La 'Transición' española - la naturaleza del cambio de régimen y sus consecuencias


Seminar Paper, 2004

16 Pages, Grade: 2,3


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Indice

1. Introducción

2. La transición del régimen político
2.1 El fracaso de Arias Navarro
2.2 La reforma de Adolfo Suárez

3. Partidos, elecciones, Constitución
3.1 El desarrollo de las elecciones parlamentarias y comunales
3.2 La elaboración de la Constitución y sus consecuencias

4. Los grandes problemas y avances de la democracia
4.1 La cuestión de regionalismos
4.2 El desarrollo económico
4.3 La política exterior

5. La relación Gobierno – Iglesia Católica durante la transición

6. Evaluación concluyente de la transición

7. Bibliografía

1. Introducción

La democracia en España cumplía en el año 2000 veinticinco años, lo que marcaba el período democrático más durable de toda la historia española. Hasta ahora lograba resolver en la medida de lo posible los más grandes problemas históricos como la organización territorial de la nación, la forma del Estado y el dominio del poder civil. El punto de partida de la democracia hoy consolidada estuvo en un momento caracterizado por una tensión política y por una incertidumbre inmensa. La descolonisación forzada del Sáhara[1] junta con la muerte de Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975 dejaron al pueblo español en una profunda crisis general. Nadie se atrevía a dar un pronóstico sobre el futuro de la vida política, económica o pública del país. A pesar de preocupaciones de proyectos franquistas continuistas, se inició en España a partir de la muerte de Franco un proceso de restauración de la democracia que se llamaba la „Transición“. Se trata de una operación ejemplar y pacífica de cambio gradual de la dictadura franquista hacia una monarquía constitucional y parlamentaria. Dos días después de la muerte de Franco, Juan Carlos fue proclamado „Rey de España“ en una ceremonía en las Cortes conforme a la voluntad de Franco. Ya en su discurso de proclamación el nuevo Rey borbónico, Juan Carlos I, anunció una apertura democrática del país. Las diferentes etapas de la transición serán presentadas en el segundo capítulo. El tercer capítulo describe las primeras elecciones parlamentarias, sus consecuencias y la redacción de la Constitución. Después demuestro con la descripción de los problemas de la joven democracia que la transición fue un proceso menos coherente y lógico que su desenlace final podría sugerir. Aunque en el campo político y constitucional la transición se considera terminada hasta las elecciones de 1982, continúa en el campo público, económico e internacional, lo que será evidente en los capítulos siguientes. Al final quiero elaborar la relación entre el nuevo Gobierno y la Iglesia Católica para explorar en qué medida representaba un factor influyente en el comportamiento político en España durante la época de la transición. Todos los factores mencionados deben finalmente llevar a una conclusión sobre la naturaleza general del proceso transitorio.

2. La transición del régimen político

Lo peculiar del cambio político hacia la democracia en España es el hecho de que se haya efectuado bajo el orden y las instituciones establecidos por Franco. La reforma política utilizaba para ella la propia legalidad franquista y se acertó con el artista político Adolfo Suárez. El éxito del proyecto dependía de varios factores. Primero, la convicción amplia de que el fin de la dictadura requiere un cambio democrático y por consiguiente la voluntad de compromiso y de negociación de los bandos políticos fomentaban la reducción de las estructuras autoritarias. Segundo, la institucionalización de la Monarquía y la función esencial del Rey, que apaciguaba y neutralizaba muchas veces al Ejército. Además, las transformaciones sociales y económicas desde los años 60, como la alfabetización y profesionalización del pueblo, exigían más libertades y derechos concedidos por parte del Gobierno.[2]

2.1 El fracaso de Arias Navarro

Al frente del Gobierno permaneció al principio el convencido franquista Arias Navarro. Por un lado, incorporó a tres reformistas (Fraga Iribarne, Areilza y Garrigues, ministros de Gobernación, de Exteriores y de Justicia, respectivamente) al Gobierno, concedió un indulto, reconoció la libertad de prensa[3] y la existencia de partidos diferentes. Pero por el otro quiso continuar el Movimiento Nacional y excluir a los comunistas y partidos nacionalistas del gobierno. La derecha franquista, el búnker, todavía estaba presente en las Cortes, en el Ejército, en los poderes judicial, administrativo y telecomunicativo del país. Bajo su presión del mantenimiento de las estructuras franquistas, Arias se plegaba y no estaba capaz de promocionar el proyecto democrático por leyes fundamentales. A principios de 1976 había 17.371 huelgas y manifestaciones callejeras por diferentes razones como la demanda de amnistía o de autonomía. En la confrontación con la policía murieron cinco trabajadores vascos. Como protesta se declaró la huelga general en el País Vasco y la ETA aumentó el número de sus atentados. Ante semejante decepción política la oposición se unió en la CD (Coordinación Democrática) y Arias dimitió el primero de julio del mismo año.[4]

2.2 La reforma de Adolfo Suárez

Como sucesor de Arias el joven Adolfo Suárez, formado políticamente en el aparato del régimen franquista, era designado Presidente del Gobierno, lo que era una sorpresa para los demás. Pero él tomó la iniciativa y llevó adelante un cambio eficaz. Consiguió satisfacer las aspiraciones de la oposición a una ruptura y conciliarlas con la posición continuista de la derecha por medio de la „Ley para la Reforma Política“, elaborada por Fernández-Miranda, un confidente del Rey. Las Cortes la aprobaron en noviembre de 1976 y fue confirmada por 94,4% del electorado en el referéndum del diciembre del mismo año.[5] Aunque la reforma pretendió sustituir al vicepresidente del Gobierno, un general ultrafranquista, por Gutiérrez Mellado, un militar liberal, el Ejército no intervino en el proceso a causa de la actitud positiva del Rey hacia la ‘reforma pactada’. Por lo tanto la transición hacia la democracia se efectuaba en la plena legitimidad franquista, sin demócratas, pero como ejemplo de consenso permanente entre la derecha franquista y la oposición. Además, Suárez legalizó los derechos de reunión, de propaganda y de asociación política y concedió una primera amnistía que comprendía la excarcelación de cientos de presos del franquismo. En agosto de 1976, Suárez tomó contacto con las centrales sindicales e impulsó la libertad sindical y la libertad de expresión. Se desarrollaron una nueva prensa libre y una red de emisores de radio pluralista. El periódico ‘El País’ fue creado en 1976 y la sociedad se abrió hacia nuevos valores cambiando nombres de calles, destruyendo estatutas franquistas y conmemorando no solamente las víctimas franquistas sino también las víctimas republicanas de la Guerra Civil. Por decreto-ley Suárez eliminó el Tribunal de Orden Público, permitió el derecho de huelga y autorizó la Diada Cataluña (la fiesta nacional) y la ikurriña vasca. Sin embargo, había manifestaciones con estudiantes muertos y atentados de la ETA. El secuestro de los presidentes del Consejo de Estado y del Tribunal Superior de la Justicia Militar por GRAPO, un grupúsculo de la extrema izquierda comunista, en diciembre de 1976 resultó con el atentado de la calle Atrocha, ejercido por pistoleros del búnker contra un despacho de abogados laboralistas vinculados con el PCE. El creciente ambiente de enfrentamientos prueba que la democracia todavía siguió frágil.[6]

3. Partidos, elecciones, Constitución

La creación de la posibilidad de elecciones legislativas libres por la ‘Ley para la Reforma’ llevó a una gran actividad política. A partir de 1976 empezaban a constituirse y presentarse legítimamente diferentes partidos. Después de que Suárez había disuelto el Movimiento Nacional, el partido único de Franco, la Alianza Popular (AP) bajo su dirigente Fraga Iribarne quedó como único partido nacional‑conservador. Felipe González, que ya había negociado con Suárez, reanimó el Partido Socialista de Obreros Españoles (PSOE), en el que reunió diferentes corrientes de la izquierda. Carrillo, el dirigente exiliado del partido comunista, regresó ilegalmente a España el 10 de diciembre de 1976 y fue encarcelado durante diez días. En una entrevista secreta con Suárez concedió entre otras cosas la aprobación de la bandera española como condición de una legalización de su partido. En 1977, un decreto-ley sobre la legalización del PCE desencadenó la crisis quizás más delicada de la transición. Al borde de un golpe de Estado el Rey y el vicepresidente Gutiérrez Mellado lograron por último tranqulizar al Ejército y a la derecha. En mayo de 1977 Suárez fundó una coalición electoral, la Unión de Centro Democrático (UCD), que acogía a democristianos, liberales y socialdemócratas. La UCD no tenía ni un programa, ni una ideología pero como partido moderado del centro evitaba durante mucho tiempo la polarización del paisaje político y de la sociedad en bloques antagónicos.[7]

3.1 El desarrollo de las elecciones parlamentarias y comunales

El 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas por sufragio universal desde 1936. Votaron el 79,24 % del electorado, unos dieciocho millones de españoles. La UCD ganó las elecciones con 34,6 % de los votos y 166 escaños, lo que confirmó Suárez en su vía política. Junto con el PSOE, que obtuvo 29,3 % y 118 escaños gracias a la ayuda de socialistas alemanes, la UCD y el PSOE unieron a dos terceros de los electores y tres cuartos de los escaños de las Cortes. El voto proporcional tenía el efecto de favorecer mayorías en las Cortes. La AP y el PCE quedaron con sus votos bajo 10% sin influencia. En Cataluña ganó la izquierda y en el País Vasco el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Las regiones rurales poco pobladas enviaron proporcionalmente al número de sus habitantes más diputados a las Cortes que las regiones urbanas más pobladas. No obstante, se ha establecido una clase media moderada sin las grandes diferencias entre el campo y la ciudad. Sumamente, se puede decir que el triunfo del centro llevó a la consolidación de la monarquía y de la democracia. Se puede fijar el término de la transición ya con estas elecciones, pero creo que las dos legislaturas de la UCD (1977-79, 1979-82) contribuían esencialmente a la renovación demócratica. En las segundas elecciones parlamentarias en primavera de 1979 se reprodujo el resultado anterior y la UCD ganó otra vez con 35 % de los votos formando así un gobierno de minoría. Son dignos de ser mencionados el hundimiento de la AP y el surgimiento de partidos nacionalistas como los radicales de Herri Batasuna (HB) en País Vasco, el Partido Socialista Andaluz (PSA), la Unión del Pueblo Canario (UPC) y la Unión del Pueblo Navarro (UPN).[8]

[...]


[1] El ejército español tuvo que retirarse de la región del Sáhara español debido a la derrota diplomática del régimen español ante Marruecos, Mauritania y la Unión Europea.

[2] C. f. Walther L.Bernecker (2002): Grundzüge. Spanische Geschichte. Von der Reconquista bis heute, Darmstadt, p.194/5.

[3] Pero la Prensa de Estado no sería liquidado hasta 1984.

[4] C. f. Juan Pablo Fusi; Jordi Palafox: España (41998): 1808–1996. El desafío de la modernidad, Huertas, p. 371‑373.

[5] La oposición ha pedido a la gente que no vaya al referéndum por no haber podido perticipar en la elaboración de la ‘Ley para la Reforma’. Sin embargo, 77% del crudo participaron en el referéndum.

[6] C. f. Juan Pablo Fusi; Jordi Palafox: España (41998): 1808–1996. El desafío de la modernidad, Huertas, p. 373‑376.

[7] C. f. Walther L. Bernecker; Horst Pietschmann (1993): Geschichte Spaniens: von der frühen Neuzeit bis zur Gegenwart, Stuttgart, p. 362; c. f. Antonio F. Junco Torres (2002): Historia de España. Landeskunde, Stuttgart, p. 145/6.

[8] C. f. Walther L. Bernecker; Horst Pietschmann (1993): Geschichte Spaniens: von der frühen Neuzeit bis zur Gegenwart, Stuttgart, p. 363–365.

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Details

Title
La 'Transición' española - la naturaleza del cambio de régimen y sus consecuencias
College
University of Tubingen  (Romanisches Seminar)
Course
La España del siglo XX : de las dos Españas a la reconciliación nacional
Grade
2,3
Author
Year
2004
Pages
16
Catalog Number
V46526
ISBN (eBook)
9783638436977
ISBN (Book)
9783638763943
File size
538 KB
Language
Spanish; Castilian
Keywords
Transición, España, Españas
Quote paper
Anita Glunz (Author), 2004, La 'Transición' española - la naturaleza del cambio de régimen y sus consecuencias, Munich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/46526

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