Ansiedad y Consumo de Cigarrillo en los Estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes


Diploma Thesis, 2011

67 Pages, Grade: 20/20 mención publicacion


Excerpt


ÍNDICE GENERAL

RESUMEN

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1.1. El problema
1.2. Objetivos de la investigación:
1.2.1. Objetivo general
1.2.2. Objetivos específicos
1.3. Justificación de la investigación

CAPÍTULO II. MARCO TEÓRICO
2.1. Antecedentes de la investigación
2.2. Bases teóricas
2.2.1. Miedo, angustia, ansiedad y estrés
2.2.2. Ansiedad
2.2.3. Síntomas psicológicos y cognoscitivos de la ansiedad
2.2.4. Teoría conductual de la ansiedad como mecanismo de afrontamiento que se genera en el ámbito académico
2.2.5. Generalidades del cigarrillo
2.2.6. Mecanismos de acción de la nicotina
2.2.7. Uso, abuso y dependencia de la nicotina
2.2.8. Criterios diagnósticos para la dependencia de nicotina
2.2.9. Factores de riesgo para desarrollar dependencia a la nicotina
2.2.10. Tolerancia y abstinencia
2.2.11. El afrontamiento como proceso

CAPÍTULO III. MARCO METODOLÓGICO
3.1. Tipo de investigación
3.2. Diseño de investigación
3.3. Población y muestra
3.3.1. Muestreo
3.4. Instrumentos de recolección de los datos
3.4.1. Escala de ansiedad de Hamilton
3.4.2. Test de Fagerström
3.5. Procesamiento de datos
3.6. Análisis estadístico de los datos
3.7. Aspectos éticos

CAPÍTULO IV. RESULTADOS

CAPÍTULO V. DISCUSIÓN

CONCLUSIONES

RECOMENDACIONES

REFERENCIAS

Anexos

DEDICATORIA

A mis padres Hermes y Josefina, por su apoyo, sacrificio, dedicación, amor y compresión durante mis años de vida. A mis hermanos Adriana por su apoyo, Raquel por su alegría, Hermes por sus críticas y consejos, Ana Victoria por sus travesuras y Francisco por su cariño. A mi abuelo Hermes Balza por su ejemplo, A mí cuñado Simón por su apoyo incondicional y a todas las personas que indirectamente han contribuido con mi educación desde los primeros días de vida.

Reneé Balza

Les dedico esta investigación y lo que soy por ser quienes me han acompañado en esta travesía:

A Dios, fuente de todo bien, por estar a mi lado cada día, por permitirme el suficiente entendimiento para llegar a este punto de mi vida, por concederme salud para disfrutar estos momentos y conciencia para discernir lo bueno que he recibido, pues sin ello, no podría darme esta oportunidad de reconocer su presencia a través de seres admirables en mi historia personal. Te doy las gracias por encomendarme la tan solidaria misión de ser Odontólogo, por trasmitirme a través de tus sabias parábolas el concepto de la humildad como principio; la sensibilidad humana como forma y estilo de vida, y la tenacidad al igual que la fe como herramientas y escudos de fortaleza integral.

A mi madre querida Alix Teresa, por su constante ayuda y apoyo cuando más lo necesité, por su paciencia y comprensión durante tantos años, por su empeño, por aconsejarme y por haber contribuido en mi formación profesional y humana al trasmitirme valores tan escasos en la sociedad de hoy. Gracias mamá pues soy lo que soy hoy en día gracias a ti.

Flor Figueroa

AGRADECIMIENTOS

A la ilustre Universidad de Los Andes, por ser fuente de conocimientos, nuestra casa de estudio y el lugar donde vivimos momentos hermosos e inolvidables. Permitiéndonos cumplir nuestros sueños y lograr formarnos de manera integral, forjando nuestro perfil profesional.

A la Tutora, profesora María Eugenia Pereyra por su apoyo incondicional.

A la asesora metodológica, profesora Dubraska Suarez por los aportes a la investigación.

Al profesor Oscar morales por su compromiso, dedicación, apoyo y participación en ésta investigación, quien compartió de manera desinteresada sus conocimientos, aportando valiosas sugerencias en este estudio,

A los profesores que conforman el Departamento de Investigación de la Facultad de Odontología de la Universidad de Los Andes , profesora Yajaira Romero y profesor Néstor Díaz por contribuir en el desarrollo de esta investigación, cada uno de ellos, a través de sus indicaciones, han aportado ideas importantes. Muchas gracias por compartir sus conocimientos, por contribuir con la ciencia y por su humildad.

A los estudiantes de Estadística de la Universidad de Los Andes, Javier Sepúlveda y Mirliana Márquez, por la creación de la base de datos, el procesamiento estadístico y el desarrollo de los resultados.

RESUMEN

Los niveles elevados de ansiedad pueden influir en el desarrollo de conductas inadecuadas como el consumo del cigarrillo y otras sustancias psicoactivas, por lo cual, el objetivo fundamental de esta investigación es determinar los niveles de ansiedad y su vinculación con el consumo y dependencia al cigarrillo, en estudiantes de primero a cuarto año de la Carrera de Odontología de la Universidad de Los Andes en el periodo lectivo U-2009, debido a los escasos estudios relacionados con el tema. Se realizó un estudio descriptivo, correlacional, trasversal y de campo. La población estuvo constituida por 604 estudiantes de primero a cuarto año, la selección de los participantes se realizó por muestreo probabilístico tomando una muestra de 95 estudiantes, a los cuales se les aplicaron dos instrumentos, previo consentimiento informado, siendo éstos la Escala de Ansiedad de Hamilton y el Test de Fagerström. Los resultados fueron procesados a través de estadística descriptiva, determinando que existe una relación entre ansiedad y el consumo de cigarrillo; los estudiantes que lo consumen presentaron mayores niveles de ansiedad que los no consumidores de nicotina. Así mismo, los estudiantes de primero y cuarto año presentaron mayores niveles de ansiedad, por lo que es necesario emplear herramientas que disminuyan esta reacción emocional en los estudiantes para prevenir el consumo de cigarrillo y desarrollo de conductas inadecuadas.

Palabras clave: ansiedad, consumo de cigarrillo, dependencia al cigarrillo, estudiantes de Odontología.

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Proporción de estudiantes consumidores de cigarrillo o no por Edad y Sexo 38

Tabla 2. Niveles de ansiedad presente en los estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes. 39

Tabla 3. Niveles de ansiedad en los estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes por año cursante . 39

Tabla 4. Relación de estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes consumidores de cigarrillo por año académico lectivo U-2009 . 41

Tabla 5.Prueba relación año que cursa con el consumo cigarrillo. 42

Tabla 6. Porcentaje de estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes que presentan ansiedad y su relación con el consumo de cigarrillo 43

Tabla 7. Relación de ansiedad con el consumo de cigarrillo 44

ÍNDICE DE GRÁFICOS

Gráfico 1. Estudiantes de Odontología consumidores de cigarrillo por año cursante 40

Gráfico 2. Comparación de los niveles de ansiedad en los estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes consumidores o no de cigarrillo 42

INTRODUCCIÓN

La salud está completamente relacionada con el medio que nos rodea. Nadie sabe hasta qué punto las amenazas de ese medio se relacionan con el proceso de la salud y la enfermedad, por lo tanto, la perspectiva social, en un nivel muy amplio, incluye las distintas formas en que el contexto afecta el mantenimiento del equilibrio salud-enfermedad (Giddens, 1998). En este sentido, el estudio de esta interacción social es importante para conocer el establecimiento de hábitos que producen un cambio en la vida del ser humano, entendiéndose por interacción social, el proceso mediante el cual el individuo actúa y reacciona ante lo que le rodea.

Así mismo, Giddens (1998) expresa que el entorno cultural y las diferentes formas de vida en que el ser humano se desenvuelve a diario e influye sobre su comportamiento; el modo en que las necesidades biológicas son manejadas varía enormemente en cada cultura y dentro de ellas los rasgos característicos que los distingue.

Por otro lado, existen fuertes nexos entre la personalidad individual y la salud, así pues, las personas difieren en el modo de enfrentar las situaciones que suponen elevados índices de estrés. Hay quienes las enfrentan de modo negativo, soliendo emplear repertorios conductuales que suponen un riesgo mayor de enfermedades, como aumentar el consumo de cigarrillo

Existen demandas académicas, laborales y psico-sociales que pueden presentarse con frecuencia en la vida de los seres humanos, a quienes se les hace difícil identificar lo que sienten ante dichas exigencias, como mecanismo de defensa, el organismo busca contrarrestarlas acumulando tensión y posiblemente genera ansiedad, con el fin de mejorar su adaptación de manera inadecuada al medio social, laboral o académico, dentro de estas, el consumo de cigarrillo (Giddens, 1998).

En este orden de ideas, los estudiantes de Odontología no escapan a esta problemática. De allí surge la inquietud de realizar esta investigación, puesto que en Venezuela existen escasos estudios previos sobre el tema, por eso se plantea un estudio correlacional, de tipo cuantitativo, no experimental y transversal, que utilizó como método de estudio la aplicación de la Escala de Ansiedad de Hamilton y el Test de Fagerström, para el desarrollo de la investigación sobre ansiedad y el consumo de cigarrillos en estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes.

Esta investigación consta de cinco capítulos:

Capítulo I. Planteamiento del Problema, en el cual se amplía la situación en estudio, ubicándolo en un contexto delimitado en cuanto a espacio, tiempo y población; que permitirá comprender su origen al describirlo partiendo de lo general a lo específico y explicando su situación actual. También se contextualiza el objetivo general que se pretende obtener de la investigación, así como los objetivos específicos. Finalmente, se cierra esta sección destacando las razones por las que se pretendió realizar la investigación y su relevancia de los conocimientos obtenidos con el desarrollo de la misma.

El capítulo II. Marco Teórico, está conformado por los antecedentes, los cuales permitieron entrever las investigaciones anteriores que guardan alguna vinculación con esta, reflejándose en este sentido los avances y el estado actual del objeto de estudio. En esta sección también se ubica el problema desde un enfoque teórico a través de conceptos, los cuales explican el problema planteado a partir de la relación entre la teoría y el objeto de estudio, abordando entonces, todo lo concerniente a la ansiedad, sus síntomas, rasgos, teorías, el afrontamiento, las generalidades del cigarrillo, el uso, la dependencia, los criterios de diagnóstico, los factores de riesgo, los efectos, el mecanismo de acción, entre otros.

Seguidamente, en el capítulo III. Marco Metodológico, en donde se describe el tipo de investigación, los pasos, técnicas y procedimientos que se emplearon para obtener el conocimiento científico y responder al problema planteado, así como también la población y muestra.

En relación al capítulo IV. Resultados, se presenta el análisis de los resultados obtenidos por estadística descriptiva mediante tablas y gráficos, los cuales permiten observar de manera clara los mismos.

En el capítulo V. Discusión de Resultados, se comparan los resultados de esta investigación con otras realizadas anteriormente.

Finalmente, se presentan las Conclusiones logradas en esta investigación, también, las Recomendaciones referentes al tema, Referencias utilizadas y Anexos. En esta investigación se utilizará el Sistema de Referencias que establece el Manual de Publicación de la Asociación Psicológica Americana (APA, 2001) en su quinta edición.

CAPÍTULO I PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1. El problema

Existe una realidad epidemiológica que establece que las personas que sufren algún desequilibrio en el estado de bienestar, seguramente, pasan por situaciones en donde intervienen elementos no biológicos relacionados con la sociedad y con estilos de vida propios de diversas culturas (Esser, Couto, López, Tirado y Viaña, 2005). En estas situaciones se manifiestan una serie de malestares: respuestas cognitivas tales como preocupación excesiva, temor a una mala ejecución o praxis, pensamientos de autocrítica devastadores, sensación de abandono y ansiedad.

La ansiedad es una respuesta emocional, se expresa como un miedo desproporcionado ante un estímulo, la cual no siempre es patológica y juega un papel importante en la preservación de la vida de las personas, porque connota las manifestaciones fisiológicas, expresivas y experimentales que viven los seres humanos ante estímulos potencialmente amenazadores, aunque no necesariamente peligrosos.

Por otra parte, Prat et al. (1994) manifiestan que el afrontamiento de la vida diaria expone a las personas a momentos en que se ponen a prueba su capacidad para vivir riesgos, superar pruebas en su quehacer inmediato, como lo es presentar exámenes, conseguir trabajo, solucionar situaciones domésticas, malestar en el seno familiar, sentir aceptación de uno mismo y de los demás, entre otros.

Las diversas situaciones a las que se ve expuesto un estudiante de Odontología durante un año académico, derivan en estados ansiosos, que aunque pueda ser considerado dentro de parámetros normales y no patológicos, deterioran su salud mental y en consecuencia su calidad de vida (Esser et al., 2005).

En la Facultad de Odontología de la Universidad de Los Andes, existen niveles de exigencia propios de la carrera, como los records y la carga horaria que pudieran estar generando ansiedad en los estudiantes y relacionarse directamente con el consumo del cigarrillo. Cabe destacar, que el consumo de cigarrillo es la principal causa prevenible de pérdida de salud y de muerte prematura (Prat et al., 1994).

Tomando en cuenta los escases de estudios nacionales que relacionen la ansiedad y el consumo de cigarrillo, es propósito de esta investigación conocer los niveles de ansiedad en los estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes y, su relación con la dependencia y el consumo del cigarrillo, como mecanismo de afrontamiento inadecuado ante los niveles de ansiedad.

1.2. Objetivos de la investigación:

1.2.1. Objetivo general

- Determinar la relación existente entre el consumo de cigarrillo y los niveles de ansiedad en los estudiantes de la Facultad de Odontología de la Universidad de Los Andes en el período lectivo U-2009.

1.2.2. Objetivos específicos

- Determinar los niveles de ansiedad que presentan los estudiantes de la Carrera de Odontología de la Universidad de Los Andes.
- Conocer la proporción de estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes que consumen cigarrillo.
- Identificar los niveles dependencia al cigarrillo en estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes.
- Relacionar los niveles de ansiedad en los estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes consumidores o no de cigarrillo.

1.3. Justificación de la investigación

La relevancia social de este estudio derivó en la necesidad de preservar buenas condiciones socio-afectivas en el ámbito académico de la Facultad de Odontología de la Universidad de Los Andes, a fin de resguardar la integridad de la salud mental de los estudiantes, y que los estados ansiosos se manejen en valor y condiciones adecuadas. En este sentido, a partir del conocimiento científico que aporte este estudio, brindaría información relevante a las autoridades universitarias competentes, para que éstas aborden de forma integral el problema, estableciendo correctivos dirigidos a disminuir los posibles factores perjudiciales en los estudiantes de Odontología, ofreciéndoles tratamientos o herramientas de las situaciones de riesgo y problemas, contribuyendo de esta forma a darle una respuesta de atención integral a las posibles necesidades psicológicas, sociales y de salud, a aquellos que lo necesiten.

Otra razón que justifica el desarrollo de este estudio, es el vacío de información sobre el tema, debido a que, existen pocas investigaciones regionales y nacionales con respecto a la ansiedad en estudiantes de Odontología y su relación con el consumo de cigarrillo.

De igual modo, este estudio pretende crear conciencia en los estudiantes en cuanto al consumo del cigarrillo como futuros profesionales ejemplos de salud, puesto que los profesionales sanitarios (médicos, farmacéuticos, enfermeros, entre otros), constituyen el colectivo social con mayor capacidad de influir positiva o negativamente en la prevalencia del hábito de fumar en una colectividad, en virtud a que pueden desempeñar un importante papel como líderes activos para promover la prohibición o limitación de las prácticas tabáquicas en sus lugares de trabajo, y sensibilizando sobre esta temática al resto de la comunidad, pudiendo tener un triple rol o papel a desempeñar en la lucha antitabáquica: modelos ejemplarizadores, educadores sanitarios y sensibilizadores del impacto del tabaco en la comunidad (Reynales, Vásquez y Lazcano, 2007).

Esta investigación también está fundamentada en la necesidad de aportar un nuevo conocimiento científico a la población y en especial a la de la Facultad de Odontología, examinando los niveles de ansiedad existentes en los estudiantes de Odontología y su relación con el consumo de cigarrillo en el ámbito académico odontológico, explorando los posibles riesgos biológicos y psicológicos (trastornos de ansiedad y dependencia a cigarrillo causantes de diversas enfermedades) que implica el ejercicio de la profesión odontológica y por consiguiente a una mejor comprensión de este problema de salud pública (Campo et al., 2007).

De igual forma, la investigación sirvió como base informativa para incentivar en el estudio de nuevos problemas que ayuden a implementar acciones con fines de aplicación en la realidad. De aquí derivó el valor teórico y metodológico de esta investigación.

Este estudio contó con la disposición de los estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes para proporcionar los datos y la información requerida, así como con los recursos humanos necesarios para realizarlo.

CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO

2.1. Antecedentes de la investigación

Los antecedentes fueron organizados y presentados por tema de estudio, comenzando por ansiedad, luego cigarrillo y finalizando con los que relacionan ansiedad y consumo de cigarrillo, destacando los siguientes:

Esser et al. (2005) se propusieron estudiar la ansiedad y autovaloración afectiva en estudiantes de Odontología, cuyo propósito de investigación fue medir niveles de ansiedad rasgo-estado y establecer su correlación con la autovaloración afectiva en estudiantes de Odontología de la Universidad de Carabobo. Obteniendo como resultado que 78% de los estudiantes de cuarto año y 79 % de primer año, evidenciaron “muy alto” grado de valoración afectiva; 86% y 91% de los estudiantes, respectivamente, presentan niveles de ansiedad “moderada”. Hubo una relación significativa (0.0328) entre las variables, donde se llegó a la conclusión que se estuvo en presencia de un grupo satisfecho de su ámbito familiar, académico y social, pero que presentaron niveles significativos de ansiedad rasgo-estado, en donde a mayor nivel de autovaloración afectiva, menor es el estado de ansiedad manifiesta.

La investigación de campo, descriptiva y transversal, realizada por Carrasquero y Hernández (2009) relacionada con la apreciación del estrés de los estudiantes de Odontología de La Universidad de Los Andes, arrojó como resultado que los estudiantes en forma general presentaron una adecuada apreciación del estrés y bajos niveles de ansiedad estado y rasgo, excepto los alumnos de 3er año que obtuvieron niveles elevados de ansiedad rasgo.

Prat et al. (1994) estudiaron las características del hábito tabáquico en los estudiantes de la División de Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona, donde se conoció la prevalencia y las actitudes relacionadas con el tabaquismo en estudiantes. Éstos obtuvieron que la prevalencia de tabaquismo era 40,8% (29,8% de fumadores habituales y 11% de fumadores ocasionales), enfatizando en que los estudios relacionados con la salud no parecen influir de forma destacada en el hábito de los estudiantes, siendo el entorno cultural y social los factores que tuvieron un papel más determinante en este sentido. De igual modo, subrayan que la impregnación tabáquica se produce antes de entrar en la Universidad, a los 15-17 años y durante los estudios de B.U.P. (Bachillerato Unificado Polivalente) y C.O.U. (Curso de Orientación Universitaria), principalmente, por lo que esto evidenció la elevada prevalencia de tabaquismo encontrada en los primeros cursos universitarios.

Una investigación realizada por Reynales et al. (2007) estimaron la prevalencia de fumadores entre estudiantes de Medicina y Odontología, en la cual aplicaron una encuesta transversal, anónima, autoaplicada y voluntaria a estudiantes de tercer año de Medicina y Odontología en Universidades Públicas de México durante el primer semestre de 2006. Los resultados arrojaron que el 33% de los estudiantes de Medicina y 43.6% de Odontología encuestados manifestaron ser fumadores actuales y que el 84.2% de Medicina y 77.4% de Odontología consideran que los profesionales de la salud juegan un papel fundamental en el desarrollo de estrategias que ayuden a disminuir el consumo de cigarrillo en la sociedad.

Muñoz, Pasillas, Ramírez, Rivas y Moreno (2007) realizaron una investigación descriptiva, transversal, aplicando una encuesta directa, comparando la prevalencia de consumo de cigarrillos entre los estudiantes, docentes y trabajadores de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), México. En los resultados de ésta investigación estimaron una prevalencia de tabaquismo de 42% en alumnos, 34% en docentes y 33% en trabajadores. El grupo docente representó el más alto consumo de cigarrillos por día. La curiosidad por fumar representó para todos el más alto porcentaje para adquirir el hábito y la necesidad o vicio los hace seguir consumiendo. La mayoría de los tres sectores de la población conviven con consumidores activos. Ellos, concluyeron que la prevalencia de tabaquismo en la Universidad Autónoma de Zacatecas está por encima de la población médica Mexicana y en los alumnos es en el que existió mayor porcentaje de fumadores.

Una investigación realizada por Samaniego et al. (2004) identificaron algunos factores de riesgo asociados al consumo de tabaco en el Municipio de Avellaneda en Buenos Aires, donde consideraron variables socioeconómicas, variables humanas y psicológicas. La metodología utilizada por dichos investigadores fue de fase descriptiva de tipo de intervención de campo cuasi experimental. Para la misma, se aplicó un cuestionario auto administrado de preguntas cerradas en la que evaluaron diversas variables. Los resultados arrojaron que el 43.7% de la población eran fumadores; el 93.3% se inició en el consumo de tabaco hasta más de un año, el 67.5% comenzó de 13 a 17 años, el 43% de los efectos adversos del cigarrillo, y la ansiedad en el 54.6% presenta como síntomas de abstinencia, el 20.5% de la población manifestó un alto nivel de adicción, concluyendo que, el mayor grado de tentación a consumir cigarrillo lo provocan situaciones de afecto negativo en comparación con las situaciones de afecto positivo y ansiedad. Considerando las variables psicológicas asociadas al consumo de cigarrillo la ansiedad y la depresión aparecieron como las más importantes, y los niveles de ansiedad en los fumadores eran mayores que los no fumadores.

Otra investigación, Campo et al. (2007) evaluaron el consumo de cigarrillo y síntomas depresivos en estudiantes de Bucaramanga, Colombia, determinaron la asociación existente entre el consumo de cigarrillo y síntomas depresivos en adolescentes estudiantes de media vocacional (décimo y undécimo grados), para lo cual aplicaron una encuesta anónima que incluía la Escala para Depresión de Zung. En este caso obtuvieron como resultado que la prevalencia actual de consumo de cigarrillo era de 17,3%, mientras que la prevalencia de síntomas depresivos con importancia clínica era de 39,5%. También encontraron una asociación significativa entre el consumo de cigarrillo y síntomas depresivos (RP 1,91, IC 95% 1,16-3,14), patrón de consumo de alcohol sugestivo de dependencia de alcohol (RP 2,52, IC 95% 1,12-5,68), el mejor amigo consume alcohol o cigarrillos (RP 6,13, IC 95% 3,48-10,81) y sexo masculino (RP 3,01, IC 95% 1,75-5,16), llegando a la conclusión de que el consumo de cigarrillos se asocia de forma estadísticamente significativa con el auto informe de síntomas depresivos con importancia clínica en adolescentes estudiantes.

Mae, Iruarrizaga, Cano y Dongil (2009) en una revisión de literatura sobre investigaciones anteriores, referentes a la ansiedad y trastornos de ansiedad con el consumo de tabaco, recolectaron información tanto bibliográfica como en bases de datos médicas y psicológicas (PubMed, Psycinfo y Psicodoc). Éstas concluyeron que el consumo de tabaco no sólo está relacionado con el desarrollo de trastornos en la salud física, sino que también estaba ligado al desarrollo de desórdenes mentales, especialmente en trastornos de ansiedad. Afirmaron que el inicio del consumo de cigarrillo depende de muchos factores sociales, económicos o familiares, pero también depende de factores psicológicos, como es más probable de que los adolescentes más ansiosos inicien antes el consumo.

2.2. Bases teóricas

2.2.1. Miedo, angustia, ansiedad y estrés

Miedo: según Kaplan y Sadock (1998) es el signo de alerta similar a la ansiedad en respuesta a una amenaza conocida, externa, definida o no conflictiva que se presenta de forma aguda en la que se observa la apertura amplia de los ojos y boca, elevación de las cejas, inmovilidad, el corazón late rápida y violentamente, piel pálida, transpiración (un sudor frío), el vello de la piel se mantiene en posición erecta, la respiración se acelera, las glándulas salivales actúan de manera imperfecta, la boca se seca, temblor de todos los músculos del cuerpo, la voz se vuelve ronca o indistinta o puede fallar en su totalidad, entre otros como las pupilas dilatadas. Entonces, el temor o miedo es uno de los trastornos de la ansiedad que se presenta como una respuesta aguda frente a una amenaza externa precisa en la mente de la persona, por lo tanto, la causa del temor es consciente.

Angustia: es otro de los trastornos de la ansiedad que está definida por la Organización Mundial de la Salud (s.f., citado en Florenzano, Carvajal y Weil, 1999 p. 104), como “combinaciones variadas de manifestaciones físicas y mentales de ansiedad no atribuibles a peligro real que se presentan a manera de crisis o bien como estado persistente. La ansiedad es persistente y puede llegar al pánico”. Ésta surge como apremio, en donde la persona suele moverse de un lado a otro, a comenzar actividades dejándolas incompletas, o bien como tensión muscular, sensación de vacío e indefinible, epigastralgia, cefalea occipital irradiada al cuello y a los hombros, palpitaciones y opresión precordial, nudo en la garganta, sudoración helada, temblor de los dedos, hormigueos, adormecimientos, oscurecimientos visuales y mentales fugases, sensación de desequilibrio, diarrea, estreñimiento, vómitos, crisis de disnea, jaquecas, entre otros. Generalmente, se combinan a trastornos del sueño, el cual es de difícil conciliación, muy interrumpido, no reparador y cargado de actividad orínica desagradable (Florenzano, et al., 1999).

La angustia, la ansiedad y el miedo se encuentran entre las emociones más frecuentemente experimentadas por el ser humano en todas las razas, culturas y épocas del desarrollo de la humanidad, por lo que son expresiones afectivas universalmente registradas. Pero, al igual que su universalidad, también acontece la confusión entre estos términos y la utilización indistinta de ellos para designar una misma emoción. Ante una conducta que refleje aflicción, congoja, sobresalto, alerta, se establece que el individuo está angustiado, tiene miedo o está ansioso sin hacer previa discriminación del significado o la esfera afectiva que abarca la situación categorizada como tal, ni las manifestaciones que presenta y las consecuencias que puede conllevar (Esser et al., 2005).

El estrés: Hooke (s.f., citado en Belloch, Sandín y Ramos, 1995) considera que el estrés es un hecho habitual en nuestras vidas. No puede evitarse, ya que cualquier cambio al que debamos adaptarnos representa estrés. Los sucesos negativos y positivos como por ejemplo daño, enfermedad o ascender en el trabajo, son algunos ejemplos de hechos estresantes.

El origen de la palabra estrés etimológicamente hablando deriva del latín “stringere”, que significa “provocar tensión”. Esta palabra se utilizó por primera vez en el siglo XVI y a partir de entonces se empleó en muchos textos. La misma fue introducida por Hans Selye a los foros médicos en el año 1949.

Cannon (1932, citado en Belloch et al., 1995) señala que el estrés se refiere a las reacciones de “lucha-huida”, respuestas automáticas que emiten los organismos en defensa de estímulos amenazantes externo o interno.

Por su parte, Sandin (1989, citado en Belloch et al., 1995), refiere que en condiciones de equilibrio el organismo vive bajo la actividad normal de sus funciones biopsicosociales moduladas por los ritmos de sueño y vigilia. Bajo estas condiciones, el funcionamiento fisiológico y psicológico está sometido a niveles de activación que se consideran estables. Esta activación varía según las vivencias diarias y está asociada ordinariamente a emociones (ira, tristeza, alegrías, entre otros). El estrés, se produce cuando ocurre una alteración en este funcionamiento normal por la acción de algún agente externo o interno. El organismo, en estas circunstancias, reacciona de forma extraordinaria realizando un esfuerzo para contrarrestar el desequilibrio. Esta respuesta implica esfuerzo y produce una sensación subjetiva de tensión (presión). Esto suele suponer, además, un incremento de la activación o inhibición, por tanto, un cambio en los estados emocionales.

Cox y Mackkay (1978, citados en Belloch et al., 1995), establecen que el estrés se produce cuando se rompe el balance entre la percepción de la demanda y la percepción de su propia capacidad para hacer frente a la demanda. El estrés surge cuando el organismo lleva a cabo un sobreesfuerzo para contrarrestar el desequilibrio inducido por alguna amenaza que altera su normal funcionamiento.

Mientras que Esqueda, Escalante, D’ Angello, Barreat, D’ Orazio (2006) la describen como un “fenómeno biopsicosocial que altera el funcionamiento del individuo y que produce un desdoblamiento de sus capacidades de adaptación.

Belloch et al. (1995) consideran que los tipos de emociones que suelen acompañar a la experiencia de estrés son emociones negativas, como por ejemplo ansiedad, miedo, ira, depresión. En contraste con las emociones positivas que no guardan relación con el estrés, como lo son la alegría y el placer. Las emociones, por tanto, acompañan y determinan en gran medida los procesos del estrés.

Bajo ciertas condiciones de estrés pueden existir diversas emociones, dependiendo de las circunstancias del individuo y de la situación (valoración de la amenaza, estrategias de afrontamiento empleadas, entre otras). Se ha sugerido, por otra parte, que los componentes emocionales asociados al estrés también pueden variar en función de la dimensión agudo/crónico.

En circunstancias de estrés agudo es frecuente la experiencia subjetiva de ansiedad/miedo. Cuando el estrés se cronifica predomina la experiencia de estado de ánimo depresivo.

Por otra parte, los autores señalan que las respuestas psicológicas asociadas al estrés no son únicamente respuestas emocionales. Así se han referido también respuestas cognitivas y conductuales como variables psicológicas importantes. Entre éstas la preocupación, la pérdida de control percibido y la negación. Estos síntomas son respuestas cognitivas de estrés señalados frecuentemente. Sin embargo, la preocupación es un componente cognitivo de la emoción (ansiedad), la sensación de pérdida de control es una faceta de la reevaluación cognitiva, y la negación es una estrategia de afrontamiento.

Algo parecido ocurre con las respuestas conductuales (o motoras), por ejemplo, el uso de sustancias psicoactivas como alcohol, nicotina o drogas y la conducta agresiva. Éstas son teóricamente dos formas de respuesta del estrés. Sin embargo, ambas son más apropiadamente consideradas como modos de afrontamiento. El primero, es de tipo escape-evitación y el segundo del tipo presión-emocional (o descarga emocional). Además, consideran que entre las variables de personalidad y el uso de estrategias de afrontamiento, debe tenerse en cuenta que existen estilos o tendencias personales (considerados generalmente como rasgos) que predisponen al uso de unos modos u otros de afrontamiento del estrés.

Por otra parte, Belloch et al. (1995) partiendo de la premisa de que el agente desencadenante del estrés o estresor es todo agente nocivo para el equilibrio del sistema homeostático del organismo, estando representado por cualquier demanda que evoca el patrón de respuesta de estrés referido, independientemente de que sea un estímulo físico, psicológico, cognitivo o emocional (por ejemplo, miedo, ira, amor, pensamiento, entre otros), se produce un “síndrome de estrés” que depende del control (o percepción de control) que el sujeto tiene sobre el estresor más que de las características físicas de este, considerando que las situaciones que sean catalogadas como “estresantes” puede ser muy altas para una persona, pero muy poco a nada para otra, y que la reacción del estrés depende sustancialmente de la forma en que el sujeto valora sus propios recursos de afrontamiento, siendo los recursos de afrontamiento las propias habilidades de solución de problema, apoyo social, entre otros.

Con base a esto, Toledo (1996), manifiesta que desde el punto de vista sociológico y partiendo desde el estudio del funcionamiento de los diferentes grupos sociales y humanos, para entender la conducta del ser humano, y como es influida por dichos grupos, apoya lo expresado por Adler y Matthews, (1994 citados en Belloch et al., 1995), quienes sugieren que el apoyo social reduce las frecuencias de relaciones con los estados de salud no saludables, pues las personas que viven bajo situaciones estresantes hacen más ejercicio físico y evitan más el alcohol o el tabaco cuando gozan de apoyo social elevado, en contraste con las personas que bajo situaciones estresantes semejantes poseen reducido apoyo social. El apoyo social actúa protegiendo al individuo durante los momentos de estrés potenciando la adaptación del individuo (por ejemplo, mediante la facilitación o mejora de la conducta de afrontamiento). Es decir, que el proceso salud-enfermedad deja de concebirse como algo exclusivamente biológico e individual y se plantea como un proceso condicionado socialmente, en donde también se toma en cuenta lo biológico, psicológico y lo social.

En este mismo orden de ideas, Preciado y Vázquez (2010) recalcan que el estilo de vida de los grupos estudiantiles, futuros profesionales que ofrecerán servicios asistenciales, se ve modificado por las exigencias académicas como preparar sus clases, presentar exámenes, intervenir en clase, exponer temas, hablar con profesores y administrar su tiempo. Por tanto, en su formación se les somete a estrés y en la mayoría de las veces determina la adquisición de comportamientos de riesgo para la salud (exceso en el consumo de cafeína, tabaco, estimulantes o tranquilizantes, ingesta hipercalórica, hipersódica o hiperlípida). Este estilo de vida les convierte en sujetos vulnerables a alteraciones, tanto a nivel fisiológico, cognitivo-afectivo, como conductual, generando cansancio emocional como la expresión básica del Burnout que se relaciona directamente con el estrés académico.

El Síndrome de Burnout, describe el deterioro mental de los profesionales que ofrecen servicios asistenciales y es el resultado de un estrés crónico que afecta a las personas que cuidan a otras y cuyo alcance se presenta como cansancio emocional, despersonalización y una menor realización personal.

Con todo ello, no todos los estudiantes se verán afectados por el estrés, sin embargo, la respuesta a las exigencias de su actividad dependerá de la disposición personal para afrontar las demandas de su profesión. Por su parte, el vivir bajo situaciones estresantes suele asociarse a una reducción de conductas de salud y a un incremento de conductas nocivas para esta. Por ejemplo, algunas personas incrementan el consumo de tabaco y alcohol o conducen el automóvil de forma más arriesgada. Este tipo de comportamientos podría conceptuarse como estrategias de afrontamiento (nocivas), porque son medidas que toma el individuo para reducir el estrés.

2.2.2. Ansiedad

El ser humano se encuentra en constante relación con su entorno, en esa relación, el individuo se afecta, experimenta agrados y desagrados, gustos o disgustos, que se manifiestan en conductas de aceptación o rechazo, de atracción o repulsión. Algunas de esas conductas pueden tener un tono moderado, mientras que otras pueden ser estados más amplios y profundos de excitación. Ese medio ambiente va influyendo en el individuo y en su comportamiento. Esa influencia se puede apreciar en sus motivaciones, en la forma de percibir y manifestar sus emociones, en los valores y actitudes que tome frente a las diversas situaciones, en definitiva, en toda su personalidad (Toledo, 1996).

Según Belloch et al. (1995) un suceso puede ser percibido como estresante dependiendo de la naturaleza del suceso y de los recursos, las defensas psicológicas y mecanismos de afrontamientos de una persona. Los estudiantes bajo presión pueden mostrar síntomas de estrés tales como ansiedad, depresión, hostilidad, miedo y tensión (Martínez, 1977; Wexlex, 1978 citados en Tolbal et al., 1998). Así mismo, Kaplan y Sadock (1998) señalan que los trastornos de ansiedad son los más comunes de los trastornos mentales, los cuales se pueden presentar por diversos factores como por ejemplo miedos, angustias o por eventos estresantes, por lo cual, es necesario comprender ¿qué son las emociones y cómo se expresan?

Toledo (1996) señala que las emociones son un estado complejo de sentimientos y experiencias consientes, respuestas internas y físicas explícitas que pueden motivar al organismo a reaccionar ante algún estímulo, cuya intensidad depende de la evaluación subjetiva que la persona realiza de la información recibida, distinguiéndose entre emociones positivas y negativas, en donde las positivas son definidas como agradables y ocurren cuando se logra una meta como son la alegría, el amor entre otras. Al contrario, las emociones negativas son desagradables y ocurren bajo una amenaza o pérdida como son la ira, el miedo, la ansiedad, entre otros.

La presencia simultánea de un tratamiento del humor (ansiedad o depresión) y el abuso o dependencia de sustancias psicoactivas, dentro de ellas la nicotina, es diagnosticada con mayor frecuencia en psiquiatría ya sea por una mayor disponibilidad de la sustancia tóxica o como resultado de la ansiedad a lo que son expuestos los estudiantes. La concomitancia entre la ansiedad y el consumo de cigarrillo presenta unas particulares características que la hacen diferentes al no considerarse su gravedad porque despierta gran interés en las investigaciones y en la clínica en general.

Según Kaplan y Sadock (1998), la ansiedad es una señal que advierte del peligro y permite que una persona tome medidas en contra del estresor, siendo una respuesta ante una situación desconocida, interior, vaga o conflictiva y se expresa de manera crónica. La ansiedad es una cualidad protectora que detecta amenazas internas o externas. Un nivel bajo alerta de amenazas o daño corporal o frustración de necesidades sociales o corporales ayuda a que una persona tome prevenciones de amenazas y reducir consecuencias.

Por su parte, Esser et al. (2005) refieren que la ansiedad es una situación que regularmente es manifestada por toda persona y que bajo condiciones normales, mejora la adaptación al medio social, laboral o académico; tiene función movilizadora cuando se enfrentan situaciones adversas o amenazantes, disparando las acciones necesarias para afrontar, asumir, neutralizar o superar adecuadamente.

Sin embargo, se considera que existen momentos cortos o pronunciados en el tiempo en el que se sobrepasan las barreras de la normalidad de la ansiedad como factor positivo en el ser humano y pasa a ser un problema de salud, obstaculizador del buen desarrollo de las actividades sociales, laborales e intelectuales, impidiendo además la sensación de bienestar tan necesaria para un adecuado desenvolvimiento de la vida individual y colectiva (Ayuso, 1988 citado en Esser et al., 2005).

La ansiedad también ha sido categorizada en términos fenomenológicos o subjetivos ya que Spielberger, Pollans y Wonden (1984, citados en Esser et al., 2005) definen el estado de ansiedad como “una reacción emocional que consiste en sentimientos de tensión, aprensión, nerviosismo y preocupación, así como activación o descarga del sistema nervioso autónomo”. También expresan que otros autores han seguido la vía experimental para conformar definiciones más operativas de la ansiedad. Otra manera de ser definida es reduciéndola a la esfera conductual del estímulo-respuesta, para él sólo es una reacción autónoma de un organismo tras la presentación de un estímulo nocivo.

2.2.3. Síntomas psicológicos y cognoscitivos de la ansiedad

La experiencia de la ansiedad tiene tres componentes como lo son la conciencia de las sensaciones fisiológicas-somáticas (como palpitaciones y sudoración excesiva sobre todo en la palma de las manos), subjetivos-cognitivos (la conciencia de estar nervioso o asustado) y los motores conductuales (Kaplan y Sadock, 1998), estos síntomas pueden variar de un individuo a otro.

Entre los síntomas físicos más comunes están los trastornos intestinales como diarrea o estreñimiento, falta de apetito o glotonería, fatiga intensa, insomnio, vértigo, taquicardia, sensación de nudo en la garganta y boca seca (Tolbal et al., 1998), Dilatación pupilar, palidez facial y aceleración de la respiración (Carrasquero y Hernández, 2009).

En los síntomas subjetivos-cognitivos relacionados con la experiencia interna que incluyen un amplio espectro de variables relacionadas con la percepción y evaluación subjetiva de los estímulos y estados asociados a la ansiedad; como son el miedo, pánico, alarma, inquietud, obsesiones entre otras.

Mientras que los síntomas motores-conductuales se corresponden a los componentes observacionales de conducta que aparte de implicar variables como la expresión facial y movimientos o posturas corporales, hace referencia a las respuestas de escape y evitación (Carrasquero y Hernández, 2009).

Así mismo, la ansiedad afecta los procesos de percepción: pensamiento- aprendizaje y la concentración, alterando la capacidad de relacionar o asociar unas cosas con otras. En algunas situaciones el consumir cigarrillo puede inhibir las sensaciones de agresividad y ansiedad, produciendo relajación y reducción de la tensión. Mientras que si el consumo de cigarrillo es crónico se pueden evidenciar aumento de sensaciones de cólera, ansiedad y depresión (Adán 1993).

2.2.4. Teoría conductual de la ansiedad como mecanismo de afrontamiento que se genera en el ámbito académico

Kaplan y Sadock (1998) sostienen que la teoría conductual es una de las más importantes escuelas psicológicas que ha contribuido a la creación de un marco teórico. Ésta teoría posee una utilidad conceptual y práctica que explica las causas de la ansiedad y los trastornos de la misma. Según ésta, la ansiedad es una respuesta condicionada a estímulos ambientales específicos que consisten en una forma de insensibilizar mediante la exposición continuada al estimulo ansiógeno, asociado a enfoques psicoterapéuticos cognoscitivos.

Así mismo, afirman que los patrones de pensamiento defectuoso, erróneo, o contraproducente acompañan o preceden a las conductas mal adaptativas y a los trastornos emocionales. Los pacientes con trastorno de ansiedad tienden a sobrestimar el grado de peligro y la probabilidad de perjuicio en una situación dada, tienden a infravalorar su capacidad de enfrentarse a las amenazas percibidas contra su bienestar físico o psicológico. Estos pacientes tienen a menudo pensamientos de pérdida de control y miedo a morir como consecuencia de las sensaciones fisiológicas inexplicables que preceden y luego acompañan a las crisis de angustia.

2.2.5. Generalidades del cigarrillo

En Venezuela la prevalencia de fumadores ha venido descendiendo significativamente desde los años 1984 hasta el año 2005 en la población adulta mayor de 15 años; para 1984 la prevalencia total de fumadores registrada fue de 40% de prevalencia (Ministerio de Salud y Asistencia Social, 1984); en 1988 fue de 34% (Ministerio de Salud y Asistencia Social, 1988); 1996 fue de 31% (MSAS/FAVE, 1996), y en 2005 se registró 28% de fumadores y 29 % de ex - fumadores. La disminución de la prevalencia de fumar se ha acompañado de una reducción en el consumo per cápita de cigarrillos de 2100 cigarrillos per cápita en el año 1984 a 900 cigarrillos per cápita en el 2005. En la población joven menor de 15 años, la prevalencia de fumadores se duplicó en este mismo periodo de tiempo pasó de 2,7% de prevalencia en 1984 (Ministerio de Salud y Asistencia Social, 1984) a 7,0 % en el 1997 y 13 % en el 2000.

Las políticas ejecutadas por el Gobierno han beneficiado a la población adulta, mientras que los jóvenes son más vulnerables a la publicidad de cigarrillos. Las resoluciones del Ministerio del Poder Popular para la Salud de prohibición de la publicidad de tabaco y restricción de acceso a los productos del tabaco en menores de edad, aprobadas el 7 de Marzo 2006, constituyen una estrategia para reducir el consumo y la prevalencia en jóvenes. Estas resoluciones y las relativas a las regulaciones de productos del tabaco y de sus empaquetados (Resoluciones 109 y 110 Marzo del 2004) colocan al país entre los países de mayor avance en políticas de control y prevención del tabaquismo. El impacto de estas políticas están siendo medidos por el Ministerio del Poder Popular para la Salud en el 2006, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (2006).

El cigarrillo es una de las drogas adictivas legales que se obtiene de manera fácil (Mae et al., 2009). Su consumo se ha convertido en algo habitual en nuestra sociedad, y a pesar de que un gran número de fumadores conoce los efectos adversos que tiene sobre la salud física, pocos relacionan su adicción con la ansiedad, y mucho menos con la aparición de trastornos de ansiedad.

Tapia (2001) describió que entre los efectos adversos del consumo de cigarrillos van desde daños irreversibles en la salud de los consumidores como son las neoplasias en diversos órganos, enfermedad isquémica del corazón, bronquitis crónicas y enfisema pulmonar. El consumo de cigarrillos es considerado como uno de los factores más importantes de riesgo de muertes y enfermedades prevenibles en el mundo (Samaniego et al., 2004), así como también constituye un gasto público enorme para la atención de personas afectadas por el mismo.

Las sustancias que se producen durante la combustión del cigarrillo pueden modificar algunas funciones celulares, ya sea por acción tóxica o su actividad farmacológica, induciendo la hipersensibilidad a los componentes inmunogénicos del tabaco o bien por la combinación de estos fenómenos. Entre algunos de los efectos genotóxicos inducidos por el tabaquismo se encuentran principalmente trastornos cromosómicos, mutagénesis, desechos del metabolismo del tabaco en orina, cambios en la producción y reparación del ácido desoxirribonucleico (ADN), actividad de la arilhidrocarbón-hidrolasa (enzima relacionada con la formación de sustancias cancerígenas), alteraciones morfológicas y funcionales de espermatozoides, teratogénesis y carcinogénesis (Muñoz et al., 2007).

Muñoz et al. (2007) refirieren que entre fumadores se ha encontrado una mayor frecuencia de infecciones gingivales, así como reducción de los niveles de vitamina C en la sangre. Lo anterior es relevante ya que la vitamina C interviene en diversas funciones del organismo como la absorción del hierro, tolerancia al frío, cicatrización de heridas, síntesis de polisacáridos, colágeno, formación de cartílago, hueso y dentina, mantiene las membranas, tejido conectivo y los esteroides de las glándulas endocrinas, controla las hemorragias, protege los tejidos de las radiaciones ionizantes, interfiere en la formación de nitrosaminas en el estómago.

Samaniego et al. (2004) consideran que los fumadores deprimidos son los que desarrollan mayor dependencia a la nicotina y reportan que utilizan más el cigarrillo para controlar sus estados de ánimo. Así mismo (Urdapilleta et al., 2010), el consumo de cigarrillos es mayor en pacientes deprimidos que en los emocionalmente estables, lo que indica que los cigarrillos son utilizados como automedicación en síntomas de ansiedad y depresión.

Según Urdapilleta et al. (2010), la nicotina es el principal componente del cigarrillo, siendo responsable de su carácter adictivo, los fumadores regulan las concentraciones en sangre ajustando la frecuencia e intensidad del consumo de cigarrillos tanto para obtener los efectos psicoactivos deseados como para evitar la supresión.

2.2.6. Mecanismos de acción de la nicotina

La Organización Mundial de la Salud (2004) plantea que la nicotina a nivel celular se liga a los receptores nicotínicos de acetilcolina, causando que la conformación en reposo de las subunidades cambie a la conformación abierta permitiendo el flujo de iones de sodio, originando la despolarización de la célula. Los receptores nicotínicos en el cerebro están situados en las terminales presinápticas principalmente y regulan la liberación de neurotrasmisores.

La nicotina promueve la síntesis de dopamina, al incrementar la expresión de tirosina hidroxilasa y la liberación mediante la activación de AchRs somatodendríticos en las rutas dopaminérgicas nigroestriada y mesolímbica, esta incrementa la producción de dopamina en el núcleo Accumbens y estimula la transmisión de dopamina en zonas cerebrales específicas, en particular en la envoltura del núcleo Accumbens y en zonas de la amígdala extendida, lo que se ha asociado con la dependencia a la mayoría de las drogas.

Por consiguiente, la nicotina depende de la dopamina para sus efectos más resaltantes sobre la conducta por sus propiedades de refuerzo; posiblemente ésta sea la base de la capacidad para producir dependencia del tabaco. Sin embargo, otros sistemas neuronales relacionados con la dependencia de sustancias, como los sistemas opioide, glutamato, serotonina y glucocorticoide, pueden también estar modulados por la nicotina y ser trascendentes en aspectos específicos de la dependencia de sustancias.

Los efectos de la nicotina sobre la conducta siendo esta un agonista de los receptores nicotínicos del sistema nervioso colinérgico, en dosis agudas puede causar alteraciones en el estado de ánimo, aunque los que consumen a diario son menos sensibles a estos efectos, produciendo efectos psicoactivos relacionados con las dosis (Organización Mundial de la Salud, 2004).

El uso de la nicotina puede tener efectos diferentes en las funciones corporales actuando como un estimulante y depresor en su cuerpo. Se pueden notar diferentes características como disminución del apetito, alivio de depresiones menores y sensación de bienestar, eleva los niveles de glicemia, aumenta la producción de insulina así como incrementa la actividad intestinal, flujo salival, aumento de la frecuencia cardiaca alrededor de 10 a 20 latidos por minuto, puede causar sudoración, diarrea y nauseas, estimula la memoria y vigilia (Adán, 1993).

Al entrar en el torrente sanguíneo, la nicotina inmediatamente estimula las glándulas suprarrenales para liberar la hormona epinefrina (adrenalina). Epinephrine stimulates the central nervous system and increases blood pressure, respiration, and heart rate. La epinefrina estimula el sistema nervioso central (SNC) y aumenta la presión sanguínea a como también la respiración y frecuencia cardíaca. La glucosa es liberada en la sangre mientras que la nicotina suprime la insulina en el páncreas, lo que origina que los consumidores de cigarrillo tengan niveles elevados de glicemia, como bien lo señala National Institute on Drug Abuse (NIDA, 2010).

2.2.7. Uso, abuso y dependencia de la nicotina

La dependencia al cigarro puede estar ligada a diferentes factores determinantes, como lo son el uso, abuso y dependencia de la nicotina.

Según Ávila et al. (2003), el uso es el momento en que el individuo realiza el acto de darse permiso para usar la primera dosis de la sustancia psicotrópica elegida. En ocasiones esta acción se realiza para estar a la moda, para experimentar, por presión del grupo de referencia y también, para imitar patrones locales y foráneos. Si el uso se mantiene en forma sutil o manifiesta, el consumidor pasa a la etapa del abuso.

El abuso consiste en un patrón desadaptativo de consumo de sustancias, manifestado por consecuencias adversas significativas y recurrentes relacionadas con el consumo repetitivo de sustancias. Puede darse el incumplimiento de obligaciones importantes, consumo repetido en situaciones en que hacerlo es físicamente peligroso, problemas legales múltiples y problemas sociales e interpersonales recurrentes (Ávila et al., 2003).

El consumo de cigarrillo conlleva a dos diferentes tipos de dependencia como es la dependencia física y la psicológica asociándose con fenómenos de tolerancia y hábitos (Tapia, 2001). La nicotina siendo un alcaloide líquido y oleaginoso estimula y seda el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP) creando dependencia física y tolerancia. La dependencia psicológica está relacionada al hábito. Este se puede entender como un acto condicionado entre una secuencia estímulo-respuesta y un reforzador. El hábito de fumar es muy difícil de eliminar ya que pueden existir infinidades de estímulos al que puede estar asociado su consumo, siendo muchas veces más difícil eliminar la dependencia psicológica que la dependencia física.

Según Aldrete (2001) existen diferentes niveles de consumo:

- Nivel experimental: usuarios que toman la droga con un propósito específico en una situación pasajera; generalmente este tipo de consumo no provoca dependencia física ni psicológica y cesa cuando desaparece la situación que lo originó.
- Nivel Social ocasional: usuarios que consumen droga en compañía de grupos con el objetivo de facilitar la integración e interacción social. En este nivel hay dependencia psíquica y pueden aparecer indicios de dependencia física menor. Es decir, se puede o no empezar a manifestar síndromes de tolerancia y/o de abstinencia.
- Nivel funcional: Son aquellos usuarios que necesitan usar la droga para tener un adecuado funcionamiento dentro de la sociedad, en este nivel existe dependencia tanto física como psicológica.
- Nivel disfuncional: Son usuarios que por su deterioro físico o psíquico generado por este nivel de dependencia, han dejado de funcionar en la gran mayoría o en la totalidad de las diferentes áreas de su vida, requieren de tratamiento médico y terapéutico así como de cuidado.

2.2.8. Criterios diagnósticos para la dependencia de nicotina

La Clasificación Internacional de Enfermedades CIE-10 (Organización Mundial de la Salud, 1999), tiene criterios para determinar la dependencia a la nicotina como es la tolerancia y la abstinencia. La tolerancia se caracteriza por el aumento de frecuencia y dosis de nicotina de la que consumían inicialmente; mientras que si se interrumpe el consumo de nicotina se manifiesta el síndrome de abstinencia. También se conoce que las personas dependientes a la nicotina invierten gran cantidad de tiempo en el consumo de la droga y los mismos pueden dejar de asistir a actividades sociales, laborales y recreativas en lugares donde esté prohibido fumar cigarrillo. Incluso a pesar de conocer los problemas médicos que acarrea el consumir cigarrillo al padecer de una enfermedad médica relacionada con el consumo de tabaco como enfermedades respiratorias el sujeto continua fumando.

2.2.9. Factores de riesgo para desarrollar dependencia a la nicotina

Existen factores de riesgo en el entorno como lo son la clase social, cultural, grado educativo; grupos de riesgo ocupacional y factores de riesgo individuales como predisposición genética, maltrato infantil y trastornos de personalidad. También se deben tomar en cuenta las normas culturales así como también, las opiniones sobre el uso de la sustancias, es decir, aceptación social, tolerancia, estigma, las políticas nacionales y regionales (Organización Mundial de la Salud, 2004).

Es por ello importante que en la investigación se conceptualicen los rasgos de la ansiedad, entendiéndose por rasgo de ansiedad una característica de personalidad o tendencia a reaccionar de forma ansiosa con independencia de la situación. En cambio, el estado de ansiedad, es un estado emocional transitorio y fluctuante, determinado por circunstancias ambientales como bien afirman Cattell y Sheier (1961, citados en Esser et al., 2005). En todo individuo existen rasgos de ansiedad que se circunscriben a esferas bien diferenciadas; la ansiedad-rasgo, es la que es subyacente al propio individuo y que apenas es modificable por situaciones externas a él mismo, mientras la ansiedad-estado se expresa ante la exposición a determinadas situaciones medio-ambientales, afectivas, económicas, sociales o de estabilidad familiar o individual según Spielberger, Pollans y Wonden (1982, citados en Esser et al., 2005).

Cuando las manifestaciones de ansiedad son inherentes a la ansiedad-estado, pueden evolucionar de forma más o menos leve o de manera intensa dependiendo de la situación que haya sido el desencadenante, además de la estructura propia del sujeto en cuanto a sus niveles de ansiedad estado. El individuo posee su perfil permanente en cuanto a lo que son sus características individuales de afrontar la ansiedad (ansiedad-rasgo). Luego a ello se suma la forma como se vive la ansiedad propiciada por situaciones externas propias de la vida cotidiana o de momentos especialmente cruciales en la vida del sujeto (ansiedad-estado) y que en la conjugación de ambas se desencadenarán estados ansiosos que conlleven a estados afectivos positivos o negativos, que se manifiestan en la conducta humana y que ejercen una influencia de resolución o conflicto en las diversas actividades que se realizan (Esser et al., 2005).

2.2.10. Tolerancia y abstinencia

Tomando en cuenta la definición de la Organización Mundial de la Salud, la droga es toda sustancia que introducida en un organismo vivo por cualquier vía (inhalación, ingestión, intramuscular, endovenosa). Actúa en el sistema nervioso central, provocando una alteración física o psicológica, capaz de cambiar el comportamiento de la persona, y que posee la capacidad de generar dependencia y tolerancia en sus consumidores.

La tolerancia es considerada por Sánchez (1991) como la adaptación, caracterizándose por la disminución de respuestas a la misma cantidad de droga o por la necesidad de aumentar la dosis para provocar el mismo grado de efecto farmacodinámico. Después de la exposición a la droga se requieren mayores cantidades y niveles de la misma para conseguir una determinada respuesta.

Betancourt (2002) expresa que la disminución del efecto de una misma cantidad de droga tras repetidas administraciones aumenta la necesidad de incrementar la cantidad de droga para obtener el mismo efecto inicial.

La tolerancia produce cambios en el consumo de drogas con el fin de obtener los efectos esperados, incrementando la dosis y aumentando la frecuencia del consumo (Cami, Mcgeary y Swift, 2003), mientras que la abstinencia consiste en un cambio conductual de adaptación, con concomitantes fisiológicos y cognitivos que sucede cuando se reduce las concentraciones de una sustancia en la sangre o tejidos en un individuo que ha mantenido un uso intenso y prolongado de la sustancia (Organización Mundial de la Salud, 2004).

La abstinencia según la Clasificación Internacional de Enfermedades CIE-10 (Organización Mundial de la Salud, 1999), es considerada como un conjunto de síntomas que se agrupan según modos y niveles de gravedad diferentes que se presentan cuando hay una abstinencia absoluta o relativa de una determinada sustancia, tras un consumo reiterado, generalmente durante largo plazo o a dosis elevadas. El comienzo y la evolución del estado de abstinencia están limitados en el tiempo y están relacionados con el tipo de la sustancia y la dosis consumida inmediatamente antes de la abstinencia.

La Organización Mundial de la Salud (2004) sostiene que la exposición a la nicotina crea un alto grado de tolerancia, que puede estar mediado por varios mecanismos. Entre estos se encuentran los componentes agudos y de largo plazo. La tolerancia a algunos efectos puede relacionarse con la ayuda de receptores de nicotina en el SNC, aunque existen factores genéticos que también intervienen en los efectos de la nicotina, incluyendo el desarrollo de la tolerancia. Durante el curso del día se desarrolla rápidamente la tolerancia a los efectos subjetivos de la nicotina. Los fumadores, en general, consideran que el primer cigarrillo de la mañana es el más placentero, lo que puede deberse a la tolerancia o al alivio de la abstinencia desarrollada durante la noche. La pérdida de sensibilidad de los receptores puede explicar algunos de los efectos conductuales de la nicotina, la tolerancia aguda o crónica y la recaída.

La abstinencia de fumar puede verse acompañada por síntomas como irritabilidad, hostilidad, ansiedad, estado de ánimo deprimido, disminución del ritmo cardiaco y aumento del apetito. El ansia de fumar se relaciona con bajos niveles de nicotina en la sangre, lo que indica que el fumar permite mantener cierta concentración de nicotina en la sangre, con el fin de evitar los síntomas de la abstinencia. En consecuencia, la continuidad del uso de tabaco podría explicarse por los reforzamientos positivos y negativos de la nicotina (Adán, 1993).

Los signos y síntomas de la abstinencia del tabaco, incluyendo los efectos de actividad eléctrica en el cerebro, rendimiento cognitivo, ansiedad y respuesta a estímulos de estrés, aumento de peso, somnolencia, los cuales pueden mitigarse en gran medida mediante la administración de nicotina pura en varias formas como en chicles, parches, administración nasal (Organización Mundial de la Salud, 2004).

2.2.11. El afrontamiento como proceso

Belloch et al. (1995) expresan que el afrontamiento son todos los esfuerzos conscientes cognitivos y conductuales que hace el individuo para manejar las demandas externas o internas que atentan contra su integridad (manejar el estrés). El afrontamiento está determinado tanto por la situación como por la persona (rasgo), es decir, se debe a la interacción de ambos factores y es un proceso que implica los siguientes principios:

1. El término de afrontamiento se emplea sin valorar que el proceso sea adaptativo o no, eficaz o ineficaz. Por lo tanto, debe separarse de los resultados. Ello depende de múltiples factores como por ejemplo la persona, el tipo específico de encuentro (relación entre la persona y el estresor).

2. El afrontamiento depende del contexto, el proceso de afrontamiento empleado para diferentes amenazas, producido por alguna fuente generadora de estrés psicológico, el cual varía en función de la significación adaptativa y los requerimientos de otras amenazas.

3. Unas estrategias de afrontamiento son más estables o consistentes que otras a través de las situaciones estresantes.

4. La teoría de afrontamiento como proceso enfatiza que al menos existen dos funciones principales del afrontamiento. Una focalizada en el problema y otra en la emoción. La focalizada en el problema es cambiar la relación ambiente-persona actuando sobre el ambiente o sobre sí misma. Se trata de manejar o alterar la fuente generadora de estrés. Mientras que la focalizada en la emoción es cambiar el modo en que se trata o interpreta lo que está ocurriendo para mitigar el estrés. Se trata de regular la respuesta emocional del estrés cambiando el significado relacional de lo que está sucediendo para reducir el estrés y la emoción. Ambas formas de afrontamientos pueden en la práctica facilitarse mutuamente. Por ejemplo, un afrontamiento focalizado en el problema puede llevar a la reducción de la respuesta emocional y viceversa.

El afrontamiento depende de la evaluación respecto a que pueda o no hacerse algo para cambiar la situación. Si la valoración dice que puede hacerse algo (que la condición estresante puede ser controlable por la acción), predomina el afrontamiento focalizado en el problema. Si la valoración dice que no puede hacerse nada, entonces predomina el afrontamiento focalizado en la emoción.

Wills y Hirky (1996, citado en Chau, 1999) asumen que una persona puede incrementar el riesgo del uso de sustancias debido a factores de temperamento (alto nivel de actividad), factores sociales (un ambiente con pocos modelos adaptativos de habilidades de afrontamiento), o factores estresantes (muchos eventos de vida negativos). Estos factores antecedentes incrementan la vulnerabilidad debido a que elevan el malestar (estrés) subjetivo. Reducen el reforzamiento del ambiente social y hacen que el uso de sustancias se perciba como más atractivo.

Las estrategias de afrontamiento al estrés juegan un rol importante en aquellos sujetos que consumen regularmente tabaco en varias formas:

a) El uso es consciente o puede ser una parte integral de las respuestas de afrontamiento diseñadas para evitar, rechazar u olvidar el estresor.

b) El uso tendrá mayor valor reforzante para personas que carecen de otros métodos para afrontar el estrés que para aquellos que manejan un amplio rango de conductas de afrontamiento (Conger y Whitbeck, 1998 citado en Chau, 1999).

Chau (1999) al mismo tiempo agrega que en los últimos años se han sugerido estilos de afrontamiento-respuesta a los eventos externos estresantes que la persona elabora en forma abierta o encubierta ante el cigarrillo, presentándose 4 posiciones básicas acerca de las funciones del afrontamiento en el uso de sustancias, derivadas del conocimiento de los efectos fisiológicos de su uso y de los estudios de los motivos percibidos para usar tabaco. Las estrategias de afrontamiento incluyendo el rechazo, evitación y distracción son métodos frecuentes efectivos para tratar con las situaciones estresantes como bien lo expresan Pandina, Johnson y Labovie (1992, citado en Chau, 1999).

En la teoría tradicional algunos autores afirman que los individuos tienen expectativas sobre la probable efectividad de las respuestas de afrontamiento en su repertorio de conductas y que el modelo predice que ambos tipos de afrontamientos (centrado en el problema y en la emoción) son protectores, pues el afrontamiento centrado en el problema, en el caso del uso de sustancias psicoactivas, reduce el nivel de problemas que podría crear el estrés y el centrado en la emoción reduce el nivel de malestar (estrés) emocional interno (Lazarus, 1991; Folkman, 1986 citados en Chau, 1999). En los modelos de aproximación evitación la principal distinción es entre las respuestas que involucran inversión de esfuerzo al tratar con el problema versus respuestas en las cuales la persona no invierte esfuerzos (Carver et al., 1989; Endler y Parker, 1990 citados en Chau, 1999). Respuestas tales como afrontamiento focalizado en el problema (también llamado conductual o acción directa), afrontamiento cognitivo (también llamado evaluación) y afrontamiento social (búsqueda de soporte social), son todos agrupados bajo el modelo afrontamiento de aproximación, debido a que ellos involucran inversión activa de esfuerzo en el proceso de afrontamiento, siendo este tipo de afrontamiento más adaptativo que los evitativos.

En contraste, se encuentra el afrontamiento evitativo que incluye respuestas tales como distracción, abandono, desentendimiento mental y conductual, enfocar y liberar emociones. En algunos estudios el uso de drogas y medicación esta explícitamente incluido en esta categoría, debido a que se agrupan empíricamente con otros mecanismos evitativos (Rohde et al., 1990 citados en Chau, 1999).

CAPÍTULO III MARCO METODOLÓGICO

3.1. Tipo de investigación

Es una investigación descriptiva, correlacional, trasversal y de campo, en la que se relacionaron los niveles de ansiedad y el consumo de cigarrillo en los estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes.

3.2. Diseño de investigación

La presente investigación utilizó un diseño de campo, los instrumentos se aplicaron directamente a los estudiantes en la Facultad de Odontología de la Universidad de Los Andes, en un mismo momento y sin manipulación de las variables de acuerdo a los criterios de Arias (2006).

3.3. Población y muestra

La información aportada por la Oficina de Registros Estudiantiles (ORE) de la Facultad de Odontología, mostraron que la población está constituida por 604 estudiantes de primero a cuarto año de la Carrera de Odontología de la Universidad de Los Andes, Mérida, Estado Mérida , del periodo lectivo U-2009 (véase anexo Nº 1), sin distinción en cuanto a género, raza o edad, puesto que es en ellos donde se pueden estudiar las variables en cuestión.

La muestra está constituida por 95 estudiantes de primero a cuarto año de la Facultad de Odontología de La Universidad de Los Andes. La distribución de la muestra por año fue la siguiente, 1 er Año 30; 2do. Año 25; 3er Año 20 y de 4to. Año se tomaron 20 estudiantes.

3.3.1. Muestreo

El diseño utilizado para el cálculo del tamaño de la muestra fue el Muestreo Aleatorio Simple para estimación de proporciones. Éste cálculo se realizó asumiendo el criterio de máxima varianza (p=0,5), un nivel de confianza del 95% (α=0,05), y un error de 0,1. El número de estudiantes obtenido fue distribuido proporcionalmente en cada uno de los años en estudio.

3.4. Instrumentos de recolección de los datos

Los instrumentos utilizados en este estudio son: el Test de Fagerström para la Dependencia a la Nicotina (TFDN) compuesto por 6 ítems y la Escala para la Ansiedad de Hamilton compuesto por 14 ítems de manera auto administrada.

3 .4.1. Escala de Ansiedad de Hamilton se trata de una escala de 14 ítems, 13 referentes a signos y síntomas ansiosos y el último que valora el comportamiento durante la aplicación del cuestionario. Debe tenerse en cuenta tanto la intensidad como la frecuencia del mismo. Cada ítem se valora en una escala de 0 a 4 puntos (véase anexo 2). El rango va de 0 a 56 puntos. Se pueden obtener, además, dos puntuaciones que corresponden a ansiedad psíquica (ítems 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 14) y a ansiedad somática (ítems 7, 8, 9, 10, 11, 12 y 13).

Fiabilidad: muestra una buena consistencia interna (alfa de Cronbach de 0,79 a 0,86). (r = 0,74 - 0,96). Posee excelentes valores test-retest tras un día y tras una semana (r = 0,96) y aceptable estabilidad después de un año (r = 0,64).

V alidez: es concurrente con otras escalas que valoran ansiedad, como The Global Rating of Anxiety by Covi (r = 0,63 – 0,75) y con el Inventario de Ansiedad de Beck (r = 0,56). Distingue adecuadamente entre pacientes con ansiedad y controles sanos (puntuaciones medias respectivas de 18,9 y 2,4). Posee un alto grado de correlación con la Escala de Depresión de Hamilton (r = 0,62 – 0,73), no requiere de entrenamiento previo para su aplicación y es de libre uso en psiquiatría.

Descripción de las variables de la Escala de Ansiedad de Hamilton

1er ítem: evalúa las condiciones ansiosas a partir de síntomas psíquicos como los estados emocionales de inquietud o incomodidad, aprensión o miedo, irritabilidad, posibilidad de calamidades.

2do ítem: se evalúan síntomas de tensión a partir de emociones psíquicas como sensación de nerviosismo, fatiga, llanto fácil, temblores, incapacidad de estar quieto y de esperar, así como reacciones de sobresalto.

3er ítem: aquí se determinan las emociones de temor con síntomas psíquicos ante la oscuridad, soledad, animales, circulación, a las aglomeraciones o multitud, o a lo desconocido.

4to ítem: este ítem estima los síntomas de insomnio a partir de síntomas psíquicos como las emociones experimentadas ante las dificultades para la conciliación del sueño, cuando se tiene un sueño no satisfactorio, interrumpido, difícil de conciliar, con cansancio al despertar o ante las pesadillas y los terrores nocturnos.

5to ítem: con este ítem se valoran las funciones intelectuales a partir de síntomas psíquicos como las dificultades de concentración y la falta de memoria.

6 to ítem: este ítem permite evaluar los estados de ánimo depresivo a partir de síntomas psíquicos como la pérdida de interés, respuestas emocionales como no disfrutar del tiempo libre, trastorno del estado de ánimo (depresión), el no poder dormir y los cambios de ánimo a lo largo del día.

7mo ítem: con este ítem percibe una serie de síntomas corporales que se producen automáticamente como los dolores, rigidez y sacudidas musculares, así como también el rechinar de dientes y la voz quebrada.

8vo ítem: con este ítem se logra la estimación de síntomas ansiosos somáticos generales a partir de las experiencias físicas que siente la persona, como zumbido de oídos, visión borrosa, oleadas de calor o frio, sensación de debilidad, sensación de parestesia o adormecimiento de alguna parte del cuerpo caracterizada por pinchazos u hormigueos.

9no ítem: valora síntomas físicos de la ansiedad a nivel cardiovascular como el incremento de la frecuencia cardiaca (taquicardia), palpitaciones o ritmo cardiaco anormal (arritmia), dolor torácico, sensación pulsátil en vasos, sensación de baja presión o desmayos y la extrasístole o contracción ventricular prematura como producto de un latido adelantado respecto a la frecuencia cardíaca normal del individuo.

10mo ítem: explora síntomas somáticos pero a nivel respiratorio a partir de manifestaciones físicas como la sensación de presión en el pecho que se corresponde al área del corazón (constricción precordial), sensación de ahogo o falta de aire, suspiros y la disnea o dificultad para respirar.

11vo ítem: determina la intensidad de síntomas somáticos a nivel gastrointestinal ante las dificultades para evacuar, los gases, la indigestión, como los dolores antes o después de comer, ardor, hinchazón abdominal, las náuseas, vómitos, contracción o estrechamiento de regiones del abdomen, cólicos, contracción involuntaria de los músculos del abdomen, diarrea, pérdida de peso y el estreñimiento.

12vo ítem: obtiene hallazgos ansiosos a nivel genitourinarios evaluados a partir de síntomas físicos como frecuentes y urgentes ganas de orinar, la falta del periodo menstrual, la hemorragia genital, frigidez, eyaculación precoz, la impotencia y la ausencia de erección.

13vo ítem: determina síntomas y signos físicos que origina el sistema nervioso autónomo como presentar la boca seca, enrojecimiento, palidez, tendencia a la sudoración, sensaciones de falta de equilibrio y cefaleas.

14vo ítem: con este último ítem se valora la conducta de la persona en el trascurso del desarrollo del test a partir de su estado psíquico y la apreciación de estados como la tendencia a la falta o pérdida de ánimo, agitación o aumento de la tensión e irritabilidad, como por ejemplo, tener las manos inquietas, jugar con los dedos, cerrar los puños, tics, apretar el pañuelo en las manos y otros estados emocionales incómodos de impaciencia e inquietud.

3.4.2. Test de Fagerström

Es un test autoadministrado de 6 ítems que permitió conocer la dependencia a la nicotínica (véase anexo Nº 3). Los ítems se contestan de dos modos diferentes: 4 de ellos son de respuesta dicotómica (si o no) y los otros 2 se responden según una escala tipo Likert de 4 puntos (0 a 3 puntos).

Fiabilidad: tiene una consistencia interna de 0.56-0.66 y confiabilidad de test re-test de 0.88.

Validez: guarda relación con algunas medidas de consumo 0.25-0.40 y con años de fumador con un 0.52, siendo útil para medir la severidad de la dependencia.

La puntuación oscila entre 0 y 10 y a mayor puntuación indica mayor grado de dependencia. Se considera una alta dependencia a la nicotina si los resultados arrojan valores mayores a 6 puntos, entre 5 y 6 será una dependencia media y valores menores a 5 será una dependencia baja (Becona y Vázquez, 1998).

Descripción del test de Fagerström

Este test cuenta con 6 ítems para medir la severidad de la dependencia física que el fumador tiene por la nicotina:

1er ítem: este ítem mide la dependencia de la nicotina a partir de una pregunta que busca conocer el tiempo (minutos) que trascurre entre el momento de levantarse y fumar el primer cigarrillo. Ésta puede ser respondida por múltiples opciones o escalas expresadas en función al tiempo, como son: 5 ó menos, de 6 a 30, de 31 a 60 y más de 60, cada una de las cuales con una puntuación específica para poder medir la severidad de la dependencia.

2do ítem: describe la dificultad que tiene la persona para abstenerse de fumar en lugares donde está prohibido, como por ejemplo cines, hospitales, metro, entre otros. La cual puede ser respondida por respuestas dicotómicas sí o no, cada una de estas con una puntuación específica.

3er ítem: mide el nivel de dependencia a partir de una pregunta indagando sobre cuál es el cigarrillo que más necesita la persona, pudiendo ser respondida dicotómicamente por dos respuestas, la primera opción dice el primero de la mañana y la otra que dice otros. Respuestas estas, que también cuentan con una puntuación específica para medir la severidad de la dependencia a la nicotina.

4to ítem: determina el grado de dependencia a partir de una pregunta sencilla en relación a la cantidad de cigarrillos que fuma la persona al día, la cual también cuenta con múltiples opciones como respuestas. Tales como menos de 10, entre 11 y 20, entre 21 y 30 y más de 31.

5to ítem: en este quinto ítem a partir de una pregunta enmarcada en función al momento, se establece si la persona fuma más durante las primeras horas de la mañana que durante el resto del día, el cual se responde de modo dicotómico con un sí o no. Teniendo cada una de ellas una puntuación específica también.

6to ítem: este último ítem cuenta con una pregunta que según la condición de salud de la persona, evalúa si ésta fuma aunque esté tan enfermo como para estar en la cama, pudiendo ser respondida dicotómicamente por un sí o no. Existiendo un valor específico para cada una de esas respuestas que ayudan en conjunto a la sumatoria de los valores de las anteriores respuestas, a dar a conocer el grado de dependencia que presenta el encuestado.

3.5. Procesamiento de datos

El procesamiento de datos se desarrolló en tres fases:

1era. Se efectuó con la búsqueda de información, la revisión de estudios previos y teorías que sustentan la investigación y el material bibliográfico y hemerográfico referente al tema de objeto de estudio.

2da. Se realizó con la aplicación de los instrumento de recolección de datos, una vez que se obtuvo la información se procedió a clasificar las variables, se codificaron para luego representarlas en cuadros estadísticos para sus respectivos resultados.

3era. Se procedió a la elaboración de conclusiones y recomendaciones de acuerdo a los resultados obtenidos.

3.6. Análisis estadístico de los datos

Los datos fueron procesados por la estudiante de Estadística Marhysol Márquez en Enero de 2011, el análisis estadístico se realizó mediante estadística descriptiva, correlacionando los niveles de ansiedad con la dependencia al consumo de cigarrillo por medio de la prueba de chi-cuadrado para el cual se utilizó el paquete estadístico SPSS versión 15.0 para Windows. Para las tablas de frecuencia y gráficos se utilizó Microsoft Excel 2007.

3.7. Aspectos éticos

Se les dio información verbal y escrita a los estudiantes sobre el alcance y propósito de la investigación, así como la aprobación y consentimiento informado de los mismos para participar en la investigación con fines netamente investigativos y académicos (véase anexo Nº 4). Los datos de los estudiantes fueron archivados y no son de uso público. Así como al momento de la aplicación de los cuestionarios no se ejecutaron procedimientos que interfirieran con las respuestas aportadas por los participantes.

CAPÍTULO IV RESULTADOS[1]

Después de haber aplicado los cuestionarios a los estudiantes seleccionados de 1ero a 4to año de la Facultad de Odontología de la ULA, se procedió a efectuar el análisis estadístico de los resultados a través de estadística descriptiva, en tablas de contingencia de pruebas de chi-cuadrado, frecuencia y gráficos las cuales facilita la interpretación de resultados.

Tabla 1. Proporción de estudiantes consumidores de cigarrillo o no por Edad y Sexo

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Fuente: elaboración propia.

El porcentaje de hombres consumidores de cigarrillo, es mayor que el de mujeres. De las 75 mujeres 13 refirieron consumir cigarrillo, mientras que de los 20 hombres 9 son fumadores activos de cigarrillo.

A continuación las tablas 2 y 3 muestran la proporción niveles de ansiedad manejados por los 95 estudiantes de la Facultad de Odontología de la Universidad de Los Andes.

Tabla 2. Niveles de ansiedad presente en los estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes.

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Fuente: elaboración propia.

De los 95 estudiantes 22 refirieron ser consumidores de cigarrillo, mientras 73 indicaron no fumar, el cual nos dio una proporción de 23% de estudiantes fumadores y de 77% no fumadores.

Tomando en cuenta los estudiantes fumadores se determinó, que el 73% de los mismos presentaron una dependencia baja a la nicotina, mientras que en un 27% ésta dependencia es moderada.

Gráfico 1. Estudiantes de Odontología consumidores de cigarrillo por año cursante

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Fuente: elaboración propia.

El gráfico 2 muestra los niveles de consumo de cigarrillo en estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes. El cual permite observar que los niveles de consumo de cigarrillo son similares en todos los años.

A continuación se presenta la tabla 4, una tabla de doble entrada que busca analizar al mismo tiempo el año cursante de los estudiantes de Odontología y la prevalencia o no del consumo de cigarrillo. Los resultados muestran la proporción de estudiantes que consumen o no cigarrillo en el año lectivo U-2009.

Tabla 4. Relación de estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes consumidores de cigarrillo por año académico lectivo U-2009 .

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Fuente: elaboración propia.

El siguiente test chi-cuadrado, tiene como objetivo determinar si existe relación entre el año cursante de la Carrera Odontología y el estudiante consumidor o no de cigarrillo.

H0: el año en la Carrera del estudiante de Odontología y el fumar cigarrillo son independientes.

H1: el año en la Carrera de los estudiantes de Odontología y el fumar cigarrillo no son independientes.

Tabla 5.Prueba relación año que cursa con el consumo cigarrillo.

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Fuente: elaboración propia.

Fijando , el valor crítico es .

Como el , entonces “No existe asociación significativa entre el año en la carrera de los estudiantes de Odontología y el fumar cigarrillo ”. Es decir, el año cursante en Odontología no depende del hecho que el estudiante fume o no fume cigarrillo.

Gráfico 2. Comparación de los niveles de ansiedad en los estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes consumidores o no de cigarrillo

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Fuente: elaboración propia

El gráfico 2. Permite determinar la proporción de estudiantes que consumen cigarrillo o no y los niveles de ansiedad que presentan, se puede observar que los estudiantes consumidores de cigarrillo presentan algún nivel de ansiedad, mientras que los no consumidores tienen ausencia de cualquier tipo de ansiedad.

La tabla 6, muestra la proporción de estudiantes que fuman cigarrillo o no y el nivel de ansiedad que manejan los mismos. Es importante destacar que en la siguiente tabla todas las personas que consumen cigarrillo presentaron algún nivel de ansiedad. El nivel de ansiedad manejado por los estudiantes no fumadores.

Tabla 6. Porcentaje de estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes que presentan ansiedad y su relación con el consumo de cigarrillo

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Fuente: elaboración propia.

Para determinar si el nivel de ansiedad en los estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes está relacionado con el hecho de ser un fumador de cigarrillo activo o no, se realizó la siguiente prueba de independencia chi-cuadrado.

H0: el nivel de ansiedad de los estudiantes de Odontología y el fumar son independientes.

H1: el nivel de ansiedad de los estudiantes de Odontología y el fumar no son independientes.

Tabla 7. Relación de ansiedad con el consumo de cigarrillo

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Fuente: elaboración propia.

Fijando , el valor crítico es .

Como el , entonces “Existe asociación significativa entre el nivel de ansiedad de los estudiantes de Odontología y el consumo de cigarrillo )”. Es decir que sí existe relación entre el hecho de ser fumador activo y presentar algún grado de ansiedad.

CAPÍTULO V DISCUSIÓN

En este capítulo se discuten los resultados del estudio, comparándolas con otras investigaciones relacionadas con el tema.

Los resultados de esta investigación permiten afirmar que existe relación entre el nivel de ansiedad de los estudiantes de Odontología y el consumo de cigarrillo.

Los niveles de ansiedad elevados llevan al deterioro psíquico y físico, causando enfermedades y puede agravarse aún más por el consumo de sustancias psicotrópicas iniciándose con el consumo de cigarrillo y alcohol.

La Facultad de Odontología de la Universidad de Los Andes se sumó a esta problemática, puesto que los estudiantes son sometidos a situaciones altamente estresantes en sus exigencias académicas, sobre todo cuando es necesario cumplir con records de pacientes, especialmente en tercero y cuarto año, así como, durante fechas de exámenes, generando altos niveles de ansiedad en los mismos.

En relación a los niveles de ansiedad en estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes los resultados expresan que existe un nivel de ansiedad mayor en los estudiantes del cuarto año de la carrera, seguido por primer y segundo año respectivamente, mientras que los niveles de ansiedad menor son elevados en primero y tercer año. Sólo el 16% de los estudiantes no presentaron ningún tipo de ansiedad.

Los resultados de esta investigación son similares a los de Esser et al. (2005) quienes encontraron niveles significativos de ansiedad en estudiantes de Odontología de 1ero y 4to año, y contrastan con los resultados obtenidos por Carrasquero y Hernández (2009) que hallaron niveles bajos de ansiedad rasgo y estado, debido a que utilizaron otros instrumentos y midieron diferentes variables a las de esta investigación, así como también difiere el momento de la recolección de datos, pues en este estudio se recolecto a finales del año lectivo U-2009.

Samaniego et al. (2004), Campo et al. (2007) y Mae et al. (2009) concuerdan con esta investigación, encontraron que existe una relación entre el hecho de consumir cigarrillo y presentar niveles de ansiedad, debido a que los fumadores presentaban mayor ansiedad que las personas no fumadoras.

Debido a que los estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes presentaron en gran proporción niveles de ansiedad, están predispuestos al poli-consumo como mecanismo de afrontamiento inadecuado ante la misma.

Comparando los resultados de esta investigación difiere con las de Prat et al. (1994), Samaniego et al. (2004), Reynales et al. (2007) y Muñoz et al. (2007) determinaron una prevalencia de fumadores mayores al 40% de la población en estudio, siendo estos estudiantes de ciencias médicas y población de una comunidad de provincia en Argentina, de nuestros resultados, ya que, en la Facultad de Odontología de la Universidad de Los Andes, la población en estudio determinó que el 23% son fumadores activos de cigarrillo con baja dependencia a la nicotina.

El consumo de cigarrillo entre estudiantes de Odontología es menor a la cuarta parte de la población de la Facultad, debido a que el odontólogo es promotor de salud y puede influir directamente en la educación para la prevención antitabáquica. Además conocen claramente los efectos nocivos del cigarrillo para la salud y cavidad oral. Aun así la dependencia a la nicotina en la mayoría de los estudiantes fumadores es una dependencia menor, mientras que el año en curso no está relacionado con el consumo de cigarrillo.

CONCLUSIONES

El funcionamiento mental depende de varios factores, como los hechos vivenciales, los estímulos ambientales, el contexto social, entre otros que dependiendo de las características de cada uno de esos factores bombardean al individuo con estímulos que contribuyen a la elaboración de esquemas ideales equivocados a partir de factores etiológicos precisos que influyen en el sistema psíquico, produciéndose reacciones conductuales, comunicacionales y emocionales negativas como la ansiedad. Por esto se manifiesta el consumo de cigarrillo como mecanismo para enfrentar las fuertes tensiones.

Los niveles de ansiedad están íntimamente relacionados con la dependencia a la nicotina. En la Facultad de Odontología se consiguió que un 40% de los estudiantes presentan ansiedad mayor.

También permitió determinar los niveles de ansiedad presentes los estudiantes de la Carrera de Odontología de la Universidad de Los Andes, siendo mayor en los estudiantes de cuarto año, debido a que la recolección de datos se efectuó al finalizar el año académico, logrando identificar los niveles de ansiedad propios del momento, seguido por los estudiantes de primer año que también presentaron ansiedad.

A través de esta investigación se conoció la proporción de estudiantes en la Facultad de Odontología que consumen cigarrillo y también se identificaron sus niveles de dependencia a la nicotina. A pesar de que la Carrera de Odontología forma parte de las Ciencias de la Salud, en la cual el profesional es parte fundamental en la promoción de salud e influye directamente en la sociedad para educar y prevenir diversas enfermedades; se observa con preocupación que aproximadamente la cuarta parte de los estudiantes en estudio son consumidores de cigarrillo, de los cuales el 27% presentaron una dependencia moderada a la nicotina, porque todos conocemos los efectos nocivos del consumo de cigarrillo en la salud bucal.

Es utópico pensar que los estudiantes que consumen cigarrillo en el futuro puedan aconsejar a sus pacientes y motivarlos a que dejen de fumar. En tal sentido, es oportuno razonar sobre el grado de responsabilidad que tienen los Odontólogos como promotores de salud y la Facultad como institución formadora del personal de salud.

Los profesionales de la salud cumplen el rol de líderes en la lucha contra el consumo cigarrillo, por lo cual el Odontólogo debe ser ejemplo no sólo en sus opiniones, sino también ser coherente entre el mensaje que transmite y sus acciones vinculadas con la salud, en particular la salud bucal.

Los espacios de la Facultad de Odontología de la Universidad de Los Andes son reducidos y están relacionados directamente a áreas clínicas, que requieren sitios libres de contaminación. El hecho de consumir cigarrillos en estos espacios aumenta la contaminación con alquitrán y sustancias tóxicas en ambientes laborales, que perjudican no sólo a los consumidores activos de cigarrillo, si no también, a las personas que se encuentran en esas áreas, convirtiéndolos en fumadores pasivos.

Debido a las características propias de la Facultad de Odontología de la Universidad de Los Andes, el estudiante se ve envuelto en un ambiente que genera ansiedad y es propenso a desarrollar dependencia al cigarrillo como medio de afrontamiento negativo a la misma, lo que puede que ocasione un círculo vicioso que afecta su salud.

RECOMENDACIONES

- Difundir los conocimientos logrados no sólo entre la comunidad estudiantil de Odontología y sus profesores, sino también extenderlo a toda la comunidad universitaria.

- Crear espacios físicos aptos para la realización de los Talleres de Crecimiento Personal y Académicos que abordan este tipo de problemáticas.

- Acudir al Programa de Atención Integral del Estudiante de Odontología adscrito a la Cátedra de Desarrollo Humano para el abordaje médico y psicoterapeútico.

- Promover medidas de prevención antitabáquica.

- Accionar las iniciativas existentes referentes a la bioseguridad en la Universidad de Los Andes.

- Crear normas internas y señalizaciones dentro de la Facultad de Odontología para disminuir el consumo de cigarrillos en la comunidad universitaria.

- Realizar otras investigaciones en donde se estudien las causas (cualidad, intensidad y duración) específicas que originaron los niveles de ansiedad en los estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes y la dependencia al cigarrillo.

- Realizar investigaciones que determinen la existencia de otras dependencias a sustancias psicoactivas como el consumo de alcohol, cocaína, café, bebidas estimulantes, fármacos, entre otros, en correlación a la ansiedad y características individuales ante las emociones.

- Realizar diferentes investigaciones en las que se comparen los niveles de ansiedad en las diferentes Facultades y Entidades de la Universidad de Los Andes.

- Desarrollar políticas que mejoren la calidad de salud de la población estudiantil de la Universidad de Los Andes.

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Anexos

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Anexo.3 Test de Fagerström

Test de Fagerström

1. ¿Cuánto tiempo transcurre desde que se levanta hasta el primer cigarrillo?

- 5 minutos
- De 6 a 30 minutos
- De 31 a 60 minutos
- Más de 60 minutos

2. ¿Tiene problemas para no fumar en lugares prohibidos (hospitales, cines)?

- SÍ
- NO

3. ¿Qué cigarrillo le costará más suprimir?

- El primero de la mañana

- Cualquier otro

4. ¿Cuántos cigarrillos fuma al día?

- Menos de 10
- Entre 11 y 20
- Entre 21y 30
- Más de 31

5. ¿Fuma más durante las primeras horas del día que el resto del día?

- SÍ
- NO

6. ¿Fuma cuando está enfermo en la cama?

- SÍ

- NO

Anexo 4. Consentimiento informado anexo a la Escala de Ansiedad de Hamilton y Test de Fagerström

UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

FACULTAD DE ODONTOLOGIA

MÉRIDA – VENEZUELA

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Quien suscribe éste documento, estoy de acuerdo en participar en la investigación titulada “ANSIEDAD Y CONSUMO DE CIGARRILLO EN LOS ESTUDIANTES DE ODONTOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES”. Y se me ha explicado que:

Los datos contenidos en el test aplicado (Escala de Ansiedad de Hamilton y Test de Fagerström) son estrictamente confidenciales y sólo serán empleados con fines científicos.

Recibiendo toda la información necesaria, hago constas que mi participación es de manera voluntaria. Para que conste firmo este documento, luego de haberme brindado las explicaciones pertinentes a los días del mes de de.

Excerpt out of 67 pages

Details

Title
Ansiedad y Consumo de Cigarrillo en los Estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes
College
Universidad de Los Andes Venezuela  (universidad de los andes, facultad de odontologia)
Course
carrera de odontologia
Grade
20/20 mención publicacion
Authors
Year
2011
Pages
67
Catalog Number
V340974
ISBN (eBook)
9783668314771
ISBN (Book)
9783668314788
File size
999 KB
Language
Spanish; Castilian
Keywords
ansiedad, odontología, universidad, andes
Quote paper
Flor Maria Figueroa Leal (Author)Reneé Balza (Author), 2011, Ansiedad y Consumo de Cigarrillo en los Estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes, Munich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/340974

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Title: Ansiedad y Consumo de Cigarrillo en los Estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes



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