Revisión crítica de la clase de las preposiciones. Intento de sistematización

Prólogo de David Bamela


Tesis de Maestría, 2012

139 Páginas


Extracto


PRÓLOGO

La producción de este libro hubiera sido imposible si su autor tuviese menos ánimo y compromiso. Es en realidad su trabajo de fin de MÁSTER que leí con mucho gusto. Figura entre los alumnos que en la escuela normal de Yaundé se destacaron por su interés por la lingüística española y sobre todo la morfosintaxis. Su intensión de mejorar la comprensión y el análisis de las preposiciones, clase de partículas tan compleja como polémica, me llamó la atención. Y en su libro, remueve altamente los recursos a su alcance, y explora diversas escuelas lingüísticas para entresacar pistas que integran su línea de reflexión; a la vez que aborda de manera pertinente buen número de cuestiones pendientes tocante a las preposiciones.

Su propósito era proponer a la comunidad hispánica una sistematización de la clase de las preposiciones que enfrentase la clasificación casi arbitraria o subjetiva de las unidades lingüísticas en esta clase. Para que los criterios elaborados en su trabajo encontrasen un extenso campo de aplicación, apoyó su trabajo en dos novelas de las más destacadas en sus ámbitos respectivos, una en España y otra en América hispana.

Redactó la tesina entre 2011 y 2012; pero finalmente la defendió en 2014 tras una serie de dificultades. Ahora, su iniciativa de disponer su trabajo al gran público encuentra mi simpatía y mi apoyo total. Así, es para mí un real placer escribir estas líneas para testimoniar la calidad de la investigación y animar al joven autor.

David BAMELA EMVANA

ÍNDICE

PRÓLOGO ... 1

ÍNDICE ... 2

DEDICATORIA ... 6

RESUMEN ... 7

RÉSUMÉ ... 8

ABSTRACT ... 9

SIGLAS ABREVIATURAS ... 10

INTRODUCCIÓN ... 11

CAPÍTULO I. HISTORIA DE LA CLASE DE LA PREPOSICIÓN ... 16

1. Etimología de la palabra “preposición” ... 17

2. Nacimiento de la clase y concepciones primitivas ... 17
2.1. La preposición en el Medievo ... 17
2.2. Las preposiciones en la gramática renacentista y la tradición latina ... 18
2.3. La gramática académica o científica ... 18
2.4. La gramática clásica y las preposiciones: Salvá (1830) y Andrés Bello (1847) ... 19
2.5. La gramática histórica de Hanssen (1913) y la psicológica de Lenz (1920)...... ... 19

CAPÍTULO II. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LAS PREPOSICIONES ... 22

1. La preposición en la gramática tradicional ... 23
1.1. Criterios utilizados para su definición ... 23
1.1.1. Criterio formal ... 23
1.1.2. Criterio semántico ... 23
1.1.3. Criterio sintáctico ... 24
1.2. Oficios y valores asignados a la preposición ... 24
1.3. Clasificación ... 24

2. La teoría relacional ... 25
2.1. La teoría relacional de V. Brøndal ... 26
2.2. La teoría relacional de B. Pottier ... 27
2.3. Otros adeptos de la teoría relacional ... 29
2.4. Crítica a la teoría relacional ... 30

3. La teoría de la subordinación ... 32

4. La teoría de la traslación ... 34

5. El contenido de la preposición ... 37

6. Clasificaciones ... 38
6.1. Clasificaciones semánticas ... 38
6.2. Clasificación formal ... 41
6.3. Clasificación sintáctica ... 41

7. Las preposiciones en la gramática generativa ... 42

8. El paradigma ... 43
8.1. Algunas definiciones modernas ... 43
8.2. El inventario actual ... 44

CAPÍTULO III. CLAUDICACIONES EN LOS LÍMITES DEL INVENTARIO ... 46

1. Las preposiciones discutidas ... 47
1.1. Las formas antiguas ... 47
1.2. Las formas mediante y durante ... 48
1.3. Las formas cuando, mientras, donde y como. ... 50
1.4. Las formas más y menos ... 54
1.5. Las formas deverbales: dado ... 55
1.6. Otras partículas discutidas: bajo, según, pues, siempre, aun, hasta, contra, casi y medio ... 56

2. Las construcciones analíticas ... 61
2.1. Las construcciones del tipo adverbio más preposición ... 61
2.2. Las construcciones del tipo preposición más sustantivo más preposición ... 64
2.3. Las construcciones del tipo adjetivo más preposición: junto a ... 67
2.4.Las construcciones del tipo sustantivo más preposición: rumbo a/de y camino de ... 68

3. Las llamadas “preposiciones pospuestas” ... 69

4. Las preposiciones inseparables ... 75

CAPÍTULO IV. COMBINATORIA DE LAS PREPOSICIONES ... 78

1. Las preposiciones agrupadas ... 79

2. ¿Sujeto con preposición? ... 81

3. La elipsis preposicional ... 85

4. La silepsis preposicional ... 86

5. Elemento inicial y término de la preposición ... 87

6. El sintagma preposicional ... 90

7. La rección preposicional ... 95

8. El régimen preposicional ... 97

9. La relación entre la preposición y el caso ... 101

CAPÍTULO V. UNA CLASIFICACIÓN BINARIA ... 105

1. Las preposiciones fuertes ... 106
1.1. Su frecuencia ... 106
1.2. Su dinamismo ... 109
1.2.1. El dinamismo morfológico ... 109
1.2.2. El dinamismo sintáctico ... 110
1.2.3. El dinamismo semántico ... 114
1.3. Su vacuidad ... 119
1.4. Su peso ... 120
1.5. Su atonalidad ... 121

2. Las preposiciones débiles ... 121
2.1. Su escasez ... 121
2.2. Su falta de dinamismo ... 123

CAPÍTULO VI. RASGOS COMUNES: CRITERIOS DEFINITORIOS DE LA CLASE ... 128

1. La invariabilidad ... 129

2. El anteponerse siempre ... 129

3. El papel transpositor ... 129

4. El ser morfemas libres ... 130

5. La atonalidad ... 131

6. El paradigma final ... 131

CONCLUSIÓN ... 132

BIBLIOGRAFÍA ... 135

1. Corpus ... 135

2. Bibliografía citada ... 135

3. Diccionarios consultados ... 137

4. Artículos citados ... 137

5. Webografía ... 138

DEDICATORIA

A mis padres, los SONGWA y a mis tutores, los MANFOUO.

Al Pr. BAMELA

RESUMEN

En esta tesina estudiamos la historia de las preposiciones del español y lo que comúnmente se dice de ellas. Antes, las preposiciones eran parte de la clase de las conjunciones, entonces reconocidas por los estoicos como clase de palabras. Finalmente, fue Dionisio de Tracia quien dio vida independiente a las preposiciones como clase de palabras. Una vez establecida la nueva clase de palabras, empezó a ser objeto de estudio. En su descripción han sido sobresalientes tres características diferenciadas: la preposición como elemento de relación, elemento subordinante y elemento transpositor. Se la considera como clase cerrada. Consta de un número de unidades relativamente fijo; y a veces, ciertas unidades son discutidas. Estudiando la combinatoria de las preposiciones, hemos sacado las siguientes conclusiones: no hay preposiciones pospuestas; elementos de varias clases, no forzosamente sustantivos, pueden ser término de preposición; la preposición por sí sola no puede ser regente en una cadena; la construcción siléptica es enriquecedora de la lengua y no debe ser estigmatizada; el sintagma preposicional tiene un núcleo que no es del mismo tipo que el de un sintagma nominal; la función sujeto es incompatible con preposición; no hay agrupación preposicional, sino construcción preposicional introducida por otra preposición; las llamadas preposiciones inseparables no son sino afijos. Hemos clasificado las preposiciones en fuertes y débiles. Entre las débiles, hay las formas simples y las formas compuestas. Una verdadera preposición ha de reunir las características siguientes: ser invariable, anteponerse siempre, ser transpositor, morfema libre y átona.

[…]

ABSTRACT

In this investigation, we study spanish prepositions and what is generally said about them. Before, prepositions were considered as a part of the class of conjunctions. Finally, Dionisio de Tracia was who made independents prepositions as a class of words. From then on, they became a subject of study. In their description, they have three mains characteristics: the preposition as connecting element, subordinator and transpositor element. The class of preposition is considered as a closed class. It has a number of elements relatively fixed; and sometimes, some of them are discussed. Studying the prepositions syntax, we draw the following conclusions: postponed prepositions don’t exist; elements of different classes, not only substantives, can be term of preposition; the preposition by itself cannot be regent in any sequence; the sylleptic construction enriches the language, so that it shouldn’t be reprimanded; the prepositional syntagm has some nucleus different from the one of the nominal syntagm. The subject function is incompatible with preposition; the grouped prepositions don’t exist, but prepositional constructions can be introduced by other preposition; inseparable prepositions are simply prefix or suffix. We classified them into strong and weak. Into the weak ones, there are simple and complex forms. A veritable preposition should sum the following characteristics: be invariable, always goes before, be transpositor, free morpheme and not accentuated.

[…]

INTRODUCCIÓN

La palabra “gramática” tiene varias acepciones. De su sentido global, es esa disciplina que se ocupa del estudio científico de la lengua. Según la RAE (2001), es la ciencia que estudia los elementos de una lengua y sus combinaciones. Dicho de otro modo, la gramática es la disciplina que se encarga de la descripción del uso de la lengua por los hablantes desde una perspectiva sincrónica. Puede también definirse como un conjunto de reglas y normas que definen el buen uso de la lengua. Permite distinguir un enunciado gramatical de otro que no lo es. Nuestra tesina se acerca mucho más a esta última concepción, en el sentido de que tiene una tendencia normativa. La lengua se concibe primordialmente como objeto de comunicación. Para usarla como tal, es imprescindible dominar los significados y las funciones de las unidades lingüísticas. Las palabras, agrupadas entre sí de acuerdo con determinados rasgos, forman lo que se suele llamar clases de palabras. Desde un punto de vista estrictamente semántico, se dividen las clases en llenas y vacías. Las llenas por ellos mismos tienen un significado, y las vacías no. Éstas sirven para conectar o especificar el significado de las llenas. Las clases vacías son las conjunciones, las preposiciones, los artículos y las interjecciones.

Entre esas clases dichas vacías nos ocupamos de la clase de las preposiciones. Investigamos para comprender qué se dice de las preposiciones y qué elementos se consideran preposicionales. Pero este transcurso no es solamente para informarnos sino también para esclarecer más el universo de las preposiciones, reparar ciertas posturas, validar o rechazar otras; de allí la formulación de nuestro tema de investigación. Hemos elegido este tema porque las preposiciones, sumamente importantes en la lengua, han de conocerse perfectamente. Hasta podemos afirmar que el mejor conocimiento de una lengua pasa por el dominio de su sistema preposicional. La realización de este trabajo merecía la pena porque varias veces se habla de las preposiciones sin saber qué elemento es una preposición y por qué lo es. Tampoco se sabe cuántas son. Bastante desdibujada, o expuesta con menos claridad, se complica incluso la enseñanza de las preposiciones a los aprendientes del español; porque no hay una verdad cerca de ser unánime sobre el campo. Dicho de otra forma, no se definió claramente la clase como sistema con normas.

Aunque el presente trabajo intenta arrojar luz en muchos aspectos del campo de las preposiciones, no es el primero en proponer una sistematización de la clase. Rufino José Cuervo ya tuvo esa idea, pero se limitó a inventariar los usos encontrados en los discursos. María Luisa López propuso también un intento de sistematización valioso pero limitado. Analizó los infinitos usos del discurso para sacar de ellos rasgos pertinentes y constituir en lengua la imagen de cada preposición. Pecó, pues, en limitarse en el criterio semántico. En este trabajo vamos más allá. Consideramos los criterios de varios órdenes para sistematizar la clase proporcionándola unos límites y una clasificación.

Concretamente, en este trabajo queremos redefinir la clase de las preposiciones, determinando unos criterios que nos permitan saber qué unidad lingüística es “preposición” y qué otra no lo es. Además de delimitar la clase, queremos proponer una clasificación de las preposiciones, que tome en cuenta los diferentes puntos de vista desde los cuales se puede percibir una unidad lingüística.

Como la gramática ha de apoyarse en discursos concretos, nuestros análisis se basan en dos novelas, Réquiem Por un Campesino Español de Ramón José Sender y Raza de Bronce de Alcides Arguedas. La elección de esas novelas como corpus no es un hecho casual. En un trabajo como éste que tiende hacia la normatividad, nos parece juicioso considerar los dos grandes hogares de habla español, a saber, América y España. En el elevadísimo número de novelas americanos, Raza de bronce se destaca por su afán por la precisión y el detalle, y en ella se puede fundamentar una sistematización de las preposiciones. Réquiem… por su parte encierra el lenguaje de varios grupos sociales: la plebe, los eclesiásticos, los políticos, etc. Esos argumentos nos convencieron de que en esas obras podríamos descubrir el funcionamiento más generalizado de las partículas que pueda conducir a una norma sobre las preposiciones. Es conveniente añadir un breve resumen de cada una de nuestras novelas de apoyo. En RPCE se trata de un joven, Paco, que nació y creció en manos de un cura llamado Mosén Millán. En un contexto sociopolítico bélico, el joven, por razones ideológicas, tuvo que esconderse para escapar de los señores nacionalistas que le matarían. Desafortunadamente para él, el cura, hipócrita, desveló a los enemigos su escondite. Allí lo tomaron y lo fusilaron. En RB se nos pinta el mundo andino y la manera como los indios en él viven. El autor nos relata el peligroso viaje que realizaron los jóvenes indios al valle para vender granos y luego comprar semillas para su amo Pantoja. Tuvieron que enfrentarse a la hostilidad de la naturaleza. Regresaron a la ciudad enfermados; habiendo perdido a uno de sus compañeros. Los abusos del mayordomo Troche echan leña al fuego, y arranca una rebelión que busca la liberación de los indios.

Para llevar a cabo nuestros objetivos, hemos usado el método inductivo, esto es, hemos ido de lo particular a lo general. Hemos analizado las diferentes preposiciones y entresacado sus características pertinentes que permiten clasificarlas, luego hemos erigido las más comunes como definitorias de la clase.

Esta tesina nos ha permitido replantear muchos debates en el campo de las preposiciones. A las siguientes preguntas habría varias respuestas: ¿qué es una preposición? ¿Qué elementos componen la clase de las preposiciones? ¿Puede concebirse que haya sujeto con preposición? ¿Pueden combinarse entre sí las preposiciones? ¿Es endocéntrico o exocéntrico un sintagma preposicional? ¿Puede una preposición intervenir en el proceso de rección actuando como regente? ¿Es la silepsis preposicional un vicio de lenguaje? ¿Puede la elipsis de una preposición ser viable? ¿Existen preposiciones pospuestas? ¿Hay preposiciones inseparables?

Este cuestionario nos lleva a la formulación de las hipótesis siguientes:

– La preposición es una palabra de unión que siempre se antepone a la otra en que influye.
– Un sintagma nominal sujeto puede venir introducido por una preposición; o la unidad preposicional en tal caso deja de serlo.
– Las preposiciones pueden combinarse entre sí y regir cualquier elemento sustantivado.
– La preposición, introduciendo un sintagma, puede cumplir función nuclear y el sintagma es endocéntrico.
– Actuando como núcleo, La preposición puede regir al elemento que la sigue.
– La silepsis preposicional es un proceso enriquecedor de la lengua, por lo que no se debe prohibirla.
– La ausencia de una preposición puede ser significativa según el contexto.
– Las llamadas preposiciones pospuestas no son sino adverbios locativos; y las llamadas preposiciones inseparables prefijos.

Tenemos así una serie de respuestas provisionales que han podido o no verificarse. Hemos examinado esas propuestas a lo largo de nuestros capítulos.

Desde determinados enfoques hemos dividido nuestra tesina en seis capítulos. Los dos primeros revisten un carácter panorámico, aunque encierran unos elementos críticos. En ellos recogemos la historia de la clase y sus concepciones más relevantes. Los capítulos tres y cuatro tratan de los aspectos que más polémicas siembran. Se trata precisamente de la inclusión o exclusión de unidades y de ciertas cuestiones relativas a la combinatoria de la clase. En los últimos capítulos, hemos expuesto una concepción de la clase diseñada de manera sistemática. Hemos establecido clases y subclases de preposiciones y desvelado luego criterios que debe reunir una preposición.

CAPÍTULO I. HISTORIA DE LA CLASE DE LA PREPOSICIÓN

Nos parece oportuno intentar cualquier estudio en una de las nueve “partes de la oración” [1] de que actualmente dispone la lengua española empezando por los orígenes de la “parte” en cuestión. Este modo de proceder es muy pertinente porque a pesar de las innovaciones que a lo largo de los siglos y en distintas áreas geográficas ha conocido la clase, guarda ciertos aspectos originales que desde su nacimiento estaban, y que necesitamos dominar para mejor entender el sistema actual o hacer más proyecciones. En este capítulo veremos cómo nace la clase y cómo llega a constituir una clase de palabras autónoma. Veremos también qué concepciones primitivas se ha tenido de la clase de la preposición.

1. Etimología de la palabra “preposición”

La lengua española es una de las llamadas lenguas romances por proceder del latín. De esta forma, muchas palabras españolas proceden del latín. La palabra “preposición” es una palabra sustantiva que procede del latín prae-positio; llamada así porque se antepone normalmente a la palabra que rige. “prae” indica anterioridad y “positio” expresa posición.

2. Nacimiento de la clase y concepciones primitivas

El sistema gramatical español, aunque es muy diferente del latino, tiene muchas semejanzas con él. El español heredó del latín varias clases de palabras entre las cuales figura la preposición. La gramática latina a su vez debe mucho al griego. Tales orígenes bastante lejanos exigen por nuestra parte una labor algo más profunda. Los griegos (Protágoras y Platón), según las aclaraciones de María Luisa López (1972:14), sólo conocían el verbo y el nombre. Posteriormente Aristóteles añadió las conjunciones y los artículos. Los estoicos establecieron después nueve clases de palabras –que no estudiamos en este trabajo- y les dieron nombres. Consideraban la preposición como palabra de enlace; por lo que no las distinguían de las conjunciones.

Fue Dionisio de Tracia quien dio vida independiente a la preposición como parte de la oración; separándola de la conjunción. La definió como “parte de la oración que se coloca delante de las otras partes en combinaciones sintácticas y en formación de palabras” (loc. cit.).

Los romanos también acuden a su característica posicional (siempre precede a otras palabras) y a su incidencia en la palabra que acompaña. La clase de la preposición así definida entró en las gramáticas romances.

2.1. La preposición en el Medievo

Pierre Hélie considera las preposiciones como “términos que indican circunstancias”[2] . Para T. Erfurt (loc. cit.), es la “parte de la oración que toma su significado por adherencia a algún caso oblicuo, constriñéndolo y reduciéndolo a acto”. Antonio de Nebrija (1946:207), autor de la primera gramática castellana, escribe: preposición es una de las diez partes de la oración, la cual se pone delante de las otras, por aiuntamiento o por composición. Esta definición es más completa que las anteriores. Su autor ve la preposición desde una perspectiva sintáctica; a diferencia de los anteriores que sólo la tomaban desde un punto de vista semántico. Nebrija (ibíd.: 208) aborda el aspecto semántico y señala que la reducción del número de preposiciones que conoce el español respecto del latín es responsable de las confusiones de significado que se observan en el uso de la lengua castellana. En su estudio innova también haciendo hincapié en la forma de la preposición: hay la senzillas (como dentro) y las compuestas (como dedentro). Con todo, la preposición en el medievo es considerada como una palabra de unión.

2.2. Las preposiciones en la gramática renacentista y la tradición latina

José María Rodrigues Rodrigues (2003: 2785-2793) hace un recorrido que va desde Nebrija hasta la GDLE- Gramática descriptiva de la lengua española -. Ha intentado trazar un perfil diacrónico que resalte la evolución teórica de la concepción de los “elementos de relación”, más específicamente de las preposiciones españolas. Los datos que exponemos en estos apartados vienen del trabajo de dicho estudioso.

El uso de la preposición se asimila a la noción de caso: el caso se expresa mediante construcciones prepositivas. Nebrija [3] lo ilustra con los ejemplos baxo de la iglesia; debaxo del cielo. Su clasificación, siguiendo la misma tradición latina, se hace en correspondencia con un determinado caso: preposición de acusativo, de genitivo, de ablativo, etc.

En el paso del latín a las lenguas neolatinas se pierden varias preposiciones, de ahí lo polisémico que son las preposiciones españolas y el formar un grupo tan heterogéneo de unidades.

2.3. La gramática académica o científica

La RAE (1771:319) las define partiendo de un criterio fonológico: verdaderas preposiciones son las que constan de una sola dicción, y se usan sencillamente. El mérito de esta teoría reside en que por esta definición señala la orientación que debería seguir una investigación para profundizar en el estudio del régimen de las preposiciones.

2.4. La gramática clásica y las preposiciones: Salvá (1830) y Andrés Bello (1847)

Salvá (1988: 287) afirma lo siguiente: “Llamamos preposiciones a unas pocas partículas que, sin tener de suyo un significado propio y determinado, sirven para regir un nombre, un infinitivo o un adverbio, comunicándoles el sentido que pide el discurso”.

Esta definición la encontramos muy interesante. Alude a su forma y sobre todo al tamaño, a su carácter vacío y a la naturaleza de su término. No se olvida el autor de que la preposición aun siendo vacía de significado, tiene un gran papel en el significado de la estructura en que se ve insertada.

Según Bello, el valor semántico de las preposiciones es el principal factor que las difiere entre sí y las reúne en grupos cuyos grados de especificidad o riqueza semántica son similares; y la función de la preposición no es sólo enlazar sino también modificar los elementos a los que se une.

Salvá y Bello reconocen a las preposiciones una naturaleza estrictamente modificadora.

2.5. La gramática histórica de Hanssen (1913) y la psicológica de Lenz (1920)

Hanssen (1945:191-292) denota la capacidad que tienen las preposiciones para adaptarse a diversos contextos y enlazar toda clase de palabras; siempre y cuando estas vayan precedidas por sustantivos que les sirvan de complemento.

Rodolfo Lenz (1920) sugiere un único valor en lengua para cada preposición (volveremos en esto cuando tratemos de la significación de las preposiciones). Las concibe como especificadores semánticos y describe su función adverbial y adnominal, esto es, complementan al verbo y al nombre.

Dionisio de Tracia, al igual que la tradición latina y medieval, incluía la preposición entre las 'partes de la oración' y lo mismo ha hecho modernamente Bello, a pesar de haberse atenido al criterio de las funciones oracionales. Esta incoherencia se debe indudablemente a la insuficiencia misma del criterio seguido, incapaz de dar cuenta con precisión de estos elementos de función relacionante. Idéntica actitud encontramos en Lenz, que dividió las palabras según fueran o no partes de la oración. Tanto uno como otro autor, que excluyen, por ejemplo, el artículo como parte independiente, dan a la preposición todo el valor de 'parte de la oración', sin reparar en que ni uno ni otra lo son, ya que no les está encomendada ninguna función oracional propiamente dicha.

Una perspectiva diferente adoptó el Brocense, al incluir la preposición entre las 'partículas', que, junto con el nombre y el verbo, formaban los tres grupos fundamentales de palabras. Esta concepción va a renacer modernamente: aparece en Hermann Paul y más tarde en Jespersen, que considera a las 'partículas' como una categoría más. En nuestros días, B. Pottier habla de 'elemento de relación', que junto con el sintagma nominal y el verbal constituyen el enunciado. Sin embargo, es evidente que el concepto de 'partícula' o de 'elemento de relación' es insuficiente, pues incluye realidades totalmente diversas.

Sin formar una categoría aparte con las 'partículas', otros autores, como Vendryes y Meillet, niegan también a la preposición el carácter de 'parte de la oración', puesto que aunque constituye una clase de palabras, no representa nunca una función sintáctica u oracional. Ésta es también la doctrina académica: "esta partícula, llamada impropiamente parte de la oración, no tiene valor de por sí en el habla; es un elemento de relación cuya significación depende no sólo de ella, sino del valor de los vocablos por ella relacionados”[4].

En la teoría hjelmsleviana, las preposiciones se presentan como una o varias categorías de pleremas anominales — no flexivos —, capaces de regir morfemas intensos. No discutimos su valor de pleremas (ni el que lo sean de varias clases), ya que son formas de contenido; pero sí nos parece impropio hablar de rección de morfemas, pues si bien en otras lenguas rigen morfemas de caso, no ocurre lo mismo en español, donde el caso no existe como signo morfológico nominal[5]. En este idioma, las preposiciones no rigen ningún morfema y no son, por tanto, pleremas constituyentes. No queremos, pues, hablar de 'partes de la oración', por lo discutible que es tal concepto, ni de 'partículas' [6], por lo ambiguo que resulta, ni de pleremas rectores, por lo impropio.

Como hemos visto la preposición primordialmente es parte integrante de la gran clase de la conjunción, por cumplir el mismo papel de conector. Luego obtiene vida independiente por su particular comportamiento –el anteponerse siempre- como parte de la oración y empieza a ser objeto de estudio de los gramáticos. Por lo que toca precisamente a la lengua española, el estudio de las preposiciones empieza en la primera gramática de dicha lengua. Las aclaraciones de Nebrija han sido criticadas pero han servido de base para estudios posteriores.

CAPÍTULO II. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LAS PREPOSICIONES

Desde que la preposición fue establecida como clase de palabras, su comportamiento ha sido descrito o explicado de distinto modo por las escuelas lingüísticas y gramáticos. Las teorías más populares en este campo son de las escuelas estructuralistas. Incluso la famosa escuela generativa de Chomsky tiene sus hondas raíces en el estructuralismo nacido en Europa pero en ella la preposición queda desdibujada. Los presupuestos teóricos que vamos a recorrer en este capítulo serán esencialmente de los estructuralistas europeos. Como ya hemos señalado, los generativistas no escribieron mucho sobre las preposiciones, de allí que poco habrá que decir en el párrafo reservado a ellos.

1. La preposición en la gramática tradicional

Se ha tachado de tradicionales las gramáticas escritas antes de Saussure. El libro de María Luisa Calero Vaquera (1986) retrasa con mayor esmero los puntos de vista de aquellos gramáticos que publicaron entre 1870 y 1920.

1.1. Criterios utilizados para su definición

Los gramáticos de esta época siguen criterios de diferentes tipos para definir la preposición.

1.1.1. Criterio formal

En casi todas las definiciones aparece como una voz invariable e indeclinable. La invariabilidad remite al rechazo absoluto de morfemas que sean derivativos o flexivos. Los que hablan de la indeclinabilidad se refieren al sistema latino: la preposición no admite morfemas de caso. Veamos algunas definiciones de los gramáticos tradicionales tal como queda recogido en Calero Vaquera [7]:

S. Vicente: “[…] voz de forma invariable, que precede inmediatamente a otra, para determinar la relación que las enlaza, o para modificar su significado”. (Lo subrayado es nuestro)

Gómez de Salazar: “parte indeclinable de la oración que se antepone a otra para relacionarlas con las que las preceden (sic)”. (Lo subrayado es nuestro).

1.1.2. Criterio semántico

Hay una receta terminológica muy variada que describe el semantismo de la preposición.

Expresa o sirve para indicar o denotar relaciones (criterio semántico de finalidad). Utilizan este criterio Balmes, Alemany y GRAE (1920), entre otros. Muchos estipulan que la relación expresada por la preposición es de dependencia: Galí dice a este respecto: “[…] sirve [la preposición] para expresar una relación de dependencia entre dos palabras de las que una completa la significación de la otra” [8]. Para Gómez de Asencio, esta relación se expresa entre cosas u objetos. Otros piensan que relaciona ideas o palabras.

1.1.3. Criterio sintáctico

Desde la perspectiva funcional, la preposición enlaza, une, pone en relación […] ideas o palabras. Arañó y más tarde Lenz van más allá cuando afirman que “sirve para unir los complementos del verbo y del nombre”. Lenz hace ya alusión al cambio de función que aporta la preposición al sustantivo que le sigue y distingue dos funciones: la adverbial y la adnominal.

La perspectiva colocacional va pegada a la etimología de la palabra “preposición”. Como hemos visto, las unidades que designa siempre se anteponen a las entidades lingüísticas con las cuales se asocian.

1.2. Oficios y valores asignados a la preposición

La GRAE (1920) sostiene que la preposición siempre enlaza dos palabras de las que la primera casi siempre es un sustantivo, un adjetivo, un verbo y la segunda un sustantivo o una locución a él equivalente. Podemos decir que rigen preposición el sustantivo, el adjetivo, el verbo y el pronombre y son regidos por ella el sustantivo (o cualquier palabra sustantivada) y el verbo. Sin embargo, en los capítulos que vienen veremos que la preposición puede regir palabras que no sean sustantivos ni verbos sino de otros paradigmas.

Funcionalmente, los gramáticos fieles a la tradición latina proclaman que las preposiciones rigen el caso de la palabra a la que preceden. Es la postura de Herranz y otros. Una teoría poco latinizante dice que las preposiciones rigen las palabras y no el caso. Afirman que en las oraciones toda palabra rige a la siguiente y es regida por la anterior.

Partiendo de que las preposiciones sirven para relacionar palabras entre sí, ciertos gramáticos prefieren llamarlas palabras conexivas.

1.3. Clasificación

Desde criterios semánticos y morfosintácticos, es frecuente la división de las preposiciones en propias (que “tienen significación dentro y fuera de la composición”) e impropias (que “solamente tienen uso en la composición de las palabras”: abs, sub, etc.). Partiendo de los mismos criterios Alemany, GRAE (1870), Caballero y otros hablan de las preposiciones separables y de las inseparables. Dentro de las separables hacen una subclasificación que se corresponde con los seis casos latinos: preposiciones de acusativo (a, ante, etc.), de genitivo (de), de dativo (a, para, etc.). Más tarde se echa fuera del campo de las preposiciones las llamadas preposiciones inseparables que, en la opinión muchos tratadistas, deben tratarse en un capítulo que puede denominarse lexicología o composición de las palabras en vez de relacionarlas con las preposiciones como partes de la oración.

Otros gramáticos (Vicente et al) prefieren hablar de preposiciones regentes y componentes. Como el término preposición es aplicado a elementos tan dispares, Fernández Monje intenta sistematizar la clase del siguiente modo: preposiciones (abs, sub, etc.) interposiciones (bajo, de, etc.) y locuciones interpositivas (acerca de, antes de, etc.). Puesto que se posponen a un antecedente, podrían llamarse posposiciones pero dado su posición intermedia, cabe llamarlas interposiciones o interpositivos.

Con un criterio exclusivamente morfológico, otros hablan de preposiciones simples (a, de, con, etc.) y preposiciones compuestas (después de, acerca de, etc.).

Según Blanco[9], los verdaderos prefijos son las llamadas preposiciones inseparables. Los tratadistas que hemos estudiado de forma más o menos elaborada piensan que la preposición enlaza ideas o palabras. Esta manera de ver las preposiciones va a perdurar cada vez más en las gramáticas.

2. La teoría relacional

Es la teoría más popular sobre las preposiciones en la época moderna. Se nutre principalmente de la concepción lógica heredada de Aristóteles. Su definitiva entrada en la descripción de las preposiciones se debe a la Gramática de Port-Royal. Para esta escuela y en palabras de M. L. López [10] la preposición “es el exponente de una relación considerada de una manera abstracta y general, e independiente de todo antecedente y consecuente”. Esta concepción es la base de la teoría de Viggo Brøndal y de varios otros exponentes de la teoría relacional.

2.1. La teoría relacional de V. Brøndal

Aparece con muchos detalles en Francisco García Osuna (1991:11-14). Según sus exposiciones, Brøndal fija como criterio definitorio el semántico. Rechaza las definiciones sintácticas y morfológicas propuestas para las preposiciones. Argumenta por una parte que una clase de palabras siempre tiene varias funciones sintácticas, a veces opuestas y, por otra parte, considera que el criterio morfológico conduce a la agrupación de elementos muy heterogéneos en un mismo grupo. En vez de enfrentarse a la dificultad que ya subrayaba Ignacio Bosque (1986:25), que consistía en sostener que palabras con características dispares forman parte de una misma clase o asumir que forman subclases de una clase mayor, Brøndal prefiere desconocer esos criterios diferenciadores de unidades para considerar únicamente el semántico que las une. Define así la preposición desde una perspectiva semántica: “elle exprime la relation en général”[11].

Osuna[12] se coloca en el lado de Brøndal pero fundiendo la función semántica con la sintáctica. Argumenta que “es necesario llegar a una clasificación coherente de todos los signos [¿signo saussureano?] partiendo de su función semántica”. Y añade que “no está claro prescindir de su función sintáctica” (loc. cit.). Hablando de las preposiciones, justifica sus aclaraciones del siguiente modo: “al no tener capacidad referencial por sí mismas, y al tener sólo una función referencial, su función semántica es, en parte, coincidente con su función sintáctica” (ibid.)

Estamos de acuerdo con Osuna cuando prefiere hablar de función semántica de las preposiciones frente a “significado”, en el sentido de que aun desprovistas de capacidad de referencia autónoma, contribuyen en el modo de significar de las estructuras en que aparecen; y hablar de su significado sería incluirlas en las palabras llenas[13].

En su modo de proceder, Brøndal parte de su visión de las preposiciones como elementos que expresan relaciones para fijar los límites de la clase. A partir de la misma, separa las “preposiciones verdaderas” de las “falsas”. En las líneas de Osuna, se explica en los siguientes términos: la preposición es “le moyen le plus simple dont dispose la langue pour exprimer la relation” [14] (lo subrayado es nuestro). A partir de esa explicación echa fuera de la clase estructuras complejas y las “falsas preposiciones” (formas de carácter compuesto y formas derivadas).

Podemos partir de la inclusión de las preposiciones como partículas gramaticales para sostener que deben ser unidades físicamente reducidas; pero no pensamos que la apariencia física sea un criterio válido para clasificar a los elementos. Y si es aceptable, no es suficiente, pues podemos tener estructuras aun más reducidas que las verdaderas preposiciones de Brøndal que pertenezcan a clases jerárquicamente mayores como el verbo (ir) o el sustantivo (pan). Son estructuras perfectamente incomplejas pero muy lejos de ser preposiciones. Los criterios fundamentales a nuestro juicio serían los morfosintácticos y semánticos. Nos apoyamos en que a partir de la morfología (variabilidad o no) y de la función semántica de una palabra podemos determinar eficazmente su categoría; pero si nos fijamos sólo en el peso, podremos equivocarnos.

Según el pensamiento de Brøndal expuesto más arriba, la preposición es una forma autónoma capaz de expresar relaciones - semánticas -. Es posible objetar que la preposición no es autónoma ni puede regir un complemento de la frase. Tiene que ir unida a algún elemento de la frase. Pero tampoco es más correcta esta postura. En varias ocasiones, la preposición selecciona (o rige) semántica y categorialmente a su término. Veámoslo en el ejemplo siguiente:

(1) No abría los ojos para evitarse la molestia de hablar con Don Valeriano (RPCE, p. 63).

donde la preposición con selecciona un término que sea nombre y que signifique “un ser capaz de hablar”.

2.2. La teoría relacional de B. Pottier

Este autor parte de una visión sustancialista para llevar sus interpretaciones sobre las unidades que estudiamos. En efecto, tiene en cuenta que no hay forma que no sea de una sustancia ni sustancia que no se manifieste en una forma: para decir que no hay contenido lingüístico si no hay una forma que lo manifieste.

Precisa que la relación de que habla no es una relación funcional. A partir de su punto de vista identifica las preposiciones con los prefijos y censura a Brøndal por haber eliminado los prefijos del ámbito de las preposiciones. Para Pottier, las preposiciones son el mismo morfema que el adverbio y la conjunción. Subraya que la preposición actúa como subordinante cuando establece relación entre términos no incidentes directamente. La preposición es el elemento R que establece una relación entre A y B (A - R - B) como en (2):

(2) …echaban roncas contra el sistema de arrendamientos de pastos (RPCE, p. 67).

donde las preposiciones contra y de relacionan elementos nominales. Si A y B son distintos, el elemento de relación se llama subordinant. Podemos comprobarlo en el ejemplo (3):

(3) aquí hay dos duros para la misa de hoy (RPCE, p. 66).

donde la preposición de “enlaza” un sustantivo y un adverbio. Si son idénticos, se llama composant. La preposición no es sino una de las diferentes formas que pueden cumplir este papel de relacionante. Considera el prefijo como una variante combinatoria de la preposición cuando el primer término no está expresado. A partir de nuestro corpus se puede sacar la misma conclusión a partir del ejemplo (4) parecido al suyo:

(4) El hecho de que fuera por voluntad propia conmovía al cura. (RPCE, p. 24)

Efectivamente en este ejemplo, descomponiendo como Pottier la forma conmovía, nos damos cuenta de que era movía con el cura. Pero debemos señalar que el primer término no ha desaparecido sino que se ha pospuesto a la preposición haciéndola prefijo.

[...]


[1] En este primer capítulo usamos este término secular muy criticado sólo para conservar el espíritu y la concepción primitivos que estamos recorriendo.

[2] Cf. ob. cit., p. 15

[3] Cf. ob. cit., p. 207

[4] Cf. Ramón Trujillo: “Notas para un estudio de las preposiciones españolas”, p. 235

[5] Tocante a las formas oblicuas y ti, Trujillo dice que deben considerarse como variantes combinatorias de los pronombres personales cuando siguen a una preposición.

[6] En este trabajo reconocemos el defecto de este término, pero lo usaremos restringiéndolo, en el campo de las preposiciones precisamente, al peso formal.

[7] Cf. ob. cit., pp.150-154

[8] Cit. por C. Vaquera, cf. ob. cit.,

[9] Cit. por Calero Vaquera, Cf. ob. cit., p. 157

[10] Cf. ob. cit., p. 17

[11] En lengua española obtenemos «expresa la relación en general »

[12] Cf. ob. cit., p. 12

[13] Cf. Lucien Tesnière, 1969, traducción española de Esther Diamante (2002).

[14] Cf. ob. cit., p.13

Final del extracto de 139 páginas

Detalles

Título
Revisión crítica de la clase de las preposiciones. Intento de sistematización
Subtítulo
Prólogo de David Bamela
Universidad
University of Douala
Autor
Año
2012
Páginas
139
No. de catálogo
V312058
ISBN (Ebook)
9783668110182
ISBN (Libro)
9783668110199
Tamaño de fichero
1050 KB
Idioma
Español
Palabras clave
revisión, intento
Citar trabajo
Songwa Samory Elvis (Autor), 2012, Revisión crítica de la clase de las preposiciones. Intento de sistematización, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/312058

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