El Contenido Emancipatorio de la Planificación Social en el Desarrollo Socialista


Tesis Doctoral / Disertación, 2014

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Extracto


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I. PLANIFICACIÓN - EMANCIPACIÓN: ANTECEDENTES Y EXPERIENCIAS
1.1 La planificación en el capitalismo
1.2 La planificación: antecedentes en el pensamiento socialista
1.3 Marx y Engels: el contenido emancipatorio de la planificación y la revolución comunista. Concepción marxista
1.4 Las experiencias socialistas en el siglo XX 33 Conclusiones parciales

CAPÍTULO II CUBA 1959-2011: CONCEPCIONES Y PRÁCTICA DE LA PLANIFICACIÓN
2.1 El pensamiento estratégico de la Revolución Cubana
2.2 La búsqueda en los primeros años de un sistema de planificación que contribuyera al desarrollo de la nueva sociedad socialista
2.3 Planificación en el proceso de institucionalización
2.4 Planificación en la rectificación de errores y el período especial

Conclusiones parciales

CAPÍTULO III. LA PLANIFICACIÓN SOCIAL DENTRO DE LA POLÍTICA ECONÓMICA Y SOCIAL DE LA REVOLUCIÓN
3.1 La crisis y las medidas iniciales
3.2 El Sexto Congreso del Partido
3.3 La Planificación Social
3.4 La autoridad y los órganos de gobierno
3.5 Lecturas para sacar lecciones y aprender de las experiencias de China y Viet Nam

Conclusiones parciales

CONCLUSIONES GENERALES

RECOMENDACIONES

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

INTRODUCCIÓN

Las dificultades en la Planificación Socialista, identificadas en la práctica cubana y en los otros países socialistas de Europa del Este, alcanzan marcada importancia dentro del contexto actual, a raíz de los debates académicos que sobre el socialismo se producen para implementar con éxito la Política Social y Económica del Partido y la Revolución en el país.

Esta investigación se propone fundamentar que la Planificación Social en la construcción socialista, cuando se instrumenta desde el individuo, como proceso emancipatorio, otorga al sujeto un papel activo y transformador dentro de la construcción colectiva, determinante en la resolución progresiva de la contradicción dialéctica alienación - emancipación, donde el hombre y la mujer se apropian de su vida social, premisa y resultado del pleno y libre desarrollo de los individuos en la sociedad sostenible y sustentable en armonía con la naturaleza.

Como resultado del trabajo, se identifican elementos para el desarrollo y consolidación progresiva del contenido emancipatorio de la Planificación Social como construcción colectiva, dentro del desarrollo socialista, a partir de la investigación histórico lógica de los acontecimientos acaecidos en la praxis de los procesos socialistas europeos, asiáticos y en particular el de Cuba. Los análisis desarrollados ponen de manifiesto la necesidad para Cuba de una participación efectiva de los productores - consumidores en todos los aspectos de la vida nacional, mediante un nuevo tipo de Planificación Socialista, la Planificación Social, que posibilite a los individuos intervenir, perfeccionar y decidir dentro de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, para el desarrollo progresivo de la emancipación humana y evitar así una involución hacia procesos tecnocráticos de inevitables consecuencias antisocialistas.

INTRODUCCIÓN

El análisis que se hace en esta tesis pone de manifiesto que en la construcción socialista, como proceso emancipatorio, la Planificación Social Socialista es determinante, por lo que su implementación efectiva y el perfeccionamiento sistemático dentro de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, puede generar el desarrollo progresivo de la emancipación del hombre y la mujer cubana. Esto implica una mayor intervención de los actores sociales, generar espacios de articulación y proveerlos de información para lograr la máxima racionalidad y equidad.

Uno de los principales desafíos que enfrentan las transformaciones en la etapa actual radica en la necesidad de develar e implementar, consecuentemente el contenido emancipatorio de la Planificación Social en el desarrollo socialista, manteniéndola como principal regulador social, en un nuevo escenario de la construcción socialista en Cuba, en que los lineamientos plantean que la planificación tendrá en cuenta el mercado, influyendo sobre el mismo y considerando sus características1.

Se asume para esta investigación el análisis sobre Planificación Social realizado por García, J., Alhama, R., Lima, R. y Rafuls, D. (2012) cuando se refieren a la complejidad de la transformación comunista y la necesidad de articular conscientemente los cambios desde los fundamentos productivo - materiales, hasta sus expresiones activas en las representaciones ideológico - espirituales, donde expresan que: “precisamente, esta complejidad coloca a la planificación en el centro del proceso de construcción socialista. Pero, como elemento distintivo de una socialidad nueva, también una planificación de nueva naturaleza, una Planificación Social, que articule, dirija y controle con claro sentido emancipatorio “humano” la actividad de los sujetos que a la vez son objetos de la transformación socialista/comunista.”2

La actualización del modelo económico cubano prevé que crezca la inversión extranjera, se diversifique el sistema de la propiedad y se maximice la eficiencia y eficacia de la economía nacional. Todo ello ha de lograrse sobre la base de una amplia democracia socialista, donde los productores - consumidores tengan el derecho a formular sus criterios y participar en la toma de decisiones, teniendo en cuenta los cambios que deben producirse en el Sistema del Poder Popular y en la dirección y administración empresarial estatal y no estatal, marcos adecuados para materializar la participación e intervención con capacidad de decisión de los sujetos en la construcción socialista; se trata de una participación activa que requiere del compromiso de los participantes, y tiene sus antecedentes en la afirmación de la participación popular de los años sesenta, en que resultaron esenciales varias dimensiones organizativas y culturales 3.

La tesis se planteó reflexionar sobre la Planificación Socialista y su papel en la emancipación humana, el lugar de los individuos como sujetos y objetos de cambio en las condiciones que se dan en Cuba en este siglo XXI, intenta demostrar la posibilidad de construir una propuesta viable para desarrollar la construcción socialista dinámica y participativa; se parte de un pensamiento filosófico marxista que concibe la emancipación humana como un proceso complejo y contradictorio; donde la enajenación se concibe como contradicción esencia humana - condiciones de existencia.

Este trabajo de investigación argumenta y fundamenta científicamente la necesidad de ampliar el horizonte de la planificación económica altamente centralizada que se desarrolló en los países socialistas, e introduce cambios en lo conceptual y procesal en base a una nueva visualización de la Planificación Socialista sustentada en un sistema de valores individuales y sociales como proceso de construcción colectiva, determinante en la resolución progresiva de la contradicción dialéctica alienación - emancipación, teniendo en cuenta el papel activo y transformador que le otorga a los sujetos socializadores en el devenir social de acuerdo con sus necesidades, intereses, valores y deseos, de modo tal que los actos de creación y expresión se establezcan conscientemente a los diferentes niveles que se elabora, ejecuta y controla.

Para redactar esta tesis se revisaron trabajos de investigación y ensayos de Alfredo González, José Luís Rodríguez, István Mészárov, Franz Hinkelammert, Jesús Pastor García Brigos, Oscar Fernández Estrada, Rafael Alhama Belamaric, Robin Hahnel, Ernest Mandel, Roberto Jesús Lima Ferrer, Daniel Rafuls Pineda, Jorge Giordani, Ramón E. Azócar, James A. F. Stoner, R. Edward Freeman, Arturo Córdova Just, Pilar Mascaró Sacristán, Leonard D. Goodstein, Timothy M. Nolan, William Preiffer, Russell Lincoln Ackoff, Angie Fernández Lorenzo, Onexy Quintana Martínez, Fermín Ferriol Sánchez, José Luis Almuiñas Rivero, Ángel Luis Portuondo, Salvador García y Nuvia Martínez Rodríguez, entre otros.

José Luis Rodríguez académico y ex ministro de economía en Cuba, al presentar su libro “Notas sobre economía cubana” señaló que: “la planificación no ha desempeñado el papel de instrumento de dirección decisivo para esta etapa de desarrollo del país”4, consideración que se comparte y forma parte de las motivaciones para realizar esta investigación.

El profesor norteamericano Robin Hahnel5 en su artículo planeamiento democrático: sí, pero ¿cómo hacerlo? plantea que: “Cuba puede estimular la participación y la iniciativa populares en su economía, mediante un cambio dramático en su sistema de planificación, que garantice a los trabajadores - en sus empresas socialistas - y a los consumidores - en sus CDR y órganos del Poder Popular - autonomía respecto a sus propias actividades económicas”6.

Aunque interesante el análisis de este autor, no se asume por su enfoque fragmentador; ya que separa al productor del consumidor, lo que se aparta de la esencia sistémica de transformación “metabólica” que es inherente a la evolución del socialismo; va mucho más allá de estructurar los mecanismos económicos indispensables, pero no únicos, definitorios de la nueva naturaleza a establecer en un complejo proceso de luchas contra siglos de desarrollo de naturaleza explotadora, reproductores de un proceso de producción y apropiación de la vida social excluyente, que es necesario trascender como totalidad.

Mediante la implantación de un proceso de Planificación Social, se puede lograr una superación que libere a los productores - consumidores de la “enajenación en el trabajo, la naturaleza y de sí mismo”, y por el otro, las manifestaciones de este proceso en las relaciones hombre - género humano y hombre - hombre.7

Teniendo en cuenta los elementos de mercado que existen y existirán, al desarrollarse la Planificación Social es necesario reflexionar sobre la advertencia de Franz Hinkelammert, quien exhorta a no caer en el automatismo del mercado, dado que este se transforma en un mecanismo destructor, en cuanto imposibilita cualquier seguridad de integración del sujeto económico (como productor y como consumidor), en la división social del trabajo a través del empleo, la obtención de un ingreso y la satisfacción de sus necesidades; incluso la propia subsistencia está constantemente amenazada8.

Dentro de las actuales transformaciones que se producen para actualizar y llevar a la práctica la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, se necesitan estudios y propuestas viables para seguir hacia delante la construcción socialista, aspiración del doctorado curricular “Teoría e Historia del Socialismo”, y tomar en consideración las enseñanzas de Carlos Marx y Federico Engels, ya que “el comunismo no es un estado que debe implantarse, un ideal al que haya de sujetarse la realidad. Nosotros llamamos comunismo al movimiento real que anula y supera al estado de cosas actual"9 ; teniendo como punto de mira el contenido emancipatorio de la Planificación Social Socialista en el desarrollo de la sociedad10, la cual abarca toda la creación humana que le antecedió, y no solo sitúa al hombre como centro de sus preocupaciones filosóficas, sino que lo pertrecha de los conocimientos necesarios para entender y enfrentar en toda su dimensión el conflicto entre el capital y el trabajo asalariado, y así avanzar sostenidamente en su trascendencia plena.

La Revolución Cubana está evolucionando hacia un nuevo escenario, en el que se trata nuevamente de rectificar errores, marcado en lo externo por la agresividad del imperialismo norteamericano y en lo interno por un grupo de insuficiencias y deficiencias económicas y sociales, que de acuerdo con las valoraciones de la máxima dirección del país, están relacionadas con los elementos que integran el sistema de dirección de la economía y que en los últimos años ha recibido el impacto negativo que representan las violaciones y las transgresiones que algunos cuadros han cometido en el desempeño de sus funciones, que con su actitud ponen en riesgo la propia Revolución, como alertara Fidel en la Universidad de La Habana en el año 2005.11

Esta tesis busca contribuir al perfeccionamiento de la construcción del socialismo como proceso en las actuales condiciones de Cuba, dentro del complejo escenario nacional e internacional.

Diseño de la tesis

PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN:

En Cuba, desde los primeros años de la Revolución de 1959 hasta hoy, se ha trabajado la Planificación Socialista como vía para la dirección del proyecto comunista cubano. Sin embargo, esta sigue siendo esencialmente una herramienta de carácter económico altamente centralizada, sin tener en cuenta consecuentemente su necesario alcance como proceso de naturaleza emancipatoria, como Planificación Social, eje central de la construcción socialista, que demanda la ampliación y el fortalecimiento sistémico de la intervención de los productores - consumidores, en todos los momentos de este proceso indispensable para enfrentar fenómenos como el burocratismo que obstaculiza el establecimiento del nuevo sistema de relaciones sociales. En consonancia con esta situación problémica, se identifica el siguiente problema de investigación:

¿Qué elementos desde lo procesal, metodológico, organizativo y de control deben caracterizar el contenido emancipatorio de la Planificación Social en las actuales condiciones del desarrollo del socialismo en Cuba?

Sobre la base de plantear una nueva visión de la planificación y en aras de contribuir a implementar lo que reclama la Política Económica y Social de la Revolución, cabe plantearse entonces la siguiente hipótesis:

HIPÓTESIS:

La Planificación Social seguirá siendo el instrumento regulatorio, determinante dinámico para la dirección de la sociedad socialista cubana, pero requiere de su transformación desde lo procesal, metodológico, organizativo y de control con un enfoque emancipatorio sobre la base de la más amplia y consciente participación popular.

OBJETO DE INVESTIGACION:

El contenido emancipatorio de la Planificación Social en la construcción socialista.

Para ello, se propone el siguiente Objetivo General:

OBJETIVO GENERAL:

Poner de manifiesto los elementos del contenido emancipatorio de la Planificación Social, dentro del proceso de desarrollo socialista de la sociedad cubana actual.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

Sistematizar a partir del análisis de la experiencia histórica de la planificación en el ámbito internacional y nacional.

Analizar la experiencia y el desarrollo del proceso de planificación en Cuba desde el triunfo de la Revolución hasta el 2011.

Identificar el contenido concreto de los “elementos procesales”, “elementos metodológicos”, “elementos organizativos” y “elementos de control”, desde las concepciones del proceso de Planificación Social, que permitan la intervención consciente y progresivamente más plena, eficiente y eficaz de los productores -consumidores, indispensable para el fortalecimiento del contenido emancipador en el desarrollo de la sociedad socialista.

Novedad científica

Esta investigación contribuye desde el punto de vista teórico - filosófico a identificar la importancia que tiene el aspecto social para una real planificación socialista, al fundamentar científicamente la necesaria implicación de los individuos a todos los niveles de la sociedad en el proceso de Planificación Socialista, argumenta la necesidad de cambiar las viejas concepciones y esquemas mentales, al tiempo que presenta propuestas desde un enfoque de “totalidad concreta”, desde las posiciones del marxismo y el leninismo para el desarrollo de la Planificación Social en las condiciones actuales de la sociedad cubana.

Tareas a realizar para el cumplimiento de los objetivos:

1. Levantamiento de las obras de Marx, Engels y Lenin, para la construcción y conceptualización de los conceptos que aborda el objeto de investigación.
2. Revisión de libros e investigaciones, editados en Cuba y el extranjero, en particular los que poseen las universidades cubanas, Instituto de Filosofía, Instituto de Investigaciones Económicas, Centro de Estudios de la Economía Cubana e Instituto Nacional de Investigaciones Económicas, entre otros.
3. Estudio de los libros y documentos sobre la historia de la Revolución Cubana, que tienen conexión con el tema de estudio, incluyendo los documentos rectores del partido y el Estado.
4. Consulta de las tesis de universidades y centros de investigaciones que se relacionen con el tema de estudio.
5. Elaboración del aparato teórico y metodológico.
6. Demostración de los presupuestos hipotéticos de la investigación.
7. Elaboración de la memoria escrita.

Métodos empleados:

Esta investigación tiene un carácter eminentemente teórico, apoyada en un material factual que parte del análisis de la experiencia acumulada por el autor en el campo abarcado por el problema de investigación, y se enriquece con la utilización de técnicas del nivel empírico de la investigación como son el análisis de registros económicos y otros documentos.

En la elaboración teórica de la investigación, se trabajó en la correlación dialéctica de lo histórico y lo lógico, tanto en el seguimiento de la historia del concepto de planificación, como en la trayectoria seguida en las relaciones económicas de la sociedad socialista cubana. Al determinarse el marco teórico de la investigación sobre la base del método de ascenso de lo abstracto a lo concreto, se determinan los aspectos del contenido emancipatorio de la Planificación Social en la sociedad cubana y su trayectoria histórica, dada en documentos, discursos y propuestas teóricas de destacados especialistas, tanto cubanos como extranjeros.

La tesis para su presentación se estructura en: una introducción, donde se caracteriza la situación problemática y se presenta el problema científico a resolver, la hipótesis de trabajo, los objetivos y la novedad de los resultados a presentar. En el capítulo I, se define fundamentalmente el marco teórico y referencial de la investigación efectuada; en el capítulo II, se resumen y critican las concepciones y prácticas de la Planificación Socialista en Cuba; finalmente en el capítulo III, se realiza un análisis crítico de las acciones y medidas desarrolladas desde el inicio del período especial y se formulan propuestas para contribuir a cambiar la Planificación Socialista hacia una Planificación Social como construcción colectiva desde el individuo productor - consumidor dentro del proceso de desarrollo socialista cubano. Incluye además, las conclusiones y recomendaciones derivadas de la investigación realizada y la bibliografía consultada.

CAPÍTULO I PLANIFICACIÓN - EMANCIPACIÓN: ANTECEDENTES Y EXPERIENCIAS

CAPÍTULO I. PLANIFICACIÓN - EMANCIPACIÓN: ANTECEDENTES Y EXPERIENCIAS

Asociar el surgimiento de la planificación al raciocinio del hombre no es un fenómeno casual, porque la planificación es un proceso racional que requiere del hombre inteligencia, organización y visión de futuro para poder implementarla. La planificación tiene su génesis desde el mismo momento que el hombre se convirtió en un ser racional y lograba su comunicación a través de las pinturas en las paredes de las cavernas, obtenía alimentos para el día y conservaba algunas cantidades para los otros días, en que las inclemencias del tiempo no le permitían cazar o pescar, y empezó a buscar medios para defenderse ante el peligro que le acechaba, independientemente que no era consciente que estaba desarrollando un proceso de planeación.

En la medida que la humanidad se ha ido desarrollando, la planificación (con métodos específicos) de una forma u otra se utiliza para cumplir objetivos de mediano y largo plazo, cualquiera que sea el régimen social, tanto en el socialismo como en el capitalismo, lo que la convierte en algo intrínseco del ser humano, en el aspecto individual y en el social.

La planificación en los tiempos actuales debe entenderse como la combinación de la razón (plan) y el pensamiento (estrategia) para conocer, entendiendo que conocer en el mundo es nombrar y reunir lo que se quiere conocer, para enumerar, clasificar y ordenar. Al clasificar y ordenar, pensamiento y razón se articulan. Esta articulación permite clasificar y ordenar la sociedad, los territorios, lo local, lo productivo, lo mercantil y lo cultural, para fijar principios orientadores, lo que permite establecer secuencias de operaciones necesarias para alcanzar lo esperado, involucrando a las mujeres y los hombres, tiempo, costo, financiamiento necesario, etc. De esta manera la planificación se relaciona con conceptos como eficiencia y eficacia, coordinación, precisión y control.

1.1 La planificación en el capitalismo

Aunque desde el gobierno alemán de Bismarck, finales del siglo XIX, se logra el desarrollo económico basado en una potente organización educativa y científica y en una estructura bancaria que apuesta por la inversión y la planificación gubernamental en las infraestructuras, no es hasta el triunfo de la Revolución Bolchevique, especialmente en el período comprendido entre 1917 y 1930, que la planificación se convierte en centro distintivo de una socialidad nueva: el proceso de construcción socialista.

No existían experiencias aplicadas al cambio social como un todo, debiendo concebirse, diseñarse e implementarse primero en determinados proyectos como el plan de electrificación de Rusia y más tarde mediante el proceso de planificación estructurado, que abarcaba toda la economía nacional y daría como resultado la elaboración del primer plan quinquenal en 1928; tanto a partir de la reflexión teórica, como principalmente de las condicionantes sociales en las que se desarrolló esta transformación revolucionaria, que se proponía pasar de una sociedad semifeudal a una sociedad socialista.

La discusión teórica sobre la construcción socialista, que en el terreno de la economía se produce en Rusia, se concentró en debatir si este proceso iba a estar dirigido y limitado por los precios del mercado, o si por el contrario estaría determinado por la planificación sin estar condicionado a las fuerzas del mercado capitalista.

Paralelo a estos intercambios teóricos, que se producían en Rusia, se inicia un proceso de reflexión y análisis dentro del capitalismo. Alrededor de 1920, Ludwig Von Mises12 señaló que el capitalismo era una alternativa superior al socialismo, porque el socialismo era un sistema inmanejable en el terreno económico13, al no existir precios de mercado y derechos de propiedad (a esto se le denomina economía de mercado). A su vez, el economista italiano Enrico Barone14, había mediado con anterioridad en lo que se denominó Socialist Calculation Debate15, demostrando que un aparato central de planificación con información completa y con técnicas computacionales, podría asignar los factores de producción eficientemente al resolver un complejo sistema de ecuaciones alimentado con relaciones de equivalencia entre el consumo presente y futuro, en vez de utilizar los precios del mercado.

Dentro del capitalismo se comenzó a enjuiciar negativamente la forma en que la Revolución Rusa extrajo excedentes de la economía feudal y campesina, así como las consecuencias que según ellos, trajo el proceso de planificación en cuanto a las libertades individuales; a partir de este momento se produce un cambio en el debate.

En este contexto, Friedrich von Hayes16 (discípulo de Von Mises) convoca en 1947 a un grupo de intelectuales a los Alpes suizos y allí, luego de varios días de deliberación, fundan la Sociedad Mont Pelerin17 que propicia el estudio y fortalecimiento de las llamadas sociedades libres capitalistas, así como las virtudes y defectos que posee el sistema de libre mercado.

Es también, en este mismo contexto que Karl Mannheim18, en 1945, comienza la defensa de la planificación, afirmó que en su esencia y métodos no existe nada que obligue a sacrificar las libertades individuales o la idea de auto determinación democrática. Este pensamiento se plasma en sus tres principales trabajos: “Hombre y Sociedad en un período de Reconstrucción”, “Diagnóstico de Nuestro Tiempo” y en los ensayos publicados póstumamente como “Libertad, Poder y Planificación Democrática”19.

En el capitalismo a nivel estatal se fortalece la planificación, alrededor de 1930, en dos aspectos: el control del gasto militar y la legislación monetaria. Al finalizar la segunda guerra mundial, los gobiernos comenzaron a tomar conciencia de algunos aspectos de la economía y la sociedad que no eran controlables y en las que se manifestaba la incertidumbre, el riesgo, la inestabilidad y un ambiente cambiante.

A partir de este momento, se proponen utilizar las herramientas de planificación para ejercer un control relativo sobre los cambios rápidos que sucedían a nivel nacional e internacional; los gobernantes comienzan a interiorizar y utilizar en una mayor medida la planificación a nivel estatal. Los avances que se producían en la ciencia y la técnica en este período daban mayores posibilidades de realizar una planificación más rigurosa, pues ya se venían desarrollando máquinas capaces de optimizar la capacidad para generar, almacenar, procesar y diseminar información.

Sin embargo, la tecnología por si sola no era suficiente y surgieron grupos de políticos y académicos capitalistas que empezaron a estudiar la concepción y sistematización de la planificación, pues vieron la necesidad que esta tuviera un rápido desarrollo dentro de las empresas, para responder a la creciente competitividad que se producía entre los países capitalistas y el bloque de los países socialistas que emergía con fuerza.

Dentro del capitalismo aparecen diferentes teóricos que conciben la planificación como la concepción de aproximarse al futuro, estando en el presente y así poder configurar modelos o escenarios que ante todo apuntalarán al sistema capitalista, haciendo eficiente y eficaces las tecnologías y el manejo de la fuerza de trabajo con el objetivo de incrementar la productividad.

Los autores del mundo capitalista parten de diversos puntos de vista sobre este tema, cada uno de ellos adopta diferentes posiciones sobre la planificación, unos la ven como ciencia y otros a manera de un proceso meramente administrativo. Después de estudiar un grupo de autores, se constata que la mayoría considera que con su introducción puede perfeccionarse el encuentro necesario entre los propietarios de dinero, medios de producción y artículos de consumo, y los vendedores de su fuerza de trabajo (obreros) para convertirlos en capital. Coinciden en que la planificación es una herramienta fundamental para la dirección y administración de los monopolios.

Sobre este aspecto, Marx apuntó que: “ni el dinero ni la mercancía son de por sí capital, como tampoco lo son los medios de producción, ni los artículos de consumo. Hay que convertirlos en capital. Y para ello han de concurrir una serie de circunstancias concretas, que pueden resumirse así: deben enfrentarse y entrar en contacto dos clases muy diversas de poseedores de mercancías, de una parte los propietarios de dinero, medios de producción y artículos de consumo, deseosos de explotar la suma de valor de su propiedad mediante la compra de fuerza ajena de trabajo, de otra parte, los obreros libres, vendedores de su propia fuerza de trabajo y, por tanto, de su trabajo.”20

Las relaciones capitalistas presuponen el divorcio entre los obreros y la propiedad de los medios de producción. Cuando ya se mueve por sus propios pies, la producción capitalista no solo mantiene este divorcio, sino que lo reproduce en una escala cada vez mayor. Por tanto, el proceso que engendra el capitalismo se materializa en el mercado de mercancías, lo que implica el proceso de disociación entre el obrero y la propiedad; proceso que, de una parte convierte en capital los medios sociales de vida y de producción, mientras que de otra parte convierte a los productores directos en obreros asalariados.

Poder incidir en este proceso para optimizar su sistema de explotación es uno de los objetivos de la planificación en el capitalismo y para ello aprovechan los nuevos conocimientos que aporta la revolución científico-técnica, como una herramienta capaz de lograr la elevación de la eficiencia, la calidad y la competitividad para enfrentar los retos de los nuevos tiempos, manteniendo la sumisión de la sociedad y los individuos a las leyes de la producción de plusvalía y la forma de organización de las relaciones entre los hombres, que se construye sobre la contradicción flagrante entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la apropiación; el espacio de la concentración y centralización progresiva de la riqueza, la propiedad y el poder21.

Frederick Winslow Taylor22 concibe la planificación como uno de los elementos más importantes de la administración científica y propone la “conveniencia de que exista un departamento estructurado que se ocupe de la planificación, dentro del sistema de dirección, llegando a dos conclusiones que impactarían notablemente en el campo de la administración moderna. Estas dos conclusiones son: “armonía, no discordia” y “cooperación, no individualismo”. “Llegará la época en que todas las grandes obras serán hechas por este tipo de cooperación, en la cual cada hombre ejecuta la función para la que se encuentra más capacitado, conserva su propia individualidad y sobresale en esa función, y todo ello sin perder nada de su originalidad y de su propia iniciativa, sin embargo, controlando y trabajando armoniosamente con muchos otros hombres”23.

Henri Fayol24 la define como una función destinada a prever, organizar, mandar, coordinar y controlar, y dice que prever es escrutar el porvenir y confeccionar el programa de acción . Milton Friedman25 opina que el componente ideológico de la planificación era un instrumento eficaz, que en manos de economistas y tecnócratas hábiles conducían a la realización de las aspiraciones nacionales. Por otra parte, para Ahumada26 la planificación es ética y políticamente neutra. No es en sí buena ni mala. Se puede planificar para la justicia como para la injusticia, para la virtud como para el vicio. Es políticamente neutra, en el sentido que no exige ni mayor concentración ni mayor dispersión de las decisiones. 27

El siglo XX, permite constatar el valor que la planificación ha tenido en el desarrollo del capitalismo y la importancia que los gobiernos y los sistemas empresariales le han concedido, desarrollando técnicas y nuevos métodos para su empleo; proceso que si bien ha engendrado crecimiento del capital, también ha engendrado una mayor alienación del trabajador en la economía capitalista, basada en la disparidad entre la fuerza productiva del trabajo, que crece con la expansión del modo de producción actual, y la falta de posibilidades por parte del trabajador para ejercer un control sobre los objetos que produce.

El producto del trabajador es un objeto extraño, y se convierte en un poder independiente frente a él: el trabajador no puede disponer de sus productos, carece de control sobre ellos, puesto que son los capitalistas los que se adjudican lo que produce, de suerte que no pueda beneficiarse con ello. La cosa no le pertenece, pese a que ha invertido su fuerza de trabajo: hay horas de trabajo que se reificaron, y la mercancía solo va a engrosar el poder de los accionistas en los grandes monopolios y otras empresas capitalistas. El mismo trabajador es tratado como un artículo que se compra y se vende en el mercado, no tiene ningún poder para decidir el destino de lo que produce.

El proceso de planificación pública y empresarial constituye un instrumento regulatorio dentro del capitalismo, este ha servido para perfeccionar y llevar a cabo sus políticas públicas y el perfeccionamiento del ciclo de administración de las grandes, medianas y pequeñas empresas, trayendo como consecuencia un acelerado desarrollo a las fuerzas productivas y altos niveles de productividad junto a una incesante innovación tecnológica. La planificación en el sistema capitalista permite profundizar la explotación de los trabajadores para obtener mayor plusvalía y también engendra una mayor alienación en la clase obrera.

Hoy, los capitalistas reconocen que la planificación permite resolver problemas complejos que se presentan a nivel de la sociedad, tanto en lo que se refiere a la política pública, como a los problemas que enfrentan los sectores industriales y agrarios; ella es una herramienta indispensable para emprender y orientar procesos de cambio, enfrentando múltiples y complejos desafíos, haciendo un amplio uso de los recursos humanos y de los otros recursos que le proporciona la naturaleza, la ciencia, la técnica y la cultura, en función de sus intereses.

La planificación, como herramienta en un proceso de dirección social, puede apoyarse en las aportaciones y desarrollos de la ciencia y la tecnología, pero nunca puede ignorar las condiciones imperantes en la sociedad en que se desarrolla; ella responde a las concepciones y valores de la clase dominante. El capitalismo, aunque utiliza la planificación llegada de la mano de la Revolución Industrial, sigue desarrollando una fiera competencia a través de las leyes que rigen la sociedad de mercado capitalista; téngase en cuenta que a pesar de los niveles de desarrollo alcanzados, por su propia esencia como régimen social, no puede ni es su objetivo solucionar los problemas de la sociedad, que son más bien resultado de ese propio despliegue de las relaciones capitalistas de producción en su fase imperialista.

El capitalismo, como régimen de producción, ha logrado cumplir con su máximo y prioritario objetivo de engendrar más capital en manos de unos pocos capitalistas. Pero como resultado de ello, al mismo tiempo, ha profundizado el carácter bipolar de su desarrollo de manera insospechada desde el siglo XIX. En un polo, la acumulación de la riqueza ha tomado proporciones astronómicas, además de su tendencia desmedida a la concentración (los monopolios); mientras que en el otro polo, la pobreza también aparece con cualidades y magnitudes alarmantes. La contradicción entre el carácter social de la producción y las formas privadas de apropiación, se ha amplificado y llegado a un nivel tal que incluso hace reaccionar la conciencia por parte de algunos sectores minoritarios de la propia burguesía monopolista transnacional, los que consideran que derramar algo de la riqueza acumulada hacia los niveles más bajos de la sociedad, ha devenido casi en un mecanismo de supervivencia del capitalismo como sistema.28

De acuerdo con los estudios realizados en los países latinoamericanos por CEPAL29, se distinguen tres tipos de planificación: planificación administrativa, que se fundamenta en la búsqueda de soluciones futuras en las organizaciones, sin proponer cambios profundos en la estructura; la planificación normativa, la cual se aplica a procesos que pueden experimentar cambios sin alterar las condiciones generales del contexto o sistema, y la planificación estratégica, que asume la presencia de fuerzas internas y externas y las analiza con la finalidad de producir cambios profundos y sustituciones en la estructura del sistema.

En el capitalismo hay ejemplos en los que existe un sistema nacional de planificación, los planes de la nación, la planificación regional y la planificación local, asociados al mercado. Algunos gobiernos utilizan la planificación normativa y describen sus objetivos de manera rigurosa, así como las acciones a seguir para el logro que se espera alcanzar de estos. Los ejecutantes deben guiarse exclusivamente por las acciones previstas y la percepción del planificador, en lo que respecta a la instrumentación de las políticas públicas30.

La planificación administrativa surge como parte del proceso de administración; se formaliza a partir de la primera Revolución Industrial vinculada a las ideas desarrolladas por Taylor y Fayol; busca soluciones futuras, sin proponer cambios profundos en el interior de la estructura donde ella se aplica, se enmarca en un cuadro previsto referido a un lapso de tiempo en el cual se especifican los resultados deseados, la conducta a seguir, las etapas y medios a emplear. Su instrumento principal es la programación, basada en el concepto formal de la organización en que la función programada determina el comportamiento del individuo que la desempeña y el establecimiento formal de las jerarquías es la fuente de la autoridad; utiliza la lógica cartesiana. Concibe la organización como un sistema altamente cerrado y no toma al entorno como un elemento cambiante, sino más bien estable31.

La planificación normativa se basa en la certeza del diagnóstico, es rígida ya que no puede salirse de los lineamientos, las acciones deben tener un seguimiento estricto para lograr los objetivos propuestos, se hace al más alto nivel y tiene un fuerte componente ideológico.

Este modelo presenta ciertas desventajas: tiene una exagerada visión economicista, con poca integración de todos los sectores de la economía, propicia el crecimiento y no el desarrollo, según CEPAL, dado que no ha sido un instrumento para el cambio y en lo social tiene escasa posibilidad de triunfar. No obstante, la planificación normativa aún es empleada en un buen número de gobiernos e instituciones, pero en los últimos años ha cobrado una connotación más táctica, dando origen de este modo a la planificación estratégica32.

Estas afirmaciones de la CEPAL han sido tema de análisis en los intercambios que sobre esta temática se han celebrado en Cuba y otros países del área. Muchos planes normativos de los países latinoamericanos de los años setenta y hasta la década del noventa (aún presentes en un grupo de países) han privilegiado la planificación de infraestructuras en beneficio de los monopolios y no se han ocupado de los agobiantes problemas de educación, salud, vivienda y programas de desarrollo rural que viven sus sociedades, lo que no les permite alcanzar niveles adecuados de desarrollo humano, ni cumplir las metas lanzadas por la ONU.

La planificación estratégica es considerada como una herramienta por excelencia de la gerencia, consiste en la búsqueda de una o más ventajas competitivas de la organización, así como, la formulación y puesta en marcha de diferentes opciones que permiten crear o preservar las ventajas de la organización, en función de la misión, los objetivos, el entorno, sus presiones, y los recursos disponibles.

Koontz y Weihrich afirman que es un proceso muy complejo, requiere de un enfoque sistémico para identificar y analizar factores externos a la organización y confrontarlos con sus capacidades. La Planificación Estratégica tiene por finalidad producir cambios profundos en la organización y en la cultura interna, buscando identificar y llevar a la práctica los objetivos a largo plazo de la organización. Este proceso persigue la consecución de objetivos mediante la realización de esfuerzos humanos, técnicos y financieros33.

La verdadera identidad del proceso de planificación estratégica, radica en que el mismo se orienta y descansa en la formulación de un cuerpo analítico que debe responder a preguntas relacionadas con las posibilidades de actuación. Se puede decir que el proceso de planificación estratégica está sustentado en tres tipos de planes fundamentales: los planes estratégicos a largo plazo; los programas a mediano plazo; los planes operativos y presupuestos a corto plazo. Estos tres tipos de planes conforman un sistema interrelacionado con diferentes puntos de retroacción, que permiten a las estrategias de largo plazo reflejarse en las decisiones actuales.

En los últimos años, aparece en el capitalismo la denominada planificación participativa en que se crean equipos de trabajo para su desarrollo (trabajo en equipo por talleres y fábricas). Esta se concibe como una disciplina colectiva, donde los diferentes miembros de la organización participan en la fijación de objetivos y comprometen sus esfuerzos para materializarlos, siempre en aras de obtener mayores beneficios para el capitalista. Ejemplo de ello es el desarrollo del Toyotismo en Japón, caracterizado por el trabajo en equipo, eliminación de recursos redundantes, implicación del colectivo obrero en la toma de decisiones relativas a la producción, consentimiento en la responsabilidad de un trabajador sobre el manejo y control de varias máquinas, bajo la filosofía de exaltar la figura del trabajador que contrasta con la filosofía del Fordismo, en la que se establecía que lo menos importante son las necesidades e intereses del trabajador.

La planificación en el capitalismo ha desarrollado nuevas herramientas y nuevas formas de gestionar los gobiernos y los sistemas empresariales que deben ser tomados en cuenta en la concepción y desarrollo de la planificación, pues a diferencia de las experiencias socialistas, estas se han multiplicado, e incluso se aprecia, se han apropiado de concepciones socialistas para alargar la vida del sistema capitalista y refinar los métodos de explotación, llegando a introducir sistemas de planificación y planeamiento que influyen no solo en la productividad del trabajo, la calidad y los costos, sino en la clase obrera en el plano político - ideológico y así tratar de desvirtuar las enseñanzas marxistas de cómo se produce la explotación capitalista del obrero y cómo el trabajo se convierte en una de las principales fuentes de enajenación.

Lejos del cuadro idílico que los economistas burgueses pretenden transmitir sobre el funcionamiento lógico y ordenado del capitalismo, su carácter anárquico y la influencia negativa del sistema se ponen de manifiesto en sus crisis cíclicas, que cada día con mayor fuerza atentan sobre la clase obrera y la sociedad en general.

El sistema económico de corte neoliberal, impuesto por el imperialismo a nivel global, en su afán de obtener acumulación rápida de capital ha mostrado que su modelo de lucro y estabilidad quiebra ,y acuden cada día más al paradigma intervencionista a través del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y las guerras para solucionar el problema. Un modelo basado en el consumismo exacerbado financiado por un exceso de crédito, y el pensamiento que la economía se puede reactivar con altas tasas de paro, subiendo los intereses, disminuyendo la estructura en las administraciones públicas fuertemente endeudadas, subiendo la inflación y abaratando los despidos, lleva a millones de individuos a la miseria; lo que incluye a los habitantes de las naciones más desarrolladas. El sistema capitalista mantiene los siguientes paradigmas:

- El objetivo de los individuos es competir con buenas y malas artes para multiplicar los bienes terrenales, sea como sea.
- Los valores morales no importan, tampoco los lineamientos éticos.
- La corrupción está implícita en el neoliberalismo como modelo, midiéndose a las personas por sus logros materiales y no por sus cualidades humanas, morales o éticas.
- La ostentación de la riqueza, traspasando esa imagen al resto de la sociedad, para que busque en el logro material de los individuos la realización general.
- Hipotecar a los países para financiar a los banqueros que, en retirada, se robaban el dinero depositado.

En la sociedad capitalista los dueños del capital aprecian la planificación a escala de la sociedad, como una restricción al derecho a disponer libremente de su capital, aunque reconocen la necesidad que el Estado Capitalista la desarrolle, para llevar a cabo las políticas públicas en función de sus intereses y un sistema asistencialista (que hoy sufre demoledores golpes en Estados Unidos de Norteamérica y la Unión Europea) hacia los más desposeídos, que en la actualidad se reduce con las políticas neoliberales y de austeridad, provocan mayor desempleo y golpean negativamente a los sectores de educación, salud y otros beneficios sociales. Por ello, aunque se manifiestan las acciones de planificación en dichos países, no deja de presentarse una aguda contradicción y enfrentamiento de las clases sociales y la confrontación ideológica, que desde la corriente neoliberal pugna por seguir el modelo de privatización.

La planificación en el capitalismo, aunque es necesaria y utilizada por los diferentes gobiernos, solo es directiva para las instituciones del Estado, e indicativa para los grandes monopolios y empresas que operan dentro de los marcos de la economía de mercado; el ejemplo comenzó en Francia después de la Segunda Guerra Mundial, donde se hicieron ajustes a la planificación soviética normativa convirtiéndola en planificación indicativa. Se produce la intervención del Estado, pero se diferencia de la planificación soviética, pues no se opone a la propiedad privada y otros principios liberales de la economía capitalista.

A partir de aquí, hay diferentes experimentos en Europa y los Estados Unidos de Norteamérica que orientan sus sectores estratégicos, utilizando este enfoque de planificación. Un ejemplo de ello ha sido la agricultura de los EE.UU., o los planes de generación de energía en España34.

Los monopolios, y hasta las pequeñas y medianas empresas, poseen sistemas propios de planificación, diseñados para obtener mayores beneficios (plusvalía) para los dueños del capital, donde se aplican novedosas técnicas. En el capitalismo contemporáneo se hace cada día más fuerte y evidente, pero también, sin duda alguna, cada vez más sutil la enajenación.

La planificación como fase del proceso de dirección en el capitalismo y los aportes logrados desde el punto de vista técnico, pueden ser útiles en la construcción socialista, aunque los objetivos e intereses sean diferentes. En este trabajo se presenta la Planificación Social Socialista, que supera el alcance de la planificación capitalista y la Planificación Económica Socialista, que se puso en práctica en el siglo XX.

1.2 La planificación: antecedentes en el pensamiento socialista

La aspiración de una sociedad más justa se remonta a épocas muy remotas y desde la antigüedad han existido proyectos para conformar ese tipo de sociedad, teniendo en cuenta determinados criterios éticos, políticos y religiosos. Se destacan las ideas de Platón, Aristóteles, Descartes, David Hume, Thomas Moro, el Conde de Saint Simon, Fourier, Owen, Marx, Engels y Lenin, que han dejado toda una obra, que ha permitido una mayor comprensión científica del mundo y de los problemas sociales en el devenir de la humanidad, sustento teórico y guía para emprender las luchas revolucionarias y los nuevos proyectos sociales a lo largo de la historia, y con un mayor acento en los últimos siglos35.

Dentro del conocimiento acumulado por la humanidad aparecen concepciones, métodos y herramientas para encauzar el rumbo de la sociedad, y es precisamente aquí donde surgen las primeras ideas estructuradas relativas a la planificación.

Haciendo un repaso del siglo XIX, se pueden encontrar importantes ideas de los denominados socialistas utópicos36, como los calificara Engels en su obra “Del socialismo utópico al socialismo científico”37. Entre los teóricos más importantes se destacan el aristócrata francés conde de SaintSimon, Charles Fourier, Robert Owen y Louis Blanc, entre otros.

Saint-Simon, preocupado por el problema de la dirección moral de la sociedad deseaba la planificación dirigida a beneficiar a las clases trabajadoras. La industria, afirmaba él, debería volver a estar dirigida a atender los intereses de la mayoría, especialmente de los más pobres.

Charles Fourier, socialista francés del siglo XIX, proponía la organización de la sociedad en falansterios o falanges (comunidades rurales autosuficientes), donde se reunieran todos los segmentos sociales: propietarios (capitalistas) y proletarios, que colocarían sus propiedades y fuerza de trabajo, respectivamente, como propiedad común y recibirían acciones proporcionales al valor de su contribución.

Robert Owen, capitalista dueño de varias fábricas, pero sinceramente preocupado por los problemas sociales de la época, asumió actitudes que lo insertan como uno de los grandes pensadores y hombres de acción, fue precursor del comunismo científico, al decir de Engels en el Anti-Dühring: construyó casas para sus trabajadores, los hizo partícipes de los beneficios de su empresa, redujo la jornada laboral a 10 horas por día, en otras fábricas las horas de trabajo excedían las 13 horas, fundó escuelas para los hijos de los trabajadores y propuso la organización de la sociedad en cooperativas, llegó incluso a aplicar sus ideas implantando una colonia en Indiana, EE.UU., denominada "New Harmony", no consiguiendo lograr sus propósitos, reintentándolo más tarde en Inglaterra.

Louis Blanc, defendía la participación del Estado para modificar la economía y la sociedad, imaginaba la creación de talleres en que se asociarían a trabajadores dedicados a las mismas actividades, donde la producción no tendría que enfrentar la competencia de grandes empresas con el apoyo del Estado.

Los principios básicos de estos pensadores pueden ser resumidos en los siguientes aspectos principales:

1. Creación de comunidades auto-suficientes, donde los hombres, a través de la libre cooperación, tendrían sus necesidades satisfechas.
2. Organización, a escala nacional, de un sistema de cooperativas de trabajadores que negociaran entre sí, el intercambio de bienes y servicios.
3. Actuación del Estado a través de la centralización de la economía para evitar los abusos del capitalismo referentes a la sobre explotación del trabajo humano, la inequidad en los accesos a la educación, salud, alimentación, vivienda y la propiedad de los medios de producción y la tierra.

Los socialistas utópicos, dentro de sus concepciones, se aproximaron a la idea de la planificación como una herramienta para la dirección y visualizaron que su introducción podría ayudar a ser más eficiente la producción y hasta más justa las oportunidades de trabajo para los individuos, incluyendo los beneficios que obtendrían por su participación; ellos no pudieron llegar a la interpretación científica de la génesis de la explotación que genera el sistema capitalista, cuestión abordada por Marx y Engels.

Engels en el Anti-Dühring planteó que las ideas y los experimentos desarrollados por los socialistas utópicos partían de una visión avanzada del proceso histórico y estas ideas fueron muy importantes para el desarrollo posterior del marxismo, aunque con limitaciones.

1.3 Marx y Engels: el contenido emancipatorio de la planificación y la revolución comunista. Concepción marxista

Para comenzar a abordar el contenido emancipatorio de la planificación y la revolución comunista, basados en la concepción marxista - concepto central de esta investigación - es necesario partir de la visión socio - histórica propuesta por Marx, que apunta a la búsqueda de las causas de la enajenación en el modo de producción capitalista, que también persiste en la transición del capitalismo al comunismo.

El proceso de trabajo se distingue por dos peculiaridades; de una parte, se realiza para el capitalista y bajo su control, el cual posee los medios de producción y durante el tiempo de trabajo utiliza la fuerza de trabajo que ha comprado como mercancía, y por otra parte, el producto creado en el proceso de producción no pertenece a su productor directo, al obrero asalariado, sino al capitalista.

Al comprar los medios de producción y la fuerza de trabajo, el capitalista desea producir un valor de uso que posea valor de cambio, es decir la mercancía, y lograr que el valor de esta sea mayor que el de los factores del proceso de trabajo consumidos, pues sin ello no es posible obtener excedente de valor, plusvalía. La producción de plusvalía le es necesaria al capitalista por cuanto es portadora material del valor.

El proceso de creación de la mercancía interesa al capitalista como base de obtención de plusvalía. El valor anticipado por el capitalista crece, debido a que los obreros trabajan más tiempo de lo que es necesario para reproducir el equivalente del valor de su fuerza de trabajo. El valor de la fuerza de trabajo y el valor creado, en el proceso de consumo de la misma, son magnitudes distintas. La inversión de trabajo por encima del límite necesario para la reproducción del equivalente del valor de la fuerza de trabajo es fuente de plusvalía.

Corresponde a Marx el descubrimiento que en la sociedad capitalista, la explotación del trabajo asalariado sirve para mantener y acrecentar el valor perteneciente al capitalista, para ampliar el poder y la dominación del capital. Los medios de producción se convierten en capital, únicamente cuando se transforman en medios de explotación de los obreros, por tanto el capital no es una cosa, sino una relación social entre las clases principales de la sociedad burguesa, la relación de explotación de los obreros asalariados por los dueños de los medios de producción.

La producción y apropiación de plusvalía, se efectúa sobre la base de la ley del valor. Los capitalistas compran los factores de trabajo (medios de producción y fuerza de trabajo) con arreglo a su valor. Pero como demostró Marx, incluso cuando los capitalistas pagan el valor completo de la fuerza de trabajo, extraen plusvalía del trabajo de los obreros. Él demostró que la obtención de plusvalía no es un fenómeno casual, sino una causa objetiva, lógica y necesaria de la producción capitalista y uno de los aspectos fundamentales de la enajenación a que son sometidos los individuos.

La producción y apropiación del nuevo valor creado, presupone la unidad de la esfera de la circulación y de la producción. En la circulación, el capitalista adquiere mercancías: la fuerza de trabajo y los medios de producción. En la producción, como resultado del trabajo de los obreros asalariados, el valor anticipado se acrecienta, se crea plusvalía, la cual se concreta en la esfera de la circulación cuando el capitalista vende las mercancías producidas. En esa operación la plusvalía toma la forma monetaria38.

En los Grundisse, Marx expone: “pero si el capital se manifiesta como producto del trabajo, el producto del trabajo aparece, de la misma manera como capital, y no ya solo como simple producto, ni como mercancía intercambiable, sino como capital: trabajo objetivado como dominación, como fuerza de dominación sobre el trabajo viviente. Así, pues, se manifiesta como un producto del trabajo de tal modo que el producto aparece como una propiedad alienada, como un modo de existencia autónomo, con el cual el trabajo viviente es confrontado como un valor existente por sí mismo; es como si el producto del trabajo se cristalizara en forma de una potencia extraña (alienada) respecto del trabajo. Desde el punto de vista del trabajo, se manifiesta su actividad en el proceso de producción de manera tal que separa al mismo tiempo, de sí mismo, su realización como una realidad extraña, y que se pone a sí mismo, por lo tanto, como una capacidad de trabajo sin sustancia, llena solamente de necesidades, frente a esta realidad alienada que no le pertenece, sino que pertenece a otros”39.

Este análisis demuestra que las causas de la enajenación (contradicción esencia humana - condiciones de existencia) están en el modo de producción capitalista y como plantean diversos autores persiste en la construcción socialista,40 en que se inicia un proceso que de forma progresiva debe lograr la emancipación; entendida esta como un momento del proceso permanente de resolución de la contradicción dialéctica alienación - emancipación; y la emancipación “verdaderamente humana” /Marx/, como reapropiación por el individuo de su propia vida social, de su real esencia humana.

No olvidar que en la obra de notables investigadores marxistas actuales, entre los que destaca Mészárov, llegan a la conclusión que todas las interpretaciones y modificaciones sucesivas de las concepciones de Marx, se realizan sobre la base conceptual de los grandes logros filosóficos tan claramente evidenciados en los manuscritos “Econ ó micos - Filos ó ficos ” , de 1844, cuando indicó cuatro aspectos fundamentales de la enajenación:

- La enajenación de los seres humanos de la naturaleza.
- De su propia actividad productiva.
- De su ser como especie, como miembros de la especie humana.
- De cada uno de los otros.

Marx, subrayaba que esto no es una “ fatalidad de la naturaleza ” - como en efecto los antagonismos estructurales del capital son característicamente tergiversados, para mantenerlos en su lugar - sino una forma de auto enajenación. En otras palabras, “no estamos ante la acción de un todopoderoso agente externo, natural o metafísico, sino ante el resultado de un determinado tipo de desarrollo histórico que puede ser alterado positivamente mediante una intervención consciente en el proceso histórico, para trascender la auto enajenación del trabajo”41.

Para trascender la enajenación (contradicción esencia humana - condiciones de existencia) del capital los individuos deben desarrollar nuevas formas de producción y reproducción, control e intercambio, y es en esta necesidad histórica que resulta determinante la Planificación Social Socialista.

La idea de la toma del poder político por los proletarios se halla indisolublemente ligada, en el pensamiento de Marx con la necesidad de superación consciente del aislamiento de los productores mediante la Planificación Social. A través de la Planificación Social el Estado en la sociedad comunista ejerce conscientemente su intencionalidad política sobre la economía. La redefinición del papel del Estado, al pasar de instrumento de dominación clasista a vehículo fundamental para la emancipación social, marcará el inicio del proceso de su extinción.

Es la Planificación Social quien permite que las diversas y numerosas fuerzas de trabajo individuales actúen como una sola fuerza de trabajo social. Únicamente en los marcos de la Planificación Social la propiedad social se realiza como tal. La propiedad cooperativa, al margen de la Planificación Social, no rebasa la gestión colectiva de la propiedad privada.

La superación de la enajenación está estrechamente relacionada, en la concepción de los clásicos, con la Planificación Social. La ley del valor queda limitada por su forma a los cálculos del trabajo social; la tendencia será a la expresión del trabajo de forma directamente social, lo que significa el reconocimiento del trabajo en cada caso concreto, de acuerdo a Marx, es decir todo trabajo que se realice dentro de las determinaciones sociales de la Planificación Social adoptará, siempre que se ajuste a las condiciones establecidas, el carácter de trabajo socialmente necesario, sin estar sujeto a medida alguna. Ello implica la tendencia histórica a la disminución gradual de las relaciones monetario - mercantiles en la formación económico social comunista.42

En la primera experiencia socialista (Rusia) los primeros planes centraron su accionar en el desarrollo de la economía, sobre la base de la política ejecutada por Stalin, donde logró que prácticamente todos los recursos productivos estuviesen en poder del Estado, lo que colocaba a la propiedad estatal en una posición de privilegio, como expresión de socialización de la producción y todo el sistema reproductivo.

Acerca de este tema, se necesita reflexionar sobre la visión que tiene Marx sobre este proceso histórico, de sus fundamentos, y sobre esa base una concepción de la necesaria actividad transformadora. En el Manifiesto Comunista se plantea: “tan pronto como, en el transcurso del tiempo, hayan desaparecido las diferencias de clase y toda la producción esté concentrada en manos de la sociedad, el Estado perderá todo carácter político. El Poder político no es, en rigor, más que el poder organizado de una clase para la opresión de la otra. El proletariado se ve forzado a organizarse como clase para luchar contra la burguesía; la revolución le lleva al poder; y desde él, como clase gobernante, derribe por la fuerza el régimen vigente de producción, con este hará desaparecer las condiciones que determinan el antagonismo de clases, las clases mismas, y, por tanto, su propia soberanía como tal clase. Y a la vieja sociedad burguesa, con sus clases y sus antagonismos de clase, sustituirá una asociación en que el libre desarrollo de cada uno condicione el libre desarrollo de todos”.43

En cuanto a la forma de conexión de los productores aparece la idea de desarrollar un nuevo tipo de enlace, pues identifican en la planificación, la herramienta reguladora del movimiento económico - social, en franca oposición a la anarquía y mecanismos espontáneos del mercado que operaban en la sociedad capitalista. Previeron que se debía establecer vínculos económicos directos de coordinación entre todos los sujetos, en virtud de distribuir racionalmente el trabajo social en correspondencia con las necesidades y posibilidades, de manera que se realizara en interés de toda la sociedad, los intereses colectivos e individuales para lograr una nueva fase del desarrollo social, lo que permite afirmar que en sus ideas se aproxima a la concepción de Planificación Social.

Engels, por su parte escribe sobre el futuro y predice que: “La sociedad, al adueñarse de todos los medios de producción para emplearlos socialmente y con arreglo a un plan, acaba con el sojuzgamiento que hasta hoy se ha visto sujeto el hombre, bajo el imperio de sus propios medios de producción. La sociedad no puede, evidentemente emanciparse sin emancipar a todos los individuos”.44

Marx y Engels, en sus análisis críticos del capitalismo, determinan que la auténtica forma de cambio es la transformación revolucionaria de las estructuras del capital. La economía social funciona bajo la acción de todo un sistema de leyes económicas objetivas, cuyo conocimiento por los sujetos de dirección, es imprescindible a los fines de dominar su utilización consciente en la conducción de los procesos. Sobre esto Marx señala que “[...] el trabajo directamente social o colectivo en gran escala requiere en mayor o menor medida se establezca un enlace armónico entre las diversas actividades individuales y ejecute las funciones generales que brotan de los movimientos del organismo productivo total".45

Engels, en su obra “Del socialismo utópico al socialismo científico”, esclarece:

“El hecho que la organización social de la producción dentro de las fábricas se haya desarrollado hasta llegar a un punto en que se ha hecho irreconciliable con la anarquía -coexistente con ella y por encima de ella - de la producción en la sociedad, es un hecho que se les revela tangiblemente a los propios capitalistas, por la concentración violenta de los capitales, producida durante las crisis a costa de la ruina de muchos grandes y, sobre todo, pequeños capitalistas. Todo el mecanismo del modo capitalista de producción falla, agobiado por las fuerzas productivas que él mismo ha engendrado. Ya no acierta a transformar en capital esta masa de medios de producción, que permanecen inactivos, y por esto precisamente debe permanecer también inactivo el ejército industrial de reserva. Medios de producción, medios de vida, obreros disponibles: todos los elementos de la producción y de la riqueza general existen con exceso.

[...]


1. Consultar: Partido Comunista de Cuba. (2011) Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. La Habana: VI Congreso del Partido Comunista de Cuba.

2. García, J. y otros. (2012). Cuba: propiedad social y construcción socialista. La Habana: Ciencias Sociales. (p. 101).

3. Consultar: Arenas, P. (1996) La participación vista desde un ángulo psicosocial, en Dilla, H. Compilación: La participaci ó n en Cuba y los retos del futuro. La Habana: Ediciones CEA (p. 108)

4. Ver presentación del libro: Rodríguez, J.L. (2011). Notas sobre economía cubana [versión electrónica] http://www.radiohc.cu/especiales/exclusivas/4036-cincuenta-anos-de-revolucion-en-la-economia-cubana.html

5. Robin Hahnel, profesor de American University, Washington, DC

6. Hahnel R. (2008, abril-junio) Planeamiento democrático: sí, pero ¿cómo hacerlo?. Revista Temas [en línea] Disponible en: www.temas.cult.cu/revistas/54/03%20Hahnel.pdf [2012, septiembre]

7. Consultar Mészárov I. (2005) La teor í a de la enajenaci ó n en Marx. La Habana: Ed Ciencias Sociales. (p.6)

8. Sobre estas consideraciones se recomienda Consultar: Mora H. y Hinkelammert F. (2001). Hacia una econom í a para la vida. (pp. 310 - 320). San José: editorial DEI.

9. Marx K. y Engels F. (1979). La Ideología Alemana. La Habana: Editora Política. p. 36.

10. Marx partió de la crítica a los socialistas anteriores, a los que calificó de «utópicos», si bien tomó de ellos muchos elementos de su pensamiento (de autores como Saint-Simon, Owen o Fourier); tales pensadores se habían limitado a imaginar cómo podría ser la sociedad perfecta del futuro y a esperar que su implantación resultara del convencimiento general y del ejemplo de unas pocas comunidades modélicas. Por el contrario, Marx y Engels pretendían hacer un «socialismo científico», basado en la crítica sistemática del orden establecido y el descubrimiento de las leyes objetivas que conducirían a su superación; la fuerza de la Revolución (y no el convencimiento pacífico ni las reformas graduales) serían la forma de acabar con la civilización burguesa.

11. Castro, F. (2005), [en línea]. Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en el acto por el aniversario 60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005. disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2005/esp/f171105e.html. [2011, octubre]

12. Ludwig Edler von Mises; Lemberg, 1881 - 1973, Nueva York. Economista austriaco. Estudió en la Universidad de Viena, de la que fue profesor entre 1913 y 1938. Emigró de su país, primero a Suiza, donde impartió clases en el Institute of International Studies, y posteriormente a México, donde fue profesor en la Universidad Nacional durante el año de 1942. Poco después emigró a los Estados Unidos, país cuya nacionalidad adoptó en 1946. Miembro del National Bureau of Economic Research, impartió también clases de Economía en la Universidad de Nueva York entre los años 1945 y 1969.

13. El debate económico sobre el cálculo económico en el socialismo es uno de los subtemas relacionados con el debate teórico sobre el cálculo económico iniciado por Ludwig von Mises, y en el que participaron principalmente además del propio Von Mises, Friedrich von Hayek, Oskar Lange (1904-1965) y Abba Lerner (1905-1982).

14. Enrico Barone (22 de diciembre de 1859, Napoles, Italia -14 de mayo de 1924, Roma) fue un soldado, militar, historiador y economista; desde 1894, colaboró con Maffeo Pantaleoni y Vilfredo Pareto en el Giornale degli Economisti. Barone's.

15. Véase al respecto, http://cepa.newschool.edu/het/profiles/barone.htm. [2011. noviembre]

16. Friedrich August von Hayek (Viena, 8 de mayo de 1899 - Friburgo, 23 de marzo de 1992) fue un filósofo, jurista y economista de la Escuela Austríaca, discípulo de Friedrich von Wieser y de Ludwig von Mises; reconocido como uno de los grandes economistas del siglo XX, también es considerado por muchos uno de los padres del liberalismo moderno. Se caracterizó como uno de los mayores críticos de la economía planificada socialista, dado que en su visión esta conduce al totalitarismo y a la ausencia de la libertad para el desarrollo individual. Este tema lo trata en su obra “Camino de servidumbre”.

17 La declaración oficial de la Sociedad Mont Pelerin se encuentra en: http://www.montpelerin.org/aboutmps.html#foot2. [2011, noviembre]

18. Karl Mannheim, (Budapest, 1893 - Londres, 1947) Sociólogo alemán de origen húngaro. Fue profesor en Heidelberg y en Frankfurt hasta la llegada del nazismo, cuando se trasladó a Londres, prosiguiendo su labor didáctica en la London School of Economics, en un ambiente intelectual que conservaba la influencia de Max Weber (fallecido en 1920), y debe parte de su fama al debate que planteó sobre el papel de los intelectuales, entendidos como categoría "libremente oscilante" entre las clases sociales. En su célebre obra Ideolog í a y utop í a: Introducci ó n a la teor í a del conocimiento (1959), definió las ideologías como manifestaciones del pensamiento destinadas a conservar el orden existente, y las utopías como construcciones encaminadas a subvertirlo o transformarlo.

19. Lloyd Spencer. Mannheim, Karl 1893-1947 [en línea]. Disponible en: http://www.tasc.ac.uk/depart/media/staff/ls/Modules/Theory/Mannheim.htm. [2012, febrero]

20 Marx, C. (1962) El Capital, cr í tica a la econom í a pol í tica. Tomo 1. La Habana: Editorial Nacional de Cuba. (p. 655)

21. Consultar: Marx, C. (1962) Compra y venta de la fuerza de trabajo, en “ El Capital, cr í tica a la econom í a pol í tica ”. Tomo 1. La Habana: Editorial Nacional de Cuba. (pp.129 - 138)

22. Frederick Winslow Taylor (20 de marzo de 1856 - 21 de marzo de 1915) fue un ingeniero mecánico y economista estadounidense, promotor de la organización científica del trabajo, considerado el padre de la Administración Científica. En 1878, efectuó sus primeras observaciones sobre la organización del trabajo en la industria del acero, seguidas de una serie de estudios analíticos sobre tiempos de ejecución y remuneración del trabajo. Su aporte fundamental, fue determinar científicamente el trabajo estándar, crear una revolución mental y un trabajador funcional a través de diversos conceptos en su trabajo Shop Management, publicado en 1903.

23. Azócar R. (2009) La planificación: Su método y su filosofía [en línea] Disponible en: http://ramneazcara.blogspot.com/2009/03/la-planificacion-su-metodo-y-filosofia.html. [2012. diciembre]

24. Henri Fayol (Estambul, 1841 - París, 1925) ingeniero y teórico de la administración de empresas, fue fundador de la teoría Clásica de Administración, es conocido por sus aportaciones en el terreno del pensamiento administrativo. Expuso sus ideas en la obra Administración industrial y general, publicada en Francia en 1916. Tras los aportes realizados por Taylor en el terreno de la organización científica del trabajo, Fayol, utilizando una metodología positivista, observa los hechos, realiza experiencias y extrae reglas, con lo que desarrolló todo un modelo administrativo de gran rigor para su época. En otra obra suya, La incapacidad industrial del estado (1921), hizo una defensa de los postulados de la libre empresa frente a la intervención del Estado en la vida económica.

25. Adam Smith es reconocido como el padre de la economía moderna, y Milton Friedman, como su hijo espiritual de mayor distinción. De ahí la importancia del mismo en el pensamiento económico. En la actualidad, sus postulados representan la base fundamental de la práctica económica neoliberal. el Fondo Monetario Internacional y los demás organismos económicos internacionales basan sus estudios y proyectos en el fundamento teórico desarrollado por Friedman.

26 Jorge Ahumada, pionero de la teoría sobre planificación del desarrollo en América Latina y maestro de los planificadores de esa región.

27 Se recomienda estudiar la obra de: Azócar R. (2009) La planificación: Su método y su filosofía [en línea] Disponible en: http://ramneazcara.blogspot.com/2009/03/la-planificacion-su-metodo-y-filosofia.html. [2012. diciembre]

28. Ver de Morales E. (2005) La economía política marxista: algunos desafíos de su continuidad histórica. [en línea] Disponible en: http://www.uh.cu/centros/ceseu/Artículos/La%20economia%20pol%EDtica%20marxisma.pdf [2012, diciembre]

29. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) fue establecida por la resolución 106 (VI) del Consejo Económico y Social, del 25 de febrero de 1948, comenzó a funcionar ese mismo año. En su resolución 1984/67, del 27 de julio de 1984, el Consejo decidió que la Comisión pasara a llamarse Comisión Económica para América Latina y el Caribe. La CEPAL es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas y su sede está en Santiago de Chile. Se fundó para contribuir al desarrollo económico de América Latina, coordinar las acciones encaminadas a su promoción y reforzar las relaciones económicas de los países entre sí y con las demás naciones del mundo.

30. Consultar: CEPAL (2009), LA PLANIFICACIÓN Concepto, evolución y funciones. [en línea] Disponible en: ttp://www.eclac.org/ilpes/noticias/paginas/1/36341/sesion_planificacion.pdf [2012, diciembre]

31. Profundizar sobre las teorías de Taylor, F. y Fayol, H. en Koontz, H. y Weihrich H., (1989). Administración una perspectiva global, México, DF: Mc Graw Hill. (pp. 16-46)

32. Consultar: CEPAL (2009), La planificación: concepto, evolución y funciones. [en línea] Disponible en: ttp://www.eclac.org/ilpes/noticias/paginas/1/36341/sesion_planificacion.pdf [2012, diciembre]

33. Consultar: Koontz H y Weihrich H., (1998) Administración una perspectiva global. México. Mc. Graw Hill. (pp. 160-189)

34. Consultar: Martínez, L. (2009) La planificación: concepto, evolución y funciones, ILPES, CEPAL. [en línea] Disponible en: http://www.cepal.org/ilpes/noticias/paginas/5/39255/prospectiva_uruguay_lmm.pdf [2012, diciembre]

35. Consultar: Biblioteca virtual de filosofía y pensamiento cubanos http://biblioteca.filosofia.cu/ [2012, diciembre]

36. En síntesis el "socialismo utópico" puede ser definido como un conjunto de ideas que se caracterizan por la crítica al capitalismo, muchas veces ingenua e inconsistente, buscando, al mismo tiempo, la igualdad entre individuos. Los socialistas utópicos combatieron con sus ideas la propiedad privada de los medios de producción como una única alternativa para obtener una sociedad libre y justa. La ausencia de fundamentos científicos es la característica común de los socialistas utópicos. Se puede decir que sus autores, preocupados con los problemas de justicia social e igualdad, soñaron con una sociedad idealizada. No fue casualidad que Karl Marx denominó a los socialistas utópicos de "románticos".

37. Para profundizar en el tema se recomienda leer Marx C. y Engels F . (1961) Obras Escogidas. La Habana: Dirección Nacional de Escuelas de Instrucción Revolucionaria. (pp. 525-550)

38. Para profundizar en el tema se recomienda leer Marx, C. (1962) El Capital, cr í tica a la econom í a pol í tica. La Habana: Editorial Nacional de Cuba. (pp.119-129)

39. Marx, C. (1998) Grundrisse der Kritik der politischen Ökonomie, Madrid: Siglo XXI. (pp. 357-358)

40. Consultar: Ernest Mandel (1964 ) Las categor í as mercantiles en el per í odo de tr á nsito. Revista Nuestra Industria Económica. (3).142-160. (1968) Tratado de Econom í a Pol í tica. La Habana: Instituto del Libro y (1967) El debate econ ó mico en Cuba durante el per í odo 1963-1964. Rev. Partisans, (37), entre otros trabajos en que aborda estos temas

41. Mészárov I. (2005) La teor í a de la enajenaci ó n en Marx, La Habana: Editorial de Ciencias Sociales (pp. 10- 11).

42. Marx, C. (1979) Crítica al Programa de Gotha. Obras Escogidas, en tres tomos. (T 3). Moscú: Editorial Progreso. (p 26)

43. Marx C. y Engels F. Manifiesto del Partido Comunista, 1848, Digitalizado para el Marx-Engels Internet Archive por José F. Polanco en 1998, revisado para el Marxists Internet Archive por Juan R. Fajardo en 1999. 27

44. Engels F: La revolución de la ciencia de Eugenio Dühring, Anti-During, 1878 [en línea] Disponible en: http://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/anti-duhring/Fernbach[2012, mayo]

45. Marx, C. (1962) El Capital, cr í tica a la econom í a pol í tica. Tomo 1. La Habana: Editorial Nacional de Cuba. (p. 386)

Final del extracto de 176 páginas

Detalles

Título
El Contenido Emancipatorio de la Planificación Social en el Desarrollo Socialista
Curso
2008-2014
Autor
Año
2014
Páginas
176
No. de catálogo
V358966
ISBN (Ebook)
9783668433854
ISBN (Libro)
9783668433861
Tamaño de fichero
1209 KB
Idioma
Español
Notas
Tesis sobre planificación social que aborda la realidad cubana. Aprobada unanimente por el tribunal nacional para doctorados de filosofía.
Palabras clave
Planificación
Citar trabajo
Sergio Sandalio Blanco Rodríguez (Autor), 2014, El Contenido Emancipatorio de la Planificación Social en el Desarrollo Socialista, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/358966

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