Comentario sobre el Libro I de "Also sprach Zarathustra"


Trabajo Universitario, 2007

9 Páginas, Calificación: 10 (Matrícula de Honor)


Extracto

1-. Contexto biográfico y concepción de la obra

Friedrich Wilheim Nietzsche nació el 15 de octubre de 1844 en el pueblo sajón de Röcken bei Lützen, en el seno de una familia acomodada. Sus padres decidieron ponerle el nombre de Friedrich en honor de del gran rey prusiano Friedrich Wilheim der Vierte, ya que nació el día en que éste cumplía cuarenta y nueve años. Tras la muerte de su padre y su hermano menor, la familia se trasladó a Naumburg, donde Friedrich se graduó, para posteriormente comenzar los estudios Teología y Filología Clásica en la Universidad de Bonn. Sin embargo, un semestre después abandonaría la Teología para dedicarse por entero al ámbito filológico, en concreto centrándose en los clásicos griegos y latinos, que posteriormente constituirían su ámbito de trabajo.

Nietzsche ya en sus primeros artículos contribuyó de manera sobresaliente al campo de la filología clásica, siendo el descubridor de que la métrica antigua se regía única y exclusivamente por la duración de sílabas, y no por su acentuación, como es habitual desde entonces. Fue tal la importancia de sus aportaciones, que antes incluso de acabar sus estudios, la Universidad de Basilea le contrató como profesor adjunto, convirtiéndose en la persona más joven en ocupar dicho puesto. Más tarde, en 1869 consigue el doctorado sin necesidad de examen ni disertación alguna, y tras convertirse en profesor titular de filología griega y afincarse definitivamente en Suiza, decide renunciar a la nacionalidad alemana, permaneciendo oficialmente el resto de su vida como un apátrida, algo que influirá claramente en su pensamiento.

En 1870 se produce un acontecimiento vital para Nietzsche: su participación en la guerra de franco-prusiana de lado de su antigua patria. Aunque sólo estuvo un mes en el frente, y lo hizo como camillero -ya que Suiza, fiel a su neutralidad bélica, no le permitía hacerlo como soldado-, experimentó lo suficiente como para sufrir en sus propias carnes los horrores de la guerra. De hecho, en su estancia en las trincheras contrajo dos enfermedades de gran gravedad y que le afectarían para el resto de su vida: la disentería y la difteria.

Debido a su precario estado de salud, Nietzsche abandona la guerra y, tras una convalecencia, vuelve a volcarse en su actividad como profesor y, sobre todo, en la labor de investigador. De hecho, en 1872 publica su primera obra, Die Geburt der Tragödie,1 que sufre una pésima acogida por parte de sus colegas filólogos, incluido su hasta ahora incondicional maestro, el profesor Ritschl. Este hecho conllevó el aislamiento progresivo de Nietzsche en su especialidad, por lo que se decidió a luchar por conseguir una cátedra de Filosofía en su misma Universidad, pero le fue denegada. Pese a este fracaso, decide aventurarse en el campo filosófico por su cuenta, por lo que entre 1873 y 1876, publica cuatro grandes ensayos que suponen una invectiva contra la cultura alemana, que estaba en esos momentos carente de sentido según él: David Strauss: Der Bekenner und der Schriftsteller, Vom Nutzen und Nachteil der Historie für das Leben, Schopenhauer als Erzieher y Richard Wagner in Bayreuth.

Sin embargo, su estancia en la Universidad se vería truncada muy pronto, ya que debido a su pésima salud le fue inevitable abandonar su actividad docente en 1879. Para aquel entonces, Nietzsche ya había dado por finalidad la gran amistad que le unía al compositor alemán Richard Wagner por la conversión al cristianismo y el antisemitismo de éste. Sin embargo, hubo otro motivo de fondo: en los años anteriores, Wagner y Schopenhauer habían constituido las principales fuentes ideológicas y filosóficas de Nietzsche, pero ya en la década de los setenta éste se va desmarcando cada vez más de esas influencias. La piedra de toque fue la publicación, en 1878, de su libro Menschliches, Allzumenschliches, en que a modo de un conjunto de aforismos deja entrever algunas características de su posterior sistema de pensamiento, abandonando definitivamente sus ideas de juventud.

A raíz de su abandono de la Universidad, y cansado de su reclusión en Basilea, Nietzsche decidió dedicarse a ser un freier Philosoph (filósofo libre): durante toda la década de los ochenta, se dedicó a pasar largas temporadas en muy diferentes lugares, sin establecerse de forma permanente en ninguno de ellos. De este modo, residió en Suiza (los veranos, en el pueblo de Sils Maria), en Francia (Niza) y, sobre todo, en Italia (donde pasaba los otoños entre Génova, Turín y Rapallo). En los primeros años, escribió dos obras que suponen el antecedente inmediato a Also sprach Zarathustra: Morgenröte y Die frohliche Wissenschaft.2

Es éste el contexto biográfico en el que se sitúa la concepción de la principal obra de Nietzsche. Corre el año 1883, exactamente nos situamos en un frío mes de enero, y Nietzsche, que dos años antes experimentó en Sils Maria la llamada “génesis conceptual” de la obra, sufre ahora durante sus paseos diurnos cerca de la bahía de Santa Margarita la denominada “génesis figurativa”3 de Also sprach Zarathustra. En su autobiografía literaria Ecce Homo, Nietzsche describe el momento en que se produce el “asalto” de la idea del eterno retorno4 y de la idea básica del personaje del profeta persa: “en los caminos entre la bahía de Santa Margherita y Portofino se me ocurrió todo el primer Zaratustra, sobre todo Zaratustra mismo como tipo: más exactamente, éste me asalty”.5

A raíz de este encontronazo con su personaje, Nietzsche sólo tardará los diez primeros días de febrero de 1983 en llevar a cabo la redacción de la primera parte de Also sprach Zarathustra. Ese tiempo récord tiene una explicación: según nos cuenta Andrés Sánchez Pascual en su introducciyn del libro, el filysofo “apuntaba durante días y meses en su cuaderno los esquemas conceptuales, los pensamientos, los esbozos narrativos y líricos que venían a su mente. Llegado el momento de dar a luz el libro, se trataba de extraer de aquel caos un conjunto organizado y escribir una copia en limpio”.6

El testimonio arrojado por Nietzsche en su Ecce Homo nos sirve también para explicar el por qué del título y el subtítulo de Also sprach Zarathustra, así como para desvelar la estructura interna del mismo. Con respecto al título, hay que decir que Nietzsche no escogió al profeta persa Zaratustra por azar, sino que tuvo una intención muy clara que hacía referencia a la rebeldía que quería plasmar en su libro: como fue Zaratustra el que, según el filósofo alemán, comenzó a hablar de las normas morales, era obligado que el personaje de su obra, cuya función principal, sobre todo en el primer libro, era precisamente romper con las ataduras morales, tomase no sólo el nombre, sino la figura completa de Zaratustra. El mismo Nietzsche nos lo explica en Ecce Homo:

“Zaratustra crey ese error, el más fatal de todos, la moral; en consecuencia, él debe ser el primero en reconocerlo”.7

En cuanto al subtítulo, hay que aclarar que Also sprach Zarathustra tiene como subtítulo Ein Buch für Alle und Keinen. La razón es que por un lado el libro es para todos, es decir, todo ser humano ha de cuestionarse acerca de las cuatro cuestiones tratadas por Nietzsche en sus respectivos cuatro libros de esta gran obra: la muerte de Dios, la voluntad de poder, el eterno retorno y la tentación de tener compasión para con los hombres débiles por parte del superhombre. Pero por otro lado, es para nadie, ya que nadie ha traspasado hasta ahora los límites impuestos al hombre, ya que el filósofo alemán es el primero en proponer esa ruptura con las normas establecidas.

Después de escribir Also sprach Zarathustra, que fue editada sólo a través de cuarenta copias, Nietzsche se dedicó a realizar algunos escritos que contribuyeron a que perdiese a muchos de los pocos amigos que tenía por entonces, debido principalmente a algunas críticas filosóficas de especial dureza contra Wagner y Schopenhauer. Antes de su definitivo ataque de demencia, publicó otros dos libros: Jenseits von Gut und Böse y Zur Genealogie der Moral, de menor importancia posterior y ya muy influidos por la que definitivamente Nietzsche consideró su obra capital: Also sprach Zarathustra.

Su labor, aunque ciertamente decadente desde la publicación de su obra maestra, se interrumpió bruscamente en enero de 1889, justo el día de su cumpleaños y cuando se cumplían seis años después de dar a luz la primera parte del Zarathustra: mientras paseaba por la ciudad de Turín, tuvo un colapso mental y fue detenido por la policía por causar desórdenes públicos. Según el testimonio de los viandantes que pasaban por la Piazza Carlo Alberto, Nietzsche corrió hacia un caballo que acababa de tropezar encima de un fogón y lanzó sus brazos rodeando el cuello del animal para protegerlo, desvaneciéndose acto seguido contra el suelo.

Los últimos escritos de Nietzsche se reducen a algunas cartas que en los días siguientese escribió a algunos de sus escasos amigos, incluidos Cósima Wagner y Jacob Burckhardt, en las que daba claros signos de demencia y megalomanía. En 1889 y 1890, su madre y su hermana acudieron a célebres psiquiatras para curar la dolencia del filósofo, pero el origen desconocido de éste8 supuso el abandono definitivo de los intentos de cura, por lo que finalmente en marzo de 1890 Nietzsche fue llevado a casa de su madre, donde fue tratado y cuidado hasta el día de su muerte: el 25 de agosto de 1900, Fiedrich Nietzsche murió en su casa de Naumburg a causa de una neumonía.

Con respecto a su enfermedad mental, no dejan de resultar impactante el testimonio que, siete años antes, escribió el filósofo en el Prólogo de Also sprach Zarathustra: “Todos quieren lo mismo, todos son iguales: quien tiene sentimientos distintos marcha voluntariamente al manicomio”.9 Estas palabras constituyen una auténtica premonición de lo que posteriormente acaecería a Nietzsche, y suponen un elemento a tener muy en cuenta a la hora de intentar analizar las causas de su estado mental, que finalmente le acarrearía la muerte.

2-. La rebeldía de Also sprach Zarathustra

Aunque son múltiples los aspectos destacables de esta obra, en este trabajo nos hemos querido centrar en uno muy concreto: la rebeldía que transpira el primero de los cuatro libros que componen Also sprach Zarathustra. De esta primera parte, los críticos suelen coincidir en establecer como tema principal la idea de la muerte de Dios, enlazada con la presentación de la creación más célebre de Nietzsche: el Übermensch,10 y de hecho la última frase que pronuncia Zaratustra en este primer libro es: “muertos están todos los dioses: ahora queremos que viva el superhombre”.11 Pero el elemento de la rebeldía es clave para entender la crítica que hace el filósofo alemán de la moral y de la religión.

2.1-. La megalomanía de Nietzsche

Para comprender la raíz de esa actitud rompedora y rebelde de Nietzsche, nos ha parecido necesario llevar a cabo una breve introducción al carácter megalómano y jactancioso del filósofo alemán. Este temperamento es la principal causa de que en algunas partes de sus escritos, y de manera llamativamente frecuente en el prólogo de su Also sprach Zarathustra, Nietzsche dé la impresión de tenerse como la persona más importante no sólo del mundo en el que vive, sino incluso de la historia de la humanidad.

Este culto a su persona se refiere tanto a la vertiente literaria como a la personal. Con respecto a la importancia que se da en cuanto a escritor que ha vivido una experiencia verdaderamente literaria y casi mística, basta hacer referencia a lo que él mismo nos dice en Ecce Homo: tras hablar de su experiencia de inspiración acerca del Zarathustra, el filysofo añade: “no tengo duda de que es preciso remontarse milenios atrás para encontrar a alguien que tenga derecho a decir <<ésta es también la mía>>.12

Ya dentro de lo que es su relevancia como literato, en la misma obra el filósofo alemán deja otra de sus magníficas perlas, que invitan al lector a hacerse una idea muy definida acerca de su humildad: “Con mi Zarathustra he hecho a la humanidad el regalo más grande que hasta ahora ésta ha recibido”.13 Ya sólo por ello la humanidad entera deberíamos rendirle pleitesía, porque no es que se haya limitado a escribir un gran libro, sino que directamente éste supone el mayor don que la Historia conoce desde que el hombre es hombre.

Pero la cosa no acaba ahí, ya que Nietzsche prosigue con la demostración de que probablemente carecía de lo que en su patria se conoce como Grossmutter u Oma a secas: “este libro no sylo es el más elevado que existe, el auténtico libro del aire de alturas (…), es también el libro más profundo, nacido de la riqueza más íntima de la verdad, un pozo inagotable, al que ningún cubo desciende sin subir lleno de oro y de bondad”.14 Afirmaciones como ésta son las que apoyan firmemente la posibilidad de que su enfermedad fuese mental, y que se derivase efectivamente de los males causados por su filosofía y por su personalidad.

[...]


1 A lo largo del trabajo hemos optado por citar siempre las obras de Nietzsche en su idioma original, así como sus diversos capítulos y partes. Igualmente sucede con algunas expresiones, y todo ello se debe a dos razones: en primer lugar, el lector es dominador de la lengua, por lo que se hace innecesaria la traducción de dichos términos, y en segundo lugar, el tratamiento de las obras y del lenguaje en la lengua original en que fueron escritos posibilita siempre un acercamiento más directo y personal a la obra del autor, sobre todo en el caso de un escritor con tantos juegos de palabras y recursos idiomáticos como es Nietzsche.

2 Aurora y La gaya ciencia, respectivamente. Nótese que, debido a la antigüedad de las obras, la traducción de los títulos efectuada en el siglo XIX resulta, siglo y medio después, notoriamente anticuada. Este rasgo es extensible a todas las obras de Nietzsche.

3 Estos dos conceptos son desarrollados por Andrés Sánchez Pascual en “Introducciyn”, de Nietzsche, F., Así habló Zaratustra, Alianza, Madrid, 2006, pp. 13-15.

4 Esta idea será el motor principal de la obra, y la idea fundamental en la tercera parte del libro No vamos a desarrollarla porque en este trabajo nos remitimos a la primera parte, pero es importante conocer la relevancia de esa idea en el pensamiento de Nietzsche y en la génesis de Also sprach Zarathustra.

5 Nietzsche, F., Ecce Homo, ed. de Andrés Sánchez Pascual, Alianza, Madrid, 2006, pp. 104-105.

6 Sánchez Pascual, Andrés, “Introducciyn”, de Nietzsche, F., Así habló Zaratustra, Alianza, Madrid, 2006, p. 15.

7 Nietzsche, F., Ecce Homo, ed. de Andrés Sánchez Pascual, Alianza, Madrid, 2006, pp. 137-138.

8 Desde la muerte de Nietzsche, numerosos han sido los intentos por esclarecer las verdaderas causas de la enfermedad del filósofo. En un principio, los médicos se decantaron por la sífilis, pero posteriormente se demostró que los síntomas que presentaba Nietzsche no eran los típicos de esta infección. Desde entonces, las explicaciones han sido tanto médicas -cáncer cerebral, por ejemplo- como místicas, pasando por una que últimamente se ha ido extendiendo: un desequilibrio psicológico causado directamente por su filosofía.

9 Nietzsche, F., Así habló Zaratustra, Alianza, Madrid, 2006, pp. 41-42.

10 Realmente, la palabra alemana Übermensch significa literalmente “persona superior”, ya que über es una preposiciyn que como adjetivo significa “superior”, no “sobre”, y la palabra Mensch hace referencia a las personas en general, ya que, al contrario que en el castellano, en alemán sí que existe una palabra para designar al hombre en tanto que varón: Mann.

11 Nietzsche, F., Así habló Zaratustra, Alianza, Madrid, 2006, p. 127.

12 Nietzsche, F., Ecce Homo, ed. de Andrés Sánchez Pascual, Alianza, Madrid, 2006, pp. 107-108.

13 Ídem, p. 19.

14 Ídem, p. 20.

Final del extracto de 9 páginas

Detalles

Título
Comentario sobre el Libro I de "Also sprach Zarathustra"
Universidad
University CEU San Pablo Madrid
Curso
Filosofía - Filosofía del siglo XIX
Calificación
10 (Matrícula de Honor)
Autor
Año
2007
Páginas
9
No. de catálogo
V167648
ISBN (Ebook)
9783640846450
ISBN (Libro)
9783640843985
Tamaño de fichero
467 KB
Idioma
Español
Notas
Matrícula de Honor en la asignatura. Premio "Mejor alumno de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación" - Curso 2006-07
Palabras clave
comentario, libro, also, zarathustra, honor)
Citar trabajo
Licenciado en Humanidades. Doctorando en Historia Medieval Eduardo Baura García (Autor), 2007, Comentario sobre el Libro I de "Also sprach Zarathustra", Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/167648

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Título: Comentario sobre el Libro I de "Also sprach Zarathustra"



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