios de manera exitosa?; ¿qué dicen и opinan expertos en tomo a esto?; con esta información, ¿se les está otorgando a los alumnos el contenido de una manera adecuada?; y ¿qué significado representa la dictadura para la población en general y cómo siente que se le está enseñando?
Para poder comprender con qué tiene que ver el asunto en cuestión, se hizo una introducción dando cuenta de los hechos sucedidos durante los años de la dictadura y se dio a entender la visión actual del gobierno para captar si existe un paralelo entre esta y la manera en que se imparte en los colegios. Se realizó también una explicación de cómo funciona el sistema educativo primario y secundario en general y en el caso del ramo que abarca la materia, que se denomina en Chile “Historia, Geografía y Ciencias Sociales”.
Como base se utilizò un estudio similar del año 2009 escrito por Magendzo у Toledo. Mientras que los autores se fijan en el trato de los derechos humanos más que en la dictadura, se dio a entender que existe un paralelo entre ambas temáticas. Además, se comentaron y analizaron entrevistas realizadas a especialistas en el tema educativo, como a profesores e historiadores, que trabajan la materia dentro y fuera de las escuelas.
Luego de haber dispuesto de un marco teórico se comenzó a hacer el estudio cualitativo, el cual comprende de dos partes: la primera es el análisis en profundidad de libros escolares de primaria y secundaria, específicamente los fragmentos de estos que hacen alusión al tema. Se dio cuenta de la manera en que se imparte la materia poniéndole atención a diferentes puntos dentro del contenido, así como en la narrativa y la didáctica empleada. En el segundo, se presentaron y analizaron los resultados de encuestas realizadas a personas ya egresadas de los colegios, entre las edades de 18 y 35, con el fin de comprender en qué grado la escuela le ha servido a la población para entender y tener un pensamiento crítico acerca del asunto.
Diferentes términos son utilizados para nombrar al régimen estudiado, aunque se prefiere tanto “régimen” como “dictadura cívico-militar” por razones que se dan a entender dentro del contenido. Si bien no se hace uso de todas las maneras posibles para llamarlo, no se niega la validez de ningún otro nombre con el que se le conoce generalmente.
2. La historia de Chile entre 1970 y 1990
Para poder comenzar el estudio es esencial entender lo sucedido entre los años 1970 y 1990 en la historia de Chile. Para evitar algún tipo de manipulación de los hechos y para asegurarse de que la información concuerde con los acontecimientos históricos, se intentó usar fuentes de autores en cuya biografía no exista alguna participación o sensibilidad a nivel personal con los hechos. Esto es debido a que se intuye que, de modo contrario, se podría arriesgar a que la información utilizada pudiera ser susceptible a algún grado de alteración.
En los capítulos “Revolution and Reaction (1970-1973)” y “Pinochet in Power”, John Hickman, quien fuera embajador del Reino Unido en Chile, intenta relatar los hechos sucedidos en la época en su libro en habla inglesa News from the End of the Earth: A Portrait of Chile. Esta obra se escogió como referencia principal para los acontecimientos históricos de esta tesis.
Cuando Salvador Allende asumió el poder como presidente en Chile, en 1970, se debe tomar en cuenta que el mundo estaba pasando por un momento de movimientos de carácter izquierdista. Como ejemplos que menciona el autor, figuran los movimientos estudiantiles en Francia y la imagen de “culto” del Che Guevara. Allende entonces se vio como el resultado de una generación buscando transformaciones en los gobiernos (90).
El aquel entonces presidente abogó por “políticas constitucionales” y la “democracia pluralista”, nacionalizó los grandes sectores económicos, impuso una política de redistribución de ingresos y expropió terrenos siguiendo las labores que habría realizado su antecesor, Eduardo Freí Montalva. Si bien estas políticas no agredían su filosofía de cambio radical pacifista, contradictoriamente simpatizaba con grupos revolucionarios violentos, tales como el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). De hecho, sus guardaespaldas, que él denominaba Grupo de Amigos Personales (GAP), militaban en el MIR. Debido a problemas internos en su partido político, la Unida Popular (UP), y a la baja representación en el congreso, muchas de sus proposiciones no pudieron ser llevadas a cabo (91-92).
Tomando el panorama mundial de la guerra fría en ese entonces, es válido mencionar que la intervención estadounidense durante el mandato de Allende estuvo basada en la lucha entre la ideología capitalista y la comunista, sumada a la doctrina de Monroe de 1823: como señala la página web del Departamento de Estado de los Estados Unidos en history.state.gov, “Monroe outlined two separate spheres of influence: the Americas and Europe. The independent lands of the Western Hemisphere would be solely the United States’ domain. In exchange, the United States pledged to avoid involvement in the political affairs of Europe.”
Bajo la idea del capitalismo, el gobierno norteamericano, liderado por Richard Nixon, fijó varias reuniones con el empresariado del mismo país que ejecutaba actividades en Chile y que se veía económicamente afectado por las nuevas políticas con el fin de desestabilizar la economía chilena. Se suma a esto el debilitamiento del cobre, el cual dejó al país con una gran deuda externa. También la CIA en conjunto con la ITT, empresa norteamericana dueña de importantes medios de comunicación chilenos, se preocuparon, antes de las elecciones, de apoyar económicamente a la Democracia Cristiana (DC), partido político opositor a Allende (Falcoff 215).
Estados Unidos ha admitido y ha publicado documentos secretos en relación a este y otros acontecimientos coincidentes con los años concernientes a este capítulo en The National Security Archives. Se sugiere ingresar a nsarchive.gwu.edu para más información.
A las 8:50 de la mañana del día 11 de septiembre de 1973, la mayor parte de Chile se encontraba “en las manos de las fuerzas armadas” con el apoyo de la CIA y con el General Augusto Pinochet al mando, quien había sido nombrado jefe de las fuerzas armadas por el mismo Allende meses antes (Hickman 110). Allende, por su parte, murió ese mismo día; Algunos señalan que se suicidó y otros que murió durante los bombardeos del día 11, hoy se ha demostrado que fue efectivamente un suicidio. Más adelante en el libro se da cuenta de las reacciones internacionales al golpe de estado: fue visto en general como un “shock brutal”, pues a Chile se le veía como un país ejemplar en Latinoamérica que “cayó en la barbarie” con fascismo y “miles de personas [...] siendo arrestadas, torturadas y a veces ejecutadas sin ningún juicio”. Por el contrario, los partidos opositores en Chile vieron la situación como un éxito y la apoyaron (116).
Pinochet se impuso como Jefe Supremo y luego como Presidente desde 1980 hasta 1990, el primero, habiendo sido el año en que se aprueba la constitución que rige hasta hoy en Chile. Más allá de los cambios sociales y políticos que realizó Pinochet, también se cuentan los económicos, los cuales con la ayuda de los denominados “Chicago Boys” convirtieron al país en una sociedad de libre mercado. En 1988 se realizó un plebiscito para prolongar o no la estadía de Pinochet en la presidencia. El “No” ganó, y es así como en 1990 se asume como presidente a Patricio Aylwin; después de 16 años y medio de dictadura militar, se inicia el período de transición a la democracia {BBC Mundo “Pinochet: una larga vida”). Se destaca aquí que después de un gran número de años se volvió a ver una época en la que existió una participación ciudadana y la consolidación de partidos políticos opositores al régimen de Pinochet.
En cuanto a la educación, “el gobierno militar tuvo injerencia en cuanto a la puesta en marcha de la ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (Loce), que fue promulgada el 10 de marzo de 1990, sólo un día antes que el ex mandatario dejara el poder” (Matus M., “Loce, la última ley del régimen”). En este mismo artículo se cita al entonces secretario regional ministerial de Educación, Albán Mancilla, quien dijo durante sus funciones en el año 2006 que en los tiempos de la dictadura fue cuando se perdió la calidad en la educación en Chile, lo que posteriormente ha implicado desafíos. Además, también se cita a Boris Segovia, quien agrega que “la promulgación de la Loce transformó a la educación en un ente comercial”. Con estas aseveraciones se puede hacer un paralelo entre la economía instaurada y la educación. Se podría concluir de esto que la importancia que cumple la educación privada en el país tiene gran parte de sus raíces en lo aquí recién expuesto.
Hasta el año 2011 se habló de un número mayor a 40.000 en cuanto a la cantidad de víctimas que dejó la dictadura, entre los años 1973 y 1990, de los cuales más de 3.000 fueron ejecutados o tienen el estatus de desaparecidos, relata Manuel Délano en un artículo del diario español El País (“Chile reconoce a más de 40.000 víctimas de la dictadura de Pinochet”, 20.08.11).
3. La visión sobre el régimen militar
Desde el inicio de la época de transición a la democracia, le ha sido difícil tanto al gobierno de Chile como a la gente conciliar una manera específica para referirse a la época dictatorial. En la educación, esta historia no es diferente. Fue en 2012 cuando durante el mandato del entonces presidente Sebastián Pinera se suprimiera de los libros escolares la palabra “dictadura” por “régimen militar”, haciendo de este tema un debate con polémica a nivel internacional y que luego de algunas semanas el Consejo Nacional de Educación de Chile revocó, tal como indica el artículo “La ‘dictadura’ vuelve a los Libros de Texto de Chile” de elmundo.es. El artículo agrega además que de los más de 700 exmilitares que estaban siendo investigados hasta el año 2012, solo 250 habrían sido condenados y de ellos, 50 con pena de cárcel.
El 27 de septiembre de 2016 se aprueba en la cámara de diputados, con 69 votos a favor, 23 en contra y 6 abstenciones, la resolución número 712 que establece que Pinochet fue el “gobernante más violento y criminal que haya tenido Chile en su historia” y que fue “dictador, artífice de un aparato terrorista de Estado”. Se agrega que al haber enviado a asesinar a alguien se le caracteriza como un asesino (González).
Debido a que el gobierno de Chile ha sido representado en diversas ocasiones por diferentes partidos con perspectivas políticas distintas, debería agregarse a este punto que esta discontinuidad política ha hecho difícil tener una sola mirada oficial hacia la época en cuestión, dejando hasta hoy el debate abierto. Sin embargo, como se ve en los ejemplos mencionados anteriormente, ya se le puede llamar al gobierno de Pinochet “dictadura”, sin que ello genere oficialmente alguna duda o queja, aun cuando todavía provoque polémica.
Para efectos de esta tesis se entenderá que el trato crítico sobre la época dictatorial es un proceso que ha ido cambiando y que, por ende, podría representar también una diferencia importante en relación a la comprensión y valorización de ella por parte de los docentes y del alumnado a través del tiempo y de las distintas generaciones.
4. La base de la educación chilena
4.1. El sistema educativo escolar chileno hoy
La educación en Chile se rige por la Ley número 20.370, llamada Ley General de Educación (LGE). Esta sustituyó a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (№ 18.962) en la segunda mitad del año 2009. Copias de ambas leyes pueden ser encontradas en el internet, en la página web de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile leychile.cl, de donde pueden ser bajadas en formato PDF para su análisis.
La LGE estipula:
La educación es el proceso de aprendizaje permanente que abarca las distintas etapas de la vida de las personas y que tiene como finalidad alcanzar su desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual, artístico y físico, mediante la transmisión y el cultivo de valores, conocimientos y destrezas. Se enmarca en el respeto y valoración de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, de la diversidad multicultural y de la paz, y de nuestra identidad nacional, capacitando a las personas para conducir su vida en forma plena, para convivir y participar en forma responsable, tolerante, solidaria, democrática y activa en la comunidad, y para trabajar y contribuir al desarrollo del país. {Ley 20.370, “Artículo 2”)
Se coloca para este trabajo especial énfasis en “se enmarca en el respeto y valoración de los derechos humanos”, tomando en cuenta que, al crear la ley, no se dejó de lado mencionar que es uno de los valores importantes a traspasar a nuevas generaciones, que, en el caso de Chile, tendrían que entonces mencionar la dictadura cívico-militar como claro ejemplo de quiebre de los derechos humanos. Cuando se recalcan los objetivos del “ámbito personal y social” del estudiante de educación media, es decir de la secundaria, se acentúa esto, agregando “Conocer y apreciar los fundamentos de la vida democrática y sus instituciones, los derechos humanos” (“Artículo 30°”).
La ley habla sobre la comunidad educativa, y con respecto a los docentes se mencionan sus obligaciones como tales:
Por su parte, son deberes de los profesionales de la educación ejercer la función docente en forma idónea y responsable; orientar vocacionalmente a sus alumnos cuando corresponda; actualizar sus conocimientos y evaluarse periódicamente; investigar, exponer y enseñar los contenidos curriculares correspondientes a cada nivel educativo establecidos por las bases curriculares y los planes y programas de estudio; respetar tanto las normas del establecimiento en que se desempeñan como los derechos de los alumnos y alumnas, y tener un trato respetuoso y sin discriminación arbitraria con los estudiantes y demás miembros de la comunidad educativa. (“Artículo 10°c”)
Un aspecto del citado artículo que es relevante para este estudio, es que el profesorado, por mandato legal, tiene el deber de impartir lo que establece el programa educacional del Ministerio de Educación, aunque se agrega en el punto “f ’ que los sostenedores de establecimientos educacionales “tendrán derecho a establecer planes y programas propios en conformidad a la ley”.
El Ministerio de Educación es el responsable de idear “planes y programas de estudios” para los años de educación básica y media. Estos deben ser a continuación o aprobados o reprobados por el Consejo Nacional de Educación. Por su lado, los establecimientos educacionales que deseen tener un plan de estudio individual deberán enviar este al Ministerio de Educación; este dictaminará si es adecuado o no (“Artículo 31o”).
Las enseñanzas básica y media, tienen ambas una duración de 6 años (“Artículo 25”). Los grados son contados desde 1° a 8° básico, incluso si 7° y 8° básico pertenecen a la educación media; y los años 9° a 12° son llamados 1° a 4° medio. En el artículo 8° de las disposiciones transitorias a la ley se añade que este sistema será modificado.
El resto de los artículos presentes en la ley articulan, entre otras cosas, la importancia de la calidad, pluralidad, tolerancia en establecimientos escolares, y señalan que tanto la educación básica como la secundaria son gratuitas y obligatorias y que es el Estado el responsable de asegurar esto.
4.2. El caso específico del ramo Historia, Geografía y Ciencias Sociales
Trascendental es entender qué filosofía aplica el gobierno de Chile en el ramo específico de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, como es llamado oficialmente. En la página web manejada por el Ministerio de Educación curriculumenlineamineduc.el se pueden apreciar los principios que se le aplican a esta asignatura tanto en la educación primaria como secundaria, aquí se pueden encontrar los programas del Ministerio de Educación y las bases curriculares. En relación a la educación secundaria se cita:
El sector Historia, Geografía y Ciencias Sociales tiene por propósito desarrollar en alumnos y alumnas conocimientos, habilidades y disposiciones que les permitan estructurar una comprensión del entorno social y su devenir, y les orienten a actuar crítica y responsablemente en la sociedad, sobre la base de los principios de solidaridad, pluralismo, cuidado del medio ambiente, valoración de la democracia y de la identidad nacional. El currículum del sector promueve aprendizajes que les signifiquen un aporte para enfrentar los desafíos que les impone su existencia en un mundo que cambia aceleradamente y que es cada vez más complejo e interconectado. (Curriculumenlineamineduc, “Educación Media - Historia, Geografía y Ciencias Sociales”)
Los objetivos que se promueven en la educación básica o primaria son que el alumno consiga una “conciencia del entorno”, la “formación del pensamiento histórico”, “valorización y aplicación de los métodos de las Ciencias Sociales”, “formación del pensamiento geográfico”, “desarrollo de competencias ciudadanas”, “respeto y valoración de la diversidad humana”, poniendo énfasis en la descripción que el foco del programa es la identificación del alumno dentro de un contexto social, así como el de la comprensión de la existencia de otras sociedades. (“Educación Media - Historia, Geografía y Ciencias Sociales”).
Es elemental para este estudio entonces manifestar que el Ministerio de Educación de Chile pone al pluralismo y respeto por la democracia como una de las bases educativas. Al aseverar esto, se debe pensar que es indispensable por lo tanto pasar la temática de la dictadura cívico-militar. La actualización de 2009 de los Objetivos Fundamentales y Contenidos Obligatorios de la Educación Básica y Media del Ministerio de Educación menciona como obligación pasar los contenidos de dictadura en 6° básico (217) y en 3° medio (236).
En el 6° año se promueve el aprendizaje de distintos puntos de vista sobre lo sucedido con la base del aprendizaje que se debió haber adquirido el año anterior, 5° básico, donde se enseñan los principios de los derechos humanos. Vale destacar que no se trata de una subunidad propia; trata sobre el período de tiempo entre finales del siglo XIX y finales del siglo XX. En sí, la unidad cubre el 25% de la asignatura en ese curso y solo una fracción de ella consiste en aprender sobre la época de la dictadura (1curriculumenlineamineduc, “Historia, Geografía y Ciencias Sociales 6° básico”). Se vio en las entrevistas que vienen en los próximos puntos a tratar, que una buena explicación de por qué no se trata al tema con gran envergadura es por la corta edad que tienen aún los alumnos.
En 3° medio se aborda el tema de la dictadura y de sus consecuencias, así como de la democracia, durante un semestre completo en las unidades 3 y 4, correspondientes a “El quiebre de la democracia y la dictadura militar” y a la “Recuperación de la democracia y transformaciones políticas, sociales y culturales: Chile desde la década de 1990” respectivamente, tal como dice el programa de estudio de este curso, nombrado en la bibliografía (35). Si tomamos en cuenta que desde 1° medio a 4° medio hay un total de 8 semestres (los semestres no se dividen en espacios temporales igualitarios), se debe constatar que para el Ministerio de Educación y para el Consejo Nacional de Educación, dedicarle a este tema alrededor de un octavo del tiempo se cataloga al asunto como uno de alta importancia. En la unidad 3 se dedica a impartir conocimientos sobre los años comprendidos entre 1970 y 1990: es decir, desde el período de la Unidad Popular hasta la dictadura cívico-militar de Pinochet, incluyendo el golpe de Estado de 1973. Se hace referencia a que debe ser enseñado, entre otras cosas, mediante diferentes fuentes que propongan distintas interpretaciones a través de un pensamiento crítico e individual para lograr “que comprendan la importancia de mantener viva la memoria histórica, defender incondicionalmente los Derechos Humanos, profundizar nuestra democracia y respetar las opiniones distintas de las propias en un marco de diálogo” (178).
5. Estudio de Magendzo y Toledo
Abraham Magendzo Kolstrein y María Isabel Toledo Jorré publicaron en conjunto en el año 2009 Educación en derechos humanos: Curriculum historia y ciencias sociales del 2 o año de enseñanza media, subunidad “régimen militar y transición a la democracia, el cual contiene un estudio de carácter cuantitativo. Como se trata de un trabajo con una antigüedad de unos 7 años, se debe tener presente que la situación actual ha cambiado: por ejemplo, el artículo se publicó cuando aún estaba en práctica la LOCE y cuando esta materia se impartía en 2° medio. No obstante, el profesorado no pudo haber cambiado drásticamente la metodología usada.
Por ende, los resultados arrojados pueden ser usados como objeto de análisis y guía para este estudio. Se hace alusión al nexo que existe en Chile para tratar la cuestión en la educación (143), es decir de los derechos humanos con la dictadura, adjudicando así que se puede hacer un paralelo entre este trabajo y el estudio de los autores, ya que se refieren a la misma unidad, pero teniendo claro que la temática no es exactamente la misma.
Confirmando parte de la tesis planteada en esta investigación, la educación de las unidades disputadas “constituye una manera ética que tiene como intención primordial perpetuar la memoria y contribuir al ‘Nunca Más’” y “facilitan la comprensión de la realidad que les toca vivenciar y entrega una mirada de futuro más esperanzadora” a los estudiantes (144).
En el año 2006, los autores determinaron, a través de encuestas tanto a estudiantes como a profesores que, entre aquellos resultados que son importantes para este trabajo, alrededor del 50% de los colegios pasaba los contenidos sobre derechos humanos; que la mayoría de los profesores tendía a tener un pensamiento político más de izquierda; que un alto número, no superior al 50% de los docentes, tenía alguna relación con alguna víctima de la dictadura; y que el interés de los estudiantes en aprender la materia era alto. Magendzo y Toledo agregaron que los docentes se quejaron por la falta de material para pasar la materia (151-152).
6. Experiencias de docentes 6.1. Marina Donoso Rivas
Debido a que la profesora Donoso trabaja en un establecimiento escolar privado, el tema del régimen cívico-militar no debe ser asignado a los cursos específicos que regula el programa de educación del gobierno. En este colegio en específico se decidió que sería parte de los cursos de 7° básico, 2° medio y 4° medio. Con esta aclaración, se podría deducir que en dicho colegio la temática tiene mayor importancia que en otros casos, puesto que se ve tres veces en vez de dos.
Donoso explica que, durante los primeros años posteriores a la dictadura, este no fue un tema a tratar en el establecimiento educacional. Luego de varias discusiones en torno a cómo enseñar un tema sensible como este, el profesorado del colegio en ese entonces decidió, entre los años 1997 y 1998, comenzar a abordarlo incluso antes de que se incluyera como parte del programa ministerial. Por eso, cuando el colegio comenzó a enseñar esta parte de la historia de Chile, no había material oficial que se pudiera usar para hacer las clases.
Actualmente, debido a la cronología con la que se trabaja el tema, por ser de carácter contemporáneo, queda siempre en las últimas hojas de los libros de texto, lo cual conlleva a que muchas veces, por la restricción de tiempo que tiene un semestre, no se alcanza a enseñar. Como el sistema de enseñanza es flexible en los colegios particulares, estos pueden decidir si abordar las materias cronológicamente o temáticamente. En el caso de la profesora Donoso, menciona que en el nivel de 2° medio la historia nacional se ve temáticamente, lo que ayudaría, entre otras cosas, a que la falta de tiempo no sea razón para no referirse al tema.
En torno al interés que existe de parte de los alumnos al respecto, dice la docente que este es alto porque existe una cercanía personal, ya que los padres o abuelos vivieron esa época. “La escuela es un buen lugar de tratar el tema”, señala, y agrega que “en la historia no hay ningún conocimiento objetivo”, en el aula uno “tiene la posibilidad la abrir la discusión sin la emocionalidad que puede generar una familia de detenidos- desaparecidos o de derecha”.
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