La Formación Ciudadana en la Acción Didáctica de Profesores de Historia y Geografía

Un Estudio de Casos en Establecimientos Educacionales de Chillán


Estudio de caso, 2016

118 Páginas, Calificación: 7,0


Extracto


TABLA DE CONTENIDO

CAPITULO I. “PLANTEAMIENTO PROBLEMÁTICO”
1.1 Antecedentes del problema a estudiar
1.2 Planteamiento del problema
1.3 Justificación del problema
1.4 Pregunta de investigación
1.5 Objetivo general
1.6 Objetivos específicos
1.7 Premisa
Categoría A: Preparación de la enseñanza
Categoría B: Desarrollo de la enseñanza

CAPITULO II. “MARCO TEÓRICO”
2.1 Introducción al marco teórico
2.2 Desarrollo del marco teórico
2.2.1 Didáctica
2.2.2 Pedagogía
2.2.3 Formación ciudadana
2.3 Conclusión del marco teórico

CAPITULO III. “DISEÑO METODOLÓGICO”
3.1 Fundamentación del tipo de investigación
3.2 Definición y caracterización de la población
3.3 Definición de la muestra de estudio
3.4 Justificación de los criterios de elegibilidad
3.5 Explicación y justificación de los métodos y/o técnicas para recopilar información
3.6 Tabla de especificaciones

CAPITULO IV: PRESENTACION DE RESULTADOS
4.1 Resultado de las entrevistas obtenida del estamento Docente
4.1.2 Inferencias interpretativas por cada entrevistado por cada categoría, en el estamento docente
4.1.3 Inferencias interpretativas por cada categoría considerando todo el estamento docente
4.2 Resultado de las entrevistas obtenida del estamento de Unidad Técnico Pedagógica (UTP)
4.2.1 Inferencias interpretativas por cada entrevistado por cada categoría, en el estamento UTP
4.2.2 Inferencias interpretativas por cada categoría considerando todo el estamento UTP % &'() *
4.3 Resultado de Focus Group obtenida del estamento de estudiantes
4.3.1 Síntesis interpretativa para cada categoría considerando las respuestas de todos los estudiantes
4.4 Resultado de observaciones al aula
4.4.1 Observación de clases: Registro de observación por cada categoría
4.5 Resultados de la investigación, inferencias interpretativas

CAPITULO V: INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS Y CONCLUSIONES
5.1 Interpretación y discusión de resultados
5.2 Las conclusiones

BIBLIOGRAFÍA Y TRABAJOS CITADOS

ANEXOS
Cuadro E: Entrevista semi-estructurada
Cuadro Nº 1: Transcripción de entrevista abierta a docentes y jefes de unidad técnica pedagógica
Cuadro N° 2: Inferencias interpretativas por cada sujeto para cada subcategoría
Cuadro N° 1: Focus Group. Respuesta de los participantes a cada pregunta
Cuadro N° 2: Síntesis interpretativa por cada sub-categoría considerando las respuestas de los estudiantes

Cuadro N° 1: Registro de observación por cada sub- categoría por cada curso

CAPITULO I. “PLANTEAMIENTO PROBLEMÁTICO”.

1.1 Antecedentes del problema a estudiar.

El ámbito temático en el que esta contextualizado este proyecto de investigación se encuentra en el área de la acción didáctica, se busca aquí, generar un conocimiento teórico-práctico para servir de insumo a la labor docente.

El título de este trabajo de investigación es: Didáctica de la Formación Ciudadana, se puede apreciar que engloba varios tópicos, que sin darse cuenta siempre están presentes en el mundo de la Educación. “La educación es un proceso amplio, integral: la enseñanza uno específico. La ciencia pedagógica es la orientación metódica y científica del quehacer educativo, la ciencia didáctica es lo de la enseñanza. Hay pues en esta visión de los cuatro componentes, una relación entre saber y practica social, y una entre lo global y lo especifico” (Lucio, 1989).

Se abordarán entonces temas como la didáctica, vista como una rama que se especializa en técnicas y métodos de enseñanza destinados a la transposición de contenidos, claramente inseparable de la Pedagogía, entendida como la práctica educativa de enseñar. A esto se suma un tema no menor, que es la Formación de los Ciudadanos, lo cual da para extender el tema. “La educación es una práctica social que comienza nuestra vida y culmina con ella” (Rivero Bottero, 2013). La ciudadanía es la pertenencia a una comunidad, la cual nos entrega derechos y obligaciones.

En palabras de la UNICEF “Todo el mundo es ciudadano, con frecuencia de más de un grupo: el país o estado propio, la comunidad escolar e, incluso, del mundo en línea de Internet”, podría discutirse la veracidad de esto, respecto a las normas legales de cada país para determinar a un ciudadano como tal, pero en esta oportunidad el punto es que, desde la muy deslucida globalización, y la idea de fronteras rotas, hoy somos parte de una gran comunidad, que es nuestro planeta, un mundo. Esto conlleva responsabilidades mucho más grandes, decisiones que no solo influirán en el presente si no, en el futuro; para tomar estas decisiones es de gran relevancia ser personas empáticas, capaces de preocuparse sobre nuestros actos, sobre la vida en comunidad.

En estos momentos en que parece que una sola economía moviera a este mundo, y el enfoque por competencias haga surgir la competitividad y la individualidad y sobre especialización, parece difícil hacer pensar en el bien de toda la comunidad y no solo en lo que a uno le favorezca. Cuando se habla de una educación para la ciudadanía se hace referencia a un “conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes, valores, disposiciones que ayudaran a los adultos a asumir los roles que le depare la vida participando activamente con una sensibilidad y responsabilidad solidarias” (Marco Stiefel, 2002)

La ciudadanía es una idea que todos llevan en sus inconscientes y la mayoría respondería que está ligado al derecho y obligación de votar y escoger soberano, pero el ideal del ciudadano es aquel que tiene una actitud crítica ante las situaciones de la cotidianidad, todo lo que implique vivir en sociedad y tomar decisiones por el bien de una comunidad, es parte de ser ciudadano. En estos tiempos el concepto se encuentra aún más en boca de todos, si bien, en la educación se ha ido trabajando desde siempre, pareciera ahora tener más relevancia, desde 1997 se puede hablar de un cambio significativo como nos explica la siguiente cita: “Este nuevo marco curricular (1997) implica una nueva concepción de la ciudadanía, entendida ya no desde la perspectiva del ciudadano como fuente de la soberanía y la nacionalidad, sino como un ciudadano activo, participativo, con capacidad de reflexión y crítica frente a las problemáticas propias de la sociedad globalizada… Sin embargo, en la realidad no hay bases que sustenten este proyecto. Primero, porque no existen espacios de participación reales para los ciudadanos comunes y corrientes. En segundo lugar, porque prima una lógica economicista que reduce la ciudadanía a la participación en el mercado económico. Y tercero, porque la mezcla de estas dos situaciones ha perjudicado la identificación de la subjetividad con la identidad nacional” (García, 2011).

El desafío parece aun mayor y es aquí donde el rol de la didáctica para trabajar la Formación Ciudadana es sin temor a exagerar, fundamental para lograr los objetivos propuestos. La participación ciudadana “se trata, sin duda, de un aspecto de máxima actualidad en el contexto de la evolución de nuestros sistemas sociopolíticos y, como no podía ser de otro modo, con evidentes repercusiones en el plano educativo. Desde la enseñanza de las ciencias sociales la formación para la participación democrática debe ser su finalidad última y más importante, pues supone la culminación de un proceso de formación del pensamiento social en el alumnado y de inserción en los diversos contextos sociales (De Alba Fernandez, 2012).

La educación “es común considerarla desvinculada de los fenómenos políticos, económicos y sociales más amplios, exceptuando una relación educación-trabajo en sentido restringido y para algunos sectores de la sociedad: los más pobres” (Rivero Bottero, 2013). Esta desvinculación que no es correcta, es sabida la importante labor realizada por los profesores, obligados socialmente a cumplir diversos roles, como ejemplo que son para sus alumnos, además de las Escuelas, que son llamadas la segunda casa de los alumnos, “las escuelas tienen responsabilidad en la formación integral de los estudiantes…” (Ministerio d. e., 2010). “Es necesario reconocer que queda mucho camino por recorrer hasta que la participación democrática y la intervención social sean el centro de los aprendizajes, y se reconozca el peso de la enseñanza de las ciencias sociales en este sentido” (De Alba Fernandez, 2012).

1.2 Planteamiento del problema.

Luego de tener acceso a un libro de cuarto medio, destinado a la formación ciudadana, y una conversación con amistades sobre la forma en que se podía abordar ciertos conceptos, con la complejidad que se presentan en el libro del alumno, surge la necesidad de revisar el cómo enseñar de forma Didáctica estos temas que suelen parecer tan complejos para los alumnos, que aunque a través de los años deben formar capacidad de análisis y de comprensión lectora, no siempre están en condiciones de comprender temas a veces jurídicos, constitucionales y conceptos abstractos.

El problema de investigación se va a centrar en las características de la praxis pedagógica de profesores de Historia y Ciencias Sociales que imparten docencia en Establecimientos Educacionales de la ciudad de Chillán, específicamente en lo referente a la preparación y desarrollo didáctico del ámbito de formación ciudadana.

Ahora quizá suja en los lectores la pregunta respecto a la Didáctica, lo primero es entender que se trata de una “ciencia del aprendizaje y de la enseñanza en general”, “hay formación y por tanto posibilidades de estudio didáctico siempre que haya alguien en proceso de aprender algo…” (Mallart). De esta manera esta ciencia la podemos unir a cualquier rama de la educación, su función es ayudar al profesor a enseñar y al alumno a aprender, es el nexo entre ambos acontecimientos. “La Didáctica es una disciplina caracterizada por su finalidad formativa y la aportación de los modelos, enfoques y valores intelectuales más adecuados para organizar las decisiones educativas y hacer avanzar el pensamiento, base de la instrucción y el desarrollo reflexivo del saber cultural y artístico” (Medina Rivilla, 2009).

La formación ciudadana o educación cívica, está de regreso en las escuelas, de una manera oficial, debido principalmente a los nuevos tiempos, en que el país está afrontando el cambio de Constitución, un hecho que parece ser una deuda pendiente de la democracia; por supuesto que en estas condiciones esas nuevas generaciones, sobre todo los alumnos que saldrán de cuarto medio en los años siguientes son quienes llevaran a cabo este proceso siendo esta una gran responsabilidad que repercutirá en las futuras generaciones. Las escuelas tienen el desafío de formar a los futuros ciudadanos, “el reto es entonces focalizar la atención, direccionar los esfuerzos y visualizar cómo es que esos contenidos y esas actividades contribuyen a desarrollar un estudiante más reflexivo, autónomo y respetuoso de los otros y de las opiniones ajenas, que son la base de la capacidad de acción ciudadana en la sociedad- Cox y otros, 2005-”. (Muñoz Labraña, 2012).

“Actualmente vivimos bajo un régimen democrático liberal, en donde la participación de los ciudadanos en los procesos políticos y socioculturales ha ido disminuyendo considerablemente… Nos hemos despreocupado del otro, y de toda la colectividad, ya no existe un proyecto en común” (Reyes Torres, 2014). Para la autora Paula Reyes Torres -la exigua participación ciudadana de los jóvenes en la actualidad es el reflejo del proceso formativo que reciben los estudiantes dentro del establecimiento-. No es la única que culpa a los establecimientos educacionales de la baja participación de los jóvenes en la sociedad y toma de decisiones. La idea central de esta investigación no será demostrar su equivocación, si no, evaluar como la forma en que se enseña influye en la participación de los jóvenes, ya que si los alumnos entienden y reciben formación ciudadana serán capaces de participar más activamente, coincidiendo con la autora en que -La escuela es la institución, por excelencia, que se ha encargado de formar a las personas, no solo en lo académico, sino que también en el ámbito social, es decir, entre sus funciones está también formar ciudadanos calificados y preparados para convivir en la comunidad y ejercer sus derechos en ella-. Preparación que se logra a través del acto didáctico, entendido “como la actuación del profesor para facilitar los aprendizajes de los estudiantes. Se trata de una actuación cuya naturaleza es esencialmente comunicativa… Son las intervenciones educativas realizadas por el profesor: propuesta de las actividades de enseñanza a los alumnos, su seguimiento y desarrollo... para facilitar el aprendizaje las que constituyen el acto didáctico en sí.” (Meneses Benítez, 2007).

1.3 Justificación del problema.

En estos momentos Chile se sacude con la oleada de casos de corrupción política que han salido a la luz, justo acompañado del cambio de Constitución Política. Es entonces, de vital importancia interiorizarse de cuál es el deber de un ciudadano y cómo se está enseñando o formando a los ciudadanos, “la tarea de los ciudadanos por construir espacios que nos devuelvan la esperanza del protagonismo civil, para movilizar sociedades más justas y democráticas, ubica a la escuela en el centro de los “dardos” como eje sustantivo de formación para la ciudadanía” (Redon Pantoja, 2010). Es también importante recordar que la familia y el ambiente que rodea a los alumnos, es un pilar fundamental en su formación como persona.

Creer que esto es un problema local y reciente es un error, existe una diversa línea de errores que se repiten en la región latinoamericana, que detona en una falta de interés por ciertos temas sociales, entre esto está la educación, que se ve desprovista de recursos para mejorar la calidad, “El mundo escolar no es ajeno a las decisiones que se gestan en centros de poder lejanos al colegio o instituto donde se desarrollan las actividades educativas.” (Souto González, 2000).

Entre los factores a estudiar esta la pedagogía y la práctica pedagógica. Para que el trabajo en la escuela, específicamente en el aula sea más fácil y demuestre más resultados la Didáctica juega un rol importante, ya que, de la selección del profesor, de cómo enseñar dependerá el cómo aprenderán sus oyentes o estudiantes. “El conocimiento de la Didáctica es esencial para el Profesorado, al representar una de las disciplinas nucleares del Corpus Pedagógico, centrándose en el estudio del proceso de enseñanza-aprendizaje” (Medina Rivilla, 2009).

UNICEF tiene un concepto, el ciudadano global que define como: Alguien que entiende la interconectividad, respeta y valora la diversidad, tiene la habilidad de oponerse a la injusticia y actúa en formas personalmente significativas. En el día a día de la vida escolar, alumnos y profesores se ven enfrentados a resolver problemas que se dan entre los cursos, con los niños o adolescentes, la capacidad de vivir en comunidad y buscar ciertos puntos de acuerdo para que todos queden conformes es parte de ser ciudadano.

Si vamos al origen “la ciudadanía es un concepto, inicialmente, forjado en la ciudad y que ha ido variando con el tiempo y con las diferentes culturas. Es un concepto que tiene sus raíces en la antigüedad clásica (Grecia y Roma), aunque el concepto actual se ha ido forjando entre los siglos XVIII al XX. Con la aparición del Estado Moderno se ha ido configurando el actual concepto de ciudadanía. Se podría definir como el status jurídico y político mediante el cual el ciudadano adquiere unos derechos (subjetivos) -civiles, políticos, sociales- y unos deberes -impuestos ...- respecto de una colectividad política, además de la facultad de actuar en la vida colectiva de un Estado” (CAMPOS BARRIONUEVO B. Y., 2010).

“Los cambios sociales de nuestro tiempo demandan la creación de espacios en la educación que hagan posible la preparación de una nueva ciudadanía… por su propia naturaleza, los contenidos propios de la educación para la ciudadanía tienen un cierto carácter holístico y presuponen la contribución de distintas disciplinas curriculares; no obstante, va más allá de cada una de ella” (Marco Stiefel, 2002).

1.4 Pregunta de investigación.

¿Cuáles son las características de la praxis pedagógica de profesores de Historia y Geografía que imparten docencia en Establecimientos Educacionales de la ciudad de Chillán en lo referente a la preparación y desarrollo didáctico del ámbito de formación ciudadana?

1.5 Objetivo general.

Caracterizar la praxis didáctica de profesores de Historia y Ciencias Sociales que imparten docencia en Establecimientos Educacionales de la ciudad de Chillán en lo referente a la formación ciudadana.

1.6 Objetivos específicos.

2.1. Describir la praxis pedagógica de profesores de Historia y Ciencias Sociales que imparten docencia en Establecimientos Educacionales de la ciudad de Chillán en el ámbito de formación ciudadana en lo referido a la preparación de la enseñanza.

2.1. Describir la praxis pedagógica de profesores de Historia y Ciencias Sociales que imparten docencia en Establecimientos Educacionales de la ciudad de Chillán en el ámbito de formación ciudadana en lo referido al desarrollo de la enseñanza.

1.7 Premisa.

La praxis, entendida como la práctica docente, es el proceso por el cual una teoría pasa a formar parte de la experiencia vivida.

Emerge como una etapa necesaria en la construcción de conocimiento válido. A diferencia de la teoría, que es desarrollada en las aulas y se focaliza en la abstracción intelectual, la praxis se hace presente cuando dichas ideas son experimentadas en el mundo físico para continuar con una contemplación reflexiva de sus resultados.

La praxis docente es un conjunto de actividades simultáneas y precisas, es planificar, diseñar, crear actividades, enseñar, interpretar el currículum nacional e institucional, y todo, en suma, es para construir nuevos conocimientos y entregar herramientas para el futuro.

Esto se puede complementar con la siguiente cita:

“La práctica docente de acuerdo con De Lella (1999), se concibe como la acción que el profesor desarrolla en el aula, especialmente referida al proceso de enseñar, y se distingue de la práctica institucional global y la práctica social del docente… También supone el abordaje de las tareas y actividades desarrolladas durante el proceso de enseñanza y de aprendizaje dentro del aula, que en teoría tienen una estrecha relación con las actividades pre-instruccionales, contempladas durante la fase pre-activa o de planificación didáctica. En suma, este concepto abarca todo el despliegue de acciones requeridas para cumplir con los propósitos formativos de la institución escolar.” (García-Cabrero Cabrero, 2008).

Categorías y subcategorías apriorísticas.

Categoría A: Preparación de la enseñanza.

Definición conceptual: se refiere a la organización temática de los contenidos a tratar y el cómo se van a enseñar, de acuerdo con el currículum nacional que entrega el ministerio y el diseño y elaboración de estrategias adecuadas a cada situación formativa.

Subcategoría A.1: Planificación curricular

Definición conceptual: corresponde a la calendarización de los contenidos y que tiene por finalidad asegurar la plena cobertura curricular. En otras palabras, es el diseño y elaboración del currículum en su globalidad.

Subcategoría A.2: Planificación didáctica

Definición conceptual: Se refiere al plan de clases y que tiene por finalidad asegurar la calidad del proceso de enseñanza para el aprendizaje de todos los estudiantes, a través, del conjunto de ideas, destrezas, capacidades, competencias y habilidades que se estima conveniente para desempeñar con éxito la tarea de enseñanza.

Categoría B: Desarrollo de la enseñanza.

Definición conceptual: concierne a la forma y los métodos que el profesor aplicará dentro del aula y el cómo se va a desenvolver la clase para conseguir la formación intelectual del educado, mediante la entrega asertiva, segura y eficaz de la información.

Subcategoría B.1: Estrategias metodológicas.

Definición conceptual: Se refiere a aquellos aspectos relacionados con el tipo de enseñanza, tipo de planificaciones didácticas, actividades de enseñanza, usos del tiempo y el espacio. En definitiva, todos los recursos materiales y personales con que disponemos para el cumplimiento de los objetivos propuestos.

Subcategoría B.2: Interacción pedagógica.

Definición conceptual: entendida como la relación que establece el profesor con el alumno en los momentos de la clase. Se refiere a las modalidades existentes para el desarrollo de las clases, de las que se pueden distinguir: el modelo didáctico expositivo, el modelo didáctico instructivo, el modelo didáctico y el modelo didáctico colaborativo.

Subcategoría B.3: Recursos didácticos.

Definición conceptual: Se entenderá como los recursos de todo tipo disponibles, utilizados para conducir la adquisición y comprensión de los aprendizajes de todos los estudiantes.

Subcategoría B.4: Clima de aula.

Definición conceptual: es la percepción que se tiene acerca de la convivencia del curso, ligado a la disciplina y la viabilidad de poder enseñar, es decir, trabajar en un ambiente propicio para enseñar y para aprender.

CAPITULO II. “MARCO TEÓRICO”.

2.1 Introducción al marco teórico.

Este marco teórico reúne variados trabajos de investigadores, así como aportes del Ministerio de Educación y artículos relacionados en la temática a estudiar. La evolución y definiciones de cada tema abordado es variada, sin embargo, se puede llegar a un consenso. Lo que se quiere establecer es, cuales son los antecedentes existentes sobre el tema que se está investigando.

Para contextualizar: “La Asignatura de Educación Cívica fue establecida en el currículum de la educación escolar en el año 1912. Con posterioridad, fue modificada por la Reforma Educacional de los años sesenta, en donde el plan de estudios de la Enseñanza Media concibió a la Educación Cívica como una introducción a la Ciencia Económica y la Ciencia Política y, con ello, desapareció como asignatura de forma independiente, anexando sus contenidos a las asignaturas de Ciencias Sociales e Historia. El gobierno militar, en 1980-81 restituyó las asignaturas de Educación Cívica en 3° Medio (dos horas semanales) y Economía en 4° Medio (dos horas). En el nivel básico, los temas relacionados con Educación Cívica eran tratados dentro del área de Historia y Ciencias Sociales (Decreto 4002, de 1980). En los 90, la reforma educativa impulsada por los gobiernos de la Concertación elimina nuevamente la asignatura de Educación Cívica. Se estableció que en el curriculum (sometido a la aprobación del Consejo Superior de Educación en 1996 para la Educación Básica y en 1998 para la Educación Media) respecto a los contenidos, habilidades y actitudes referidas a la Formación Ciudadana, deben desarrollarse, gradual y recurrentemente, a lo largo de toda la experiencia escolar; reforzando dicha formación a través de unidades de aprendizaje en el sector de Historia, Geografía y Ciencias Sociales. Tal situación se mantiene hasta la actualidad” (Rey González, 2014).

En el último tiempo los medios de comunicación y la población en general ha comentado bastante acerca de la Formación Ciudadana, considerada uno de los tres ejes de la enseñanza de Historia, Geografía y Ciencias Sociales. Por un lado, Chile está en pleno proceso de conformación de una nueva Constitución y por otro, el año 2012 comenzó a regir la Ley Nº20.568 que regula la inscripción automática y el voto voluntario, el que trajo como consecuencia la disminución de participación ciudadana en las elecciones tanto municipales como presidenciales. Ante ello se pueden precisar muchos factores, entre ellos globalización, anarquismo, educación, hasta los medios de comunicación, sin embargo, en vez de buscar causas quizá convenga, buscar soluciones.

La educación es una solución, juega un rol importante en formar democracia, la cual se sostiene sobre la decisión popular, es decir, la elección de los representantes, cuyo papel es tomar decisiones y administrar el país. La educación permite construir identidad, desarrollar habilidades de comunicación, valorar la importancia de la participación, conocer la importancia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adquirir un pensamiento crítico, desarrollo de un criterio propio y habilidades para defender posiciones en debates, entrega valores y normas sociales. Todo lo anterior permite a una persona, vivir en sociedad y tomar decisiones. “La escuela es una de las instituciones sociales con mandato explícito de incorporar a niños y jóvenes al espacio público y propiciar que ellos se formen una idea de quiénes son como parte del cuerpo político. Más allá de la familia, las escuelas son contextos en los cuales los jóvenes aprenden a interactuar como integrantes de una comunidad y a negociar sus diferencias con otros (Ministerio de Educación, 2016)”.

Una persona informada es una persona que toma decisiones consientes y parte de esta conciencia social debería formarse en la escuela, uno de los tantos pilares de la formación ciudadana. “La educación escolar tiene como una de sus funciones cruciales la de formar ciudadanos, es decir, desarrollar en los niños y jóvenes la creencia en el ideal democrático, promoviendo su práctica. Aunque no cabe duda de que la educación no es la única instancia, y sola no puede llegar muy lejos, su papel es crucial. Existen experiencias educativas en diversos países que han demostrado que esta construcción se realiza proyectando la reflexión, las ideas y las acciones desde la escuela hacia la sociedad y desde el presente al futuro. Ciertamente, un tránsito tremendamente ambicioso, dado que el desafío último es que los estudiantes aprendan a vivir en un entorno cada vez más incierto y cambiante que les exige capacidades más sólidas, diversas y flexibles (Muñoz Labraña, 2012)”.

En estos días en el curso de cuarto medio (4° medio o secundaria en Chile) los profesores de Historia y Ciencias Sociales tienen que trabajar cuatro unidades, donde las primeras dos son específicas de Formación Ciudadana vale decir, la primera unidad es Democracia, con temas de definición de la misma, conformación del Estado, Sistema electoral, y la segunda unidad se relaciona con la definición de Ciudadanos y Movimientos Sociales. Es esta, la instancia más óptima para crear en los alumnos la curiosidad por los temas sociales y de índole electoral, ya que, a pasos de los 18 años, se encuentran en edad de votar y escoger a sus representantes. En Psicología, Eric Erikson, dice que ésta sería la mejor etapa para votar, pues los adolescentes se encontrarían con una madurez emocional que les permite discernir, y que antes de eso el ambiente educacional apoyaría la superación de sus crisis emocionales. (Bordignon, 2005).

A continuación, y con la finalidad de definir conceptual y teóricamente esta investigación se realiza un desglose de los principales aportes de diversos autores, intentando contraponer y asociar las diferentes teorías, separando por temas generales. Se presentarán algunas de las principales aproximaciones en torno a la didáctica, para luego señalar algunos elementos referenciales, orientados a exponer la noción de ciudadanía que subyace en el proceso de investigación. Finalmente se abordará el vínculo existente entre la formación pedagógica y formación ciudadana.

2.2 Desarrollo del marco teórico.

2.2.1 Didáctica.

La didáctica ha sido definida por varios autores y teorías, sin embargo, casi todas estas definiciones apuntan a lo mismo; para fines de esta investigación se entenderá como: “El saber que tematiza el proceso de instrucción, y orienta sus métodos, sus estrategias, su eficiencia, etc, (Lucio A., 1989).

Específicamente en educación: “La acción educativa requiere de una teoría y de una práctica; La teoría la proporciona la pedagogía que es la ciencia de la educación y la práctica, es decir, el cómo hacerlo, lo proporciona la didáctica. Etimológicamente la palabra didáctica se deriva del griego didaskein: enseñar y tékne: arte, entonces, se puede decir que es el arte de enseñar (Torres Maldonado, 2009)”, agregar además que para muchos el estudio de la didáctica, se subdivide en temáticas, en este caso se trabajará la Didáctica General, que se refiere al estudio de los principios generales y técnicas aplicables a todas las disciplinas.

“La didáctica es la rama de la pedagogía que se ocupa de orientar la acción educadora sistemática, y en sentido más amplio: Como la dirección total del aprendizaje,es decir, que abarca el estudio de los métodos de enseñanza y los recursos que ha de aplicar el educador o educadora para estimular positivamente el aprendizaje y la formación integral y armónica de los y las educandos de Fernández/Sarramona/Tarín (2009)”.

Fernández Huerta (2009), en el Diccionario de Pedagogía, dice al respecto: "A la didáctica general le corresponde el conjunto de conocimientos didácticos aplicables a todo sujeto, mientras la didáctica especial es todo el trabajo docente y métodos aplicados a cada una de las disciplinas o artes humanas dignas de consideración".

“La didáctica de una disciplina puede ser considerada como la disciplina que estudia, en un campo de conocimientos particulares, los fenómenos de la enseñanza, las condiciones de transmisión de la cultura y las condiciones de la adquisición de un conocimiento por un aprendiz. La didáctica tiene un papel fundamental en el campo de la formación del pensamiento práctico del profesorado ya que al analizar los problemas de la enseñanza ofrece al profesorado conocimiento de la acción, al intervenir para modificar una situación, ofrece reflexión en y durante la acción y, por último, al valorar los resultados de su intervención, ofrece reflexión crítica sobre la acción” (Castañeda Díaz, 2015).

Francisco Salvador Mata (1990), hace un análisis en relación a las didácticas especiales en el desarrollo del currículum y en la formación del profesor. Respecto a la didáctica menciona: “Cada contenido tiene una incidencia en el desarrollo mental de los sujetos. Cada tipo de contenido, en efecto, supone una modalidad de aprendizaje. La didáctica, por tanto, deberá plantearse la aportación de cada materia al desarrollo intelectual… la didáctica, en cualquier caso, debe justificar tanto el valor formativo de los contenidos como su significado conceptual- epistemológico”. Para el autor, el problema está en la función que se le da al profesor, de lograr estos objetivos de la didáctica “aceptando que sea el didacta quien hace dicha transformación del contenido científico en contenido pedagógico. El asunto se complica aún más cuando se atribuye al profesor esta función”. Más adelante se podrá comprobar que varios autores hacen referencia a esa interpretación, realizada por el profesor y que es llevada luego a la práctica.

El aprendizaje por descubrimiento, es decir, que los alumnos sean quienes adquieran, encuentren, creen nociones de una cosa o tema, parece ser la clave de la motivación y el aprendizaje significativo. Oscar Hernández Z. (1998), dice: para formar el ciudadano que actúe, la didáctica requiere procedimientos de enseñanza activos, que inciten y obliguen al educando a llevar a cabo tareas escolares, en lugar de mantenerlo en actitud pasiva, de mera imitación, en copia o recepción de lo que está ya hecho y terminado.

Independiente de todas las definiciones o cuestionamientos que puedan existir, la didáctica es importante en el proceso educativo, pues brinda la oportunidad de favorecer a un duradero perfeccionamiento de la acción docente.

2.2.2 Pedagogía.

No se aproximará a una definición especifica de la pedagogía, ya que no existe una definición única, sin embargo, se presentarán las conceptualizaciones más óptimas para este trabajo investigativo. “Es menester concebir el conjunto de la pedagogía como un edificio de varios pisos de los cuales uno pertenece a la ciencia, otro a la moral o a la filosofía práctica, el tercero a las técnicas y el último a la creación estérica. Vista así, ninguna clasificación exclusiva le es aplicable: es ciencia y reflexión y reflexión práctica, técnica y arte toda a la vez” (Santander, 2007)”.

Como toda rama que se respete, la educación es considerada una ciencia, las razones:

1. Tiene un territorio propio
2. Un objeto preciso
3. Métodos de estudio peculiares
4. Establece relaciones con otras ciencias.
5. Es dinámica acorde a la evolución en todos los órdenes.

La pedagogía no está separada de educación, “la palabra educación se deriva del latín educere que significa: formación del espíritu, instrucción, o bien llevar hacia afuera o sacar de. Durante muchos años este concepto ha sido objeto de múltiples enfoques formulados en función de distintos puntos de vista filosóficos e influenciados también por las condiciones socioculturales de cada época. Los criterios dominantes para su enfoque en nuestros días son el sociológico y biopsicológico (Hernández Zúñiga, 1998)”.

Tomando como referencia a Contreras (1990), entendemos los procesos enseñanza-aprendizaje como “simultáneamente un fenómeno que se vive y se crea desde dentro, esto es, procesos de interacción e intercambio regidos por determinadas intenciones (...), en principio destinadas a hacer posible el aprendizaje; y a la vez, es un proceso determinado desde fuera, en cuanto que forma parte de la estructura de instituciones sociales entre las cuales desempeña funciones que se explican no desde las intenciones y actuaciones individuales, sino desde el papel que juega en la estructura social, sus necesidades e intereses”. Quedando, así, planteado el proceso enseñanza-aprendizaje como un “sistema de comunicación intencional que se produce en un marco institucional y en el que se generan estrategias encaminadas a provocar el aprendizaje” (Meneses Benítez, 2007).

“La educación posee una dimensión social o ciudadana que una sociedad democrática preocupada de sus instituciones y de sus prácticas de convivencia, no debe descuidar (Carlos Peña, s.f.)”.

La formación docente es otra de las aristas de esta investigación, y aunque no la más importante, es necesario entender su relevancia para la Didáctica de la Formación Ciudadana. “La teoría la proporciona la pedagogía que es la ciencia de la educación y la práctica, es decir, el cómo hacerlo, lo proporciona la didáctica” (Torres Maldonado, 2009).

Para la autora Raquel Rivero B (2013). existe un choque entre lo que ven teóricamente los futuros docentes en la universidad y lo que se vive en las salas de clase, esto se refleja en la siguiente cita: “respecto a la Pedagogía, se le considera, en el mejor de los casos, una disciplina que contribuyó a pensar la formación docente, pero con la cual la tarea docente en la escuela primaria y media no tiene ya relación, y menos todavía con la educación superior. Muchas veces, incluso, se le recuerda como un conjunto de teorías utópicas (en especial las correspondientes a la pedagogía nueva, o a la pedagogía crítica) que no tienen relación alguna con “la realidad” de la enseñanza”.

“La calidad de la educación depende, en gran medida, de la formación docente y de cómo dirige y orienta el proceso de enseñanza - aprendizaje” (Torres Maldonado, 2009). La pedagogía es una ciencia muy compleja, al igual que la docencia, (entiéndase como la práctica) cada método de enseñanza será diferente y los enfoques también varían de profesor a profesor.

La mirada crítica de las cosas, de la sociedad, es un factor que puede hacer la tarea de la formación ciudadana más simple y cercana, dependiendo de dónde surja, es decir, la mirada desde lo que rodea al alumno, lo que a él le compete, hará que se interese más por aprender. “No cabe duda de que la formación ciudadana depende, quizás más que de ningún otro factor, de la preparación de su profesorado. Los docentes son los que en última instancia traducen el currículum declarado en currículum aplicado - Lundgren U., 1997- (Muñoz Labraña, 2012)” La comprensión de las reformas curriculares por parte de los profesores significa un problema a la hora de aplicar el currículum en las planificaciones, vale decir, que este es un punto en el que varios autores coinciden. “Desde el punto de vista práctico, es decir, desde el punto de vista del diseño curricular, la enseñanza de una materia implica la transformación del contenido del área o disciplina en contenido pedagógicamente elaborado. Según el enfoque práctico del currículum, esta función compete al profesor, que debe ejercerla de acuerdo con su propia concepción epistemológica y su formación pedagógica (Salvador Mata, 1990)”.

El texto Análisis de la práctica educativa de los docentes: pensamiento, interacción y reflexión (2008), indica: “La práctica educativa de los docentes es una actividad dinámica, reflexiva, que comprende los acontecimientos ocurridos en la interacción entre maestro y alumnos. No se limita al concepto de docencia, es decir, a los procesos educativos que tienen lugar dentro del salón de clases, incluye la intervención pedagógica ocurrida antes y después de los procesos interactivos en el aula”. El texto, inicia su desarrollo con el trabajo, del psicólogo educativo Lee Shulman, quien desarrollo un modelo con los conocimientos que debía tener un profesor, estos son: 1) el conocimiento del contenido de la asignatura y 2) el conocimiento pedagógico general. Existe un tercero que es el resultado de la interacción de los dos anteriores, denominado 3) conocimiento del contenido pedagógico de la asignatura, referente a las formas específicas de enseñar una asignatura particular.

El sociólogo y profesor de la Universidad del Bio-Bio Héctor Cárcamo Vásquez (2008), ha aportado a esta materia, su área de investigación es Educación, Ciudadanía y Estratificación Social. Dos de las investigaciones que aquí se han trabajado fueron aplicadas en la Universidad del Bio-Bio, referidas a la importancia de la formación docente para la ciudadanía, en las carreras de Pedagogía y Educación Parvularia. Su investigación se centra en la temática de la Democracia, desde el punto de partida de la reciente Dictadura que aun ha dejado sus secuelas en la participación de la población chilena. “En democracia, el deber institucional de la educación es preparar a los individuos para las ocupaciones propias del quehacer intelectual. El profesor en una democracia debe tener una base de conocimiento y de actuación, motivo por el cual la educación posee una función moral y una intelectual, y ambas estarán delimitadas de acuerdo al tipo de sociedad que se desea construir -Dewey, 1971-. En efecto, «la profundidad del proceso de cambio social que tiene lugar actualmente nos obliga a reformular las preguntas básicas sobre los fines de la educación, sobre quienes asumen la responsabilidad de formar a las nuevas generaciones y sobre cuál es el legado cultural» -Tedesco, 2000:26-” Dentro de la misma idea esboza: “Tradicionalmente se reconoce al espacio escolar como lugar legitimado para la transmisión de conocimientos, no obstante, creo importante otorgarle un sitial privilegiado para emprender la tarea del mejoramiento de la democracia, más allá de los elementos curriculares abstractos y universales que tan bien lo caracterizan”.

El texto A cerca de las practicas docentes y su formación (s.f.), realiza una fuerte crítica a la Didáctica y la idea de que los alumnos no son tablas vacías sobre las cuales escribir, esboza la siguiente cita: “Existen múltiples evidencias de que los métodos didácticos y los criterios de acción no constituyen la “varita mágica” a aplicar para enseñar, considerando los propósitos y los diversos contextos y alumnos. Por el contrario, y como bien indica Edelstein (1995), los docentes tienen la responsabilidad de elaborar propuestas de enseñanza que representen “configuraciones didácticas” particulares”, no considera importante la Didáctica, si no es apropiadamente utilizada por los docentes.

Cristian Cox, es un autor que ha aportado a la temática y en esta ocasión no quedara fuera de este marco teórico, para el autor de articulo El nuevo currículum del sistema escolar (2003), “ tres factores están transformando profundamente la sociedad contemporánea: (a) el impacto de la revolución causada por las tecnologías de la información, casi tan importante y radical como la revolución industrial que la precedió, (b) el impacto de la globalización, y (c) el impacto del conocimiento científico y tecnológico”. En estos tiempos donde las capacidades y competencias son tan relevantes, “de la educación se requiere, más que antes, contribuir a la formación de sentidos y de personas moralmente sólidas, con sentido de identidad y capacidades para juzgar y discernir ante conflictos de valores más complejos e inciertos que los del pasado”.

2.2.3 Formación ciudadana.

Para finalizar este capítulo se revisará el origen, profundidad y actualidad de Ciudadanía y Formación Ciudadana.

A) La palabra “cívica” proviene del latín “civitas” que era como los romanos se referían a la "ciudadanía romana". Los ciudadanos, “cives”, se diferenciaban de otros hombres libres (como los “peregrini” o extranjeros) porque tenían ciertos derechos y obligaciones y eran quieres integraban las civitas o comunidad política. (Rey González, 2014).

Puede definirse la Ciudadanía como “la cualidad de pertenencia al espacio público que crea una sociedad política organizada por medio de una constitución que establece derechos y deberes y distribuye el poder para la satisfacción de unos valores o el logro de unos bienes. (Instituto Nacional, 2003)”. Pero desde cuándo surge la necesidad de diferenciarse como un ciudadano, cuándo comienza a tratarse estos temas en las escuelas. “La pregunta sobre los fines y los modos de la educación ha estado presente a lo largo de la historia del pensamiento político y social moderno, en la que se destaca su papel fundamental en la construcción del Estado… Desde la Ilustración, la pertinencia de la formación ciudadana descansa en dos supuestos concatenados: la necesidad que tienen los Estados y los sistemas políticos democráticos de cohesión social y legitimidad, y la necesidad que tienen los niños y jóvenes de educarse como ciudadanos. De ahí que a la educación cívica se le supone una fuerza cohesiva capaz de apoyar la identidad nacional y una dimensión práctica capaz de modelar el comportamiento... La educación cívica puede definirse, de manera inicial y en un sentido amplio, como un proceso integral y permanente de formación de los individuos que alienta el desarrollo pleno de sus potencialidades, en un contexto de reconocimiento y respeto a sus derechos fundamentales”. (Gonzáles, 2010)

El complejo camino de la formación ciudadana, una mirada desde las practicas docentes (2004), relacionado con esta temática, desarrollado por varios autores, destaca la diferenciación que hacen entre dos escuelas y su manera de interpretar la Ciudadanía, estas escuelas son la Liberal y la Comunitaria; los autores señalan a modo de conclusión “… la discusión en torno a la noción de ciudadanía remite y se sustenta en un debate mayor que involucra, entre otros aspectos, el tipo de democracia que se desea, el carácter de la política y como se entiende al sujeto en nuestra sociedad. Desconocer este hecho, y referirla solo a una definición formal, implica transformarla en una entelequia, en una noción vacía y a-histórica”.

La ciudadanía como tal, ha pasado por evoluciones respecto a su significado y reformulación en cuanto a lo que implica para el Ciudadano, la autora Martha Cecilia Herrera (2008, plantea tres factores que han llevado a esa evolución, sobre todo en el último siglo: “1. Las insatisfacciones respecto a la calidad de la vida democrática, propiciadas por las limitaciones del sistema político democrático y las instituciones que lo representan. 2. El surgimiento de nuevos actores políticos y sus demandas en la esfera pública que conducen al "replanteamiento de los modelos de participación política que hasta entonces habían venido manejando los teóricos de la democracia, tanto en su versión normativa como en su versión empírica". 3. La crisis de la ciudadanía social y los recortes del estado de bienestar, fenómenos que han conducido al cuestionamiento, por parte de la derecha, de la legitimad de esta ciudadanía, así como a la profundización de las desigualdades y al quiebre de uno de los principios de la ciudadanía ilustrada, la solidaridad. Desde esta óptica se ha promovido una comprensión de la ciudadanía desarticulada en sus diferentes tipos de derechos, que ha permitido eludir, como consecuencia, responsabilidades sociales y estatales para su garantía”.

En diversas universidades se ha tratado de dar una respuesta a las nuevas interrogantes respecto a la forma en que se vive, la ciudadanía, la autora antes mencionada plantea que “el ciudadano se perfila como poseedor de derechos otorgados por la constitución, al tiempo que se entiende la crisis contemporánea de la ciudadanía como crisis de representación, reduciendo la problemática a si los individuos poseen los derechos y si los ejercen o no”.

El Ministerio de Educación ha entregado manuales para la enseñanza de la Educación Cívica, además de investigaciones y algunas orientaciones técnicas. En sus líneas podemos encontrar que -por el solo hecho de ser personas, la Constitución de la República garantiza derechos e impone deberes a los habitantes de este país, sin importar nacionalidad, condición social o características personales, entre otros. También a nivel internacional existen organismos que resguardan estos derechos y deberes. Un elemento de suma relevancia corresponde al de Nacionalidad el cual concede a las personas ciertos derechos y, al mismo tiempo, le impone ciertas obligaciones, establecidas por la Constitución y las leyes de la República.

Para la sociología política, el concepto de ciudadanía, “cuyo origen se remonta a la Grecia antigua, no formó parte sustantiva de la teoría política, sino hasta muy recientemente, logro que le debemos a T. H. Marshall, El teórico inglés sostiene que la ciudadanía es aquel “[…] estatus que se concede a los miembros de pleno derecho de una comunidad, siendo sus beneficiarios iguales en cuanto a los derechos y obligaciones que implica” (Olvera, 2008).

B) “El concepto de formación ciudadana no tiene un significado unívoco. En la historia, la formación ciudadana aparece asociada al sistema educativo nacional y a la población infantil escolarizada, pero en la actualidad su uso se hace extensivo, como concepto y como práctica, para referir a la formación que reciben tanto los ciudadanos como los futuros ciudadanos, a la educación en el ámbito formal (escuela) y a la que se desarrolla en los espacios informales, y no se constriñe a una determinada temporalidad, ya que demanda una educación permanente a lo largo de la vida” (Gonzáles, 2010).

“La educación ciudadana implica el desarrollo de los conceptos, las actitudes y las destrezas que son necesarias para ser un miembro activo, reflexivo, crítico y responsable de la comunidad política”. (Instituto Nacional, 2003).

Una tesis de pos grado de ciencias sociales con mención en sociología de la modernización, plantea una investigación desde la violencia vista en los últimos años en los establecimientos educacionales, y como se liga esto a la educación cívica, concluyendo rotundamente “los contenidos de la unidad educación cívica, no se traducen en un comportamiento concreto como podría ser la capacidad para aplicar solución colaborativa de conflictos.” (Fernández Rivera, 2010). Una explicación a esto la encontramos en el currículum tanto el oficial como el oculto, “el espacio escolar tiene instalado un currículum docente-céntrico, normativo, directivo, impositivo con estrategias que no permiten que los estudiantes decidan, haciendo de la forma de relacionarse, una relación asimétrica, impositiva, de vigilancia, poder y control, ausente de comunicación, mediatizada por el castigo” (Redon Pantoja, 2010).

Otro autor dice al respecto: “La escuela debería ser un lugar privilegiado para proporcionar una formación que permita participar plenamente en la vida democrática. Muchos sistemas educativos lo plantean así en sus objetivos generales, pero sin embargo si analizamos las ideas subyacentes y la práctica que se realiza cada día en la escuela podemos fácilmente darnos cuenta de que no es la más adecuada para la consecución de estos fines” (De Alba Fernandez, 2012). Para algunos incluso se habla de control y homogenización de masas, a través de la escuela.

El trabajo pedagógico sumado a los métodos que se elijan y los valores que la escuela expresa será de suma importancia para los resultados a largo plazo como añadidura del curriculum. “Existe importancia sobre el rol del sistema escolar en otras dimensiones que podrían complementar la definición sobre el rol del Currículum Nacional en lo que respecta a la Formación Ciudadana. Esto queda reflejado en: i) el rol de los docentes como entes socializadores de la participación; ii) las lecturas seleccionadas por el equipo de docentes al interior de los establecimientos educacionales; iii) el prestigio, historia o tradición de los establecimientos y; iv) prácticas, rituales o símbolos que fomentan la participación sean instancias tales como centros de alumnos, elección de directivas, participación en instancias recreativas o deportivas… estos factores podrían incidir en la participación política de los jóvenes si se añade por ejemplo el rol de los padres, el grupo de pares o, el ingreso temprano en instancias de representación política como los Partidos Políticos”. (Carrasco Salazar, s.f).

El libro Aprendizaje de la ciudadanía. Contextos, experiencias y resultados (2015), es un trabajo que consta de cuatro perspectivas, a) la teoría y la investigación sobre educación y ciudadanía en el mundo; b) el contexto socio-político chileno y la transformación de dimensiones cruciales de la vida cívica; c) las prescripciones curriculares oficiales y las prácticas docentes y de estudiantes en el área de ciudadanía; y d), los resultados de aprendizaje de la ciudadanía en Chile, examinados desde factores asociados (como características socioeconómicas de las familias y escuelas) y sus implicancias para la desigualdad en la participación política. Los autores cuentan: “El problema o nudo central que en el presente afecta a las relaciones entre educación y ciudadanía, no sólo en Chile sino globalmente, es que los cambios en la sociabilidad y en la cultura de la postmodernidad están demandando nuevas formas de hacer política, generando un nuevo tipo de ciudadano, y, por tanto, nuevos requerimientos a su formación. Lo señalado tiene su referente más evidente en el declive de la participación electoral de las nuevas generaciones…”.

El texto Docentes de Historia y Ciencias sociales: Concepciones de ciudadanía y su relación con las prácticas pedagógicas (2015), realiza un interesante trabajo partiendo de la base de la Democracia, y los cambios y controversias en la ciudadanía después de la dictadura en nuestro país. Respecto a la temática dice: “Creemos que la formación ciudadana desde el contexto escolar contribuirá a un proceso educativo que incorpore entre sus principios fundamentales el “reconocer que el sujeto se constituye en lo social, y que accede a lo público desde la cotidianeidad, con una mirada y una acción que son tributarias de su propia experiencia, de sus marcos referenciales para sentir, comprender, racionalizar, y percibir el mundo de la vida en el que se encuentra inmerso a diario” -Cerda y otros: 2004, 56-”.

En los últimos años, Chile ha vivido una serie de reformas educacionales, ligadas a la participación de los jóvenes en las calles, y a la organización de los profesores, reclamando cambios en el sistema educativo, mayor calidad e igualdad y mejora en los sueldos. “Desde el año 2004 y específicamente, durante la reformas curriculares del 2009 surge la necesidad de generar políticas educativas que posicionen a la formación ciudadana no solamente como eje del desarrollo democrático asociado al proceso electoral y una cuestión de derechos y deberes, sino que más bien fomentar instancias de participación activa por parte de los ciudadanos en la cosa pública, lo que posibilita interpretar y cuestionar la realidad mediata de los ciudadanos de forma crítica” (Calderón, Camila, & Esteban, 2015).

Respecto a lo que los jóvenes comprenden hoy como formación ciudadana, al revisar las investigaciones que se han realizado se puede concluir que los alumnos no comprenden lo que es la Formación Ciudadana como tal. “Los estudiantes no poseen una adecuada concepción de lo que es y se pretende con la formación ciudadana. Tampoco perciben que la Escuela sea de manera explícita un espacio dedicado a esta formación. No obstante, reconocen que ciertos contenidos y actividades le ayudan a su vida social presente y futura, pero siempre desde su individualidad y para fortalecer esa individualidad, y no para colaborar en un proyecto conjunto de sociedad”. (Muñoz Labraña, 2012). En la sociedad en que vivimos la individualidad y consumismo ya ha llenado cada espacio de los hogares, una de las metas de la educación es o debería ser, educar para transformar la sociedad, sin embargo, por distintos factores, puede ocurrir que esta frase solo quede en el papel o en la misión y visión de la escuela, pero no así se proyecte, en las salas de clase.

Apoya esta tesis otra cita: “El objetivo genérico de la formación ciudadana es, formar mejores ciudadanos, para el sistema democrático que, a diferencia de otros órdenes políticos, se define por la reivindicación del conjunto de derechos ciudadanos. El objetivo específico es desarrollar en los ciudadanos y futuros ciudadanos las capacidades y competencias necesarias (cognitivas, valóricas, sociales, afectivas y prácticas) para ejercer esos derechos, así como las responsabilidades asociadas a ellos, en su calidad de miembros de una comunidad política determinada. (Gonzáles, 2010)”.

En curioso que, a los profesores de Historia, se les auto-impone el rol de formar “ciudadanos”, aunque todos los profesores deberían estar conscientes de que están formando ciudadanos pensantes. Todos los profesores han tenido que en algún momento aconsejar a sus alumnos, han debido ayudarlos a resolver un conflicto de curso, lo cual es armonizar la vida en sociedad, por lo tanto, todos los adultos y en particular los que trabajan en el mundo de la educación son responsables de formar a las futuras generaciones del país. Los cuartos medios, pueden reflejar el trabajo que se ha hecho en las salas de clase durante doce años, como último curso de enseñanza media (o secundaria).

En un estudio internacional, bastante citado en distintos trabajos, que evaluó una muestra de alumnos de 8° Año Básico en 1999 y otra de alumnos de 4° Año Medio en el año 2000. A cargo de la Unidad de Curriculum y Evaluación del Ministerio de Educación, a través del área de Estudios Internacionales del SIMCE. A nivel internacional, este proyecto fue diseñado y coordinado por la International Association for the Evaluation of Educational Achievement (IEA) se sostuvo: “… El concepto de democracia de los jóvenes chilenos de 4° medio, manifiesto frente a la pregunta sobre los aspectos que son muy buenos, buenos, malos o muy malos para la democracia, revela la existencia de cuatro dimensiones...Ellas se refieren a los elementos esenciales de derechos ciudadanos y de participación social y política, por una parte, y a elementos relacionados con las necesarias restricciones al poder político para el funcionamiento de la democracia, por otra. Porcentajes importantes de jóvenes también incluyen elementos relativos a la equidad social y al rol del Estado… Estos estudiantes también adscriben a un concepto de buen ciudadano que valoriza tanto actividades convencionales (por ejemplo, conocer la historia del propio país), como de participación comunitaria (tal como beneficiar a personas de la comunidad), en mayor medida que los estudiantes de la muestra internacional” (Estudio Internacional, 2002).

El texto Ética cívica: integrando la experiencia vivida (2012), describe la experiencia de formular e impartir un curso de Ética ciudadana en un modelo de enseñanza-aprendizaje basado en competencias, en el contexto de una formación laica y humanista en la Universidad de Talca. “Tradicionalmente las cuestiones relacionadas con filosofía, ética y derechos humanos han sido asociadas a la adquisición de un discurso teórico y no necesariamente a la movilización de recursos personales de los y las estudiantes -creencias, experiencias, opciones valóricas- en el proceso de aprendizaje. Sin embargo, el enfoque basado en competencias es altamente compatible con metodologías de trabajo que involucran activamente a los y las estudiantes, tales como análisis de material audiovisual, casos ficticios basados en información real y sesiones de deliberación. Por este motivo, se optó por formas de trabajo en sala y una evaluación que acercara la reflexión ética hacia la experiencia cotidiana de los y las estudiantes, de modo tal que la misma fuera reexaminada a la luz de los marcos analíticos proporcionados por la ética”. De esta manera se demuestra que una de las nociones básica de la didáctica, que trata sobre enseñar a los estudiantes desde lo que ellos conocen, para de ahí avanzar hacia lo que desconocen, es acertado. El estudiante puede asimilar mejor un conocimiento si está ligado con algo cotidiano y que el conozca bien.

En la actualidad, existe un cambio de enfoque, los centros de estudio apelan a la educación centrada en el alumno, para llevar a cabo este camino, sumado al aprendizaje por competencias, se hace imprescindible abordar las estrategias centradas en el estudiante y ya no más, en el docente.

2.3 Conclusión del marco teórico.

Lo central de este trabajo de investigación, es la praxis pedagógica de los profesores de Historia y Ciencias Sociales en el ámbito de la preparación de la enseñanza y el desarrollo de la enseñanza donde didáctica y formación ciudadana, serán el foco desde el que se mire.

Esta investigación atañe también a la “Didáctica general: que está destinada al estudio de todos los principios y técnicas, válidos para la enseñanza de cualquier materia o disciplina para ser válida, debe estar vinculada a los objetivos que la educación tiende a concretar en el educando” (Hernández Zúñiga, 1998).

Una de las recomendaciones de la didáctica, que se debe utilizar en la formación ciudadana es el aprendizaje desde lo particular a lo general. “Al analizar situaciones de la vida cotidiana se propicia la formación en valores, pues la asignatura propone que debe ser una vivencia. Una historia puede relatar situaciones negativas para descubrir cuál es el valor que el personaje no posee como ser humano” (Velásquez Puch, 2006).

Otra recomendación es generar modelos desde la realidad en que se vive. “Una educación para la democracia debiera considerar el análisis sobre el rol de agentes socializadores al interior del sistema escolar -sus prácticas, rituales y símbolos- como el diseño de los Currículos Nacionales no sólo según la mirada internacional, sino también bajo el propio contexto local y nacional”. (Carrasco Salazar, s.f).

Los nuevos retos para una ciudadanía unida a lo social, que exige derechos, está en la capacidad crítica, de análisis y de reflexión. “Como la escuela constituye un catalizador de necesidades, se trata, por ende, de preparar a los jóvenes no sólo en la democracia y convivencia, sino en el saber ser y actuar como ciudadanos. Esto exige una preparación de los alumnos para que construyan la nueva sociedad, valorando la identidad propia, abriéndose desde lo local a otras realidades supranacionales, y aceptando lo diferente como elemento enriquecedor” (Redon Pantoja, 2010).

Por otro lado, está la sociedad ultra individualizada e híper especializada en que nos encontramos. “Diversos estudios muestran los mejores resultados de los alumnos que trabajan en grupo o cooperan con sus compañeros. La integración del discente en un grupo de trabajo facilita el aprendizaje y la ayuda mutua, fomentando la motivación y la resolución de dudas”. (Curso de fomación técnica, 2003). Aquí destaca el rol del docente como catalizador y generador de esta instancia de equipo. “Los profesores son los actores privilegiados en el levantamiento de un nuevo sujeto social, por ello es vital potenciar desde su propia formación el desarrollo de una noción de ciudadanía orientada a corregir las distorsiones de la democracia representativa fundada en la democratización del mercado” (Cárcamo Vásquez, Ciudadanía y formación inicial docente: explorando las representaciones sociales de académicos y estudiantes, 2008).

La formación ciudadana es lo primero que deben reconocer los docentes de su trabajo, antes que la labor de enseñar contendidos, se está transmitiendo cultura, creencias, valores, normas de convivencia, entre otros. La conciencia de aquello permitirá una crítica constructiva y reflexiva, del desempeño de los docentes. Así el trabajo de profesor y su significancia para el futuro de nuestro país estará claro y será bien enfocado, asía valore s conjuntos de vida en sociedad que respete los Derechos Humanos del Hombre.

CAPITULO III. “DISEÑO METODOLÓGICO”.

3.1 Fundamentación del tipo de investigación.

Para abordar el estudio se ha optado por un enfoque metodológico cualitativo, lo que permite abordar el tema desde las prácticas propias de la escuela teniendo acceso a observarlas. Esta investigación será de tipo descriptiva, es decir, aquellas que describen una situación determinada, realizando caracterizaciones del fenómeno estudiado de acuerdo con la finalidad expresada en los objetivos de la investigación (Cisterna Cabrera, s.f.). Teniendo en cuenta que es una investigación en las ciencias sociales y/o humanas, permite describir y explicar las interpretaciones.

El estudio abarca en primer lugar una investigación de gabinete, estudiando teorías y aristas que conlleva la praxis Didáctica y la Formación ciudadana, presentando antecedentes teórico-conceptuales para delimitar la investigación.

En segundo lugar, se realizará trabajo empírico, es decir, trabajo con hechos estudiados en su entorno natural, sin que exista manipulación por parte del investigador (Cisterna Cabrera, s.f.). Esta tarea se focalizará en tres colegios de la ciudad de Chillan que serán la unidad de estudio. Específicamente se cumplirá este paso a través de los siguientes métodos: entrevista con los profesores, observación de tres de sus clases y focus group con los estudiantes, para generar el contraste de información.

3.2 Definición y caracterización de la población.

La población corresponde a profesores que trabajen en escuelas o liceos de Chillán o Chillan Viejo, de la asignatura de historia y geografía y al menos dos de los cursos a los que hacen clases. También los respectivos jefes de Unidad Técnico Pedagógica (UTP). Específicamente serán centros de investigación un colegio particular subvencionados y dos municipales, con cursos que van desde 6º básico a 4º medio.

3.3 Definición de la muestra de estudio.

La muestra en específico estará diferenciada por estamentos, los sujetos serán profesores,

correspondiendo a dos por establecimiento y dos cursos (correspondientes a cada profesor) y directivos, específicamente jefes de Unidad Técnico Pedagógica.

El primer colegio, es una institución municipal- polivalente. De carácter laico. Atiende a una población desde pre-kínder a cuarto medio, y educación de adultos y talleres para padres y apoderados, entregando la oportunidad de obtener un título técnico profesional y preuniversitario. Cuentan también con un proyecto de integración para los alumnos con Necesidades Educativas Especiales, y es parte del Programa de Integración

Escolar (PIE). El nivel socioeconómico del colegio es medio bajo. El promedio de alumnos por curso es de 17 y una matrícula de 406 alumnos.

El segundo, es un establecimiento particular subvencionado declarado laico y polivalente, que pertenece a una corporación. Trabaja con niveles de séptimo a cuarto medio. Cuenta con científico humanista y técnico profesional desde tercero medio además de la opción científico humanista y talleres para padres. Su nivel socioeconómico es medio bajo. Es un colegio joven, con apenas cuatro años de creación, pero que ha sabido aumentar su matrícula. Su promedio de alumnos pos sala es de 25, su matrícula es de 613 alumnos.

El tercer y último liceo, es una institución municipal y técnico-profesional, además laica. Recibe a estudiantes desde educación preescolar a cuarto medio. Cuenta con talleres de formación para apoderados. Pertenece al Programa de Integración Escolar. Este establecimiento es de nivel socioeconómico medio bajo y vulnerable. Cuenta con una matrícula de 172 alumnos y el promedio de alumnos por sala es de 12.

3.4 Justificación de los criterios de elegibilidad.

Los establecimientos fueron escogidos por su característica común de entregar educación humanista científica y a la vez, educación técnico profesional en diferentes carreras. Los tres establecimientos son de carácter laico, y su situación socioeconómica es similar, todos cuentan con el Programa de Apoyo Escolar (PIE), sin embargo, se espera encontrar diferencias en la praxis didáctica. La formación de sus docentes, fue recibida en su mayoría en la Universidad del Bio-Bio, lo enriquece esta investigación, por dar la oportunidad de conocer como la formación docente se ve reflejada en esta tesis. Por otro lado, dos de los establecimientos corresponden a administración Municipal, y uno es particular subvencionado, lo que también supone un contraste de este, con los dos anteriores. Estas diferencias que se presume, resultan muy interesantes a la hora de realizar un análisis comparativo para la síntesis de este trabajo.

3.5 Explicación y justificación de los métodos y/o técnicas para recopilar información.

Los instrumentos utilizados para recoger la información, permitirán una investigación de primera fuente lo que quiere decir que, “los datos o hechos sobre los que versan, son de primera mano, es decir, recogidos para la investigación, y por aquéllos que la efectúan (Cisterna Cabrera, s.f.)”. estos serán tres: 1) La entrevista en profundidad del tipo semiestructurada, permite un encuentro cara a cara entre el investigador y el informante, posee la flexibilidad en su guion para ir agregando nuevos temas o problemas a lo largo de la entrevista, y permite preguntas abiertas, que favorece al entrevistado explayarse y justificar sus respuestas lo que enriquece el proceso de investigación y le permite al entrevistador modificar la pregunta para que esta sea comprendida.

2) La observación con pauta de registro, de las clases, permite un trabajo pertinente para contrarrestar las ideas emergidas de las entrevistas. “La observación representa un importante instrumento para recoger información en una investigación de tipo cualitativa, ya sea porque permite apreciar los hechos en su escenario natural de ocurrencia, así como también porque puede llegar a ser una fuente fundamental para el proceso de triangulación (Cisterna Cabrera, s.f.)”. La observación será no-participante o pasiva limitada a la toma de notas y registro de acontecimientos que resulten importantes para el problema de investigación, sin participación ni intervención.

3) El Focus Group, puede definirse como una entrevista semi-estructurada realizada de forma simultánea a un colectivo, bajo la dirección de un moderador (Cisterna Cabrera, s.f.). Permitirá una evaluación final y contextualización de las premisas establecidas, a través del trabajo directo con los estudiantes y una triangulación directa de la información obtenida en las entrevistas.

3.6 Tabla de especificaciones.

Cuadro A.

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[...]

Final del extracto de 118 páginas

Detalles

Título
La Formación Ciudadana en la Acción Didáctica de Profesores de Historia y Geografía
Subtítulo
Un Estudio de Casos en Establecimientos Educacionales de Chillán
Calificación
7,0
Autor
Año
2016
Páginas
118
No. de catálogo
V351870
ISBN (Ebook)
9783668384439
ISBN (Libro)
9783668384446
Tamaño de fichero
1058 KB
Idioma
Español
Palabras clave
formación, ciudadana, acción, didáctica, profesores, historia, geografía, estudio, casos, establecimientos, educacionales, chillán
Citar trabajo
Darling Orellana Curamil (Autor), 2016, La Formación Ciudadana en la Acción Didáctica de Profesores de Historia y Geografía, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/351870

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