El presente trabajo analiza el evento histórico de la Rebelión campesina liderada por Julio Chávez López en el distrito de Chalco , y el impacto que sobre ella tuvieron los pensamientos y obras socialistas de autores europeos.
Partiendo del estudio de un amplio catálogo de más de 60 fuentes de orden historiográfico en su mayoría, se creó un contexto general del Estado mexicano en el siglo XIX y de las herramientas ideológicas que apoyaron al movimiento agrario, rastreando sus inicios hasta el momento mismo del surgimiento del capitalismo como modelo económico y político; ya que el socialismo y el anarquismo nacieron como críticas al mismo.
Índice
Agradecimientos
Introducción
Estado de la cuestión
Primer capítulo: Etimología e Historia
1.1 Precisiones sobre el poder
1.2 Liberalismo
1.3 Socialismo Utópico
1.4 Anarquismo
Segundo Capítulo: La rebelión agraria en Chalco
2.1 La situación del campo y las Leyes de Reforma
2.2 La aparición de las primeras revueltas agrarias
2.3 Los primeros socialistas
2.4 Chalco y la Escuela del Rayo y del Socialismo
2.5 La Insurrección de Julio Chávez López
2.6 El Manifiesta a todos los oprimidos de México y el universo
2.7 La derrota de la rebelión y la situación posterior
2.8 Un último apunte sobre el cuerpo del condenado
Conclusiones
Bibliografía
Anexos
Para Rubén Espinosa y Nadia Vera
Agradecimientos
Llegado este punto, al final del trabajo, cuando toca escribir las dedicatorias es bastante difícil expresar en algunas cuantas líneas el afecto que tengo por las personas que a lo largo de mi vida han significado algo importante en mis andadas. Pero creo que puedo reflejar mi sincero agradecimiento a todos aquellos que brindaron apoyo y amistad en mi camino, tanto personal como académico, sin ustedes, que han aportado desde granitos de arena hasta bloques de construcción sería imposible ser quien soy.
Agradezco primeramente a mis padres, Benjamín Marín López y Juana Victoria Meneses Hernández por su constante apoyo, su amor, afecto, consejos, charlas, sonrisas, alegrías, darme la mejor infancia, cumplir mis caprichos, cuidarme, sacrificar cosas por mí y sobre todo por tolerar los constantes tragos amargos que les he hecho pasar. Pido disculpen la obscenidad con la que manejo mi vida, las blasfemias, el desorden y falta de tacto que suelo tener. Criaron un demonio y eso es de admirar.
A mi familia, tanto paterna como materna, a mis primos que se volvieron hermanos, Liz, Erick, César, Aleida. A mis queridas tías Yolanda, Leonor y Andrea. Agradezco también a mis tías Gloria, Lupe y Luz y a mis tíos Luis, Pedro y Roberto. A mis demás primos y primas, por mencionar algunos: Memo, Raúl, Paco, Yare, Beto, Mary, Andrea y mis abuelos Vicente y María que tanto cariño me regalaron desde la infancia, con especial dedicación al recuerdo de mi abuela Senorina que desde lo más profundo de mi corazón está dando fuerzas.
A mis padrinos Foncho, Yola y Lupita, y a Luis que también estuvo para apoyar en momentos oportunos.
Con amor a Martha Carolina, una luz en momentos de oscuridad, paz en tiempos de guerra.
Agradezco con especial afecto a Martín Correa, apoyo fundamental en el inicio de la investigación, “pronto volveremos a quemar desde leños hasta maderos”. A mis hermanos de la vida Alan Adrían, Luis Gudiño y Douglas Ricardo. Y a mis mejores amigos Alejandro Lima, Daniel Zamudio y Carlos Rossainzz.
A mis grandes amigas, las mejores que me ha dado la vida: Greetcher Mariangy, Paola Belém, Gema Díaz, Lourdes Andrea y María Antonieta Lama.
No menos importante a todos mis demás amigos y personas que fueron importantes para mí y a las que siempre les estaré agradecido por las cosas que hemos compartido: Lupita Camarena, Gustavo Emmanuel, Ivan Akozta Di Fallestino, Genaro Bitari, Alan David, Cancela, Leví, Roy, Osman, Juan Loyola, Leo Goyito Chavezito, Fany, Itzel, Nain Didier, Papichulo, El puma, Jess, Luis García, Kevin Fernández, René Vázquez, Yazmin Hernández, Marco Antonio Anaya, Mauricio Mateo, Mario Tercero, Pedrito Chihuahua, Chalín, Ybrahim, Silverio, Ben Affleck; al resto del equipo Ratas F.C: Fausto, Yasser, Paco, Betito, Wilfrido, Cristían Yael, Trazancos. Y, al final, pero no menos importante a Josias Zamora.
Sin olvidar a los doctores Sergio Núñez, Ana María García y Guadalupe Vargas que más que enseñanza brindaron amistad y al doctor Gerardo Galindo por su apoyo en mi etapa como representante de generación. Doy las gracias a mis jurados el Dr. César Ordóñez, la Dra. Julieta Arcos y el Mtro. Héctor Santamaría por aceptar leerme y hacerme las correcciones que consideraron pertinentes para mejorar mi investigación.
Por último, agradezco al Dr. Jorge Rodríguez Molina por dejarme ingresar en su línea de investigación, aceptar mi tema y darme lo que todo alumno podría desear en su tesis: libre decisión.
Dedico el trabajo a la memoria de Angelito, y de Rubén Espinosa y Nadia Vera. Y a todos los que al igual que ellos han sido asesinados, perseguidos y torturados por defender sus ideas.
Introducción
El presente trabajo analiza el evento histórico de la Rebelión campesina liderada por Julio Chávez López en el distrito de Chalco1, (lugar situado en el altiplano central, con más de 190 mil hectáreas de territorio, sus valles y lagos fueron demasiado fértiles, permitiendo el asentamiento de diversas localidades prehispánicas y a la postre el levantamiento de haciendas que se beneficiaban de las ricas aguas del lago, provenientes del deshielo de las grandes montañas) y el impacto que sobre ella tuvieron los pensamientos y obras socialistas de autores europeos.
Partiendo del estudio de un amplio catálogo de más de 60 fuentes de orden historiográfico en su mayoría, se creó un contexto general del Estado mexicano en el siglo XIX y de las herramientas ideológicas que apoyaron al movimiento agrario, rastreando sus inicios hasta el momento mismo del surgimiento del capitalismo como modelo económico y político, ya que el socialismo y el anarquismo nacieron como críticas al mismo.
Se pudo dar mayor profundidad al estudio mediante la lectura directa de los textos escritos por los ideólogos de cada una de las posturas enfrentadas, así fue como se consultaron los libros redactados por Descartes, Kant, David Ricardo, Adam Smith, Saint-Simon, Owen, Fourier, Marx, Proudhon y Bakunin, prestando también atención a documentos de primera mano como lo son La Cartilla Socialista de Rhodakanaty y el Manifiesto a todos los oprimidos de México y el universo dado por Julio Chávez López.
El apoyo metodológico se fundamenta en pensar la insurrección más allá de un plano y lineal enfrentamiento entre dos beligerantes armados, el superar las teorías marxistas de la lucha de clases da como resultado un rico y basto campo de investigación que mira a profundidad las dinámicas y relaciones de poder presentes en las interacciones de los actores históricos.
Aunado a lo anterior, si se integra la palabra Voluntad a la investigación se permite ver la existencia de microluchas, resistencias, imposiciones y móviles que fomentan el accionar de los grupos. También se analiza lo concerniente al discurso, sus sistemas de exclusión y trastocamientos, por lo que se puede decir que las corrientes historiográficas de las que me valgo son: La historia de las ideas, el estructuralismo histórico, reconociendo la influencia de lo pensado por White, Vayne y Foucault.
Primeramente, buscaba trabajar de forma exclusiva al personaje de Plotino Rhodakanaty, socialista griego que trajo consigo el ideario de Fourier y Proudhon, y el cómo se relacionaba su Escuela del Rayo y el Socialismo con la Escuela moderna de Francisco Ferrer Guardia, pero al comenzar mi estudio encontré que por el impacto que tuvieron las leyes de reforma entre el campesinado se gestó un movimiento de rechazo al modelo liberal, la república restaurada significó una realidad mucho más compleja de lo que se suele considerar.
Las fuentes poco claras en su mayoría, confusas e inclusive contradictorias, lejos de significar un problema difícil de sortear abrieron un gran abanico de posibilidades para la tarea de plantear las hipótesis, ya que no había un proceso unidimensional. Teniendo en cuenta que los diversos autores fechan la lucha campesina en años dispares, algunos sitúan en 1868, otros en 1869 y otros hasta 1871, la historicidad se ve afectada en interrogantes como el ¿Cuándo? Y el ¿Dónde? Pero para efectos prácticos decido utilizar la cronología expuesta por Ernesto Vázquez Voldovinos que la sitúa entre 1867 y 1868, ya que al comparar fechas con otras rebeliones y con otros acontecimientos como la derrota del Segundo Imperio, me parece la más lógica y acertada.
Objetivo general
Hacer uso de fuentes primarias y secundarias para recrear el contexto histórico de la rebelión agraria en Chalco y el hacer un balance historiográfico de las corrientes de pensamiento político que influyeron en los bandos en disputa: Liberalismo, socialismo y anarquismo. Dicho lo anterior, quiero señalar que el objetivo general del trabajo no es la mera narración de los hechos históricos y de sus partícipes en una temporalidad señalada, por ello se da el tratamiento a la terminología de las posturas políticas y se presta atención al poder, categoría de suma importancia en el trabajo
Objetivos específicos
Ante las dificultades encontradas se pueden revalorizar otras preguntas: ¿Quiénes? ¿Por qué? ¿Cómo? Sobre todo, él porque es importante. ¿Qué lleva a actuar de tal manera? ¿Qué promueve la inconformidad? ¿Qué fomenta la dominación? La existencia de voluntades, voluntad por emanciparse o la voluntad por someter. Brincarse la clásica línea de tiempo nos hace reflexionar las conexiones discursivas entre un proceso y otro, que más que ser producto de un devenir son resultado de relaciones de poder.
Una vez hecho el balance historiográfico, se busca en lo específico el advertir los momentos de discontinuidad histórica importantes para la rebelión agraria y demostrar el impacto si es que hubo uno, del socialismo y del anarquismo en los campesinos insurrectos, pero también la forma en que esas ideologías permearon y se enraizaron en otros grupos sociales como artesanos y obreros, y la oposición discursiva que significaron al liberalismo.
Planteamiento del problema
Me di cuenta de que escribimos y repetimos narrativas que fomentan la percepción de la dominación como algo eterno y normal, algo que no puede ni debe ser alterado, una necesidad de ser dirigidos por ciertas formas coercitivas, no sólo en lo físico sino también en lo intelectual; por ejemplo: pensamos que el sistema colonial era grande, porque cuando miramos hacia ese periodo lo hacemos a través de los vestigios que él nos ofrece, desde los archivos históricos, notariales, correspondencia, memorias o diarios de sus funcionarios o militares.
Así mismo se presenta en la educación tradicionalista al Estado Juarista como el ejemplo perfecto de profundo nacionalismo, facilitador del bienestar nacional con el progreso permitido por el liberalismo. Sin embargo, sepultamos las vejaciones cometidas por esa estructura de gobierno, los fusilamientos, la tecnificación de las prácticas de dominación, de adoctrinamiento y de castigo.
Creo que el Juárez imaginado desde el positivismo y la tradición decimonónica debe ser pensado como una figura de poder político que no estuvo desvinculado del ejercicio de la violencia, tanto en contra de enemigos extranjeros como en contra del campesinado que fue desposeído de sus tierras por las leyes de desamortización y de la cacería y asesinato que padecieron los pocos individuos y/o colectivos que protestaron contra la Reforma, misma que a lo largo del segundo capítulo quedará ejemplificada; sin olvidar que el enfrentamiento no se puede entender como algo bipolar, o como una dinámica entre dos partes claramente delimitadas, sino como una multiplicidad de actores cuyas prácticas les permitían ser partícipes en la construcción de su entorno y por lo tanto de los sistemas que dentro o sobre él se encontraban.
Al interior de las mitificaciones decimonónicas me gustaría advertir que pienso ciertas categorías de análisis son mal empleadas ya que al referir el término “mexicanos” se homogeniza una sociedad carente de similitudes, bajo una conceptualización de ese estilo se puede englobar a un artesano o a un campesino con un líder eclesiástico o un teniente militar, cuando ninguna relación tienen en cuestiones económicas, políticas, sociales o culturales por sólo nombrar las 4 divisiones que se hace de la Historia. Lo mismo se puede pensar de “México” o de cualquier otro país. El espacio adquiere importancia en cuanto a lugar geográfico de larga duración como lo señala Braudel en El mediterráneo, los habitantes en muchos casos sólo comparten la tierra mas no la organización o jerarquía.
Al Estado liberal mexicano se le ha visto tradicionalmente cómo una potente organización que pese a intervenciones y confrontaciones con los grupos conservadores nunca encontró oposición capaz de suplantarlo gracias a que contaba con el apoyo del grueso poblacional por lo cual la existencia de desigualdad social bajo su mandato se toma casi como un engaño. Mucha de la fuerza que obtienen o sostiene a los aparatos físicos e ideológicos del Estado viene de vínculos imaginarios que nosotros construimos hacia ellos y que hemos interiorizado a través de las narrativas o las maneras en las que hemos aprendido o nos hemos acostumbrado a referirnos a ellas. ¿Cómo no vamos a creer que el Estado es tan grande y poderoso, si siempre estamos hablando de él bajo las categorías tradicionales de la Historia hegemónica?
Aprovechando la coyuntura que se da con la introducción del pensamiento anarquista y comunista en territorio gobernado por el Estado mexicano planteo las siguientes preguntas para el nudo central de investigación:
-Qué coyunturas o discontinuidades históricas influyeron en el movimiento agrario?
-Qué discursos defendían los combatientes?
-Qué proponen dichos discursos?
-Cuáles fueron las razones por las que el campesinado se alzó en armas?
-De qué forma se ejerció el poder por parte del Estado?
Finalmente me interrogo que, si el discurso histórico que se conoce mantiene la dominación, porque es la narrativa de una entidad hegemónica, ¿Se puede romper con lo ya establecido?
La hipótesis es que el panorama europeo a raíz de la revolución industrial permitió el surgimiento de corpus doctrinarios opuestos al capitalismo, primeramente, el socialismo que dio paso al comunismo y al anarquismo. Al abrirse las puertas a la migración extranjera, muchos obreros y artesanos trajeron sus posturas políticas, mismas de diseminaron, entre esos migrantes se encuentra Plotino Rhodakanaty. Creo que esas ideas influyen y hacen interesante a la rebelión agraria de Chalco, ya que para su momento sospecho hacen de ella la primera en tener un respaldo ideológico que trasciende a las ansias de libertad y recuperación de tierras con las que se movían las anteriores revueltas campesinas.
Estado de la cuestión
Entre las distintas fuentes que hay para acercarse a la cuestión, considero que la pequeña selección que a continuación presento contiene algunos de los títulos que son más útiles para adquirir distintas herramientas de análisis en el campo histórico y el campo discursivo. Los autores trabajan de varias maneras con perspectivas bastante distintas que permitirán ampliar debates internos del trabajo de investigación.
Para el marco histórico:
Andrea Revueltas nos da un escrito de gran valor titulado “México: Estado y Modernidad” en el que reconoce que los términos de modernización y Estado son claves para entender el pensamiento político de los siglos XIX y XX, yendo desde los orígenes de la modernidad como proceso histórico surgido en Europa y su posterior traslado a América.Desentraña el impacto de la ideología modernizante en la vida cotidiana y menciona la problemática rural que se desató con las leyes de reforma en el centro del territorio.
En la compilación de Alejandro Tortolero “Entre lagos y volcanes, Chalco Amecameca: Pasado y presente” aparecen dos escritos de suma importancia para la investigación: “Xico: una aproximación al área chalca” de Jaime Noyola y “¿Anarquismo en Chalco?” de Ernesto Vázquez Voldovinos. El primero de ellos aporta bastantes datos con relación al distrito de Chalco, como las dimensiones de su lago y la zona geográfica en que se encuentra, las actividades económicas tradicionales de la región y los recursos naturales que en ella había. El segundo es un ensayo bastante rico en datos sobre el movimiento agrario de Julio Chávez López, dando la que para mí es la cronología de hechos más acertada, habiendo consultando otras fuentes claro está y comparándolas.
John M. Hart tiene en su acervo un par de valiosos libros dedicados al estudio profundo del movimiento anarquista en México, lo que me resulta de gran utilidad. En su primera obra “Los anarquistas mexicanos, de 1860 a 1900” hace una introducción a cómo se fue introduciendo el pensamiento anarquista en los tiempos de las disputas entre conservadores y liberales por ejercer el poder. No se centra como tal en un movimiento específico, pero si menciona las influencias que tuvieron los anarquistas, desde Max Stirner y William Godwin, pasando por Proudhon.
Reconoce que el accionar de muchos individuos y colectivos radicales terminaron influenciando luchas que varias décadas después permitieron acabar con el régimen de Porfirio Díaz. Así mismo nombra a actores aplastados por el discurso de la Historia oficial, permitiendo conocer que mientras los liberales tomaban el control, subsistían contradiscursos contra el positivismo y contra el gobierno de Juárez. Menciona los casos de Plotino Rhodakanaty y Julio Chávez López.
En cuanto a su segundo libro “El anarquismo y la clase obrera mexicana, 1860 a 1931”, Hart nos entrega un texto más extenso que el anterior, que se complementa casi en su totalidad, extendiendo el estudio al momento del nacimiento del PNR. Además de lo ya dicho sobre su otro libro, el análisis de esta obra de Hart me permitirá encontrar nuevos vínculos entre otros alumnos de Rhodakanaty y las luchas sindicales y obreras que surgieron después de la caída de Díaz.Así mismo se muestra más específico en ciertas problemáticas, prestando más atención a la revuelta en Chalco
En “De la insurrección a la revolución en México, las bases de la violencia agrarias: 1750-1940” John Tutino nos acerca a la situación en que vivieron los campesinos desde la época colonial hasta la posrevolución, mencionando en la parte media de su libro a un sinfín de datos curiosos y llamativos para la investigación. Aborda los cambios que se dan en el campo a causa de las haciendas y las luchas que los indígenas iniciaron para adueñarse de las que consideraban eran suyas por derecho ancestral, diferenciando las confrontaciones legales y armadas, además de diferenciar los distintos tipos de tierras existentes y el uso que se les daba.
Son de gran valor histórico las obras de Charles A. Hale, para nuestro caso, “El liberalismo mexicano en la época de Mora, 1821-1853” fue fundamental para rastrear las primeras menciones que se hacen del comunismo, sobre todo en la prensa liberal y conservadora. También nos describe algunas rebeliones agrarias previas a la de Julio Chávez López y permite que el lector se sumerja sin contratiempos ni complicaciones en el panorama del Estado liberal, sus políticas, reformas, necesidades y deseos. El progreso juega un papel determinante durante el siglo XIX para todos los partidos y grupos políticos y Hale lo expone con maestría.
Las otras ideas: estudio sobre el primer socialismo en México, 1850-1935 de Carlos Illades, a mi parecer es una lectura fundamental para entender las dinámicas en las que se desenvolvieron los anarquistas y comunistas entre los conflictos armados en etapas de grandes tumultos en los que el Estado mexicano trató de legitimarse con suma violencia. Carlos Illades en general será un autor consultado varias veces, ya que sus escritos me permiten acercarme a mi tema de investigación.
Él trabaja mucho el tema de los diferentes socialismos mexicanos, centrándose mucho en la obra de Rhodakanaty, es por eso que decidí tomar cierta distancia de la escuela libertaria para cerciorarme de que mi investigación no será una calca de su trabajo, sin embargo, no puedo desligar por total mi tema ya que es fundamental entender lo que ocasionó su irrupción en la enseñanza nacionalista.
El Manifiesto a todos los oprimidos y pobres de México de Julio Chávez López es un escrito fundamental en mi investigación ya que es una fuente de primera mano al ser redactada por Chávez López, lo que permite conocer de manera literal su pensamiento y las razones por las que llamó a una insurrección contra el Estado juarista. Para ejemplificar recupero el siguiente fragmento:
“Ciudadanos mexicanos. Ha llegado la hora de conocer a los hombres con el corazón bien puesto; ha llegado el día en que los esclavos se levanten como un solo hombre reclamando sus derechos pisoteados por los poderosos. Hermanos: ha llegado el momento de despejar el campo, de pedir cuentas a los que siempre nos las han exigido; es el día de imponer deberes a quienes sólo han querido tener derechos”.
El manifiesto pone en relieve muchas de las condiciones deplorables en que vivían los campesinos y marginales y muestra la radicalidad con que se movieron los alumnos de la Escuela del Rayo y el Socialismo
Mundos posibles. El primer socialismo en Europa y América Latina de Carlos Illades y Andrey Schelchkov es una recopilación de trabajos de varios investigadores sobre el socialismo en diversas latitudes. Illades aborda al anarquismo y se enfoca de manera superficial en Rhodakanaty y Chávez López, pero lo valioso es que al ser una recopilación se encuentran similitudes (aunque no se deben tomar como concluyentes) e influencias entre rebeldes de ambos continentes.
Dentro del libro Liberalismo y utopía, recopilación de Efrén Ortízse encuentra La cartilla socialista de Plotino Rhodakanaty, otra fuente de primera mano que refleja el pensamiento íntimo del griego. Refleja su pugna por un cambio social en las estructuras elitistas y su descontento contra las doctrinas liberales, pero también deja patente que al ser influenciado por el cristianismo propone una lucha educativa libertaria pacífica en contra del positivismo.Los otros autores manejan temáticas del liberalismo por lo que se pueden contrastar ambas posturas a unas cuantas páginas de distancia
En Precursores del socialismo de Aina Montaner se menciona a Owen, Lammenais, Blanc y Cabet como los precursores directos del socialismo radical, diferenciándolos de los socialistas utópicos. Es bastante instructivo en el pensamiento de defensa de la libertad humana y en la búsqueda de una sociedad más justa que la de su época. Se enfrentaron al sistema con armas diversas y con resultados irregulares e ineficaces en algunos casos, pero siempre mostrando un agudas críticas y proclamas incendiarias
La pluma y el fusil de Daniel Molina Álvarez es quizás la fuente que más utilizaré porque a lo largo de sus 110 páginas hace énfasis únicamente en la llegada de Plotino a Chalco y la influencia que tuvo en Chávez López., desarrollando de manera concreta y lúcida toda la lucha agraria.
Lleva a cabo un desglose de la ideología anarquista y como Rhodakanaty la adquirió en medio de varias guerras europeas. Indaga en las lecturas que hacía de Fourier y de Owen, pero sobre todo de Proudhon. No deja de lado que los estudiantes de la escuela del rayo gustaban de leer a Bakunin y por ello fueron más radicales que su maestro. Dice que Plotino fue la pluma y Julio el fusil.
En el vaivén del frente rojo: La escena anarquista en la ciudad de Veracruz en 1922 y 1923, Marycarmen Lara Orozco establece las prácticas de estética anarquista dando una diferente óptica a la manera en que se piensa a los movimientos antisistémicos, su investigación parte de la llegada de Rhodakanaty al puerto de Veracruz y la posterior lucha que se dio entre sus murallas.
Menciona que se pueden encontrar líneas de conexión entre Ricardo Flores Magón y los primeros anarquistas de finales del siglo XIX puesto que la lucha radical contra el Estado fue un punto en común, aunque resalta la actividad de miembros de PLM como escritores de teatro
La transformación del liberalismo en México a fines del siglo XIX de Charles A. Hale me es importante para el contexto histórico del Estado mexicano es el libro más rico en contenido que encontré. Hale señala él porque los procesos distan de ser como en otras partes de Sudamérica. Para él, el positivismo tuvo un impacto muy fuerte en la aplicación de leyes y en la forma en que se relacionaron entre facciones los gobiernos de Benito Juárez y Porfirio Díaz.
Las referencias a los problemas sociales, políticos y económicos es bastante crítica, alejada de la historiografía elitista, incluso señala la formación de grupos de poder fuertes y selectivos dentro de los regímenes liberales.
Para el marco teórico-discursivo
El orden del discurso de Michel Foucault es para abordar el ámbito discursivo que pretendo manejar, a mi parecer no hay obra más acertada que la cátedra dada por Foucault, donde reconoce todos los sistemas de coacción del discurso, como el mismo es manejado por los que ejercen el poder y que a su vez buscan eliminar los discursos no insertos dentro de sus requerimientos para mantener su posición privilegiada.
Los sistemas de exclusión del discurso son un claro ejemplo de cómo se maneja la Historia oficial para resaltar sus héroes, satanizar sus villanos y olvidar a los que para ella son irrelevantes. Además de que usando las categorías de análisis propuestas por el autor como lo son el trastrocamiento o discontinuidad se pueden obtener conclusiones bastante ricas en cuanto a las mentalidades, la manera en que los discursos chocan, los hegemónicos pisan usando como arma al poder político y los contrahegemónicos aparecen como críticos del mismo, logrando fuerza en evidenciar la verticalidad con que son manejados los discursos oficiales.
El poder, una bestia magnífica. Sobre el poder, la prisión y la vida de Michel Foucault nos da bastantes reflexiones se pueden sacar y muchos problemas se pueden abordar partiendo de las categorías de análisis usadas por Foucault, siendo lo relacionado al poder la cuestión más interesante y prolifera. Se verá a lo largo de mi trabajo como lo relacionado a la voluntad, al poder sus dinámicas, dispositivos y relaciones toman un papel importante para dar análisis distintos a los ya elaborados sobre mi temática.
Vale la pena repensar los sucesos bajo la óptica foucaultiana porque presta atención a los grupos marginales sin hacer caso de las tesis marxistas predominantes en su época y que siguen permeando hoy en día. El estudio que se aborda en el libro va desde las dinámicas de coacción hasta las de castigo en forma de suplicio o de corrección, la vigilancia, la arquitectura, el lenguaje, la sexualidad, las resistencias, la razón y el saber.
Noam Chomsky al ser un lingüista consagrado realiza una diferenciación categórica entre el anarquismo y el marxismo (comunismo libertario y comunismo autoritario) usando de fuente a los representantes de cada corriente, Bakunin y Kropotkin por un lado y Marx y Engels por el otro en su libro Razones para la anarquía.
No solamente se limita a la terminología y la etimología, también señala las diferencias en la práctica y dedica gran parte a ejemplificar la revolución española, la división entre los anarcosindicalistas y los partidos comunistas y como estos últimos se aliaron en varios momentos al fascismo franquista. Finalmente deja claro aspectos propios del liberalismo y la mala interpretación que se ha hecho de varios de sus autores más emblemáticos.
Al ser Mijaíl Bakunin uno de los autores que motivo a los estudiantes en Chalco fue necesario para mí el dedicar espacio para su lectura Dios y Estado, y ver cuáles de sus postulados fueron retomados por las autonombradas “revueltas bakunistas”. La crítica al Estado y a la religión es bastante dura y los llamados a la revolución social son constantes.
El libro El Discurso del método de René Descartes y en general todas sus obras son bastante importantes de analizar y estudiar ya que marcan un parteaguas historiográfico por sus metodologías propuestas para enmarcar de manera científica toda investigación. A partir de sus estudios, muchos pensadores de los siguientes siglos son influenciados y deciden tomar partido, tanto en el seno del liberalismo, como en la rama del socialismo y sus derivados.
La riqueza de las naciones de Adam Smith nos da muestra de lo importante del pensamiento cartesiano dentro del liberalismo. Cuestiones como la división de trabajos y la acumulación de capital están presentes en el libro, dejando ya bien sentadas las bases del capitalismo, un esbozo concreto del pensamiento liberal y una influencia posterior en los críticos de sus sistemas, el socialismo combate las tesis capitalistas en todo momento.
Primer capítulo: Etimología e Historia
1.1 Precisiones sobre el poder
2 de marzo de 1757, en París un condenado “parricida” (atentó contra el rey, considerado una figura paternal) conocido como Damiens fue desplazado por las calles de la ciudad encerrado en una carreta y desnudo. Llegado a la plaza de ejecución se procedió contra su cuerpo: zonas blandas le fueron atenaceadas, muslos, brazos lacerados. Sobre sus heridas le vertieron sustancias corrosivas como plomo derretido, azufre y aceite hirviendo. Acorde a castigos comunes en contra de regicidas o atentados y afrentas contra las coronas fue estirado y desmembrado, al igual que William Wallace o Guy Fawkes en siglos anteriores la tortura finalizó con el descuartizamiento.2
Abril de 2016, en Irak miembros del Estado Islámico encerraron a 7 civiles en jaulas metálicas y les ahogaron en una piscina. Ejecuciones similares se perpetuaron en marzo y mayo del mismo año, decapitando a un combatiente Kurdo frente a una gran multitud y disolviendo en ácido a 25 personas. Las razones de los suplicios fueron acusaciones de espionaje y cooperación con enemigos de los yihadistas3
Separadas por 259 años, ambas condenas responden a un mismo móvil: amedrentar e infundir temor entre la población para que los actos que cometieron los acusados no sean replicados por otros. El castigo teatral, sádico y violento fue una representación replicada a lo largo de Europa en la época medieval, sin embargo, desde tiempos anteriores tanto en oriente como en occidente las prácticas de suplicio son bien conocidas, de punta a punta, de Roma a Persia.
Nos podemos preguntar: ¿Dónde empieza la violencia? Pero carecería de un profundo análisis. Propongamos mejor la siguiente duda: ¿Qué es la violencia? Los casos antes citados dan cuenta de la represión sufrida por individuos que atentaron contra una estructura de poder, llámese monarquía francesa o califato. Es correcto llamar violencia al acto de lastimar el cuerpo, física o psicológicamente, pero aclarando que para ser practicada es necesario la existencia de una finalidad, ya se mencionó el amedrentamiento, pero también existen los fines de imposición y dominación.
Entendida así se puede enmarcar en una estructura jerárquica, vertical dónde existe quien la implementa, las herramientas para su implementación y un ente sobre quien es implementada, en otras palabras, es en sí misma una dinámica de poder. Al circunscribirla en las relaciones de poder podemos pensar ¿Qué castiga la violencia? Un cambio interesante se da a finales del siglo XVIII e inicios del XIX, el sadismo y la tortura comienzan a desaparecer paulatinamente. Los castigos se vuelven discretos, alejados de la mirada del pueblo, el cuerpo deja de ser ofrecido al espectáculo, ya no es el foco sobre el que cae el peso de la represión penal.4
Se trata de ahora en adelante (al menos en occidente) de ejecutar ya no un acto ceremonial de condena, los chillidos y la piel desgarrada dejan de importar, el nuevo móvil es arrebatar al condenado sus motivaciones. Con la guillotina o los fusilamientos lo corpóreo apenas se toca, eficacia sobre intensidad. No se asesina a un individuo, se mata a las inclinaciones o ideales del mismo. La justicia ya no glorifica su fuerza por tres razones: el suplicio genera dudas de merecimiento (¿Es acorde la pena al delito?), deshabituar a los espectadores de la ferocidad de la que se los quería apartar (evitar reproducciones de violencia) y sobre todo para evitar paralelismos entre el sistema penal con jueces y verdugos con los criminales (Sobre todo por el asesinato).5
Esclarecidas ya dos interrogantes me parece necesario plantear una última: ya hablamos de la violencia ejercida y envuelta en las dinámicas de poder vertical, de arriba hacia abajo, pero cuando las herramientas y los instrumentos son puestos en manos de los estratos bajos, ¿Podemos hablar de violencia también? ¿A caso Damiens o los ajusticiados por ISIS fueron participes o ejecutores de prácticas violentas? Profundicemos al respecto.
Nikos Maziotis, un manifestante preso en Grecia acusado de vandalismo menciona en su apología ante el juzgado que puso en práctica un movimiento de contra-violencia o de lucha antisistémica, “Si teóricamente terrorismo es el ejercicio de la violencia en contra de los ciudadanos y la población civil, esto va exclusivamente para el Estado, sólo el Estado ataca a los civiles, para eso son los mecanismos represivos”6 Planteando el problema así y enriqueciendo el estudio con una nueva categoría como lo es el terrorismo, se tendría a bien decir que existen dos tipos de violencia: La terrorista que se implementa sobre los individuos por parte de las instituciones rectoras de vigilancia o castigo y otra de resistencia que es con la que actúan en su lucha los pobladores ante los sistemas coacción. Para esta última se debe advertir que el ataque a un rey, presidente, sacerdote, policía o militar no puede considerársele acto terrorista bajo el concepto usado puesto que no es un golpe a una persona sino a una institución monárquica, presidencial, eclesiástica o castrense
Sin embargo, aunque para un esbozo general suena satisfactorio, es menester hacer notar que no únicamente existe violencia lineal entre hegemonía y antihegemonía. También hay interacciones violentas entre oprimidos o entre opresores, demos de ejemplo un padre que golpea a su hijo y a una guerra entre dos Estados. Por la extensión requerida para el presente trabajo no me es posible ahondar en temáticas bélicas de confrontación opresor-opresor, espero precisar algunas cosas sobre el poder que permitan entender mejor su desenvolvimiento.
Teniendo bosquejada una explicación sobre la violencia, y tomando como punto de partida el de las luchas y los efectos de saber que recaen en ellas, mirando a través de las tácticas que el poder usa como elementos de disuasión en los combates y confrontaciones, le nace la apetencia por un sistema de control que no pueda ser vulnerado.
Los Estados, echando uso del espacio que dominan llevan a cabo una configuración a placer de su territorio en pro de los intereses que mejor plazcan sus deseos de totalitarismo político, social, económico, ideológico, cultural, etc. La categoría de análisis de la que tomaremos referencia será Seguridad.
Benjamin Franklin apuntó alguna vez que: “Una sociedad dispuesta a perder un poco de libertad para ganar un poco de seguridad no merece ni una ni la otra y acabará perdiendo ambas”
El 19 de octubre de 1912 el gobierno chileno gira una orden de desalojo contra un grupo mapuche que en el distrito de Forrahue había invadido algunas casas privadas. La razón fue una queja de un particular que había adquirido un territorio que la población indígena consideraba suyo. El mayor Julio Fría encabezó la expedición de 40 carabineros que se dispuso a expulsar a los ocupantes; avanzando sobre unas lomas e identificando que los mapuches habían decidido resguardarse y defenderse desde una única propiedad los gendarmes procedieron a atacar. Detenido el fuego se pudieron contabilizar 15 muertos, todos mapuches: 8 mujeres y 7 hombres, entre ellos un niño y tres embarazadas.7
La seguridad, para Michel Foucault tiene tres tipos de modulaciones que acomodadas en forma piramidal son complementarias la una de la otra8. Reconoce los siguientes niveles:
1.-Prohibición o ley penal y su castigo. Es la implementación de una norma sobre un conjunto de individuos que se espera la acaten para mantener un orden y también se deja saber la existencia de una sanción en caso de infringirla.
2.- La misma ley penal pero ahora enmarcada en los sistemas de vigilancia. Se aplica el control, la observación, el espionaje para tratar de evitar que sea vulnerada la norma dictada. Aunado a lo anterior se suma otra serie de castigos, pero estos ya en torno al encierro, la prisión para la corrección.
3.- Pertinencia estadística. Teniendo una matriz relacionada a las leyes, la vigilancia y los castigos, la seguridad ahora se ocupa de cuestiones como la reincidencia, las cantidades, probabilidades, costos, aumentos o disminuciones, en otras palabras, se atiende la forma en que los crímenes pueden ser repetidos o se pretende entender los factores que permiten su surgimiento y en todo caso lo conveniente que es para un Estado el intervenir en ello, si les redituable invertir en una zona o en otra, en tal o cual crimen.
Aplicando las modulaciones al caso de los mapuches podemos notar que: Existe una ley relacionada a prohibir la usurpación de la propiedad, aunque la tierra forme parte cosmovisiones indígenas, la legalidad concede títulos de dueño a quien paga. Los asesinatos se pueden tomar como parte de castigos corporales a los infractores.
También existe la vigilancia en el proceso ya que las autoridades chilenas procedieron a instalar regimientos permanentes de carabineros en las fronteras con las comunidades mapuches. La corrección se hizo presente, los sobrevivientes a la masacre fueron canalizados a prisiones, algunos otros tuvieron que desterrarse a lugares remotos para evitar la represión.
Finalmente, el poder hizo válida la estadística para confeccionar una red de control sobre su población. Supo cuándo y dónde actuar y también supo en qué momentos no intervenir, ello fue visto en 1934 durante el levantamiento de Ráquil, una resistencia más duradera y más grande, pero a sabiendas del desenvolvimiento ya analizado de los mapuches, el gobierno supo responder con cierta precisión. Estadísticamente supo que no era bueno actuar en ciertos momentos, en movilizaciones de 2011 y 2013 no desplegó represión puesto que los insurrectos eran demasiado fuertes.
Cabe aclarar que la seguridad necesita de un territorio sobre el cual ser ejercida. No hay seguridad en tanto no haya espacio que requiera de su intervención. Estas modulaciones sólo entran en una perspectiva de poder totalizante, impuestas por un Estado. Extenso sería tocar o señalar otros tipos de seguridad, la que las colectividades se dotan a sí mismas con base en su autodeterminación y voluntad, pero no hay que olvidar su existencia.
La seguridad dada por un gobierno no es una cuestión de justicia, así como lo legal tampoco lo es. Fenómenos como el apartheid, la esclavitud, el holocausto o la proletarización campesina maoísta fueron legales y pretendieron ser garantes de seguridad, por tanto, son categorías que responden a cuestiones de poder y sus dinámicas.
Abordando justo ahora el tema de investigación para también tomarlo de ejemplo dentro de esta aclaración del poder, entre los años de 1868 y 1870, estalló el levantamiento campesino en contra del Estado juarista.9 Las razones fueron muchas, pero principalmente los despojos a las tierras, el arrebato de los recursos naturales y en general las leyes de reforma. Iniciada en Chalco, la insurrección alcanzó simpatías en Morelos y Tlaxcala, lugares en los que se llevó a cabo la repartición de haciendas y sus bienes entre los pobres y la ejecución de algunos hacendados, generando una respuesta violenta del gobierno: políticas de tierra quemada, deportaciones, violaciones y fusilamientos. Aunque ya mencioné el caso de la violencia física, pero también existe otra relacionada al discurso, de manera superficial se usará la rebelión agraria para hacer notar el punto a tratar.
Tres grandes sistemas de exclusión discursiva se alzan entre las sociedades: La palabra prohibida, la separación de la locura y la voluntad de verdad10, sus procedimientos dan pauta a un análisis más profundo para no pensar las contiendas como un plano enfrentamiento entre dos beligerantes. El movimiento agrario tuvo en su contra las tres cuerdas de ahorcamiento discursivo, que permiten entender de mejor manera lo planteado en el párrafo anterior.
Por una parte, las ideas de los sublevados estaban enfocadas a la obtención de libertad, en relación de la autoridad del patrón o hacendado en tanto figura de poder física como de la mediación del Estado, por ende, la Libertad era la que necesariamente se debía reprimir del pensamiento colectivo, haciendo de la misma una palabra prohibida, únicamente los grupos elitistas son los que pueden dársela al pueblo y no debe ser obtenida por su convicción comunitaria.
En un hilo conductor encontraremos la relación del primer sistema con el segundo, los insurrectos al no acatar la prohibición y usarla para su discurso de emancipación habrían de ser tachados de falsos, bandidos y violadores11, locos en demasía que debían ser separados del orden social, ya sea asesinándolos o encarcelándolos. Por último, la insensatez de los rebeldes permite que sean los gobernantes quienes por medio de sus instituciones construyan un propio discurso que ha de ser tomado como absoluta verdad, defendido por sus reglas y disciplinas (La Historia, una de ellas), verdugos de la coacción y cazadores de la mentira en la que han de caer de manera condenatoria todos aquellos no insertos en el saber que legitima al poder. Y es precisamente el miedo al desorden del discurso lo que vuelve a un Estado más violento, represor y supresor. Por eso la respuesta feroz ante el surgimiento de una nueva concepción de organización social.
Quien no crea en la patria, en su gobierno y sus leyes, es un individuo alejado del discurso oficial, tomado como un ente fuera de la razón, desposeído de toda veracidad y presentado a las masas adoctrinadas como un enemigo público, cosa que es creída y muchas veces es la misma población la que clama el ajusticiamiento. La violencia discursiva del Estado hace pensar en la necesidad de la existencia de un gobierno que rija sobre el quehacer de los hombres.
Los campesinos, una vez vencidos y ya encuadrados en los sistemas de exclusión fueron despojados de la palabra. Sobre ellos fue obligada a acatar la forma lingüística en que conciben la libertad los vencedores. Por el simple hecho de ser derrotados y dominados se les impuso una manera de tratar el lenguaje y ciertos conceptos propios de los gobernantes12, valores de individualidad y modernidad que permitieran desquebrajar las colectividades en que se pensaban a sí mismos.13 Serán libres bajo las nociones del sistema de dominación, el liberalismo triunfó, el capitalismo invadió las comunidades, los pueblos originarios quedan condenados a trabajos miserables, despojados de sus tierras y asechados por las visiones occidentales de paz y progreso.
A todo esto, la pregunta que necesariamente se debe plantear: ¿Qué es el poder? Lo anterior teniendo en cuenta que las disputas a analizar y el enfrentamiento discursivo y armado entre ambas posturas responde a dinámicas propias del poder político.
En palabras de Michel Foucault “Hay relaciones de poder entre un hombre y una mujer, entre el que sabe y el que no sabe, entre los padres y los hijos, en la familia. En la sociedad hay millares y millares de relaciones de poder y, por consiguiente, de relaciones de fuerzas, y por tanto de pequeños enfrentamientos, microluchas, por llamarlas de algún modo.” 14
Y también señala que: “El poder es pues algo así como la estratificación, la institucionalización, la definición de técnicas, instrumentos y armas que son útiles en todos esos conflictos”[15]
La cita se refiere a que las luchas no se pelean únicamente entre el poder y el no poder, sino que el enfrentamiento se da porque las voluntades de uno y de otro son el dominar y el liberarse y cada uno tiene sus propias herramientas con las que se valen para pelear, por tanto, para quien está en la cima de la pirámide social se vale del poder como una pluralidad de técnicas, para controlar vía institucional o vía extrajurídica, para reprimir, para mantener la misma estratificación.
En el tema a tratar evidentemente existen relaciones de poder, de una manera local a manera de microluchas como lo fueron las interacciones entre campesinos y obreros con sus patrones quienes desde su posición acomodada disfrutaban de las comodidades obtenidas del sudor de los trabajadores. Evidentemente al haber una institución rectora, para el caso el hacendado es quien controla y apunta la mirada del poder político sobre los territorios que tiene por propiedad y sobre el cuerpo generalizado de la población.
Cabe señalar que el Estado mexicano, pese llevar el mote de Liberal no había conseguido implementar aún con fuerza las reformas para convertir al capitalismo la totalidad de superficie que dominaba. Aquí entra un análisis preciso de las dinámicas organizativas que se impusieron sobre las comunidades, aún no se miraba al indígena o al natural como un individuo, su cuerpo no tenía un valor asignado a su producción. La mirada del poder se enfocaba sobre los recursos y los habitantes, pero no se focalizaba sobre un cuerpo en específico por lo que no podemos hablar de un capitalismo cimentado (El salto entre feudalismo-mercantilismo-capitalismo se da no por temporalidades arbitrarias y divisorias, la manera en que se individualiza a la sociedad es el cambio)16
1.2 Liberalismo
En la segunda mitad del siglo XVIII y en las márgenes del Río Támesis, delimitados de forma espacial por las playas y acantilados británicos iniciaron una serie de cambios sociales, tecnológico, culturales y económicos basados en la introducción de nuevos instrumentos como la máquina de vapor o el motor de combustión interna.
El llamado “antiguo régimen” con sus propias dinámicas de organización estaba al borde de su ocaso, tras un proceso evolutivo de la sociedad que podría remitirnos cinco milenos en el pasado, desde la supresión de las formas de vida comunales y sin jerarquías, la llegada de los primeros jefes poblacionales o “Patesí”17, la aparición de las primeras dinastías hereditarias, la conformación de los primeros Estados y su posterior expansión mediante la opresión interior y la conquista exterior18, el asentamiento de monarquías, imperios, estratificación, suplantación de la economía basada en el intercambio o trueque e introducción de las monedas y valores de cambio.
En sí mismo, el antiguo régimen es el producto de los cambios enunciados antes, que desembocan en un sistema económico desigual, acarreado desde la Alta edad media con el servilismo y el feudalismo. Dicho estado de cosas es contra el que se alzan los revolucionarios franceses, buscando abolir los privilegios de la cúpula mandante, los que en la cima de la pirámide vivían de la explotación y trabajo de sus súbditos.19
Contra ese viejo orden es que se alzan las dos revoluciones acaecidas a ambos lados del canal de la mancha: La capitalista-industrial y la social-ilustrada. La primera acaba con la economía feudal, la segunda con la monarquía y el régimen absolutista. Surgen dos nuevas clases sociales a partir de ese momento: La burguesía emanada de los artesanos enriquecidos que adquirieron posición y prestigio una vez derribados los grandes señores y el proletariado que son esos siervos y agricultores que abandonan sus antiguos trabajos para buscar nuevas formas de subsistir en el cambiante mundo.
En las puertas de las ciudades se aglutina la naciente clase obrera que entra en las jornadas laborales de las fábricas, dejando atrás la vida campesina que caracterizó al Reino Unido durante las centurias anteriores. Se empieza a industrializar y urbanizar la sociedad. En el rezago va quedando progresivamente la economía rural y el comercio que fluía entre los pueblos y las urbes se ralentiza en pro de la mecanización de los medios de producción, la extracción de carbón y el ámbito textil son ahora los pilares del capitalismo.
El capitalismo como modelo económico basó su doctrinario ideológico bajo el sello del liberalismo, partidario del mercado, del flujo capital y de un Estado mínimo, que tenga la menor injerencia posible en la labor de gobernar. El corpus teórico liberal nace inspirado en el individuo, siendo la reforma protestante su antecedente histórico de la que toma la expresión de la libertad humana.[20]
Justo aquí es necesario señalar esa base de pensamiento de la que emanó el corpus teórico que moldeó a la sociedad industrial y que también permitió el florecimiento posterior de corrientes ideológicas que criticaron el asentamiento y auge del capitalismo.
El punto de partida o en efectos prácticos la primera discontinuidad que importa a esta investigación es la obra de René Descartes y lo que ella implicó en el quehacer filosófico en siglos posteriores. El pensamiento cartesiano será referido muchas veces a partir de ahora para mostrar con claridad lo influyente que resultó en el mundo occidental y la constitución de su modus vivendi ya que al igual que con la aparición del cristianismo causa una coyuntura a partir de la cual los filósofos tendrán que tomar partido.
Una de las grandes aportaciones que hace Descartes es definir a la razón, coloquialmente llamada buen sentido, es aquella que nos permite distinguir entre lo bueno y lo malo, lo falso de lo verdadero.21 También propone la creación de sistemas filosóficos incuestionables, que puedan soportar cualquier crítica sin doblegarse y que sean garantes de la verdad y el orden lógico22, influido profundamente sin lugar a dudas por la episteme aristotélica.
El pensamiento cartesiano pugna por establecer reglas de método racional para evitar el error, cuatro preceptos de toda lógica que impulsen un accionar pulcro y bien dirigido: 1) No aceptar como verdadero lo que no es evidente o comprobable, 2) Dividir las tareas y dificultades que se presenten, simplificando las funciones y haciendo más fácil el estudio de las partes para encontrar una mejor solución, 3) esquematizar los pensamientos y agruparlos por importancia, siendo lo más fácil y simple aquello por lo que se ha de empezar una labor, avanzando gradualmente a lo difícil y compuesto, 4) Hacer recuentos y repasos para no olvidar ninguna labor23.
Con su afamada frase “Cogito, ergo sum” fundamenta al “Yo” como sustancia pensante24, colocándolo como el origen de toda idea, principio fundamental de las tesis cartesianas en las que se asume que la duda se puede hacer presente en cualquier situación con la salvedad de no poder dudar de la propia existencia ya que el dudar conlleva a pensar y ese pensamiento justifica la existencia de cualquier ser.
La forma en que el Yo se estructura está determinada por la manera en que busca y encuentra la verdad o la razón en las cosas que le importan y valoriza para sí25 con Dios como garante de la aspiración de perfección en cada humano y sustancia infinita, regente sobre toda materia y espíritu.
A Descartes lo podemos colocar dentro de la corriente racionalista debido a la preponderancia que adquiere el uso de la razón en su filosofía, sin embargo, como bien señala Raúl Gutiérrez es preciso tener en cuenta que:
“La filosofía moderna (a partir de Descartes) … es idealista. En adelante, el filósofo va a entretenerse primeramente en el análisis de su razón, de sus procesos psíquicos, de su alcance cognoscitivo y de los fundamentos de sus certezas”[26]
Es pues, como veremos, la influencia más clara del movimiento del idealismo alemán y del liberalismo.
En línea progresiva encontraremos el pensamiento de Immanuel Kant quien dice que la libertad humana antes mencionada es “La ilustración o liberación del hombre de su culpable incapacidad” 27 es decir, el hombre puede utilizar su inteligencia a partir de su propia determinación sin la guía de otro. Aquí toma especial valor el retomar algunos postulados Kantianos para entender su influencia en el quehacer intelectual de otros teóricos sociales.
Kant señala que la pereza y cobardía son causantes del avasallamiento voluntario del humano, ello lo sumerge en un sistema de tutela del que las diversas religiones se aprovecharán28, un tipo de alienación de la que el individuo es hecho preso para no hacer uso público de su razón, limitando su libertad. El hombre entra en un estado de confort al normalizar la dominación y tomarla como algo necesario para su bienestar ya que considera peligroso el lograr emanciparse, tomando con pesimismo el actuar revolucionario puesto que “mediante una revolución acaso se logre derrocar el despotismo personal y acabar con la presión económica o política, pero nunca se consigue la verdadera reforma de la manera de pensar; sino que, nuevos prejuicios, en lugar de los antiguos servirán de riendas para conducir el gran tropel” 29
Así pues, pese a que la dominación supone una barrera al libre uso público de la razón, Kant sienta más bases del liberalismo, del positivismo y el idealismo alemán en dos sentidos: Prioriza la libertad individual, pero siendo ésta sometida bajo la óptica de un gobierno que evite la perturbación de la paz. A cambio de someterse, al ciudadano se le da la oportunidad de ser representado, que sean otros los que velen por su seguridad. Tampoco se le priva de poder opinar, siendo una de las primeras garantías individuales el derecho a expresión.
[...]
1 Se recomienda ver en la sección de anexos los mapas que permiten localizar el espacio geográfico de la insurrección.
2 Foucault, 2009: 11.
3 http://www.posta.com.mx/internacional/isis-disuelve-25-civiles-iraquies-en-acido-nitrico
4 Foucault, 2009: 17.
5 Foucault, 2009: 18-19.
6 Maziotis, 2015: 10.
7 http://millalikan.blogspot.mx/2007/10/forrahue-95-aos-de-la-matanza.html
8 Foucault, 2011: 19.
9 Abramson, 1999: 93.
10 Foucault, 2014: 23.
11 Hart, 1974: 56-57.
12 Foucault, 2012: 56.
13 Falcón, 2005: 1005.
14 Foucault, 2012: 76.
15 Foucault, 2012: 121.
16 Foucault, 2012: 36.
17 Sacerdotes que guiaban a las tribus, justificaban su mandato mediante el misticismo y la interpretación de señales divinas.
18 Benítez, 2013: 18.
19 Marin, 2015: 18.
20 Vargas, 2007: 66-67.
21 Descartes, 2010: 33.
22 Gutiérrez, 1995: 99.
23 Descartes, 2010: 47-48.
24 Gutiérrez, 1995: 103.
25 Descartes, 2010: 40.
26 Gutiérrez, 1995: 107.
27 Kant, 1979: 25.
28 Kant, 1979: 25.
29 Kant, 1979: 28.
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