El motivo de la naturaleza en las "Silvas Americanas" de Andrés Bello y "La Cautiva" de Esteban Echeverría


Trabajo de Seminario, 2010

28 Páginas, Calificación: 5.5


Extracto


Índice

Introducción

1 Las Silvas Am ericanas de Andrés Bello
1.1 La importancia de la naturaleza para Andrés Bello
1.2 Las Silvas Americanas
1.2.1 La Alocución
1.2.2 La Agricultura a la zona Tórrida
1.3 La naturaleza en las Silvas Americanas
1.3.1 Subjetividad y objetividad
1.3.2 El lenguaje
1.3.3 La influencia neoclásica y romántica
1.3.4 El autoplagio poético
1.3.5 El americano y su entorno natural
1.3.6 Ciudad y campo
1.3.7 El papel de Dios

2 La Cautiva de Esteban Echeverría
2.1 La importancia de la naturaleza para Esteban Echeverría
2.2 La Cautiva
2.3 La naturaleza en La Cautiva
2.3.1 La subjetividad y objetividad en la descripción de la naturaleza
2.3.2 El poder de la natualeza
2.3.3 Dios, la fuerza sobrehumana que guía al destino de la naturaleza
2.3.4 La tensión entre universalismo y localismo
2.3.5 El dualismo entre civilización y barbarie
2.3.6 El lenguaje
2.3.7 Las cuatro perspectivas en la descripción del paisaje

3 Comparación de la naturaleza entre las Silvas Americanas y La Cautiva
3.1 El territorio: continentalidad y nacionalidad
3.2 Localismo, continentalismo y universalismo
3.3 Los dualismos ciudad-campo y civilización-barbarie
3.4 La naturaleza, nodriza y poderosa

Conclusión

Bibliografía

Introducción

El motivo de la naturaleza americana aparece por primera vez en los libros de viajes, conteniendo descripciones del nuevo mundo colonizado (Franco 1975: 20). Por lo tanto, este motivo surge en la literatura con la colonización y, aunque parezca contradictorio, será ese mismo motivo del que se servirán los escritores criollos en el siglo XIX para proclamar la independencia.

El objetivo de este trabajo es estudiar cómo y por qué aparece el motivo de la naturaleza en la poesía hispanoamericana de principios del siglo XIX. Así pues, esta literatura fue escrita en el contexto de la revolución y de la guerra de la independencia, donde predominaba una mentalidad ambiciosa y patriota como asimismo el fuerte deseo de tener una propia patria.

Para esto, haré una comparación de la naturaleza en la obra poética de dos escritores criollos: las Silvas Americanas del poeta venezolano Andrés Bello y La Cautiva del escritor argentino Esteban Echeverría. Elegí obras poéticas por ser la poesía el género más frecuentado en aquella época. Esto fue así porque en el Nuevo Mundo las novelas estaban prohibidas y las obras de teatro se limitaban a temas religiosos (Franco 1975: 17-19). Dado que ambos poemas fueron publicados en una época fuertemente marcada de la lucha independentista y la preocupación por el futuro americano después de la liberación, los poetas muchas veces también eran personajes importantes en la vida intelectual y política. Es, por lo tanto, imprescindible para esta comparación tener en cuenta los sucesos históricos y los rasgos biográficos para entender la visión de cada escritor y analizar el contenido desde ese punto de vista. Sin embargo, no sólo serán tratados el trasfondo histórico y el contenido en las dos obras sino también intentaré buscar en la forma poética relaciones entre discurso e historia.

Para la estructuración de este trabajo, procedí con el mismo orden para los dos poetas. Tras explicar la importancia que tuvo la naturaleza para cada uno de ellos (1.1/2.1), presentaré los rasgos principales de las dos obras elegidas (1.2/2.2) y terminaré enfocando en el papel que juega la naturaleza en ellas (1.3/2.3). La parte final del trabajo consiste en comparar este motivo literario en varios ámbitos de ambos poemas (3).

1 Las Silvas Americanas de Andrés Bello

1.1 La importancia de la naturaleza para Andrés Bello

Bello tenía un interés personal por la naturaleza. Antes de su exilio en Londres, ya dedicaba mucho tiempo al estudio de ella, sobre todo inspirado por las excursiones con el geógrafo Alexander von Humboldt en Venezuela, a través de las que también se dio cuenta de los avances culturales europeos (Ghiano 1967: 7). Aparte de poemas y otras obras en diversas disciplinas, publicó estudios sobre la cordillera del Himalaya, el magnetismo terrestre y otros temas de índole similar (Rodríguez Monegal 1969 : 68). El estudio de las ciencias naturales era bastante común en aquella época porque reforzaba la voluntad y la actitud luchadora e independentista. Así «[...] la formación del espíritu revolucionario en las universidades de la colonia se inició con el estudio de las ciencias naturales »(Arciniegas 1981 : 17). Poemas como El Anauco y U n Samán [1] demuestran el papel importante que juega la naturaleza americana en su creación artística y manifiestan su interés especialmente enfocado en lo típico de la región venezolana. En consecuencia se puede decir que, con estos dos poemas, Bello ya previene los temas de las Silvas. El enfoque en Venezuela tiene sus raíces en una nostalgia fuerte durante su exilio en Londres. Su obra escrita en aquellos años está, por lo tanto, fuertemente marcada por esos sentimientos, muy bien reconocibles también en la carta a su amigo José Joaquín de Olmedo en 1827. Así, « el trópico fue la inspiración de su mejor poesía » (Rodríguez Monegal 1969 : 108) y el mundo americano « la razón de su vida y de su obra » (Arciniegas 1981 : 17).

1.2 Las Silvas Americanas

Con Silvas Americanas se hace referencia a dos poemas. El primero, la famosa Alocución a la Poesía, fue publicado en 1923 en la revista Biblioteca Americana. El segundo, que lleva el título de La agricultura de la Zona Tórrida, apareció tres años después en la revista Repertorio Americano, la coronación de toda su obra de exiliado. En una nota que va junto al poema, Bello explica que estas silvas forman parte de los fragmentos publicados en la Biblioteca Americana bajo el título América y que quería reunirlas todas en un solo poema (Murillo Rubiera 1986: 173). Como esto no fue posible, las publicó separadas con unas correcciones adjuntas.

Por querer orientarse hacia las normas poéticas[2] y por ser muy perfeccionista, su obra « nunca creció como exaltación de impulsos emotivos », (Ghiano 1967 : 46) sino que nació de una elaboración larga, vigente de la repetida corrección de los borradores. Los primeros datan según Murillo Rubiera de los años 1816 a 1818, época dramática para Bello por la que « descarga todas sus emociones [...que le facilitan...] también la influencia por parte de románticos » (1986:173). Al repasar los borradores, fue surgiendo la idea de extraer su poema enfocado en las riquezas de Venezuela a toda América, título que, como ya mencionado, le quiso dar originariamente a las Silvas Americanas. Esto implicó que el intimismo inicial se fue difuminando para dar lugar a más objetividad (1986: 173). Así Murillo Rubiera concluye que,

« de un tema “hondo y personal” pasó a una construcción más ambiciosa por universal; sacrificó en parte lo que más fuerza tenía de vivencia personal para dotar a los poemas de un contenido exaltador de hombres y ciudades –la Alocución- y de visión de la naturaleza americana, como promesa de futuro y de elevación del hombre, la Silva a la agricultura de la zona Tórrida. »

(1986: 174)

Expresiones como “elevación del hombre” y “promesa de futuro” ya revelan que los dos poemas forman parte de la Revolución independentista americana, que, según Arciniegas, no debe ser confundida con la respectiva guerra, que sólo tiene consecuencias políticas (1981: 9). En cambio, la Revolución afectó a la cultura, las artes, las ciencias, etc. y llegaron a sentir sus efectos hasta en España. Las Silvas Americanas sirven de esta manera para fijar las raíces americanistas y « para difundir en Europa la cultura americana » (Iñigo-Madrigal 2001 : 12). De ahí que se llegó a llamar a Bello “el liberador artístico de América” (Murillo Rubiera 1986: 172)

1.2.1 La Alocución a la poesía

La Alocución a la poesía es una alabanza de América reflejada a través del resalto de las riquezas americanas y de un llamamiento a la poesía rústica para que deje la Europa (donde es reinada por la filosofía) y se dirija hacia América donde la naturaleza es todavía virgen y fértil[3].

Para subrayar y hacer obvia la independencia americana, Bello se sirve de todas las riquezas que tiene América:

« también allí la florecida vega,

el bosque enmarañado, el sesgo río,

colores mil a tus pinceles brindan; »

(2001 : 21)

« Balcarce; y tú, Belgrano, y otros ciento

que la tierra natal de glorias rica

hicisteis con la espada o con la pluma, »

(2001 : 28)

Estos ejemplos muestran que no sólo hace referencia a la naturaleza sino también a la historia, la mentalidad, los pueblos, las ciudades, y hace alabanzas a escritores y guerreros que jugaron un papel importante en la guerra de la independencia. De hecho, es lo que anuncia también el subtítulo del poema[4], por lo que se puede sostener que la Alocución es una declaración de la independencia americana no sólo política, sino también cultural. Expresado con otros términos: « la independencia intelectual de América » (Ghiano 1967 : 57).

Tras mencionar las riquezas americanas, Bello destaca el lado negativo de Europa para hacer más tajante el contraste con el Nuevo Mundo:

« No te detenga, oh diosa,

esta región de luz y de miseria,

en donde tu ambiciosa

rival Filosofía,

que la virtud a cálculo somete,

de los mortales te ha usurpado el culto;

donde la coronada hidra amenaza

traer de nuevo al pensamiento esclavo

la antigua noche de barbarie y crimen ;

donde la libertad vano delirio,

fe la servilidad, grandeza el fasto,

la corrupción cultura se apellida. »

(Bello 2001 : 22)

En este fragmento, Bello quiere decir que Europa volvió a la barbarie porque no hay libertad de pensamiento. La libertad es “vano delirio”, la fe es “servilidad” y la cultura “corrupción”. La naturaleza americana, en cambio, « viste aún su primitivo traje » y está « al hombre sometida apenas » (2001 : 22). Así, aparece como un mundo acogedor y libre para la poesía que « necesita la sencillez campesina » (Ghiano 1967: 24).

Al mismo tiempo podemos observar como Bello se aprovecha del hecho que Europa, en aquella época, había entrado en una fase de inestabilidad constituida por varias alianzas. Con “coronada hidra” se refiere muy probablemente a la principal de ellas, la Santa Alianza.

1.2.2 La agricultura a la zona Tórrida

Es necesario contemplar este poema teniendo en cuenta que, contrario a la Alocución, fue escrito después de la batalla de Ayacucho en 1824[5] y, por lo tanto, en los principios de la independencia oficial. Asimismo no se debe olvidar la importancia que tuvo el progreso económico y la apertura al comercio exterior en aquella época. Por ende, el avance en la independización llevó a un patriotismo general en el Nuevo Mundo. De ahí que el poema muestra la preocupación de Bello por el futuro de la humanidad americana, propagando para esta meta las actividades pacíficas del trabajador sencillo y la organización de la agricultura, que entonces podría formar un núcleo estable frente a la falta de orden social y político. Pensando en la “naturaleza virgen” de la Alocución, la actividad agrícola, en este segundo poema, se plantea entonces como un doble desafío: explorar y explotar.

Como bien señala Ghiano, se puede sostener que las Silvas Americanas tuvieron como función corregir la imagen que tenían los europeos de América por pensar que era un continente inmaduro y primitivo. Al mismo tiempo, esta obra significó un avance en la educación de los americanos de todas las clases sociales en las artes de la paz y así, en la proclamación de un nuevo humanismo americano. Como último, Ghiano señala la insistencia del poema en las riquezas americanas y con ellas, su posible comercialización (1967: 9).

1.3 La naturaleza en las Silvas Americanas

1.3.1 Subjetividad y objetividad

La percepción de la naturaleza en la Alocución se caracteriza por mucha admiración, idolatría y orgullo debido al patriotismo que acompaña al ambiente luchador e independentista. Estas características están condicionadas por la nostalgia y melancolía de Bello, marcando así un cierto grado de subjetividad. Sin embargo, mientras que en la Alocución, ese sentimentalismo aparece muy expresadamente, en la Silva a la Agricultura de la zona Tórrida, ya se puede notar una atenuación de estos sentimientos y más objetividad en la manera de describir la naturaleza americana.

1.3.2 El lenguaje

En los dos poemas, si bien más expresadamente en el segundo, Bello trasmite una imagen muy viva de las riquezas naturales y locales. Esta viveza no sólo estriba en su pasión, sino también en la forma del poema: un ritmo moderado, la melodía suave y el frecuente uso de metáforas y prosopopeyas, que logran crear esa impresión:

« ...y el ananás sazona su ambrosía ;

su blanco pan la yuca ;

sus rubias pomas la patata educa ;

y el algodón despliega al aura leve

las rosas de oro y el vellón de nieve. »

(2001 : 48)

En las descripciones de las plantas destaca mucho dinamismo alcanzado por « una fuerte concentración de verbos que señalan el crecimiento y la fructificación, dando al lector de esta manera una imagen muy dinámica del trópico » (Ghiano 1967: 27). Asimismo, llama la atención la frecuente aparición del hipérbaton que sitúa a esos verbos en la posición donde más destacan.

Vocabulario como “cucuy”, “tambo” y “yaraví” remiten a un lenguaje propio hispano-americano. Ghiano señala que Bello los usa « por la visión realista, no por rebuscado sentido de color local » (1967 : 26).

En general, el lenguaje se caracteriza por una perfección formal, resultado de la « fuerte formación » de Bello (Murillo Rubiera 1986: 174). En consecuencia se da un contraste con el contenido más bien marcado por elementos románticos como la libertad.

1.3.3 La influencia neoclásica y romántica

La idolatría de la naturaleza aparece a menudo junto a figuras mitológicas tanto griegas como también de culturas hispanoamericanas como, por ejemplo, la Chibcha. La alusión a lo mitológico junto a los heptasílabos y endecasílabos son característicos del neoclasicismo, del que estaba muy marcada la obra de Bello. Sin embargo, la especial atención en lo local y la localización exacta demuestran ya un elemento más bien romántico. Esto se debe a que en los años 20 del siglo XIX se dió una ruptura en su rumbo poético (Rodríguez Monegal 1969: 72). Por lo tanto, la Alocución puede ser vista como una obra de transición entre el neoclasicismo y el romanticismo :

« [...] el pensamiento poético no obedece ya a las fórmulas tradicionales ; ya se mira la naturaleza con ojos en que se insiste en la localización geográfica concreta, en el color local discretamente pautado, [...]. Es apenas un comienzo [...] para marcar otra etapa en el desarrollo poético de Bello hacia una expresión americana personal»
(Rodríguez Monegal 1969 : 72)

De esta cita se puede deducir que, en el contenido, Bello se orientaba más hacia lo propio de Hispanoamérica, mientras que la forma está un tanto influenciado por modelos clásicos europeos. Es decir, pretende proclamar la independencia política, cultural y artística, destacando lo “bueno” que tiene América y lo “malo” de Europa. Parece contradictorio que para esta meta se base formalmente en modelos europeos.

A pesar de esto, también es posible hablar de una influencia neoclásica en cuanto a la idea del contenido. Explicando las diferentes influencias de otros poetas, Ghiano destaca que « [...] la relación con Virgilio es la más fuerte [...] » aludiendo sin duda a las Geórgicas que tuvieron como objetivo la alabanza de las zonas rurales y la información acerca de los cultivos (Ghiano 1967: 31/32).

[...]


[1] Tanto el Anauco (río en Venezuela) como el Samán son muy característicos del paisaje venezolano. Según las explicaciones de Bello, un samán es « una especie agigantada del género Mimosa, común en Venezuela. » (Bello citado en Rodríguez Monegal 1969 : 38)

[2] Bello ve « las reglas como útiles avisos para facilitar el objeto del arte, que es el placer de los espectadores » (Ghiano 1967 : 16).

[3] No se trata aquí de una perspectiva puramente hispanoamericana. El mismo Alexander von Humboldt señaló en sus textos sobre lo visto en el Nuevo Mundo, la existencia de grandes tierras vírgenes (Franco 1975: 35).

[4] El título completo es: Alocución a la Poesía en que se introducen las alabanzas de los pueblos e individuos americanos que más se han distinguido en la guerra de la independencia.

[5] Cuando Bolívar triunfó sobre la última resistencia española en el Perú, toda Hispanoamérica quedó independiente, aunque todavía no oficialmente. (Franco 1975: 36)

Final del extracto de 28 páginas

Detalles

Título
El motivo de la naturaleza en las "Silvas Americanas" de Andrés Bello y "La Cautiva" de Esteban Echeverría
Universidad
University of Basel  (Iberoromanistisches Institut - Hispanistik)
Calificación
5.5
Autor
Año
2010
Páginas
28
No. de catálogo
V276025
ISBN (Ebook)
9783656691860
ISBN (Libro)
9783656691839
Tamaño de fichero
597 KB
Idioma
Español
Palabras clave
Naturaleza, Motivo literario, símbolo literario, Echeverría, Bello, Andrés Bello, La Cautiva, Las Silvas Americanas, La Agricultura de la zona Tórrida
Citar trabajo
Nina Schweizer (Autor), 2010, El motivo de la naturaleza en las "Silvas Americanas" de Andrés Bello y "La Cautiva" de Esteban Echeverría, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/276025

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