La lectura a través de los dispositivos digitales y los formatos impresos entre jóvenes de preparatoria de Xalapa 2016

Percepción de lectura a través de un enfoque sociológico


Tesis, 2016

161 Páginas, Calificación: 10


Extracto


ÍNDICE.

INTRODUCCIÓN

Capitulo I. La lectura como problemática social en un mundo de las nuevas tecnologías
1.1. Panorama de la situación de lectura y desarrollo tecnológico
1.1.1 Aproximación a escala global
1.1.2. En el caso de América latina
1.1.3. Situación actual en México
1.1.4. Aproximación en el estado de Veracruz y Xalapa
1.2. El significado de la lectura en la comunidad desde la mirada de los jóvenes

Capitulo II.- Nociones para comprender el fenómeno de la lectura
2.1. Antecedentes
2.2. Socialización a través de la lectura
2.2.1. Prácticas de la lectura en los jóvenes
2.3. El libro en el contexto social y su transformación
2.4. El internet y el libro electrónico desde el contexto de las nuevas tecnologías
2.5. El papel del internet en la socialización y la práctica lectora
2.5.1. La televisión y la lectura de imágenes
2.6. Los dispositivos electrónicos y su representación en torno a la lectura

CAPITULO III.- Hacia una metodología para el estudio de la lectura en preparatoria
3.1. Tipo de investigación
3. 2. Metodología del estudio
3.3. Tratamiento de las muestras
3.4. Variables
3.5. Población y muestra
3.6. Instrumento de recolección de datos
3.6.1. Cobertura de los instrumentos
3.6.2. Cobertura temática
3.6.3. Método de instrumentos

CAPITULO IV.- La lectura y el uso de dispositivos electrónicos en los jóvenes en Xalapa
4.3. Dimensión sociodemográfica
4.4. Dimensión socioeconómica
4.5. Consumo y aprovechamiento de los dispositivos electrónicos
4.6. Hábitos concretos sobre la lectura
4.7. Fomento por parte del contexto social
4.8. Experiencias y percepciones sobre la práctica lectora

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFIA

ANEXOS

Agradecimientos

Para mis abuelos y mis tíos maternos, especialmente para Israel García, quien con su motivación para la lectura y consejos personales, me impulsó a concluir mis estudios de licenciatura.

Para mi asesor de tesis por su esfuerzo y dedicación para ayudarme a concluir mi trabajo.

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo fue realizado con la intención de conocer los diferentes elementos integradores, que influyen en las formas de leer de los jóvenes de preparatoria de Xalapa en el sentido de las prácticas lectoras de manera impresa y digital a través de los dispositivos electrónicos como parte de un contexto socio-cultural, en donde se hace un esfuerzo por intentar mostrar los aspectos más destacables en cuánto a la importancia de la lectura.

A partir de una necesidad por revelar el panorama de la situación lectora en nuestra capital con respecto a su significado y el significado de las tecnologías para la vida cotidiana de los jóvenes, surge una pregunta importante: ¿El contexto sociocultural define o moldea el interés y las formas de leer a través de los dispositivos digitales o los formatos impresos entre los jóvenes de preparatoria en Xalapa?

Para resolver esta interrogante, es fundamental comenzar a indagar por el problema de la lectura como consumo cultural, a partir del cual se necesita especificar que la práctica va diferenciándose entre las obligaciones escolares y necesidades del contexto social. Es aquí donde toma fuerza y significado, desplazando la cuestión lúdica. Se generan algunas contradicciones entre las representaciones de textos digitales –como los soportes tecnológicos– y los textos impresos –principalmente los libros-.

De acuerdo al contenido de la presente investigación, se intentan responder poco a poco las siguientes cuestiones en el sector de la población de interés:

- ¿Qué dispositivos digitales influyen su práctica lectora?
- ¿Qué tipo de motivación provoca el contexto social en el que viven los jóvenes en su familia, escuela y biblioteca con respecto a la práctica de la lectura?
- ¿La importancia de la lectura y el libro cambia para ellos en su contexto sociocultural?
- ¿Cómo es el contexto social que condiciona las prácticas lectoras con relación a los dispositivos digítales?

Los cuestionamientos planteados anteriormente, se deberán ir resolviendo con argumentos que parten de una hipótesis formulada de manera general y la cual confirmará mediante el trabajo si es cierto o en qué medida. A través del contexto sociocultural, se pueden diferenciar formas o elementos preferentes de la lectura, tanto en los dispositivos digítales como los formatos impresos entre los jóvenes de preparatoria en Xalapa.

Las siguientes hipótesis nos irán dirigiendo la mirada de nuestros propósitos con respecto al trabajo:

- Existe una relación entre la influencia de la escuela, la familia y la biblioteca en las formas e interés de lectura de los jóvenes de preparatoria en Xalapa.
- Los jóvenes de preparatoria tienen un sentido de apropiación diferente en cuanto al interés por leer a través de dispositivos electrónicos y formatos impresos.
- Hay una influencia en el contexto social del libro por parte de su transformación en el medio digital, lo cual cambia su sentido de percepción como objeto y en relación a su contenido.
- La importancia de la lectura es diferente ante la era de los dispositivos electrónicos en los jóvenes de preparatoria.

Continuando entonces con el tema de los jóvenes jalapeños, es necesario partir de sus interpretaciones con respecto a la lectura dentro de un mecanismo integrador a partir de elementos que le dan un valor de acuerdo a la comunidad donde se desenvuelven intelectualmente. Mediante un ejercicio de reflexión, se debe considerar que Xalapa y los jóvenes estudiantes en esta parte del territorio, funcionan como parte ejemplar de la realidad en nuestro país. Es por eso, que a partir de una recolección de datos como los mostrados a continuación en el capítulo I –como parte explicativa del problema de la lectura–, se demuestra el posicionamiento del país ante diferentes resultados a nivel mundial en el sentido de desarrollo sobre las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC´s) así como el significado del alfabetismo y el analfabetismo, pero más recientemente el llamado iletrismo como parte de una problemática social.

Es importante destacar la consideración de haber utilizado algunos datos de diversas investigaciones realizadas por especialistas en el tema sobre la lectura en diferentes ámbitos pero que también intentan reflejar el lugar que ocupa México con respecto a la lectura en los resultados de las muestras obtenidas. Por decir alguna instancia, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), destaca que no por encontrarse en un lugar avanzado en cuanto a las TIC´s, se deja a un lado la importancia de las competencias lectoras. Se menciona, por ejemplo, en algunas de las investigaciones que el país de Alemania –por decir alguno de los más participativos en el sentido de la lectura– vincula el sentido de leer no sólo en el contexto escolar, sino también familiar, laboral, cultural e involucrado con la aparición del internet, cuyos esfuerzos intentan ser efectivos en diversos rangos de edad.

Mientras que en el mundo México no tiene tanta presencia en el ámbito lector, como parte de su lugar dentro de América Latina, intenta participar dentro de una red para el fomento del libro llamada Centro Regional Para el Fomento del libro (CERLALC), para trabajar en el aumento de la productividad y desarrollo económico, involucrando como principal enfoque la práctica de la lectura desde una visión de participación ciudadana. Aquí sólo toman en cuenta la importancia del fomento a la lectura mediante la manera tradicional de textos impresos, sin embargo, en Argentina –por decir un ejemplo–, en los resultados mostrados mediante sus encuestas de consumos culturales, se puede encontrar una relación entre el tipo de lectura practicada entre los jóvenes, ligada a el lenguaje de imágenes y su consumo a través de la digitalización, característica también posible en encontrar entre algunos Jóvenes de Xalapa, Veracruz.

Ahora, ejemplificando la realidad de nuestro país con respecto a los resultados realizados por diferentes instancias interesadas, tanto por el desarrollo del consumo o acceso a los dispositivos electrónicos o lo que es lo mismo, las TIC´s y el internet así como la práctica lectora, desde el 2003, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) le da una calificación a la comprensión de lectura sobre instrucciones y habilidades sencillas a los estudiantes de secundaria y preparatoria, de 422 sobre una escala de 500, mientras que, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (CONACULTA) se interesa también por la cuestión de acceso a la lectura entre géneros y edades, donde el sector destacado varía entre rangos de mujeres y hombres de 18-22 años o 12-17 para sus mediciones. Se puede también destacar el tipo de consumo escrito en cuanto a los géneros, ya sea literarios o de interés personal, así como sus gustos específicos por la lectura, matizando que se lee más entre los 12-14 años y va disminuyendo la práctica conforme aumenta la edad (Rodríguez, 2010).

Para ejemplificar otros resultados por parte del CONACULTA con respecto al sentido de las TIC´S en nuestro país, pero en cuanto a los mismos intereses entre géneros y edades, se revela que existen brechas aun pequeñas de diferenciación entre el consumo de estas tecnologías más a favor del sexo masculino que femenino, dato interesante que se puede visualizar en Xalapa con los jóvenes, como veremos más adelante.

Continuando con el estudio del CONACULTA, se interpretaba también que, entre más escolaridad y nivel socioeconómico, el uso de internet y computadoras aumenta, característica que también se puede ver más adelante en la investigación realizada sobre Xalapa. Se muestra una relación entre los resultados del CONACULTA con nuestro objeto de estudio, en tanto que la población juvenil que estudia, utiliza la computadora para sus trabajos escolares pues se considera en la actualidad una herramienta indispensable, aunque un 50.4% de la población estudiantil la utiliza para distraerse (Rodríguez, 2010), pero también se debe tomar en cuenta el mismo análisis para el uso de los demás dispositivos electrónicos como celulares, tabletas, consolas de videojuegos e inclusive la Televisión.

Los resultados de estudios realizados por otro lado, por la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) reveló en 2008, que los hombres utilizan más el internet que las mujeres y el consumo de teléfonos celulares se encuentra principalmente entre los 19-24 años, dato interesante para comparar en la actualidad con los resultados obtenidos con las pruebas de encuesta como veremos más adelante, puesto que la población considerada tiene teléfonos celulares a pesar de pertenecer a rangos de edad menores y sí antes sólo la tercera parte de los consumidores de celulares tenía acceso a internet, en nuestra población de estudio éste rasgo es más amplio (Rodríguez, 2010).

Recapitulando los resultados arrojados en 2008 por el AMIPCI, se puede destacar uno de los diferentes programas implementados en México un año posterior, denominado “Programa Nacional para la Lectura y el Libro”, que no mostró resultados concretos pero si reveló un constante aumento en el consumo del internet, al punto de revelar que a partir de los 6 años, la sociedad principalmente urbana con una cifra de 27.6 millones y 4.9 millones de personas en zona rural, mayormente hombres, se convirtieron en internautas visiblemente entre los 12-19 años. Sin embargo, la cuestión de analfabetismo no desaparece, según cifras de la UNESCO y se muestra relacionada con el proceso de deserción escolar entre los niños y jóvenes (Rodríguez, 2010).

La Secretaria de Educación Pública (SEP), revela también estudios en años posteriores sobre la tasa de niveles escolares y la cantidad de alumnos inscritos en la secundaria y como disminuye al pasar al bachillerato y así sucesivamente hasta llegar a la universidad. También como parte de la medición de resultados obtenidos entre estos sectores estudiantiles, ENLACE muestra los niveles insuficientes de habilidad lectora, queriendo decir entonces, que a pesar de estar en una escuela aprendiendo sobre el desarrollo de comprensión de la práctica de lectura, esto no es garantía de un buen aprendizaje en México. Es preciso agregar que en 2012 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reafirma los bajos resultados obtenidos en las pruebas antes mencionadas, posicionando a nuestro país como el penúltimo de entre 108 naciones sobre el índice de lectura, y capitulando que en promedio el número de libros –por ser un ejemplo de objeto cuantificable de entre otros materiales de texto– es de 2.8 por año y la razón de ello, se debe a que el 41% de la población dedica el tiempo libre a ver televisión más que a leer. En cuanto a los jóvenes de 12-17 años, al 30% no le agrada leer, mientras que el 61% manifiesta no tener tiempo y un 48% jamás ha acudido ni siquiera a una biblioteca (Villamil, 2013).

En los resultados más recientes por parte de la prueba PISA, realizada en 2015, se sigue percibiendo una insuficiente eficiencia para mostrar de manera cuantificable la realidad de nuestro país. Sin embargo, dentro de los datos que se pudieron obtener a una cobertura de estudiantes entre secundaria y preparatoria, México está en un lugar un poco bajo a nivel mundial e intermedio con respecto a América Latina, pero los resultados para nuestro país, muestran que sólo un 59% de los estudiantes logran aprendizajes mínimos en lectura. (Rodríguez, 2016)

La visión que nos pueden aportar diversos datos sobre la realidad de nuestros días con respecto a los jóvenes de Xalapa, se debe encaminar a integrar también el contexto histórico sobre la concepción de la lectura, que era considerada como una actividad profesional y terminó convirtiéndose en una práctica obligatoria ciudadana al igual que la escritura, pero con ello, surgen problemas de su alcance y extensión a toda la sociedad.

Los procesos sobre el modo de leer se van adaptando a la construcción de las necesidades sociales y las circunstancias que le van dando sentido. En el entorno social del joven de preparatoria en Xalapa, se puede ver un intento por democratización de la lectura en sus aulas a través de la comprensión de letras, palabras y composiciones. La sociología de la lectura se interesa mucho por este tema y los problemas relacionados a la cultura de la lectura, así como la manera de socialización, representaciones y valores atribuidos, sin embargo, también lo hacen muchos pensadores a través de ciencias interdisciplinarias como la bibliopsicologia1, desde una perspectiva más individual tanto del lector como del escritor de textos y el iletrismo.

Los problemas de comprensión lectora y, por ende, el interés en los jóvenes, se encuentran asociados a la responsabilidad o incapacidad atribuida en su entorno familiar como una de varias estructuras integradoras de su identidad. El iletrismo es un hecho que denota el pensar a la escolaridad o aprendizaje básico de la lectura como algo propio de las aulas a pesar de no ser así.

El iletrismo es una situación que debe superarse a través de la lectura, pues representa un carente consumo del capital cultural y cuyo valor simbólico se debe incorporar al joven estudiante para formar parte de su integración en las etapas de socialización, siendo una herramienta necesaria en su camino a la madurez y desarrollo como individuo. Para ello deben saber distinguir entre el consumo de buena literatura y moda literaria dentro del cual se encuentran bombardeadas las nuevas generaciones con novelas, textos o literatura mediática, para su cohorte generacional.

El problema entonces puede ir sobre el sentido de que nuestro país y específicamente Xalapa, tiene analfabetos debido a la inexistencia de escolaridad básica para algunas personas, pero lo más importante para el trabajo es notar la cantidad de población iletrada, que a pesar de su escolaridad básica no se produce como lector en el sentido pleno, sin embargo, nos enfocaremos en los alumnos que, a pesar de asistir a una preparatoria, tienen problemas relacionados al iletrismo por su desmotivación para la lectura.

Los gustos sobre ciertos textos o el interés de la lectura principalmente se pueden deducir de acuerdo al joven y los contextos sociales, cuyos elementos entran en juego sobre criterios de pertenencia en su entorno étnico, cultural, familiar, sexual o de experiencias.

Dentro de la socialización a través de la lectura, es un poco complejo poder comprender la representación social del libro o los textos como un objeto de dimensión material frente a las innovaciones de saberes y el incremento de información cada vez más desproporcionado. Se podría contrastar a partir de los dispositivos electrónicos, la gradual desigualdad o diferencias entre los jóvenes, con respecto a la certidumbre sobre su futuro en el sentido de capital cultural y desarrollo profesional, donde el internet y los recursos que conducen a este son más importantes.

Dentro de una construcción de significados y sentidos entorno a la lectura, la tecnología les proporciona a los jóvenes soportes para la práctica en un espacio digital dónde ellos son los principales consumidores, pero también los formatos impresos siguen siendo muy importantes, aquí influye el contexto de espacio y tiempo frente a su interiorización de necesidades con respecto a la literacidad.

En cuanto al libro como objeto de lectura, se encuentra ante un momento de transición sobre su formato que puede afectar las formas de leer en los jóvenes, esto debido a la adaptación más fácil para ellos del entendimiento de lenguajes a través de los dispositivos electrónicos, el internet y la televisión que le dan importancia a las imágenes. En ese mismo sentido, las maneras de reproducción de la lectura también cambian y con ello las necesidades de reafirmación de un significado legítimo en cuanto al uso de las nuevas herramientas tecnológicas que difuminan la percepción social tal y como se concebía en generaciones anteriores.

Los procesos de comprensión escrita, a través de la lectura empiezan en los jóvenes con la identificación de los símbolos impresos o digitales donde descubren la intencionalidad o el mensaje de los autores y esto reconfigura su pensamiento o conducta. La biblioteca, al igual que la escuela o la familia, debe tomar presencia de un papel importante sobre la influencia de la lectura mediante su espacio y maneras que se adapten a la transición lenta entre los libros físicos y digitales, pues las editoriales van tomando acción al respecto de las obras digitales, encargándose de producir principalmente libros o textos para el consumo masivo, aunque con ello puedan aportar un poco al sentido del iletrismo. Sus intenciones pueden producir una forma de iletrismo al proporcionar literatura de baja calidad para un amplio consumo.

Ante las desventajas y ventajas de los libros electrónicos o los libros impresos, se van diferenciando también las maneras de percepción sobre la lectura rápida, económica –en el sentido monetario, de tiempo y espacio– o la permanencia del papel como rescate de la memoria histórica, mientras que los periódicos y revistas también comienzan a formar parte del nuevo concepto de tecnologías.

La aparición de la computadora e internet, ha provocado la apertura a nuevas posibilidades sobre la manera de lectura y su relación con lo escrito, donde la velocidad es considerada como una ventaja para nuestros días, pero esta situación ¿podría provocar la decadencia de un interés real en las lecturas profundas a partir de este medio?

El internet es un fenómeno que se convierte en uno de los principales constructores de identidad y significado de consumo cultural entre los jóvenes Xalapeños, provocando cuestionarnos sobre la conciencia crítica de acuerdo a su inmersión por los textos o libros digitales de calidad. Se producen contradicciones entre las prácticas letradas y su alejamiento por las maneras convencionales sobre la búsqueda de información o conocimiento. Entre la familia, como facilitadora de los objetos tecnológicos y la escuela como reforzadora de estos, se olvida a veces que las prácticas de lectura están siendo relevadas y se asientan dentro del imaginario colectivo de los estudiantes de preparatoria de Xalapa, donde se visualiza la disposición en la que utilizan las herramientas electrónicas como recursos para mejorar sus competencias escolares, comunicativas o lúdicas.

Es interesante analizar en qué medida el internet y las nuevas tecnologías van conformando parte de un espacio complementario de nuestra realidad, a través de la virtualidad y los diferentes factores que se encuentran mediando cada una, tomando a ambos como oportunidades de acceso a los jóvenes, a la información y con ello el ejercicio de la práctica lectora consciente.

Los medios de comunicación también juegan un rol a través de las tecnologías que condicionan la realidad de los jóvenes principalmente. La televisión es un medio más poderoso que la prensa escrita, pues influye en el consumo cultural en diferentes sectores de la sociedad y se basa principalmente en el lenguaje de imágenes para transmitir sus mensajes de intencionalidad a diversas formas de concebir la lectura. La imagen va de la mano con la palabra escrita, formando parte integral en los discursos de moldeamiento de identidad de los jóvenes. Al igual que los textos se producen a través de los dispositivos, la imagen también se produce a partir de la red y la televisión. Las imágenes bombardean la vida cotidiana del joven por ser un elemento más digerible que el texto, situación que va compitiendo con la cultura escrita.

Entonces, el libro y la lectura son representaciones del pensamiento, con significados y contextos diferentes de acuerdo al entorno socio-cultural e histórico tanto de los productores cómo de los receptores –los jóvenes–, que se encuentran en relación con las Tecnologías de la información y la comunicación como recursos para la práctica lectora. Se va delineando en el comportamiento de la lectura cierto significado, adquirido de acuerdo a la preparatoria donde estudian los jóvenes y su entorno inmediato en nuestra comunidad de estudio.

Capitulo I. La lectura como problemática social en un mundo de las nuevas tecnologías

1.1. Panorama de la situación de lectura y desarrollo tecnológico

En Xalapa se vive una situación cultural de reconfiguración de la forma de lectura en los jóvenes, influida en parte por los soportes electrónicos y el internet. Es un poco complejo comprender como los dispositivos tecnológicos marcan una clara diferencia entre la manera convencional de lectura y su significado tanto en un contexto social como de desarrollo. En este caso, el problema de interés va en el sentido del lenguaje escrito por lo cual abordamos la siguiente afirmación de McGinitie (1996, Pág. 52) donde dice que “El lenguaje escrito es especifico tanto en lo cultural como en lo contextual”.

Como ejemplo de una referencia al sentido contextual, la lectura es una práctica principalmente concebida como propia de las obligaciones escolares la mayoría del tiempo, por eso es difícil tener un gusto personal de ella. Esta es una cuestión inculcada por la misma institución a través de los diferentes programas que se han implementado a lo largo del tiempo en el país, en el estado y en nuestra capital y que no contempla tanto la lectura como una actividad lúdica, además de no incluir las diferentes contradicciones surgidas a partir de la era digital y los soportes para llegar a esta.

En una sociedad en la que el tiempo de las personas se invierte en el esparcimiento como prioridad, leer debería formar parte de las actividades lúdicas también. La conquista del esparcimiento necesita de la lucha constante por el gozo de la cultura, cuya realidad se encuentre al alcance de todos los jóvenes. La lectura debe transformar al lector joven para que desarrolle comprensión, comparación y sentido crítico en la práctica cotidiana.

Cuando los jóvenes van avanzando a niveles escolares más altos, por ejemplo, en la preparatoria, puede resultar más complicado –más allá de florecer sus intereses por la práctica lectora– terminar el proceso que requiere la comprensión de los textos en su grado de dificultad de acuerdo a los procesos de aprendizaje con respecto a su utilidad diaria.

Por eso, no es fácil persuadir la cultura de lectura porque todo a nuestro alrededor nos conduce hacía ello y en su deber de comprender la lectura mediante la utilización de signos y símbolos integrales dentro de un contexto social, se implica un gran esfuerzo o impulso de poner interés en esta práctica para poder entender la lectura como un elemento que conforma la totalidad de la identidad individual, pasando por una evolución en donde el libro en su momento fue un soporte que significó un avance tecnológico en la sociedad comparable con lo que se está viviendo ahora con la era de los dispositivos electrónicos. Esto implica una reconfiguración de los hábitos de lectura en cuanto a su concentración y capacidad de los jóvenes como individuos que crean cierto apego a los objetos tecnológicos. Se corre el riesgo de desvincular relaciones con sus semejantes, además de ser fenómenos vinculados con la democratización debido a la importancia de acceso de la lengua escrita para toda la sociedad, en este caso los jóvenes estudiantes de Xalapa.

La aparición de internet es interesante entonces, en el sentido de su intencionalidad de democratización, pues también sugiere el aprendizaje de nuevos lenguajes perspicaces y los instrumentos tales como el celular, computadora, tableta, por decir algunos, no son democráticos por sí mismos. Existe un inconveniente en el proceso de desarrollo, cuando se comienza a implementar el manejo de internet a través de los dispositivos como objetivo educativo, sin saber leer o escribir del todo y es el saltarse este paso del buen entendimiento de la lectura, para aprender el lenguaje de la tecnología. (Ferreiro, 2001).

Ante este panorama, es pertinente analizar el lugar que ocupa México, primeramente, con respecto a los diferentes estudios realizados a nivel mundial sobre el desarrollo de las Tecnologías de la información y la comunicación (TIC´s), como también el ámbito de desarrollo lector y alfabetismo en la sociedad y a su vez, la influencia de estos factores en cuestiones de género, visualizándolos como elementos integradores para comprender la situación en torno a la lectura. Se puede comenzar a analizar esta cuestión a partir de los siguientes resultados, para posteriormente entender la importancia de la práctica lectora y su relación con los dispositivos electrónicos en el desarrollo ya no de México, ni de Veracruz, sino de una población más reducida y cercana, como el caso de Xalapa.

1.1.1 Aproximación a escala global

Empezando con un estudio a escala mundial, La Unión internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Suiza, que muestra cada año los resultados de una medición con respecto a las sociedades de la información, comprendido por indicadores relativos a las TIC´s de 159 países, en la cual realiza una comparación de los países desarrollados con los emergentes en cuanto a su uso con la telefonía móvil fija, computadoras, internet y banda ancha, México se encuentra entre los países no desarrollados (Jarvio, 2011).

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(Figura 1.- Comparación del crecimiento de los países desarrollados y no desarrollados en 2002-2008)2

En la gráfica anterior se puede percibir un desarrollo gradual en los países más desarrollados, mientras que en los no desarrollados, sigue siendo casi igual con el paso de los años:

En éste sentido, además de destacarse como ser los países más desarrollados en cuanto a las TIC´s, USA, Alemania, Finlandia, Japón, Inglaterra y Corea del Sur se consideran así, por qué son países que invierten en proyectos de investigación científica y producen conocimientos al grado de ser los más elevados en cuanto a sus competencias con la lectura de acuerdo con los informes del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA). (Jarvio, 2011, Pág. 45)

Para tener una aproximación más específica sobre este ejemplo, es pertinente señalar la destacable participación y el interés de Alemania no sólo para encontrarse en un lugar bien considerado por ser una sociedad de las tecnologías de la información, sino que también por la lectura en su país, particularmente en Baja Sajonia. En ese lugar existe una academia de fomento a la lectura de la “fundación LEER”, desde el 2004 que oferta eventos e información a todos los que desempeñan el fomento a la lectura, también se organizan eventos para padres, bibliotecarios, educadores y maestros además de capacitaciones para promotores de lectura voluntarios, quienes van regularmente a bibliotecas, escuelas o lugares para leer a los niños en voz alta o ayudan a aquellos con dificultades para la lectura. Su principal objetivo son la promoción y construcción de redes lectoras, lo que ha causado una mejor percepción sobre esta actividad por la opinión pública.

Esta institución arrojó resultados sobre el uso de medios y la conducta lectora de jóvenes en Baja Sajonia, mostrando qué:

· A partir de los 9 años y hasta los 16 existe un bajón de lectura, considerando que se debe al rechazo de lo que piensan útil por sus padres o maestros, pues toman distancia de las autoridades que representan los adultos y se acercan más con otros jóvenes (Märk-Bürmann, 2010).

El anterior resultado, podría estar relacionado con un estudio arrojado por JugendInformation Medien-Studie, el cual documenta qué medios usan los jóvenes desde 1998 y en comparación hasta el 2008, demuestra que el uso de la radio y la lectura del periódico disminuye conforme van pasando los años y van aumentando el uso de soportes de sonido, así como la televisión, mientras que la práctica lectora se va manteniendo más o menos igual; sin embargo, este hecho podría relacionarse con la situación adversa acontecida en nuestro país y nuestra capital, como veremos más adelante (Märk-Bürmann 2010).

Aún en este país de Alemania, el estudio PISA del año 2000, arrojaba brechas muy marcadas entre las deficiencias de jóvenes lectores a diferencia de otros países, por lo cual implementaron proyectos en donde fomentan a la lectura y realización de actividades o reportes de esta actividad en internet. Lo anterior facilitaba al maestro dar a conocer los intereses de la lectura entre sus alumnos y su desempeño. Otro de esos proyectos consiste en dar paquetes de libros seleccionados por un jurado a niños de entre 10 y 12 años, por lo cual se les pide leer 5 libros y realizar reseñas de 3 y llevan a cabo encuentros de estos lectores para recompensarlos, publicando los mejores trabajos. También se organizan clubes de lectura de verano donde los jóvenes leen cierto número de obras juveniles, reclutan “scouts” y “mentores” de lectura que asisten a talleres para que apoyen a otros alumnos en el proceso de esta práctica y recompensan con certificados que pueden ser útiles a quienes desean introducirse en el ambiente de docencia. Existen presentaciones de libros llamadas “bookslam”, donde todos compiten por presentar en 3 minutos cada capítulo de forma original sobre algún título en especial y al final de cada presentación, el público da una puntuación para determinar un ganador (Märk-Bürmann 2010).

Ante la situación que se percibe en el sentido global sobre los resultados de las competencias, basadas en resultados como la prueba PISA y revelaciones de su relación en cuanto al aumento de consumo tecnológico por parte de los jóvenes, Alemania es un buen ejemplo de los países desarrollados, por qué intenta buscar estrategias significativas que apoyen el fomento de la práctica lectora de la manera más efectiva.

1.1.2. En el caso de América latina

Por otra parte, los países de América Latina en cuanto a sus proyectos de investigación de prácticas lectoras, del 2000 al 2004 en los que se incluye Colombia, Argentina, Perú, Uruguay, México, Brasil y Chile son apenas recientes. Se unen a una Red para el fomento del libro llamada Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), en donde participan en programas de desarrollo para el fomento del libro y la lectura con el propósito de lograr una generación de cultura de la lectura que, dentro de espacios de participación social, incremente la productividad y el desarrollo económico como ciudadanos. De entre algunas desventajas como los planes sujetos a ciclos de gobierno, poca medición de indicadores cualitativos, la poca formación de los bibliotecarios o mediadores de lectura, se suma el hecho de que no existe fomento a la lectura de documentos o lectura digital, sino más bien sólo la tradicional con respecto al libro (Jarvio, 2011).

Como un ejemplo específico de la manera de abordar la situación y revelar un diagnóstico, en el caso de Argentina, los resultados arrojados en una encuesta nacional de consumos culturales entre adolescentes de 11-17 años en el país, encontró relaciones entre los libros y los medios de comunicación en la vida de los jóvenes, dentro de las que se destaca el vínculo entre libros y películas en cuanto al género o si ya existe un título idéntico entre los dos elementos. Los hábitos de los lectores-internautas sólo pueden permitir la concepción de los textos ligados a las imágenes y su digitalización (Morduchowicz, 2010).

1.1.3. Situación actual en México

En nuestro país, en lo referente al entendimiento sobre la lectura, el resultado obtenido por la prueba PISA en 2003 realizada por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y aplicada a aproximadamente 40mil estudiantes, en cuanto a la comprensión lectora –cuyo contexto mide la capacidad de los estudiantes para utilizar la información escrita en su cotidianidad, así como comprender y aplicar instrucciones sencillas– obtuvo una calificación de 422 de una escala de 500 lo que lo posicionó en el lugar 34 sobre 41 países (Rodríguez, 2010)

Un año más tarde, el INEE asevera que el sistema educativo no está funcionando adecuadamente, pues confirma que entre una proporción de lectores de 15 años sólo el 6.9% puede definirse como buenos lectores mientras que el 44.2% son malos lectores y el 49.1% en el nivel intermedio (INEE, 2004 en Rodríguez, 2010).

Por ese mismo sentido, pero en cuestión de género, El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (CONACULTA), a partir de una encuesta nacional realizada en 2006, muestra que no existe tanta diferencia entre los hombres que leen 56.7% y las mujeres 56.1%, mientras que el nivel más alto de lectura de libros se registra entre los jóvenes de 18-22 años con 69.7 % y de 12-17 años con 66.6% y se debe a que los jóvenes han tenido un poco más de posibilidades de ir a la escuela con el paso del tiempo.

En este contexto de investigación, se obtuvieron los siguientes datos relevantes:

- Los libros que lee la población son un 42.5% escolares, 22.2% de historia, 18.7% novelas, 16% superación personal, 14.7% biografías, 13.6% enciclopedias, 13.4% científicos, 11.3% cuentos y 8.7% religión.
- Sólo el 10% de la población confesó leer más entre los 18-22 años y la edad en la que se leía más fue a los 12-14 años con 28.5%.
- El nivel más alto de lectura de periódicos se dio entre jóvenes de 18-22 años con 49% y disminuye conforme aumenta la edad. En el caso de las revistas, los jóvenes del mismo rango también se reportan con un 53.5%, en las historietas el porcentaje es de 25.8% de jóvenes. (Rodríguez, 2010).

Se puede notar en los datos anteriores, como se encuentra relacionada la práctica lectora principalmente por cuestiones escolares, siendo un interés que se va desvaneciendo gradualmente con el paso del tiempo en algunos jóvenes.

En el sentido de las TIC´s, esta misma encuesta por parte del CONACULTA en el mismo año, demuestra que el uso de la computadora o internet entre hombres fue de 33.6% mientras que de mujeres 30%. El uso de las tecnologías entre jóvenes de 18-22 años fue de 52.2% seguidos por los de 12-17 con 46.5%. El estudio interpreta que a mayor escolaridad y nivel socioeconómico el uso del internet y las computadoras aumenta. La población juvenil que estudia, utiliza la computadora para sus trabajos escolares pues se considera en la actualidad una herramienta indispensable, aunque un 50.4% de la población estudiantil la utiliza para distraerse (Rodríguez, 2010).

En 2008, un estudio realizado por La Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) sobre las nuevas tecnologías de internet en México revela que, de marzo a mayo del año, del 37% de las personas que usaron internet la mayoría son hombres también, indicando que la brecha entre géneros no disminuye. En cuanto a la posesión de teléfonos celulares los consumidores se encuentran entre 19 y 24 años de edad principalmente, aunque sólo una tercera parte de ellos tiene acceso a internet (Rodríguez, 2010).

Lo anterior, refleja en los diferentes estudios que existe una pequeña brecha en cuanto al uso de las tecnologías de la información y la comunicación, de acuerdo a la cuestión de géneros además de su uso escolar como de recreación.

En respuesta al fomento de la práctica lectora, en el 2009, se estructura en México un proyecto denominado “Programa Nacional para la Lectura y el Libro”, diseñado para su fortalecimiento y consolidación en tres años, aunque no existieron resultados concretos por un lado y por el otro, no aborda casi nada el tema sobre la lectura en formatos digitales (Jarvio, 2011).

A pesar de que los resultados de fomento a la lectura no fueron concretos en el programa antes mencionado, el consumo de internet tuvo cifras significativas, pues en este mismo año, la AMIPCI publicó un trabajo sobre los hábitos de los usuarios de internet, revelando que 27.6 millones de personas se encuentran conectadas a internet de cualquier manera, pero la mayoría son personas de más de 6 años que viven en zonas urbanas y 4.9 millones viven en zonas no urbanas dentro del que 56% son hombres y 44% mujeres, el 63% de los internautas son jóvenes de entre 12-19 años y van descendiendo conforme aumenta la edad (Rodríguez, 2010).

Estos datos denotan una brecha que no relaciona positivamente el uso de las tecnologías y el internet, con la cultura de la lectura o la educación, muestra de ello es que finales del siglo XX hay 885 millones de adultos analfabetas, (1 de cada 4) y dos tercios son mujeres, cifras que eran mantenidas hasta 2010 (UNESCO, 1997 en Rodríguez, 2010).

La cuestión de los analfabetos es inherente al problema de los fracasos sobre las prácticas de lectura en la población y se refleja como a principios del siglo XX tan sólo 22.3% de la población en México eran alfabetos (3 de cada 4 no sabían leer) y en 2005 los analfabetos llegaron a ser de 8.4% de acuerdo a las mediciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

No se puede estar cerca de la lectura cuando no se sabe leer en el sentido de comprensión y la escolaridad está relacionada a niveles bajos de alfabetismo a lo que se le suman los porcentajes más altos de asistencia escolar son entre niños de 6-12 años, indicando que la mayoría de la población cursa la primaria y el grado de estudios va disminuyendo al aumentar la edad. Datos tomados sobre el INEGI con respecto a la población femenina de 12 y más años de acuerdo a su escolaridad en 2006 revelan que más del 10% no tiene escolaridad, el 14% no tiene terminada la educación primaria y 19% ha concluido la primaria, el 43% de las mujeres no reúne los 9 años de escolaridad sugeridos por los organismos internacionales o académicos. (Rodríguez, 2010).

En relación con estos datos, se puede mostrar en la tabla siguiente los resultados en cuanto al grado de deserción escolar. –

Cuadro 1. Estudios promedio de la población juvenil3

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La tabla anterior va mostrando la relación de deserción escolar, de forma gradual entre los niveles de educación y la cantidad de jóvenes que van abandonando sus estudios separados también por género. Muestra que la población de jóvenes entre 15-29 años es representada por 29.2 millones de habitantes, esto es decir casi un tercio de la población total del país en 2006, tiene un promedio de educación de 9.6 años de estudio y conforme va aumentado el grado escolar, va ocurriendo la deserción.

Lo anterior mencionado, con respecto a que la lectura también tiene que ver con la institución educativa y el nivel de estudio entre los jóvenes –cuyo fomento es indispensable en el aprendizaje de las personas–. La Secretaría de educación Pública (SEP), revela en un estudio que el total de alumnos de secundaria pública es de 5 millones 654 mil 349 en el año 2007-2008 y al pasar al bachillerato público se registran 2 millones 792 mil 070, lo que representa el 50.6% de alumnos entre 15-19 años que continúan estudiando y de cada 100 alumnos que ingresan a la preparatoria, 40 desertan. De ese 60% que termina la preparatoria, sólo el 35% entre a la universidad y el porcentaje de egresados es menor aún (Ramírez, 2010).

Dentro de las habilidades desarrolladas en torno a la lectura en las instituciones educativas del país, las competencias de lectura de acuerdo a una evaluación de la prueba de Evaluación Nacional del Logro Académico de Centros Escolares (ENLACE) en 2006-2010 revelaron los siguientes resultados en alumnos de secundaria y preparatoria.

Cuadro 2.: Resultados de las habilidades lectoras en diferentes años.4

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La tabla anterior nos muestra como los niveles de habilidad lectora van creciendo de manera muy lenta, a pesar de que la cantidad de alumnos comienza a aumentar de manera muy rápida, pero es muy mínimo el sector que se encuentra en la categoría de comprensión o habilidad excelente.

Cómo anteriormente se muestran resultados de manera global, y nacional pero intentando enfocar en cierto sector de la población, en este caso estudiantil entre secundaria y preparatoria, se consideraría pertinente mostrar como un ejemplo, dentro del contexto de estudiantes de preparatoria, un estudio realizado en la escuela preparatoria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuya población en sus 14 planteles es de 107 mil 848 alumnos y en el 2010 ingresaron 33 mil, lo que representa el 13% del total nacional. La evaluación de conocimientos se realiza mediante 128 preguntas de opción múltiple que incluyen conocimientos básicos, aunque no se puede apreciar su capacidad de lectura y escritura. La prueba ENLACE refleja las deficiencias de estas capacidades y la comprensión plena de contenidos, análisis crítico y formulación de conocimientos (Ramírez, 2010).

Las cifras anteriores se complementan con la esfera de la dimensión institucional educativa en un marco general, donde nuestro país con respecto a los resultados de mediciones que se han realizado por parte de la SEP –mediante exámenes de enlace 2010 y PISA 2009 en los jóvenes mexicanos de 15-18– demuestran que las capacidades lectoras y analíticas están muy por debajo de niveles satisfactorios (SEP, 2011).

Con relación a la dimensión sociodemográfica, el perfil de los aspirantes y asignados en la preparatoria y licenciatura de la UNAM en 2007-2008 revela que el 10.5% son alumnos con padres que sólo tienen primaria, del 4.6% sus madres cuentan sólo con primaria, del 5.4% sus madres no trabajan, del 20.8% sus madres tienen licenciatura o posgrado y 49.4% son hermanos mayores de la familia (Ramírez, 2010), los resultados anteriores son comparables también con los resultados obtenidos en la encuesta donde ocurre algo semejante al intentar aproximarme a esta dimensión sociodemográfica con los alumnos de preparatoria en la ciudad de Xalapa y muestran una variedad de resultados en cuanto a los niveles de estudio de sus padres, relacionados a la institución donde cursan sus estudios.

Más recientemente en el ámbito lector y en una perspectiva general nuevamente, de acuerdo con una encuesta internacional realizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2012, se destaca que nuestro país ocupa el penúltimo lugar entre 108 naciones sobre índice de lectura, esto quiere decir que se leen 2.8 libros al año y solo el 2% de la población tiene hábito de lectura permanente, también reveló que el 41% de la población dedica el tiempo libre a ver televisión más que a leer y en cuanto a los jóvenes de 12-17 años, al 30 % no le agrada leer, mientras que el 61 % manifiesta no tener tiempo, y un 48% jamás ha acudido a una biblioteca. (Villamil, 2013).

Desde los diversos estudios realizados a partir de los 90’ y después del año 2000, se puede observar cómo el uso de las nuevas tecnologías en México aumenta gradualmente, a pesar de las brechas de desigualdad de oportunidades, edad y de género que también guardan relación con este fenómeno, mientras que la práctica lectora no es muy favorecedora, a esto se le suma la escolaridad como un factor potencial más no central, para el crecimiento intelectual del individuo, que a diferencia de otros países como Alemania a escala global o Argentina en América Latina, intentan nivelar el desarrollo y consumo de los dispositivos electrónicos con las prácticas de lectura e implementar a si mismo programas escolares que fomenten este propósito.

Como panorama final, es pertinente agregar, tan sólo que en escuelas urbanas de marginación a nivel bachillerato, los alumnos pueden leer a nivel de un alumno de 6º de primaria, lo cual significa la falta de comprensión de libros diseñados para su respectiva enseñanza de educación media superior o la navegación de internet. Por otro lado, no existe mucho acceso a materiales de lectura debido a factores socio-económicos por ser un gasto que no todos los jóvenes pueden permitirse y se suma la falta de asistencia a bibliotecas, esto provoca que, durante los últimos años, se recurra como una opción, a los medios digitales como un soporte de lectura. (ENLM, 2012).

Otra cuestión como se puede notar anteriormente, es que la importancia de la lectura no se consolida en México debido a la falta de políticas culturales y programas de fomento de ésta por parte del estado. El relacionar la lectura como una obligación y no como un gusto sólo falsea sus índices y resultados de medición, ya que el hábito no nace de esa manera, es necesario conocer las causas más importantes para poder actuar sobre ellas y contribuir a una promoción que revolucione la visión del sujeto, orientándolo a la práctica concebida como un derecho de primera necesidad. (Yubero, 2009).

Los programas implementados para que México se integre al proyecto de economía mundial avanzado con respecto al acceso más extensivo de la tecnología tampoco son muy favorecedores. Un ejemplo de ello fue el programa naciente a partir del 2000 con el nombre de “e-México”, además de la creación de la “biblioteca Vasconcelos” y el programa “Enciclomedia” en escuelas primarias que intentó integrar el uso de recursos electrónicos como apoyo a la enseñanza en las aulas. Otro proyecto implementado fue el denominado Centros Comunitarios Digitales, en apoyo con la fundación Bill y Melinda Gates, que intentó generalizar el uso de tecnologías e internet a poblaciones necesitadas del país, introduciendo computadoras e internet a bibliotecas, escuelas, centros de salud y oficinas de servicios del gobierno. Para realizar este trabajo, los municipios y los estados dentro de los que se incluyó Veracruz, participaron juntos para contribuir a la infraestructura del programa y el pago de salarios a personas que atienden los módulos. Una de las dificultades presentadas en este programa es que alguna de las partes gubernamentales no cumplía con su asignación de recursos además de una falta de capacitación de las personas responsables y falta de internet, por lo cual, el proyecto se vio detenido (Jarvio, 2011).

Tomando en cuenta la escuela como una institución y elemento importante dentro de varios para el desarrollo constante de las capacidades y gustos por la lectura en los jóvenes, es interesante percibir el fenómeno de deserción, relacionada a los resultados de bajo rendimiento en las pruebas obtenidas por quienes si se encuentran estudiando y en quienes es posible reconocer la situación familiar educativa en la que se encuentran los padres también. A lo anterior le sumamos la poca o nula posibilidad de asistencia a bibliotecas. Todo marca un contraste con respecto al uso de nuevas tecnologías como lo son los dispositivos electrónicos y el internet.

Como se menciona anteriormente, el bajo desempeño en cuanto a la comprensión lectora y el apoyo por parte de las políticas públicas en el país se refleja claramente, en la última prueba de PISA, realizada en 2015 por primera vez a través de medios computacionales y modalidad impresa, para revelar los factores asociados al desempeño educativo de los países en Matemáticas, lectura y ciencias, en la cual participaron 72 países y un total de 540 mil estudiantes que representan 29 millones de jóvenes. En el caso de México, el INEE intervino aseverando que, debido a la inversión de 44 millones de pesos para aplicar el programa, la falta de equipamiento y acceso a internet impidió obtener un diagnóstico por Estado, debido a la falta de certeza de que en las secundarias o preparatorias demasiado alejadas no tuvieron los instrumentos necesarios para aplicar la encuesta en el ordenador. Esta es una desventaja de conocer los resultados de las pruebas, cuando aún existen lugares en el país donde no tienen acceso a computadoras con conexión (Poy, 2016).

En México, a partir de la prueba PISA 2015, se refleja que la cobertura de los estudiantes de 15 años inscritos en los niveles de secundaria y media superior se han incrementado en 23.3 puntos porcentuales de 2000 (54.4%) a 2015 (77.7%) Se demuestra que, del total de estudiantes en el sistema educativo, 30% fue de nivel secundaria y 70% de media superior (Backhoff, 2016).

En relación con América Latina, en el ranking de lectura México ocupa el lugar 55, después de Chile en el lugar 42, Uruguay el 46, Costa Rica 51 y Colombia el 54. Detrás de México está Brasil en el lugar 59, Perú en el 63 y República Dominicana en el 66. Los resultados anteriores nos muestran que los estudiantes mexicanos se encuentran por debajo del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y para ejemplificar, sólo en el área de ciencias obtuvieron entre 20 y 60 puntos menos que sus pares de Chile y de Uruguay. Los resultados para México muestran que sólo un 59% de los estudiantes logran aprendizajes mínimos en lectura (Rodríguez, 2016).

1.1.4. Aproximación en el estado de Veracruz y Xalapa

En el estado, la Secretaria de Educación de Veracruz (SEV), cuenta con un programa que se encuentra funcionando actualmente llamado “Estrategia Estatal de fomento para la Lectura y escritura” –implementado a partir del Programa Nacional de Lectura y Escritura del 2001-2013– el cual se apoya de la plataforma digital, especialmente para publicar las actividades que se planean periódicamente en lugares como Veracruz, Orizaba, Papantla, Perote y Xalapa principalmente, desde la educación primaria hasta la preparatoria, además de contar con un directorio de contacto. Sin embargo, no se puede mostrar con certeza la amplitud de éste proyecto en lugares rurales u otras entidades del Estado para su implemento de fomento a la lectura por parte de la institución gubernamental, además de que también se necesita del interés de promotores de lectura que se acerquen interesados a participar, lo cual es también escaso.

La directora del Instituto Veracruzano de Cultura, Esther Hernández Palacios comentó desde el 2006, a través de un espacio de noticias Estatales en plataforma digital, que la entidad Veracruzana se refleja también un rezago significativo en el sentido de la lectura de acuerdo a las cifras obtenidas en resultados nacionales además de remarcar que la plantilla de docentes en la entidad solamente tienen el nivel de escolaridad estándar y el analfabetismo para este entonces se encontraba en un 14.9% de la población (Hernández, 2006). Es importante destacar la opinión de este instituto, pues realiza un esfuerzo también por promover la lectura a través de programas llamados “salas de lectura” que intentan implementar en diversos puntos de la entidad veracruzana a partir de la colaboración de ciudadanos que mediante labor voluntaria.

En ese mismo ámbito de la promoción lectora, la Universidad Veracruzana también promueve talleres de fomento dirigidos a todo el público en general con la finalidad de contagiar el gusto por la lectura e integra a su vez, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) además de tener acercamiento con las librerías y bibliotecas de la ciudad.

Además de las instituciones públicas al servicio de la sociedad, también existen aquellas privadas que buscan mediar los acercamientos con los jóvenes o niños a la lectura, como es el caso de Bunko papalote en Xalapa, cuya organización civil desde el 2005 impulsa diversos programas para fomentar a la lectura con el propósito de generar un espacio social al encuentro de la lectura de literatura y el intercambio de experiencias.

Se puede notar que existen en el Estado instancias interesadas por fomentar la cultura de la lectura, a pesar de no ser tan eficientes por el hecho de que no existe tanto interés por parte de la población para participar o en otro caso, la familia no promueve el acercamiento a estos espacios.

Es por ellos, que la clave del desarrollo se encuentra en el conocimiento, la innovación y el interés por la lectura, cuyos factores pueden verse obstaculizados por el uso desigual de las tecnologías con respecto a factores educativos, políticos, económicos, de edad, género, etc. La conectividad para lograr mejor calidad de transmisión de datos, a pesar de contar con un dispositivo electrónico, es muy carente en los países de América latina debido a circunstancias económicas. Estos elementos causantes de una brecha digital, ocasionan una clara diferencia entre las personas que tienen acceso a la información y las que no, principalmente las generaciones de jóvenes, que, a la vez, perjudican oportunidades para ellos dentro de un entorno y espacio específicos.

1.2. El significado de la lectura en la comunidad desde la mirada de los jóvenes

Es necesario interrogarse sobre las particularidades de las prácticas de lectura y el enriquecimiento cultural a través de su consumo e intentar encontrar las de su apropiación que pueden tener los jóvenes con respecto a las herramientas tecnológicas y su preferencia por estas para realizar ciertas actividades en comparación con el interés de leer contenido de calidad.

No se debe olvidar que todos los jóvenes son lectores, entonces hay que arriesgarse a intervenir en una discusión de supuestos contradictorios e informativos sobre este tema. Ante el entendimiento del lenguaje escrito en el sentido de comprensión del mensaje, cuyos procesos involucran tanto al escritor, como al texto –ya sea en formato digital o impreso– al medio o recurso –material físico o dispositivos electrónicos– y al lector. También se involucran elementos contextuales y sociales como las experiencias, conocimientos, edad, entorno inmediato, entre otros, para consolidar un acercamiento por este tipo de capital cultural.

Los jóvenes, enfrentan ante la sociedad mexicana, diversos desafíos, en donde es imprescindible su incorporación a través de tareas para el desarrollo de su comunidad. Desafortunadamente, en la actualidad los cambios sociales que se viven, lanzan cada vez más restricciones para su inserción en actividades productivas o laborales, tomando en cuenta aspectos educativos, culturales, actitudes o aptitudes adquiridas, dentro de las que la lectura puede servir como soporte para el mejoramiento de estos rasgos en el joven y favorecer al crecimiento de su capital cultural a pesar de no ser tan fomentada en nuestra ciudad.

Es muy importante por eso, entender la ampliación de nuestra visión del mundo y las condiciones en las que nos podremos encontrar ante él, pues se va dando mediante un proceso de conformación cada vez más natural en esta época, en donde las nuevas prácticas que utilizan recursos electrónicos permiten de una manera casi ilimitada el acceso a la información con fines recreativos o educativos, dependiendo la decisión del joven y esta situación involucra a la población Xalapeña (Morduchowicz, 2004).

El estudio de la lectura en Xalapa también implica el estudio de los espacios y circunstancias del proceso lector, así como la comprensión el uso y apropiación de textos. Los discursos y las formas varían de acuerdo a un contexto de espacio y tiempo. El problema hace algunos años en el contexto global, fue primero luchar a favor de la necesidad de alfabetismo, luego el iletrismo y aunque esta prioridad evoluciona con el desarrollo y consumo de los dispositivos digitales, no desaparece ni uno ni otro (Mata, 2010).

Estudiar el entorno juvenil puede dar una visión comprensible sobre la magnitud de este problema en una capital tan cultural, como Xalapa y puede reflejar un panorama próximo y reconocible para el Estado y el País, que se posiciona como uno de los más atrasados en este ámbito, de ahí puede existir una vulnerabilidad para su desarrollo intelectual y social.

Es un problema posible de resolver, mediante el reforzamiento o mejoramiento de diversos programas implementados por parte de las instituciones educativas, familiares o mediante grupos sociales orientados y comprometidos a partir de un diagnóstico, para saber de qué manera ayudar a lograr una mejor conciencia social de la situación y alcanzar un avance con respecto a la comprensión de la lectura, así como su práctica. Es de vital importancia el reconocimiento de la percepción de los jóvenes hacia las prácticas lectoras, y el uso de los dispositivos electrónicos como apoyo o práctica paralela en el contexto social que los rodea. La competencia lectora se encuentra correlacionada con un alto nivel de consecución de otras competencias genéricas en el mundo productivo también, que conllevan a un desarrollo de comprensión en el procesamiento de información para su aplicación en el ámbito personal, social y productivo.

El mundo de la lectura de hoy en día para los jóvenes Xalapeños, vive un entorno donde no todo es digital ni todo es impreso, pero este es un elemento reconocible dentro de toda una esfera de situaciones implicadas en la carente motivación del joven para la lectura, y se puede solamente conocer a través de un estudio directo de la realidad, mismo que se pretende realizar e interpretar más adelante.

Capitulo II.- Nociones para comprender el fenómeno de la lectura

2.1. Antecedentes

Hace varios siglos, leer y escribir eran consideradas actividades profesionales y se practicaban como si fueran un arte. Estas funciones estaban separadas de tal manera que los escribas no practicaban la lectura, ni los lectores escribían. No existía la noción del fracaso escolar en torno a esto. Los problemas de alfabetización comenzaron cuando se decidió que escribir y leer era una obligación ciudadana en vez de ser signo de sabiduría (Ferreiro, 2001).

El proceso de aprender a leer se caracterizaba por la habilidad de reconocimiento en las palabras donde se adquiere un vocabulario a partir de su visualización y se logran textos significativos.

Cuando los textos escritos se diversificaron, aparecieron nuevos modos de leer y escribir, cuyos conceptos en la actualidad son construcciones sociales adaptadas a las épocas y circunstancias históricas que le dan sentido a estos verbos. Con la democratización de la lectura, aparece una incapacidad de hacerla efectiva al introducirla dentro de la escuela pública obligatoria, la enseñanza de este saber se adquiere en la institución como una técnica para que después del correcto aprendizaje, surja la lectura expresiva, la escuela funciona como maestra de la lectura basada en la comprensión de rasgos ortográficos, nombre de letras e identificación de silabas, letras y palabras sobre el proceso de lectura, sin embargo, entre el proceso de técnica y arte de lectura expresiva, muy pocos estudiantes logran pasar esta línea.

Como una de las preocupaciones antes mencionadas y en relación a las cuestiones de la esfera social y sus problemas ligados a la historia política, crisis y esperanzas, la sociología de la lectura nace a comienzos del siglo XX. Se crea con ello la intención de extender los beneficios de la lectura con principios democráticos y de igualdad, en donde se refleja un peligro más allá de las malas lecturas o las lecturas consumistas, que es el del no lector o el iletrado (Chartier y Hébrard en Poulain, 2004).

El ruso Nicolas Roubakine, pensador de la década de 1920-1930, influido por el analfabetismo de las grandes masas de población rusa, ve el desarrollo de esta práctica como una solución a los males de la humanidad y mediante un exhaustivo proceso para corresponder las necesidades de los lectores, confecciona un catálogo de obras según la bibliopsicología cuya rama de la psicología se auxilia de las ciencias humanísticas para estudiar de forma metódica las causas que componen la comprensión de una idea objetivada del autor con respecto al libro y maneras de juzgar la eficacia de cualquier libro. Menciona un discurso pertinente al tema de investigación:

Para los señores cultos, el lector no es nada, solo un mínimo detalle. Pero para la bibliopsicologia el lector lo es todo…un libro es lo que pensamos de él….Cada lector es una variable independiente, cada libro leído por él, es decir la idea que él se hace de su contenido y de sus cualidades, depende funcionalmente de ese lector. (Roubakine en. Poulain, 2004, Pág. 19).

El problema de comprensión de lectura también se asocia con la responsabilidad en la incapacidad de aprendizaje en un entorno familiar, donde puede haber una deficiencia de este capital cultural causado por ciertos elementos de restricción para el acceso a la práctica, lo cual podría provocar ideas limitadas en la apropiación de textos.

En tiempos donde los países se catalogan sobre la “expresión vías de desarrollo”, podría ser preocupante cuántas décadas tardaría México para acabar de desarrollarse si se toman en cuenta las demasiadas restricciones económicas, educativas y culturales para que los jóvenes tengan acceso para superar el analfabetismo que ahora se está dejando atrás por nuevos conceptos para definirlo en una posición moderna, la cual, se reconoce también con el nombre de iletrismo.

El iletrismo responde al hecho de que una escolaridad básica no asegura la práctica cotidiana de la lectura, ni el gusto o placer por la lectura, además, el déficit de procesamiento básico puede conduciros a una estrategia inadecuada de la lectura y esto lleva al poco interés por la práctica desde diferentes perspectivas.

Como se menciona entonces, el iletrismo es el nuevo problema de la lectura en la cultura de nuestra sociedad actual, pues antes la inexistencia de una escolaridad básica provocaba analfabetos y ahora, a pesar de una escolaridad básica, no se producen lectores en el sentido pleno, sin embargo, en el presente trabajo, nos enfocaremos en los alumnos que, a pesar de asistir a una preparatoria, tienen problemas relacionados al iletrismo.

El iletrismo, cuya preocupación llama la atención de las sociedades desarrolladas, se describe hacia las personas como aquellas escolarizadas, pero que por diferentes motivos han perdido su habilidad para la lectura. Esta situación engendra en las sociedades complejas y modernas, marginalización social y fractura de sus estructuras frente a los conocimientos más básicos, circunstancia cada vez más complicada para ejercer igualdad en el desarrollo cultural.

En un ideal de sociedad democrática, que se basa en la igualdad del derecho a la lectura, aun se sigue percibiendo que la distribución de los lectores es aun desproporcionada.

Los requisitos sociales y laborales hoy en día son más elevados y exigentes en donde saber firmar y leer instrucciones simples son requerimientos demasiado básicos, pues con la aparición de la internet y los dispositivos electrónicos, los navegantes de la red necesitan más que eso para tomar decisiones rápidas al momento de seleccionar información o al enfrentarse ante diversas situaciones de la vida cotidiana en el mundo juvenil.

La cuestión de la concepción en el contexto escolar y familiar con respecto al asunto anterior, de tener computadoras, celulares o internet para alcanzar los niveles de alfabetización deseados es un arma de doble filo, pues las nuevas tecnologías pueden ayudar, pero caer en el sentido del ocio exclusivo puede perjudicar a los jóvenes, además de que no simplifica las dificultades cognitivas del proceso de alfabetización.

La lectura puede considerarse entre algunos grupos un poco elitista, es decir una actitud que defiende a las clases sociales más favorecidas ya que la obtención de un título o diploma sigue siendo el principal factor de su práctica, cuya idea se refuerza más en aquellos que carecen de estos diplomas o certificados de estudios. Es difícil entonces, explicar una desvalorización de las prácticas lectoras y de su consumo en cuanto al contenido o textos legítimos, siendo conscientes que esa aversión la reflejan personas consideradas como críticas de la literatura.

El rol de la crítica literaria no para ser elitista, es el de legitimar ciertos textos y desacreditar otros, de esta manera el lector distinguido descalifica los gustos de otros, pensando los suyos como objetivos y los diferentes como nocivos o vulgares para una buena calidad de lectura. El valor literario se acuerda a una escasa cantidad de obras para evitar su devaluación. (Poulain, 2004).

Existe una contradicción entre lo antes mencionado, cuando en la población, la medida de la práctica lectora no se extiende o cuando cierto texto o libro no es accesible, entonces se convierte en un privilegio dentro de una jerarquía de bienes culturales y la lectura constituye entonces una práctica distinguida y por ello, muy valorada. Por otro lado, su divulgación en masa de obras en tendencia la hace algo menos distintiva. Este debilitamiento del nivel de creencia en la legitimidad de las prácticas lectoras provoca poner más interés en prácticas efectivas de entretenimiento.

Leer un libro va más allá de eso, pues se engloba dentro de todo un contexto de interpretaciones de acuerdo a los individuos, el medio social en el que se desenvuelve o las tradiciones nacionales que conlleva a una variedad de comportamientos. A esto se le suma, la idea de Bourdieu (En Renan, 2003), en donde ver el libro como un elemento físico mercantilizable, no basta para captar las maneras de leer, porque frente al libro hay lecturas e instrumentos diferentes para apropiarse de ese objeto, desigualmente distribuidos de acuerdo a la edad, su relación con el sistema escolar y social, desde el momento en el que éste existe.

La palabra “leer” en cada individuo se encuentra asociada de tal manera que responde a la legitimización permitida por su posición o rol social, esto quiere decir que les dan a sus prácticas de lectura una imagen más conforme a su realidad construida dentro de ellos, ya sea de manera memorable a su voluntad o no. Debe encontrarse una significación suficiente para convertirla en un ritual de vida codificado, pero a su vez identificado y recordable fácilmente

Los efectos que la práctica de la lectura produce de manera favorable en el joven son de carácter instrumental –adquirir conocimientos para resolver problemas prácticos–, prestigioso –autoafirmación de la lectura acorde a opiniones propias–, refuerzo –para encontrar un cambio de opinión o construcción de criterios– estético, por puro placer del texto y de distracción. Se encuentran relacionados a los vínculos entre el texto y las actitudes de lectura para concluir una interiorización de contenido completa:

Las lecturas son una realidad fáctica pero que no está para el informante de manera inmediata, exigiendo un esfuerzo de memoria inhabitual, ya que nadie tiene razones para cuantificar sus propias lecturas, ni en unidades de objeto, ni tiempo, ni en tipología de soportes (Chartier, 2004. Pág.111).

Una lectura integral que contenga los elementos anteriores, puede hacer que un libro o texto, se considere leído como tal. Su calidad de la práctica es uno de varios elementos para considerarla como legítima o no, esto podría provocar una reconfiguración de la lectura, de un modo que produce la reminiscencia de los libros para su reconocimiento en la socialización y, por otra parte, la individualización de los textos leídos. Estos elementos de socialización e individualización en los jóvenes, forman parte una construcción del capital cultural.

El capital cultural existe en tres formas, en la del estado incorporado5, en la del estado institucionalizado6 y la del estado objetivado, bajo la forma de bienes culturales como los libros, transmisible en su materialidad. Los bienes culturales son objeto de apropiación material, suponiendo capital económico y simbólico, pero se incorporan al individuo mediante su consumo. Se encuentra ligado al cuerpo o adquirido personalmente de una manera tan constante que lo hace presentarse como si fuera algo innato (Bourdieu, 1979).

El capital cultural muestra una relación con la juventud durante sus primeras etapas de socialización, pues es un elemento que marca momentos cruciales para su desenvolvimiento. Los jóvenes entran en conflictos del campo cultural en donde carecen de elementos necesarios y deben esforzarse para ganar legitimidad ante la sociedad en su camino hacia la madurez.

A partir de la concepción de Pierre Bourdieu, se puede decir que la juventud va más allá de una categoría de edad, inclusive en el margen de la cultura actual, pues es una palabra que define al individuo dentro de una estética de la vida cotidiana cargada de dimensiones simbólicas en relación con su vestimenta, su cuerpo y su cultura. En esta etapa de la vida se asumen responsabilidades propias, se preocupa el individuo por su entorno y entiende las problemáticas en las cuales se ve involucrado (Margulis, 1996).

Es aquí donde entra la lectura a través de un bien material, cuya fuente de capital cultural tiene intenciones de preparar al joven para un mundo social lleno de competencias y que éste, como individuo pueda librarlas a partir del conocimiento incorporado.

La lectura como práctica cultural, importantísima para el desarrollo intelectual de los jóvenes es entendida como una actividad productiva del ser humano en el sentido material y simbólico. Presupone una continuidad en relación con la manera de realizar la lectura, en donde las diversas formas de acercarse al problema permanecen por largo tiempo sin contacto con otras y sin darse cuenta que en realidad es un buen ejemplo de encontrar problemas en otros campos o prácticas a partir de los propios en su terreno.

Los jóvenes comúnmente realizan lecturas poco cultas para su distracción y sus prácticas de lectura son comúnmente atribuidas por la relación con la escuela. La lectura en este sector de la población se realiza sin considerar a los grandes autores o a los legítimos a lo largo del tiempo por lo que no es una actividad prioritaria o preferida para la mayoría de ellos.

Los criterios para interesar como lectura en los jóvenes no sólo se reducen al autor, sino también al tamaño del volumen del libro o texto, el aspecto o estilo visual y de contenido en cuanto a sus gustos e intereses para que se pueda considerar como legible.

Cuando el contenido de los textos o la manera de leer algún tema en específico o del interés del joven son familiares para ellos, es más sencillo leer y comprender sin cansarse a diferencia de quien no tiene una cultura o conocimiento sobre el campo en cuestión, tiene que construir una representación mental sin tener una memoria previa y crear coherencia (Hébrard, 2002).

Los adolescentes son sensibles a la actualidad y a consumir lo que está de moda, lo llevan a la práctica en el consumo cultural de los libros como lo son las novelas mediáticas para su determinado sector de la población. Esta clase de libros especial para los jóvenes comenzó desde 1945 en Francia para atraer el interés de dicho sector de la población, compitiendo con los libros ilustrados y los comics, cuyas obras difunden conocimientos variados y que al lado de la imagen ayudan a comprender los textos complementando el lenguaje de imágenes con el textual.

Al crear libros o textos para el agrado de la juventud, no sólo se toma en cuenta la información transmitida mediante un texto, sino que también va en el sentido de su modo de empleo. Los párrafos pueden revelar la intención de la difusión de acuerdo al tamaño de información y pueden dirigirse a públicos selectivos. El tipo de letra también se encuentra destinada a resaltar la importancia de lo que se dice, poniendo atención a los títulos, subtítulos, negritas, etc.; para intencionar la recepción del mensaje y llamar la atención del lector.

En cuanto al tiempo dedicado para la práctica, las estimaciones de lectura en jóvenes que no son lectores frecuentes, podrían considerar que dedicar media hora a leer es demasiado, pero en una lógica inversa, cuanto más pertenece un joven a una categoría lectora, su tendencia a sobre estimar sus prácticas aumentan al igual que el tiempo.

En esta línea se pueden captar dos tipos de lectores, por un lado, los lectores de textos que no transmiten algún mensaje de calidad o utilidad y los lectores que realmente practican esta actividad, partiendo de un modelo ideal de una lectura de calificada entre lo eterno, lo clásico o lo memorable, como algo merecedor de ser conservado para su acervo de capital cultural de acuerdo a sus gustos personales.

El gusto por leer ciertos textos no se puede deducir solamente de la disposición cultural del joven individuo, o de cierto volumen de capital cultural, sino que también existe un criterio social de especificación en cuanto a la posición que ocupa en un espacio social y es variable de acuerdo al momento, pertenencia sexual, edad o experiencias (Lahire, 2004).

En este sentido, las operaciones intelectuales que entran en juego en el acto de leer, se encuentran en un complejo entramado de percepciones antes concebidas e interpretaciones en las cuales, tienen un papel importante los esquemas de la lengua de acuerdo al sistema construido históricamente. Para Bourdieu, puede ser posible liberarse de una proyección interpretativa mediante operaciones de objetivación7, donde se ponga al autor en condiciones de producción de su trabajo, tratando de comprender lo que quiso decir desde las circunstancias en las cuales lo dijo, en su dialogo con otros y de acuerdo a sus posibilidades expresivas y conceptuales para decirlo (Martínez, 2008).

El joven como lector es un individuo en su totalidad y el campo de la lectura es de su absoluta subjetividad, separado por mediaciones, aprendizajes, y protocolos en los cuales, se encuentra en su propia estructura individual de todas las formas imaginables, pero donde también entran a escena factores externos importantes que lo rodean y éstos pueden crear esquemas de similitudes entre algunos y otros jóvenes.

Sin embargo, en este proceso de aprendizaje a través de la lectura, el joven amplía su mente y puede ir construyendo saberes propios, también es capaz de comprender todo lo que transmite y es transmitido en una realidad de cualquier ámbito de desarrollo tanto en interacción como en producción de conocimiento como lo que lo rodea.

Lo anterior nos dice que la comprensión lectora va más allá del simple reconocimiento de palabras a través de la lectura. Puede surgir un problema de gozo o entendimiento en la práctica cuando existen palabras desconocidas, no se aceptan ciertas posiciones en cuanto a nuestra visión del mundo o la falta de referencias culturales para darle un significado al texto. Ante la realidad global, la necesidad de tener una comprensión humana compleja sin dejar a un lado el contexto histórico y social, requiere estrategias más elaboradas para abordar este asunto.

La lengua escrita se utiliza para inmortalizar nuestros pensamientos o comunicarnos a través del tiempo y el espacio, como actualmente se frecuenta mediante el internet para satisfacer nuevas necesidades personales y se convierten en sociales cuando funcionan para comunicar entre personas debido al nivel de complejidad y tamaño de las sociedades. A pesar de la necesidad de flexibilidad en la lectura, existen características esenciales en el proceso de su interiorización individual que no pueden ser tan diferentes y además nunca se debe dejar a un lado la esencia de la lengua escrita que es la de transmitir información y comunicarnos a través de su socialización (Goodman, 1996).

2.2. Socialización a través de la lectura

Continuando con la socialización de la lectura, es importante puntualizar a qué me estoy refiriendo con tal término para indicar un elemento importante en la consumación de la lectura en los jóvenes:

“La socialización, entendida como proceso por el cual el individuo asume progresivamente las formas de conducta y los valores propios de un determinado grupo, puede ser un campo propicio para que las bibliotecas escolares y académicas en general se integren en dicho proceso de socialización entre la lectura de los jóvenes” (Ramírez, 2010 pág.15).

El párrafo introductorio anterior, puede funcionar no sólo en el sentido de las bibliotecas como espacios de fomento a la lectura como algo secundario dentro de la vida de los jóvenes, sino también, que se relaciona a la manera en la cual, en la actualidad, la vida de los jóvenes y los medios de comunicación no se desplazan, sino que se complementan y tiene dependencia con el tiempo que le dedican a ciertos medios tradicionales y tecnológicos. Un punto interesante es como la TV promueve la lectura de los libros en base a las películas o la publicidad. La generación multimedia utiliza los bienes culturales de manera simultánea para construir sus conocimientos en el mundo global.

El género femenino, inclusive en esta modernidad donde los medios de comunicación, las nuevas tecnologías, la reconfiguración de la cultura y maneras de pensar, ha sido marginado en todos los sectores sociales a lo que las mujeres tienen que luchar en situaciones desventajosas por sus derechos, aunque antes fuera más difícil que ahora. En el ámbito de la educación, existe aún la exclusión ya sea por las imposibilidades de asistir a la escuela o por prejuicios familiares y sociales, dando como consecuencia a números aún existentes de analfabetismo. A pesar de haber países desarrollados, donde no se presentan muchas diferencias entre lectores de uno u otro género, en otras naciones las brechas son aun visibles (Rodríguez, 2010).

Además de desigualdad entre las posibilidades de una educación adecuada o acceso a los recursos electrónicos, el sentido obligatorio de las lecturas en la escuela provoca ideas desfavorables sobre la lectura placentera, de la misma manera que se encuentra una representación negativa de la biblioteca por ligarse a la institución escolar.

La representación social de un libro se puede entender como un objeto de dimensión material referente –que determina y legitima ciertos objetos de lectura como la revista, los periódicos, el comic, medios audiovisuales, digitales, etc.– y simbólica –que inciden en las practicas lectoras– además de tener un aspecto simbólico como portador de la palabra escrita relacionada al conocimiento.

Dentro de un entorno social basado en la información, el conocimiento, el desarrollo tecnológico y económico, para los sujetos es ventajoso ser un lector con capacidades de entendimiento avanzadas, capaz de innovar nuevos saberes. El incremento de la información a un nivel desproporcionado, debe considerar los procesos de su misma difusión, lo cual podría modificar la desigualdad entre beneficios económicos y sociales, aumentando la participación de las personas en cuanto a los progresos sociales, políticos, asuntos de interés públicos, etc. (Mata, 2010).

La necesidad de un control individual en el caso de los jóvenes se explica a través de su sentimiento de incertidumbre por el futuro en términos de capital cultural y movilidad social en cuanto a su desarrollo profesional. Su socialización a través de la lectura va del lado de la importancia que le dan al internet y los recursos actuales que los conectan por el hecho de sentir la posibilidad de manipular la información y obtener ventajas inmediatas de esta práctica concreta –por mencionar una– muy realizada por ellos y que les permite competir en el entorno en el cual se mueven.

2.2.1. Prácticas de la lectura en los jóvenes

Para el estudio de prácticas lectoras se deben considerar contextos y situaciones que pueden estar sujetas a normas institucionales, como las prácticas lectoras escolares en la cual: “El lector es un agente social activo, dotado de capacidad lectora que supera el nivel de codificación básica, y que tiene experiencia en la construcción de significados y sentidos” (Ramírez, 2010, Pág. 179).

Sin embargo, Ramírez podría hacer referencia a la construcción de significados no sólo dentro del espacio escolar, sino también en el espacio digital por mencionar alguno otro, donde los jóvenes pueden relacionarse a través de la tecnología.

La tecnología entonces, proporciona soportes para prácticas de lectura y escritura dentro de un marco de espacio digital, pero a los jóvenes y las generaciones presentes les toca aun la subsistencia de medios de comunicación impresos a la vez que los digitales. En la actualidad se debe reconocer al sujeto lector como activo sobre objetos bibliográficos que generen conocimiento y dicha orientación provoca pensar en los modelos educativos y culturales para contribuir a su fortalecimiento.

Como ya se mencionó anteriormente, en un análisis de resultados, se identifica a la práctica lectora como algo poco común entre la población mexicana, donde sólo poco más de 56% de los jóvenes acepta leer libros y el 13% nunca lo ha hecho. La razón es que la lectura, al ser una actividad social, cultural e histórica se convierte en el resultado de factores variados de una práctica a otra y en algunos casos, actividades como el uso recreativo de los dispositivos electrónicos puede ir desplazando la práctica de la lectura a medida que se va posicionando con un significado cultural más importante (Ramírez, 2010).

El déficit de lectura desde una perspectiva sociológica, se encamina a prácticas únicas consideradas como legítimas y de amplia riqueza de capital cultural, donde por un lado las estructuras no dan lugar a considerar la lectura como una de ellas y las decisiones personales de los individuos no se encaminan a leer, por el otro debido a su falta de significado para gran parte de la sociedad.

La lectura varía en un contexto de tiempo y espacio, en cuanto a sus prácticas y formas. En la actualidad los jóvenes se encuentran frente a prácticas letradas que se necesita estudiar y comprender para conocer sus necesidades y deficiencias, de esta forma se pueden promover estrategias para mejorar la lectura y darle un significado interior al concepto de literacidad:

La literacidad según la UNESCO es la habilidad para identificar, comprender, interpretar, crear, comunicar y calcular utilizando materiales impresos y escritos relacionados con distintitos contextos. Implica un continuom de aprendizaje que permite al individuo a alcanzar sus metas, desarrollar su conocimiento y potenciar y participar de lleno en la sociedad general (UNESCO, en Jarvio, 2011 pág. 58).

El significado de la literacidad se encuentra relacionado al contexto social por el cual atraviesa la lengua escrita, los textos y para dar un ejemplo más específico, los libros, pues a través de ellos se pueden asentar los propósitos esenciales de la lectura nuestra sociedad, desde la creación de la imprenta hasta la computadora y el celular.

2.3. El libro en el contexto social y su transformación

La historia de la lectura en parte ha dependido de las herramientas y cambios que han ido ocurriendo a partir de lo que la tecnología en su momento podría permitir en cuestiones materiales sobre las cuales se leía. Actualmente nos encontramos ante una revolución tan impactante como la creación de la imprenta en su momento, pues los nuevos formatos de las publicaciones electrónicas afectan la manera de escribir y leer, causando conflicto entre su volatilidad y falta de presencia física (Galina, 2002).

La lectura como se concibe de una manera tradicional le da paso a la civilización de la pantalla en donde el triunfo de las imágenes y la comunicación electrónica tiene su apogeo, hablando inclusive de una tercera revolución del libro, a partir de la cual se transforman las modalidades de transmisión de textos –así como en su momento fue el códex y después la imprenta–, modificando algunas maneras de reproducción, formas de leer y generando en contraparte, credibilidad a falsificaciones y errores de información ante la era de la información masiva. (Chartier, 2012)

El libro desde entonces, tiene la importancia de abrirnos las puertas de la alfabetización desde la niñez, facilitando el acceso de primera mano a la cultura escrita, en donde el tipo de lectura utilizado conforma, en parte esencial, el capital cultural de los jóvenes. Una de las principales instituciones que apoyan al ejercicio desde la niñez es la escuela, donde uno de sus propósitos es enseñar que además de leer palabras, puedan leer y entender el lenguaje mediático de la televisión, periódicos, imágenes, etc.

La escuela funciona como maestra de la lectura basada en la comprensión de rasgos ortográficos, nombre de letras e identificación de silabas, letras y palabras sobre el proceso de lectura (Goodman, 1996).

En el ámbito educativo, es necesario que los docentes puedan integrar las prácticas lectoras al uso de las nuevas tecnologías y demostrar a su vez un buen manejo de éstas, pues de lo contrario se podrían arriesgar a ser cuestionados el funcionamiento de su rol ante un desconocimiento de las herramientas tecnológicas e internet con los alumnos y provocar ansiedad e inseguridad ante el nuevo mundo de información y textos de la actualidad.

La percepción social a partir del libro tal y como es conocido desde hace más de 500 años se transforma de una manera acelerada, provocada por las derivaciones multimedia y llevándolo a una cultura de lectura más fragmentada, menos lineal y profunda, pero más extensiva en el entorno juvenil, Paulain (2004, pág. 22) lo advierte de la siguiente manera: “El libro es víctima de una guerra sin cuartel librada por los nuevos medios de comunicación y en un deterioro de la exigencia cultural”.

En el caso de México y como se ve a partir de nuestro trabajo de campo más adelante, con jóvenes de preparatoria en Xalapa, se debe señalar que, a través de la institución familiar, la escasa importancia por parte de los padres a la literatura infantil, revela un atraso de nuestro país, por una parte y seguirá aumentando si ellos tampoco muestran interés por la lectura, siendo ahí donde sus hijos siguen el ejemplo continuando con una carente herencia social desde la familia. Si en la infancia o la adolescencia no existe en el hogar alguien que les oriente o ayude a encontrar el placer de lectura, los individuos pierden el interés o las probabilidades de adquirir el gusto por leer en la escuela son más bajas (Montes, 2009).

Otra problemática, en cuanto al proceso de invidualización –provocado por la fragmentación de la estructura familiar tal y como se conocía tradicionalmente– se caracteriza por un desdibujamiento de la autoridad parental y, por ende, los límites de lo que está permitido o no. Existe una desafiliación del yo como hijo y su derecho en cuanto a herencia y transmisión, es este caso de bienes o valores simbólicos, sin embargo, la familia no ha perdido la importancia para la concentración de sus miembros. Los jóvenes de familias clase media para arriba, cuentan con un espacio personal –habitación– que acondicionan a su gusto y estilo que funciona como refugio y espacio íntimo de sociabilidad a través de los recursos electrónicos y el internet, además de tomar en cuenta los ejemplos de su entorno por el interés a la lectura con las colecciones de libros en su hogar (Winocur, 2009).

En el caso particular de México, la lectura en torno al sector juvenil se encuentra en riesgo alrededor de los diferentes ámbitos tal es el educativo, social, económico, político, etc. Lo que provoca problemas para las nuevas generaciones en un mundo más competitivo y exigente en cuanto a la información y capacidad analítica de ésta.

Dentro de los factores de riesgo, se encuentra en primer lugar, que:

· Las deficiencias en el 60% de la población juvenil de tercer año de educación básica en cuanto a sus habilidades lectoras y dominio del idioma materno, repercuten en la interpretación y comprensión de lectura.

· Existe una baja frecuencia por voluntad y gusto para que los jóvenes lean, independientemente de las tareas escolares.

· El acceso a libros y materiales en México está limitado en las bibliotecas fundamentalmente para actividades escolares lo que provoca desmotivación para recurrir a estos lugares. (Ramírez, 2010).

El hecho de que la actividad lectora se ejerza más por obligación escolar que por gusto, se puede considerar como un problema para las nuevas generaciones en su afrontamiento con un mundo cada vez más competitivo que busca generar crecimiento económico en nuestro país, y por ende se exige de capacidades analíticas, críticas y el domino de diversos lenguajes, que se pueden impulsar a través de la lecto-escritura para la innovación y generación de conocimiento. No se puede llegar a esto si en México existe una falta de práctica de lectura, debido también a las dificultades para comprender el lenguaje, el iletrismo o la falta de motivación para expandir su conocimiento.

El rol de los docentes debería encaminarse en el sentido de adquirir metodologías pedagógicas para apoyar al aprovechamiento de las tecnologías y las cosas viejas o tradicionales en cuanto a las tareas escolares y para la vida. Por ello, el significado de la educación debe evolucionar también, para adaptarse al reto que impone la alfabetización digital, aunque implique dejar atrás a los modelos estandarizados y lineales de enseñanza, cuyo objetivo es el aprendizaje los contenidos básicos o principales que ya no son suficientes en la actualidad (Jarvio, 2011).

La combinación de la representación de la lectura entre los jóvenes, en cuanto a las obligaciones escolares y expectativas personales, es característica de esta práctica entre este sector y explica la disminución de ésta, así como el poco uso o consumo del libro. Porque de acuerdo a sus concepciones, la escuela les quita tiempo para una lectura placentera. Se mantiene como una obligación de trabajo frente a la institución escolar. A pesar que los jóvenes establecen criterios subjetivos para clasificar sus prácticas lectoras, usan criterios que alteran una noción tradicional del género literario y su estructura de contenido, de ser ligero para ellos, va evolucionando a hacerse cada vez más denso con respecto al número de páginas de un texto.

El modelo contemporáneo de lectura expresa una dialéctica entre la lectura para informarse y para formarse, es decir, leer por placer y para aprender nuevos temas de manera que se instruye y se distrae. En la escuela no es posible dejar a un lado el libro para la formación, cuya base de sus prácticas, la convierte en un acto escolarizado principalmente.

Es posible decir entonces, qué criterios se deben tomar en cuenta para tener experiencias exitosas en el fomento a la lectura desde los intereses individuales de la práctica en donde el género también es un factor importante. Los jóvenes deben motivarse entre ellos y debe existir cooperación entre la familia, las escuelas, bibliotecas y una integración con los medios impresos y los tecnológicos (Märk-Bürmann 2010) por qué:

...Los jóvenes de hoy son la generación multimedia no sólo por la oferta de bienes culturales de que disponen, sino fundamentalmente por su uso en simultaneo de éstos (Morduchowicz En Ramírez 2010 pág. 68).

El mundo de la lectura de los jóvenes es complejo y cada vez más innovador en cuanto a desarrollos tecnológicos que da lugar a nuevas formas de producir, transferir y consumir información que interactúa en el ciberespacio y se complementa con los medios tradicionales elevando exigencias para la comprensión de lectura y escritura además de la habilidad que adquieren a partir de la inmediatez, de realizar varias actividades a la vez en donde involucran los dispositivos electrónicos y la lectura al mismo tiempo:

…la dimensión multimedia, define a las nuevas generaciones, que no leen menos, pero lo hacen de una manera diferente a como lo hacía la generación anterior (Morduchowicz en Ramírez 2010 pág. 69).

La construcción del significado del libro es variada en torno a los formatos de texto y las prácticas cambiantes que engloba. En el formato electrónico los enlaces son inmediatos y en continua actualización, el lector joven desarrolla una participación activa en la secuencia textual de acuerdo a sus intereses. Aunque de cierta forma, puede crear la fragmentación de maneras de socialización y conocimiento como se conocen hoy en día. La lectura digital por otra parte, estimula la percepción audiovisual en cuanto a los elementos que incluye.

El significado e interpretación de un texto son un resultado de la movilización y reconfiguración constante de signos en una infinita combinación de efectos (Horrocks, 2000).

La reconfiguración de estos signos, requiere del proceso de comprensión de lectura, que comienza por la identificación de los símbolos impresos o a través de una pantalla electrónica en donde se descubre la intencionalidad del autor hacia el tema que trata y reconstruye significados conforme a la manipulación de conceptos por parte del lector, esto modifica el pensamiento o la conducta o las lleva a una nueva dentro del desarrollo social o personal (Mata, 2010).

Los resultados de algunas dimensiones cuestionadas revelan que la representación por parte de los alumnos a las bibliotecas es mayormente escolar ante su representación como una práctica placentera. El estado que guardan las bibliotecas en cuanto a sus acervos y servicios conforma una representación de no muy de acuerdo a la realidad de los ambientes de lectura a fin de los estudiantes que prefieren las pantallas digitales.

La participación bibliotecaria se debería involucrar como instancia para fomentar la participación de los jóvenes en la lectura a causa de las fallas de enseñanza en la familia o la escuela.

Para la bibliotecología, cuya ciencia se encarga del estudio de todo lo relacionado con las bibliotecas y los libros, es importante el estudio de la lectura para evaluar las acciones implementadas por las bibliotecas públicas y sus deficiencias con respecto a las formas tradicionales y tecnológicas utilizadas para comprender a la población joven. El bibliotecario es un mediador entre el hombre y el libro dentro de un espacio físico que proporciona acceso a libros y diversas fuentes de conocimiento escrita (Mata, 2010).

Los libros digitales requieren una plataforma de lectura en donde la biblioteca juega un papel importante, pues tradicionalmente recolecta, organiza y provee acceso a la información clásica de los libros, pero ahora debe también hacer estas actividades con la plataforma digital y con respecto a ellas, puede tener una ventaja en cuanto a los retrasos por devolución o reacomodo de libros.

Sin embargo, si los bibliotecarios no son personajes que induzcan de manera muy activa al pueblo a leer mediante clubes o actividades, los jóvenes no pueden orientarse para buscar en su vida una posición para ésta práctica –que puede ser para fines instrumentales o lúdicos– en la sociedad o no la ven como un medio para cambiar de posición social.

La edición y la impresión, como elementos dentro de un proceso tradicional para el desarrollo del libro se encuentran en evolución bajo una lógica medios electrónicos en donde a través de una plataforma se obtiene acceso a ellas. Las tecnologías reconfiguran la transmisión de libros. Existe un mundo editorial que está ganando ventaja sobre las bibliotecas y funciona por canales digitales para la venta de libros en éste nuevo formato, distribuyendo obras digitales en el ciberespacio.

Los editores en nuestros días se encargan de producir objetos incompletos como los libros, que buscan un lector para realizarse como objetos culturales y poder completarse, pero el lector en este caso, es definido como un cliente. Los libros como objetos materiales se completan sólo cuando existe un lector que interpreta los textos. Por eso los editores se enfocan en producir obras que intenten completarse en la sociedad, para lo cual reconocen que no es siempre viable retomar las tradiciones elitistas contrarias a la idea de alfabetización. (Ferreiro, 2001).

Un ejemplo del mundo editorial que apuesta por los formatos digitales es desde el 2010, la confederación española de gremios y asociaciones de libreros en España, que ofrece contenidos electrónicos. Aunque la nueva era del libro en este formato no logra tener un impacto sólido frente al libro impreso, se considera de un costo más bajo debido al ahorro de impresión y distribución. El sector editorial alemán también cuenta con una expectativa de lanzar masivamente formatos digitales hasta el año 2018, aunque existe una vulnerabilidad del sistema con respecto a los derechos de autor, de propiedad intelectual, copyright la compatibilidad de los formatos, etc. Al igual que se modifica la distribución del libro electrónico, las prácticas de lectura también cambian, pero bajo su postura consideran mayor las ventajas en la producción de este formato (Magallanes, 2013).

Se está viviendo entonces, un cambio en donde el desarrollo de la tecnología crece paulatinamente y no se ha requerido tanto tiempo para transformar la materialidad de los textos a formato digital sin dejar de lado la importancia de los textos impresos. A partir de la pantalla electrónica aparecen una serie de soportes que modifican gradualmente la estructura habitual sobre el texto y su lectura. La diferencia entre lo escrito electrónico y lo impreso es su versatilidad y diversidad, desplaza la forma puramente lineal y reflexiva que exige muchas veces el texto impreso (Jarvio, 2011).

Cuadro 3. Las posibles ventajas y desventajas que enfrenta tanto el lector, como las editoriales y los autores con respecto a los libros electrónicos8:

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Como se puede observar en los puntos mostrados en el cuadro anterior, los avances en torno a la cultura de la lectura, que iniciaron desde las antiguas formas de reproducción y distribución de obras, evolucionan los conocimientos y destrezas en la estructura social de acuerdo a sus necesidades. Así los nuevos soportes responden a estas necesidades de lectura rápida y cómoda además de una económica tanto por el ahorro del tiempo y espacio. Una desventaja sustancial ante el formato digital, es la permanencia del papel como rescate de la memoria histórica mientras que el soporte electrónico no asegura la continuidad de sus depósitos dentro de la red debido a su fragilidad y cambio constante de formatos y sistemas.

A pesar de ello, la mercantilización de libro digital, que comenzó a ganar espacio con negocios que ponen sus librerías online, en donde la competencia surge desde el 2003 con empresas como Amazon, Microsoft, AppStore y Google las cuales ya digitalizaron millones de obras en sus plataformas.

Los nuevos negocios propician colecciones de libros electrónicos y bibliotecas digitales, mediante los cuales venden sus estrategias de incorporar novedosos sistemas de información mejores a la competencia, sugiriendo, debido a la poca portabilidad de computadoras la creación de nuevos dispositivos transportables, tal es el caso del Kindle de Amazon, el Noble de Sony, el Ipad de Apple o el desarrollo de mejoras en los teléfonos celulares. (Cordón, 2015).

Los periódicos también se sumaron a la digitalización para adecuarse a éste nuevo concepto de tecnologías, incluyendo videos y sonidos en sus ediciones con el objetivo de atraer el interés de los internautas9, especialmente los jóvenes, cuya generación se encuentra interesada en los acontecimientos inmediatos alrededor del mundo. Es favorecedor para ellos en cuanto al ahorro de recursos con los distribuidores e impresores.

Retomando el tema de las industrias editoriales, debemos continuar con su intención de sacar provecho a la nueva etapa de los libros digitales, cuya mirada principalmente, es sobre públicos que no saben distinguir los libros buenos de los malos, ni tienen criterios al respecto, admitiendo los autores recomendados y comprando las obras que se anuncian más. Se podría decir que se lee más que nunca en la actualidad global pues los jóvenes como generación nativa de las nuevas tecnologías realizan la práctica a partir de su entendimiento en lenguajes propios del contexto de consumo cultural y reconfiguración a partir de los nuevos dispositivos electrónicos:

La lectura y el uso del lenguaje en los nativos digitales son distintos. Debido al tiempo que dedican a navegar por internet, han cambiado las relaciones interpersonales por interacciones mediadas por una pantalla, lo que determina tanto su comportamiento como las nuevas expresiones mentales (Mártinez, 2010 en Jarvio pág. Pág 66).

La explicación anterior, nos puede dar una noción de como un joven, ante el uso de los dispositivos electrónicos, prefiere, por ejemplo, acceder a redes sociales para leer noticias, acontecimientos, hechos o comunicarse con otras personas antes que buscar lecturas informadoras, interesantes y enriquecedoras, independientemente de las investigaciones para fines escolares.

A pesar de que el auge de la ciencia nos orilla a compenetrarnos más en la comprensión de diversos temas de investigación o avances tecnológicos y la facilidad de los conocimientos básicos sobre las herramientas para comprender la información y crear los propios criterios o discernimientos sobre lo importante o no importante en cuanto a las lecturas y su confiabilidad en internet, los jóvenes se están dejando llevar por algo tan grande que es difícil controlar en el mundo se sobre información. El hipertexto10 nace a raíz de los problemas para organizar la información de manera automática en las redes del conocimiento para producir uno nuevo e interrelacionar múltiples contenidos ante la expansión de lenguaje escrito y visual en la red.

Dentro de la plataforma, ya sea virtual como real del joven, es necesario para ellos saberse manejar dentro del contexto social en el cual pueden necesitar una adaptación ante los requerimientos del entendimiento sobre la importancia de la lectura y su evolutiva inherencia con los soportes tecnológicos.

2.4. El internet y el libro electrónico desde el contexto de las nuevas tecnologías

El desarrollo de la imprenta está ligado al contexto histórico del internet, pues a partir de la creación de esta, se logró una ampliación de acceso a la información y se desarrolló la capacidad para leer de manera profunda grandes y complejas obras. En la actualidad, a través de internet se facilita el acceso ilimitado de demasiada información, aunque no de manera tan analítica y profunda como antes se llevaba a cabo a partir de la imprenta (Jarvio, 2011).

Sin embargo, con la aparición de la computadora o el internet, se han abierto nuevas posibilidades a la forma de lectura y su relación con lo escrito, en donde la velocidad y la accesibilidad de una gran cantidad de textos a un precio bajo son ventajas imprescindibles en el siglo XXI. Este es un entorno en el cual los jóvenes de la actualidad se encuentran inmersos y, por ende, su sentido de apropiación es mayor al acceso de la red (Gómez, 2008).

Uno de los problemas importantes cuando se hace uso de la red, aparte de notar la incapacidad para realizar lecturas profundas en medio de la inmediatez y rapidez, son las diversas actividades que el joven realiza en un sólo momento por medio de mensajes enviados y recibidos en la red, cuyos procesos cognitivos se ven afectados por los múltiples errores de la velocidad y la poca atención.

Uno de los parteaguas de esta situación se puede reconocer desde 1971, cuando se digitó por primera vez en la historia la obra de declaración de la independencia de los Estados Unidos. Se planteó un proyecto cuya tarea fue la de poner a disposición para las personas los libros de dominio público en este nuevo formato. Gracias a la aparición del internet, se universalizaron las obras gratuitas y se multiplicó el público de manera permanente y como se mencionaba anteriormente, las empresas también han buscado la manera de comercializar otras de ellas mediante e-books como modelos de negocios asociados al papel digital, llegando a superar sus ganancias por este medio más que por la venta de libros como tradicionalmente se conocen (Galina, 2002).

A partir del avance en la capacidad de discos duros, formatos y programas, surge con ellos la expansión del libro electrónico y el establecimiento de algunas bibliotecas digítales, pero más que nada una fuente de acceso y apropiación de un espacio donde jóvenes se encuentran más identificados, como se ha estado mencionado (Jarvio, 2011). Lo anterior se podría explicar a partir del momento en el qué:

Internet se volvió un objeto deseado en el imaginario de los jóvenes mucho antes de que pudieran acceder a él, a través de las narraciones que circulaban en el cine y la televisión. Se trata de un imaginario signado por una fuerte ilusión de control y manipulación del entorno, ya no colectivamente, sino individualmente (Winocur, 2009, pág.56).

El internet como un elemento cultural, en crecimiento a la par con las últimas generaciones de jóvenes y cuyo nuevo concepto de tecnología y redes, se vuelve parte de la cultura popular, funciona como escenario donde jóvenes entienden quiénes son y como fluyen en la sociedad. Esta plataforma a su vez, va configurado el consumo de productos culturales específicos y acceso a bienes simbólicos en donde el libro convencional y electrónico es uno de estos elementos. En contraparte, el uso excesivo de los dispositivos electrónicos para adentrarse a una lectura virtual del texto puede advertir a los jóvenes en un sentido, a la pérdida de conciencia crítica para una inmersión literaria digital de calidad. Sin embargo, ésta problemática queda en segundo plano cuando el internet, a diferencia de las demás tecnologías, se convirtió en la herramienta privilegiada para formar parte de la sociedad del conocimiento para el desarrollo de los individuos en el sentido productivo:

En comparación con otras tecnologías, internet se difundió rápidamente con una trayectoria similar a la radio y la tv, que penetraron el 50% de los hogares en los primeros años en los Estados Unidos (di Maggio, en Benítez, et al. 2011, pág. 84).

Sin embargo, a diferencia de estos medios, la tasa de adopción de internet en el hogar incluso en países de alto PIB, aún sigue lejos de una penetración total (Benítez, et Al, 2011).

Es notable entonces, la brecha existente entre el acceso a internet y las tecnologías en relación al desarrollo individual y colectivo de los países en la era de la globalización, tomando en cuenta que es una fuente de conocimiento. Los cambios digitales producen contradicciones en cuanto a las prácticas letradas y los valores de la lectura para los jóvenes principalmente.

Los jóvenes, como grupo social emergente ante este contexto digital, se han llegado a visualizar como los más aptos y capaces de entender la lógica innovadora de forma más precisa que sus generaciones antecedentes, lo cual los conforma como receptores de conocimiento inmediato, pero poco profundo, ocasionando que estas generaciones se vayan alejando de la forma manual de búsqueda de información y conocimiento, desairando la construcción de visiones críticas ante sus lecturas. Los jóvenes se ven beneficiados a través de los medios de comunicación digitales por su deseo de la inmediatez y la facilidad de búsqueda para satisfacer sus necesidades escolares, sociales y personales (Cordón, 2015).

Dentro de un contexto social, la institución educativa sigue siendo uno de los principales espacios para la socialización de las nuevas tecnologías, por lo tanto, la escuela es un lugar que refuerza la necesidad de adquisición de una computadora en el imaginario de las familias populares, pues los maestros desde nivel primaria, en algunas ocasiones solicitan a sus alumnos tareas que requieren del uso de ellas y no sólo premian la búsqueda en la red, sino la presentación de los trabajos más que los contenidos. Esta es una de las razones por la cuales los padres como institución familiar, perciben que la computadora es importante para el desarrollo intelectual de los hijos, pero no profundizan en la calidad de conocimiento que se puede llegar a adquirir.

El uso de las tecnologías en las escuelas debe adecuarse a lograr un buen aprovechamiento de las capacidades cognitivas, combinando el uso de las pantallas para fortalecer la inteligencia visual-espacial, el fomento a la lectura para fortalecer los procesos abstractos, reflexivos y de atención, así como el uso adecuado de los dispositivos electrónicos (Jarvio, 2011).

El joven se podría encontrar ante una contrariedad tanto de la institución familiar como escolar por la forma de usar aquellos dispositivos electrónicos que los mismos padres fomentan y apoyan, bajo la creencia de un crecimiento y posible movilidad social. En cuanto a cuestiones productivas, en nuestro país los padres no son conscientes de los beneficios de inculcar la lectura a sus hijos, pero es una situación que viene arrastrando desde generaciones atrás y aún siguen pensando que la escuela es el principal foco de inclusión al hábito exclusivamente para el cumplimiento de su rol como estudiantes.

La familia facilita entonces, el uso de recursos multimedia en nuestros hogares, así como orientan según sus propios criterios, cual es el mejor uso o aprovechamiento que se les debe dar a éstos, pero no consideran en algunos casos el fomento a la lectura a través de los medios tecnológicos que proporcionan. La perspectiva debe ir más allá de ésta forma de pensar, pues leer por placer y las obras literarias de calidad afinan los sentimientos de los individuos desde su niñez y les proporcionan un desarrollo intelectual no sólo para uso exclusivo de la escuela.

Se debe tomar muy en cuenta la importancia de la práctica que está siendo relevada, pues tener una computadora o tableta en casa con internet, involucra a todos los miembros que la habitan –aunque no sean usuarios– con el hecho de participar en las decisiones sobre su utilización y la negociación entre todos. Pero los jóvenes son los que plantean las demandas y los padres las adquieren. Surge un aspecto de conflicto entre quien utiliza más estos aparatos y las competencias de cada miembro de la familia (Winocur, 2009).

Es así como las herramientas electrónicas, principalmente la computadora e internet, se instalan dentro del imaginario colectivo y popular, como un recurso estratégico para mejorar la competencia de los hijos y trascender en la escala de movilidad social con ellos, independientemente de la posibilidad económica de adquirir en su momento dicho recurso (Winocur, 2009).

Las contradicciones surgidas entre dispositivos electrónicos y la lectura, no deben llegar a tomar tanta fuerza en la sociedad y cultura de la actualidad, pues deterioran la estructura de nuestra conformación de capital cultural y habla de quiénes somos como individuos y como ciudadanos Xalapeños, ante otros estados o países más desarrollados.

Una de las causas de tales contradicciones es que, en algunas ocasiones, la actividad de la lectura no es concebida ya como un medio o instrumento para llegar a un fin, por eso a veces el leer textos completos para los jóvenes no cuentan ni para ellos mismos. Es aquí donde la visibilidad del acto de leer, depende por un lado de su legitimidad cultural y del otro también en el modo de inserción en la acción de los individuos. La lectura entrecortada, discontinua, informativa, rápida, o técnica a través de los medios de comunicación no se puede considerar como tal (Lahire, 2004).

La oportunidad de contar con libros, periódicos o revistas en formatos digitales, no solamente para uso exclusivo de la escuela sino también lúdico, debe ser fomentado tanto por los padres como por los profesores, así como es notoria su aprobación e influencia sobre manejar el lenguaje de las nuevas tecnologías para fines comunicativos de esparcimiento, entre otros. Sería una manera de aprovechar el valor de uso del objeto para crecimiento de capital cultural y que la representación de lo que significa el internet y los dispositivos electrónicos como herramientas para acceder al mundo de la lectura sea positiva.

2.5. El papel del internet en la socialización y la práctica lectora

El internet, como se menciona anteriormente, proporciona nuevas formas de interrelacionarse entre los jóvenes, para ello, necesitan ser educados de acuerdo a su nueva generación que, a su vez, cambia los paradigmas educativos. Quienes tienen en la actualidad entre 5-15 años, son la primera generación inmersa en las nuevas tecnologías, donde han crecido rodeados de computadoras, videojuegos, celulares y gadgets en una atmósfera de internet (Jarvio, 2011).

En el proceso de socialización a través de los recursos electrónicos e internet, los jóvenes tienen intervención de los principales agentes para su enseñanza, como lo es la escuela, los cibercafés y los medios de comunicación, cuyo sentido lúdico y recreativo, en un principio tuvo problemas en cuanto a su infraestructura y poca capacitación del personal en los espacios de acceso (Winocur, 2009).

En éste sentido, la tecnología y el internet no establece una relación de sujeto-objeto solamente, sino que construye un universo de representaciones culturales en torno a ellos (Bénitez, et Al, 2011).

La tecnología se encarga de marcar el alcance y el sentido experimental dentro de lo práctico y lo simbólico, intercambiando cuestiones reales con virtuales, aunque su consumo no remplaza a los demás medios de comunicación aún. El individuo reorganiza sus tiempos de consumo con otros medios o lo hace de manera simultánea y la saturación de las actividades dentro de éstos se traduce en varias horas al día (Winocur, 2009).

Sin embargo, el espacio al que acceden los jóvenes a través de internet, no debe ser su única herramienta para analizar el sentido de la realidad, sino un complemento de ésta, implicando una relación de lo virtual con lo real. La inmersión por parte de los sujetos a un sistema virtual se debe manejar de manera consiente, pues podría provocar un distanciamiento e inestabilidad en la existencia real en la cual viven jóvenes, que interpretan a lo virtual como un complemento, pero algunas veces se puede representar con más valor que lo real. (Horrocks, 2000).

Otro análisis dice que no debe existir una diferenciación entre lo virtual y lo real, debido a una realidad siempre virtual en tanto no se encuentra presente ni es totalmente verdadera, en construcción a partir de la misma diferencia.

El internet en el espacio público y privado de la sociedad en tanto la realidad y la virtualidad, es un fenómeno que complejiza cada vez más a la lectura y la escritura. Para algunos es una fuente de decadencia atrapada en las redes de mercado, mientras que para otros es una esperanza de la democracia, aunque regida por políticas y limitaciones nacionales. La verdad es que acerca o proporciona un escenario para las capacidades creadoras de los textos escritos, sublimando las anteriores divisiones y ahora todos son al mismo tiempo, lectores, escritores y autores. A través del internet, existe una relación cada vez más inherente entre la lectura y la escritura, pero se debe tener cuidado con darle una importancia sin sentido crítico sobre la calidad de lectura de acuerdo al contexto de sobreinformación, hipertextualidad y lenguaje visual que se introduce también en este sentido.

La red ha adoptado entonces, a la palabra escrita de diversas maneras, absorbiendo y emulando los demás medios de comunicación, como la radio, la televisión o el periódico. El lector de textos es a la vez, participante activo de dicha construcción a partir de los dispositivos electrónicos, como la computadora o el celular (Horrocks, 2000).

Los nuevos dispositivos electrónicos en un contexto actual, facilitan el acceso de cualquier información a todo el que tenga un equipo informático con acceso a la red, hecho demasiado fácil de observar en nuestra sociedad actual. Se fomenta al joven a leer y aprender lenguajes diversos, que se van haciendo un poco más difíciles de encajar con la lectura a partir de materiales físicos, pues ahora es más fácil entender al individuo que crece con algún aparato tecnológico, donde también la familia fomenta más lo anterior que la práctica de la lectura.

En el mundo virtual en el cual los jóvenes se encuentran inmersos, buscan definir e interrogar el orden cultural, basado principalmente en los dispositivos electrónicos y su entendimiento, antes que en la práctica de la lectura. En las relaciones esenciales, interpretan también sitios de generalización cultural para constituir formulaciones ideológicas particulares, en torno a los textos leídos, necesitan de la cultura específica referida a la práctica a través de diversos señalamientos para ir en su propio camino de y con la lectura. Al leer, el joven puede o no creer cada palabra contenida en su texto electrónico, pero cuando se reconoce dentro de su código de entendimiento o información, se añade a las evidencias o experiencias con las que cuentan respecto a un tema de interés para él.

Como un aspecto negativo, la calidad de la vida intelectual de los individuos, se ve amenazada con el internet de cierta manera, en cuanto a la reflexión que se toma al realizar prácticas lectoras. Los hiperenlaces y el hipertexto dejan a un lado la capacidad de concentración, así como la forma sistemática y significativa del conocimiento (Jarvio, 2011).

La idea sobre dispositivos tecnológicos anclados a un espacio físico, alude a conexiones online y offline de un territorio personal, móvil y virtual en la modernidad, pues ya existe una redefinición de extensiones virtuales a través del celular, la tableta, la computadora, etc. que le da más significado si cuentan con conexión a la red (Winocur, 2009).

La incorporación de las tecnologías de comunicación e información, necesitan de un proceso de domesticación para que se vuelva más sencilla su utilización y exigiendo a la vez, su incorporación en el hogar, para adquirir un significado en la vida cotidiana y tomar sentido dentro de nuestros marcos culturales y afectivos. El internet se ha naturalizado porque se instaura como una necesidad ante la socialización de los jóvenes en sus diferentes esferas de la vida.

Es así como el consuelo para los jóvenes en tiempos de globalización ya no es el de una certidumbre de pertenencia a través de las instituciones tradicionales como la familia, la escuela, la colonia, etc. pues, aunque son los principales lugares de identificación o integración, deben complementar su desarrollo de la lectura con las nuevas tecnologías. Los recursos electrónicos son los que brindan la posibilidad a partir de su conexión, de recrear lazos afectivos y de información sobre los aspectos trascendentales de la vida y así como la lectura convencional representa un significado para los espacios institucionales, su evolución a través de la lectura en los medios digitales se reconfigura también con la ayuda de los medios de comunicación como lo es la televisión que no sólo integra el lenguaje escrito y oral, sino también el lenguaje visual a través de las imágenes.

2.5.1. La televisión y la lectura de imágenes

Los medios de comunicación, a través de las tecnologías, ocupan un lugar imprescindible pues son los que condicionan la realidad de nuestros días, y entonces transmiten un innegable contacto con la lectura y la escritura a través de todo medio digital para vincular a los jóvenes y así utilizar esta estrategia para ir cobrando mayor fuerza, llevándolos a esforzarse cada vez menos obteniendo más medios de distracción que lecturas valiosas.

Así como la escritura y la lectura fueron un desarrollo a partir del dibujo, la comprensión de textos a través de los formatos digitales y la composición de estos funciona de la misma manera a partir de las imágenes presentadas en nuestra vida hoy en día, mezclándose no sólo con el significado de las palabras, sino también con los objetos reales o las ideas.

Se está reconfigurando la cultura de la lectura a través de las tecnologías, llevándola a funcionar como un instrumento para comprender la nueva era de globalización e información masiva, al servicio de la búsqueda de datos. El internet juega un papel importante a la hora de promocionar cierto tipo de textos y difundirlos obedeciendo una supremacía del mercado mundial, junto al papel de la televisión o el cine, es aquí donde los jóvenes aparecen como una generación inducida a elegir ciertas lecturas por medio de las estrategias comerciales y de consumo global. Debido a éste fenómeno, los autores clásicos de la literatura se vuelven difíciles de entender en la sociedad actual y se opta generalmente por lecturas con menos rigor intelectual, como los best sellers o literatura ligera.

La televisión funciona entonces como un medio con poder superior al de la prensa escrita, para llevar a la fama a ciertos autores o libros, incitando a los consumidores obras en particular (Hébrard, 2002)

En éste sentido de promoción, la televisión es el medio más utilizado en la actualidad, siendo de alcance masivo contribuye algunas veces a una decadencia cultural debido a que su contenido se centra en transmitir cultura de masas, carente de significado y calidad con el escudo de entretenimiento (Jarvio, 2011).

La TV tiene un alcance muy grande, pero a pesar de ello, los jóvenes siguen buscando medios dinámicos que proporcionen comunicación interactiva y la comunicación unidireccional que la televisión ofrece debe de evolucionar en torno a esta necesidad. La tecnología implica nuevas prácticas comunicativas a través de estructuras discursivas no lineales. La conectividad masiva nos apoya en la transformación de nuevos órdenes y procesos cognitivos (Jarvio, 2011).

El contenido que este medio nos proporciona para consumo de información e imágenes tiene meramente un valor de simbólico y es otra manera de lenguaje de la lectura también, pues contiene lo que las culturas juveniles vuelven relevantes en un sentido mediático y es explotado tanto en sentidos literarios como televisivos o cinematográficos, como es el caso de sagas como la de Game of thrones, Twilight, Lord of rings, entre otros.

En cuanto al enfoque sociocultural de la lectura de imágenes que entrañan un contexto específico, toda imagen es producto de una constitución de fuerzas, tendencia y movimientos dentro de dicho contexto y sus elementos temáticos se materializan a través de ella para representarlos ante los individuos que componen la sociedad. La creación y la lectura de imágenes para los jóvenes, son un producto social tanto para ellos como espectadores o constructores (Alfaro, 2010).

Las imágenes en la sociedad contemporánea se encuentran en todo nuestro alrededor con un significado paradójico –dentro de un contexto histórico que, aunque parezca una entidad etérea, demuestra una representación cotidiana de las sociedades– y los jóvenes son quienes lo perciben más, aunque sea de una manera un poco inconsciente (Alfaro, 2010).

La diferenciación entre el símbolo escrito y el visual aun es borrosa, pues son próximas a la comprensión y correspondencia de su término, por eso las imágenes como respuesta de pulsaciones históricas, profundizan poco en la racionalidad cuyo fundamento se cuestiona en la posmodernidad y en este caso sobre la cultura escrita. En este sentido, la palabra se convierte en un medio privilegiado para producir, consumir y reproducir información y conocimiento, contribuyendo a la racionalidad instrumental para que a través de ella se otorgara a la sociedad patrones de organización masiva. Es por eso que la sociedad moderna requiere campañas de alfabetización y formación de jóvenes letrados, para que este sector de la sociedad pueda tener acceso a la lectura y puedan asimilar-comprender la organización de la sociedad global.

La imagen hace acto de presencia de la mano con la palabra escrita como mecanismo de control en el discurso, pero conforme la modernidad avanza, la imagen se va independizando de manera sutíl. El que las imágenes producidas por las TIC´s, desvíen a los jóvenes de la lectura de textos en vez de relacionarla, es un fundamento de la racionalidad en la posmodernidad que provoca fisuras entre la esencia de la palabra con su proceso de lectura (Alfaro, 2010).

A partir de las imágenes, las TIC´s se convierten en una potencia de conquista de la realidad social, posicionándose como elementos de la cotidianidad en los jóvenes, y peor aún, bajo el imperativo de la moda se producen de forma masiva y tan rápido que finalmente son desechadas para dar paso a la nueva información textual y visual, reforzando la propia lógica de moda.

La lectura de una imagen puede ser un lenguaje parecido a la de un texto, pues sólo en este sentido el joven la entiende en medida que se identifica con los elementos que representa. Actualmente, las imágenes bombardean la vida cotidiana en el aprendizaje de nuevos saberes o pueden inclusive complementar la información de la lectura textual a través de los dispositivos tecnológicos, como puede ser el caso de las adaptaciones cinematográficas, pero entonces, es interesante plantear la preferencia de los jóvenes ante estas dos formas de información. En la era digital es un poco más fácil y digerible la lectura de imagen ante los conceptos de inmediatez y rapidez de comprensión.

La función de la imagen en la modernidad puede cuestionar sus límites, en el sentido de crear una especie de analfabetismo visual debido a la sobreabundancia de estas y el poco tiempo de visualizarlas para analizar la razón de su creación. En medida que el problema de lectura de imagen crece, también con él crece el abismo entre la cultura escrita y la nueva cultura visual cuyos aspectos se encuentran mediados por la cantidad de conocimiento de los jóvenes hacia los dispositivos electrónicos como reconfiguradores del lenguaje escrito o el entendimiento por la lectura de manera profunda.

2.6. Los dispositivos electrónicos y su representación en torno a la lectura

Las tecnologías y medios de comunicación acompañan los discursos sobre lo virtual y se construyen sobre esos propios discursos. La hibridación de los medios que libera cantidades enormes de información, se expresa en un nivel cultural amplio –en una confrontación de culturas letradas y orales tradicionales̶– que pueden abarcar construcciones en contexto de nacionalidad, etnicidad e historicidad, pero a su vez, van reconfigurando diversos elementos. La cultura funciona como un espejo retrovisor en donde los nuevos medios desplazan a los anteriores y los adoptan dentro de ellos, pero aún estamos en un periodo de transición. Mientras nos podemos cuestionar si es pertinente dejar a un lado el intento por darle una importancia a las prácticas letradas de manera convencional o adaptarnos exclusivamente al ámbito digital (Horrocks ,2000).

La identidad juvenil, también se encuentra en un proceso de reconstrucción donde el internet y los recursos electrónicos los orillan a una participación entre el mundo virtual y real como parte de su vida cotidiana para la inclusión social dentro de su entorno generacional (Winocur, 2009).

Dentro de un contexto generacional, los jóvenes nacen y crecen junto a las TIC´s, mientras que los adultos perciben estas herramientas como objetos extraños incorporados externamente y cuya utilización se marca por una intencionalidad específica. Entonces es complejo plantearse la cuestión de hasta qué punto los jóvenes de sectores populares pueden considerarse nativos digitales. Los usos de la computadora o los dispositivos electrónicos difieren de igual manera que el consumo de lectura, según el nivel socioeconómico al que pertenecen los jóvenes. Se plantea una relación con respecto a las actividades realizadas, mientras que los adolescentes de sectores altos utilizan los recursos electrónicos como uso instrumental para búsqueda de información o tareas, los jóvenes de menores recursos los utilizan con fines recreativos o comunicativos (Bénitez, et Al, 2011).

Los programas que se implementan para promover el trabajo con los medios digitales en las escuelas tienen como uno de los objetivos, el formar consumidores críticos que puedan comprender los medios de comunicación masiva, valorizándolos como bienes culturales que circulan en la sociedad, capaces de analizar los diferentes discursos textuales e informativos (Plaza, 2011).

Las tecnologías de la información y la comunicación son sistemas altamente complejos, que además de intervenir en la producción de bienes culturales y servicios, intervienen e inciden en los procesos de socialización, transformando los modos de producción, circulación y recepción de la información y el conocimiento (Coria, 2003 en. Plaza, 2011 pág. 145).

El libro, la biblioteca y la lectura son representaciones en el pensamiento con significados y contextos diferentes en el caso de las generaciones de jóvenes modernas en interacción con las TIC´s, aun así, estos elementos mantienen relación entre vínculos históricos, culturales y sociales. Se considera que leer poco hoy en día reduce la posibilidad de desarrollar habilidades de lectura y restringe el horizonte cultural (Ramírez, 2010).

Lo anterior nos lleva a poder encontrar ciertos factores que propician al comportamiento de lectura, como el capital cultural de la familia, las actividades que realizan en su tiempo libre, la función que cumplen las bibliotecas o instituciones educativas en cuanto a actividades de fomento a la lectura, el contexto de socialización en el que se encuentran, los reguladores de conducta primarios tales como la religión, nacionalismos, moral, etc. o los secundarios como la moda, la música y la publicidad juegan un papel importante, añadiendo los reguladores terciarios como la enseñanza (Ramírez, 2010).

Las representaciones sociales que buscan reforzar las identidades, justificar comportamientos y tomar posturas, orientadas a la comunicación, la comprensión y el dominio del entorno social son indispensables para entender a los lectores que pueden ver éstas prácticas como una herramienta esencial para el desempeño escolar o como actividad de esparcimiento, recreación o entretenimiento.

El mundo digital puede dar una realidad a la universalidad de los textos que fueron escritos de todos los libros publicados y que se expande a través de los formatos digítales, denominándolo como un espacio público en donde los lectores se permiten la apropiación de textos, discursos, artículos o libros. Esto promete la transformación de las categorías más básicas de la experiencia social, lo cual puede llevar a la pérdida de cualquier referencia común tanto para la realidad como para la virtualidad, pero a su vez puede producir una modalidad diferente de comunicación del saber.

La imposición de la lectura juega un papel en el rol del lector, que se puede desempeñar como reproductor o consumidor mayormente que como productor.

Reducir la lectura a sólo textos impresos, nulifica la universalidad del verbo leer, limitando el conocimiento global para la comprensión del mundo actual (Ramírez, 2010).

A manera de conclusión sobre los aspectos tratados a lo largo de los diferentes apartados en cuanto a la lectura, con su relación a los dispositivos digitales, el internet la influencia que toman en las esferas de la vida cotidiana en los jóvenes, es importante recalcar que el capital cultural en la actualidad, se encuentra ante una etapa de reconfiguración en tanto los objetos materiales como es el libro, las revistas, periódicos o textos de valor simbólico, van evolucionando a partir de las tecnologías y la manera de percibirlas en la escuela como en el hogar y nuestro espacio social.

Es interesante reconocer como el lenguaje escrito, conformado por las representaciones sociales, educativas y culturales va cambiando las formas en la cual los jóvenes van consumiendo cierto tipo de capital cultural sin reflexionar tanto sobre lo que es bueno o no, ni juzgando tampoco la solidez que puede traer para un futuro, una adaptación cada vez más innata de la inmediatez y rapidez ante el consumo de imágenes y la lectura fragmentada en formato digital.

CAPITULO III.- Hacia una metodología para el estudio de la lectura en preparatoria

3.1. Tipo de investigación

El propósito de la presente investigación es identificar las formas de lectura e interés que tienen los jóvenes de la ciudad de Xalapa a través de los dispositivos digítales y formatos impresos, así como determinar la relación entre el contexto social en el que se encuentra ya sea escolar como familiar en el desarrollo de percepción sobre la lectura y la oportunidad de acceso a la información ante la era digital, aplicando instrumentos de medición como la encuesta, la entrevista y el grupo focal.

3.2. Metodología del estudio

En el análisis de las dimensiones de las formas de lectura a través de los dispositivos digítales e impresos en los jóvenes, fue necesario llevar a cabo la recolección de información mediante el uso de herramientas de enfoque mixto, entre las que se plantea el grupo focal de corte cualitativo entre los jóvenes acerca de su percepción con la lectura y el interés que muestran ante la práctica a través de medios impresos y digitales de acuerdo a la motivación por parte de su contexto social.

La finalidad de los instrumentos, son enriquecer el conocimiento sobre la cultura de lectura con una mirada más amplia y personal, además de ayudar a abordar los pensamientos y acciones de tendencia entre los jóvenes lectores para estudiar la realidad social dentro de su entorno escolar, con el objetivo de encontrar los significados y sentidos para este sector de la población en Xalapa. También se requirió de una aplicación de diversas encuestas de corte cuantitativo, para contabilizar ciertas posturas o fenómenos observables y cuantificables con respecto a las prácticas lectoras, el uso de dispositivos electrónicos y opiniones en común sobre el significado de la lectura en su medio social. Para intentar comprender el fenómeno de las prácticas lectoras, desde el uso de estas metodologías, se posiciona de manera importante la influencia en el entorno de los jóvenes de preparatoria de Xalapa que conllevan a notar sus mayores intereses y actividades propios de su generación, finalmente se podría indagar mediante la comparación, conclusiones complementarias con respecto al tema de interés.

El uso de la encuesta, aplicada a 3 escuelas diferentes11 y el grupo focal12, puede funcionar como un estudio comparativo, cuya herramienta tiene por objetivo en la presente investigación, reconocer similitudes o contrastes entre una realidad vista por diversos ángulos. Se presentarán en bases de análisis y estrategias llevadas a cabo mediante estudios de casos y de variables para poder realizar interpretaciones sobre fenómenos sociales complejos como el de la cultura de la lectura desde diversas perspectivas juveniles y a través del contexto tecnológica, escolar, familiar entre otros.

Los resultados del grupo focal tienen como objetivo el de poder conocer de manera más directa las opiniones de los alumnos de manera grupal e individual, así como las muestras obtenidas cuantificablemente a través de la encuesta, para obtener resultados desde diversos enfoques de los estudiantes, que lleven a entender el fenómeno de la realidad en las diferentes formas de acercamiento a la lectura, en los jóvenes de preparatoria correlacionados con las dimensiones educativas, socioeconómicas, familiares y de práctica. El primer paso para elaborar las encuestas, entrevistas y grupo focal, fue el de aterrizar diversas dimensiones dentro de un contexto sociodemográfico, de conexión a internet, uso de recursos electrónicos, condiciones de recepción de textos impresos y electrónicos, instituciones de socialización que nutren la práctica y las prácticas concretas de lectura en los jóvenes. (Ver anexo 1)

Para realizar una descripción más específica, se recurrió a utilizar una encuesta de 61 preguntas a 152 alumnos y alumnas pertenecientes al Colegio Preparatorio de Xalapa13 −ubicado en el centro de la ciudad cuya institución es muy reconocida por sus años de trayectoria para la formación de jóvenes que actualmente se encuentran entre el sector medio hablando económicamente−; la escuela preparatoria de la UPAV –ubicada cerca del fraccionamiento bugambilias14, cuya institución es nueva y su propósito principal es brindar una cobertura de educación media superior a quienes no la tienen sin importar edad además de dar la oportunidad a jóvenes que no tienen el acceso a otras preparatorias– y el instituto Panamericano15 –cuyo colegio privado se encuentra ubicado también en parte de la zona centro de la ciudad y es una escuela que brinda educación a los diferentes niveles básicos de educación, además de ser para jóvenes de familias de alto nivel socioeconómico– , tratando de revelar con esta aplicación, los elementos más destacables dentro de las dimensiones mencionadas, así como el uso que los alumnos hacen de sus lecturas.

En el Colegio preparatorio de Xalapa, se procedió a realizar la actividad de encuesta el 10 de noviembre de 2016 en dos aulas de diferentes semestres, ocupando como apoyo del docente, algunos minutos de su clase para explicar a los alumnos sobre el propósito de las encuestas, la dinámica y pedir su apoyo para participar. Los alumnos participantes fueron en total 41 mujeres y 12 varones de entre 17 y 18 años. La razón por la cual se escogió esta escuela preparatoria es la de su reconocimiento en cuanto al nivel académico por ser una escuela pública, pero en donde se puede observar más claramente alumnado con un rango socioeconómico, medio a medio alto. En un principio de la dinámica de aplicación, hubo varias preguntas con respecto a las diversas opciones a elegir en la encuesta, que se aclararon y finalmente se notó una buena actitud de cooperación, sin demasiados inconvenientes con el resultado esperado.

En la escuela preparatoria de la UPAV, se acudió el sábado 19 de noviembre de 2016 a una primaria cerca del fraccionamiento bugambilias, ubicado en la localidad de las trancas de la ciudad, pues por ser una preparatoria abierta no se cuenta con instalaciones propias, para poder aplicar la encuesta a las 19 mujeres y 26 varones de entre 15 y 19 años de edad que participaron, pero con el apoyo de todos los docentes presentes –esto debido a la escasa población de jóvenes en ese rango de edad– se tuvo que aplicar la muestra a los 6 salones destinados a dar clase. De igual manera se les explicó el motivo de mi presencia y se les pidió el apoyo de su participación. Los inconvenientes fueron que algunos alumnos tenían poca disposición de cooperación deduciendo como una de las causas la temática de la encuesta y su poco interés hacia la lectura, por lo que fue un poco más trabajoso incitarlos a responder de manera honesta y el propósito de la elección para aplicación de encuestas en esta institución es también, el análisis de interés sobre la lectura en una preparatoria abierta cuya población pertenece a un sector económico popular o bajo.

En la última escuela en el Colegio Panamericano, fue necesario acudir en varias ocasiones debido a que el docente que apoyaba las aplicaciones de la encuesta, se iba ajustando a horarios que no atrasaran sus materias de enseñanza, además, por ser un colegio privado fue un poco más complicado tener la oportunidad de realizar la actividad después de varios intentos, por lo que se procedió a recoger una muestra de 29 alumnas y 25 alumnos en total, los días 7 y 14 de diciembre de 2016. En este caso el nivel de entendimiento fue un poco más fácil debido a la disposición de los alumnos por participar en la actividad.

La siguiente actividad que se realizó para recoger datos significativos de corte cualitativo, fue la dinámica de un grupo focal de 4 alumnas y 3 alumnos de 15 a 16 años de edad en el colegio preparatorio Laubsher –ubicado atrás de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de la ciudad y cuyo colegio privado fue muy accesible a su integración con la dinámica– a razón de su buena disposición por parte de la directora y docente de la institución privada. La directora fue quien participó como observadora de la actividad mientras que, a base de un guion, procedí con la presentación de la dinámica e incité la participación de los alumnos, obteniendo buena respuesta por parte de aquellas alumnas que se sentían un poco más en confianza debido a su interés por la lectura.

El objetivo de realizar ésta dinámica en escuelas donde acuden marcadamente, alumnos pertenecientes a sectores un poco más específicos a nivel socioeconómico16 es para reflejar si puede ser una variable determinante en cuanto al consumo e interés por la lectura tanto por la institución a la que acuden como por parte de la influencia familiar a esta práctica cultural.

3.3. Tratamiento de las muestras

La información obtenida en el trabajo de campo fue objeto de:

ENCUESTA:

- Tabulación de la información, transferencia de la información a tablas para conteo de respuestas.
- Determinación de las frecuencias e incidencia participativa.
- Información y tratamiento estadístico a partir de gráficas de los resultados.
- Análisis de la información obtenida, tendiente a conformar una interpretación cuantitativa de las dimensiones para comprender las prácticas lectoras y el uso de dispositivos electrónicos entre la población de estudio.

GUIÓN DE GRUPO FOCAL:

- Transcripción de las participaciones obtenidas a través de una grabación de audio a una textual.
- Redacción de las observaciones referentes al momento de llevar a cabo la sesión.
- Análisis de los resultados obtenidos en los alumnos.

3.4. Variables

VARIABLES DEPENDIENTES:

Tomando en cuenta las variables dependientes como aquellas que muestran inherencia respecto la lectura, como, por ejemplo:

- Los soportes electrónicos (que son una herramienta para el acceso a los formatos digitales).
- Los formatos digitales (que manejan un lenguaje escrito para la codificación de datos cuyo significado depende el contexto socio-cultural de los jóvenes).
- Los jóvenes (cuya generación se encuentra relacionada al entendimiento de las nuevas tecnologías y son receptores de prácticas colectivas a través del lenguaje escrito en formatos impresos y digitales).

VARIABLES INDEPENDIENTES:

En cuanto a las variables independientes, entendidas como aquellas que no dependen de otra para poderse representar, se utilizan en el trabajo las de:

- Significado (para conocer el valor que se le atribuye a la lectura como un objeto de abstracción relacionado con el contexto juvenil).
- Percepción de la lectura (cuyo reflejo del imaginario de los jóvenes se ve mediado por su entorno social).
- Dispositivos digitales (Es necesario tomarlo en cuenta para objetar la situación de la modernidad ante la necesidad de recursos cada vez más novedosos para fines de comunicación).

VARIABLES INTERVINIENTES:

- Escogí el contexto social, educativo y familiar como la representación de espacios en los que se encuentran mediados u orientados ciertas actitudes, ideas, acciones o hábitos a formarse como individuos y que van interconectándose en algunos elementos anteriores como por ejemplo las prácticas lectoras para una socialización integradora de las generaciones como la estudiada en la ciudad de Xalapa.
- Los factores socioeconómicos y factores de acceso a la lectura: Para observar qué relación tiene el joven con la integración de sus prácticas y consumos culturales.
- Factores de acceso a los dispositivos digitales: Cuya variable es tomada en cuenta debido a la relación que puede guardar en algunas ocasiones como herramienta para el acercamiento de información o formas de entretenimiento.

3.5. P oblación y muestra

UNIVERSO: Para las encuestas, estudiantes de educación Media superior, de la preparatoria Juárez correspondiente a una parte de 12 alumnos y 41 alumnas, de la preparatoria UPAV correspondiente a una parte de 26 alumnos y 19 alumnas y en Colegio Panamericano a 25 alumnos y 29 alumnas.

Para el grupo focal, un universo de 4 alumnas y 7 alumnos.

POBLACIÓN: Para las encuestas, de la preparatoria Juárez alumnos de entre 17 y 18 años, de la preparatoria UPAV alumnos de entre 15 y 19 años y en Colegio Panamericano alumnos de entre 17 y 18 años. Para el grupo focal, alumnos de 15 y 16 años.

3.6. Instrumento de recolección de datos

Los instrumentos de trabajo de campo fueron, la encuesta y el grupo focal cuyas aplicaciones se llevaron a cabo en alumnos de escuelas preparatorias de Xalapa, Veracruz.

TIPO DE ENCUESTA: la encuesta fue cerrada de 61 preguntas con opción múltiple y de escribir otra respuesta en algunas de las preguntas. Los encuestados eran residentes habituales del hogar en nivel socioeconómico alto en el colegio Panamericano, Medio en el Colegio preparatorio de Xalapa y Bajo en la preparatoria de la UPAV, identificados de acuerdo al salario en una escala de niveles socioeconómicos de México (López, 2010) (Ver anexo 2).

GRUPO FOCAL: Se aplicó un guion de dinámica de participación a partir de 8 preguntas abiertas en donde los encuestados fueron propuestos por la accesibilidad de apoyo en un colegio privado. (Ver anexo 3)

3.6.1. Cobertura de los instrumentos

La encuesta se aplicó en una parte urbana de la ciudad de Xalapa, correspondiente a preparatorias de los niveles socioeconómicos correspondientes a clases media, baja y alta. El grupo focal se aplicó a una parte urbana de la ciudad de Xalapa, de nivel socioeconómico medio alto.

El trabajo de campo se realizó en los meses de noviembre y diciembre de 2016 y enero de 2017.

3.6.2. Cobertura temática

La encuesta comprende los temas de composición de muestra (edad, sexo, factores socioeconómicos), interés por la lectura, frecuencia de las prácticas, acceso al internet, opiniones de razón, preferencias e influencias en el contexto sobre la importancia del internet y los dispositivos electrónicos en su vida diaria, orientados a la posición que le dan a la lectura con respecto a ésta.

El grupo focal comprende temas sobre el interés de la lectura, opinión sobre los dispositivos digítales y el tipo de comprensión sobre la práctica, así como sus razones de consumo de ésta.

3.6.3. Método de instrumentos

Tanto la encuesta como el grupo focal y la entrevista fueron realizadas en las escuelas correspondientes de los alumnos para una mayor facilidad de aplicación en cuanto a las dinámicas propuestas, bajo la petición de su participación en las actividades por ser un elemento esencial para concluir mi trabajo final de licenciatura.

CAPITULO IV.- La lectura y el uso de dispositivos electrónicos en los jóvenes en Xalapa

El trabajo de campo realizado a través de los diferentes instrumentos de análisis, tiene por objetivo el demostrar las hipótesis planteadas mediante la evidencia empírica que corresponde a las prácticas de la lectura y su relación al uso de los dispositivos digitales, así como el contexto socio-cultural que tiene la población de estudiantes de preparatoria en Xalapa, Veracruz, como elemento de influencia en el interés o sentido de pertenencia de la práctica.

Los resultados obtenidos, se explicarán en función de las dimensiones planteadas a continuación en el estudio.

4.3. Dimensión sociodemográfica

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Para el caso de las encuestas, en las diferentes preparatorias la distribución del sexo es muy variable, principalmente en la preparatoria Juárez, pues el universo es mayor en el género femenino, mientras que en el colegio Panamericano también es mayor el género femenino a diferencia de la UPAV. Para el caso del grupo focal cuyo enfoque es cualitativo, en el pequeño universo de población, la cantidad de alumnas también es mayor.

Con respecto a la población de estudiantes que asisten a la escuela en el nivel medio superior, para tomar un marco de referencia, es pertinente mencionar que la SEP emitió estadísticas con respecto a la población que asiste a la escuela media superior en el 2016, para lo cual se retoman los siguientes datos:

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Es necesario mencionar que tanto en el bachillerato general como en el tecnológico y en el sector privado, la cantidad de alumnas es mayor que los varones, por esta razón, en los resultados posteriores la tendencia en alumnas es mayor también.

Para realizar el trabajo de campo, se seleccionó una escuela pública, privada y una escuela semi-escolarizada (posicionada dentro del sistema de bachilleres) en cuya proporción de alumnos se distribuyó de la siguiente manera:

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En el caso de la edad, la encuesta se delimitó a quienes se encuentran estudiando la preparatoria, de entre 15-19 años de edad, sólo abriendo un poco más el rango de edad en la UPAV, por su variabilidad de edad de acuerdo a la población joven. De acuerdo a ello, se muestra una compensación correspondiente al promedio de edad en las diferentes escuelas de 17 años. Para el caso del colegio Laubscher, donde se aplicó la dinámica de grupo focal, el promedio de edad fue de 16 años de edad.

Por otra parte, en cuestión de género se encuentra una desproporción en cuanto al porcentaje de encuestados entre los alumnos y las alumnas de las diferentes preparatorias que constituyen un 100% cada una de acuerdo a la cantidad de pruebas realizadas en cada una, por lo tanto, es importante puntualizar para posteriores dimensiones que la representatividad de cada cantidad puede variar de acuerdo a lo señalado anteriormente debido a que en el momento de la aplicación de encuestas las condiciones de acceso no lo permitieron de acuerdo al tiempo.

Para las siguientes referencias de porcentaje en todas las dimensiones de resultados, es importante destacar que en la preparatoria Juárez, el 100% de la población corresponde al total de encuestas realizadas (53), para la UPAV (45) y el colegio panamericano (54) en cuyos casos son diferentes.

4.4. Dimensión socioeconómica

En las encuestas, los resultados con respecto al número de personas que viven en un sólo hogar, en la preparatoria Juárez, la mayor incidencia se muestra en la opción de 3-6 miembros, siendo que las mujeres respondieron esta opción en un 50,94% –poco más de la mitad– y los hombres con 18,86%. En la UPAV, la mayoría de los resultados de las mujeres también corresponde a este rango con un 28,88% y un 33,33% en los hombres, lo mismo para el panamericano, con un 25,92% para las mujeres en esta misma categoría de 3-6 miembros y 31,48% para los hombres. Existe un porcentaje muy bajo que respondió que en su hogar habitan más de 6 integrantes:

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En cuanto al último grado escolar del padre, en la preparatoria Juárez, hubo respuesta más frecuente entre las mujeres a responder la preparatoria. Para el caso masculino, el mayor porcentaje se obtuvo en la opción de maestría con un 9,43% y la más baja fue secundaria con 1,88% al igual que doctorado con 1,88%. En el caso de la UPAV, las respuestas entre mujeres fueron altas al contestar secundaria con un 15,55%, así como la más baja fue en el grado profesional con un 2,22% mientras que, en el género masculino, las más altas fueron secundaria y preparatoria, ambos con su respectivo 17,78% y la respuesta más baja fue en el grado de maestría con un 2,22%. Para el instituto Panamericano, con respecto al grado escolar del padre, las opciones más frecuentes en las mujeres fueron maestría con un 25,93% y la más baja fue la respuesta de preparatoria con un 1,85%. Por el otro lado, en el género masculino, el mayor resultado se obtuvo para el grado de maestría con 24,07% y el menor con preparatoria en 5,56%. Lo anterior revela que en la preparatoria Juárez, existe una diversidad más amplia en cuanto al grado de estudios de sus padres, mientras que, en la UPAV, la incidencia de la educación elemental es mayor, a contraste con el panamericano, donde las mayores respuestas se obtuvieron a partir de grado escolar profesional:

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En el caso del último grado escolar la madre, las respuestas obtenidas por parte de las alumnas de la preparatoria Juárez fueron mayormente para la opción de preparatoria con un 35,85% y la respuesta más baja fue en grado de secundaria con un 5,67%, mientras que, en los varones, el mayor caso fue para profesional con un 7,55% y los menores todavía corresponden entre primaria, secundaria y doctorado con un 1,89%. En la UPAV, las alumnas respondieron mayormente que el último grado de estudios de su madre fue secundaria en un 8,89% y preparatoria con un 15,56% mientras que el menor fue en maestría con un 2,22%, los alumnos varones respondieron principalmente preparatoria con un 26,67% mientras que el menor resultado se obtuvo en maestría en un 2,22%.

Las alumnas del panamericano respondieron ante esta pregunta principalmente por el nivel profesional con un 31,48%, mientras que para los alumnos la respuesta más incidente fue en grado profesional con un 27,78%:

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La cuestión del grado de estudios entre los padres de los estudiantes encuestados, refleja una preparación educativa hacia los hijos que es superada principalmente en la UPAV, pues el grado de estudios es menor, además que también se puede revelar como las madres tienen mayor nivel de estudios en el sector de alumnos pertenecientes a la escuela privada. Es importante mencionar también que, en la UPAV, algunos alumnos no respondieron las opciones ya sea sobre el padre o la madre, debido a que la conformación de su familia le provoca tal desconocimiento. Los factores indirectos que revelan estas respuestas se pueden tomarse como elementos de imitación por parte de los jóvenes estudiantes al momento de tener interés por la lectura.

La cuestión de las profesiones de los padres en los jóvenes de las diferentes escuelas también es imprescindible a tomar en cuenta en los aspectos sociodemográficos, revelando que en la preparatoria Juárez, con respecto a la ocupación laboral del padre es principalmente como comerciantes en un 19,98% para las alumnas, mientras que el 7,55% de los alumnos contestaron la opción de profesor, pero entre las ocupaciones que no se encontraban en las opciones el 22,64% de las jóvenes respondieron la de trabajador federal, mecánico, locutor o policía, por el otro lado, el 9,43% de los varones contestó que no sabe, mecánico, ingeniero o abogado. Para el caso de la UPAV, se refleja mayor incidencia de ocupación entre “comerciante” para el 15,56%. Las ocupaciones no incluidas fueron propuestas por el 17,78% de las alumnas con: albañil, taxista, trailero, constructor, vendedor o campesino. Mientras que el 17,78% respondió opciones como policía, camillero o chef para el caso de los varones y también un porcentaje de los encuestados no respondieron porque dijeron simplemente que no saben. En el panamericano, las alumnas respondieron mayormente que sus padres se dedican a laborar como profesionista o empresarios, mientras que los varones respondieron, profesionista o profesor. Entre el 7,41% de las alumnas propuso ocupaciones diferentes como la de médico, joyero o trabajador de la CFE, para los varones el 5,56% respondió la opción de médico o contador:

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Para el caso de las ocupaciones de la madre, en la preparatoria Juárez, respondieron las alumnas principalmente por la opción de ama de casa, mientras que, en sus opciones de alguna respuesta diferente, propuestas por el 7,55% correspondían a mencionar “secretaria o contadora”. Los varones de la misma preparatoria respondieron principalmente la opción de empresaria y se propuso en un 1.89% la respuesta de asistente ejecutivo. La UPAV, en el caso tanto de las alumnas con un 24.44% como los alumnos con un 22,22% fue para la opción de amas de casa, mientras que se propusieron entre las alumnas con un 13,33% opciones como la de estilista, y un 13,33% de los alumnos cajera, mesera o estilista. En el colegio panamericano, las madres de las alumnas se ocupan principalmente de ser profesoras o profesionistas, al igual que las madres de los alumnos y el 9,26% de las alumnas propuso opciones como la de doctora, vendedora de bienes raíces, contadora, mientras que uno de los varones propuso la opción de Ing. Agrónomo:

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Se puede observar como las incidencias de las ocupaciones también son representativas entre los sectores socioeconómicos al que pertenecen los alumnos y conforme sea más alto el nivel de estudios de sus padres, sus profesiones son más relacionadas a sus actividades laborales cuyos requisitos de estudios son más altos, lo cual les permite posicionar a sus hijos en determinadas escuelas debido a sus posibilidades económicas.

El último punto en la encuesta, respectivo a esta dimensión socioeconómica, fue la correspondiente a los salarios mensuales de los padres, en donde las alumnas de la preparatoria Juárez respondieron mayormente la opción de $3mil-$8mil con un 35,85%, pero un 13,21% no pudo responder la pregunta debido a un desconocimiento, mientras que los padres de los varones, mayormente perciben un salario de $9mil-$14mil. En la UPAV, los salarios entre alumnos y alumnas son principalmente de entre de $0-$2mil, mientras que también hubo algunas respuestas en donde se manifiesta falta de percepción de salario. En el colegio panamericano, tanto para los varones como para las mujeres, los salarios varían entre de $15mil-$40mil:

Uno de los principales puntos de analizar estas variables tales como la escolaridad, ocupación y salario es el visualizarlos como elementos relacionados con el nivel de prácticas o interés por la lectura a través de su consumo o compra, así como el uso de los dispositivos electrónicos y su adquisición para obtener acceso a la red tanto por la percepción de salarios del padre como de la madre y de acuerdo también a la cantidad de personas viviendo en un mismo hogar:

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4.5. Consumo y aprovechamiento de los dispositivos electrónicos

Al preguntarles a los alumnos mediante las encuestas el dispositivo electrónico que usan más, se puede observar en las tres instituciones un resultado recurrente la opción del “celular” para cualquiera de los dos géneros. Esto podría revelar que la adquisición de un aparato celular es imprescindible sin importar los sectores socio-económicos de los alumnos:

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En la cuestión de género con la gráfica anterior, se muestra también que las mujeres de la preparatoria Juárez son quienes utilizan más el celular que en las otras preparatorias y es en la UPAV para el caso de los hombres en donde recae la mayoría de consumo de dicho aparato.

Cuando se les cuestionó si utilizan varios dispositivos mientras realizan una tarea, en la preparatoria Juárez la mayoría de las alumnas y alumnos respondieron que no, mientras que en la UPAV la mayoría de las alumnas respondieron que si lo utilizan algunas veces y los alumnos respondieron que no. En el panamericano, la mayoría de los alumnos y alumnas respondieron que no, sin embargo, no existe tanta diferencia entre las otras respuestas, probablemente, quienes afirman ocupar un teléfono celular al tiempo que realizan alguna tarea, lo ocupan como un recurso para acceder a información escolar, pero en quienes no lo hacen, se podría pensar la posibilidad de que prefieren con una laptop para realizar sus tareas:

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A pesar de ser el celular el dispositivo que más utilizan en la preparatoria Juárez por las mujeres, también es el sector que revela más porcentaje entre el uso de otros dispositivos simultáneamente con la realización de sus tareas, a diferencia de las mujeres de las otras preparatorias. Sin embargo, en cuanto a la relación que los alumnos del colegio E. Laubscher tienen con respecto al mismo tema –para utilizar dispositivos electrónicos con el fin buscar o encontrar información relacionada a las tareas o a la lectura de libros y textos de interés personal– se obtuvieron respuestas que ponen de manifiesto la reafirmación sobre las desventajas que trae consigo utilizar el dispositivo para realizar sus tareas, pero también se comenta sobre la práctica personal de lectura y su consumo por el libro material en sí, que le dé acceso a esta:

Julio Ricardo, 15 años: - “ Para mí es más cómodo de leer las cosas o los libros en el teléfono prefiero leerlos en mi laptop, pero pues ahorita ya no puedo, pero antes si leía algunos libros en la computadora porque pues se me hacía más fácil y mi teléfono si lo ocupo para hacer las tareas súper rápido y para investigar cosas que tengo que hacer en la escuela, ósea por ejemplo si tengo alguna tarea y no la hice en mi casa, llego a la escuela y la investigo en el teléfono “.

Se puede reflejar la respuesta anterior, como una de las únicas que toma principalmente interés personal a la práctica de la lectura dentro de un sentido lúdico y familiar además de su preferencia habitual por los textos impresos en general, pero también la consideración de utilidad sobre un dispositivo para realizar sus tareas, de igual manera que se expresa la siguiente opinión:

Juan Martínez, 16 años: - “Mi opinión es que es bueno leer en internet, fácil, rápido y en lo personal no lo ocupo para leer libros, lo ocupo para más las redes sociales que es la tendencia. Cuando hay que hacer la tarea y tengo que investigar información, siempre la consulto en internet porque en libro se me hace anticuado, entonces es una forma muy fácil y yo creo que todos mis compañeros también lo hacen, no creo que vayan a la biblioteca “.

La participación del alumno anterior indicaba una opinión respecto a la representación del objeto impreso como algo considerado anticuado y responde ante una relación de sustitución del espacio bibliotecario por el uso del internet mediante los dispositivos electrónicos para acceder a información o fines de ocio por ser una plataforma inmediata y al alcance de su mano, mientras que los demás alumnos, en sus opiniones concuerdan que solamente ocupan el teléfono o computadora para encontrar información respectiva a su tarea, además de actividades de esparcimiento, de las cuales en muy pocos casos, leer un libro por placer o gusto no entra tanto en ese contexto y debido a esto, también desplazan la importancia del espacio bibliotecario.

Al preguntar si cuentan con algún dispositivo específico para leer como una tableta especial para la práctica, las escuelas que respondieron la opción de “sí” fueron la preparatoria Juárez con un 20,75% en las alumnas y en alumnos con un 7,55%, en el colegio panamericano las alumnas con un 18,52% y los alumnos con un 7,41% y en la UPAV las alumnas con un 11,11% y los alumnos sólo un 6,67%. Sin embargo, estas cifras aún son un poco bajas en relación con el sentido significativo de la práctica que si fuera más importante pensarían en un dispositivo especial para su ejercicio en la era de los aparatos digitales:

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Va de la mano pensar que dentro de las mujeres que utilizan otros dispositivos para realizar sus tareas en la preparatoria Juárez, es que son quienes más cuentan con un dispositivo específico para leer, mientras que el caso de los varones quienes menos cuentan con algún dispositivo son los alumnos de la UPAV.

De los porcentajes de alumnos que cuentan con un dispositivo específico para leer, se obtuvieron los siguientes resultados:

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Como se puede observar anteriormente, los dispositivos predominantes son aquellos con mucha demanda como las tabletas Android, por su costo y accesibilidad, así como la tableta de IPad, por su reconocimiento de la marca, las otras tabletas que fueron poco mencionadas o no tuvieron ninguna selección tienen como propósito principal, el de funcionar como objetos para la lectura y después para otras aplicaciones o actividades, mientras que las más elegidas, priorizan aplicaciones u opciones de entretenimiento y ya después incorporan función para facilitar lectura.

Al preguntarles a los alumnos si acostumbran comprar libros por internet, la mayoría de las respuestas varía entre la descarga gratis legal en un 41,51% de las alumnas y un 7,51% de los alumnos correspondientes a la preparatoria Juárez. Por otro lado, en la UPAV. La misma respuesta sobre “descarga gratis legal” se seleccionó en un 22,22% de alumnas y 15,56% de alumnos de la UPAV y en el panamericano un 14,81% de alumnas y un 12,96% en alumnos. Sin embargo, cabe mencionar que en este colegio también es poco más considerable la opción de comprar libros. También la opción de descargar libros de manera ilegal fue representativa, sin embargo, la cuestión de legalidad o ilegalidad en tanto al acceso de libros electrónicos es un tanto distorsionada debido a la suma libertad en la red para subir o difundir información y sólo se vería un poco más notoria cuando se tiene la noción de ciertos títulos que no están al alcance más que adquiriéndolos a través de editoriales electrónicas o en formato físico. Otra observación es que, en la UPAV, también existe un sector de la población de jóvenes que confiesa nunca haber descargado algún libro, lo anterior puede mostrar un desinterés por el hecho de pensar poco importante la lectura mediante los dispositivos electrónicos o no consideran los libros electrónicos ni siquiera como un buen referente material para lectura con fines lúdicos:

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Con relación al uso de dispositivos y adquisición de alguno propio para la lectura, también se puede ver que las alumnas de la preparatoria Juárez son quienes acostumbran descargar más libros que en las otras preparatorias, mientras que en la UPAV las alumnas responden que nunca han descargado algún libro. Para el caso de los varones, también en la UPAV es donde se muestra una mayoría por parte de la opción de nunca descargar ningún libro y el panamericano existe la mayoría de opción de descarga de libros, ya sea de forma legal o compra poco frecuente de ellos.

Con respecto a lo que leen más los jóvenes digitalmente, se observa un porcentaje más alto en las mujeres de la preparatoria Juárez con un 22,64%, así como el 7,55% de los varones, esto quiere decir que les interesan varios temas, a diferencia de la UPAV, que se inclinó en un 20% a leer sólo textos relacionados con tareas y el 15,56% de los varones, respondió una respuesta relacionada con los libros. En el colegio panamericano, el 16,67% de las alumnas, al responder sobre lo que leen más, se decidió por los artículos de cualquier tipo, mientras que el mismo porcentaje de varones revela leer más blogs de temas variados y nadie seleccionó la opción de periódicos:

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También aquí se observa que las mujeres de la preparatoria Juárez son quienes utilizan más el celular, descargan más contenido de libros, pero también leen más otro tipo de información a diferencia de las mujeres de la UPAV, que leen más temas relacionados a las tareas. Los varones de la preparatoria Juárez también son quienes escogieron varias respuestas mientras que, en la UPAV prefieren los libros.

El que lean más cierto tipo de textos electrónicos no influye tanto en su relación a los libros electrónicos, pues a pesar de que, en la UPAV, leen más libros, la mayoría de los varones revela no haber leído ningún libro electrónico completamente con un 22,22% al igual que las alumnas de la misma institución. El mayor porcentaje del colegio panamericano también fue negativo con un 18,52% en las mujeres y un 27,78% en los varones, mientras que en la preparatoria Juárez confiesa que alguna vez lo ha hecho en un 20,75% de las alumnas y un 9,43% de los alumnos, esto refleja en las respuestas de los alumnos que, dentro de las actividades de más interés al momento de utilizar sus dispositivos electrónicos, no se encuentra la práctica de lectura:

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También se observa en la gráfica anterior que las alumnas de la preparatoria Juárez son quienes leen libros completos de manera electrónica más que las otras escuelas, al igual que en los varones, casi no existe un interés y menos en los del colegio panamericano.

Lo anterior demuestra también que los jóvenes no relacionan tanto la lectura electrónica por gusto, claro que hay algunos casos en dónde si se puede notar un interés, relacionando el tipo de libros digitales de la preferencia y en donde el género literario tiene que ver con el género sexual, cuando por ejemplo, las alumnas de la preparatoria Juárez escogen en un 37,74% el género romántico y los hombres con un 11,32% decidieron opciones propuestas por ellos mismos como: El drama, géneros juveniles, sexuales o nihilistas. En la UPAV, la mayoría de las alumnas, representada por un 15,56% también propuso entre otras respuestas las novelas o “ningún género” en realidad, al igual que el 15,56% de los alumnos, propusieron que no prefieren “ningún género” y en caso de alguno, variaba entre: Deportivo, documental o de medicina. Para las jovencitas del colegio panamericano, hubo una respuesta favorable en el género romántico con un 22, 22% de ellas y el 12,96% de los jovencitos propuso también otras respuestas como la de: No acostumbrar leer ningún libro electrónico y en caso de hacerlo, sobre salud, del género informativo o cuento:

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Lo anterior se relaciona a la siguiente pregunta, sobre la cantidad de libros leídos completamente de manera electrónica en el último año, donde la mayoría de los alumnos de las 3 instituciones se ubica en el rango de 1-3 libros, en la UPAV, la respuesta que sigue en preferencia, fue la de “no haber leído ningún libro” con un 15,55% de las alumnas y un 13,33% de los alumnos, así como el 5,56% de los alumnos y alumnas del colegio panamericano o los jovencitos de la preparatoria Juárez, mientras que las jovencitas respondieron en un 7,55% de ellas la misma opción de “no haber leído ningún libro”.

Se puede ver como la cantidad de alumnos que lee más libros, va descendiendo conforme las opciones marcan mayor cantidad de éstos:

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Aunque las cifras de lectura en formatos digitales se mantengan en la tendencia de 1-3 durante el último año en todas las preparatorias encuestadas, se tienen percepciones positivas en cuanto a las opiniones de los alumnos del colegio preparatorio Enrique Laubscher con respecto al acceso de estos textos, lo cual refleja su conciencia de ver información en formato digital como una fuente de información existente e importante a su alcance:

Julio Ricardo, 15 años: - una ventaja es que, si lo tienes tanto en tu computadora, teléfono o en cualquier aparato portátil que tengas, lo puedes mover fácilmente en cualquier espacio que tengas libre y si lo tienes en .PDF lo puedes leer fácilmente “.

Gina, 15 años: - “ La ventaja es que los consigues más rápido y no tienes que pagar nada y una desventaja que afecta a los autores porqué es prácticamente ilegal a menos de que ellos hayan permitido que sean subidos en línea y este.. Muchas veces por ejemplo si lo llevas en tu laptop y todo eso, no tienes la accesibilidad de tenerlos todo el tiempo porque se te puede descargar, puedes no tener internet para leerlo en línea”.

El que se hable de una accesibilidad en lo relativo a la dimensión de recursos electrónicos y que los alumnos no consulten los periódicos en formatos impresos, lleva a preguntarles en las encuestas sobre la cuestión de mantenerse informado de las noticias a través de los dispositivos electrónicos, pues tener acceso a internet permite fácilmente estar al alcance de manera inmediata sobre los acontecimientos a escala local y global.

En ese sentido, la mayoría de las alumnas de la UPAV, representativas del 15,56% respondió que no acostumbra leer ningún periódico por internet, al igual que el 22,2% de los alumnos de la misma institución y el 20,37% de los alumnos del colegio panamericano, mientras que el 16,67% de las alumnas del colegio panamericano sí consultan periódicos o páginas de noticias a escala mundial, así como el 32,08% de las alumnas de la preparatoria Juárez y el 9,43% de los alumnos de la preparatoria tampoco consultan ningún periódico o noticias. La cuestión de tener un dispositivo electrónico o más como en la mayoría de los alumnos del colegio panamericano o algunos de la preparatoria Juárez, habla sobre el uso que se les da a éstos y que utilizarlos para estar de alguna manera informado sobre temas a nivel global, nacional o local no es muy importante para ellos cuando tienen la oportunidad de poder acceder a ellos.

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En la última gráfica con respecto a esta dimensión, se puede observar que el género femenino en la preparatoria Juárez es quién tiene un mayor acercamiento por la lectura a través de los dispositivos electrónicos y además son quienes prefieren consultar noticias a nivel mundial más que en las otras preparatorias. De la misma manera, se ve que los varones no están tan interesados al plantear opciones de ningún en la mayoría de los casos.

4.6. Hábitos concretos sobre la lectura

En torno a la dimensión sobre las prácticas en concreto y con respecto a su declaración específica sobre el gusto por la lectura en los jóvenes, se les preguntó mediante la encuesta a los jóvenes si les agrada leer, por lo que la mayoría de las mujeres en las tres instituciones respondieron que “sí”, siendo las mujeres de la preparatoria Juárez, seguidas por las del colegio Panamericano las que responden en mayoría por esta opción mientras que las respuestas de la mayoría de los hombres de las tres escuelas, se inclinaban entre las opciones de a “veces” o “muy poco”:

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La mayoría de los alumnos leen por gusto cuando realizan esta práctica, sin embargo, hay un sector de ellos, tal es el caso del 19,98% de las mujeres y el 9,43% de los hombres de la preparatoria Juárez que lo hacen porque se lo piden en la escuela, al igual que el 8,89% de las mujeres y el 13,33% de los hombres de la UPAV y el 9,26% de las mujeres o el 25,93% de los hombres del panamericano. Esto implica que la escuela en parte es un espacio de fomento para la lectura a pesar de ser principalmente para temas correspondientes al aprendizaje educativo. Una de las razones se debe a que las escuelas olvidan a veces que sólo son uno de los diversos conductos en el contexto del aprendizaje de lectura, así como en el desarrollo de esa habilidad, no se fijan tanto en la forma en que los estudiantes conceptualizan la lectura, más dentro que fuera de las aulas, ni el alcance de las aplicaciones de los jóvenes con respecto a la lectura y hasta la escritura como parte de su vida diaria.

Sobre la frecuencia de gusto por la lectura a la semana, la mayor incidencia se obtuvo en el rango de 1-4 en todas las instituciones y ambos géneros, pero seguido de eso, también por la opción de que no les gusta leer ninguna hora a la semana al 9,43% de las alumnas y el 7,54% de los alumnos de la preparatoria Juárez, así como el 11,11% de las alumnas y el 24,44% de los alumnos de la UPAV, además del 9,26% de las alumnas y el 16,67% de los alumnos del panamericano. Prácticamente, se le dedica poco tiempo a la lectura por semana, pudiendo ser del tipo escolar principalmente y son muy pocos los casos en los que se invierte más tiempo para la práctica en donde se podría parcializar entre lecturas por gusto y para fines escolares también.

De la misma manera que los libros digitales, los rangos de libros impresos leídos completamente en el último año son bajos, siendo la mayoría de 1-3 para todas las escuelas, mientras que entre mayor es la cantidad de libros, menor es la población de estudiantes que se ubica en las opciones. Otra observación es que sólo en la UPAV, existe población que tampoco ha leído ningún libro con un 4,44% de las mujeres y un 11,11% de los hombres, así como un 1,89% de los hombres en la preparatoria Juárez. Desde las dimensiones anteriores se puede reflejar que el contexto tanto socioeconómico como de preparación de la familia, tiene que ver en los intereses de lectura y a pesar de que los estudiantes de la UPAV van a la escuela sólo un día a la semana, sería interesante también pensar en la relación que tienen en el uso de su tiempo invertido entre semana, además de posibles actividades laborales, así como la falta de interés, el que no puedan leer libros completamente.

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En el colegio Enrique Laubscher, también se refleja una baja tendencia a la lectura de libros en formato impreso, para lo cual se podrían pensar varios motivos en cuanto a las opiniones que aportan de acuerdo a ciertas desventajas en con respecto a la facilidad de transporte y cuidado del material físico, lo que no los hace de tanto agrado entonces para su motivación de leer en ciertos espacios de socialización:

Estela Guzmán Olmos, 15 años: - “ Una desventaja de los libros físicos es que fácilmente se dañan y una ventaja es que no te cansan como estar viendo la luz del dispositivo “.

A partir de los resultados expuestos anteriormente sobre los libros leídos en formatos digitales e impresos durante un tiempo determinado, es pertinente relacionar las interpretaciones de los alumnos en cuanto a la concepción de la modernidad que guardan sobre la utilidad de las nuevas tecnologías desde un sentido de conservación de los textos en lo que se puede relacionar a una razón por la que no se lee demasiado ni en un formato ni en otro, como fue el caso de la UPAV y una opinión coincidente en la preparatoria Laubscher:

Carolina Carreón Olivares, 16 años: - “ mmm, …en el teléfono si descargas muchos libros va a llegar el momento en el que se te va a llenar toda la memoria, entonces tendrías que llenar libros y pues es como que no quieres porque quieres tenerlos por si acaso los quieres volver a leer pero también una desventaja de tenerlo físico es que hay algunos que son muy grandes y muy estorbosos y por ejemplo, no los puedes llevar en tu bolsa o cuando los transportas, puede que se maltrate la portada o las páginas del libro “.

En la opinión anterior, se agrega también la idea de que no tiene demasiada importancia el conservar libros electrónicos para los jóvenes como otras aplicaciones de ocio muy usadas por ellos. Una de las observaciones pertinentes, a partir de las opiniones de los alumnos del colegio Laubscher tanto del formato impreso como el electrónico es qué, las preferencias entre una y otra manera de leer se encuentran relacionadas al contexto de intensidad de la práctica lectora y la idea que conforma su manera de ver a los dispositivos electrónicos con la materialidad de los libros.

Tener una práctica frecuente de la lectura, aunque no sea de manera excesiva, puede ayudar significativamente en los niveles de comprensión de textos desde un punto objetivo y mejorar la cognición de los jóvenes para enfrentar las dificultades de lectura, por lo cual, mientras que los alumnos se piensan con ninguna dificultad para leer o creen que sólo les cuesta leer algunas palabras desconocidas en la preparatoria Juárez y el colegio panamericano, el 20% de las alumnas y 17,78% de los alumnos de la UPAV, responden tener a veces dificultad para leer algunas palabras. Se podría decir entonces que el género femenino atribuido a quienes leen un poco más, tanto digitalmente como convencionalmente, muestra menos dificultades para la práctica.

Al preguntarles sobre la capacidad de comprensión que tienen para leer, la mayoría de los alumnos de las tres escuelas preparatorias, muestra sentido de pertenencia a la categoría de “leer rápido y entender la mayoría” o ”leer lento, pero comprender la mayoría”, sin embargo, entre jovencitos de las 3 escuelas, todavía se reconoce un pequeño sector que, a pesar de ”leer lento, no comprende la mayoría”, mientras que, en las mujeres, el pequeño sector representado en ésta categoría es solamente en el caso de la UPAV. Es interesante plantearse a partir de ésta pregunta y la siguiente gráfica que, a pesar de su edad y su nivel académico, todavía existe un pequeño sector de alumnos que no cumple con el requisito básico de comprensión lectora y quienes sí lo hacen, pueden presentar, aunque sea en poca media un grado de iletrismo también debido a su poca práctica de leer.

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La capacidad de comprensión lectora se encuentra relacionada a los hábitos de la práctica en las alumnas de la preparatoria Juárez de manera más satisfactoria que en las demás preparatorias, de igual manera que en el caso de los varones, quienes deben de leer más lento para poder comprender los textos.

Al cuestionarlos generalmente, sobre los temas que prefieren leer más, las respuestas abundantes se ubicaban en las categorías de entretenimiento y culturales para todos los sectores de la población, por otro lado, también un pequeño porcentaje escogió varias respuestas de las planteadas y un 11,32% de las jóvenes en preparatoria Juárez sugirió las opciones de: Romance, opinión o novelas. El 4,44% de las alumnas en la UPAV propuso novelas y en un mismo porcentaje de novelas, en el colegio panamericano también las alumnas respondieron lo mismo. Mientras que, en el género masculino, las opciones que proponían, variaban en las tres escuelas entre: Sexualidad, y deportes.

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En cuanto al género literario de preferencia para la lectura en formato impreso, predomina en las mujeres el romántico en cualquiera de las instituciones y el de ciencia ficción o terror para los varones, mientras también se muestra un pequeño sector de los jóvenes que eligen varias opciones y probablemente sea, del pequeño sector de la población realiza con más motivación la práctica y le dedica un poco más de tiempo a ella, como para darse la oportunidad de explorar diversos géneros. Una pequeña parte de las jóvenes propuso en el caso de la prepa Juárez, la opción de género “policiaco”, mientras que la UPAV, sugirieron que no prefieren ningún género para la opción de “otro”. En el colegio panamericano, para la opción de “otro” las mujeres sugirieron ciencias, mientras que los varones se inclinaban por las opciones de biográficos, deportivos o definitivamente ningún género.

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Sobre los gastos que tienen los jóvenes en cuanto a libros impresos, se observa mucha variabilidad en las opciones propuestas por parte de todas las instituciones, mientras que la mayoría de los alumnos no ha gastado nada en los últimos tres meses, se acostumbra un poco más la compra de libros en la preparatoria Juárez y en el colegio panamericano por parte del género femenino, mientras que, en la UPAV, el monto máximo en los dos géneros es de $200 en los últimos 3 meses. Se podría decir que es el mismo caso en la compra de libros digítales durante los últimos 3 meses. A pesar de obtener éstos resultados, no se debe aseverar que el hecho de adquirir libros vaya de la mano la intensidad de la lectura, puesto que, si existe el interés, la práctica se puede realizar sin inconvenientes un tanto económicos, sin embargo, la relación entre consumo y posición socioeconómica de los alumnos se puede visualizar en el gasto de libros con las tres preparatorias. Para el caso de los gastos en libros digitales, en las tres preparatorias no existe tanta diferencia en su poca inversión, pues al ser una plataforma de libre acceso, es menos común que compren material de lectura cuando no cuentan ni siquiera con un dispositivo electrónico específico para la lectura en muchos casos de los alumnos:

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A pesar de que los jóvenes son un sector de la población apegado a los dispositivos electrónicos y en cuyo caso se puede afirmar la existencia de pertenencia, de al menos un objeto de ésta característica en todos los alumnos encuestados, en el caso de la lectura, consideran preferente realizar la práctica en formato impreso. Lo anterior nos puede que los jóvenes son el sector de la población que lee más, pero de forma digital, textos cortos o fragmentados, pero ellos no perciben estas maneras de lectura como prácticas válidas al momento de responder la pregunta siguiente:

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Otra cuestión a observar en la gráfica anterior, es que a pesar de que las alumnas de la preparatoria Juárez son quienes leen más digitalmente, también prefieren leer en formatos impresos, mientras que, en los varones, a pesar de ser quienes están menos interesados por la lectura digital por ser poco lectores, la prefieren a pesar del formato impreso.

De acuerdo a las preferencias de los alumnos encuestados, para completar una noción de las razones por las cuales se elige este formato, en el colegio preparatorio Enrique Laubscher las opiniones respecto a este tema aportaron varias desventajas en cuanto a la lectura de los formatos digítales:

Estela Guzmán Olmos, 15 años: - “ En lo personal a mí me gusta leer los libros en físico, se me facilita para empezar a transportarlos porque muchas veces en internet si es algo caro si no tienes datos, en cambio si tienes el libro lo pagas y ya lo puedes andar trayendo, eso para mí es una ventaja de comprarlo y desventaja de internet, creo que para mí también es cansado estar leyendo “ .

Marta Fernanda Salcedo, 16 años: - “ Cansa mucho la vista y aparte a veces algunos meten y no completan los libros “.

Se obtuvieron respuestas un poco más favorecedoras por el género femenino, sin embargo, encontraron un inconveniente en las posibles consecuencias visuales que podría acarrear pasar demasiado tiempo leyendo digitalmente, aunque, podría no ser algo tan congruente si se toma en cuenta que los jóvenes pasan demasiado tiempo ocupando dispositivos electrónicos, principalmente el celular o la computadora, como ya lo vimos en la dinámica de las encuestas.

Otros comentarios por parte del grupo focal en torno a las razones por las cuales se prefieren los formatos impresos, puede reflejar una relación con respecto a los peligros o daños que causan en los sistemas de los dispositivos electrónicos al realizar descargas en páginas no tan confiables en la red y en éste sentido, las siguientes respuestas agregan en su imaginario, la ventaja de portabilidad y accesibilidad cómo algo significativo.

También se observa que tanto el espacio virtual como el espacio físico en cuanto al contenido textual de calidad y su relación con la conservación del objeto material es tomado en cuenta por el siguiente alumno:

Julio Ricardo, 15 años: - “Con el libro en físico….no te vas a cansar tanto la vista como en un aparato electrónico y pues puedes como que sentir más el libro por así decirlo y una desventaja es que se maltratan demasiado rápido y lo puedes perder tal vez más fácil que si lo tienes en tu celular porque creo que es muy difícil que alguien no esté checando el celular constantemente “

El último comentario con respecto a la preferencia de la lectura en formato impreso, tiene que ver con la influencia de parte del hogar que motiva cierta tendencia a la práctica:

Estela Guzmán, Olmos 15 años: “ yo en lo personal para leerlos libros, prefiero tenerlos físicos no me gusta casi estar leyendo en mi teléfono o en algún dispositivo porque me cansa la vista y em…a mi familia, por lo que hemos comentado tampoco le gusta tener algo en electrónico, emm, son como que más tradicionales por decirlo así, por tener los libros en físico“ .

La opinión anterior, puede reflejar que quizás una de las razones por las cuales no se considere tan válido la cantidad de textos digítales en algunos casos, es porque a pesar de leer demasiada información en la red, son conscientes de no confiar plenamente la veracidad de todos los que encuentran y esto les reste legitimidad a los materiales de lectura, dato que se muestra a partir de una pregunta formulada para conocer su confianza con los textos digitales o electrónicos:

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A pesar de no confiar tan plenamente en la veracidad de la información que consultan en internet, consumen cierto tipo de formatos digitales para leer ocasionalmente y con respecto al formato de su preferencia, la mayoría de los alumnos de las escuelas, escogieron la opción de textos en .PDF, mientras que el 11,11% de mujeres, el 4,44% de los varones de la UPAV, el 5,56% de las mujeres y el 9,26% de los varones del colegio panamericano, también propusieron en la opción de “otro” que no prefieren ningún formato. Los otros formatos propuestos como opción correspondían a formatos propios de tabletas o dispositivos específicos para leer, quizás esa es una razón por la cual no fueron seleccionados pues es proporcional a la respuesta de no tener tabletas especiales para la actividad, como se revela en preguntas pasadas.

En la red, existen páginas reconocidas o en auge durante los últimos años por ser sitios donde se puede encontrar la mayor cantidad de información sobre cualquier tema en particular, pero por ser portales en parte de dominio público, capaces de ser editados por cualquier persona, algunas veces podrían no tener la veracidad de la información que contienen. Este es un punto que algunos de los alumnos muestran de manera consiente al momento de elegir los portales para leer sobre sus tareas. La mayoría de los alumnos de la preparatoria Juárez seleccionó paginas educativas como el portal de la UNAM, INGEGI, o sitios culturales, el colegio panamericano escogió principalmente en el género de las mujeres cualquier página educativa que no sea las antes mencionadas mientras que los hombres de este colegio seleccionaron en un 24,07% que prefiere Wikipedia, al igual que la mayoría de los alumnos de la UPAV para consultar información de sus tareas:

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Cabe destacar que las alumnas de la UPAV, quienes son las que menos leen y lo hacen principalmente para sus tareas, utilizan información de sitios en los que la información se puede producir por cualquier persona sin tener que cuestionarse tanto por su veracidad al igual que los varones de la misma institución.

Las respuestas sobre la veracidad de los textos se encuentran en una pequeña contradicción al comparar los resultados de los portales de consulta para sus tareas, pues existen páginas muy populares para obtener información sobre infinidad de temas, sin embargo, una de las desventajas de estos portales es que cualquier persona puede escribir el contenido sin cuestionar si realmente tienen fundamentos sólidos o no.

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Como se ha venido mencionando a lo largo del trabajo, con respecto a las desventajas de los textos electrónicos es que los jóvenes a veces deciden no leer completamente el contenido de ellos, sin embargo, cuando se les preguntó sobre la forma de leer usualmente los textos digitales, la mayoría respondió que lee el texto completo –principalmente las y los alumnos de la preparatoria Juárez en comparación con las demás escuelas– en algunas ocasiones, agregando hacerlo siempre que no sea demasiado grande. Otra parte de la población representativa al 24,53 % de las mujeres y el 9,43 % de los varones de la preparatoria Juárez, así como el 13,33 % de las mujeres, el 22,22 % de los varones de la UPAV y el 14,81 % de las mujeres y el 24,07 % de los varones del panamericano, confiesan la misma opción de leer “solo una parte de los textos”. La gráfica y los resultados siguientes pueden mostrar una correspondencia entre la concepción sobre el uso de los dispositivos digitales relacionados a la lectura completa, así como mediante textos impresos, aún exista una parte de los jóvenes que reflejan esta importancia en su respuesta:

Cuando se les pregunta la posición de su preferencia o comodidad para leer, la mayoría de los alumnos respondió que acostados y casi en misma cantidad, sentados y en su casa. Es importante agregar que el gusto por la lectura se le puede atribuir en parte también a los espacios de preferencia para realizar la actividad, como lugares al aire libre o bibliotecas por decir algunos, en dónde se puede disfrutar un poco más y de esta manera relacionar esta satisfacción con el gusto por la lectura:

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Sobre el dispositivo de su preferencia para leer el formato digital en los jóvenes, el 45,28 % de las alumnas de la preparatoria Juárez respondió la opción de una PC o laptop, mientras que la mayoría de los varones representada por un 11,32 % prefirió el celular. En la UPAV, los dos géneros prefieren el celular para leer con un 15,56 % de las mujeres y un 28,89 % de los varones. En el panamericano el 20,37 % de la población femenina escogió la tableta, así como el celular y la mayoría de los varones eligieron el celular con un 33,33 %. El preferir leer en un teléfono celular pude deberse a la versatilidad de contar con uno y poder encontrar o almacenar textos electrónicos de manera instantánea o al realizar lecturas esporádicas pequeñas, a pesar de que, por otro lado, puede ser uno de los principales distractores para desviarse de la actividad lectora. Aunque los alumnos tengan una preferencia por el teléfono celular, la mayoría de los alumnos respondió que no cuentan con una colección de libros digitales en su dispositivo ni en su hogar con algún dispositivo en común con todos los miembros de su familia:

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Con respecto a la existencia de una biblioteca o colección de libros impresos en los hogares de los encuestados, la mayoría de ellos en las 3 escuelas respondieron con una opción afirmativa, sin tomar tanto en cuenta la cantidad de libros o el género de los mismos, simplemente se pensaba tener una noción general de si pueden contar con el conjunto de objeto material en sus hogares, pues le pueden dar el mismo valor o significado a los libros de texto escolares que guardan o las enciclopedias que compraban sus padres para sus trabajos, como también títulos de obras literarias, de ciencias o revistas científicas, por decir algunos ejemplos, sin embargo, personalmente, puede ser válido, ya que la información contenida es en sí en algunas presentaciones, resulta enriquecedora para la forma más básica en la práctica lectora, pues desarrolla el sentido abstracto y cognitivo de la lectura:

4.7. Fomento por parte del contexto social

En el sentido de fomento tanto de textos electrónicos como digitales por parte de los profesores, se revela una variedad de opiniones entre las instituciones, comenzando por la preparatoria Juárez, dónde solo el 3,77 % de los varones seleccionó la respuesta correspondiente a que no considera que su profesor fomenta los textos electrónicos, mientras que el 1,89 % de los varones y el 22,64 % de las mujeres selecciona que es poco frecuente, el 32,08 % de las mujeres y el 7,57 % de los varones selecciona que es frecuente, el 18,87 % de las mujeres y el 3,77 % de los varones dicen que es muy frecuente y finalmente el 3,77 % de las mujeres y el 5,66 % de los varones dice que siempre fomenta los textos electrónicos:

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Se puede mostrar una pequeña preferencia por el fomento de los textos electrónicos de acuerdo a la opinión de los jóvenes principalmente por la preparatoria abierta, después por la preparatoria Juárez y finalmente por el colegio panamericano. Uno de los comentarios que recolectados durante la aplicación de las encuestas por parte de un docente con respecto a los textos electrónicos es que la institución privada tiene convenios con editoriales, lo cual relaciona la preferencia de los maestros por recomendar material impreso para sus tareas, esto se relaciona al gasto de libros también. Lo anterior se refleja más claramente en la siguiente gráfica correspondiente a las preferencias de los profesores de acuerdo a la opinión de los alumnos:

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Otra cuestión, sobre si los alumnos siguen o indagan las recomendaciones bibliográficas de los textos de preparatoria para enriquecer personalmente las enseñanzas de las aulas, es principalmente en la opción negativa u ocasional para las tres escuelas, esto quiere decir que muy pocos alumnos siguen las recomendaciones complementarias sobre los temas o enseñanzas dadas en el aula a pesar de existir opción de material a consultar. También se muestra que la motivación por los jóvenes para formarse autodidactas tiene tanta importancia en muchos de ellos:

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Tomando como otro punto de observación en cuenta sobre la cuestión de género en la tabla anterior, se muestra que la mayoría de las jovencitas en la preparatoria Juárez, a pesar de tener más acercamiento con respecto al interés lector en comparación con las jovencitas de las demás instituciones, son quienes menos indagan las recomendaciones de lectura escolar, mientras que los jovencitos de la UPAV son quienes menos lo hacen entre los de las otras escuelas.

Por parte del fomento a la lectura en el ámbito familiar, tanto él, 54,72 % de las jovencitas como el 13,21 % de los jovencitos de la preparatoria Juárez dice que en su familia sí se denota un interés por la lectura. En la UPAV con un 31,11% de las respuestas por parte de las mujeres, el 44,44% de los varones y en el colegio panamericano con el 37,03% de las mujeres o el 34,19% de los varones también afirman esta opción. Una pequeña parte confiesa que no existe interés por parte de su familia en torno a la práctica lectora y todavía una más pequeña parte de la población dice que en algunas ocasiones la hay. Es necesario agregar que el reconocer el discurso de la importancia de la lectura no asegura la práctica cómo se ha venido observando mediante las respuestas anteriores.

Este elemento del interés por parte del entorno familiar importante para poder comprender en qué medida la práctica es heredada a través de los padres, hermanos, abuelos, tíos, etc. Relacionado a elementos sociodemográficos y socioeconómicos, se podría decir que es en esta respuesta donde existe interés en las tres escuelas, pero la proyección hacia los hijos es diferente. Por un lado, en instituciones como la UPAV, los padres, con la idea de que han obstaculizado su propio desarrollo académico, intentan interesar a sus hijos a qué admitan lo que ellos rara vez hacían, ósea, leer y estudiar con frecuencia para fines escolares, mientras que la relación con niveles socioeconómicos más altos puede motivar a la lectura para fines lúdicos también debido al grado académico de los padres.

Para aterrizar más específicamente el interés por la lectura en la familia, se revela que la mayoría de los alumnos perciben preferencia por los libros o periódicos impresos por parte de los miembros de su hogar –situación interesante en el sentido del fomento de estos materiales, pues a pesar de ser la familia quien consume periódicos por ejemplo, apartados anteriores se muestra como los jóvenes no consumen el periódico impreso– seguido por las revistas impresas o algunos marcaron varias opciones:

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En la tabla anterior se puede mostrar la preferencia del contexto familiar por material de lectura impreso, situación que se relaciona a las prácticas de lectura tradicionales de acuerdo a su comprensión de lenguaje escrito y su dificultad a la hora de manejar dispositivos electrónicos así como el entendimiento del lenguaje que se utiliza en este medio, mientras que para los jóvenes existe una relación entre la preferencia los recursos digitales debido a su entendimiento, lo cual puede justificar el grado de motivación de la lectura que tienen los alumnos del colegio preparatorio Laubscher en el entorno familiar :

Estela Guzmán, 15 años: - “ A mí se me hace muy fácil utilizar un dispositivo electrónico, el que sea, a mi mamá también, pero a mi papá le cuesta, es como de yo no voy a tener que usar eso por qué no sé qué, cómo que no se quiere adaptar a lo nuevo. Amm en cambio, mi hermana es cómo que le encanta en especial con su Tablet porque como que no se despega de ella y de todo sabe, incluso se puede decir que trabaja en una página y ella edita y todo eso “.

El comentario anterior demuestra que personalmente, no les resulta tan complicado manejar los dispositivos electrónicos para encontrar actividades lúdicas e incluso, tienen un sentido de apropiación diferente al de los miembros mayores de la familia, en este caso, algunos comentan lo fácil que es para ellos de manejar cualquier aparato tecnológico a diferencia de sus parientes cercanos que siguen prefiriendo la práctica de la lectura mediante formatos impresos.

En otras opiniones de los alumnos también se menciona además del sentido de pertenencia y entendimiento que tienen como jóvenes con los recursos electrónicos, la falta de paciencia para apoyar a miembros cercanos mayores con dificultades a adaptarse a los dispositivos tecnológicos, en contraste con el hecho de adaptarse a las prácticas de la lectura en su manera más tradicional por decirlo de alguna manera.

También se dio el caso de aquellos integrantes de la familia en los alumnos, que intentan mantenerse más actualizados en cuanto a la comprensión y manejo de los dispositivos electrónicos, cuya característica es notable para sus hijos o nietos, y una de las razones por las cuales los familiares, si tienen la oportunidad de contar con un dispositivo, deben adaptarse más rápido o hacer ese esfuerzo, para poder entender el entorno en el cual se desenvuelven los jóvenes tecnológicamente o porqué también es importante en aspectos de su vida tanto cotidiana como laboral lo pueden exigir de manera más rigurosa. El siguiente comentario refleja lo expresado:

Gina, 15 años: - “ A mí si se me hace muy fácil ocupar dispositivos electrónicos, a veces se me complican algunas cosas que no son de mi interés porque obviamente no les presto atención y no las quiero hacer así que pues se me complica cuando tengo la necesidad de hacerlo, pero mi mamá también se le hace muy fácil, creo que hasta más fácil que a mí, pero a mi abuela si se le hace muy difícil y me desespera así que prefiero no ayudarle en nada, que haga las cosas ella sola porque a pesar de que le explico luego las cosas no entiende y a la mamá de mi papá también se le hace muy fácil hacer las cosas por medio de los dispositivos electrónicos“.

El joven que comenta lo siguiente opina de tal manera que revela una postura muy positiva en cuanto a la utilización de la tecnología en los tiempos modernos para todas las esferas de su cotidianidad, y continuando con las mismas preguntas, dice lo siguiente:

Juan Martínez, 16 años: “A mí en lo personal se me hace muy fácil y puedo decir que es una función muy básica saber sobre dispositivos móviles ya que no es algo muy complicado para mí ni se podría decir que es muy complicado con mi familia pues están familiarizados con eso, y pues cuando mi mamá me pide ayuda pues hay que ayudarla, aprende rápidamente, se ha tenido que adaptar a la nueva tecnología porque los padres vienen de otra época dónde no usaban este tipo de dispositivos móviles y en el caso de mmi hermano (32 años) también es un poco complicado de repente poder manejar su celular pero en todo caso yo le ayudo“.

Existen jóvenes que no tienen demasiada paciencia a la hora de apoyar a sus mayores para la comprensión y manejo de dispositivos electrónico cuando no se pueden adaptar a ellos, pues los significados son mayores en los jóvenes si de tecnología se trata, tomando ventaja de esto con generaciones anteriores. Nos podemos encontrar ante una analogía parecida cuando la familia muestra interés y le da un significado a la lectura, que es un tanto complicado pasar a los hijos para que también se acerquen a espacios dónde se fomente la práctica o ellos mismos participen en la dinámica y creación por medio de algún tipo de socialización:

Estela Guzmán, 15 años: - “ A mí en lo personal me gusta mucho leer, no asisto a ninguna biblioteca, en la escuela leemos realmente poco, nos dicen que tendremos un espacio de lectura, pero realmente no nos los dan, en mi familia el significado de la lectura… en cuanto a la familia de mi mamá si es como que, tienen como que más inculcado eso de la lectura, pero en la de mi papá no, son enemigos literalmente “.

Lo que respondió la alumna anteriormente, se descubre la percepción de los alumnos con respecto a la importancia que le dan a la lectura en su contexto social –el lugar donde estudian, en la biblioteca o en su familia– y si sienten como de alguna manera, estos espacios los incitan a la práctica por la lectura .Por otro lado, cuando no existe tanto interés, los alumnos mencionan que, para poder ejercer la práctica, debe ser un libro de demasiado interés de acuerdo a sus gustos, rasgo que revela el poco sentido de importancia o significado verdadero de la lectura y que no se puede consolidar a través de los padres.

A pesar de existir aun, una preferencia de la lectura de libros impresos en todas las categorías de varones y mujeres en las preparatorias encuestadas, es pertinente plantearse una relación en cuanto al número de libros en los hogares de los encuestados.

En el sentido de la preferencia de libros para la práctica de lectura en su familia, en la UPAV el 24,53% de las mujeres y el 9,43% de los varones respondieron tener un rango de 10-50 libros en su hogar, al igual que el 28,89% de la población de jovencitas y un 42,22% de los varones. El 12,96% de las alumnas y el 14,81% de los varones en el colegio panamericano también respondieron en ese rango de 10-50 libros en su hogar. Sin embargo, tanto la preparatoria Juárez como el colegio panamericano se revela un rango más grande de libros en su hogar de la misma manera que alumnos de la UPAV, revelan no tener ninguno en algunos casos.

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Solo en escuelas como las del colegio Panamericano o la preparatoria Juárez, existe una pequeña parte de alumnos que cuentan con colecciones más extensas de los 100 libros, esto guarda relación por ejemplo en la preferencia de la lectura en formato impreso en los jóvenes y su interés por la lectura en las jovencitas de la preparatoria Juárez a diferencia de las de la UPAV quienes manifiestan inclusive no contar con ningún libro en sus hogares.

Particularizando un poco más en el reconocimiento por parte de los alumnos sobre cuál de los miembros de su familia lee más, tanto en la preparatoria Juárez como en la UPAV, reconocen que la madre es quien lee más mientras que en el colegio panamericano eligieron al papá. Sin embargo, también es interesante que en cuanto a las cuestiones de género, las jovencitas de la preparatoria Juárez manifiestan más que las jovencitas de las otras escuelas que existen varios miembros en su familia que leen más:

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En cuanto a la persona que los alumnos reconocen como principal miembro de fomento a la lectura, varía principalmente entre la madre, el padre o profesor. Algunos de los alumnos consideraron pertinente seleccionar varias opciones debido a tener un círculo en dónde se incide más a la práctica y otros tomaron en cuenta al hermano, abuelo o tío por parte de su familia, o inclusive al novio (a) o amigo (a) cuando sintieron que en su familia no existe alguien que fomente a la práctica:

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Sobre las actividades realizadas en los espacios bibliotecarios, se muestra un desconocimiento muy grande por parte de los alumnos en todas las instituciones pues la mayoría de ellos, responde que no tiene idea o nunca acude a la biblioteca como para saber si en la biblioteca de su localidad, cercanía o preferencia se fomenta a la lectura mediante clubes u otras dinámicas:

Es deber de los espacios bibliotecarios el de actualizarse no solo con bases de datos para que el público que consulta sobre la existencia de ciertos títulos pueda también encontrar la información bibliográfica de ellos o en su caso, contenido electrónico de algunas obras correspondientes a la biblioteca, por lo cual se les preguntó a los alumnos si conocen la existencia de colección de textos digitales en la biblioteca de su preferencia, localidad o cercanía por lo que la mayoría de las respuestas corresponde a no tener idea sobre ello o inclusive nunca ir a la biblioteca, lo cual revela el poco significado del espacio bibliotecario en la vida de los jóvenes en su nivel medio superior:

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Una de las razones a las que se deben estas respuestas, es debido también a la poca presencia que tienen las instituciones bibliotecarias con los alumnos por pensarse relacionadas principalmente a la escuela o a temas propios de esta, lo cual provoca un desinterés lúdico en los jóvenes para acudir a los espacios y apropiarse de las dinámicas que puedan existir para la lectura o en su caso, incentivar su existencia.

En el colegio preparatorio Laubscher, mediante el grupo focal podemos encontrar la siguiente opinión que podría justificar unas de las razones sobre el nivel de presencia por parte de sus familias y los espacios bibliotecarios para motivar a la lectura en un sentido lúdico:

Carla Carreón Olivares, 16 años: - “ A mí pues sí leo mucho porqué me entretiene, me gusta, mi familia, la verdad también somos de mucho leer pero como que en mi familia por ejemplo mi mamá y mi hermana que estudiaron lo mismo como que les gusta cierta lectura que tiene que ver con su carrera al igual que mi papá y no asisto a ninguna biblioteca y nunca encuentro libros que me gusten o tal vez no busco bien, pero las veces que eh ido no me han gustado los libros y en la escuela como mis compañeras dijeron no tenemos espacios para leer y realmente nuestra biblioteca no tiene libros de interés, ósea como que nada más son libros de materias, como los libros que tenemos nosotros o cómics o cosas que a nosotros nos gustan“

La participación anterior, dejar ver que la reproducción de la práctica lectora tiene relación en el sentido de las formas de consumo que se observan en su entorno social inmediato –como resulta ser todo lo contrario en el comentario siguiente–, además de la concepción del espacio bibliotecario ligado fuertemente al ámbito escolar o de desinterés:

Juan Martínez, 16 años: - “ A mí en lo personal no me gusta leer, pero en mi familia si les gusta leer y no asisto a ninguna biblioteca, solamente leo en muy escasos cuando me lo piden o cuando me atrapa de veras una historia que es muy difícil “.

En contraste con la participación anterior, este es el único de los casos en donde la alumna inclusive participa en conjunto con el ejercicio de la lectura por parte de la Madre, quien le pide apoyo para encontrar los libros conforme a su necesidad, sin embargo, puede funcionar a largo plazo de manera positiva en la influencia en la joven estudiante a grado de convertirse en una actividad que podría reproducir en un futuro para sus necesidades personales, tanto escolares como de gozo por la búsqueda de información:

Gina, 15 años: -“A mí me gusta leer siempre y cuando sea algo que me guste leer, pero a mí mamá si le gusta mucho leer y cuando asisto a una biblioteca es cuando voy con ella, normalmente, tiene que hacer cosas sobre su trabajo por ejemplo cuando hizo su tesis yo la acompañaba siempre a la biblioteca pero no era así de que yo me pusiera a leer algo, solamente la ayudaba a buscar los libros y ya. Y ahorita que va a dar una materia también está buscando muchos libros para eso entonces también le gusta mucho que yo la acompañe, más que nada para buscar los libros“.

Con respecto a las respuestas anteriores, podría plantearse la cuestión de porqué a los jóvenes de la actualidad no le es tan importante la lectura como práctica de consumo cultural además de escolar y la manera en la cual se materializa en las representaciones de su cotidianidad, que se mezcla de una manera aún superficial entre el manejo de las nuevas tecnologías.

En la opinión colectiva de los alumnos estudiantes de preparatoria encuestados, coincide la importancia para ellos de la lectura dentro de su entorno social, razón por la que les interesa leer, aunque algunos de ellos fueron más honestos al contestar la opción de “no considerarlo importante más que para la escuela” o “no saber la importancia de la práctica”. Es interesante observar como la mayoría de los jóvenes tiene conciencia del valor de la práctica y consideran que, aunque leen muy poco esa es la razón por la cual lo hacen, pero son demasiado selectivos para realizar la lectura de un texto o libro completamente:

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Para conocer desde otra perspectiva, las opiniones de los jóvenes con respecto la importancia de la práctica lectora a través de los formatos digitales e impresos mediante un dialogó de opiniones y debate en torno al tema, en el colegio preparatorio Enrique Laubscher, a partir la dinámica en el aula de grupo focal, se obtuvieron de los 7 alumnos participantes, solo 2 respuestas que reflejan una opinión en cuanto a la relación significativa en su contexto social, tomando como parte de su discurso lo que han aprendido en su educación y dentro de sus hogares:

Carolina Carreón Olivares, 16 años: - “ Mejorar como lees para no trabarte tanto y poder entender, bueno, poder tener una comprensión lectora“.

Juan Martínez, 16 años: - “ Pues se me hace muy importante leer porque nos enseña sobre la cultura, nos enseña muchísimas cosas que nosotros no sabíamos. Nuevo vocabulario, nuevas palabras “.

En la siguiente pregunta, que corresponde a las razones generalizadas de porqué es más atractiva la lectura para los alumnos, se obtuvo mayor respuesta en su sentido de pertenencia con los textos del agrado personal o la búsqueda de temas también del agrado personal. La opinión de “leer solo por tener un buen desarrollo académico” y “nula atracción por la práctica” se puede ubicar en aquellos que a lo largo del cuestionario contestaron que simplemente no les gusta leer:

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A partir de las diversas dimensiones de análisis, es posible percibir la medida de práctica e interés en la lectura de los jóvenes estudiantes de preparatoria. Si bien la familia, a través de los padres o parientes, funciona como un espejo en la conformación de las prácticas lectoras en los estudiantes al igual que la escuela misma, los dispositivos digitales y los medios de comunicación, están logrando un espacio importante en sus consumos culturales, que producen como resultado capital cultural reconfigurado en cuanto a la las formas de lectura empleadas, aunque todavía existe una preferencia por el material físico, principalmente de los libros o diversos texto para el enriquecimiento de conocimiento global del joven.

Existen diversos componentes en el entorno socio-cultural del joven estudiante dentro del cual se mueve y está conformado por diversos esquemas de acción o reglas y pautas que solo marcan como necesarias la acreditación de los planes de estudio, sin tomar tanto en cuenta, por ser un nivel de enseñanza medio superior, la precariedad de comprensión de textos en algunos alumnos y además una importancia un poco más profunda al respecto, situación que no siempre los padres toman en consideración. También hay algunos aspectos en dónde el género tiene que ver con algunas características o formas de cierto consumo de textos ya sea electrónicos cómo digitales en la cuestión de géneros literarios, tiempo dedicado a la lectura, adquisición de material, también en las preferencias de lectura aparece el gusto por el género deportivo en los varones.

Por otro lado, pero en el sentido de la lectura, el acceso a dispositivos electrónicos y el internet también se puede relacionar tanto con el poco tiempo que se le dedica a una lectura valiosa, cómo con respecto al poco interés para acercarse a los espacios bibliotecarios en los cuales no solo se pueden percibir con un sitio relacionado a la escuela, sino también un lugar de entretenimiento interesante, como lo es también el navegar por varios sitios en la red, sin embargo, es percibido de manera distinta, por la mayoría de los jóvenes.

4.8. Experiencias y percepciones sobre la práctica lectora

En cuanto a la dinámica del grupo focal, a continuación se muestran dos preguntas del sentido cualitativo que tienen que ver en primer lugar con la dimensión de prácticas concretas al responder por parte de los alumnos sobre su última experiencia con un libro que hayan terminado completamente y un comentario sobre si habían realizado la práctica de manera escrita o digital, esto para acercarnos a una práctica un poco parecida a la de un grupo de lectura, dónde para completar el paso de la lectura, la socialización sobre la información o sentido de pertenencia se transmite a través del diálogo con los demás para dar a conocer sobre ciertas obras y ello pueda ayudar a enriquecer sus repertorios sobre ciertos títulos del agrado de miembros de una comunidad generacional parecida:

Estela Guzmán, Olmos, 15 años: “ pues el último libro que leí, lo acabo de terminar antier, es subliteratura pero pues me agrada de vez en cuando leerla y era las 50 sombras más oscuras, no me sentí identificada con eso pero tuve una experiencia no grata, tampoco mal en el libro, es más como de drama y es lo que me gusta en una lectura, en lo personal me gustó mucho, fue en formato físico y ya“.

El consumo literario de la alumna anterior, revela el gusto por la literatura juvenil además de su preferencia por el objeto impreso y una inclinación por el género de drama, sin embargo, de acuerdo a su edad y el tipo de lectura es también cuando se adquiere un sentido de identificación con las obras además de la experiencia y capital cultural de la joven.

Se puede observar dentro de las participaciones de varios algunos alumnos, que no existe un interés natural por la lectura y revela una percepción de la práctica algo obligada en el contexto social. También se reflejó en sus respuestas una causa de poco interés e identificación con el material leído al dar su comentario, y a diferencia con el resultado de las encuestas, aquí se revela una excepción en tanto las inclinaciones de gustos literarios relacionadas al sexo, pues se ha mostrado en las encuetas que a las mujeres les agrada más el género romántico.

Continuando con las participaciones sobre la última experiencia con un libro, el joven que responde de la siguiente manera, a pesar de no tener un interés por la lectura, intenta hacer un ejercicio de animando a través de la práctica oral, a su hermano a interesarse por los cuentos, lo cual se puede ver como un punto favorecedor de promoción de lectura por parte de la familia y que también los jóvenes pueden tomar esta posición:

Manuel Hernández F. 16 años: - “ El último libro que leí fue los tres cerditos, se lo leí a mi hermana hace 4 días y no me sentí nada identificado, aunque la trama es muy buena. Lo leí en físico “.

En torno a la misma pregunta sobre sus experiencias con su última obra leída y reafirmando el sentido de comprensión que tienen los alumnos sobre los textos, los jóvenes pueden comentar, al leer algunas obras de reconocimiento literario, la complejidad de algunos títulos que se pueden considerar clásicos, pero no entienden del todo debido a las ideas respecto al contexto histórico del que hablan, ni lo consideran tan interesante, ni toman suficiente impacto en su vida como adolescentes respecto a su entorno de socialización entre compañeros de su misma edad y el ambiente en el que viven, tal es el caso de la siguiente opinión:

Gina, 15 años: - “ El último libro que leí lo ocupe en forma digital y fue la tregua de Mario Benedetti y no me..Bueno, ocupa muchas metáforas, así que si me fue difícil concluirlo y en el tiempo que leí si intenté leer otros libros pero los dejaba y volvía a leer ese libro hasta que lo terminé me tardé como 6 meses en leerlo y normalmente lo leía en mi casa acostada antes de dormir también porque siempre me quedaba dormida con la lectura pero no me sentí identificada con la lectura, me gustó mucho pero no me sentí identificada “.

La práctica lectora entonces, asociada a un gusto –en cierta parte adquirido por la institución ya sea escolar o familiar– es una actividad en algunos casos de poco interés hacia los jóvenes, para poder comprender y adentrarse a la lectura de textos. Lo que se respondió anteriormente, descubre la percepción de los alumnos con respecto a la importancia que le dan a la lectura en su contexto social –el lugar donde estudian, en la biblioteca o en su familia– y si sienten como de alguna manera, estos espacios los incitan a la práctica por la lectura.

La siguiente pregunta iba encaminada a reflexionar en algún momento sobre la inexistencia de textos impresos en su entorno y de qué manera afectaría o beneficiaría a la práctica lectora, para lo cual se obtuvieron opiniones dónde los alumnos lectores, apegados a la adquisición de materiales físicos, para su impresión lo percibirían como una desventaja en la frecuencia de su consumo de textos o consecuencias de cansancio visual, no solo de ellos, sino de personas mayores, en el caso de intentar adaptarse a los formatos digitales, mientras que la importancia disminuiría para un sector de la población, quizás para aquellos más apegados con la tecnología podría aumentar:

Carolina Olivares, 16 años : - “En mi opinión yo creo que mucha gente si dejaría de leer por ejemplo las personas que son grandes y que ya no tienen la capacidad de estar tanto tiempo en una computadora o un celular porque van perdiendo la vista poco a poco y pues realmente no es lo mismo tenerlo físico que en algún dispositivo porque por ejemplo habría muchas personas, como los niños, obviamente no agarra una computadora para leer, todo lo van a agarrar para jugar y al menos de que a una persona realmente le guste mucho la lectura o le fomente la lectura, leería en algún dispositivo “.

Es interesante darse cuenta, como a partir de la reflexión anterior, se plantea la cuestión de prioridades en cuanto a los usos de los dispositivos electrónicos, en dónde desde muy pequeños, ya se les está dando la idea de su significado de uso, principalmente para fines de distracción sencilla y que no requiere de demasiado esfuerzo cómo lo puede implicar una lectura de calidad o aprendizaje:

Gina, 15 años: “Am, yo pienso que muchas personas ya no le tomarían la suficiente importancia a la lectura debido a que tendrían más más distracciones en los dispositivos electrónicos como ya ahora se tienen, mm cuando algunas personas leen en dispositivos electrónicos te llega una notificación es algo que luego vas a ver y en dado caso cuando tienes los libros físicamente pues ya tú no te das cuenta, apagas tu teléfono y ya te pones a leer en un todo por ciento, entonces pues se perdería mucho la cultura de la lectura , si no es que ya no sería muy fomentado solamente para cosas necesarias“.

Los dispositivos electrónicos son concebidos como objetos distractores además de su utilidad de comunicación, cuya necesidad es imprescindible para la socialización del ser humano y se encuentra en relación constante con el lenguaje oral y escrito, pero se va conformando a partir del espacio virtual cómo algo tedioso o paralelo a la inmediatez, rapidez y poca motivación por crear pensamientos cognitivos más allá del lenguaje visual o escrito un poco más profundos.

El último comentario en torno a la pregunta sobre su “perspectiva de un mundo totalmente digital”, refleja claramente su postura ante la sociedad moderna en dónde los dispositivos electrónicos son benéficos y los textos digitales son más aceptados de acuerdo a su opinión personal por cuestiones de acceso y portabilidad, tomando conciencia sobre la reconfiguración de sus maneras de pensar con respecto a la lectura de calidad, sin embargo, se podría aplicar solamente a un sector de la población, pues es cierto cómo se menciona algunas veces que existen dificultades por parte de los grupos mayores de personas que podrían encontrar tanto dificultades físicas cómo de apreciación a la lectura digital por su dificultad de manejo sobre las nuevas tecnologías:

Juan Martínez, 16 años: “Para mí la lectura electrónica sería lo mejor, debido a que yo creo que como sociedad podemos inculcar de una manera distinta a que lean en dispositivos móviles ya que algunos les da hasta flojera traer los libros y prefieren hacerlo visualmente aquí en un dispositivo. Yo creo que las editoriales buscarían una manera de inculcar la lectura y también nosotros como sociedad tendríamos que cambiar nuestra forma de pensar y tener una educación para tener gusto hacia la lectura, ya sea en dispositivos móviles “.

Como observaciones finales, a pesar de ser una escuela privada, entre los alumnos se comenta el poco fomento de actividad lectora y la motivación para esta, que depende en primer momento de la reproducción de práctica a través de la familia, la cual si es visible en algunos casos y hasta tomada en cuenta. Mientras que el uso de los dispositivos electrónicos como soporte para leer textos en formato digital es visible, todavía no se muestra muy consolidada su práctica debido a los elementos de distracción que se encuentran presentes de manera un poco más fuerte y su preferencia por los formatos convencionales de lectura ante las diversas ventajas propuestas.

CONCLUSIONES

Ante el panorama en el que se enfrentan los jóvenes Xalapeños –cuyo sector estudiantil, fue representado por las escuelas a las cuales se estudió en este trabajo– de aprender y sentirse atraídos por las nuevas tecnologías, vistas con objetivos más recreativos que educativos y cuya acepción es reafirmada a su vez por el entorno en el cual se rodean, es decir, la escuela, la familia, sus amistades, maestros, entre otros; llega un momento en el que esta situación es también un problema a nivel cultural y representa el desarrollo tanto en la posición de la comunidad, como individualmente –Donde se reflejan las habilidades cognitivas y de comprensión adquiridas–, lo cual no se ve muy favorable en torno a sus prácticas.

Se puede ver que México a pesar de los diversos estudios realizados para revelar las oportunidades de acceso a redes y tecnologías, al igual que el aprendizaje, comprensión y gusto por el lenguaje escrito es todavía un camino muy largo por recorrer para poder elevar su nivel de calidad cultural en los jóvenes estudiantes a través de la lectura y es algo que se refleja en los jóvenes de Xalapa. En este sentido, en comparación con las diversas dinámicas planteadas, por ejemplo, en Alemania dónde se incluyen ejercicios didácticos para la promoción de la lectura a la vez que el fomento correcto o eficiencia en el acceso de las TIC´s, apoyadas por el gobierno, la escuela, familia y bibliotecas, los estudiantes encuestados y entrevistados solo se quedan en la noción colectiva de las ventajas de abrirse espacio en el mundo de la práctica cultural por el discurso un poco difuso de su contexto y muy pocos son aquellos que toman reacción de la importancia en el sentido de la acción, situación definida en cierta medida también, por la cuestión del sexo.

En comparación con otros países del mundo, se puede decir entonces, que México todavía se encuentra en un proceso de aprendizaje con respecto a los métodos para el fomento de la práctica lectora y la democratización de esta, a la par que de los dispositivos electrónicos, pues como objetos culturales todavía se encuentran más al alcance de aquellas nuevas generaciones de jóvenes, cómo los representados a través de las encuestas y la entrevista, que a pesar de pertenecer a diferentes sectores socioeconómicos –por encontrarse en una localidad urbana–tienen en posesión uno o más dispositivos electrónicos, pero siguen existiendo brechas en lugares rurales o más alejados que aún no pueden tener contacto con un dispositivo como objeto de primera necesidad por ejemplo: Un celular o una computadora, para satisfacer sus propósitos de mejoría escolar en los alumnos o por otro lado, la deserción escolar inclinada más a los jóvenes de la urbanidad por el consumo de dispositivos tecnológicos más que por las prácticas lectoras.

Continuando con sentido de posicionamiento, con respecto a países de América Latina, México, a pesar de la unión con otros para la formación de un centro de fomento a la lectura, todavía se muestra muy carente en eficiencia de políticas culturales, en cuanto a los programas de favorecimiento a la práctica lectora y el uso adecuado del internet y dispositivos tecnológicos para su mejor aprovechamiento, puesto que no ha tenido resultados eficaces en los resultados de mediciones tanto de acceso o consumo de dispositivos electrónicos, como en las habilidades lectoras. En relación por ejemplo, en las pruebas de PISA, donde la última realizada en 2015, nuestro país ocupa el lugar 55, después de Chile en el lugar 42, Uruguay en el 46, Costa Rica en el 51 y Colombia en el 54, además de mostrar que los estudiantes mexicanos se encuentran por debajo del promedio OCDE y solo un 59% de ellos logran aprendizajes mínimos en lectura. (Rodríguez, 2016)

Sin embargo, es importante tomar en cuenta los rasgos anteriores, como elementos integradores también a los cuales se suma el contexto socio-cultural que se construye a partir de la interpretación de la posición en México a nivel global, para aterrizarlo en el ámbito local, en el cual se encuentran los alumnos propios de nuestro objeto de estudio, en este caso los estudiantes Xalapeños y en cuyo análisis ,a partir de una rápida visión en diferentes dimensiones sociales, se puede visualizar el aspecto del moldeamiento de las diferentes formas lectoras, en cuanto su disfrute o deber; y aprender de ello a partir de un significado tanto lúdico cómo escolar, aplicándolo a la población joven cómo parte indicadora de estos resultados a escala macro-social.

Independientemente de los ejercicios realizados para conocer el interés por estas prácticas en estudiantes de preparatoria sobre la importancia que le toman a la lectura como parte de un capital cultural incorporado, así como las prácticas de las tecnologías a su alcance, también es pertinente destacar una vez más, que la deserción de jóvenes en las escuelas de nivel medio superior todavía sigue siendo significativa para los tiempos en los cuales vivimos.

La situación visualizada a lo largo del trabajo de manera global en el ámbito del país, pero cuya preocupación es pertinente aterrizar a manera de reflexión, se relaciona al hecho de que a pesar de haber escogido un grupo de población inscrito en alguna institución en Xalapa, representativo de un sector socio-económico diferentes, se refleja una desigualdad en cuanto al significado de la lectura y por ende, el acceso a textos –ya sea en formato físico cómo digital– para poder tener niveles de comprensión y desarrollo cognitivo de habilidades lectoras más favorecedoras en los próximos resultados de medición a escala nacional o mundial, aunque las cifras obtenidas cuantificablemente en los diversos estudios planteados anteriormente no sean garantía de la realidad de este problema.

El principal enfoque del trabajo en cuestión –mirando los anteriores puntos como elementos integradores–, se centró en el desarrollo de la percepción de la lectura, vista como práctica de enriquecimiento del capital cultural benefactora para el desarrollo de las capacidades intelectuales, pero que ha ido evolucionando y respondiendo de acuerdo a las estepas generacionales –por ejemplo, la concepción de su significado, desde el momento en el que se ve como un arte en tiempos pasados y su proceso en cuanto a las formas de apropiarse a través de las instituciones tradicionales para el fomento de los textos, que cambiaron con su adhesión a la escuela como herramienta de conocimiento básico para los programas pedagógicos, pero no es vista ya como un arte de interés placentero transmisible por instituciones importantes en la integración de la identidad de los jóvenes–, hecho visible en los resultados de la investigación realizada en los estudiantes de Xalapa.

Es importante entonces, tomar en cuenta que, entre los jóvenes Xalapeños se pueden distinguir en gran medida a parte de la población como estudiantes analfabetas o iletrados, en el sentido de que una escolaridad básica no asegura la práctica, el gusto o placer por la lectura y con ello, su desarrollo cognitivo en cuanto a los textos. Además, el déficit de procesamiento básico sobre el entendimiento o apropiación de los textos está conduciendo en la mayoría de los casos, a una estrategia inadecuada de la lectura en cuanto a su consumo como elemento cultural, influenciado por el discurso de su contexto de socialización cultural promovido por el discurso familiar, escolar, gubernamental, social, entre otros, que le da cierto sentido de pertenencia y mayor significado al uso de dispositivos electrónicos que o bien la pueden mejorar la lectura o perjudicarla.

Hay que destacar entonces, que las encuestas realizadas –a los estudiantes de tres preparatorias diferentes en Xalapa-–, así como la participación de opiniones mediante el grupo focal, se puede notar la representación que los alumnos le dan al uso de herramientas tecnologías para alcanzar niveles de alfabetización y literacidad. Se van distorsionando conforme va aumentando la carga de lenguajes que encierran nuestro entorno cotidiano con respecto a la lectura tanto impresa, como digital o de imágenes, cuya reconfiguración se ve influenciada tanto por las instituciones tradicionales y el trasfondo que engloban sus significados de ver a la lectura, como las nuevas estrategias mercadológicas de consumo de textos u obras de calidad con ayuda de la promoción de sus producciones a partir de la televisión y el internet. Llega un punto donde no existe ya un sentido tan crítico de la buena lectura tanto extensivo, como intensivo sino más bien de veracidad y utilidad práctica, forma por la cual los jóvenes estudiantes se ven más identificados.

Otra cuestión interesante en los resultados obtenidos con las dinámicas, es la manera en la cual se concibe la lectura lúdica en un sentido elitista, con respecto a la manera crítica de catalogar ciertas obras de calidad que compiten con las obras de mayor promoción y difusión para el público más consumidor, en este caso los jóvenes, quienes tienen interés a veces por la lectura, pero al descubrir sus principales razones por este interés, se revela su opinión encaminada a fines educativos, posteriormente a fines de entretenimiento, deportivos, científicos o literarios, pero quienes abarcan una importancia de la práctica lectora más allá de la escuela, sigue siendo un sector muy bajo que también tiene que ver con cuestiones de relación al género de interés, el sexo e inclusive socio-económica para adquirir libros o material de lectura.

Relacionado con lo anterior, en el sentido de consumo de los libros y los dispositivos digitales como objetos culturales, que necesitan ser usados por la sociedad para que puedan completar su proceso de valorización, la apropiación en el sector estudiantil de preparatoria muestra una relación con respecto a la edad, el sistema escolar del joven, y el contexto socio-cultural en el cual se desenvuelven para ejercer cierto tipo interés.

Es interesante plantearse –a través de la integración de los diversos factores sociales y culturales en los estudiantes de preparatoria participantes en los ejercicios metodológicos– en qué medida, la palabra leer se encuentra asociada a la manera en la cual se legítima como rol necesario de la sociedad y qué tanto es permitida para efectos que produce de carácter instrumental, prestigioso, de refuerzo, estético y de distracción para hacer una referencia sobre una lectura integral ya sea lúdica o escolar, pero dónde los textos de literatura juvenil entran en juego –como recurso de consumo masivo para las empresas editoriales– arrasando con sus ventas y se ven mayormente beneficiados con la ayuda de la red, pues el libro electrónico intenta competir con el libro impreso y la preferencia de los lectores de acuerdo a sus gustos, pero todavía no se muestra demasiada intención por parte de jóvenes de Xalapa, ya que prefieren temas de interés práctico, de fácil entendimiento o entretenimiento, al momento de leer formatos digitales o principalmente impresos, independientemente de su acercamiento por necesidad escolar.

A pesar de que la plataforma en internet ofrece un acceso a la información y formatos electrónicos mediante libros, artículos o periódicos, los jóvenes Xalapeños no lo consumen tanto como el entretenimiento debido al gusto por la inmediatez de la comunicación a través de las redes sociales, sin embargo, por medio de los periódicos, ellos muestran interés un poco más grande en informarse sobre noticias o leer sus formatos digitales. Se puede mostrar como un aspecto positivo el que se intenten mantener al tanto sobre los acontecimientos a nivel local, nacional y mundial, pero esto demuestra también que la preferencia por los periódicos en tanto que representan textos inmediatos y pequeños es más relevante en su cotidianidad.

El fenómeno de la lectura en los jóvenes Xalapeños de preparatoria, como elemento integrador de una socialización más culturizada, también es un elemento socializante, en tanto asume ciertas formas de conducta y valores de determinado grupo social –reflejado en las estructuras escolares estudiadas por rasgos sociodemográficos y socioeconómicos–, mientras que, por otra parte, los va moldeando de acuerdo a sus maneras de consumo de los dispositivos electrónicos. La representación del libro basado en la sociedad de la información, es tomada de manera importante puesto que se van mejorando las capacidades de entendimiento para la renovación de diversos saberes y experiencias, en pugna constante con el crecimiento desproporcionado de información a través de la red donde ya comienza a verse dudosa de veracidad en ciertos textos o redacciones al alcance de todos.

En el sentido de los recursos electrónicos, se percibe un acceso masivo a ellos por parte de los estudiantes de las escuelas analizadas, sin tener tanto en cuenta las condiciones socio-económicas a las cuales pertenecen, pues la gran mayoría de los alumnos cuentan al menos con un celular, de ahí que tengan internet en sus casas para más rendimiento de sus dispositivos es un poco distinto, sin embargo, esto revela que quienes tienen internet y dispositivos electrónicos en su casa le prestan menos atención al interés por la lectura en formatos impresos, a menos que sean alumnos cuya conciencia sea capaz de dividir sus tiempos de consumir una y otra cosa, pues también se observa poca popularidad en los libros electrónicos así como la adquisición del material en sus diversas maneras de compra o descarga gratuita. Otra cuestión aquí relacionada al hecho de sentirse muy cómodos con el uso del internet, es la poca importancia que le toman al acudir a espacios bibliotecarios, situación desfavorable para el significado de toda una conducta de la práctica lectora.

Con respecto a las prácticas concretas de la lectura y el uso tanto del libro impreso como de los dispositivos electrónicos para fines escolares y de esparcimiento, en los jóvenes estudiantes de Xalapa, se puede percibir la forma en la cual se encuentran mediados, ya sea por el contexto del tiempo y el espacio también, mientras que a la vez varían las formas empleadas para seguir alimentando su práctica. En este sentido, el fenómeno de literalidad, para ellos hoy en día, engloba la habilidad de diversos procesos para llegar al entendimiento de un lenguaje determinado en una sociedad integral. La transformación del libro con respecto a su literacidad, se va dando a partir de estas realidades en donde depende del joven jalapeño su aprovechamiento, en conjunto con la ventaja de rápido aprendizaje para el manejo de dispositivos electrónicos para lograr fines positivos y completos. A pesar de ser un propósito difícil confrontar las adversidades de inmediatez, velocidad y fragmentación en este sector de la generación, para reforzar las estrategias orientadas a mejorar y aumentar la práctica lectora es necesario entender un diagnóstico de la situación, tomando en cuenta no solo el contexto escolar en el que se encuentra, sino también la relación de los aspectos socioeconómicos, con respecto al grado escolar de los padres, la profesión o trabajo que desempeñan y el salario percibido por parte de los dos, al observar la reproducción de interés por la práctica lectora en los jóvenes de Xalapa.

Continuando con las prácticas concretas, a pesar de que la mayoría de los alumnos manifiestan un discurso sobre el gusto por la lectura, aunque este sigue siendo un poco superficial o muy vinculado como práctica escolar –ante el hecho que varios alumnos en los resultados de las encuestas o grupo focal, tengan tal afirmación y en otras preguntas respondan no tener ningún género específico de preferencia ni le dedican tiempo extra independientemente de las lecturas para sus tareas– y sin embargo, se consideran jóvenes con buen entendimiento de los textos en el nivel de complejidad básico y medio. Si se relaciona lo anterior con los comentarios propuestos en el grupo focal dónde les es un poco tedioso obras de complejidad un poco más elevada para su edad pero se nota una inclinación aún mayor ante las lecturas en formato físico –por la cuestión de la confianza sobre la información que se encuentra y consulta en internet que sigue siendo un poco dudosa pues se sabe muy bien en la actualidad, que cualquier persona es capaz de convertirse en escritor y ante ese aspecto los jóvenes son inteligentes al intentar razonar sus búsquedas de información–, lo cual nos dice que a pesar de la etapa de transición entre lo digital y lo impreso, lo segundo sigue teniendo peso entre los jóvenes de estudiantes de Xalapa.

Ante las ventajas y desventajas del libro digital, el libro impreso, el tipo de uso que se le da a los textos, la importancia que hacen los jóvenes a estas referencias y como van transformando sus saberes, es importante puntualizar nuevamente, los elementos externos que configuran y moldean su forma de concepción de la importancia en su vida tanto individual como social en relación con factores socioeconómicos, sociodemográficos, de interés, influencia, etc.

A partir de preguntas planteadas para la construcción de este trabajo, en cuyo enfoque se destaca la problemática de saber si el contexto sociocultural se apropia o moldea el interés y las formas de leer a través de los dispositivos digitales y los formatos impresos entre los jóvenes de Xalapa. Se pueden ir respondiendo diversos interrogantes conforme a ,los resultados de trabajo de campo realizados, donde se verifica la manera en la cual los dispositivos electrónicos influyen opiniones y gustos con respecto a la práctica lectora y el tipo de motivación que provoca el contexto social de los jóvenes de Xalapa no tan favorecedor, dentro de los que se mencionan principalmente la escuela, la familia y la biblioteca además de la importancia del libro y la lectura vista de manera diferente entre los estudiantes analizados.

Es pertinente comentar como claramente, desde que los jóvenes comienzan a reaccionar y aprender a partir de las experiencias culturales, también aprenden e identifican el funcionamiento de los textos en sus diferentes géneros o tipos y cómo se organizan simbólicamente. Los jóvenes estudiantes que se analizaron en las encuestas y grupo focal, revelan a través de los resultados que ya no toman las mismas decisiones para representar la escritura tradicional, sino que integran una nueva cultura de comprensión de tecnologías para su lenguaje, mientras comparten entre ellos los significados y los van ampliando, pero las inclinaciones de su consumo físico de textos impresos o en formato digital, es muy variable en medida que derivan del placer a la obligación las prácticas lectoras, o en muy pocos casos, cuando se es un lector más constante encontrarse en ambas situaciones, tal fue el caso de muy pocos alumnos y principalmente las mujeres tienen mayor interés.

De acuerdo al contexto social determinado de porqué se lee y para qué se lee, se podría decir entonces, que no es tanto el mérito objetivo, sino también la valoración del entorno social en éstos jóvenes a través de sus padres, el grado de escolaridad de estos, la escuela y los maestros, la biblioteca y su organización, y en cierta medida, las políticas culturales o programas de fomento; lo que hace que lectura en los jóvenes participantes en las mediciones, no sea tan atractiva para ellos.

Varios de los aspectos destacables en comparación con las escuelas de diferentes rasgos socio-económicos, socio-demográficos y de calidad educativa, se encaminan en la forma en la que el lector, escritor y el texto contribuyen a él y las capacidades de cada individuo son importantes para las características del texto dentro de lo que entra en juego el contexto cultural, social, conocimiento previo y esquemas conceptuales donde los alumnos se desenvuelven. Las formas del lenguaje que controla, cuando son escasas afectan a la lectura que realizan, en este caso el lenguaje de las nuevas tecnologías también puede influir como ya se observa en los resultados expuestos anteriormente si se analizan de manera un poco más profunda.

Ante el lenguaje lineal de la lectura tradicional, los jóvenes de las preparatorias de Xalapa, se encuentran con un problema de motivación que se ve confrontado por la manera en la cual aprenden el significado de la práctica a través de la familia y la escuela. Les es transmitida la importancia de leer en formato convencional pero no le dan la misma representación a los formatos digitales, es por ello que los alumnos responden a estos estímulos del medio, dando a partir de esta experiencia un valor propio de los fines de la lectura y los dispositivos digitales. El replanteamiento de la noción de textualidad en los jóvenes es claro, ellos se encuentran en un momento complejo de su vida dónde deben elegir sabiamente la forma en la cual podrán aprovechar al máximo la riqueza cultural que aporta el lenguaje escrito a través de la lectura de calidad y el manejo más adecuado de los dispositivos tecnológicos para accesar a información o material digital de valor ante la sobreinformación desproporcional.

A pesar del valor interiorizado en los jóvenes de Xalapa, entre ellos es interesante plantearse hasta qué punto toman en cuenta el hecho de utilizar la lectura y la escritura como procesos de acción cotidianos, y a pesar de eso no desarrollan habilidades de pensamiento cada vez más complejas para el entendimiento de la realidad pues sus prácticas en la mayoría de los casos, no pasan de verlas desde el sentido más básico en torno a esta cuestión. Piensan la lectura en la mayoría de los casos, solo para comunicarse sin ver más allá de eso, sin pensar que, aunque no es algo oficial o tan legítimo a per se, es una demostración del poder en la vida de todos y posiciona a muchos entre la línea delgada del iletrismo.

Para las generaciones de jóvenes actuales, representados a partir de la pequeña muestra de población estudiada en Xalapa, se nota cómo la lectura, al igual que la escritura, es el reflejo de sus procesos sociales, pero no son siempre conscientes de su existencia en el contexto social y que cobra sentido en función de los procesos que ocurren a través de este entorno por eso es importante salir de la simplicidad para obtener mejores resultados, para ello una de las palabras clave es la motivación cómo se mencionaba antes y pretendo retomar.

La motivación, como motor para impulsar el interés por leer, se debe mejorar a partir de la interacción humana entre las generaciones de jóvenes estudiantes de preparatoria en cuanto al valor de la lectura reconfigurada, para enriquecer el valor de la cultura de la lectura, esto será posible a través de los cambios en el modo en que la escuela, la familia. La biblioteca y el demás entorno social que afecta a los contextos internos de los jóvenes, relacionados por su puesto a los textos, la lectura y el conocimiento con los cambios en los contextos externos de interacción con su entorno cultural. Tiene que ver también con los esfuerzos del contexto social adulto y dominante para dirigir las energías y acrecentar su confianza en los beneficios de la lectura.

Finalmente, quisiera añadir, para imaginar una apreciación de la lectura en el contexto actual sobre la diversidad de elementos para el aprendizaje cognitivo y su importancia en la sociedad con respecto a las prácticas de la lectura que:

La diversidad no se encuentra solamente en los instrumentos de la lectura que se usan en situaciones particulares, sino también en lo que la comunidad hace con ellos y con los actos de lectura como alternativa a otro modo de comunicación (Woods, 1996 pág. 337).

El contexto social en el cual se desenvuelven los jóvenes y que marca las prácticas más habituales, conformado por la escuela, los padres, espacios inherentes al fomento de la lectura como bibliotecas, grupos de lectura entre otros, son integrados e integradores, dependiendo del alumno también, su motivación y apreciación por la lectura, pues se puede ver en los estudiantes de preparatoria en Xalapa, una diversidad en tanto la reproducción de quienes saben que los fomentan a leer y otros que simplemente no lo toman en cuenta, pero se encuentra relacionado con el uso constante de dispositivos electrónicos o el material físico de textos en sus hogares o espacios de socialización.

La modalidad de lectura que se vive ahora con los jóvenes de preparatoria demuestra que la evolución y las formas de leer nunca es definitiva en una sociedad determinada ni mucho menos en una generación particular, para lo cual es necesario que los elementos institucionales como lo es la escuela –en caso de que la familia no intervenga tanto en el asunto de las prácticas lectoras– apoye de manera consciente y organizada el valor de la lectura a nivel macro y micro social tanto en el sentido tradicional como en el uso de los soportes tecnológicos. Esto permitirá generar conocimientos o motivará a los jóvenes por la cultura de la lectura no solo cómo camino académico o profesional, sino también en el sentido de significado cultural. Se puede lograr mediante el ejercicio constante de aprovechamiento de los medios con los cuales cuentan los jóvenes a pesar de las condiciones socioeconómicas, si se les orienta sobre los espacios de apoyo como las bibliotecas, grupos de lectura, prácticas entre comunidad, entre otros o de lo contrario:

La espontaneidad, inminencia e inmediatez propias de la escritura electrónica, debilitarán el distanciamiento tradicionalmente asociado al acto de escritura y lectura, así como la separación en el tiempo de la producción de un texto definitivo, fijado para siempre…(Viñao, 1999, Pág. 351).

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Woods, C. (1996). Nuevas perspectivas sobre los procesos de lectura y escritura. México, siglo XXI.

ANEXOS

ANEXO 1.- Cuadro de dimensiones

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ANEXO 2.- Encuesta

ENCUESTA PARA CONOCER LAS PRÁCTICAS Y FORMAS DE LECTURA

Sección de ubicación:

Fecha

Lugar

Institución

Lugar de origen

1. Edad .-
2. Sexo .-
3. Escolaridad.-

4. ¿Cuántas personas viven en tu casa?
A) 1-3
B) 3-6
C) más de 6

5. ¿Cuál es el último grado escolar terminado de tu padre?
A) Primaria
B) Secundaria
C) Preparatoria
D) Profesional
E) Maestría
F) Doctorado

6. ¿Cuál es el último grado escolar terminado de tu madre?
A) Primaria
B) Secundaria
C) Preparatoria
D) Profesional
E) Maestría
F) Doctorado

7. ¿A qué se dedica tu padre?
A) Profesionista
B) Profesor
C) Comerciante
D) Burócrata
E) Empresario
F) Pensionado
G) Otro

8. ¿A qué se dedica tu madre?
A) Profesionista
B) Profesor
C) Comerciante
D) Burócrata
E) Empresario
F) Ama de casa
G) Otro

9. ¿Qué salario mensual percibe tu padre?
A) No se perciben ingresos
B) de $0-$2mil
C) de $3mil-$8mil
D) de $9mil-$14mil
E) de $15mil-$40mil
F) más de $40mil

10. ¿Qué salario mensual percibe tu madre?
A) No se perciben ingresos
B) de $0-$2mil
C) de $3mil-$8mil
D) de $9mil-$14mil
E) de $15mil-$40mil
F) más de $40mil

11. ¿Cuentas con internet en tu casa?
A) SI
B) NO

12. ¿En qué lugar te conectas más a internet?
A) Parque
B) Casa
C) Biblioteca
D) Escuela
E) Calle

13. ¿Cuántas horas te conectas a la semana?
A) Ninguna
B) 1-5 hrs.
C) 5-10 hrs.
D) más de 11 hrs. A la semana

14. ¿Con qué dispositivo utilizas más el internet?
A) Tableta
B) Celular
C) PC o laptop
D) Consola de videojuegos
E) Tv

15. ¿Para ti, cual es el mejor uso que le puedes dar al internet?
A) Fines educativos
B) Fines recreativos
C) Comunicación a distancia
D) Informarse más sobre temas de interés personal

16. ¿Cuántas horas ocupas el internet para fines escolares por semana?
A) Ninguna
B) 1-2 hrs
C) 3-4 hrs
D) 5-6 hrs

E) otro

17. ¿Con qué tipo de recursos electrónicos cuentas? (puedes marcar varios)
A) Tableta
B) Celular
C) PC o laptop
D) Consola de videojuegos
E) Tv

18. ¿Qué dispositivo utilizas más?
A) Tableta
B) Celular
C) PC o laptop
D) Consola de videojuegos
E) Tv

19. ¿Cuándo estás realizando alguna lectura escolar o personal, acostumbras utilizar uno varios dispositivos al mismo tiempo?
A) SI
B) NO
C) A veces

20. ¿Tienes un dispositivo electrónico específico para leer?
A) SI
B) NO

21. ¿cuál?

A) Tableta android
B) Epub en ipad
C) Kindle
D) eReader
E) Tableta nexus de google

F) Sony ebook
C) otro

22. ¿Acostumbras comprar libros por internet?
A) Si, frecuentemente
B) Si, aunque es poco frecuente
C) NO, Los descargo gratuitamente de forma legal
D) NO, los descargo gratuitamente de forma ilegal

23. ¿Digitalmente, qué lees más?
A) Tareas
B) Libros
C) Artículos
D) Blogs de varios temas
E) Revistas
F) Periódicos
C) otro

24. ¿has leído algún libro electrónico completamente?
A) SI, bastantes
B) SI, muy pocos
C) Alguna vez
D) No

25. ¿Qué tipo de libro electrónico leíste completo por última vez?
A) Ciencia ficción
B) Romántico
C) Terror
D) Suspenso
E) Comedia
F) Poesía
G) Otro.

26. ¿Cuántos libros electrónicos has leído completamente en el último año?
A) 1-3
B) 4-7
C) más de 7

27. ¿Qué periódico consultas más internet?
E) Uno de noticias locales
F) Uno de noticias nacionales
G) Uno de noticias a nivel mundial
H) Ninguno

28. ¿Te gusta leer?
A) SI
B) NO
C) A veces
D) Muy poco

29. ¿Qué opinas sobre la lectura?
A) Lo hago porque me lo piden en la escuela.
B) Lo hago por gusto
C) Lo hago porque me lo piden mis padres
D) No me gusta para nada y no lo hago

30. ¿Con que frecuencia te gusta leer a la semana?
A) Ninguna hora
B) 1-4 hrs.
C) 5-8 hrs.
D) más de 8 hrs. a la semana

31. ¿Cuántos libros impresos has leído completamente en el último año?
A) 1-3
B) 4-7
C) más de 7

32. ¿Tienes dificultades para leer?
A) Ninguna
B) a veces, me cuesta leer algunas palabras
C) siempre, aún no puedo leer fluidamente
D) sólo me cuesta leer algunas palabras que no había conocido

33. ¿Qué capacidad de comprensión tienes para leer?
A) Leo rápido y entiendo la mayoría
C) Leo rápido y no comprendo la mayoría
D) Leo lento y no entiendo la mayoría
E) Leo lento y comprendo la mayoría

34. ¿Qué temas prefieres leer?
A) Escolares
B) Política
C) Culturales
D) Noticias
E) Entretenimiento
F) Otro.

35. ¿Qué género literario prefieres leer en formato impreso?
A) Ciencia ficción
B) Romántico
C) Terror
D) Suspenso
E) Comedia
F) Poesía
G) Otro.

36. ¿Cuánto gastas cada 3 meses en libros impresos?
A) Nada
B) $0- $100
C) $100- $200
D) $200- $400
E) $400- $600

F) más de $600

37. ¿Cuánto gastas cada 3 meses en libros o textos digitales?
A) Nada
B) $0- $100
C) $100- $200
D) $200- $400
E) $400- $600

F) más de $600

38. ¿En qué formato prefieres leer?
A) Digital
B) Impreso

39. ¿Confías en la veracidad de los textos electrónicos?
A) Si, totalmente
B) Si, algunas veces
C) Si, dependiendo el sitio de información
D) Si, dependiendo quien escribe
E) NO

40. ¿En qué formato digital prefieres leer?
A) .epub
B) .pdf
C) .Mobi
D) Html
E) .txt
F) Otro.

41. ¿En qué portal virtual acostumbras leer sobre tus tareas?
A) Wikipedia
B) Rincón del vago
C) Buenastareas
D) Pags. educativas
E) Otro.

42. ¿Cuándo lees en un dispositivo electrónico, usualmente tú…?
A) Sólo leo una parte
B) Sólo leo el principio y el final
C) Sólo leo una parte en medio
D) Yo leo el texto completo
E) Le doy una repasada rápida y superficial

43. ¿Qué posición te resulta más cómoda para leer?
A) Acostado
B) Sentado

44. ¿En qué lugar prefieres leer?
A) Escuela
B) Biblioteca
C) Aire libre
D) Autobús
E) Casa
F) Otro.

45. ¿Qué dispositivo electrónico utilizas más para leer?
A) Tableta
B) Celular
C) PC o laptop

46. ¿Cuentas con biblioteca o colección de libros digitales en tu hogar o dispositivo electrónico?
A) SI
B) NO

47. ¿Cuentas con biblioteca o colección de libros impresos en tu hogar?
A) SI
B) NO

48. ¿Qué tan frecuente consideras que tu profesor fomenta el uso de textos electrónicos para actividades escolares?
A) No lo hace
B) Es poco frecuente
C) Es frecuente
D) Es muy frecuente
E) Siempre

49. ¿Qué preferencias tiene tu profesor en cuanto a los textos digitales o escritos?
A) Prefiere textos impresos
B) Prefiere textos digitales
C) Prefiere los dos por igual

50. ¿Qué haces con los textos que te piden los maestros? Ordena los incisos que realices
A) Los leo
B) Realizo alguna actividad
C) Investigo más sobre el tema
D) Pregunto al profesor mis dudas
E) otro.

51. ¿Sigues o indagas las recomendaciones bibliográficas de tus textos de preparatoria?
A) SI
B) NO
C) Algunas veces

52. ¿En tu familia existe interés por la lectura?
A) SI
B) NO

53. ¿En tu familia que acostumbran leer más?
A) Periódicos impresos
B) Revistas impresas
C) Libros
D) Libros digitales
E) Periódicos digitales
F) Libros digitales
G) Ninguno
H) Otro.

54. ¿En tu hogar cuentan con biblioteca o colección de libros?
A) SI
B) NO

55. ¿Cuántos libros hay en tu hogar?
A) De 10-50
B) De 50-100
C) De 100-200
D) Más de 200
E) Ninguno

56. ¿Qué miembro de tu familia consideras que lee más?
A) Madre
B) Padre
C) Hermano
D) Ninguno

57. ¿Qué persona cercana a ti, te fomenta más a la lectura?
A) Madre
B) Padre
C) Hermano
D) Profesor
E) Novio (a)
F) Amigo
G) Ninguno
H) Otro.

58. ¿Conoces si en los espacios bibliotecarios de tu localidad fomentan la lectura mediante actividades o clubes?
A) SI
B) NO

C) No tengo idea
D) Nunca voy a la biblioteca

59. ¿En la biblioteca de tu preferencia, cuentan con colección de textos digitales?
A) SI
B) NO

C) No tengo idea
D) Nunca voy a la biblioteca

60. ¿Qué tan importante crees a la lectura dentro de tu entorno social?
A) Bastante, por eso me interesa leer
B) No mucho, pero no me importa

C) No lo sé
D) No lo considero importante, más que para la escuela

61. ¿Te atrae la lectura porque…?
A) Deseo un buen desarrollo académico
B) Me identifico con los textos de mi agrado
C) Me gusta conocer más sobre temas de interés personal
D) No me atrae la lectura
E) Otro.

ANEXO 3.- Guion de grupo focal

Plan de actividad para realizar un grupo focal que presenta la alumna. – Arantza Monserrat García Durán de 7mo semestre en la Lic. De Sociología de la Universidad Veracruzana

Metodología. - La metodología a utilizar es un pequeño grupo de 7 estudiantes de nivel preparatoria para generar un pequeño dialogo y debate de opiniones de aproximadamente 1hr y media, en torno al tema de la lectura y los dispositivos digítales.

Objetivo. – Conocer de manera directa las causas socio-culturales que se presentan en el interés por la lectura de los jóvenes de preparatoria a través de los dispositivos digitales y formatos impresos con el propósito de enriquecer y complementar mi trabajo recepcional.

GUION

Antes que nada, gracias por estar aquí haciendo el esfuerzo de dejar sus actividades para poder participar en la sesión. Estamos en colegio Enrique Laubscher, mi nombre es Arantza García y seré la moderadora ésta actividad.

El objetivo de éste grupo es realizar una dinámica de participación y debate con el propósito de conocer un poco más sobre la interacción que tienen con los dispositivos digitales con respecto a la lectura y el interés que ustedes tienen de ésta práctica, también me interesa saber su opinión sobre la lectura y su importancia en la vida de cada uno. Sería muy agradable que se animen a comentar todas sus opiniones pues no existen respuestas correctas o incorrectas.

Les pido que de la manera más atenta que tengan un volumen de voz moderado para que no se pierda su participación entre nosotros y que cuando deseen participar, levanten la mano para no interrumpir al compañero o al moderador.

Ya que se explicaron las reglas del grupo y proseguiremos a hacer las preguntas con las cuales vamos a iniciar el debate. Con la presentación de cada uno de ustedes por su nombre y edad.

PREGUNTAS INICIALES

- ¿Qué es lo que más les importa sobre realizar lecturas?
- ¿Pueden desarrollar las ventajas y desventajas de la lectura digital o lo que les gusta y no les gusta cuando leen algún texto en formato electrónico?
- ¿Pueden desarrollar las ventajas y desventajas de los libros físicos o lo que les agrada o no cuando leen algún libro?

PREGUNTAS ESPÉCIFICAS

- ¿Podrían explicar que tanto utilizan su celular, tableta o computadora para encontrar y leer libros, textos o información de su interés o tareas y si han escuchado alguna opinión de sus maestros, padres o conocidos y cuál ha sido?
- ¿podrían explicar su última experiencia de realizar la lectura completa de un libro, mencionando si fue digital o impreso, o en los dos sentidos, las posiciones y lugares que realizaban, que les agradó y no del libro y porque, cuál fue el título, si se sintieron identificados o no?
- ¿Qué opinión podrían darme con respecto a la ventaja que tienen de conocimiento sobre la manera de manejar sus dispositivos electrónicos a diferencia de sus padres, abuelos o maestros?
- ¿Podrían contarme sobre el significado que tiene la lectura en su familia, en la escuela dónde estudian, en la biblioteca de su preferencia, si existen clubes de lectura allí y de qué manera en éstos tres espacios los motivan a la práctica?

PREGUNTAS CIERRE

- ¿Ustedes podrían vivir en un tiempo dónde los libros físicos no existieran, que piensan sobre ésta idea?

Les agradezco que hayan estado aquí, aportando todas sus experiencias y opiniones, sus perspectivas han sido muy ricas y estoy segura que servirán bastante al trabajo de investigación. Se tomarán muy en cuenta a la hora de analizar el impacto que tienen los dispositivos electrónicos en ustedes y su interés por las prácticas lectoras

ANEXO 4: Lista de figuras

Figura 1.- Comparación del crecimiento de los países desarrollados y no desarrollados en 2002-2008

ANEXO 5: Lista de cuadros

Cuadro 1. Estudios promedio de la población juvenil

Cuadro 2.: Resultados de las habilidades lectoras en diferentes años.

Cuadro 3. Las posibles ventajas y desventajas que enfrenta tanto el lector, como las editoriales y los autores con respecto a los libros electrónicos:

1 Más adelante se definirá este concepto.

2 índice de nivel de desarrollo. Fuente y gráfica tomadas de Panorama Digital 2007 de A.L. y el Caribe en Jarvio, 2011.

3 Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en Ramírez, 2010.

4 Fuente: ENLACE, en Ramírez, 2010.

5 Corresponde a aquellas atribuciones adquiridas a través de un proceso de asimilación con el contexto exterior y se encuentran interiorizadas en el individuo de manera inconsciente.

6 Corresponde al reconocimiento institucional de cierto capital cultural mediante algún título o acreditación materializada.

7 La cual se encuentra integrada a partir de un punto de vista del sujeto, de acuerdo a intereses sobre un universo de análisis en el sentido objetivo.

8 Fuente: El informador, “la feria en perspectiva. Más allá de la página impresa”. P.4-E México, 30 de noviembre de 2010. En Magallanes, 2013.

9Aquella persona que lee, ve, escucha y combina materiales diversos, procedentes de la lectura y de los espectáculos a través de internet”. (García, 2009 Pág. 32)

10 “Forma de presentación, generalmente textual, del conocimiento de forma no lineal, similar a como trabaja el cerebro mediante redes de interrelación con respecto a la información”. (Ibáñez, 1994, pág. 15-29)

11 Del sector privado y público al igual que en las modalidades vespertina y sabatina.

12 Del sector privado en modalidad matutina.

13 Clave de institución: 30EBH0077V

14 Clave de institución: 30UPAV065024G

15 Clave de institución: 30PBH0505C

16 Referido a una clasificación de acuerdo a las características de vivienda-entorno económico y percepciones materiales de un individuo o familia.

Final del extracto de 161 páginas

Detalles

Título
La lectura a través de los dispositivos digitales y los formatos impresos entre jóvenes de preparatoria de Xalapa 2016
Subtítulo
Percepción de lectura a través de un enfoque sociológico
Universidad
University of Veracruz  (Humanidades)
Calificación
10
Autor
Año
2016
Páginas
161
No. de catálogo
V459889
ISBN (Ebook)
9783668904842
ISBN (Libro)
9783668904859
Idioma
Español
Palabras clave
Lectura jóvenes globalización hipertexto digital TIC´s
Citar trabajo
Arantza Monserrat García Durán (Autor), 2016, La lectura a través de los dispositivos digitales y los formatos impresos entre jóvenes de preparatoria de Xalapa 2016, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/459889

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